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María Moreno Pimentel

El taller literario de cuentos


En general, veo que la mayoría de las actividades propuestas son muy útiles porque, entre
todas, cubren los siguientes aspectos de la enseñanza:
-En primer lugar, avivan la imaginación en el alumnado, dándole la oportunidad de que
ellos mismos creen su propio cuento, facilitándoles la escritura del mismo mediante la
selección previa de pautas a modo de decálogo. En segundo lugar, hacen que los alumnos
den su opinión sobre un cuento una vez se haya leído y aportando sus razones, las cuales
se pueden poner en relación con las de otro alumno fomentando la interacción y, por tanto,
contribuyendo a alcanzar la competencia comunicativa. En tercer lugar, preparan a los
alumnos para comprender la estructura y características del texto que podemos denominar
“relato breve” o cuento (“Había una vez”), además de enseñar los tiempos verbales en
español que se usan en los cuentos, que normalmente son tiempos pasados en contraste a
veces con el presente de indicativo.
Concretamente, la actividad 6.3 me ha sorprendido gratamente, pues las palabras
utilizadas para completar los huecos de la actividad no han sido elegidas al azar, sino que
corresponden al campo semántico referido al escritor. Como puede verse, los huecos
tienen que ser completados con vocablos del tipo “cuento”, “palabra”, “escritorio”, etc.,
nociones léxicas utilizadas por los escritores cuando proceden a escribir.
Por otro lado, la actividad 6.4. es la que me ha parecido menos interesante, pues podría
potenciarse más. Simplemente se les pide a los alumnos que rellenen una ficha
bibliográfica sobre un cuento en concreto, pero también se les podría haber pedido otras
actividades, como extraer vocabulario de partes del cuerpo, al aparecer las palabras
“manos”, “rostros”, “pechos”.
En cuanto al nivel de las actividades, se puede decir que todos los tipos de actividades
utilizadas pueden emplearse para todos los niveles, pero el cuento utilizado, así como su
vocabulario, gramática u otros aspectos, debe adaptarse según el nivel. Por ejemplo, la
actividad 6.1 puede utilizarse para el nivel A1-A2 si las palabras que se van a usar para
completar los huecos son simples y, si son más complejas, pueden ser llevadas al aula
para niveles intermedios o avanzados. Las actividades 6.3, 6.4 y 6.6 planteadas aquí
corresponderían a niveles de B1-B2, pero si el docente elige un tipo de texto más sencillo
como el cuento de “Los 3 cerditos” para leer y/o completar con palabras simples puede
perfectamente usarse en niveles iniciales.

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