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Buen viaje, Señor Presidente

Relata la historia de un presidente sudamericano en el exilio, viviendo los últimos días de su vida,
donde Márquez se nos da una idea de la vida de este hombre con orgullo herido, recordando lo
rápido que han pasado los días, donde el este presidente había perdido todo por lo que había
trabajado y sabía. Este fue un presidente de América Latina, destituido, el Sr. Presidente, está
exiliado en una isla del Caribe perteneciente a las Antillas Menores, Martinica.

El hombre de 73 años desarrolla un dolor muy particular en las costillas, la parte inferior del
abdomen y la ingle, por lo que Viaja a Ginebra, en Suiza en busca de un diagnóstico. Después de
rigurosas y extensas pruebas médicas, se le informa al Sr. Presidente que el problema se
encuentra en su columna vertebral.

Los médicos le recomiendan realizar una operación bastante arriesgada para aliviar el dolor que
este sentía.

Días más tarde el presidente, que se encontraba meditando en sus opciones, sentado en un bar, se
encuentra con un compatriota, Homero Rey, que trabaja como conductor de ambulancia en el
hospital donde el Presidente estaba frecuentando. Homero planea vender un plan de seguro y un
paquete funerario al presidente enfermo, pero el presidente ya no es rico y vive mesuradamente.

Por lo que se ve obligado a vender las joyas y otras pertenencias de su esposa ya fallecida para
pagar el costo de sus gastos médicos y operación. Homero y su esposa, Lázara, se encariñan con el
Sr. Presidente. Le facilitan asistencia financiera y lo brindan todos los cuidados que requiere
después de que le den de alta del hospital. El presidente vuelve a la isla Martinica.

Su dolor no mejoro casi, pero tampoco es peor de lo que ya era. Reanuda muchos de sus malos
hábitos y considera regresar al país que alguna vez gobernó, solo que esta vez como jefe de un
grupo de reforma.

La Santa

Esta historia se centra en un personaje llamado Margarito Duarte y tiene lugar en la capital
italiana, Roma. Margarito era procedente de un pueblito andino de Tolima en Colombia, pero viaja
a Roma para comenzar el proceso de que su hija fallecida sea reconocida como santa. Margarito
perdió a su esposa poco después del nacimiento de su única hija, y a su vez su pequeña hija murió
poco después a la edad de siete años de una fiebre.

Once años después de su muerte, los lugareños se ven obligados a trasladar los restos de sus seres
queridos del cementerio a otro lugar, ya que este cementerio seria destruido porque se necesitaba
espacio para la construcción de una nueva represa. Margarito Duarte es notificado de la
exhumación de los cuerpos de su difunta esposa e hija. Llegado el día del suceso, su hija es
desenterrada, y para su sorpresa esta se encuentra intacta y completamente etérea.

Los pueblerinos afirmaban que la dulce niña era una santa, y que debía ser santificada, por lo que
ayudan a reunir fondos para que Margarito viajara junto con el cuerpo intacto de su hija a Roma,
directamente al Vaticano. Allí se encuentra con el narrador en la pensión donde se alojan los dos.
Nada parece venir de sus inagotables intentos de canonizar a su hija y finalmente pierde el
contacto con el narrador y otros personajes de la historia.
Margarito siguió llevándola año tras año y el único Papa que le había concedido la oportunidad
para conversar con el sobre la santa, fallecio. Sin embargo, veintidós años después, y después de la
muerte de cuatro papas, Margarito y el narrador se encuentran nuevamente por casualidad donde
el narrador termina descubriendo que Margarito todavía sigue esperando el reconocimiento de su
hija como una santa. En ese preciso instante es cuando el narrador se da cuenta de que el
verdadero santo de la historia es verdaderamente Margarito.

En este relato García Márquez a menudo se enfoca en el buen corazón de los pobres y el descaro
de la gran jerarquía. Margarito Duarte, protagonista de «La Santa», es originario de los Andes y
pierde a su hija de siete años a causa de una fiebre. Asombrosamente, el cuerpo no se
descompone, y cuando la niña es desenterrada, está completamente intacta y el ataúd todavía
huele a rosas con las que fue enterrada.

Convencido de que su hija es una santa, Margarito lleva el ataúd a Roma, donde pasa el resto de
su vida tratando de convencer a la burocracia censurada del Vaticano para que considere la
posibilidad de canonizar a la niña.García Márquez hace un gran y fuerte contraste entre el feligrés
y firme campesino colombiano, cuya profunda fe le permite aceptar milagros sin interrogantes, y
los desconfiados y desdeñosos, que son reacios a darle una audiencia.

Al final, el narrador concluye que el santo es realmente Margarito, cuya constancia, entereza y
anhelo lo convierten en un modelo de integridad de un fiel creyente.

El Avión de La Bella Durmiente

El personaje principal es una dama que no es presentada por el autor, y además que se conoce
como «la Bella Durmiente». Relata las impresiones personales de García Márquez, cuando se
enamoró de una mujer en el aeropuerto Charles de Gaulle de París a primera vista. Esta mujer
resultaría ser su acompañante de asiento en el avión al que abordaría luego. Era una mujer muy
hermosa con una piel tersa y ojos verdes. El cabello largo y liso, de color negro que caía por su
espalda. Vestía una chaqueta con una blusa de seda.

No todos estos cuentos tienen connotaciones políticas o sociológicas tan obvias. Muchos capturan
la magia de la existencia cotidiana: el encanto del verano, el misterio de una mirada sugerente, la
belleza de una mujer dormida. En «El Avión de La Bella Durmiente» , un viajero latino queda
cautivado por una joven exquisita e indefinible.

El vuelo se retrasa debido a una tormenta de nieve, y después de pasar horas contemplando a
hermosa mujer en la sala de espera, el hombre se emociona al saber, cuando los pasajeros
finalmente abordan, que se ha sentado justo a su lado. Sin embargo, en el momento en que se
instala, la joven toma dos píldoras doradas y cae en un sueño profundo del que no se despierta
hasta que el avión aterriza. Al ver frustrados sus sueños, el viajero se resignó a vigilarla,
reflexionando sobre su enigmática belleza.
Me alquilo para soñar

En el cuento «me alquilo para soñar», Gabriel Márquez destaca la necesidad de ciertas creencias
supersticiosas que los seres humanos aspiran y de las que dependen. La historia comienza ,
mientras el narrador desayunaba por la mañana en el Hotel Havana Riviera, una ola gigantesca se
estrelló en la orilla, arrastrando y volcando varios autos, todo esto frente a ellos.

El accidente sacudió a todos causando gran pánico entre los presentes, incluso algunos de los
turistas del hotel fueron arrojados a través del vestíbulo contra los muebles.

Pronto llegó el departamento de bomberos y comenzó a limpiar los escombros. Debajo de uno de
los autos destrozados contra la fachada del hotel, se encontró el cuerpo de una mujer que llevaba
un accesorio familiar con ella que el narrador había visto antes, «un anillo de oro con forma de
serpiente, y ojos esmeralda, Fue asesinada instantáneamente en la colisión y su ropa estaba hecha
jirones.

La peculiar pieza de joyería le recordaba al narrador una mujer difícil de olvidar , que solía usar
«un anillo similar en su dedo índice derecho», a quien conoció treinta y cuatro años antes en
Viena, que era una antigua ciudad imperial en ese entonces. Se encontraron en una taberna
donde la mujer estaba comiendo. El narrador quedó cautivado por su encanto, su perfecto vestido
y esa llamativa pieza de joyería.

Ella era de Colombia, pero se había venido a vivir a Austria. Ambos comenzaron a pasar más
tiempo juntos, sin embargo ella nunca la reveló su nombre al narrador, por lo que este la llamó
Frau Frida. Cuando el narrador le preguntó sobre qué hacia ella, la mujer muy vivaz le respondió:
«Vendo mis sueños”. Tenía treinta y tantos años y era la tercera de once hermanos.

Su la familia tenía la costumbre de contar sus sueños antes del desayuno, algo que ella creía de
todo corazón, y le hacía muy feliz. Se veía a sí misma como un oráculo de los sueños, y una
clarividente del futuro. A los siete años de edad, profetizó que su hermano de 5 años se ahogaría.
Su interpretación de este sueño era que debía alejarse de los dulces. Su madre le creyó y trató de
evitar que el niño comiera dulces, pero inevitablemente murió después de tragar un caramelo.

Frau Frida, saco provecho de esto y convirtió sus habilidades como psíquica para ganarse la vida.
Fue contratada por una mujer en Viena donde le dieron un salario, una habitación para quedarse y
todas las comidas del día, todos los días. La familia para la que trabajaba, le preguntaba sobre el
futuro de esta durante en el desayuno cada día. Sus predicciones prescribieron todas las acciones
y todo lo que no debían hacer también.

Cuando el padre de la familia murió, incluso legó una parte de sus bienes a Frau Frida a cambio de
sus continuos servicios de clarividente para guiar a la su supervivencia de su familia. Un día Frida
visitó la taberna y se reunió con el narrador. Le susurró a él que ella había soñado con él la noche
anterior. Ella le aconsejó que se fuera de Viena de inmediato.

El narrador convencido por el talento de la mujer, abordó el último tren a Roma esa misma noche
y «se consideró un sobreviviente de alguna catástrofe». Mucho después El narrador volvió a
encontrarse con Frida en Barcelona. Estaba con Pablo Neruda (el famoso poeta que había
regresado a España después de la Guerra Civil) y su esposa Matilde.
Estaban comiendo cuando Neruda notó a una mujer, sentada muy cerca de ellos, mirándolos
continuamente. Era Frau Frida. El narrador la invito y le presentó a su amigo. A medida que
Neruda escuchaba a la mujer, y entendía sobre lo que esta hacia y a lo que se dedicaba, el hallaba
esto algo inconcebible. Para ese momento Frida vivía en Portugal y había vendido el lugar en
Austria donde había vivido.

Finalmente luego del encuentro, Neruda y el narrador se despidieron de la mujer y se fueron. Esa
noche; luego de irse a dormir No habían pasado ni 10 minutos cuando Neruda despertó exaltado
de sus sueños y exclamó que vio a Frida, la mujer que sueña, en su sueño. Aseguraba que él
soñaba que ella estaba soñando con él. La esposa de Neruda se puso ansiosa y le pidió al narrador
que hablara con esta mujer Frida.

Más tarde el narrador conversaba con la mujer y ella le comenta : «Soñé que él (Neruda), estaba
soñando conmigo». Ella dijo había tomado una siesta y había soñado con Neruda. El narrador se
sorprendió por su confesión y no podía creer cuando esta afirmo que en su sueño vio a Neruda
soñando con ella. Luego de una amena conversación se despidieron, y se fueron por caminos
separados; nunca se volvieron a ver hasta el fatídico día del accidente.

El anillo en el dedo de aquella mujer fallecida revivió al narrador todos los recuerdos de Frida.
Tenía que averiguar que había sido de ella, con el embajador portugués, ya que había sido la
última persona para la que había trabajado. Entonces, en un evento diplomático, lo conoció y
hablaron sobre ella. El embajador había sido encantado con los poderes y talentos de la mujer. El
narrador con mucha curiosidad le hizo una última pregunta al Embajador Portugués: «¿qué hizo
ella por ti?» La respuesta fue algo que había oído hace mucho tiempo: «Ella soñó».

Sólo vine a hablar por teléfono

Ambientada en los años donde España era guiada por el régimen franquista , María de la Luz
Cervantes, una mujer originaria de México se encuentra en España, específicamente conduciendo
desde Zaragoza hasta Barcelona , donde el auto de la mujer se descompone en medio de la nada,
en un desierto de Monenegros.

Cabe destacar que María de la Luz, estaba casada; la identidad de su esposo no es revelada como
tal, sino que se le conoce como “Saturno El Mago” (haciendo referencia que este trabajaba dando
funciones y shows como mago), además María era algo promiscua, el narrador hace referencia en
varias partes de la historia que la mujer tuvo varios amantes siéndole infiel a su marido.

Al momento en que su auto falla, y queda varado en ese tramo de carretera tan solitario, tras
varios intentos fallidos de pedirle ayuda a unos pocos carros que transitaban la carretera, María de
la Luz, consigue que se detenga un autobús, y ella se sube a este, lo que la mujer no supo es que
este autobús estaba en camino a un instituto mental.
Al montarse el conductor le advirtió que no iría muy lejos, a lo que ella afirmo que no importaba,
solo necesitaba conseguir un teléfono para hacer una llamada y advertir a su marido de que no
llegaría temprano a su encuentro. Ya dentro del autobús, María se da cuenta que habían varias
mujeres, y muchas de estas adormecidas, ella se sentó y continúo el viaje.

Al llegar al destino final del autobús, esta se despierta un poco desubicada entre tanto movimiento
y confusión, y antes de que ella se diera cuenta de lo que estaba sucediendo, fue admitida como
paciente del establecimiento psiquiátrico.

Por otro lado su esposo, hace referencia a su historia con María llena de problemas, y cree que su
desaparición se debe a que ella se ha escapado con otro hombre debido a sus antiguas
costumbres.

María cuando finalmente encuentra una oportunidad para llamarlo, él no la escucha, la insulta y le
cuelga. Esta se ve obligada a dormir con una de las guardias para que esta le transmitiera el
mensaje completo al esposo de María. Este decide viajar hasta el hospital psiquiátrico, el Director
del centro lo recibe en su oficina directamente, mostrándole un informe justificado de que el
estado mental de su mujer era bastante desequilibrado, el marido tomando muy en serio el
informe del médico deja a la mujer en el internada en el hospital, donde finalmente esta se
termina de volver loca y pierde sus cabales. El mago termina desapareciendo, olvidando a María,
se casa y regresa a su país natal.

Espantos de agosto

Una pareja latinoamericana y sus hijos visitan en vacaciones un castillo renacentista en la Toscana,
un pueblo muy pintoresco de Italia, este era propiedad del escritor venezolano Miguel Otero Silva,
y deciden pasar la noche en el castillo. Según la leyenda del pueblo, contaba que el constructor del
castillo, Ludovico, un noble renacentista y un gran admirador de las artes y ex residente del
castillo, apuñalo hasta la muerte a su novia en la cama de una de las habitaciones, y que después
de la medianoche, el fantasma de Ludovico supuestamente deambula por los pasillos tratando de
encontrar la paz por haber cometido ese horrible y sangriento crimen .

El esposo y la esposa se burlan de la idea de que el lugar estuviera embrujado, pero sus dos
pequeños hijos se entusiasman con la idea de toparse a algunos fantasmas auténticos. Cuando la
pareja de extranjeros visita el dormitorio donde Ludovico tenía fama de haber cometido su crimen
pasional, el marido queda impresionado por el aroma de las fresas frescas que parecen colgar en
el aire, haciendo que estos esposos queden menos escéptico a lo que se encontraban.

Después de un lujoso almuerzo y una inolvidable cena, los niños desean que pasen la noche en el
castillo. A pesar de sus temores, los padres duermen de maravilla. «Qué tontería seguir creyendo
en los fantasmas hoy en día «, concluye el padre al despertar. Pero luego se ve impresionado por
el aroma de las fresas frescas y se da cuenta de que no están en la habitación a la que se habían
ido a dormir la noche anterior, sino en la habitación de Ludovico, donde las sábanas aún están
bañadas con la sangre de la mujer asesinada.
Maria Dos Prazeres

A veces los clarividentes cometen muchos errores. María dos Prazeres, es la protagonista de esta
historia, que además lleva su nombre. María era una mulata brasilera, de sesenta y seis años que
se encontraba residiendo en Barcelona, España, la mujer era una prostituta, ya un poco mayor
que estaba planeando su muerte inminente, que se le reveló en un sueño que tuvo, esta muerte
seria antes de navidad.

En esta especie de visión de su muerte, tenía la edad de setenta y seis años, por lo que estaba lista
para planear todo su funeral con eficacia y tal como ella lo deseaba. Compró su parcela donde
quería ser enterrada en el cementerio de la colina, Montjuich.

Además adiestró de forma muy meticulosa a su perro Noi para que fuera al cementerio, llegar
hasta su tumba en la gran colina para que él pueda visitarla y llorar allí todos los domingos,
además arreglo todo para que una niña, que es su vecina lo cuide después de su muerte y con la
condición que lo suelte los domingos, sin ninguna preocupación.

También se asegura de que su lápida no tenga nombre, como lo elegían otros anarquistas en aquel
momento. Ademas mantuvo una relación de larga data con el Conde de Cardona, un hombre que
trabajó con el dictador Francisco Franco, pero la relación se terminó debido a que se había vuelto
ya muy aburrida y obsoleta.

Un día lluvioso en noviembre ella y Noi se van a casa, bajo un fuerte torrencial que no dejaba que
esta consiguiera algún transporte. Empapada trataba de calentarse con su fiel amigo Noi. Cuando
veía imposible regresar a su casa, un auto se detiene y se ofrece a llevarla a su casa, sin dudarlo
ella acepta. Al llegar el hombre misterioso, le pregunta si puedes subir a su departamento. Luego,
María, descubre que cometió un error al interpretar su visión, se da cuenta de que él no es la
Muerte en absoluto, sino solo otro cliente

Diecisiete ingleses envenenados

La inclinación de García Márquez por lo burlesco es muy indiscutible en el cuento de «Diecisiete


ingleses envenenados». Prudencia Linero, una señora ya bastante mayor, llega al puerto de
Nápoles en un barco lleno de argentinos nacidos en Italia que regresan a su tierra natal para hacer
una visita.

En su viaje emprendido a Roma para ver al Papa, y que este la confesara, la Sra. Prudencia Linero
se encuentra con un panorama espantoso al momento que llega a la patria italiana: un cadáver
galanamente vestido que se encontraba flotando boca arriba en el agua. Esta escena era vista de
una manera tan escalofriante e indiferente por uno de los oficiales del barco donde viajaba
Prudencia Linero, lo que la indigno y espanto mucho más aún; fue directa a una capilla para rezar
por sus hijos y nietos.

La Sra. Prudencia, agotada del viaje, y bastante impactada con su primera impresión al llegar a
Italia, se dirige a un pequeño hotel, que encontró encantador, hasta que el ascensor se detiene en
un piso donde diecisiete turistas ingleses están dormitando en sillones, «sentados en orden
simétrico, como si fueran un solo hombre repetido muchas veces en una sala de espejos”. La Sra.
Linero, ya un poco mortificada, solicita que la lleven a otro piso.

La Sra. Prudencia Linero, ya un poco mortificada, solicita que la lleven a otro piso. Más tarde la Sra.
Linero fue a cenar a un restaurante ubicado a pocas cuadras del hotel, donde conoció a un
sacerdote de Bolivia. La mujer le preguntó si el Papa recibía a los peregrinos, y el sacerdote le dijo
que si, recibiría a cualquiera el día martes, a menos que esté ocupado.

Pero también le dijo que no le confesaba a nadie. Lamentablemente la Sra. Prudencia Linero
regresa al hotel muy decepcionada, ya que solo había ido a Roma con el objetivo de que el Papa la
confesara. Eso fue lo segundo que no le gustó de Italia. Una de regreso, ve un alboroto afuera y
una gran cantidad de ambulancias frente al hotel. Finalmente, queda mortificada una vez más al
ver a los diecisiete ingleses, solo que esta vez están muertos, envenenados por la sopa de ostras
que se les había servido en la cena.

Tramontana

En «Tramontana», Gabriel García Márquez crea una sensación de desdicha amenazadora al


anunciar repetidamente la llegada de la tramontana, «un viento áspero y tenaz» que sopla en las
cercanías de Barcelona. Los personajes de la historia se delimitan por sus maneras hacia la
tramontana.

En este cuento, Gabriel García Márquez tiene un papel protagónico, este se dirige a un bar, donde
observa la escena de unos alborotadores, groseros y frígidos suecos ridiculizando el terror
generado por el viento a los lugareños, mientras que el joven caribeño que alguna vez se ganó la
vida cantando canciones de las Antillas en algún bar del momento está paralizado por el miedo
que le genera el viento tórrido, ya que habiendo sobrevivido a la tramontana una vez antes, el
joven estaba convencido de que jamás regresaría, ni volvería a correr con la misma suerte.

Como caribeño nato que había podido ver una gran cantidad de fuertes huracanes, conoce el
poder de estos y otras fuerzas más allá del control de los seres humanos, pero los suecos estaban
dispuestos a contrariarlo, llevándolo de regreso a Cadaqués, donde está la tormenta. Visto esto
Márquez se fue con su familia a Cadaqués, de vacaciones, porque a pesar de todo era un lugar
muy visitado por los turistas, aunque tenía un temor muy articular, por la escena que presenció de
aquel muchacho, allá e el bar.

Un vigilante les advirtió que la tramontana era un viento muy fuerte y que no era ara tomárselo a
la ligera. Cuando llegó la hora el hombre se sentó en su silla y miraba desde su ventana, pero el
narrador decidió ver de cerca el viento, este viento lo arrastro violentamente; el vigilante y
algunos locales los ayudaron. Al pasar la tormenta (muchos días después) , a Márquez le llamo la
atención que no había luz en el cuarto del vigilante que los ayudo y en vista de que no respondía,
empujó la puerta, para su horrible sorpresa. El hombre estaba colgado del cuello en la viga central.
El verano feliz de la Señora Forbes

En este cuento, dos niños oriundos de Colombia pasan un verano alegre en Sicilia, Italia, donde los
cuentos populares y las supersticiones de los locales encienden su imaginación y llenan sus
cabezas de travesuras. Sin embargo, Mientras sus padres están lejos su libertad llega a su fin
cuando una templada niñera alemana llamada Miss Forbes, obsesiva y militarista, llega para
supervisar sus actividades, trata a los niños terriblemente, haciéndolos quedarse encerrados en la
casa y comer las comidas más repugnantes, mientras que ella es libre de deambular cuando le
plazca y disfrutar de deliciosas comidas.

Los chicos, cansados y llenos de odio envenenan su vino en un intento de matarla. Después de
creer que está muerta, se van a jugar. Cuando regresan, encuentran su casa rodeada de policías e
investigadores porque el cuerpo de la señorita Forbes fue encontrado muerto, no por veneno, sino
por múltiples puñaladas en su cuerpo.

La luz es como el agua

En «La luz es como el agua», dos niños, Joel y Toto, colombianos que viven en Madrid (que cabe
destacar que en Madrid no hay oportunidad de realizar actividades náuticas) piden de regalo a sus
padres como recompensa de ser excelentes estudiantes, un bote con sus remos para que puedan
remar como lo hacían en Cartagena, su tierra natal.

Como en Madrid no había lugares para estas actividades acuáticas en los alrededores, los padres al
principio se resisten, pero al final, compran un bote. Cada miércoles que los padres salían, los
pequeños hermanos aprovechaban de jugar con su bote navegando en la luz, se había convertido
esto en una tradición.

Más adelante los niños les insistieron a sus padres que querían de obsequio un equipo de buceo.
Como estos obtenían buenas notas, los pared accedieron; y repetidamente cada miércoles por las
noches, los hermanos Toto y Joel llenaban su casa de luz, ya que esta era como el agua.
Finalmente organizaron una fiesta con todos sus amigos para que estos pudieran experimentar,
nadar en la luz, donde todos finalmente mueren ahogados.

El rastro de tu sangre en la nieve

Billy Sánchez el hijo consentido de un empresario adinerado colombiano y Nena Daconte, hija de
una familia colombiana muy adineradas, viajan a Europa para celebrar su luna de miel. Aunque
solo tienen 3 días de casados, Nena ya tiene dos meses de embarazo. Después de pincharse de
una forma inexplicable con la espina de una rosa en su dedo anular, un corte casi imperceptible
comienza a sangrar excesivamente. Cuando se provoca la herida primeramente, Billy está un poco
absorto para prestarle mucha atención a su esposa, pero finalmente se da cuenta de que algo no
está bien y las cosas se están complicando. Nena ingresa en la unidad de cuidados intensivos de un
hospital de París.

Las visitas solo se permiten un día a la semana, por lo que Billy debe esperar seis días antes de
poder ver a su esposa nuevamente. Pasa la mayor parte del tiempo solo en un hotel cercano. Billy
intenta visitar a Nena, pero un guardia de seguridad lo expulsa del hospital. El intento de Billy de
obtener la ayuda de la embajada extranjera es igualmente inútil. Cuando finalmente llegan las
horas de visita del martes, Billy no puede localizar a su esposa. Él busca al médico que primero
evaluó a Nena.

El médico lamenta y le informa que Nena murió desangrada sesenta horas después del ingreso al
hospital. Nadie pudo encontrar a Billy para informarle de la situación, por lo que los padres de
Nena ya organizaron el funeral y transportaron el cuerpo a su casa para que sea enterrado. Billy
sale del hospital con pensamientos de violencia y venganza por su calamidad.

Billy se sentía tan engañado y perdido que Cuando su esposa fallece, él está deambulando por
París irreflexivo mientras los médicos, autoridades y familiares intentaban localizarlo de alguna
manera.

La indagación de Billy es un paso hacia la madurez. Pero Billy es más que un chico; él es un
prototipo del hijo de latinos adinerados y de clase alta, consentido y mimado. Billy se perdió el
insuperable suceso más revelador de su vida porque estaba «perdido», así como la clase que
representa están obviando los cambios en la humanidad porque están fuera de relacionarse con la
gente común y con aquellas cosas que verdaderamente interesan.

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