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FILOSOFÍA

Te explicamos qué es la filosofía, cómo se originó y quienes fueron los


primeros filósofos. Además, sus características, ramas de estudio y
más.

La
filosofía se ocupa de la relación entre el hombre y el conocimiento.

¿Qué es la filosofía?
La filosofía es una disciplina de carácter académico que trabaja
una serie de problemas teórico-prácticos a través del uso y la
invención de conceptos y otras herramientas interpretativas, críticas y
trascendentales.

Los problemas de los que se ocupa la filosofía giran en torno


al conocimiento, el ser, la existencia, el lenguaje, la moral, la vida,
el arte, la verdad, la razón, la existencia de Dios, la mente,
la política y la animalidad, entre otros. Cada uno de estos problemas
se trabaja desde una rama específica de la filosofía. Por
ejemplo: epistemología, gnoseología, metafísica, ética, ontología,
filosofía del lenguaje, política, estética, lógica, filosofía de la
mente, teología y filosofía de la animalidad.

Gracias a esta división metodológica, y por ser la filosofía una


problemática en sí misma, resulta difícil caracterizarla de una
manera determinante. Un filósofo define su práctica según a qué
corriente filosófica adscribe.
Sin embargo, y en su diversidad, la filosofía siempre encarna una
manera propia de problematizar las inquietudes existenciales
trabajadas, ya sea a través de la reflexión libre, una metodología
sistemática, el análisis conceptual, la especulación o incluso a través
del diálogo y la discusión como ejercicios filosóficos particulares.

Por su metodología propia y particular, la filosofía se distingue de


otras formas de conocimiento como el misticismo, la religión,
la ciencia y las matemáticas. Aun así, es considerada como la base
de todas las ciencias, ya que ha sido la raíz y el origen del
surgimiento de muchas otras disciplinas. De hecho, muchos filósofos
se han dedicado a más de una rama de la filosofía, o incluso a otras
disciplinas distintas a ellas.

Desde filósofos y científicos, como Aristóteles y Descartes, a


teólogos, como Agustín de Hipona, o políticos, como Massimo
Cacciari (exalcalde de Venecia), los filósofos han llevado sus
investigaciones y su conocimiento a distintas disciplinas
científicas y a la vida práctica, incluso expandiendo lo que la filosofía
es en sí misma.

Etimología del término «filosofía»


La palabra “filosofía” viene del griego philosophia (φιλοσοφία) y se
suele traducir como “amor a la sabiduría”. Este vocablo está
compuesto por dos partes: –phílos (φίλος), que significa “amigo” o
“amante”, y –sophía (σοφία), cuya acepción más común es
“sabiduría”.

La raíz de –phílos es el verbo phileîn (φιλεῖν), “amar”. Existen


numerosas discusiones sobre cómo debe entenderse este verbo en
conjunto con –sophía. Generalmente se lo traduce como amante o
amigo y, según cuál se elija, la forma en la que se entiende a la
filosofía.

Historia de la filosofía
La historia de la filosofía occidental se divide en los siguientes
períodos:

● Filosofía antigua. Del siglo VI a. C. al siglo V d. C., este período de la


filosofía se divide de la siguiente manera:
o Filosofía presocrática. La filosofía se inicia en el siglo VI a. C. Este es el
período previo a Sócrates. Sus representantes son Pitágoras, Heráclito,
Parménides, Tales de Mileto y Anaxímedes.

o Filosofía griega clásica. Es el período de los grandes pensadores


griegos. Sus representantes son Sócrates, Platón y Aristóteles.

o Filosofía helenística. Tiene lugar luego de la muerte de Aristóteles y en


medio de las guerras helenísticas, que marcaron la decadencia de la polis
griega. Sus representantes son Epicuro y Zenón de Citio.

o Filosofía de la antigüedad tardía. Es el último período de la Antigüedad,


en él encontramos a los epicúreos, estoicos, escépticos y neoplatónicos.
Sus representantes son Proclo y Plotino.

● Filosofía medieval. Tiene lugar desde la caída del Imperio romano hasta


el Renacimiento europeo, y se caracteriza por el marcado énfasis
religioso (cristiano, pero también judío e islámico) de sus doctrinas. Sus
representantes son Agustín de Hipona, Boecio, Anselmo de Canterbury y
Pedro Abelardo.

● Filosofía renacentista. Es el período de transición del mundo medieval a


la modernidad, y se dio entre los siglos XV y XVI. Sus representantes son
Erasmo de Rotterdam, Tomás de Moro, Michel de Montaigne y Francis
Bacon.

● Filosofía moderna. Se desarrolla durante los siglos XVII y XVIII, y sus


principales debates giraron en torno a la gnoseología. Sus representantes
son René Descartes, David Hume, John Locke, Baruch Spinoza y
Gottfried Leibnitz.

● Filosofía del siglo XIX. Este período puede considerarse parte de la


filosofía moderna. El pensador más destacado de la época fue Inmanuel
Kant, quien escribió la Crítica de la razón pura.

● Filosofía contemporánea. Es la vertiente más actual, iniciada en el siglo


XX. Sus representantes son Bertrand Russel, Karl Popper, Michel
Foucault, Jacques Derrida, Jean Baudrillard, Gilles Deleuze y Felix
Guattari, entre otros.

Ramas de la filosofía
La filosofía trabaja con distintos objetos de estudio, cada uno con una
o varias preguntas propias. Según la inquietud con la que se trabaje,
se considera que la filosofía se divide en distintas ramas. Estas son:
● Metafísica. Estudia la realidad, la existencia y el ser. Según a qué
tradición se adhiera, se habla de metafísica continental o analítica.

● Gnoseología. Estudia la manera en que constituimos conocimiento y


experiencia del mundo. De ella se desprende, por ejemplo, la
fenomenología.

● Lógica. Estudia los procedimientos racionales y los modos de la


demostración y la inferencia, es decir, los procesos de pensamiento
mediante los cuales pueden obtenerse conclusiones a partir de premisas.

● Ética. Estudia los problemas morales, la virtud, el deber, la felicidad y los


códigos de comportamiento humanos. Se divide en tres niveles:
metaética, ética normativa y ética aplicada.

● Estética. Estudia lo bello y el arte, intentando dar con su significado y sus


reglas de comportamiento.

● Filosofía política. Se dedica al estudio teórico de las relaciones humanas


en sociedad: el poder, las estructuras, las formas de gobierno, etc.

● Filosofía del lenguaje. Estudia al lenguaje como fenómeno: qué es, cuál
es su naturaleza y, si lo tiene, cuál es su significado.

● Antropología filosófica. Estudia el ser humano desde un punto de vista


filosófico. Aunque se la discute acusándola de estar formada en el
machismo, su principal pregunta es “¿qué es el hombre?”.

● Epistemología. Estudia qué es el conocimiento, su origen y la manera en


la que se lo obtiene.

● Filosofía de la mente. Estudia los parámetros y comportamientos


mentales de manera interdisciplinaria con algunas ciencias duras tales
como la mecánica o la física.

● Filosofía del derecho. Estudia las leyes y la justicia desde un punto de


vista filosófico, a menudo cruzando caminos con la filosofía política y la
ética.

● Filosofía de la animalidad. Es una rama reciente y joven, cuyo trabajo


está orientado a los estudios animales y a pensar formas no violentas de
convivir con la diversidad natural no humana.

Principales preguntas filosóficas


La filosofía aborda distintos problemas generales cuyo análisis
muchas veces depende del contexto histórico y geográfico. Hoy no
se hace filosofía de la misma manera en que se hacía hace
doscientos años, como tampoco entonces se hacía filosofía como
en el mundo medieval o en Grecia. Sin embargo, hay algunas
preguntas cuya respuesta aún no ha sido formulada
satisfactoriamente, y por eso trascienden la época en la que fueron
formuladas. Estas son algunas de ellas:

● La pregunta por el ser. Por qué hay algo y no más bien nada es una
pregunta tan antigua como la filosofía misma. Desde los inicios de la
filosofía, los filósofos se preguntaron por el origen y la razón de todo lo
que es. Entre las muchas incógnitas que la pregunta por el ser despierta,
está la polisemia de la palabra misma. Tal como dice Aristóteles en el
libro VI de Metafísica, “el ser se dice de muchas maneras”, y aunque
luego de esta declaración, pensadores como Heidegger hayan dicho que
el ser cayó en el olvido (al confundir al ser con el ente), la pregunta por el
ser siguió siendo debatida hasta hoy.

● La pregunta por la causalidad. La relación entre causa y efecto es


también la pregunta por el tiempo, por el origen del ser, por el fenómeno.
La causalidad sostiene que a todo acontecimiento X en el tiempo lo
precede un acontecimiento Y. Esto es lo que se conoce como “principio
de causalidad”: todo hecho es efecto de una causa. Quien inauguró el
estudio formal respecto a la causalidad fue Aristóteles con Segundos
analíticos, uno de sus tratados.

● La pregunta por la verdad. La pregunta por la verdad lleva consigo un


sinfín de preguntas e inquietudes. ¿Qué es la verdad? ¿Existe realmente
la verdad? ¿Podemos identificarla? ¿Bajo qué criterios? ¿Qué significa
que algo sea “verdadero”? ¿Decimos que algo es “verdadero” en el orden
del lenguaje o en el orden de los acontecimientos? ¿Puede un
acontecimiento no ser cierto? Todas estas preguntas son estudiadas y
discutidas hace muchísimo tiempo. Disciplinas como la lógica, la ética, la
metafísica, la filosofía de la lengua o la gnoseología estudian cada una de
las aristas de esta pregunta.

● La pregunta por el bien. Preguntar por el bien es una de las preguntas


filosóficas más importantes. Pensadores como Platón, Aristóteles, San
Agustín o Levinas se han preguntado una y otra vez qué significa hacer el
bien, cuál es su relación con el mal, qué es lo moral y lo inmoral, entre
otras cosas. La pregunta evolucionó de manera tal que pasó de ser una
inquietud por la perfección y la virtud a vincularse con la existencia de
Dios y, finalmente, con el comportamiento del ser humano en sociedad,
haya o no haya Dios por detrás.

● La pregunta por la belleza. Preguntar por lo bello es difícil y necesario.


Para Platón la belleza tenía que ver con el ámbito de las ideas y la
perfección. A medida que fue pasando el tiempo, se desplazó la pregunta
por lo bello al campo de las artes, principalmente gracias a los trabajos
del idealismo alemán y la Crítica del juicio de Immannuel Kant. La estética
es la disciplina que se encarga de estudiar qué es lo bello, cómo se lo
puede conocer y si, acaso, se lo puede crear.

● La pregunta por Dios. Preguntar por Dios es preguntar por la creación


del universo, preguntar por su existencia y su sentido. ¿Existe el mundo
desde siempre? ¿Cómo fue creado? ¿Hay una potencia absoluta por
fuera del mundo? ¿O esa potencia está con nosotros y habita el mundo?
Aristóteles llamaba a la idea de Dios como “primer motor”, porque era lo
que daba impulso a la existencia. Junto a la metafísica, la teología es la
disciplina que estudia qué es Dios y cuáles son sus posibles
características. Sin embargo, también otras ramas se dedican a trabajar
la idea de Dios. Ejemplo de esto es la ética, ya que es posible pensar la
idea de Dios como si fuera un ente regulativo, una forma de normativizar
el comportamiento social, una forma de darle un rumbo.

Existen otros problemas y preguntas filosóficas. El problema del mal,


el dualismo (la división mente-cuerpo), la muerte, el lenguaje o el
tiempo, son temas abordados por varias disciplinas filosóficas en
simultáneo, y muchas de las preguntas que cada problema acarrea
son tan antiguas como la filosofía misma.

Filósofos importantes
A lo largo de la historia muchas personas se dedicaron, de una
manera u otra, a la filosofía. Esta es una lista de aquellos cuyos
aportes tuvieron un impacto sustancial en esta disciplina.

● Tales de Mileto (624-548 a. C.). Filósofo presocrático, Tales es


considerado por muchos como el primer filósofo de Occidente. Sostuvo
que el origen de la existencia estaba en el agua.

● Heráclito de Efeso (540-480 a. C.). Natf de Éfeso, Heráclito, filósofo


presocrático, postuló la idea del devenir regido por el Logos, así como al
fuego como materia originaria.

● Pitágoras (569-475 a. C.). Filósofo y matemático, Pitágoras es


considerado el primer matemático puro de la historia. Fundó la escuela
pitagórica e influenció a Platón y Aristóteles.

● Parménides de Elea (siglo VI-V a. C.). Considerado por muchos como el


fundador de la metafísica occidental, se piensa que Parménides fue el
primero en abrir el camino a la pregunta sobre el ser.
● Sócrates (470-399 a. C.). Filósofo clásico griego, Sócrates es uno de los
filósofos más importantes de toda la historia. Fue maestro de Platón e
inauguró la dialéctica como método filosófico.

● Platón (427-347 a. C.). Discípulo de Sócrates, Platón cambió para


siempre la historia de la filosofía. Formuló la teoría de las ideas, la
alegoría de la caverna y muchos otros trabajos filosóficos que todavía hoy
se discuten.

● Aristóteles (384-322 a. C.). Filósofo, polímata y científico, Aristóteles se


formó en la Academia de Platón, junto a quien es considerado padre de la
filosofía occidental. Sus tratados filosóficos se siguen estudiando y
redescubriendo año tras año.

● Agustín de Hipona (354-430). Teólogo y filósofo cristiano, Agustín es


uno de los padres de la Iglesia. Es considerado el “doctor de la gracia” y
fue el máximo pensador del cristianismo en sus inicios.

● Tomás de Aquino (1224-1274). Principal representante de la escolástica,


Tomás de Aquino es referencia obligada de la teología sistemática, así
como el responsable de reintroducir a Aristóteles a Occidente.

● René Descartes (1596-1650). Filósofo, matemático y físico francés,


Descartes es famoso por haber dado con la duda hiperbólica como
método, así como por haber escrito Discurso del método y Meditaciones
metafísicas.

● John Locke (1632-1704). Locke es uno de los filósofos más importantes


del empirismo inglés, así como el padre del liberalismo clásico y uno de
los primeros empiristas influidos por Francis Bacon.

● Baruch Spinoza (1632-1677). Filósofo de origen neerlandés, Spinoza es


uno de los tres grandes racionalistas del siglo XVII, heredero crítico de las
ideas de René Descartes.

● Gottfried Leibniz (1646-1716). Teólogo, matemático, lógico y filósofo


alemán, a Gottfried Leibniz se le conoce como el “último genio universal”.
La idea de las mónadas metafísicas es suya, así como algunas
consideraciones del infinito.

● David Hume (1711-1776). Filósofo inglés, Hume es la máxima figura del


empirismo, escepticismo y naturalismo inglés. Discutió la idea del
innatismo, así como la causalidad y la idea del racionalismo como forma
de conocimiento.

● Immanuel Kant (1724-1804). Pensador alemán, Kant es conocido por


haber conciliado racionalismo y empirismo en sus tres grandes
críticas: Crítica de la razón pura, Crítica del juicio y Crítica de la razón
práctica.
● Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831). Padre del idealismo
alemán, Hegel es a veces llamado la “conciencia de la modernidad”.
Postuló, entre otras cosas, el idealismo absoluto y la dialéctica del amo y
el esclavo.

● Friedrich Nietzsche (1844-1900). Filólogo, músico, poeta y filósofo


alemán, Nietzsche cambió la forma de hacer filosofía de manera
definitiva. Probablemente uno de los filósofos más intempestuosos de la
historia, se encargó de derribar mitos y totalidades filosóficas arrastradas
por siglos.

● Gottob Frege (1848-1925). Padre de la filosofía analítica y la lógica


matemática, la obra de Frege se hizo conocida gracias al trabajo de
divulgación de Giuseppe Peano y Bertrand Russel.

● Edmund Husserl (1859-1938). Discípulo de Brentano y Carl Stumpf,


Husserl descubrió el camino a la fenomenología, una nueva forma de
pensar y conocer al fenómeno que cambió la forma de constituir
conocimiento.

● Martin Heidegger (1889-1976). Probablemente el pensador más


importante del siglo XX, Heidegger es un punto ineludible de la filosofía
contemporánea. Redescubrió la pregunta por el sentido del ser y acercó
la filosofía a su punto máximo.

● Ludwig Wittgenstein (1889-1951). Lingüista, lógico, matemático y


filósofo austriaco, Wittgenteins es conocido por sus dos obras principales:
el Tractatus logico-philosophicus y sus Investigaciones filosóficas.

● Jean-Paul Sartre (1905-1980). Conocido como el padre


del existencialismo, Sartre, ferviente lector de Heidegger, capitalizó el
pensamiento de una época y de toda una generación, e hizo de la
filosofía una nueva forma de vivir.

● Emmanuel Levinas (1906-1995). Filósofo y escritor lituano radicado en


Francia, Lévinas es conocido por su relectura de la obra de Heidegger y
por haber puesto la lupa filosófica en la figura de la alteridad.

● Gilles Deleuze (1925-1995). Uno de los más destacados filósofos


franceses del siglo XX, Deleuze combinó filosofía con
política, cine, pintura, literatura e historia.

● Jacques Derrida (1930-2004). Padre de la deconstrucción, Derrida es


probablemente uno de los filósofos más importantes y destacados del
siglo XX. Su obra continúa publicándose póstumamente, en especial los
cursos que dictó en el College de France.

● Michel Foucault (1926-1984). Filósofo, historiador, sociólogo y psicólogo


francés, Foucault fue un reconocido pensador francés que dedicó su vida
a la investigación y la enseñanza. Su trabajo es retomado en muchas
ciencias externas a la filosofía.

Mujeres en la filosofía
Como muchas otras disciplinas, la filosofía cuenta con una historia
narrada, principalmente, por varones. Las obras con las que
contamos son de filósofos y muy pocos nombres de filósofas son
conocidos.

Esto no significa, sin embargo, que las mujeres no hayan hecho


filosofía. Al contrario, son muchos los testimonios, a través de cartas
y comentarios escritos, de los trabajos filosóficos de distintas
mujeres que escribieron y pensaron a la par de los grandes filósofos
de Occidente.

Esta es una lista aproximada de algunos nombres importantes a tener


en cuenta:

● Hiparquia de Maronea

● Areta de Cirene

● Aspasia de Mileto

● Hipatia

● Mary Wollstonecraft

● Margaret Fuller

● Ayn Rand

● Susanne Langer

● Hannah Arendt

● Simone de Beauvoir

● María Zambrano

● Julia Kristeva

● Susan Haack

● Celia Amorós
Muchas otras filósofas, y algunos pensadores pertenecientes a
grupos cuya identidad se identifica como no-binaria, siguen
escribiendo y pensando al día de hoy. La filosofía no es exclusividad
del género masculino, sino que su historia ha sido contada
principalmente por varones.

¿Para qué sirve la filosofía hoy?


La pregunta por la utilidad de la filosofía es tan frecuente como la
dificultad para responderla. La mayoría de las personas imagina a
los filósofos según una idea romántica, preconcebida, donde
aparecen como extraños solitarios que viven aislados de la sociedad,
a menudo pasando horas en silencio y meditación.

Sin embargo, la filosofía es una ciencia formal tan estudiada y


aplicable como cualquier otra. Sirve para entender los fenómenos
de la vida social, política y económica de los pueblos. Allá donde la
ciencia muchas veces no puede dar una respuesta clara, la filosofía
emerge como un discurso que ayuda a hacer preguntas y pensar
posibles respuestas.

No es fácil decir por qué es útil la filosofía, como tampoco es fácil


decir para qué sirve el arte. Aun así, este nos sirve de ejemplo, ya
que comparte con la filosofía el hecho de ser no solo importante, sino
necesaria para la supervivencia y el desarrollo de la humanidad.
Después de todo, la manera en que nos pensamos es, muchas
veces, la manera en la que vivimos. ¿Qué disciplina más útil,
entonces, que aquella que, en el fondo, nos ayuda a entender cómo
vivir?

Ramas de la filosofía: cuáles son,


definición, características y objeto de
estudio de 10 disciplinas filosóficas
 
Como es por todos sabido, la filosofía nace en Grecia cuando en el siglo VI a.C. el hombre
se pone frente a los fenómenos naturales y trata de explicarse sus causas haciéndose
preguntas, rompiendo así con el mito del castigo de los dioses. Un siglo más tarde
aparece Sócrates y posteriormente Platón y Aristóteles, quienes siguieron haciéndose
preguntas y fueron los precursores de las ramas de la filosofía y las disciplinas filosóficas
de la actualidad.

Una de las grandes preguntas de la filosofía es justamente qué es la filosofía,


existiendo distintas definiciones de filosofía por diferentes autores. Algunos
dicen que es una ciencia y otros argumentan que es una actitud ante la vida.
Pero sobre todo la filosofía es una búsqueda y por tal razón se fueron creando
todas las ramas de la filosofía y las disciplinas filosóficas. A través del
presente texto se tratará de explicar a qué se dedica la filosofía así como
cuáles son las ramas de la filosofía y que estudia cada una de ellas en un
intento de aproximarnos a una pequeña parte del gran conocimiento generado
por los filósofos.

Ramas de la filosofía
En la antigua Grecia existía una sola filosofía hasta antes de Aristóteles, quien
fue el autor de la creación de diversas disciplinas entre las que destacaban la
física y la metafísica, y que posteriormente se siguieron bifurcando. A
continuación se reseñan algunas ramas de la filosofía y su definición, así
como el detalle de quiénes fueron los filósofos más sobresalientes en cada una
de ellas.

1. Metafísica   
La metafísica es una de las ramas tradicionales de la filosofía. Su nombre se
traduce como “más allá de la física” y se considera que Parménides es el
padre de este campo de estudio de la filosofía cuyo nombre le fue dado por
Aristóteles. La metafísica fue por mucho tiempo el equivalente de la filosofía,
ya que la mayoría de los filósofos comenzaron preguntándose por las
cuestiones últimas del ser de las cosas.

Objeto de estudio
Para Aristóteles la metafísica era una disciplina divina, superior a las demás.
La definía como el estudio de lo que algo es integralmente, en contraposición
a las otras ciencias que describen a los entes de forma parcial. Este insigne
filósofo decía que Sócrates era quien más había contribuido con la metafísica,
al  acotar los límites de cada cosa a través de conceptos.

En la actualidad no existen muchos pensadores que se enfoquen en este


aspecto, pero es importante conocer su trascendencia, al igual que entender
que el objeto de estudio de la filosofía metafísica es la esencia y sustancia de
cada elemento, así como sus propiedades para que algo sea lo que es y no otra
cosa.

Principales exponentes
● Parménides de Elea (530-515 a.C.). Sur de Italia.
● Sócrates (470-399 a.C.). Atenas.
● Aristóteles (384-322 a.C.). Macedonia.
● Santo Tomás de Aquino (1225-1274). Italia.
● Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1717). Alemania.
● John Locke (1632-1704). Inglaterra.
● Immanuel Kant (1724-1804). Actual Kaliningrado (Rusia).

2. Lógica
La lógica, cuyo creador fue Aristóteles, es otra de las ciencias que pertenecen
a la filosofía. Este pensador dejó un importante legado en su obra conocida
como Organon, donde se establecen los principios de esta disciplina que era,
según su autor, la expresión del ser a través del logos (palabra).

Posteriormente fue simplificada por los filósofos y matemáticos de la


Modernidad y aplicada a las Ciencias de la Computación en el siglo XX, lo
cual ilustra qué es y qué estudia la filosofía en cuanto a la amplitud de su
utilidad en todas las áreas del quehacer humano.

Objeto de estudio
Como ya se ha comentado, el campo de acción de la filosofía es inmenso. En
el caso de la lógica, el objetivo radica en arribar a conclusiones válidas con
base en premisas cuya verdad es irrefutable por obvia o haber sido
previamente demostrada. Las premisas se denominan axiomas y  este sistema
es el origen del pensamiento deductivo.

En el diseño original de Aristóteles, el procedimiento, denominado también


silogismo, consistía en tomar como fundamento dos propuestas que servían de
axiomas. Las mismas se componían de sujeto y predicado, donde se afirmaba
o negaba algo, y a partir de ellas se construía el resultado final que era una
tercera oración.

Principales exponentes
● Aristóteles (384-322 a.C.). Macedonia.
● Euclides (325-265 a.C.). Alejandría
● Santo Tomás de Aquino (1225-1274). Italia.
● Pierre de la Ramée (1515-1572). Francia.
● Leonhard Euler (1707-1783). Suiza.
● Bertrand Russell (1872-1970). Inglaterra.
● Alan Turing (1912-1954). Inglaterra.
3. Ética
La ética es otra de las ciencias que se originan en la antigua Grecia. Tanto
Sócrates como Platón contribuyeron con esta disciplina, pero fue Aristóteles
el creador del concepto. Posteriormente otro griego, llamado Epicuro, también
se destacó en la materia. La concepción de Aristóteles ha perdurado en el
tiempo y la mayoría de los filósofos comparten su visión en cuanto a que la
práctica de los valores éticos tiene como finalidad el logro de la felicidad.

Objeto de estudio
l campo de la ética es el estudio de la conducta humana desde el punto de vista
de lo correcto o lo incorrecto. Se diferencia de la moral en que ésta se delimita
por valores particulares de cada sociedad mientras que la ética se refiere a los
valores universales y en ciertas circunstancias hasta pueden entrar en
contradicción. Si nos preguntamos qué ciencias se relacionan con la ética
encontramos que absolutamente todas deben tener este basamento, pero
especialmente se alude a ella en la medicina, la ecología y el derecho.  

Principales exponentes
● Sócrates (470-399 a.C.). Atenas.
● Platón (427-347 a.C.) Atenas.
● Aristóteles (384-322 a.C.). Macedonia.
● Epicuro (271-270 a.C.). Samos.
● Barruch Spinoza (1632-1677). Países Bajos.
● David Hume (1711-1776). Escocia.
● Immanuel Kant (1724-1804). Actual Kaliningrado (Rusia).
● Fernando Savater (1947). España.

4. Estética   
El concepto de belleza ya existía en la antigua Grecia y Platón es el filósofo
que más se refirió  a ella, distinguiendo la belleza del alma, que equivalía a la
virtud, de la belleza aparente. Sin embargo el término estética fue invención
del filósofo Alexander Gottlieb y apareció por primera vez en su libro
Reflexiones acerca de la poesía (1735), al calificar la sensación que produce
lo bello como un conocimiento diferente de cualquier otro.

Objeto de estudio
La estética tiene como campo de estudio la forma en que los humanos
perciben la belleza o su contrario a través de los sentidos. Algunos filósofos
definen ramas de la estética al diferenciar lo perceptible de lo sensible y
también se refieren a la belleza del arte o la naturaleza como dos categorías
diferentes.
En general las experiencias estéticas, sin importar el tipo de que se trate, se
relacionan con conceptos y juicios personales, variando según cada individuo.
Se interpretan de manera diferente de acuerdo a la sensibilidad de cada quien,
influyendo de manera importante los factores culturales.  

Principales exponentes
● Platón (427-347 a.C.) Atenas.
● Denis Diderot (1713-1784). Francia.  
● Alexander Gottlieb (1714-1762). Alemania.
● Immanuel Kant (1724-1804). Actual Kaliningrado (Rusia).
● Georg Hegel (1770-1831). Alemania.
● Arthur Schopenhauer (1788-1860). Polonia.
● Martin Heidegger (1889-1976). Alemania.

5. Gnoseología
La gnoseología es otra de las ramas auxiliares de la filosofía, la cual ha sido la
más discutida de la historia por la posición enfrentada entre quienes piensan
que el conocimiento se adquiere sólo a través de los sentidos y los que creen
que intervienen otros mecanismos. Esta ciencia también tiene su origen en
Grecia; el primer antecedente es un diálogo de Platón denominado Teeteto y
luego Aristóteles hizo importantes aportes.  

Objeto de estudio
La finalidad de esta ciencia es estudiar la esencia del conocimiento y cómo es
adquirido. Se considera que el mismo está constituido por toda la información
que almacenamos en el cerebro, proveniente tanto de las experiencias como de
los aprendizajes, lo cual es analizado bajo la óptica de diversos enfoques de
acuerdo a cada  corriente filosófica.

Principales exponentes
● Platón (427-347 a.C.) Atenas.
● Aristóteles (384-322 a.C.). Macedonia.
● Tomás de Aquino (1225-1274). Italia.
● Nicolás de Cusa (1401-1464). Alemania.
● Francis Bacon (1561-1626). Reino Unido.
● Rene Descartes (1596-1650). Francia.   
● Immanuel Kant (1724-1804). Actual Kaliningrado (Rusia).
● Edmund Husserl (1859-1938). República Checa.  
Disciplinas derivadas de la filosofía
Con el devenir de la historia se fueron creando áreas del conocimiento
dedicadas a estudiar en profundidad las múltiples facetas del ser humano en su
relación consigo mismo y con el entorno. Estas disciplinas se convirtieron en
ciencias cuando desarrollaron sus métodos particulares, pero se caracterizan
por su estrecho vínculo con la filosofía y especialmente por ser ciencias que se
relacionan con la ética de forma importante.

Seguidamente se detalla cuáles son las ciencias auxiliares de la filosofía de


mayor trascendencia.

6. Psicología   
Se suelen asociar los comienzos de la psicología con el filósofo y médico
alemán Wilhelm Wundt (1832-1920), quien en 1789 instaló un laboratorio
para estudiar a los pacientes, pero más bien se trataba de observar las
reacciones fisiológicas del sistema nervioso. El origen del interés por la
psicología como tal surge antes, cuando Immanuel Kant promueve separar
el estudio del alma de la metafísica y considerarla como una ciencia aparte.

En las imágenes de las ramas de la filosofía se aprecia que la psicología fue la


primera ciencia en bifurcarse. Luego, sobre la base de los grandes pensadores,
surgen diversos paradigmas psicológicos de acuerdo a los tipos de filosofía y
aparecen diferentes escuelas. Si nos preguntamos cuáles son las áreas de la
filosofía que se relacionan con la psicología, el mejor ejemplo tiene que ver
con el positivismo como corriente de pensamiento en la cual se basa el
conductismo, así como el cognitivismo se fundamenta en el racionalismo.

Objeto de estudio
En general la psicología se dedica a los procesos mentales y al
comportamiento de las personas en diferentes situaciones y etapas del
desarrollo. Pero, igual que sucede con la filosofía, esta ciencia tiene un campo
de ocupación muy amplio, por lo que un psicólogo puede especializarse en
áreas como: clínica, social, familiar, organizacional, infantil, adolescente y
gerontológica, entre otras opciones, así como también un  filósofo de la
psicología reflexiona y teoriza sobre estos distintos ámbitos. 

Principales representantes
● John Watson (1878-1958). Estados Unidos.  
● Jean Piaget (1896-1980). Suiza. 
● Lev Vygotsky (1896-1934). Rusia.
● Burrhus Skinner (1904-1990). Estados Unidos.
● Abraham Maslow (1908-1970). Estados Unidos.
● Jerome Bruner (1915-2016). Estados Unidos.
● David Ausubel (1918-2008). Estados Unidos.

7. Sociología  
La filosofía social es una división de la filosofía relativamente nueva, la cual
se ubica cronológicamente en los albores de la Revolución Francesa. Uno de
los primeros pensadores que teorizaron sobre la materia fue Jean-Jacques
Rousseau con su famosa obra titulada El contrato social (1762),
absolutamente revolucionaria para la época, ya que hablaba de igualdad y
libertad en tiempos de monarquías absolutistas y grandes contradicciones
sociales.

Posteriormente, en 1895, nace la sociología cuando Émile Durkheim crea el


primer departamento destinado al estudio de esta ciencia en la Universidad de
Burdeos. Igualmente, en este mismo año publica su conocido libro Las reglas
del método sociológico, donde propone analizar los acontecimientos sociales
como entes o categorías filosóficas y además diseña un método para tal fin. 

Objeto de estudio
El objeto de estudio de la sociología es el comportamiento de las sociedades
en sus múltiples relaciones, la cuales incluyen los modos de producción, las
modas, las costumbres y hasta las tribus urbanas o el suicidio. Por su parte, la
filosofía social se enfoca sobre todo en los valores que deben primar en las
sociedades, tanto en lo que respecta a las relaciones interpersonales como a
los que se promueven a través de las instituciones, por lo que está muy
cercana a la ética en las ramas de la filosofía.

Principales exponentes
● Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). Suiza. 
● Auguste Comte (1798-1857). Francia.
● Karl Marx (1818-1883). Alemania.   
● Émile Durkheim (1858-1917). Francia.
● Max Weber (1864-1920). Alemania.
● Herbert Marcuse (1898-1979). Alemania.
● Axel Honneth (1949). Alemania.

8. Filosofía del lenguaje   


El antecedente antiguo más estudiado sobre la filosofía del lenguaje, una de
las disciplinas filosóficas más de moda actualmente, es un diálogo escrito por
Platón conocido como Crátilo donde se plantea el significado del lenguaje, en
el sentido de si es una mera vía de comunicación o si consiste en una forma de
conocimiento.

En la modernidad, el primero en reflexionar sobre el tema fue John Locke,


que era  empirista. Su obra se titula Ensayo sobre el entendimiento
humano (1690) y en ella sostiene que las palabras no tienen ningún
significado en sí mismas, a no ser por las ideas a las que están asociadas y que
se encuentran en la mente, las cuales provienen únicamente de la experiencia.

Objeto de estudio
Mientras que los filósofos reflexionan sobre la relación del lenguaje con el
pensamiento, la ciencia actual que se ocupa de su estudio es la lingüística. Sus
profesionales analizan los idiomas de las diferentes culturas y tratan de buscar
relaciones entre ellos para de esta manera clasificarlos, agruparlos y construir
una historia. Sin embargo varios lingüistas han realizado interesantísimos
aportes a la filosofía y de hecho muchos de ellos son también filósofos.

Principales exponentes
● Platón (427-347 a.C.). Atenas.  
● John Locke (1632-1704). Reino Unido.
● Ferdinand de Saussure (1857-1913). Suiza.   
● Gottlob Frege (1848-1925). Alemania.
● Roman Jakobson (1896-1982). Rusia.
● Noam Chomsky (1928). Estados Unidos.
● Jurgen Habermas (1929). Alemania.

9. Filosofía de la Educación  
Cuando indagamos acerca de ciencias que pertenezcan a la filosofía desde la
antigüedad y exista de ellas literatura, sin duda que la educación es una de las
más importantes. La filosofía de la educación se remonta a la antigua Grecia,
donde tanto Sócrates como Platón legaron importantes conocimientos. Sin
embargo Aristóteles, que fue un  gran maestro, dejó varios manuscritos sobre
el fin que debía tener la educación, la relación del docente con el alumno y la
didáctica, así como otros aspectos.

Objeto de estudio
La educación, que es la acción destinada a la formación de los individuos,
engloba muchos elementos adicionales que implican análisis. Así, está la
pedagogía o ciencia de la educación, respecto a la cual algunos filósofos
hablan de múltiples pedagogías; luego la didáctica, que se refiere a la
metodología ideal a seguir en el proceso enseñanza-aprendizaje; también hay
que considerar el currículo o contenidos a enseñar; y finalmente el método de
evaluación.

Cada uno de estos componentes, que forman parte esencial de la educación, se


enfocan con filosofías particulares, pero la filosofía de la educación reflexiona
sobre todos ellos. Por otro lado, la filosofía de la educación, sobre todas las
cosas, se plantea el rol de la educación en cada sociedad y en el mundo, lo
cual depende del tipo de individuo que dicha filosofía conciba.

Principales exponentes
● Aristóteles (384-322 a.C.). Macedonia.
● Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). Suiza.
● Johann Pestalozzi (1746-1827). Suiza.
● John Dewey (1859-1952). Estados Unidos.
● María Montessori (1870-1952). Italia.
● Paulo Freire (1921-1997). Brasil.
● Philippe Meirieu (1949). Francia.

10. Política    


Política deriva de polis, las ciudades griegas. Tanto Sócrates como Platón
escribieron sobre cómo debían ser éstas en términos políticos, pero fue
Aristóteles quien abarcó filosóficamente todos los aspectos, incluyendo cuál
era el papel del Estado y el sistema de gobierno que consideraba ideal.

En cuanto al sistema de gobierno analizaba cuatro opciones: la monarquía que


derivaba en tiranía; la aristocracia a cargo de los más capaces que terminaba
en oligarquía; la democracia que era sólo para los pobres y se caracterizaba
por la demagogia; y la politeia que era un gobierno de las clases medias y
beneficiaba a todos por igual.

Objeto de estudio
La disciplina que en la actualidad se encarga de estudiar tanto la teoría como
la praxis de los sistemas políticos es la ciencia política. Además está la
politología, que se concentra particularmente en las relaciones de poder. Sin
embargo estas ciencias no sustituyen a la filosofía política, que es una de las
ramas de la filosofía necesarias al apuntar hacia el deber ser. Tanto la ciencia
política como la politología son relativamente nuevas, ya que surgen después
de la Segunda Guerra Mundial. 

Principales exponentes   
● Aristóteles (384-322 a.C.). Macedonia.
● Nicolás Maquiavelo (1469-1527). Italia. 
● Tomas Hobbes (1588-1679). Reino Unido.
● John Locke (1632-1704). Reino Unido.
● Montesquieu (1689-1755). Francia.
● Karl Marx (1818-1883). Alemania.
● Bertrand Russell (1872-1970). Reino Unido.
A través de esta exposición sobre las ramas de la filosofía y las disciplinas
filosóficas ha quedado demostrada la gran influencia de Grecia en la filosofía.
También se ha puesto de relieve cuáles son las principales características de la
filosofía en cuanto a su finalidad de reflexionar sobre cada una de las facetas
del ser humano, tanto en lo relativo a su ser y esencia, como en lo que respecta
a sus relaciones con el entorno, lo cual además responde a la pregunta de para
qué se estudia filosofía.

Gnoseología

Gnoseología
Concepto: La gnoseología (del griego γνωσις, gnosis,
"conocimiento" o "facultad de conocer", y
λόγος, logos, "razonamiento" o "discurso")

Gnoseología. también llamada teoría del conocimiento, es una rama de la filosofía que


estudia la naturaleza, el origen y el alcance del conocimiento. La gnoseología no estudia los
conocimientos particulares, como pueden ser el conocimiento de la física, de la matemática
o de nuestros alrededores inmediatos, sino el conocimiento en general, aunque puede hablar
sobre los límites y el fundamento de otros conocimientos particulares (por ejemplo, al
dilucidar qué valor tiene una "medida" usada por la física).

Sumario
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● 1 Historia
● 2 Diferentes niveles de conocimiento
● 3 Pensamiento y conocimiento
● 4 Origen del conocimiento
● 5 Esencia del conocimiento
● 6 El problema gnoseológico en la modernidad
● 7 Fuente

Historia
La investigación sistemática del conocimiento comienza en la Antigua Grecia,
especialmente con el diálogo platónico Teeteto, aunque también en la República (VI).
Aristóteles dedica parte de su trabajo titulado De Anima a explicar el conocimiento
"empírico", el que se obtiene a través de los sentidos, y en la Metafísica dedica el libro IV
(especialmente el capítulo 4 y ss.) a discutir cuestiones como la prueba de los primeros
principios y el relativismo. En los Segundos analíticos (o Analíticos posteriores) presenta lo
que puede considerarse como su epistemología. Para estos dos autores, sólo podía haber
conocimiento que llegue a ser ciencia de lo inmutable: para Platón las Ideas, y para
Aristóteles las sustancias (también las sustancias separadas). En el período helenístico el
pirrónico Sexto Empírico ofrece la expresión más completa y sistemática del escepticismo
antiguo.

En el mundo cristiano antiguo y en la Edad media se elaboraron diversas doctrinas sobre el


conocimiento humano. San Agustín pensó en la necesidad de una iluminación divina que
garantizase la verdad de nuestras afirmación. Santo Tomás de Aquino, por su parte, recoge
ideas de Aristóteles y elabora una completa teoría del conocimiento, que critica el
ultrarrealismo (por ejemplo de Guillermo de Champeaux), el representacionismo y el
nominalismo -o verbalismo- (de Roscelino).Con el Renacimiento comenzó un período de
intenso desarrollo de la gnoseología, que marcará toda la modernidad. La invención de
nuevos instrumentos de observación, como el telescopio, ayudaron al desprendimiento de
los cánones (principalmente Aristóteles y la Biblia) a la hora de fundamentar el
conocimiento.

En el siglo XVII el inglés Francis Bacon escribe Advancement of knowledge y Novum


Organum, donde reclama el apoyo de la monarquía para impulsar el conocimiento de tipo
empírico. La tradición empirista encontraría a sus principales defensores en John Locke,
David Hume y George Berkeley. Locke se ocupó de estas cuestiones en su obra Ensayo
sobre el entendimiento humano; Berkeley sigue parcialmente a Locke en su Tratado sobre
los principios del conocimiento humano, de 1710; y Hume, hizo lo propio en la primera
parte de su Tratado de la naturaleza humana y en su Investigación sobre el entendimiento
humano.

Por otro lado, el francés René Descartes publica en 1637 el Discurso del método y
en 1641 las Meditaciones metafísicas, obras en gran parte dedicadas a plantear y resolver
los problemas fundamentales de la teoría del conocimiento. Descartes introduce la duda
metódica como método racional para obtener conocimiento seguro, y dio inicio a la
tradición racionalista, que será continuada por Spinoza y Leibniz, entre otros.

En 1781, el alemán Immanuel Kant publica la Crítica de la Razón Pura, una obra muy
influyente en la que critica tanto al racionalismo como al empirismo y propone una
alternativa superadora: el idealismo trascendental. Con ello propuso un "giro copernicano"
en la filosofía moderna, donde el sujeto ya no es pasivo frente al mundo, sino que pasa a ser
un sujeto activo que "construye" el objeto de su conocimiento. De este modo, Kant propone
que el mundo nouménico permanece incognoscible para el sujeto, que sólo puede conocer
el mundo fenoménico, mediado por las intuiciones puras del espacio y el tiempo, las
categorías del intelecto y las ideas regulativas de la razón. A partir de entonces, la
gnoseología ha intentado volver a recuperar el conocimiento del mundo. La obra de Kant
dio inicio al idealismo alemán, escuela que tuvo a sus mayores exponentes en Johann
Gottlieb Fichte, Friedrich Schelling y Georg Wilhelm Friedrich Hegel.

A principio del siglo XX, Husserl propuso volver "a las cosas mismas", expresión con la
que quedó fundada la fenomenología, que sería continuada, de distintos modos, por
Heidegger, Sartre y Merleau-Ponty, entre otros. En la filosofía analítica, por el contrario, a
mediados del siglo XX se inició a partir de un breve artículo de Edmund Gettier una
tradición de análisis del conocimiento en términos de atribuciones de conocimiento,
retomando las tres características que señalara Platón para todo conocimiento: que sea una
creencia, que sea verdadera y que esté justificada. A partir de este análisis estándar han
surgido a principios del siglo XXI diversas teorías sobre las atribuciones de conocimiento
como el invariantismo, el invariantismo sensible,6 el contextualismo7 y el relativismo.
En 1963, Frederic Fitch publica un trabajo en lógica epistémica en el que demuestra que
dados ciertos supuestos básicos, "si toda verdad se pudiera conocer, entonces toda verdad
sería conocida". Pero como no toda verdad es conocida, se sigue que no es posible conocer
todas las verdades. Esta paradoja se conoce hoy como la paradoja de la concupiscibilidad de
Fitch (Fitch's Paradox of Knowability).8 Paralelamente, desde mediados del siglo XIX,
quizá empezando con las reflexiones metodológicas del astrónomo británico William
Whewell, como a lo largo del siglo XX, se dedicaron muchos esfuerzos filosóficos al
estudio del conocimiento científico, dando lugar a la filosofía de la ciencia. Este tipo de
estudios pronto se ven complementados con otros sobre la historia de la ciencia, y más
tarde, la sociología de la ciencia.

Diferentes niveles de conocimiento


● El conocimiento: Es el acto mediante el cual un sujeto se apropia mentalmente de un
objeto para descubrir sus propiedades. Esta actividad puede presentarse en distintos
niveles.
● A nivel empírico: De la experiencia, se trata de un conocimiento espontáneo, de origen
afectivo y perceptual que nos relaciona con las cosas, el mundo y el otro. Este tipo de
conocimientos procedente del sentido común es el primero que aparece en nuestro
desarrollo.
● A nivel científico: Se trata de una construcción racional del objeto, que se vuelve cada
vez más precisa y rigurosa conforme progresan los métodos y los conceptos elaborados
a lo largo de la historia de una ciencia.
● A nivel filosófico: Se presenta como una problematización del conocimiento humano
que tiende a descubrir sus poderes y límites, y a intentar fundamentar las verdades que
piensa alcanzar.

Mientras que la ciencia se desarrolla de forma autónoma, el filósofo se pregunta cómo es


posible el conocimientos, y cómo justificar racionalmente el movimiento que permite
acceder a lo real y a un sujeto adueñarse de un objeto. De esta situación deriva el problema
de la exigencia de una adecuación de la representación mental , bajo sus diversas formas, -
conceptos, intuiciones, juicios, leyes, teorías, etc- al “ser” de la cosa representada. En
función de esto aparece el problema de la verdad y su definición , lo cual conduce a una
teoría del conocimiento…

Pensamiento y conocimiento
El acto de pensar y sus resultados, los pensamientos son aún un problema complejo para la
filosofía. De hecho pensar, es conocer. Pero, ¿qué es pensar?. Platón afirma que es recordar.
Descartes que es dudar, afirmar, negar, querer, no querer, imaginar, sentir. Para Leibniz es
calcular. Mientras que Hegel afirma que es la realización para si de la realidad efectiva de lo
absoluto a través del lenguaje humano.

No obstante la diversidad, podemos caracterizar el pensar como una actividad de orden


psicológico, como el acto que ocurre en la conciencia de un sujeto en un determinado
período de tiempo, que se puede realizar con total atención, distraimiento, con agrado o
disgusto. El resultado de esta actividad es el pensamiento que como tal es indiferente a
quien lo piense, cómo y cuando lo piense, manteniendo su identidad consigo mismo. En
este sentido, el pensamiento es inespacial e intemporal; la máxima socrática “conócete a ti
mismo”, en cuanto pensamiento permanece inalterada , independientemente de que la haya
pensado en condiciones muy particulares Sócrates en el siglo V A.C., o que la piense yo
ahora en un sentido diferente.

Por otro lado, el pensamiento suele ir acompañado de percepciones o imágenes, puedo ver
algo o imaginarlo; pero estos elementos no son esenciales al pensamiento, cada vez que leo
un libro, no imagino todo lo que voy leyendo. También aparece la expresión del
pensamiento, los signos que lo expresan como su significación o sentido. Aquí arribamos a
un aspecto sumamente interesante; el de las relaciones entre pensamiento y lenguaje.

Por último podemos señalar el objeto del pensamiento, la referencia. Todo pensamiento es
pensamiento de algo. No existen pensamientos meros, vacíos . No debemos confundir, sin
embargo, el pensamiento con su objeto, pues, los objetos en cuanto tales no se modifican
porque se piense acerca de ellos. Ahora bien, los objetos del pensamiento pueden ser de
diversa índole, pero antes de entrar en su clasificación, procederemos a definir lo que
entendemos por objeto en sentido amplio.

Origen del conocimiento


Cuando se trata el problema del origen del conocimiento queremos saber si todo
conocimiento se origina en la experiencia o en la razón; si el hombre viene de por sí dotado
de ciertos conocimientos o, por el contrario, requiere del concurso de las facultades
sensibles e intelectivas a la vez.

Para tratar de responder esta cuestión será necesario admitir que el ser humano tiene la
capacidad de conocer de alguna forma al objeto. Para explicar de que forma se puede
conocer han surgido diferentes teorías sobre el origen del conocimiento.

● El racionalismo: Esta postura sostiene que es el pensamiento, la razón, la fuente


principal del conocimiento humano. Para los racionalistas el conocimiento sólo merece
este nombre cuando es lógicamente necesario y universalmente válido. Cuando
juzgamos, a partir de la razón, que una cosa tiene que ser precisamente como es y no
podría ser de otro modo, y que así es siempre y en todas partes, estamos entonces ante
un verdadero conocimiento. Evidentemente, una forma especifica de conocimiento ha
servido de modelo a la interpretación racionalista del conocimiento y son las
matemáticas, puesto que se trata de una forma de conocimiento fundamentalmente
conceptual y deductivo. En especial en la geometría, todos los conocimientos se derivan
de axiomas y conceptos supremos; de manera que el pensamiento se desarrolla con
absoluta independencia de la experiencia, siguiendo sus propias leyes.

Los planteamientos más antiguos del racionalismos los encontramos en Platón, quien estaba
profundamente convencido de que la experiencia no puede llevarnos a un saber autentico; lo
que proporcionan los sentidos no es una Episteme, sino una Doxa, no un saber , sino una
mera opinión.

● El Empirismo: El empirismo a diferencia del racionalismo que propone la razón como


fuente de conocimiento, sostiene que el conocimiento procede de la experiencia, del
contacto directo con la realidad. Para el empirismo no existe un caudal de ideas situado
a priori en el pensamiento humano. La conciencia cognoscente no extrae sus contenidos
de la razón, sino de la experiencia. Así como vimos que los racionalistas se formaron
principalmente en las matemáticas, los empiristas se formaron en las ciencias naturales.
Desde la antigüedad nos encontramos con ideas empiristas primero con los sofistas y
mas tarde con los estoicos y los epicúreos, pero no es sino hasta la época moderna en
que John Locke en el siglo XVII combate decididamente la teoría de las ideas innatas.
John Locke dijo: “La noción que a través de los sentidos adquirimos de las cosas
exteriores, aunque no sea tan cierta como nuestro conocimiento intuitivo, merece el
nombre de conocimiento”. Y después afirmo:”Ningún conocimiento humano puede ir
más allá de su experiencia”.
● El Intelectualismo: El intelectualismo surge como mediador entre el racionalismo y el
empirismo, sostiene que tanto el pensamiento como la experiencia intervienen en la
producción del conocimiento. Al igual que el racionalismo sostiene que existen juicios
lógicamente necesarios y universalmente válidos, que se establecen sobre las bases no
solamente de objetos ideales, lo que también es admitido por el empirismo, sino
también sobre objetos reales.

En la edad media se desarrolló esta teoría principalmente por Santo Tomás de Aquino, cuya
tesis fundamental establece que “el conocimiento de nuestro entender es el producto de
nuestros sentidos” <<cognitio intellectus nostri tota derivatur a sensu>>. Para Santo Tomás,
se comienza por recibir imágenes concretas de las cosas sensibles; a partir de esto existe un
“entendimiento activo”, que extrae de las “imágenes esenciales”; el “entendimiento
potencial” recibe estas impresiones y procede a juzgar sobre las cosas. Formando así los
conceptos esenciales, por medio de otras operaciones del entendimiento, se obtienen
conceptos supremos y generales, como los que se contienen en las leyes lógicas del
pensamiento. De igual manera, los principios supremos del conocimiento radican
originalmente en la experiencia. Siguiendo a Aristóteles, Santo Tomás declara que “el
conocimiento de los principios se nos da por medio de la experiencia”.

● El Apriorismo: Un segundo intento de intermediación entre el empirismo y el


racionalismo es el apriorismo. Esta posición considera también a la experiencia y al
pensamiento como fuentes del conocimiento, pero el apriorismo se maneja en un
dirección contraria al intelectualismo: Para esta corriente nuestra manera de conocer
presenta elementos “a priori”; esto es , independientes de la experiencia; esta postura se
comparte con el racionalismo; pero mientras éste considera los factores a priori como
contenidos de conceptos perfectos, para el apriorismo los conceptos son formas del
conocimiento y solamente reciben su contenido de la experiencia; es en esta posición
que el apriorismo se separa del racionalismo y se acerca al empirismo. Los elementos a
priori se conciben como recipientes vacíos, que son llenados por la experiencia. Hay un
principio fundamental del apriorismo que dice: “Los conceptos desprovistos de las
intuiciones están vacíos; las intuiciones son ciegas sin los conceptos”. A primera vista,
este concepto parece coincidir con el axioma fundamental del intelectualismo
aristotélico- escolástico; puesto que se coincide en admitir un elemento racional y uno
empírico en el conocimiento humano. Sin embargo, se define la relación entre ambos
elementos en un sentido totalmente diferente.

El intelectualismo concibe el elemento racional como derivado del empírico: todos los
conceptos proceden de la experiencia; el apriorismo rechaza abiertamente esta derivación al
considerar que el elemento a priori no deviene de la experiencia, sino del pensamiento, es
de naturaleza racional. De cierta manera, esto identifica las formas a priori con los hechos
mismos, con la materia empírica, y los asimila al conocimiento. En el apriorismo el
pensamiento no se considera como una simple capacidad receptiva y pasiva frente a la
experiencia, como en el intelectualismo, sino como un proceso espontáneo y activo. Se
considera a Emmanuel Kant como el fundador del apriorismo, y dice: "No hay duda alguna
de que nuestro conocimiento comienza con la experiencia. (...) Mas, si bien, todo nuestro
conocimiento comienza con la experiencia no por eso originase todo él en la experiencia”.
Esencia del conocimiento
Hablar de la esencia del conocimiento es plantear el problema de la relación sujeto-objeto.
Hemos entendido el conocimiento como una actividad del sujeto, por la cual pretende
captar el sentido de los objetos. El estudio de esa relación entre los dos elementos del
conocimiento, su naturaleza y sus límites, es lo que se han planteado algunos sistemas para
elucidar la esencia del conocimiento.

● El Objetivismo: Para esta corriente, el objeto es el elemento decisivo entre los dos


miembros de la relación cognoscitiva; entonces el objeto determina al sujeto; el sujeto
asume de cierta manera las propiedades del objeto, reproduciéndolas en sí mismo. Esto
supone al objeto como algo totalmente definido que se presenta a la conciencia
cognoscente. En esto reside la idea central del objetivismo; los objetos están dados
como una estructura completa; la conciencia no hace más que reconstruir esa estructura.

Para Husserl: “El reino de la verdad se divide, objetivamente, en distintas esferas. No está
en nuestro albedrío el modo y el punto de deslinde entre las esferas de la verdad.”

● El Subjetivismo: El subjetivismo busca el fundamento del conocimiento en el sujeto,


ubicando la esfera de las Ideas y todo el conjunto de principios del conocimiento en el
sujeto, que se convierte así en el punto del que pende, la verdad del conocimiento. Se
debe señalar que cuando se habla de sujeto, no significa un sujeto concreto, individual,
sino un sujeto de índole superior, trascendente.
● El Realismo: Es aquella postura epistemológica que afirma que existen cosas reales,
independientes de la conciencia. Esta posición tiene diversas modalidades:
● Realismo ingenuo: Llamado así porque no se encuentra influido por ninguna reflexión
crítica acerca del conocimiento; el problema esencial del sujeto y el objeto no existe
para él; tampoco distingue entre la percepción, que es un objeto de la conciencia y el
objeto percibido y el objeto percibido, no entiende que las cosas no nos son dadas en sí
mismas, en su corporeidad, sino sólo como contenidos de la percepción con los objetos,
atribuye a unos las propiedades de los otros.. Así las cosas son exactamente tal y como
las percibimos. Son propiedades de las cosas en sí mismas, independientemente de la
conciencia que las percibe.
● Realismo Natural: Esta influido por reflexiones críticas respecto del problema del
conocimiento, lo que se evidencia en que no se identifica el contenido de la percepción
y el objeto, sino que discrimina uno del otro: Sin embargo establece que los objetos
responden exactamente a los contenidos de la percepción.
● Realismo Crítico: Para esta forma de realismo no es conveniente que las cosas
converjan en los contenidos del la percepción; sino más bien al contrario, que las
cualidades o propiedades que percibimos sólo por uno de los sentidos, existen
únicamente en nuestra conciencia y surgen cuando determinados estímulos externos
actúan sobre los órganos de nuestros sentidos y se configuran como reacciones de la
conciencia, dependiendo naturalmente de ella misma, por lo que no tiene carácter
objetivo, sino subjetivo; sin embargo, es conveniente suponer en las cosas algunos
elementos objetivos y causales que nos den la pauta para explicar la aparición de estas
cualidades.

De acuerdo con Hessen de que “la existencia del mundo real no descansa en el
razonamiento lógico, sino en la vivencia inmediata, en la experiencia que genera la
voluntad”
● El Idealismo: El idealismo en el sentido epistemológico, sostiene que no existen cosas
reales, independientes de la conciencia; dado que se eliminan los objetos reales, quedan
solamente dos clases de objetos: los de la conciencia, que equivales a las ideas como
imágenes y a los sentimientos; y los objetos ideales, que son las entelequias de la lógica
y de las matemáticas que llevan en sí, su principio y su fin.

El idealismo considera los objetos reales como objetos de la conciencia, o bien los mismos
como objetos ideales; de ahí resulta las dos formas del idealismo:

● Idealismo subjetivo o psicológico: Considera que toda la realidad se encuentra


encerrada en la conciencia del sujeto; así que las cosas son solamente contenidos de
nuestra conciencia y por lo tanto al dejer de ser percibidas dejan de existir; puesto que
no poseen un ser independiente de nuestra conciencia, que es lo único real.
● Idealismo objetivo o lógico:

Parte de la conciencia objetiva de la ciencia, de acuerdo al método de las obras científicas;


así que el contenido de esta conciencia no es un complejo de procesos psicológicos, sino la
suma de pensamientos, de juicios. Dicho de otra manera, no hay nada psicológicamente
real, sino lógicamente ideal, como en un encadenamiento de juicios.

● Fenomenalismo: En el tema del origen del conocimiento se encuentran frente a frente el


racionalismo y el empirismo y por lo que se refiere a su esencia se enfrentan el realismo
y el idealismo; pero tanto como al origen como a la esencia del conocimiento se han
dado intentos para reconciliar estas posiciones opuestas. Aquí nuevamente Kant, quien
intentó mediar entre el realismo y el idealismo, lo mismo que entre el racionalismo y el
empirismo, donde su filosofía se presenta como un apriorismo o trascendentalismo;
pero como una mediación entre el idealismo y el realismo, se presenta como un
fenomenalismo.

Conforme a esta teoría no conocemos las cosas como realmente son, en sí mismas, sino
como se nos aparecen. Para el fenomenalismo existen cosas reales , pero su esencia
permanece desconocida para nosotros; sólo podemos saber qué son las cosas; pero no lo que
son. De esta manera coincide con el realismo al admitir la existencia de las cosas reales;
pero también coincide con el idealismo en tanto que limita el conocimiento a la conciencia,
a todo lo que es aparente, de donde se deduce la imposibilidad del conocimiento auténtico
de la realidad.

El problema gnoseológico en la modernidad


Los rasgos esenciales del racioalismo, corriente filosófica iniciada por Descartes son, en
primer lugar, una plena confianza en la razón humana lo que implica aceptar que la "razón"
es la única faltura humana que puede conducir al hombre al conocimiento de la verdad. La
confianza en la razón es tal que su valor no admite críticas, es pues, como afirmará más
tarde Kant, un razón dogmática. Descartes hará revivir el postulado de Parménides: lo
mismo es el pensar y el ser.. En segundo lugar, el racionalismo se caracterizará por la
búsqueda de un método adecuado para encausar el razonamiento. Y será el método
matemático, el sistema elegido. Finalmente, la tercera característica será la subjetividad. En
efecto, mientras que el pensamiento medieval era claramente objetivo y realista, el hombre
no duda de la ralidad, pero en el siglo XVII, aquel subjetivismo incipiente del
Renacimiento, el hombre se vuelve sobre sí mismo y ya no conoce sino su propio
pensamiento. Es posible incluso llegar a dudar de la propia existencia. Por tal razón el
problema gnoseológico es el problema central de la filosofía moderna.
Fuente
http://www.filosofia.org/filomat/df170.htm http://www.wordreference.com/definicion/
gnoseolog%C3%ADa

¿Cuáles son las diferencias entre


epistemología y gnoseología?
Algunas claves para saber distinguir entre
epistemología y gnoseología.

Dado que los conceptos de epistemología y gnoseología están enfocados al


estudio del conocimiento, es frecuente que se confundan ambos términos y se
usen como sinónimos.
Sin embargo, los matices que ofrecen cada uno son importantes, y es por ello
que aquí vamos a ver las diferencias entre epistemología y gnoseología,
además de entrar en más detalle con las definiciones de ambos términos.

Diferencias entre la epistemología y la


gnoseología
Antes de entrar con más detalle sobre cada una de las diferencias entre estos
dos términos, se hace necesario hablar con mayor profundidad sobre qué
significa la palabra epistemología y qué significa la de gnoseología.

Epistemología: qué es y cuáles son sus orígenes


La epistemología, del griego ‘episteme’, ‘conocimiento’ ‘’ y ‘logos’,
‘estudio’, es una rama de la filosofía que trata sobre los problemas filosóficos
que rodean a la teoría del conocimiento, fundamentalmente el conocimiento
científico. Es decir, la epistemología se encarga de definir el saber y los
conceptos relacionados, las fuentes, criterios y tipos de conocimientos
posibles, además del grado en que cada uno de ellos resulta ser cierto. Esta
disciplina entiende el conocimiento como una relación entre la persona y el
objeto de estudio.
Los orígenes de esta disciplina se pueden encontrar en la Antigua
Grecia de la mano de filósofos tan importantes para la historia del
pensamiento occidental como Aristóteles, Parménides y Platón. Pese a que sus
orígenes son muy antiguos, la epistemología no llega a desarrollarse como
ciencia hasta llegados siglos XV y XVI, momento en el que se dá el
Renacimiento.
Cada filósofo ve de una forma diferente la relación en que las personas nos
relacionamos con el conocimiento que queremos adquirir. Para Platón, el
conocimiento verdadero, el cual está relacionado con el conocimiento
científico, era aquel que se alcanzaba por medio de la razón. Consideraba
que esta era la única vía con la que se podía conocer la verdadera esencia de
las cosas, las ideas que le daban forma.
Los objetos del mundo sensible, que surgían a partir de las ideas, solo podían
proporcionar a los seres humanos una opinión o doxa, pero nunca un
conocimiento verdadero, dado que los objetos físicos puede cambiar y, por lo
tanto, no los podemos percibir más allá que una apariencia.
El mundo físico, visto a ojos de Platón, no era más que una copia del mundo
de las ideas, un mundo metafísico en el que, de llegar ahí, se podría tener un
verdadero conocimiento de la esencia de las cosas. El cuerpo, que es material,
pertenece al mundo físico, mientras que el alma, que se ha quedado atrapada
en el cuerpo, pertenece al mundo de las ideas y, cuando nos muramos, ésta
volverá al mundo de donde procede. Esto es lo que se conoce como realismo
platónico.
No obstante, su discípulo, Aristóteles, el conocimiento verdadero no se
encuentra en un mundo lejano al que solo podremos llegar una vez estemos
muertos. Para este filósofo el conocimiento nace directamente de la
experiencia sensible, a través de lo que captan nuestros sentidos. Es mediante
la experiencia que somos capaces de captar la esencia de las cosas. Esto,
que se diferencia radicalmente del pensamiento de Platón, se llama
empirismo.
Con estos ejemplos, y sin exponer toda la filosofía occidental habida y por
haber, se hace comprensible la idea detrás de la palabra ‘epistemología’. La
disciplina que trata de averiguar cómo el ser humano obtiene el conocimiento
del mundo en el que vive, ya sea a través del mundo físico o mediante la
iluminación venida de un mundo no perceptible.

Gnoseología: ¿qué es exactamente?


La gnoseología, de ‘gnosis’, ‘conocimiento, facultad de conocer’ y ‘logos’,
‘estudio’, es la disciplina que estudia la naturaleza, el origen y los límites del
conocimiento, no los conocimientos en sí. Es decir, esta disciplina no estudia
qué es la física, las matemáticas o la biología, sino el conocimiento en general
y cuáles son sus límites y fundamentos. Por lo tanto, se puede entender como
una teoría del conocimiento, en términos generales, sin que este sea
necesariamente científico.
Esta disciplina también ahonda sus raíces en la Antigua Grecia y, de hecho, se
considera que el surgimiento de las primeras corrientes de la filosofía
occidental nacen a la par de este concepto. La mayor parte de los filósofos
han contribuido al desarrollo de esta rama de la filosofía, encontrándose
en obras como De Anima de Aristóteles o en su libro IV sobre la metafísica.
Adelantándonos en la historia, entrados en el siglo XVII, empiristas como
John Locke, David Hume y George Berkeley defienden el papel de la
experiencia a la hora de conocer, sosteniendo que cualquier tipo de
conocimiento proviene de la experiencia sensible, a partir de los datos de los
sentidos. El crecimiento del individuo, sea cual sea lo que conoce, se da
mediante la experiencia y, sus primeras interacciones siendo todavía
infante resultan ser la fuente de todo conocimiento, en el cual se asentarán
los demás que vaya adquiriendo.
René Descartes, por otra parte, considera que se puede llegar a obtener un
conocimiento claro y evidente mediante la duda, es decir, mediante el
raciocinio. Pensando sobre la realidad que nos rodea, podemos atar cabos y, a
la vez, estar más cerca del conocimiento verdadero. Este filósofo, junto con
Spinoza y Leibniz, afirmaba que la realidad era independiente de la
experiencia y que existían las ideas innatas en la mente humana, que no
éramos una tábula rasa.
Como combinación de ambas visiones, Immanuel Kant propone en su Crítica
a la Razón Pura su concepto de idealismo trascendental. En ella afirma que el
sujeto no es pasivo en el acto de conocer, sino activo, conociendo el
mundo y construyendo su propia realidad. El límite del conocimiento es la
experiencia. Sin embargo, sólo es posible tener un conocimiento fenoménico
de la realidad, es decir, de la forma en que el objeto se presenta ante el sujeto
y éste lo percibe. La cosa en sí, su esencia real, no está a nuestro alcance.

¿Cómo distinguir entre ambas?


Una vez vistas las definiciones de epistemología y gnoseología y cuáles son
sus orígenes, tanto históricos como etimológicos, se hace evidente ver el por
qué se confunden con tanta facilidad. Son, en esencia, el estudio del
conocimiento y, encima, estas palabras tienen un origen etimológico que,
básicamente, parte de la misma idea: ‘gnosos’ y ‘episteme’ significan
conocimiento, así que se pueden traducir como "el estudio del conocimiento".
Sin embargo, sí que difieren. Muy sutilmente, pero lo hacen. Pese a que la
inmensa mayoría de los filósofos que han abordado en su filosofía la
epistemología también lo han hecho para con la gnoseología, siendo algunos
de ellos quienes han usado los dos términos de forma indistinta, ambos
conceptos son diferentes.
La principal distinción entre epistemología y gnoseología, aunque pueda
parecer un tanto arbitrario, es el tipo de conocimiento que abordan. Por
un lado, la epistemología se dedica al conocimiento más etológico o
psicológico, más orientado hacia la idea de inteligencia y directamente
relacionada con las ciencias, sean cuales sean estas.
La epistemología hace referencia al conocimiento como aquello que se da
entre un sujeto con la capacidad de aprender y de pensar y el objeto de
estudio. En cambio, la gnoseología aborda la teoría del conocimiento en
general, sea cual sea éste conocimiento, desde algo tan simple como la
experiencia cotidiana de cada día como algo un tanto más complejo.
Hilando un poco más fino y volviendo al tema del origen etimológico, cabe
decir que sí hay una diferencia significativa en cuando al origen de ambas
palabras, pero es tan sutil que tiende a conducir a error. ‘Episteme’ hace más
referencia a un sistema de conocimientos, es decir, lo que se entiende
modernamente como una disciplina o ciencia. En cambio, ‘gnosis’ hace más
referencia al conocimiento individual, lo que ha ido aprendiendo una persona
a lo largo de la vida, independientemente de si es algo complejo o no tanto.

Referencias bibliográficas:

● Bunge, M. (1989). La ciencia: su método y su filosofía. Ediciones Siglo


Veinte: Buenos Aires. Pp. 9 - 34.
● Rodríguez, B. (2006). Metodología jurídica. Capítulo II. Teoría del
conocimiento y el conocimiento del derecho. Pp. 50 - 65.

Empirismo
Te explicamos qué es el empirismo, sus características y sus
principales representantes. Además, diferencias con el
racionalismo.

¿Qué es el empirismo?
El empirismo es una escuela filosófica que piensa a la experiencia
como punto de partida y fundamento último de todo conocimiento
posible.

×
Para los empiristas, la realidad es la base de todo conocimiento. La
mente humana debe partir del mundo sensible, es decir, lo percibido por
los sentidos, para formar ideas y conceptos.

Filosóficamente enfrentado al racionalismo, el empirismo fue


particularmente desarrollado por distintos filósofos ingleses, razón
por la cual a menudo se habla de “empirismo inglés”. Algunos de sus
principales defensores fueron Bacon, Hobbes, Locke, Berkeley y Hume,
quienes se opusieron a las ideas sostenidas por pensadores como
Descartes, Spinoza o Leibniz.

Etimología y origen del empirismo


El término empirismo viene del griego “empeiría” (έμπειρία), cuya
latinización es experientia. En la Grecia antigua, el conocimiento
empírico se oponía a la idea de saber a través de un aprendizaje
intelectual, especialmente en filosofía y las ciencias teóricas.

El pensamiento empírico tiene raíces en la antigüedad clásica,


especialmente en la obra de Aristóteles y algunos filósofos
grecorromanos como Hipócrates de Cos (siglo V a. C.), Arquímedes
(siglo III a. C.) o Galeno (siglo II d. C.).  Ellos entendían a
lo empírico como el conocimiento útil y técnico de los médicos,
arquitectos y artesanos en general, contrapuesto al conocimiento teórico
de los ámbitos especulativos y reflexivos de las ciencias en general.

Sin embargo, el empirismo surgió como movimiento filosófico en


la Edad Moderna, punto final de un proceso de pensamiento iniciado en
la baja Edad Media.

El conocimiento empírico
El empirismo surgió como escuela filosófica entre los siglos XVI y
XVIII. Los filósofos racionalistas, como Descartes, Leibniz o Spinoza,
sostenían que conocemos al mundo a través de la razón, y priorizaron
como fuente de conocimiento a las intuiciones intelectuales de la razón.
Los filósofos empiristas, en cambio, creían que solo podemos conocer al
mundo a través de la sensibilidad y priorizaron como fuente de
conocimiento a las sensaciones obtenidas a través de la percepción
sensible.

La experiencia como punto de partida significó que el conocimiento solo


podía poseerse a posteriori, no a priori, y por eso vincularon la idea de
experiencia a la experimentación, tal como hizo Bacon en el Novum
organum. Para los empiristas, lo único posible era la sensación como
testimonio de una experiencia externa, a excepción de Locke, quien
creía que la reflexión era testimonio de una experiencia interna.

Locke fue el primero en decir que la mente humana era similar a una hoja
en blanco o “tábula rasa” en la que las impresiones externas quedaban
grabadas tras haber sido experimentadas. Hume, por otro lado, fue quien
revolucionó la idea de causalidad al decir que era una ficción impuesta
por la mente. Lo mismo hizo con las ideas de sujeto o sustancia,
consideradas hasta entonces como ideas innatas (según el idealismo,
eran las ideas con las que nacían los seres humanos).

George Berkeley, obispo irlandés nacido en 1685, dio paso a un


empirismo extremo. Para él, los objetos solo podían existir si eran
percibidos. Esto se conoció como el principio esse est percipi, “ser es ser
percibido”, que determina que los objetos siempre son percibidos. Incluso
cuando un humano no percibiera algo, ese objeto sería percibido
por Dios como entidad suprema.

Aun cuando el empirismo no terminó con los trabajos de Locke, Berkeley


o Hume, sus ideas fueron recogidas por Immanuel Kant, quien alguna
vez escribió que Hume fue el responsable de despertarlo de su sueño
dogmático. Su obra más conocida, la Crítica de la razón pura, es famosa,
entre otras cosas, por haber ensayado una tercera posición que buscó
solucionar las disputas entre empiristas e idealistas: el idealismo
trascendental.

Características del empirismo


Algunas ideas del empirismo son:

● La realidad sensible puede ser percibida, es el origen de todas


las ideas. Primero percibimos el mundo y luego lo pensamos o
imaginamos. No podemos imaginar algo sin antes haber percibido un
material que alimente el acto de imaginar. El ser humano aprende a
través de sus sentidos.
● El conocimiento es subjetivo. No existen ideas preconcebidas, sino
que se nace con la mente “en blanco”. El conocimiento se adquiere a
partir de experiencias internas (pensamientos, emociones, etc.) y
experiencias externas (materiales y físicas).
● El conocimiento empírico plantea una oposición al racionalismo.
Al mismo tiempo, continúa y valora la crítica nominalista comenzada
en la Baja Edad Media (en cuanto al llamado “problema de los
universales”).

Representantes del empirismo


Hume clasificó el conocimiento como “impresiones” o “ideas”.
Los principales representantes del empirismo fueron:

● John Locke (1632-1704). Fue un filósofo y médico inglés, padre


además del Liberalismo Clásico. Su obra se vio muy influenciada por
los escritos de sir Francis Bacon. Su famoso Ensayo sobre el
entendimiento humano de 1689 fue una réplica a René Descartes, y
proponía que la mente humana era una Tabula rasa, sobre la que se
imprime el conocimiento a posteriori mediante la experiencia.
● David Hume (1711-1776). Fue un filósofo, economista e historiador
escocés, y una de las figuras centrales de la Ilustración escocesa y
del pensamiento occidental. Defendió la tesis de que el conocimiento
deriva de la experiencia sensible. Son célebres sus ensayos Tratado
de la naturaleza humana (1739) e Investigación sobre el
entendimiento humano (1748), en los que reduce todo conocimiento a
“impresiones” o “ideas”, de las cuales surgen dos tipos posibles de
conocimiento: verdades de hecho y relación de ideas.
● George Berkeley (1685-1753). Fue un obispo de Berkeley y filósofo
irlandés, que propuso un idealismo subjetivo o inmaterialista, cuyo
postulado principal era que no existe la materia en sí sino
su percepción. El mundo existe únicamente mientras lo percibimos.
Para explicar por qué el mundo no desaparece mientras dormimos o
cuando parpadeamos, propuso que Dios es el gran observador
del universo, cuyo ojo constante y universal garantiza que todo siga
existiendo.

Empirismo y racionalismo
El empirismo y el racionalismo fueron dos vertientes radicalmente
opuestas, ambas herederas del escepticismo como pensamiento
filosófico.

El escepticismo inglés sostuvo la inexistencia de la posibilidad del


conocimiento a priori y defendió la idea del conocimiento originado a
través de lo percibible por los sentidos.

Por su parte, el racionalismo defendió a la razón y al intelecto como


las únicas vías de conocimiento. René Descartes, uno de sus
principales expositores del racionalismo, intentó mostrar cómo a partir del
cogito (su célebre cogito ergo sum, “pienso, luego existo”) podemos dar
con las ideas que tenemos del mundo. El racionalismo rechazó el
conocimiento obtenido a partir de los sentidos, alegando que estos
pueden engañarnos o brindar información falsa de la realidad.
Las disputas entre ambos sistemas filosóficos no solo se dieron con
respecto al origen del conocimiento, sino también alrededor del
innatismo, la idea de causalidad, sustancia o identidad. De esta disputa
surgió, tiempo después, la obra de uno de los filósofos más importantes
de la modernidad, Immanuel Kant. En la Crítica de la razón pura, Kant
discutió, concilió y superó las posturas sostenidas por uno y por otro.

Importancia del empirismo


El empirismo fue una escuela fundamental en el surgimiento de nuevas
corrientes de pensamiento que intentaron desprenderse del idealismo
como forma de interpretar la realidad. Por ejemplo, permitió el
surgimiento del pensamiento científico y del método científico,
dentro de los que jugó un rol muy importante la deducción, nacida a raíz
del empirismo inglés.

Fuente: https://concepto.de/empirismo/#ixzz7dAtoPWUe

Racionalismo
 
El racionalismo es una corriente filosófica, la cual defiende que el conocimiento
se obtiene a partir de la razón, y no, como defiende el empirismo, de la
experiencia.
El racionalismo se desarrolló durante los siglos XVII y XVIII, y su autor más
destacado fue René Descartes. Aunque también lo desarrollaron en gran
medida autores como Spinoza y Pascal.

Esta corriente se opone al empirismo, ya que esta última puede llevarnos al


engaño y a la confusión de nuestros sentidos. En cambio, el racionalismo, y
según sus autores, es la doctrina válida para conseguir el
verdadero conocimiento.

Descartes, en su obra El discurso del método, propone un procedimiento


mediante el cual obtener el verdadero conocimiento. Para ello, propone
alcanzarlo a través de la duda, denominándose este método como “método
cartesiano”; inspirándose en las matemáticas y en la geometría para su
desarrollo. Cuando el autor lo desarrolló, su ambición era la de establecer
un método global, es decir, que pudiera aplicarse a todas las ciencias. Este se
compone de cuatro reglas, las cuales hay que seguir respetando el orden
indicado. Así pues, estas reglas son: la evidencia, análisis, síntesis y
comprobación.

En síntesis, el racionalismo propone que la razón es el más alto valor en la


búsqueda de conocimiento. Y para escapar de las trampas sensoriales, las
matemáticas se convierten en la disciplina primordial en esta búsqueda, ya
que, al no fallar, el conocimiento analizado es exacto.

¿Cuándo surge el racionalismo?


El racionalismo, como definíamos al inicio, se desarrolló durante los siglos XVII
y XVIII.

No obstante, para remontarnos a su origen, debemos remontarnos a la Francia


del siglo XVII, siendo su principal teórico el conocido filósofo René Descartes.

Características del racionalismo


El racionalismo se distingue del resto de corrientes por identificarse con una
serie de características:

● Conocimiento basado en la razón: La razón, el pensamiento y la reflexión


son las herramientas más útiles que posee el ser humano para alcanzar el
verdadero conocimiento.
● Método cartesiano: La investigación se realiza a través del método diseñado
por Descartes, caracterizado por seguir una serie de reglas infalibles.
● Inclinación por las matemáticas: Descartes creía que podía aplicar a
las ciencias sociales los métodos utilizados en las ciencias puras. Dotaba de
gran importancia a las matemáticas y a la geometría, por su exactitud.
● Método deductivo: Se trata de pasar de lo general a lo particular. Es decir,
observando reglas generales que ocurren en distintos casos, se predice o
afirma lo que ocurrirá en un caso particular. A través de las premisas generales
se obtiene la conclusión.
● Verdades innatas: Existen este tipo de verdades a las que el individuo no
puede llegar a través de la experiencia. Sino que se encuentran en él desde su
nacimiento, y las puede conocer a través de la razón.
● La razón es ilimitada: Esta capacidad del ser humano no tiene límites, y es la
fuente del progreso, el cual no ha cesado desde el inicio de la humanidad.
● Razón sobre la fe: A pesar de las creencias religiosas de los impulsores del
racionalismo, entendían que la razón estaba por encima de los dogmas y el
inmovilismo que planteaban las religiones; concretamente la cristiana.
● Oposición al empirismo: Son dos corrientes de pensamiento totalmente
enfrentadas. Una basada en la razón, la otra en la experiencia.

Diferencia entre racionalismo y empirismo


Son corrientes totalmente opuestas.

De forma general, el racionalismo cree que la razón, el pensamiento y la


reflexión son las herramientas mediante las cuales, el ser humano llega al
verdadero conocimiento. Por el contrario, la corriente empirista afirma que la
experimentación y los sentidos es la vía que nos permite conocer nuestro
entorno y establecer postulados, afirmaciones o teorías.

El método que utiliza el racionalismo es el deductivo. En cambio, el empirismo


se vale del método inductivo, caracterizado este último por la observación de
las pautas sucedidas en casos concretos y, a través de ellas, realizar
postulados generales.

Otra diferencia de peso es la inexistencia, según los empiristas, de las ideas


innatas. Es el ser humano, a través de la experiencia, quien va adquiriendo las
capacidades y los conocimientos que le son de utilidad.

Principios de la filosofía de Descartes - Resumen


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hablaremos de Descartes, el padre de la filosofía moderna y de
sus Principios de Filosofía. El filósofo racionalista, defiende la existencia de
ideas innatas, la autonomía de la razón, a la que considera dotada de una luz
natural, y apuesta por el método científico como el único camino para llegar a la
verdad. Así, Descartes, parte de la duda para llegar a la verdad. La duda será
pues, su punto de partida y su método. ¿Quieres saber más acerca de
los Principios de la Filosofía de Descartes?
Índice
1. Principios de la Filosofía, por Descartes
2. La duda como método
3. Cogito ergo sum. La primera verdad evidente
4. Las 4 reglas del método
Principios de la Filosofía, por Descartes
Descartes publica sus Principios de la Filosofía en el año 1644, en latín y
consiste en un compendio de todo el conocimiento científico que existía hasta
ese momento. Cuatro años más tarde, la obra fue traducida al francés. Esta
obra, considerada una de las más grandes de todos los tiempos, se divide en
cuatro partes:
● 1ª parte. Principios del conocimiento y sus límites, la duda como método, el
cógito y la existencia de las ideas innatas.
● 2ª parte. Principios de las cosas materiales, es decir, aquellas dotadas de
extensión, y el movimiento como facultad de las mismas.
● 3ª parte. Teoría cosmología fundamentada en las matemáticas. Como Galileo,
Descartes estaba convencido de que el universo estaba escrito en lenguaje
matemático.
● 4ª parte. Tratado de la naturaleza o ciencias naturales que abarca diferentes
campos, partiendo de los mismos principios de la física. El mismo método, el
matemático, para todas las ciencias: la geología, la meteorología, o la química,
entre otras.
Esta obra está dedicada a la princesa Isabel de Bohemia y aunque contradice
gran parte de la filosofía aristotélica, Descartes pretendía que se estudiara en
las universidades.

Imagen: Cuadro Comparativo


La duda como método
Descartes parte de la duda como método para llegar a la verdad, ya que este
es el único camino para dejar atrás los prejuicios que acompañan al ser
humano y que dificultan el acceso al conocimiento verdadero. Así, solo puede
afirmarse que algo es verdadero, todo aquello que se presente a la mente
como claro y distinto, tanto, que no quede ninguna duda sobre su evidencia.
La duda es universal, metódica, teorética, hiperbólica. Y así, duda de todo
lo que hay, de la existencia de un mundo exterior, de los sentidos y de las
matemáticas, llegando a la conclusión de que solo Dios, está libre de toda
sospecha, eliminado la hipótesis del genio maligno y haciendo de la perfección
de Dios, el criterio de garantía de la verdad.
Un Dios perfecto no podría engañarnos, por lo tanto, la duda conduce a la
afirmación de una realidad exterior al ser humano, del cogito, de un sujeto
pensante, y que duda, ese mismo que no es capaz de distinguir entre la vigilia
y el sueño, y de las ideas innatas, como las matemáticas. El problema del error,
dice Descartes, no está en la razón, sino en la falta de un método.

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Cogito ergo sum. La primera verdad evidente
Descartes llega, a través de su método, una primera verdad evidente. De lo
lo único de lo que no podemos dudar es de que dudamos, lo que demuestra la
existencia de un sujeto pensante, es decir, del cogito, lo que se resume en la
frase cogito ergo sum. Es posible que no exista una extensión o un ser divino
en el cielo, pero de lo que no cabe ninguna duda, es de que existe
una sustancia pensante.
Descartes afirma, partiendo de esta primera certeza, la existencia de otras dos
substancias, o modos de ser, el cuerpo y el alma. Por lo tanto, existen 3
substancias:
1. Res cogitans. El pensamiento, la mente. Lo primero que se conoce.
2. Res extensa. El cuerpo, la materia.
3. Res infinita. El alma, Dios.
La duda, es el único método para acercarse al conocimiento cierto, al permitir
desprenderse al ser humano de los prejuicios que arrastraba, y que le lleva a
afirmar la existencia de una primera verdad indudable: cogito ergo
sum, pienso, luego existo, la primera verdad evidente de toda la historia de la
filosofía. El pensamiento, la mente, es para el filósofo, lumens naturales,
capaz de conocer con mayor certeza que los sentidos.
Las 4 reglas del método
A continuación, las 4 reglas del método de Descartes (2ª parte del Discurso
del Método de René Descartes)*:
1ª. Evidencia."No admitir como verdadera cosa alguna si no se con evidencia
que lo es, es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no
comprender en mis juicios nada más que lo que se presente tan clara y
distintamente a mi espíritu, que no hubiese ninguna ocasión de ponerlo en
duda."
2ª. Análisis. "Dividir cada una de las dificultades que examinaré, en cuantas
partes fuera posible y en cuantas requiriese su mejor solución"
3ª. Síntesis. "Conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando por los
objetos más simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo
gradualmente hasta el conocimiento de los más compuestos e incluso
suponiendo un orden entre los que no se preceden naturalmente.
4ª. Enumeraciones y revisiones. "Hacer en todo unos recuentos
tan integrales y unas revisiones tan generales, que llegase a estar seguro de
no omitir nada."
*Descartes, R. 2ª parte El Discurso del Método, (págs. 82-83). Alianza
Editorial, 1985.

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Bibliografía
● Descartes, R, Los Principios de la Filosofía, Alianza Editorial
● Descartes, R. El Discurso del Método, 2ª parte, Alianza Editorial
Immanuel Kant

Crítica de la razón pura


1790

Un hito en la historia del pensamiento: La Crítica de la razón pura es la base


revolucionaria de la filosofía moderna.

La revolución copernicana del pensamiento


Con su Crítica de la razón pura, Immanuel Kant desató una verdadera
revolución. El libro dio origen a la filosofía trascendental y provocó un impacto
en sus contemporáneos. El filósofo de Königsberg analiza las bases de nuestra
capacidad de pensar y llega a la conclusión de que es limitada. A diferencia de
muchos filósofos anteriores a él, con su tratado explica que la razón humana
no puede responder preguntas como la de la existencia de Dios o del alma o el
origen del mundo. Kant presupone el constructivismo moderno cuando afirma
que el ser humano solo dispone de posibilidades limitadas (como si fueran
unas gafas) para percibir la realidad. Kant quería reconciliar el empirismo con
el racionalismo a través de su filosofía, pero sus asombrados lectores y sus
numerosos oyentes en la universidad se quedaron con la deprimente
conclusión de que nunca podrían conocer el mundo “verdadero”. Un lector sin
formación filosófica difícilmente tiene la posibilidad de entender a Kant. Y, sin
embargo, el intento vale la pena: sin Kant es imposible concebir a filósofos
como Hegel, Fichte y Nietzsche o la literatura y las teorías estéticas de los
clásicos alemanes.

Ideas fundamentales
● La crítica de la razón pura es la obra principal de Immanuel Kant.
Trabajó en ella alrededor de diez años, hasta que finalmente la publicó
en 1781.
● Al principio, el libro no generó impacto, por lo que en 1787 Kant editó
una versión compacta y otra ampliada.
● La obra trata de establecer las bases para la capacidad humana de
adquirir conocimiento: ¿Qué podemos y qué no podemos saber? Para
poder aprender algo del mundo, necesitamos tanto de los sentidos como
de la razón.
● Hay dos cosas que son independientes de nuestra experiencia y, al
menos, necesarias: el espacio y el tiempo. El pensamiento humano
debe presuponer el tiempo y el espacio para poder reconocer algo.
● El hombre dispone de algunas formas básicas del juicio: las categorías.
Con ellas estructuramos nuestras percepciones y nuestros
conocimientos.
● El concepto revolucionario de Kant: el modo en que vemos el mundo
depende de nuestras percepciones y de nuestro entendimiento. Sin
embargo, nunca podremos saber si las cosas en sí mismas son como
las percibimos.
● Debido a este cambio en el pensamiento filosófico de la época, Kant
suele ser definido como el Copérnico de la filosofía.
● La existencia (o la inexistencia) de las cosas que se encuentran fuera
del mundo de los sentidos (por ejemplo, el alma o Dios) no puede ser
comprobada por la razón.
● A pesar de ello, podemos y debemos pensar estas ideas reguladoras, y
debemos hacerlo con la ayuda de la razón.
● La filosofía kantiana fue revolucionaria y marcó una época: a partir de
Kant, se desarrolló el idealismo alemán (Fichte, Hegel, Schelling).

Resumen
En el campo de batalla de la metafísica

Los seres humanos piensan; eso los diferencia de los animales. Sin embargo,
el entendimiento y la razón también traen aparejados grandes problemas: las
personas se topan con preguntas que no pueden responder, y
cuestionamientos que resultan indispensables (como la interrogante sobre el
origen del universo o la existencia de Dios), cuya respuesta les está vedada.
Estas son las preguntas que investiga la metafísica, las preguntas acerca de lo
que se esconde detrás de los objetos físicos. Todo lo que existe en el mundo
es físico. Todo lo que está más allá de él (por ejemplo, el sentido de la vida)
pertenece al área de la metafísica (meta = más allá). Esto incluye una pregunta
crucial: ¿qué somos capaces de conocer? Los racionalistas acatan el dictamen
de la razón, y los empiristas deben experimentar todo antes de considerarlo
como verdadero. La Crítica de la razón pura busca reconciliar a estos dos
enemigos en el campo de batalla de la metafísica. Su objeto es la prueba
(crítica) de las posibilidades de adquirir conocimiento sin basarnos en las
experiencias (lo que lo hace puro).

La revolución copernicana

Cuando se trata de conocimiento, nos encontramos frente a un problema


básico: los investigadores y el objeto de estudio se encuentran en una
determinada relación, pero ¿cuál es esa relación? Antes se creía que la
comprensión humana se regía por los objetos que estudia. En otras palabras,
la comprensión absorbe todo lo que se puede descubrir. Necesariamente, el
hombre debe darse por vencido cuando se topa con fenómenos que no puede
procesar a través de la comprensión.

“(...) me atrevo a decir que no debería haber una sola tarea metafísica que no
se pudiera resolver aquí o que al menos no pudiera proporcionar la llave para
su resolución””.
Una teoría del conocimiento de este tipo lleva entonces a la equivocación, del
mismo modo en que las personas en tiempos de Copérnico se equivocaron al
pensar que las estrellas giraban alrededor del Sol. Se trataba de una
afirmación basada en la observación, pero que se contradecía con los cálculos
del astrónomo Copérnico, quien cambió completamente el modo de ver las
cosas: el Sol no gira alrededor de la Tierra; la Tierra gira alrededor del Sol.
Este giro copernicano, esta revolución del pensamiento, también se produjo en
la metafísica: no es la comprensión lo que gira alrededor de las cosas, sino que
las cosas giran alrededor de nuestra comprensión. La comprensión es la
medida de todo el conocimiento. Por lo tanto, solo comprendemos las cosas
que nuestra comprensión puede entender, y solo podemos captarlas del modo
en que podemos entenderlas. Esto significa que podemos explicarnos lo
inexplicable del mundo por medio de construcciones auxiliares. Si miramos a
través de unos binoculares, podemos describir un planeta determinado como
objeto en el universo, un planeta rojo o Marte, dependiendo de nuestra
educación y conocimiento previo, es decir, dependiendo de nuestra
experiencia. El objeto en sí mismo no se modifica por el nombre o los
conceptos que usamos para referirnos a él, pero, gracias a ello, podemos
llegar a conocerlo.

Juicios analíticos y sintéticos

El punto de partida de nuestro conocimiento son nuestros sentidos. Todo lo


que experimentamos o lo que perciben nuestros sentidos es lo que definimos
como empírico. Sin embargo, también hay un conocimiento que no surge de la
experiencia. Este conocimiento es un conocimiento a priori (en latín, anterior),
a diferencia del conocimiento condicionado por la experiencia, que es un
conocimiento a posteriori (en latín, posterior). El conocimiento a priori debe ser
al mismo tiempo obligatorio y universal. La afirmación “el zaino es un caballo
negro” cumple con estas condiciones. Esta oración es, al mismo tiempo, un
ejemplo de juicio analítico. El término “analítico” caracteriza juicios en los que
el sujeto y el predicado (también: sustantivo y adjetivo descriptivo) coinciden y,
necesariamente, se completan (zaino = caballo negro). Lo contrario sucede con
los juicios sintéticos: aquí, se agrega información proveniente de la
experiencia. En la oración “Mi vecino es un avaro”, de la palabra vecino no se
desprende que sea avaro. Solo la experiencia del hablante le permite hacer
este juicio (sintético).

¿Cuáles son las condiciones para que se produzca el conocimiento?

Evidentemente, con los juicios analíticos, el hombre gira todo el tiempo sobre
su propio eje. Solo los juicios sintéticos le aportan nuevo conocimiento. La
pregunta central es: ¿existen juicios sintéticos a priori? La respuesta es un sí
definitivo, en la medida en que hablemos de las disciplinas científicas clásicas.
En la física, la geometría o las matemáticas, es sencillo probar esta idea. La
frase matemática 7+5=12 es universal y obligatoria (es decir, a priori), pero al
mismo tiempo, sintética, porque la cifra 12 también se puede componer de
otras cifras. ¿Existen estos juicios sintéticos a priori en la metafísica? Si lo
hacen, su cientificidad estaría probada. Y ese es, en definitiva, el tema de
la Crítica de la razón pura: establecer cuál es la base de todo conocimiento. Se
trata de una filosofía trascendental (del latín transcendere, atravesar), que
analiza la cuestión sobre las condiciones para que se produzca nuestro
conocimiento.

Estética trascendental: la percepción sensorial

Los elementos de la estética trascendental (estética no es aquí la teoría de la


belleza, sino que se utiliza en su sentido original, del griego aisthesis,
percepción), es decir, de la investigación de los alcances de la percepción,
siempre son la razón y la percepción sensorial. Una no tiene sentido sin la otra:

1. Los conceptos provenientes puramente de la razón, que no pueden


llenarse con contenido, están vacíos. La razón necesita de los sentidos
para formarse una imagen de la cosa. Por ejemplo: la palabra
francesa chien es un término que no significa nada para quien no
conoce el idioma. Quien sí lo conoce, lo vinculará con la imagen de un
perro.
2. Las imágenes carentes de conceptos son ciegas. Por ejemplo: quien
toma un aparato que no conoce en sus manos y cuya función y finalidad
le son desconocidas, solamente tendrá ante sí una cosa. Le falta el
concepto asociado con esta imagen ciega.

“La razón humana tiene el particular destino en un tipo de conocimiento: le


incomodan las preguntas que no puede rechazar, pues ellas le están dadas por
la naturaleza de la razón misma, pero no puede responderlas, pues
sobrepasan todo alcance de la razón humana””.
Existen dos imágenes sensoriales que pueden ser pensadas “puramente”, es
decir, a priori, y que influyen en nuestra percepción cuando no hay experiencia
alguna:

1. El espacio – La idea del espacio es necesaria. No puede ser dejada de


lado. Podemos imaginarnos en una habitación de una casa y eliminar
poco a poco los elementos espaciales que la componen, pero, al final,
debe quedar un espacio con alguna forma.
2. El tiempo – Aquí rige lo mismo que para el espacio. Es posible imaginar
que determinadas acciones tienen lugar en distintos momentos, pero no
podemos eliminar el tiempo de nuestros pensamientos. Toda acción
está vinculada con alguna concepción de tiempo.

“El campo de batalla de estas luchas interminables se llama ahora metafísica””.


Por cierto, el tiempo y el espacio no son construcciones auxiliares de nuestro
pensamiento (pues serían conceptos), sino que son imágenes, tienen un efecto
sensorial en nosotros.

La lógica transcendental: las categorías

La estética trascendental es a la percepción lo que la lógica trascendental es al


pensamiento. Esta se pregunta por las leyes o principios del pensamiento que
tienen validez a priori. No pueden depender de la experiencia ni de las
impresiones sensoriales; deben ser elementales –es decir, no pueden ser
compuestas– y deben poder comprenderse de manera integral. Cada vez que
usamos nuestra comprensión, hacemos un juicio sobre el mundo. Para ello,
hacemos uso de diferentes formas de juicio, denominadas categorías. Existen
los siguientes grupos de categorías:

1. Cantidad: unidad, multiplicidad, totalidad


2. Cualidad: realidad, negación, limitación
3. Relación: inherencia y subsistencia, causalidad y dependencia,
comunidad
4. Modalidad: posibilidad/imposibilidad, existencias/inexistencia,
obligatoriedad/casualidad

Deducción trascendental

¿Son estas categorías adecuadas? ¿Cómo se explica que las categorías, que
son conceptos puros de la comprensión, puedan aplicarse a objetos
concretos? De eso se trata la deducción trascendental. Aquí es donde aparece
el giro copernicano en el pensamiento, en especial, si tenemos en cuenta el
significado del principio de la causalidad.

“Pero, aunque todo nuestro conocimiento se eleve por la experiencia, esto no


significa que surja de la experiencia””.
La oración: “El helado se derrite porque brilla el sol” contiene la categoría de la
causalidad. Las dos situaciones (el brillo del sol y el helado derritiéndose)
pueden percibirse a través de los sentidos, pero la causalidad (el “porque”) no
es una impresión sensorial, sino un elemento de la comprensión. La
comprensión opera como un sello que imprime las categorías en las
percepciones para ordenarlas. Hace hago notable: vincula la objetividad (el
derretimiento del helado, el brillo del sol) con la subjetividad (“porque”). Por
eso, es posible afirmar que los objetos dependen del modo en que los
percibimos.

“La filosofía necesita de una ciencia que determine a priori las posibilidades,
los principios y el alcance de todo conocimiento””.
El esquema trascendental funciona como el elemento que vincula la
percepción y el pensamiento: esto es una capacidad que nos permite ordenar
una multiplicidad de posibilidades de conocimiento según un modelo
predefinido. Por ejemplo, todos poseemos un esquema que nos permite
reconocer a un perro. Pero el esquema es mucho más general que la imagen
de un perro en particular y ayuda a la comprensión a utilizar la categoría
correcta para cada percepción sensorial.

Los límites de la comprensión y los refugios de la razón

Todo lo que está fuera del reino de la comprensión y de las percepciones


sensoriales nos está vedado. La percepción sensorial es el fenómeno (lo
visible), todo lo demás es el noúmeno (lo pensado). El noúmeno alberga la
cosa en sí misma que no podemos entender con nuestra comprensión. Aquí es
donde entra en juego la razón, que está superordinada a la comprensión. La
razón puede acceder al reino de las ideas, es decir, a todas las concepciones
obligatorias que no están subordinadas a las condiciones del mundo sensorial.
Estas ideas son necesarias desde el punto de vista de la razón. Estas ideas
son necesarias desde el punto de vista de la razón, del mismo modo que lo es
el horizonte: es necesario (porque algo debe ser el final de nuestra mirada),
pero nunca podemos alcanzarlo. No podemos conocer las ideas (con la
comprensión), pero podemos pensarlas (con la razón). Hay tres ideas
trascendentales centrales que podemos pensar, pero no demostrar:

1. Inmortalidad –Es una idea que el hombre opone a las condiciones


terrenales a las que está sujeto.
2. Libertad – Si el mundo se rige por determinadas leyes naturales que
siguen estrictamente la regla de causa y efecto, también es posible
pensar una libertad de acción, superarla.
3. Dios – Este es el ideal trascendental que cierra todo el conocimiento
humano.
Dialéctica trascendental

La razón puede pensar las ideas; sin embargo, resultan contradictorias. Las
afirmaciones sobre el hombre, el mundo y Dios son antonimias:
contradicciones aparentes que son necesarias. Por ejemplo, la idea de la
libertad incluye tanto la posibilidad de las cadenas de causalidad (un hecho
sigue a otro, por ejemplo: “salvé a un niño de la corriente de un río porque su
madre me paga para hacerlo”), como la posibilidad del libre albedrío. Si todo
depende de todo, no puede haber un principio en la cadena de causalidad,
pues el inicio tendría que haber sido voluntario, sin causalidad (es decir:
“Ayudo al niño porque creo que es lo humanamente/moralmente/éticamente
correcto”). Por eso, no existe la libertad de comenzar de nuevo. Las
oposiciones de las ideas confunden nuestra razón: tiene la necesidad de
encontrar una posibilidad absoluta y definitiva y fracasa por ello. Así, por
ejemplo, la existencia de Dios es tan posible como imposible: no podemos
probar su existencia con los medios al alcance de los seres humanos, pero
tampoco podemos probar su inexistencia.

Acerca del texto


Estructura y estilo

La Crítica de la razón pura tiene una estructura clara, aunque el solo mirar el


índice puede hacer tambalear a quien no conoce la terminología de Kant: los
diferentes capítulos parecen ser similares y el uso de algunos términos carece
de homogeneidad. A grandes rasgos, el libro está dividido en una teoría
elemental y una teoría del método. La teoría elemental, la parte principal de la
obra, está compuesta por la estética trascendental, que analiza las
características esenciales de la percepción puramente sensorial, como el
tiempo y el espacio, y de la lógica trascendental, que hace lo mismo en
relación con el pensamiento. Esta última está dividida en la analítica
trascendental, que se ocupa de los diferentes componentes de la comprensión
(las categorías), y la dialéctica trascendental, dedicada a las áreas que la
comprensión no puede alcanzar, pero sí la razón. Aquí, lo que importan son las
cuestiones fundamentales de la metafísica, el hombre, el mundo y Dios. El
estilo de Kant era complicado incluso para sus contemporáneos. Eso no ha
cambiado. El libro puede resultar confuso y el lector quizá se pregunte con
frecuencia: cuál es el objetivo de Kant. Solo quien tiene esta pregunta
constantemente en mente puede seguir el hilo.

Enfoques interpretativos

● La palabra “crítica” en el título no significa criticar, en el sentido de


evidenciar los errores, sino alumbrar, verificar, pensar. Así, Kant es el
creador del criticismo en la filosofía.
● La obra de Kant se publicó en un momento en el que varias teorías del
conocimiento luchaban en la arena de la metafísica. Las principales
corrientes eran el racionalismo y el empirismo.
● El racionalismo desprende todo el conocimiento de la comprensión.
Las experiencias no desempeñan ningún papel y pueden confundirnos;
por ello, solo el sujeto pensante es responsable de sacar conclusiones y
llegar a soluciones. Kant critica esta perspectiva, ya que cree que
existen condiciones para el conocimiento que dependen de la
experiencia.
● El empirismo considera que la experiencia es la única fuente del
conocimiento. No es posible conocer nada que no haya pasado antes
por los sentidos. Kant coincide solo parcialmente con esta teoría del
conocimiento (hay un mundo perceptible a través de los sentidos), pero
afirma que también es posible contar con un conocimiento a priori, es
decir, sin la ayuda de la experiencia.
● El gran logro de Kant radica, sobre todo, en descubrir que hay un área
(la “cosa en sí misma”) que el hombre jamás podrá comprender debido
a su insuficiente capacidad de conocer. Esta es una conclusión brutal
que nadie antes expresó con tanta claridad. Lo que vemos no es la
verdadera realidad, sino una mezcla de impresiones sensoriales y su
procesamiento en nuestra mente. El conocimiento lo construye el
pensamiento.
● Kant es uno de los grandes críticos de la metafísica, es decir, de la
subdisciplina de la filosofía que se ocupa del origen, la causa y el
objetivo del ser. Uno de los principales temas de la Crítica de la razón
pura es determinar si la metafísica es posible.

Antecedentes históricos
La Ilustración

Durante siglos, durante la Edad Media, las personas se basaban en la tradición


(textos, leyendas, autoridades) para decidir si algo era correcto o incorrecto. Lo
que valía, la autoridad del pasado, era una mezcla de textos bíblicos y textos
del filósofo griego Aristóteles. Esta mezcla se conocía con el nombre de
escolástica. Lo que no respondía a la tradición escolástica era sospechoso o,
simplemente, inválido. El Humanismo y el Renacimiento (siglos XIV a XVI)
debilitaron la escolástica antes de que la Ilustración la destruyera por completo.

Immanuel Kant fue uno de los representantes principales de la Ilustración y


proporcionó su definición más famosa: “La Ilustración es la puerta de salida del
hombre de la minoría de edad que se ha provocado a sí mismo. La minoría de
edad es la incapacidad de usar el propio entendimiento sin la ayuda de otro”.
Esto es lo que escribió Kant en 1784, en su texto programático ¿Qué es la
Ilustración? Para ese entonces, el movimiento ya se había expandido por
grandes partes de Europa. Filósofos como René Descartes, estadistas
como Thomas Hobbes y científicos como Isaac Newton sentaron las bases
para una postura que destacaba la razón humana y dejaba de lado las teorías
del conocimiento místicas y religiosas del pasado. La ciencia, la observación
de la naturaleza y los experimentos eran los nuevos métodos con los que se
comprendía el mundo.
Se creía que con la Ilustración sería posible descifrar completamente la
realidad. Se hicieron descubrimientos –en la astronomía, las leyes de los
planetas; en la física, la gravedad, la mecánica; en la náutica, el
descubrimiento de nuevas tierras– y realmente parecía que, poco a poco, sería
posible descubrir los misterios del mundo. Kant le puso un freno a este
optimismo. Según él, el conocimiento siempre estaría influenciado por nuestra
estructura de pensamiento. Y porque sin la estructura del pensamiento no
podemos percibir ni juzgar nada, nunca podremos acercarnos a la verdadera
realidad. Nuestro pensamiento no reproduce la realidad, la crea (construye).

Origen

Kant escribió en unos pocos meses el primer texto de su obra crítica (que
incluye también la Crítica de la razón práctica y Crítica del juicio). Kant, que
escribió su tesis doctoral y su tesis de habilitación el mismo año, se había
tomado diez años para pensar sus ideas íntegramente. En 1770 obtuvo un
puesto como profesor a cargo de la cátedra de Metafísica y Lógica en la
universidad de Königsberg, que había esperado durante mucho tiempo. En
mayo de 1781, publicó finalmente la Crítica de la razón pura. Pero la reacción
del público fue decepcionante: el libro fue considerado muy complicado y fue
descartado por incomprensible. Dos años más tarde, Kant volvió a intentarlo
con una versión simplificada y abreviada. Pero este prolegómeno (una especie
de resumen de su obra) cosechó el mismo desconcierto. Incluso, debido a los
recortes, la obra resultó aun más incomprensible que el original. Por eso, en
1787, Kant editó una segunda versión completa revisada. Todavía no estaba
impresa, pero la reacción cambió entre los lectores: finalmente comprendieron
y Kant se convirtió en una estrella de la filosofía. El círculo de Weimar, liderado
por Johann Gottfried Herder y Johann Wolfgang von Goethe, se interesó
ávidamente por su filosofía. Herder incluso asistió a las clases de Kant.

Influencia

Kant es uno de los principales filósofos de todos los tiempos. Su influencia no


solo se extiende en los círculos filosóficos: muchos escritores y artistas de su
tiempo se ocuparon de su obra. Friedrich Schiller estudió especialmente las
explicaciones de Kant sobre la estética, y sobre estos fundamentos construyó
su propia teoría estética. La filosofía crítica de Kant ejerció su mayor influencia
en los representantes del Idealismo alemán: Georg Wilhelm Friedrich
Hegel, Johann Gottlieb Fichte y Friedrich Wilhelm Schelling intentaron
llenar los vacíos de la filosofía kantiana, en especial, trataron de delimitar aún
más sus nociones de la cosa en sí misma, lo necesario y lo absoluto. Arthur
Schopenhauer escribió: “El estilo de Kant tiene la impronta de un espíritu
superior, particular y firme, con una capacidad intelectual excepcional”.
Según Schopenhauer, Kant tiene una “parquedad brillante, que le permite
definir los conceptos con gran seguridad y jugar con ellos con una libertad que
despierta el asombro del lector”. Entre 1860 y 1945, se formaron dos escuelas
neokantianas que exigían con vehemencia: “¡Hay que volver a Kant!”

Sobre el autor
Immanuel Kant nació el 22 de abril de 1724 en Königsberg (hoy Kaliningrado)
y creció en el seno de una familia de escasos recursos. Su educación se vio
muy influenciada por las profundas convicciones religiosas de sus padres.
Luego de asistir al colegio secundario en una escuela pietista, Kant estudió,
entre otras cosas, matemáticas, ciencias naturales, teología y filosofía. Tras la
muerte de su padre en 1746, y para poder alimentar a sus hermanos,
abandonó la universidad y se convirtió en docente particular para familias
adineradas de los alrededores de Königsberg. Gracias a sus contactos con la
nobleza, aprendió los modales de la alta sociedad. Al regresar a la universidad,
obtuvo un doctorado y recibió su habilitación con publicaciones en el área de la
astronomía y la filosofía. Sus clases en la universidad gozaban de gran éxito. A
pesar de ello, en 1758 se postuló infructuosamente para cubrir una vacante en
lógica y metafísica en Königsberg. Al mismo tiempo, rechazo ofertas de
puestos en Jena y Erlangen debido a su estrecho vínculo con su ciudad natal.
En 1770 se abrió una plaza en su área de interés, por lo que recibió un puesto
de profesor en la universidad de Königsberg y, por un tiempo, también fue
rector de la institución. Durante sus casi 30 años de trabajo en la universidad,
Kant llevó una vida estrictamente regulada. Su rutina estaba planeada con
extrema precisión, tanta, que se dice que los habitantes de Königsberg podían
ajustar sus relojes a partir del programa diario de Kant. En 1781 publicó
la Crítica de la razón pura, la primera de sus tres críticas. Puesto que sus tesis
se toparon con la incomprensión y el desdén, en 1787 publicó una segunda
edición modificada. En 1788 le siguió la Crítica de la razón práctica y, en 1790,
la Crítica del juicio. Mientras tanto, las ideas de Kant lograron imponerse: en su
vida se publicaron más de 200 textos sobre su obra y hasta los ciudadanos
comunes discutían sus ideas en la peluquería. Kant murió el 12 de febrero de
1804, en Königsberg. Al parecer, sus últimas palabras fueron: “Está bien”.

ACTIVIDAD N°2

1) Menciona los problemas de los que se ocupa la Filosofía. ¿Cuáles te interesan más?
2) Explica la etimología de la palabra Filosofía.
3) Realiza una línea del tiempo exponiendo la historia de la Filosofía.
4) Explica con tus palabras cada una de las preguntas expuestas en el artículo tratadas
por la filosofía.
5) ¿De qué se ocupa la filosofía en la actualidad?¿Cual es su utilidad?
6) ¡Qué es la gnoseología? Explica su origen.
7) Realiza una línea del tiempo al respecto del desarrollo de las teorías y aportes
gnoseológicos.
8) Realiza un cuadro con los diferentes niveles de conocimiento gnoseológicos.
9) ¿Qué es pensar?
10) Diferencia Doxa de Episteme.
11) Realiza un cuadro comparativo entre empirismo, racionalismo, intelectualismo y
apriorismo.
12) Explica la teoría tomista del conocimiento humano.
13) Realiza un cuadro comparativo entre las distintas teorías acerca de la esencia del
conocimiento.
14) Explica que es la epistemología y cuáles son sus orígenes.
15) Realiza un cuadro comparativo entre la teoría platónica y aristotélica.
16) Realiza un cuadro comparativo entre los filósofos mencionados en el artículo.
17) Distingue Gnoseología de epistemología.
18) Realiza un cuadro comparativo entre empirismo y racionalismo en el que se expongan
los siguientes datos: origen, etimología, principales representantes, principales ideas,
apriorismo. Pueden juntar varias hojas con cinta scotch.
19) ¿Cuál fue el punto de partida del pensamiento de Descartes? Explica su objetivo y
método.
20) Explica la primera verdad evidente postulada por Descartes incluyendo las tres
sustancias.
21) Realiza un cuadro en el que expliques las cuatro reglas del método de Descartes junto
a las reglas de los mismos.
22) ¿Por qué se habla de una revolución copernicana al respecto de La Crítica de la razón
pura kantiana?
23) ¿Por qué se habla de metafísica y de crítica?
24) Distingue entre juicios analíticos y sintéticos. Ejemplifica.
25) Explica las condiciones necesarias para que se produzca el conocimiento.
26) Explica la estética trascendental kantiana y sus elementos.
27) ¿Qué quiere decir el autor con que espacio y tiempo tienen un efecto sensorial en
nosotros?
28) ¿Qué es la lógica trascendental? Menciona las diferentes categorías.
29) ¿Qué es la deducción trascendental?
30) Explica los límites de la comprensión y los refugios de la razón. Menciona y explica las
tres ideas trascendentales.
31) ¿Qué es la dialéctica trascendental?
32) ¿Por qué se afirma que Kant es el creador del criticismo en la filosofía?
33) ¿En qué radica la importancia y el éxito de la teoría kantiana?

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