Está en la página 1de 4

CENTRO UNIVERSITARIO DE CHIMALTENANGO

Carrera: Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario


Curso: DERECHOS HUMANOS EN GUATEMALA
Docente: Lic. Mynor Leocadio Mutzutz Gómez
Cuarto Semestre Sección “C” - 2020

EL CONFLICTO ARMADO INTERNO EN GUATEMALA


Iniciemos diciendo que el conflicto armado interno fue una guerra civil entre el Ejército de Guatemala y el
Estado enfrentados contra organizaciones civiles de distintos estratos sociales –entre ellos estudiantes
universitarios y de institutos públicos, sindicatos, población indígena, campesinos, trabajadores, entre otros
muchos-. Por puro formalismo se dice que fue un período de 36 años transcurridos entre 1960 y 1996.

Las causas de esta lucha son la cruda pobreza, la injusticia social, la carencia de educación y los sueños
frustrados de una generación que vivió ante la intromisión de Estados Unidos en la primavera democrática de
este país; aunque está claro que las causas no se limitaron a éstas. Internacionalmente podemos ubicar este
conflicto en la Guerra Fría, proceso en el cual se enfrenta EUA y la URSS dividiendo el mundo en dos bloques:
países capitalistas y países comunistas y/o socialistas.

El número de muertos ascendió la cifra de 200,000, innumerables poblaciones indígenas arrasadas, y otro tanto
de exiliados que huyeron de la represión del país. La violencia y crueldad sufrida por la población es
inimaginable. Si buscamos una causa inmediata, directa y cercana de la violencia que hoy vivimos los
guatemaltecos, allí la encontramos.

Ahora bien: si lo pasado es pasado, ¿por qué debemos seguir hablando de esto? ¿En qué nos interesa? ¿En qué
nos ayuda? Ésta es la pregunta esencial.

La construcción del futuro es la realización diaria y cotidiana del hoy. El futuro del ayer es nuestro presente. Si
no nos gusta nuestro hoy, hagamos algo distinto hoy.
Considero que el conocimiento de nuestra realidad y pasado no debe detenerse jamás, aunque pasen siglos
debemos seguir hablándolo. El primer hecho lamentable es que NO todos conocemos nuestra historia, por la
tanto no demos por sentado que todos la conocemos. Hablar sobre el conflicto armado interno nos propicia una
ventana de discusión y diálogo sobre un hecho determinante para todos los guatemaltecos y guatemaltecas. Hoy
se nos permite hablar lo que hace décadas fue silenciado, lo que fue prohibido; hoy hablamos libremente lo que
a muchos les costó la vida.
Conozcamos, informémonos y hablémoslo sin cesar. Hablar sobre nuestro pasado fortalece la democracia y el
futuro del país.

Ahora bien, ¿Qué nos corresponde hacer con el conflicto armado interno como nueva
generación? Considero que las causas del enfrentamiento continúan vigentes hoy, no estamos lejos de esas
mismas condiciones, las vivimos cotidianamente.
Como jóvenes debemos hacer algo por cambiar estas condiciones en que nos heredan a Guatemala. No somos
culpables de lo que ocurrió, pero somos responsables de lo que ocurrirá. ¿Nos conocerán como aquellos que
iniciaron una transformación, o como indiferentes que no hicieron nada para heredar una mejor Guatemala?
Vivimos en una coyuntura particular. La necesidad de cambio es evidente en toda la población y sociedad.
Todos clamamos por un cambio, todos nos cansamos de vivir como hoy vivimos, todos esperamos que pase
algo.

Nuestra generación está envuelta en una pasividad, un letargo e indiferencia. Por lo tanto nuestra lucha
inmediata es que este ciclo sea roto y todos podamos ver nuestra realidad. Despertar las “ganas” de hacer algo y
cambiar lo que nos aqueja como pueblo. La responsabilidad es de cada uno de nosotros y nosotras.

Tal vez al conocer el conflicto armado interno y hablar al respecto nos despierte la conciencia y se generen las
“ganas” para hacer algo, algo que cambie nuestro entorno y nuestra realidad (por las vías pacíficas, nadie está
buscando otro enfrentamiento bélico).

La radiografía de Guatemala no es muy prometedora si como generación no tomamos el lugar que nos
corresponde y actuamos. Si algo nos enseñaron los mártires de nuestra historia es a no morir sin haber dado la
vida en la lucha de una mejor Guatemala, ¡ES HORA DE ACTUAR!
HABLEMOS DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO.
La construcción del enemigo interno fue una justificación para llevar a cabo las acciones represivas que se
desarrollaron después de la invasión liberacionista de 1954 en Guatemala. La idea de no tolerar ninguna
oposición llevó a construir un enemigo imaginario que terminó en la sospecha de todas las personas como
posibles amenazas o enemigos. De esta manera, para el Estado guatemalteco el enemigo fue toda la sociedad y
se persiguió no sólo a los que estaban involucrados en los hechos armados sino a todo tipo de opositores o
descontentos, incluso a aquellos que no favorecían las acciones armadas.

En esa manera de ver a la sociedad se cometieron muchas violaciones a los derechos humanos y se
exterminaron a muchos inocentes. El movimiento social fue el actor principal, ya que muchas organizaciones
sociales participaban en demandar mejores condiciones de vida, respeto de los derechos laborales, libertad de
acción y rechazo a la represión. Este fue un actor muy perseguido y diezmado a través de asesinatos y
desapariciones forzadas.

La participación política de la población indígena se manifestó en los muchos sectores indígenas que mantenían
una resistencia a las condiciones que se les había impuesto desde la Colonia y habían sido agudizadas en la
época liberal. Los indígenas resistían de muchas maneras, especialmente fortaleciendo demandas comunitarias y
planteando la necesidad de que respetaran sus derechos. Fueron las guerrillas las que asumieron la lucha armada
como principal vía para tomar el poder. Éstas se formaron de la convergencia de diversos sectores: militares,
políticos de izquierda, juventud rebelde y población indígena. Las guerrillas las formaban varias agrupaciones
con diferentes formas de organizarse y de pensar sobre cómo alcanzar el poder. Éstas planteaban una revolución
que cambiaría radicalmente la situación socioeconómica y política del país.

La represión desde el Estado fue la respuesta más generalizada de las fuerzas gubernamentales, las cuales
aplicaron todo tipo de acciones para callar a los opositores. Con la acción represiva se rompieron las bases
legales del “Estado de derecho” y las fuerzas gubernamentales actuaron siempre fuera de la ley, pues en
Guatemala no funcionó la persecución legal de los opositores. La represión se manifestó desde formas de
vigilancia a la población y control hasta políticas de exterminio de los opositores.

El Conflicto Armado Interno, fue una guerra que dejo huella sobre el país de Guatemala con una inmensidad de
muertos, dolor, miedo, angustias y pobreza.
La cual fue producida, por un grupo de militares se rebeló en contra del gobierno que encabezada por Ydígoras
Fuentes, Yon Sosa, Turcios Lima, Luis Trejo, Augusto Luarca y otros menos conocidos formaron la guerrilla.
La cual después de 35 años de guerra fue firmada la paz.
Y desde ese entonces Guatemala y su gente siguen recuperándose, prosperando y pidiéndole a Dios que no
vuelva a suceder y que la PAZ dure para siempre.

ORIGEN Y EVOLUCIÓN:
Comenzó como una muestra de suprema rebeldía entre militares, y se transformó en la principal razón del
subdesarrollo social y económico del país, en un conflicto casi étnico.
El descontento generado por un régimen desvinculado de las demandas de la mayoría, provoca un movimiento
nacionalista, avalado por diversos sectores de la población. La gota que colmara el vaso es el apoyo total del
presidente Ydígoras Fuentes a las fuerzas mercenarias anticastristas quienes, con el aval de los estados Unidos
de Norteamérica y de dirección de la CIA se entrenan en Retalhuleu.
La sublevación no fue el inicio de un combate insurgente formal. Por el contrario, busco infructuosamente
propiciar un golpe de estado con apoyo popular a similitud de lo ocurrido el 20 de octubre.

El escritor e investigador Regis Debray, unos de los cronistas de ese momento señala que los jóvenes rebeldes
eran de los MAS DESCOLLANTES ALUMNOS DE LAS ESCUELAS DE LA SELVA DEL EJERCITO DE
LOS EE.UU. Alejandro de León figura carismática para quienes lo recuerdan, Caudillo Nato de los cadetes de
la Escuela Politécnica dirigieron el movimiento. Los apoyaban los tenientes Marco Antonio Yon Sosa y Luis
Trejo Esquivel y el subteniente Luis Augusto Turcios Lima. El movimiento, integrado por más de 100 oficiales
y aproximadamente 3 mil hombres. Tenía una sola coincidencia de criterio: participar en la intentona. Se acordó
un alzamiento simultáneo en varias bases militares.
El movimiento fue traicionado y a las pocas horas de haberse gestado las acciones militares, los dirigentes se
encontraron solos con un número reducido de seguidores. La fuerza aérea no actuó de inmediato y la
circunstancia fue hábilmente aprovechada por Ydígoras quien acompañado del embajador estadounidense en
Guatemala, logró controlarlos.

Cuatro meses después, en 1,961 un segundo brote rebelde dirigido por los mismos ex oficiales con el nombre
MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO 13 DE NOVIEMBRE, (MR-13) se da a conocer en Izabal. A la espera
del momento para impulsar un nuevo intento de golpe, de común acuerdo con partidos políticos y grupos de
poder que les apoyan. Es durante este periodo cuando los rebeldes hacen un primer contacto con los
representantes del Partido Guatemalteco de los Trabajadores (PGT) y se les plantea la posibilidad de iniciar una
lucha armada revolucionaria. Al transcurrir las semanas y los meses aumenta el descontento contra el gobierno
de Ydígoras en la metrópoli capitalina.
Al convocar a elecciones para renovar la mitad del congreso en diciembre de 1,961 se evidencia un fraude a
favor de los candidatos oficiales. Pese a que el partido Revolucionario (PR) incita al pueblo a protestar a
impulsar acciones legales en contra de los resultados, “el llamado es ignorado”. A nivel político se intensifica
una campaña en contra del comunismo castrista con intención de crear un frente ideológico.

El caudillo de los oficiales rebeldes, el teniente Alejandro de León es asesinado por el jefe de la policía judicial,
Ranulfo González en pleno centro capitalino. La muerte del carismático líder es vengada por Yon Sosa, Turcios
y Trejos en un atentado cometido el 24 de enero.
Los rebeldes del MR-13 pagan un precio alto por su venganza. Algunos sectores poderosos que hasta ese
momento le proporcionaban refugio y fondos suspenden el apoyo. Sus dirigentes padecen mayor persecución.
Los miembros del MR-13 se movilizan a Izabal donde destruyen las instalaciones de la United Fruit y toman
dos descatamentos militares, (Anota Debray). Su objetivo era apoderarse de la base militar de Zacapa. Los
rebeldes encuentran dificultades porque el gobierno decreta estado de sitio y sus integrantes empiezan a
abandonar la bandera enarbolada el 13 de noviembre.

Otro intento dirigido por el coronel Carlos Paz Tejada, se ubica en Concuá Baja Verapaz, con el apoyo del PGT.
Surge un cuarto grupo dirigido por un hermano de Yon Sosa apoyado por exiliados guatemaltecos en México.
Ambos grupos son derrotados a principios de 1962.
A raíz del fallido esfuerzo de Concuá y del estancamiento del MR-13, casi 100 oficiales rebeldes huyen hacia el
Salvador ahí son recibidos por la junta revolucionaria de tendencia izquierdista cuyos integrantes patrocinan el
vínculo con Cuba. Algunos viajan a la Habana y reciben entrenamiento político-militar para iniciar un
levantamiento.
Regis Debray registra la estancia de un grupo del MR-13 en Cuba en septiembre de 1,962 y dos entrevistas que
los guatemaltecos consideran memorables, la primera con el expresidente Jacobo Arbenz y la segunda con el
Che Guevara.

Al regresar a Guatemala 3 meses después ya no eran golpistas sino revolucionarios; ya no pensaban en


pronunciamientos sino en guerra de guerrillas.
Se auspicia al MR-13 dirigido por el teniente Yon Sosa y las Fuerzas Armadas Rebeldes, (FAR) comandadas
por el subteniente Luis Turcios Lima. Ambos son integrados por jóvenes universitarios con entrenamiento en la
isla.
Los primeros encuentros entre insurgentes y ejército no llegaron a ser combates. Los vínculos que unían a los
rebeldes con los oficiales prevalecieron sobre la recién adquirida condición de prófugos del sistema.
A raíz de la emboscada de Sunzapote en Zacapa ocurrida el 17 de mayo de 1,966 donde fallece el capitán José
Dolores Amezquita y diecisiete soldados, la posición oficial cambia drásticamente.
A nivel internacional circulan fotografías del hecho. Se divulga la imagen de un guerrillero quien, con su bota
sobre el cadáver del capitán Amezquita blande su arma en señal de victoria. Eso decide todo.
El ejército se despliega para diseñar una estrategia de combate. La insurgencia lo interpreta prematuramente
como una victoria. Un cálculo que resultaría fatal.

En marzo de 1,966 más se veinte dirigentes del PGT y MR-13 son capturados, torturados y desaparecidos en
una emboscada donde Turcios se salva milagrosamente. Dos meses después, la guerrilla inicia la práctica del
secuestro político a cambio de la liberación de más de treinta insurgentes.
El 11 de enero de 1,968 Rogelia Cruz quien fuera miss Guatemala, estudiante y militante de las FAR, apareció
asesinada, violada y torturada; y en represalia, el guerrillero Leonardo Castillo Johnson (su pareja) atenta en
contra de dos asesores militares de EE UU, Munro y Weber y el finquero Alfonso Alejos.

SE INICIA LA LUCHA IDEOLÓGICA:


Al finalizar los años sesenta, la insurgencia redefine su actuación uniendo la experiencia de los primeros años
de lucha, su situación militar en los frentes urbano y rural, y nuevos conceptos de organización basados en los
métodos utilizados por los guerrilleros en Vietnam.
El embajador de Alemania, el conde Karl Von Spretti, es ejecutado por las FAR en abril de 1,970 cuando el
gobierno de Julio Cesar Méndez Montenegro se niega a canjearlo por varios guerrilleros detenidos.
El investigador Gabriel Aguilera, habla de otra ola de terror. La estrategia contrainsurgente de marca en dos
campos: la oficial, en los combates y la extraoficial, denominada GUERRA SUCIA, que implica el uso de
grupos paramilitares maximizando el recurso del gobierno anterior para eliminar físicamente a los opositores
del régimen. Dentro de este ambiente el 5 de abril de 1,970 es cuando el gobierno de Arana Osorio se niega a
intercambiar al embajador de Alemania por varios guerrilleros, y le dan muerte.

Nace entonces la organización OJO POR OJO, uno de tantos grupos paramilitares el cual, como el EJERCITO
SECRETO ANTICOMUNISTA -ESA-, LA MANO BLANCA Y LA NUEVA ORGANIZACIÓN
ANTICOMUNISTA -NOA- fundados en la década anterior justifican sus existencias en la amenaza marxista -
leninista y operan descaradamente en Guatemala.
En febrero de 1,976 un terremoto destruye casi dos terceras partes del país y fallecen cuarenta mil personas. A
juicio de Sandoval Alarcón, el desastre natural “obstaculizó la lucha armada” aunque otros sostienen que sirvió
a los sectores de izquierda para enraizarse en la sociedad.

LOS PROTAGONISTAS DEL COMBATE:


EL PARTIDO GUATEMALTECO DEL TRABAJO -PGT-.
Fundado en septiembre de 1,949 y legalizado en 1,952 es la organización matriz y teórica del marxismo -
leninismo que agrupa a muchos insurgentes quienes posteriormente integran los grupos guerrilleros de los años
60 y 70. Igual ocurre con la Juventud Patriótica de Trabajo -JPT- que nace en 1,957. El PGT hace de la
Universidad de San Carlos, un centro de formación bajo el análisis marxista señala el Gral. Gramajo en su libro
“De la Guerra a la Guerra” para asegurarse elementos de apoyo al cambio revolucionario.

EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO 13 DE NOVIEMBRE -MR-13-.


Organización rebelde que toma su nombre del fracasado intento de golpe. Se integra en marzo de 1961 y lo
dirigen cuatro oficiales: Alejandro de León, Yon Sosa, Luis Turcios Lima y Luis Trejo Esquivel. Carece de un
planteamiento ideológico definido. Actúa en montañas del Merendón y del Mico, en Izabal.

LAS FUERZAS ARMADAS REBELDES -FAR-.


Nace en 1962. Pretende ser el brazo armado del PGT. Actúa inicialmente en la Sierra de las Minas. Su frente
“Edgar Ibarra” es fundado por Luis Turcios Lima, y el comandante Cesar Montes (Julio Cesar Macías).
Después de la muerte del primero, Montes segundo de a bordo dirige la organización hasta que renuncia en
1968, por desavenencias con Pablo Monsanto (Jorge Soto), el actual comandante de las FAR. Monsanto y el
comandante Tomas (Miguel Ángel Sandoval) sostenían una posición mas radical. Gaspar Ilom (Rodrigo
Asturias) abandona las FAR por la misma causa.

ORGANIZACIÓN DEL PUEBLO EN ARMAS -ORPA-.


Fundada por Gaspar Ilom en 1971 sale a luz pública después de ocho años de trabajo clandestino. A su lado
están Javier Tambriz y Luis Ixmatá entre otros. Des publicaciones son su referencia ideológica la primera
reivindica los derechos de los indígenas, y la segunda, justifica una revolución nacional. Sus combatientes
reciben el mejor entrenamiento y grandes cantidades de armamento. Dan importancia a la participación
indígena. Opera en San Marcos, Quetzaltenango y parte de la costa Sur.

EJERCITO GUERRILLERO DE LOS POBRES -EGP-


Los combatientes disidentes de las FAR entre ellos Rolando Morán ( Ricardo Ramírez ) Benedicto (Mario
Payeras ) Tomás ( Miguel Ángel Sandoval ) y Cesar Montes (Julio Cesar Marcías ) acuerdan formar la nueva
Organización Revolucionaria de Combate NORC, en 1972 ubicándose en la región del Ixcán en Quiche y la
Parte de Alta Verapaz. Posteriormente en Chimaltenango y parte de Santa Rosa cambian su nombre a
EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO, después de cuatro años de labor clandestina sale a luz como
EGP, ajusticiando a Luis Arenas un finquero a quien le llamaban “El Tigre de Ixcán”.

LA CONTRAINSURGENCIA:
En los inicios del conflicto armado fue decisivo de cada comandante militar afectado por el conflicto, impulsar
una estrategia contrainsurgente. Se carecía de estrategia nacional. Así lucho el coronel Carlos Arana Osorio jefe
del cuartel de Zacapa a finales de los sesenta.
Las patrullas de autodefensa civil surgen como una alternativa en noviembre de 1981 sugeridas por un oficial
asignado en Huehuetenango. El jefe de estado Mayor de la Defensa, Benedicto Lucas acepta la idea aunque
nunca llega a hacerla una realidad porque programa entregar armas a otros campesinos el 13 de marzo de 1982
el día del Golpe de Estado.

A raíz del golpe el ejército define una estrategia nacional contrainsurgente a mediano y largo plazo. La misma
coordinaba factores políticos, económicos y sociales como complemento a la militar. La oficina de asuntos
civiles de los ejércitos inicia una labor que fructifico en las coordinadoras interinstitucionales reactivando las
oficinas gubernamentales que hasta entonces, el conflicto había paralizado.
Los reportes de guerra nunca fueron elaborados por periodistas porque su acceso a territorio de combate era
prohibido, salvo en raras ocasiones excepciones. Los informes siempre se originaron de una de las dos partes.
Al involucrarse a la población civil en las patrullas, copiando el estilo insurgente, le restó apoyo a la guerrilla y
lo garantizó al ejército.
En conclusión podemos decir que el causante Principal del conflicto armado fue el apoyo a las fuerzas
mercenarias anticastristas de parte de Ydigoras y el descontento de parte de militares en busca de un golpe de
estado que resultó fatal para los guatemaltecos.

También podría gustarte