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Origen y biogeografía[editar]

La diversidad de marsupiales sudamericanos es fruto de millones de años de aislamiento en este


subcontinente y abarca desde animales como la marmosa, de aspecto ratonil, hasta el yapok, el
único marsupial acuático.

Monito de monte, marsupial sudamericano que filogenéticamente pertenece al grupo de los


marsupiales de Australia y no al grupo más común entre los marsupiales de América.

Los marsupiales representan hoy un pequeño grupo de mamíferos, difundidos en parte por
el continente americano y en parte por Australia, donde constituyen los únicos mamíferos
terrestres vivientes nativos y, sobre todo, la parte preponderante de la fauna de
vertebrados terrestres.
Tras la desaparición de los dinosaurios, las aves y los monotremas se diversificaron y
las ratites y grupos afines ocuparon el nicho ecológico de los herbívoros y el de los
predadores. En la Sudamérica prehistórica, las aves del terror, aves de
la familia Phorusrhacidae y en Europa y en Norteamérica durante el Eoceno aves
como Gastornis.
Los marsupiales se desarrollaron durante el Cretácico inferior a partir
de pantoterios primitivos, después de los placentarios que surgieron en el Jurásico, por
ejemplo, Juramaia. Antes de la expansión de los placentarios, los marsupiales ya se
habían extendido por buena parte de la superficie continental, existiendo hacia el final del
Cretácico en lugares en los que están ausentes en la actualidad, como Asia.
Para comprender la distribución actual de los marsupiales, es necesario conocer a las
vicisitudes que sufrieron las masas continentales en aquellos lejanos períodos geológicos.
Es preciso recordar, de acuerdo con las numerosas muestras fósiles que se conocen, que
a finales del período Cretáceo los marsupiales tenían una distribución general sobre las
tierras emergidas, donde convivían, en relativa tranquilidad, con los placentarios primitivos.
Se encontraban por ejemplo en África, Europa y Norteamérica de donde se extinguieron,
aunque tras el Gran Intercambio Americano, algunos marsupiales han recolonizado
Norteamérica. Los marsupiales más antiguos conocidos proceden de China, donde
también se han hallado los placentarios más antiguos.
En aquella época, las masas continentales no habían iniciado aún el proceso de
fragmentación y deriva revelado por la teoría de Alfred Wegener, proceso que solo
comenzó al final de la era mesozoica. Con el principio del Cenozoico acaeció el desarrollo
explosivo de los placentarios, que sin especializar al principio, se diversificaron con rapidez
ante la indefensión de los competidores en los nuevos nichos ecológicos que fueron
ocupando.
El grupo placentario tuvo como competidores o predadores mamíferos, a los marsupiales y
a los monotremas, estos últimos ya se habían especializado en varios nichos. Y fuera de
los mamíferos, a las grandes aves terrestres. La independencia y el grado de desarrollo
más completo con el que nacía la progenie de estos primeros euterios superó a los otros
grupos de sangre caliente en la tasa de supervivencia de los neonatos, facilitando así su
expansión demográfica.
A principios del Paleoceno, hace unos 65 millones de años, no había mamíferos
carnívoros euterios, el nicho ecológico de los predadores ya se hallaba ocupado por
grupos animales aparecidos antes: grandes aves predadoras no voladoras, los reptiles
modernos y los marsupiales.
La desintegración de Pangea que comenzó al inicio del Cretáceo, hace 150-140 millones
de años, da las claves de la ubicación y dispersión de los grupos animales, cuando el
supercontinente Gondwana empezó a fragmentarse. En Pangea se creó una grieta que
abarcaba desde el océano Tetis al este, hasta el Pacífico al oeste. La grieta
separó Laurasia, y con ella a Norteamérica, de Gondwana y produjo el nacimiento de un
futuro nuevo océano, el océano Atlántico. Este océano no se abrió uniformemente, sino
que comenzó en el Atlántico Norte-Central; el Atlántico sur no se abriría hasta el Cretáceo.
Considerando que los Strigopoidea (loros de Nueva Zelanda) y los Dinornithidae (moas),
dos familias de aves endémicas de Nueva Zelanda,2 evolucionaron aislados durante un
periodo muy considerable de tiempo al separase Nueva Zelanda de la región
del Gondwana (desde antes del Cenozoico hace ochenta millones de años), antes incluso
de la expansión de los mamíferos, que nunca alcanzaron Nueva Zelanda y que los
mamíferos marsupiales alcanzaron Australia, a través de la Antártida, procedentes
de Sudamérica, cuando las tres estaban unidas y antes del enfriamiento de la Antártida,
separándose Australia antes de la llegada de mamíferos placentarios. Estas aves pudieron
evolucionar gracias a la relativa ineficiencia de los depredadores mamíferos, lo cual les
permitió ocupar conjuntamente con ellos el nicho de principales depredadores.
Sudamérica y África, junto con otros continentes formaban un supercontinente
denominado Gondwana. Aunque el grupo al que pertenecían placentarios y marsupiales
surgió en Asia, en la China actual y allí se dividieron en metaterios y euterios, el número de
especies no era alto y estas estaban poco especializadas. Los mamíferos se diversificaron
en este supercontinente austral. Los placentarios o euterios, con un mejor sistema
reproductor que los marsupiales, y monotremas fueron constriñendo a estos grupos en
áreas cada vez más pequeñas a medida que fueron compitiendo en otros nichos
ecológicos, pero no empezaron su expansión hasta separarse por un lado África-
Madagascar-Eurasia y por otro Sudamérica-Antártida-Australia. Los placentarios no
llegaron a colonizar la masa de Sudamérica-Antártida-Australia. En aquella época los
mamíferos dominantes eran monotremas como Teinolophos trusleri que habría vivido en el
supercontinente meridional cuando Australia estaba unida a la Antártida y por lo tanto en
un clima mucho más frío que el de la actual Australia. Tras separarse Antártida de
Australia, la Antártida derivó hacia el polo sur, enfriándose progresivamente y Australia
derivó hacia el ecuador calentándose progresivamente. A pesar del retroceso en
diversidad de los grupos no euterios, el proceso de sustitución fue lento y por ejemplo
todavía se encontraban algunas especies supervivientes marsupiales en el Terciario de
Europa.
El origen de estos animales puede rastrearse hasta el momento mismo de la separación
del continente del resto de Gondwana; momento en el que comenzó el desarrollo
independiente de las comunidades animales de Sudamérica. Al parecer los metaterios
surgidos en Sudamérica viajaron todavía unidas las masa continentales meridionales,
desde su cuna hasta Australia a través del continente antártico y viceversa a finales del
periodo Cretácico; esta teoría se refuerza debido a los estudios realizados a diferentes
marsupiales americanos, entre los que destaca el denominado monito del monte, el cual
está más emparentado con los marsupiales australianos que con otros marsupiales
americanos, por ello hoy en día el taxón de mamíferos americanos (Ameridelphia) se
considera parafilético y no usado.

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