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Módulo V Marco Regulatorio

Tema: Remuneraciones
Caso Introductorio: LA PREOCUPACIÓN DE RAFAEL
Rafael Ferreira es uno de los mejores gerentes de la Compañía Mercurio de Combustibles,
de Brasil. Lleva 12 años de trabajar en la compañía, ha hecho una carrera exitosa y ahora
dirige el área del mercadeo industrial de la compañía. Es una enorme responsabilidad tener
que prestar atención a un grupo considerable de empresas clientes en un mercado tan
competitivo y dinámico. A Rafael le gusta su trabajo y se siente orgulloso de lo que hace.
Está bien engranado en la empresa y se relaciona bien con sus colegas. Piensa que tiene
mucho futuro por delante, pero, en su fuero interno, le asaltan algunas preocupaciones. El
avance hacia ese futuro camina muy lentamente. Tiene un buen puesto en la compañía y
gana un buen salario fijo, aun cuando no es formidable. Todo en la compañía es muy seguro
y estandarizado. La esposa de Rafael piensa que él merece mucho más de lo que la empresa
le ofrece. Ella no cesa de decirle al marido que la empresa está amarrada a normas y
regulaciones burocráticas y que jamás rompe las reglas del juego.

Rafael no es un jefe acomodaticio, por el contrario, es un joven con espíritu emprendedor


y que quiere crecer a toda costa. Pero la compañía no le ayuda, porque siempre le impone
una serie de trámites y un papeleo que lo enredan en su trabajo más que ayudarle. A Rafael
le gustaría tener más responsabilidad, más autoridad y correr más riesgos en su trabajo.
Conoce los objetivos que debe ayudar a alcanzar y colabora con todas sus fuerzas para
lograrlo. Sin embargo, tiene plena conciencia de que sus objetivos personales – como
afrontar riesgos y desafíos, tener más autoridad y responsabilidad, crecer personal y
profesionalmente – se frustran continuamente. A veces, tiene una clara sensación de que
está en la empresa equivocada.

Además, Rafael piensa que no está bien remunerado por su trabajo. Su salario no es justo
con lo que él aporta a la empresa. Piensa que hay un error, pero sabe exactamente cómo
ni dónde. Cuando observa los salarios en su derredor, Rafael no encuentra ninguna
distorsión o discrepancia. Sus colegas ganan exactamente lo mismo que él. Sus directores
ganan más y sus subordinados menos, todo en proporción. La lógica del sistema es
perfecta. Existe una fría proporcionalidad matemática en los salarios internos de la
empresa.
Los salarios de Mercurio están perfectamente equilibrados entre sí, con una definición
matemática. Rafael llegó a la conclusión de que no había manera de pedir un aumento
salarial a su director, sin que ello produjera un desequilibrio, rompiera la armonía o
provocara una desproporción en el sistema. ¿Qué debería hacer?

Además, Rafael comprobó que los salarios de Mercurio guardan equilibrio con los salarios
que pagan las empresas competidoras en el mercado. Piensa que, si renunciara en
Mercurio, es probable que encuentre los mismos problemas en otras empresas. Dejará las
cosas como están porque no vale la pena correr el riesgo. ¿Usted cómo ayudaría a Rafael?

Rafael llegó a la amarga conclusión de que en su empresa la remuneración no era


motivadora ni satisfactoria, sino tan sólo un factor higiénico. La mentalidad que predomina
en el nivel institucional no entiende estas cosas. De nada sirve una mayor dedicación,
porque el salario será exactamente igual al de los otros compañeros que no se dedican
mucho a su trabajo. Rafael piensa que la remuneración no se puede tratar de forma
matemática y cuantitativa. Esta debe motivar e incentivar a las personas para que deseen
hacer su mejor esfuerzo y alcancen metas y resultados que dependen directamente o
indirectamente de su desempeño. La remuneración debe ser flexible y variable para que
tenga valor como condición de la motivación.

Preguntas:
1. ¿Qué debería hacer?
2. ¿Usted cómo ayudaría a Rafael?
3. ¿Cuál es su opinión acerca de la conclusión de Rafael?

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