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¿Ya no más un BCR contractivo?

Se viene el inicio del fin del ciclo alcista de tasas La inflación, observada y esperada,
empezará una tendencia gradual a la baja. Esto hará que el BCR mantenga la tasa de
interés de referencia en 6.5% o haga una subida adicional de 25-50 puntos básicos este
año, para luego bajarla hacia 4% en el 2023.

Fuente: Semana Económica

El ciclo alcista del BCR ya estaría cerca a su fin. La tasa de interés de referencia se
mantendrá en 6.5% o aumentará entre 25 y 50 puntos básicos adicionales en lo que
queda del 2022, señalan especialistas. El inicio de una caída gradual de la inflación y sus
expectativas llevarán a que en el 2023 empiece una reducción de la tasa de referencia,
que
cerraría el próximo año entre 4% y 5.5%.

Inflación a la baja
Como adelantó esta revista, la inflación habría llegado a su punto máximo en julio.
En adelante, tanto este índice como las expectativas inflacionarias empezarán a bajar
de forma gradual. “En julio la inflación descendió ligeramente de 8.8% a 8.7%. Para
agosto esperamos que este descenso sea más visible y llegue a niveles más
cercanos al 8%. Agosto confirmaría el pico de la inflación”, dice Mario Guerrero, jefe de
estudios económicos de Scotiabank.

Las expectativas de inflación, en constante subida desde mediados del 2020, también
mostraron un descenso en julio. “La inflación que hemos visto en los últimos
meses ha sido por ajustes de precio, que vienen porque crees que tus insumos van a
seguir elevándose. Entonces, si las expectativas ceden, estás diciendo que la presión
de tus insumos está cayendo; por lo tanto, también piensas que la presión inflacionaria va
a ir cediendo”, explica Eduardo Jiménez, jefe del servicio de información de
Macroconsult.

La inflación cerraría este año en 6.5% - 7.5%; mientras que el otro año se acercaría más
al rango meta, a 3.5% o 4%. “Sería una caída muy gradual porque responde a una
base de comparación más alta y el traslado de la caída de los precios internacionales
a los nacionales va a tomar algún tiempo”, agrega Jiménez.

BCR en pausa
Ante este escenario, el BCR frenaría el ritmo de incrementos de la tasade interés de
referencia, que pasó de 0.25% en julio del 2021 a 6.5% en agosto del 2022. Tanto
Scotiabank y Macroconsult esperan que se mantenga el 6.5% actual. Por su lado,
Intéligo espera una subida adicional de entre 25 y 50 puntos básicos, mientras que
Credicorp
proyecta que la tasa alcance el 7%.

Uno de los factores que da un espacio adicional de subida sin una afectación al
crecimiento económico es el nivel de la tasa de referencia real, equivalente a la tasa de
referencia nominal menos las expectativas de inflación a 12 meses. Esta actualmente es
de 1.36%, cuando la tasa neutral del BCR es de 1.5%. “Eso implica que estamos
esperando que el BCR sea levemente contractivo. [...] Pero la puerta puede quedar
abierta considerando que seguimos viendo presiones inflacionarias. El retiro de AFP no
permite que la inflación pueda descender de manera un poco más acelerada”, afirma
Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital.

Por otro lado, una subida extra será necesaria para nivelar la tasa peruana con la
de otros países de la región como Chile, Colombia y Brasil. “Por un tema de
competitividad, a nivel de tasas puede ser necesario que la tasa suba un poco más”,
comenta Luis Falen, head de macroeconomía de Intéligo SAB.

De cara al 2023, el BCR iniciaría un descenso en la tasa a principios de año. “Inicialmente


habíamos pensado que un plazo prudente para que se mantenga la tasa y el BCR
evalúe todos los rezagos que normalmente tiene la política monetaria es de
alrededor de nueve meses, pero es probable que use un tiempo menor por la postura
algo más expansiva de gasto público que hemos visto del nuevo ministro de
Economía [Kurt Burneo]”, acota Guerrero. El consenso de mercado de FocusEconomics
estima una tasa de 5.5%; pero Macroconsult e Intéligo proyectan que podría
reducirse hasta 4.5% y 4%,
respectivamente.

¿Qué factores se mantienen relevantes?


El contexto geopolítico ligado al comportamiento del precio de los commodities, en
especial el petróleo y los granos como el maíz y el trigo, serán las principales variables
a monitorear, en línea con la inflación. “El impacto del conflicto geopolítico entre
Ucrania y Rusia fue muy fuerte y completamente imprevisto, afectando cadenas de
valor globales”, indica Velandia.

Por el lado local, la evolución de los precios de los productos agrícolas será el factor
más importante dado el retraso en la llegada de los fertilizantes, lo que afecta
sobre todo a los pequeños agricultores. “Creemos que podrían verse afectados cultivos
como arroz, hortalizas y tubérculos, que tienen impacto significativo en la canasta familiar
y que potencialmente podrían empezar a subir [sus precios] en los últimos meses
del año. Eso podría de alguna manera contrarrestar la corrección que estamos viendo
en el precio de los commodities”,
comenta Guerrero.

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