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Universidad Guatemala

Facultad de Licenciatura en Criminología y Política Criminal


Sede Guastatoya
Mariano Gálvez de Curso: Sociología Aplicada
Msc. Eddy Amílcar Morales Mazariegos

ANÁLISIS SOCIOLÓGICO DE
LA ACTUALIDAD

Carla Estefany González Rodríguez Carnet: 2354-22-10206


Carlos Eduardo Cruz Aguilar Carnet: 2354-22-19964
Darolyn Tanahiry Estrada Mejía Carnet: 2354-22-7145
Carmen Beatriz Flores González   Carnet: 2354-22-17669
Daniela Yasmin Orellana Vásquez Carnet: 2354-22-4604
Delmy Alexandra Castro Castañeda Carnet: 2354-22-9096
14 de mayo de 2022
Análisis Sociológico de la Actualidad.
Introducción
Como todos sabemos, Guatemala vivió un conflicto armado interno que inició en 1960 y
finalizó formalmente con la firma de los Acuerdos de Paz de diciembre de 1996. A partir
de que iniciaron las negociaciones de paz, en 1987, con los acuerdos de Esquipulas, se
comenzaron a identificar temas de interés para el establecimiento de cada uno de los 12
acuerdos firmados entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca. El primer acuerdo se firmó en julio de 1991 en Querétaro, estableciendo el
marco de las negociaciones.
Un elemento para destacar es que el segundo acuerdo, es decir el primer acuerdo
sustantivo, se firmó en marzo de 1994 y fue sobre derechos humanos, lo que denota que
se identificó que uno de los problemas más serios eran las graves violaciones a derechos
humanos que las personas habían sufrido durante esos años.
Los Acuerdos de Paz establecieron una agenda para llevar a Guatemala hacia el camino de
la democracia, la construcción de una sociedad incluyente en donde se respeten los
derechos humanos, y donde pueda consolidarse una cultura de paz que permita que las
diferencias se resuelvan con el diálogo y la negociación, sin privilegiar las armas y los
mecanismos como la tortura, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales
contra la oposición política.
Como la vida de los países no está aislada de la comunidad internacional, debe recordarse
que, por esos años, también se fortaleció la confrontación este-oeste en el mundo (entre
las dos grandes potencias: Estados Unidos y la Unión Soviética), consolidada con el
discurso de Winston Churchill que señaló la “cortina de hierro” y acuñó la expresión de
Guerra Fría, que marcó al mundo entero.
Bajo ese mismo concepto, el período de la historia reciente termina alrededor del año
2000, cuando se identifica que no se cumplirán los acuerdos de paz de 1996. Lo más
complicado de esta situación es que la firma de la paz fue considerada la condición
imprescindible para la construcción de una sociedad democrática en el país.

EL PARTEAGUAS DE LA CONTRARREVOLUCIÓN DE 1954


La contrarrevolución fue posible por las alianzas de fuerzas políticas anticomunistas en
Guatemala con el poder económico de capital estadounidense y apoyados por la jerarquía
de la Iglesia Católica, El gobierno de Castillo Armas promovió una nueva Constitución
Política en 1956 que frenaba todos los avances sociales anteriores.
El acceso a la salud, se legislaron las condiciones laborales, con el Código de Trabajo; se
creó el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social; se aseguró la autonomía a la
Universidad de San Carlos de Guatemala; nacionalizó la empresa eléctrica.
Seguramente que una de las políticas más populares y rechazadas por el poder
económico, fue la Reforma Agraria, aprobada por el Decreto 900 del Gobierno, en 1952,
que entregó tierras a más de cien mil campesinos. La década revolucionaria 1944-1954.
Guatemala, Serviprensa; Velásquez Carrera, Eduardo Antonio. Compilador (1994). La
Revolución de Octubre. Diez años de lucha por la democracia en Guatemala. 1944-1954.
Guatemala, USAC-CEUR; Cardoza y Aragón, Luis (2004). La Revolución Guatemalteca.
Guatemala, Ediciones El Pensativo.
La CIA y el caso Árbenz. Guatemala, USAC-CEUR; Cullather, Nicholas (2009). CIA
Guatemala Operación PBSuccess. Guatemala, Tipografía Nacional; Schlesinger, Stephen
(1982) Fruta amarga. La CIA en Guatemala. Vela Castañeda, Manolo E. (2005). Guatemala,
1954: Las Ideas de la Contrarrevolución. En: Foro Internacional 179, XLV (1), 89-114; Jonas,
Susanne (1981). Guatemala: plan piloto para el continente.
El 15 de marzo de 1951, cuando Árbenz tomó posesión como presidente de Guatemala,
señaló el rumbo de su política: Nuestro gobierno se propone iniciar el camino del
desarrollo económico de Guatemala, tendiendo hacia los tres objetivos fundamentales:
convertir a nuestro país de una nación dependiente y de economía semicolonial en un país
económicamente independiente.
Los dos gobiernos de la revolución contaron con apoyo de los sindicatos obreros urbanos
y rurales, unificados en la Confederación General de Trabajadores de Guatemala (parte de
la Federación Sindical Mundial y de la Confederación de Trabajadores de América Latina).
El señalamiento de que Árbenz tenía un vínculo con la Unión Soviética y que era
comunista. Luego, la CIA articuló la operación PBSuccess, que sería el laboratorio para las
siguientes invasiones estadounidenses en el continente.
Algunas gestas de protesta que ilustran lo sucedido en esos años, son las Jornadas de
Marzo y abril de 1962, contra la corrupción del gobierno de Ydígoras Fuentes; las Jornadas
de Agosto de 1977, por el aparecimiento con vida de dos estudiantes y en rechazo a la
represión gubernamental de Kjell Laugerud.
El enfrentamiento armado en Guatemala constituyó un fenómeno cuya explicación es
multicausal, porque no es posible identificar una sola causa que explique por sí sola el
desencadenamiento y persistencia del mismo en el tiempo.

El movimiento guerrillero
Comisión para el Esclarecimiento Histórico (1999). Guatemala Memoria del Silencio.
La historia contemporánea de Guatemala inicia con el golpe de estado contra Jacobo
Árbenz Guzmán en 1954. El General Miguel Ydígoras Fuentes fue depuesto por golpe de
estado del coronel Enrique Peralta Azurdia, en marzo de 1963; el General Lucas García fue
depuesto por golpe militar del general Efraín Ríos Montt, en marzo de 1982; el general
Ríos Montt fue depuesto por el General Oscar Humberto Mejía Víctores, en agosto de
1983; el presidente Jorge Serrano Elías dio un autogolpe en mayo de 1993. Hubo intentos
de golpe contra el presidente Vinicio Cerezo en 1987 y 1988, el primer presidente civil
electo con la nueva Constitución Política de la República.
con el apoyo del gobierno de Estados Unidos. Junto a la represión estatal, se facilitó la
formación de grupos de choque anticomunistas, originados en el Movimiento de
Liberación Nacional, que luego dieron lugar a estructuras mejor organizadas, conocidas
como Escuadrones de la Muerte, amparados en la oscuridad del anonimato y el respaldo
del sistema y dedicados a exterminar a la oposición política y a la ciudadanía organizada
(en sindicatos, asociaciones gremiales, federaciones campesinas, etc.), usando la tortura,
las ejecuciones e inaugurando el fenómeno de la desaparición forzada.
La Asociación de Estudiantes Universitarios, la Federación Autónoma Sindical de
Guatemala y otras, como el Comité por el regreso de los exiliados. Asimismo, el comunista
Partido Guatemalteco del Trabajo se reorganiza en la clandestinidad, al quedar
expresamente prohibido en la Constitución.
Pronto se conocieron los actos corruptos del presidente Miguel Ydígoras Fuentes, quien
había asumido el gobierno en 1958.
El movimiento armado insurgente en Guatemala inició el 13 de noviembre de 1960,
encabezado por un grupo de oficiales jóvenes que se alzaron para derrocar a Ydígoras, en
protesta por la corrupción del Gobierno y la fuerte injerencia estadounidense para el uso
del suelo patrio con la finalidad de entrenar mercenarios que invadieran países hermanos.
Entre marzo y abril de 1962 se produjo una serie de protestas estudiantiles que fueron
sumando participación de otros sectores organizados, provocando una huelga general,
sabotajes y otras acciones de hecho, generando una verdadera crisis política para el
gobierno de Ydígoras. En diciembre de 1962 se conformaron otros grupos guerrilleros
junto al MR-13, las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) y el Movimiento 12 de abril, sobre
todo integrado por liderazgos estudiantiles y populares que fueron reprimidos en las
gestas de marzo y abril. Turcios Lima organizó un destacamento conocido como Frente
Guerrillero Edgar Ibrra (FGEI) Cabe recordar que el Partido Guatemalteco del Trabajo
(PGT) continuaba existiendo en la clandestinidad
En 1966 las FAR apoyaron la candidatura presidencial de Julio César Méndez Montenegro,
quien asumió el 1 de julio de ese año, considerando que por ser civil podría mejorar las
condiciones de vida del país. Sin embargo, al asumir la presidencia, Méndez Montenegro
llevaba una serie de acuerdos con los militares para permitirle gobernar y facilitó la
ofensiva contrarrevolucionaria. Es en este momento cuando los grupos armados
clandestinos anticomunistas se “formalizan” en escuadrones de la muerte, como la Mano
Blanca, la Nueva Organización Anticomunista (NOA) y otros, dando fuertes golpes al
movimiento guerrillero. Además de atacar al movimiento guerrillero, destruyeron al
movimiento popular.

LAS GRAVES VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS: MEMORIA Y


JUSTICIA TRANSICIONAL
El 25 de febrero de 1999 presentó su informe llamado “Guatemala Memoria del Silencio”
en el que da cuenta de los casos que registró durante los más de 2 años de
funcionamiento en todo el país. El estudio diferenció las violaciones a derechos humanos
cometidas por agentes del Estado, de los hechos de violencia cometidos por integrantes
de las fuerzas insurgentes. Detalla los crímenes de lesa humanidad, de conformidad con lo
establecido por el derecho internacional de los derechos humanos, así como el genocidio.
A partir de proyecciones estadísticas y por datos de otros estudios realizados en
Guatemala, concluye que, en los 36 años de la guerra civil, más de 200,000 personas
perdieron la vida, hubo alrededor de 45,000 personas desaparecidas, de las cuales, al
menos 5,000, eran niños y niñas. Estimó que el 83 % de las víctimas eran de origen maya y
el 17 % eran ladinos o extranjeros; un 93 % de los crímenes fue cometido por las fuerzas
armadas y otras fuerzas del Estado. Concluyó que “la estructura y la naturaleza de las
relaciones económicas, culturales y sociales en Guatemala han sido profundamente
excluyentes, antagónicas y conflictivas, reflejo de su historia colonial”, lo que se combina
con “un Estado autoritario y excluyente de las mayorías, racista en sus preceptos y en su
práctica, que sirvió para proteger los intereses de los restringidos sectores privilegiados”,
convirtiéndose en salvaguarda de la estructura económica y política dominante.
110. Luego de realizar un examen de cuatro regiones geográficas seleccionadas, (Maya-
Q’anjob’al y Maya-Chuj, en Barillas, Nentón y San Mateo Ixtatán del Norte de
Huehuetenango; Maya-Ixil, en Nebaj, Cotzal y Chajul, Quiché; Maya-K’iche’ en Joyabaj,
Zacualpa y Chiché, Quiché; y Maya-Achi en Rabinal, Baja Verapaz) la CEH puede confirmar
que entre los años 1981 y 1983 el Ejército identificó a grupos del pueblo maya como el
enemigo interno, porque consideraba que constituían o podían constituir la base de apoyo
de la guerrilla, en cuanto sustento material, cantera de reclutamiento y lugar para
esconder sus filas. De este modo, el Ejército, inspirado en la Doctrina de Seguridad
Nacional, definió un concepto de enemigo interno que fue más allá de los combatientes,
militantes o simpatizantes de la guerrilla, incluyendo en dicho concepto a los civiles de
determinados grupos étnicos.

111. Considerando el conjunto de actos criminales y violaciones de los derechos humanos


correspondientes a las regiones y a las épocas señaladas, analizados al efecto de
determinar si constituían delito de genocidio, la CEH concluye que la reiteración de actos
destructivos dirigidos de forma sistemática contra grupos de la población maya, fondo del
enfrentamiento armado guatemalteco no puede reducirse a una lógica de dos actores
armados.”. (CEH, 1999: 26-27)

Atribuye a la guerrilla el 3 % de las violaciones registradas, lo que “agrega nueva evidencia


sobre la magnitud de la respuesta represiva del Estado”, pero “no atenúa la gravedad de
los atentados injustificables cometidos por la guerrilla contra los derechos humanos.”
(CEH, 1999: 52) La guerrilla, según se documentó, cometió ejecuciones arbitrarias,
especialmente en el marco “de acciones de propaganda armada”, principalmente contra
“miembros de las PAC, comisionados militares y otros elementos afines”, como “represalia
por su colaboración con el Ejército, fuera de todo combate regular”; “también fueron
víctimas de ejecuciones arbitrarias personas que integraban la denominada clase social
dominan, Asimismo, la CEH registró 32 masacres, es decir “muertes colectivas de
población en estado de indefensión”, “especialmente entre 1981 y 1982”,
documentándose que en ellas incluso habían “dado muerte a mujeres y niños”. (CEH,
1999: 53-54) Por otra parte, también se estudió el reclutamiento forzado que la guerrilla
hizo con personas civiles, incluyendo a niños. (CEH, 1999: 54)

Hay casos documentados de desaparición forzada de personas que fueron secuestradas


por la guerrilla y que jamás se volvió a saber de su paradero. La CEH señala que “la tortura
no constituyó una práctica generalizada por los grupos insurgentes”, pero sí recibió
algunos testimonios relacionados. Los secuestros fueron fundamentalmente para
“obtener un aporte económico a cambio de la libertad del secuestrado”. En algunos casos
la persona secuestrada fue ejecutada, como sucedió con un embajador. (CEH, 1999: 54)

La CEH concluyó que también hubo acciones de personas particulares que cometieron
algún hecho de violencia “en defensa de intereses propios,

La organización social
Uno de los fenómenos sociales importante de analizar es cómo se fue rearticulando la
organización social, pese a la represión. La CEH señala el desarrollo de la “defensa de los
derechos humanos” como eje “para afirmar nuevos principios de convivencia y contribuir
a la restauración del tejido social”, pero también otros grupos y sectores que se fueron
organizando hacia finales del período.
Resultados para la democracia
De lo referido anteriormente, puede identificarse los graves daños no solo a la población
guatemalteca, sino a la institucionalidad y la posibilidad de la construcción de la
democracia. La CEH también documentó y analizó el grave daño que esos años de
enfrentamiento provocaron en la justicia, así como al resto de la institucionalidad, al
privilegiar la violencia como forma de resolver las diferencias, y fomentar la intolerancia
contra la oposición política, negando cualquier posibilidad de diálogo y participación
ciudadana.
Asimismo, reconoce que se dio un grave debilitamiento y ruptura del tejido social, como
consecuencia de la militarización y del desplazamiento forzado.
La CEH llama a “hacer realidad los Acuerdos de Paz y llegar a una verdadera reconciliación
nacional”, profundizando “el proceso de desmilitarización del Estado y de la sociedad,
fortalecer el sistema de administración de justicia, abrir mayores espacios de participación
efectiva y asegurar la reparación a las víctimas de las violaciones a los derechos humanos.”
Esto, lamentablemente, no se realizó, pues la ley para convertir los Acuerdos de Paz en
acuerdos de Estado se emitió hasta 9 años después que se hubiera firmado la paz, y no se
ha garantizado su cumplimiento. Un indicador de la falta de compromiso del Estado con el
cumplimiento de los Acuerdos de Paz, lo constituye el hecho de que, el día que la CEH
entregó su informe, el presidente de la República, Álvaro Arzú, no subió a recibirlo de
manos del comisionado de Naciones Unidas, sino envió a la entonces Secretaría de la Paz.
En 1999, se intentó hacer cumplir el acuerdo de la reforma constitucional, con un proceso
de discusión entre el Congreso de la República y diversas instancias sociales, llegándose a
consensuar 50 reformas, que eran mucho más de lo que planteaba el Acuerdo de Paz.
Probablemente por incluir temáticas que no estaban planteadas originalmente, por no
haberse hecho una campaña amplia de difusión de cuáles eran las reformas propuestas y
qué significaban para la población, y porque se realizó una campaña en contra de dichas
reformas, bajo el avieso argumento de que daría mucho poder a los indígenas y que iban a
dividir el país, la consulta popular del 16 de mayo rechazó las reformas. Cabe mencionar
que participó únicamente un 18.55 % del padrón electoral.

Las nuevas movilizaciones: contra la corrupción y la impunidad, por la


transparencia
El Informe Nacional de Desarrollo Humano (INDH) elaborado por el Fondo de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), fue dedicado en 2015-2016 a la temática de las luchas
sociales en el país. La concepción de desarrollo humano no está relacionada solo al
bienestar material, sino a la “potenciación del ser humano”, al considerar a las personas
como “agentes de la transformación”, que se traduce en “acciones colectivas”. Por tanto,
en esa línea, considera que “democratizar es buscar la sociedad justa”, porque “la
democracia es mucho más que un sistema de representación es la distribución justa del
poder y el respeto a la diferencia.”
De esa cuenta, plantea que muchas poblaciones han “reaccionado... demandando
atención a sus reclamos de formas diversas” (PNUD, 2016: x), lo que se aúna a que la
llamada conflictividad se relaciona con las violaciones a derechos humanos, “la privación
que sufren muchas poblaciones por falta de servicios públicos esenciales y el patente fallo
de las instituciones de un Estado debilitado por la ruta des democratizadora.” El informe
se enfoca en los altos niveles de desigualdad que se viven, en la falta de políticas que
buscan equidad (trato preferencial para personas en condiciones de vulnerabilidad, en
camino hacia la igualdad) y que lo que se conoce como “conflictividad social” se trata
realmente de luchas por el bienestar de la población, frente a la violación o
incumplimiento de los derechos humanos por parte del Estado. Uno de los puntos que
aborda el informe, se refiere a la política fiscal guatemalteca que se ha quedado rezagada,
que no permite al Estado ser “garante de la estabilidad económica y social del país”, pues
no cumple con la función de redistribución de la riqueza para el bienestar social y la
prestación de servicios.
Asimismo, señala debilidad del Estado para intervenir en los conflictos sociales, porque
tampoco es capaz de garantizar el ejercicio de los derechos humanos. También plantea
que el Estado podría ser fuerte “solo si es honrado y transparente”, debe tener capacidad
de recaudación de impuestos, pero su legitimidad se debilita si no “emplea sus recursos
de una manera auditada y clara”

LAS JORNADAS CIUDADANAS 2015


Después de muchos años en que no se veía ese nivel de movilización de personas, las
protestas iniciaron en la ciudad capital y se fueron yendo hacia las plazas centrales de
municipios y departamentos en todo el país, fundamentalmente en una demanda para
acabar con la corrupción y la impunidad con la que se conducían altos funcionarios del
gobierno de turno. Las pruebas presentadas por la CICIG incluían escuchas telefónicas que
ponían en evidencia la participación incluso del binomio presidencia., lo que se
demostraba con el enriquecimiento acelerado de ambos, pero también se puso en
evidencia el apoyo que recibían de la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Supremo
Electoral y la Corte de Constitucionalidad, con la simpatía de las organizaciones
empresariales aglutinadas en el Comité coordinador de Asociaciones Comerciales,
Industriales, Agrícolas y Financieras (CACIF), a cuyos intereses continuaba sirviendo el
sistema.
Solís Miranda plantea que “no había un plan concreto, ni siquiera una propuesta
consensuada, pero se percibía una vulnerabilidad compartida” y que la corrupción fue un
“síntoma de un sistema de privilegios para unos y opresiones para otros”, que fue lo que
movió a “diversos sectores de la población que habían sido históricamente apáticos ante
la cosa política.
También es cierto que ese mismo año, las elecciones generales llevaron a la presidencia a
Jimmy Morales, quien se vendió como un outsider, como alguien que no había hecho
política y, por lo tanto, no pertenecía a ese grupo de gente corrupta lo que quedó muy
poco tiempo después totalmente descartado ya que, como dan cuenta las investigaciones
realizadas por la misma CICIG, la corrupción del gobierno de Morales abarcó hasta
negocios de su hermano y su hijo.

Conclusión
En este conflicto actúan las teorías de: la sociología del conflicto y la estructural. La
sociología del conflicto ya que el control social que ejercían los estados unidos sobre
Guatemala generó el conflicto en primer lugar y la estructural por cómo se dieron los
hechos después, por la contradicción de esa hegemonía.
Desde que se firmó la paz en 1996, se ha procurado hacer de Guatemala una sociedad
justa a través de la democracia, respetando los derechos humanos de cada individuo, del
cumplimiento de las normas de parte de los ciudadanos para evitar una anomia; dándose
así un control social formal de parte del gobierno, sin dar opresión y evitar la exclusión de
los ciudadanos. Y de parte tener una adaptación de parte de los guatemaltecos hacia las
normas evitando el conflicto de grupos sociales.
En la actualidad las nuevas movilizaciones van en contra de la corrupción y la impunidad
para la transparencia. Las leyes actúan como control social que regulan en Guatemala
para evitar la anomia y la desviación social en la sociedad como ocurrió en 1954.

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