Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Investigación
FACULTAD DE.........
ESCUELA PROFESIONAL DE…
(Mayúsculas, Arial 18 puntos/ Arial 16 puntos)
AUTOR(ES):
Presentarlos por orden alfabético (Mayúsculas y minúsculas, Arial 12 puntos)
Apellidos, Nombres (orcid.org/….)
Apellidos, Nombres (orcid.org/….)
Apellidos, Nombres (orcid.org/….)
Apellidos, Nombres (orcid.org/….)
Apellidos Nombres (orcid.org/….)
Apellidos, Nombres (orcid.org/….)
ASESOR(A)(ES):
Grado académico. Apellidos, Nombres (orcid.org/….)
(Mayúsculas y minúsculas, Arial 12 puntos)
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN:
………………………..
(Mayúsculas y minúsculas, Arial 12 puntos)
P á g i n a 1 | 64
INTRODUCCIÓN
P á g i n a 2 | 64
de conductas dirigidas al lesionar el interés patrimonial de la administración
oficial, el peculado no se distingue por su naturaleza de los bienes afectados,
pues el dinero, por ejemplo, es dinero en poder de los particulares o en las
cuentas y depósitos del Estado, sino ante todo por la ruptura de la confianza
que las autoridades dan a un funcionario público a fin de que este vela directa o
indirectamente por las cosas que se le entregan o que se ponen bajo su
administración.
P á g i n a 3 | 64
EL DELITO DEL PECULADO
I. ORIGEN Y DEFINICIÓN
La palabra “peculado” proviene del latín pecus que significa ganado, y que
después se extendió a la moneda de cobre en la que aparecía la cabeza de un
buey, y de ahí se generalizó para designar al patrimonio público.
P á g i n a 4 | 64
que disponen las administraciones públicas”.
Hay varios aspectos del bien jurídico que resultan afectados del “peculado”.
Aquí está en juego diferentes aspectos del ya conocido bien jurídico “correcto
funcionamiento de la administración pública en un estado social y democrático
de derecho”: El patrimonio de Administración Pública, la Fe y la confianza
pública depositada en el funcionario encargado de percibir, administrar, o
custodiar bienes de administración pública, la seguridad con que la
administración pública quiere preservar los bienes públicos, lo cual es
equivalente al cumplimiento de deberes del funcionario para con el estado.
P á g i n a 5 | 64
también sus características según se trate de un empleado público o un
trabajador oficial, en efecto a los empleados públicos se les considera
funcionarios de carrera cuando han solicitado y obtenido su admisión en la
carrera administrativa, en cuanto que los trabajadores oficiales se vinculan a la
administración por medio de un contrato de trabajo, y tanto su permanencia
como desvinculación deben ceñirse a las normas que rigen la materia, es decir,
las disposiciones del Código Sustantivo de Trabajo. A lo que se suma las
diferentes definiciones del indicado concepto que hacen nuestras propias leyes;
todo lo cual, determina que no exista un concepto universal, por lo menos, a
nivel de jurisdicción interna, de funcionario público entonces, pasaremos a
detallar la clasificación que se hace de los funcionarios o servidores públicos.
P á g i n a 6 | 64
V. OBJETO MATERIAL DEL DELITO U OBJETO MATERIAL DE LA
ACCIÓN
Es la persona o cosa sobre la que recae la acción del sujeto activo. Puede ser
la persona (individual o colectiva), los animales y las cosas inanimadas. El
objeto material no se da en todos los delitos; los de simple actividad (por ej. El
de falso testimonio) y los de omisión simple (por ej. Omisión de denuncia,
carecen de objeto material).
En algunos delitos puede coincidir el objeto material y el sujeto pasivo, como
será el homicidio, sin embargo, en otros delitos se diferencia claramente. En el
robo el objeto material es la cosa el sujeto pasivo es el titular del interés o bien
jurídico violado: el dueño de la cosa.
El objeto material del delito no debe confundirse con el instrumento del delito
que son los objetos con que se cometió el delito, el cuchillo en un homicidio,
una palanca en el caso de robo de vivienda, etc.
En el delito de peculado los objetos materiales son los caudales o efectos cuya
administración, percepción o custodia le ha sido confiada al funcionario por
razón de su cargo; es obvio que tiene que tratarse de caudales o efectos
públicos.
La percepción es la función de recibir bienes para ingresarlos o regresarlos a
ella, siempre y cuando lo sea para integrarlos en la pertenencia de la
administración, ya que solo entonces adquieren carácter de públicos (no basta
una simple tenencia por razones de seguridad por ej. Depósitos en garantía de
particulares que no entran a ser pertenencia de la administración pública).
Custodia es la actividad de cuidado y vigilancia sobre bienes que importa su
tenencia y se realiza como función administrativa de vigilancia (por ejemplo: el
cuidado de un furgón de dinero de un banco que lleva a cabo un agente de la
fuerza pública.
La administración, la percepción y la custodia deben hacer sido confiadas al
agente (funcionario) en razón de su cargo; ¿aquí se suscita un interrogante? Es
suficiente la entrega facultativa o es necesario que la entrega facultativa o es
necesario que la entrega sea obligada o determinada por las leyes,
reglamentos u órdenes legitimas. La doctrina en su gran parte se ha
pronunciado en el sentido de que el tipo no se refiere a la entrega facultativa,
sino a la impuesta o autorizada por las disposiciones administrativas, en cuanto
P á g i n a 7 | 64
otorgan la competencia al funcionario para realizar dichas funciones; el
funcionario incompetente no ingresa en el círculo del peculado, según lo
dejamos dicho al hablar de la conducta típica.
1. CUESTIÓN PRELIMINAR
El artículo 387º reproduce in extenso, con mínimas modificaciones y con
excepción de las circunstancias agravantes, el artículo 346 del Código Penal de
1924. Los cambios se centran en el uso del tiempo presente de los verbos
"apropiar" y "utilizar" empleados en el código actual vigente, así como en el
monto de las penas. Las fuentes extranjeras que influyeron para la redacción
de esta figura son diversas: el Código Penal Argentino de 1922, el uruguayo de
1889, los italianos de 1889 y 1930. Y también en parte los españoles de 1870,
1928 y 1973. La fórmula peruana de peculado ha preferido utilizar los verbos
rectores "apropia o utiliza" para definir los comportamientos típicos del sujeto
activo. Se aparta así de las fórmulas española y francesa que emplean el verbo
"sustraer", pero conserva la alusión a los conceptos "caudales y efectos"
contenidos en las referidas legislaciones.
2. TIPO PENAL
Artículo 387.- El funcionario o servidor público que se apropia o utiliza, en
cualquier forma, para sí o para otro, caudales o efectos cuya percepción,
administración o custodia le estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho
años.
Cuando el valor de lo apropiado o utilizado sobrepase diez unidades
impositivas tributarias, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de ocho ni mayor de doce años.
Constituye circunstancia agravante si los caudales o efectos estuvieran
destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social.
En estos casos, la pena privativa de libertad será no menor de ocho ni mayor
de doce años.
P á g i n a 8 | 64
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por otra persona la
sustracción de caudales o efectos, será reprimido con pena privativa de libertad
no mayor de dos años o con prestación de servicios comunitarios de veinte a
cuarenta jornadas. Constituye circunstancia agravante si los caudales o efectos
estuvieran destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social. En
estos casos, la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de
cinco años."
DERECHO COMPARADO:
La fórmula peruana de peculado ha preferido utilizar los verbos rectores
"apropia o utiliza" para definir los comportamientos típicos del sujeto
activo. Se aparta así de las fórmulas española y francesa que emplean
el verbo "sustraer", pero conserva la alusión a los conceptos "caudales y
efectos" contenidos en las referidas legislaciones.
3. TIPICIDAD OBJETIVA
P á g i n a 9 | 64
funcional y lo diferencian del tipo penal común de apropiación ilícita, donde la
fuente productora y vinculante de la posesión puede ser cualquier título al
margen del nexo por razón del cargo público. La naturaleza jurídica de la
posesión a tomar en cuenta en el derecho penal, como se ha indicado ya, hace
mención tanto al poder de hecho sobre la cosa (tenencia) como también a la
facultad de su disposición jurídica.
P á g i n a 10 | 64
a ser el responsable de la unidad administrativa o titular del pliego. Rigen aquí
las reglas civiles extra penales para el cuidado y gobierno de los caudales y
efectos ingresados a la esfera de la administración pública, sean públicos o de
particulares. Administran caudales y efectos los tesoreros, los almacenistas, los
administradores judicialmente nombrados, los funcionarios o servidores del
Banco de la Nación a cargo de los depósitos judiciales, etc.
4. SUJETO ACTIVO
El tipo penal exige un “funcionario público” con competencia funcionarial
específica.
La administración, percepción o custodia de los bienes públicos deben haber
sido confiadas al funcionario en razón de su cargo (relación funcionarial
específica). No se trata de una simple entrega de bienes como una cuestión de
confianza en el funcionario (entrega facultativa), o derivada de la costumbre o
del consenso o de cualquier otra circunstancia (por ejemplo, que se haya
llegado a la tenencia por engaño, abuso, etc.); el funcionario debe tener los
bienes en función de lo dispuesto por la ley, no debe tener los bienes en
función de los dispuesto por la ley, no debe bastar con que el funcionario
disponga de los bienes “con ocasión” de sus funciones.
P á g i n a 11 | 64
La exigencia de esta “relación funcionarial específica”, para algunos, se debería
a que el peculado es la “especial violación de los deberes del cargo y
únicamente se puede dar cuando la entrega de los bienes quede comprendida
en la competencia propia de aquél”.
Pero, en realidad, la delimitación estricta del sujeto activo se deriva de una
interpretación correcta en función del bien jurídico tutelado (funcionamiento de
la Administración Pública). El bien jurídico sólo se verá afectado cuando el
funcionario ataca el patrimonio del Estado infringiendo el deber específico que
tiene para con los bienes que le han sido encomendados; no puede haber una
violación de “deberes generales del cargo”.
5. SUJETO PASIVO
Es el Estado como único titular del bien jurídico protegido con la tipificación de
este delito.
6. CONDUCTA TÍPICA
La acción típica en el delito de peculado está conformada por los verbos
rectores “apropiar” o “utilizar”. En cuanto al concepto de “apropiación”, parte de
la doctrina distingue entre el acto de apoderamiento y la sustracción,
entendiendo que el “apoderamiento” sería sustraer la cosa de la esfera de
custodia del legítimo tenedor para ingresarlo en la propia esfera, por otro lado,
la “sustracción” solamente implicaría “apartar, separar, extraer” la cosa de la
esfera de custodia en que el bien se encontraba legalmente. Contrario sensu,
la doctrina italiana ha sostenido una interpretación distinta, entendiendo que la
P á g i n a 12 | 64
apropiación sería no cumplir con devolver o entregar a un tercero una cosa
recibida con esa finalidad, lo cual incluso podría incluir la simple sustracción;
sin embargo, el criterio para definir la “apropiación”, en opinión predominante
por la doctrina nacional, es que el acto de apropiar estriba en hacer suyos
caudales o efectos que pertenecen al Estado, apartándolo de la esfera de la
función de la Administración Pública y colocándose en situación de disponer de
los mismos y este criterio encierra tanto el acto de apropiar como el de
sustraer, pues implicaría que el sujeto activo es quien sustrae bienes o
caudales ya sea en beneficio de él (peculado propio) o en beneficio de un
tercero (peculado en su modalidad de apropiación a favor de tercero).
En este caso, el tipo penal contenido en el artículo 387 del Código Penal
presenta cuatro modalidades delictivas distintas, a saber:
P á g i n a 13 | 64
8. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO
El objeto genérico de la tutela penal es proteger el normal desarrollo de las
actividades de la administración pública. Por tratarse el peculado de un delito
pluriofensivo, el bien jurídico se desdobla en dos objetos específicos merecedores
de protección jurídico-penal:
(a) Garantizar el principio de no lesividad de los intereses patrimoniales de
la administración pública, asegurando una correcta administración del
patrimonio público, y
(b) Evitar el abuso de poder del que se halla facultado el funcionario o
servidor público que quebranta los deberes funcionales de lealtad y
probidad, garantizando el principio constitucional de fidelidad a los
intereses públicos a que están obligados los funcionarios y servidores.
Y
9. TIPICIDAD SUBJETIVA
Con relación al aspecto subjetivo del delito, la modalidad dolosa del peculado,
está determinada por el conocimiento del sujeto activo en el carácter de bien
público y de la relación funcionarial, así como la intención de apropiarse o dar
uso privado a los bienes. En esa medida, el dolo del sujeto activo involucrará
dos elementos, en un primer término, el hecho que el funcionario o servidor
público sea consciente que las conductas de apropiación o utilización que lleva
a cabo involucran bienes que constituyen parte del patrimonio del Estado; y, en
segundo lugar, que el sujeto activo lleve a cabo la acción con la intención de
dar uso privado o particular a los bienes en cuestión.
P á g i n a 14 | 64
no es posible el dolo eventual a diferencia del tipo argentino, sino solamente el
dolo directo. El elemento subjetivo del dolo está dirigido al conocimiento del
carácter público de los bienes, de los que se apropia el funcionario o servidor
público, conocimiento que no lo determina al no disponer de dichos bienes.
P á g i n a 15 | 64
11. ANTIJURICIDAD
En la antijuricidad no se observan particularidades dignas de resaltar. Es
perfectamente posible que se invoque una “causa de justificación” como el
“estado de necesidad”, pero en tal caso, deben presentarse los elementos que
la ley exige, por ejemplo, en el caso de necesidades familiares de tipo urgente
por existir un mal inminente y grave que no deje “otro camino” que recurrir a los
bienes del Estado que se administran; o la necesidad de recurrir a bienes del
Estado para asistir a víctimas de una catástrofe, o la entrega de víveres
almacenados a la población hambrienta y damnificada de una inundación en
una localidad incomunicada.
Pero, sí con una finalidad loable se venden bienes de la administración para
adquirir unos mejores para ella misma, no es que exista un “estado de
necesidad”, sino una atipicidad del peculado, pues en este caso no existe el
elemento “apropiación” ni “utilización” con destino privado, o por lo menos
faltaría el tipo subjetivo respecto a esto; pero podría discutirse la aplicación del
tipo penal de “malversación”(que a juicio de Abanto Vásquez también habría
que negar al faltar el elemento “afección del servicio o de la función
encomendada”).
12. CULPABILIDAD
En la culpabilidad se ha argumentado en algún momento el “miedo
insuperable” en el caso del empleado que, por temor a perder el empleo,
colaborara con otro jerárquicamente superior para que éste se apropie de
caudales de la administración. Pero es dudoso que esta situación constituya un
“miedo insuperable” de manera general. Si, tal como ya se dijo al analizar los
delitos de “resistencia” y “desobediencia”, la “obediencia jerárquica” no puede
ser considerada justificación del subordinado cuando para éste sea evidente
que la orden contenía un delito, su “temor”, para que pueda alcanzar niveles de
una “exclusión de la culpabilidad”, deberá producirse de manera realmente
excepcional cuando el “mal generados del miedo” sea de tal magnitud especial
(mayormente, aunque no siempre, cuando estén en juego bienes jurídicos
personalísimos) que sea “insuperable” para un hombre promedio situado en la
situación del sujeto.
P á g i n a 16 | 64
VII. EL DELITO DEL PECULADO CULPOSO
1. CUESTIÓN PRELIMINAR
El delito de peculado culposo requiere que el agente, por culpa, dé ocasión a
que se efectúe, por otra persona, la sustracción de caudales o efectos, que el
hecho de impartir distracción de caudales o efectos, que el hecho de impartir
disposiciones a los funcionarios encargados para la adquisición de útiles de
oficina y limpieza, habiendo estos último incurrido en actos delictivos, no se
adecua a las exigencias típicas del delito de peculado culposo, sino que, en
todo caso, casi ha incurrido el acusado en una infracción de carácter
administrativo; por lo que debe absolvérsele, en estricta aplicación de los
dispuesto por el artículo 284 del Código de Procedimientos Penales. “En el
peculado culposos, debe tenerse en cuenta: “la sustracción y la culpa del
funcionario o servidor público” como elementos componentes típicos de esta
figura penal, describiéndola como: a) la sustracción, entendiéndosela como el
alejamiento de los caudales o efectos del ámbito de vigilancia de la
administración pública, por parte de un tercero, que se aprovecha así del
estado de culpa incurrido por el funcionario o servidor público, culpa es un
término global usado para incluir en él todas las formas conocidas de comisión
de un hecho, diferentes al dolo, la fuerza mayor y el caso fortuito. Habrá culpa
en el sujeto activo del delito, cuando este no toma las precauciones necesarias
para evitar sustracciones (la culpa del peculado se refiere exclusivamente a
sustracciones, no al término impreciso de pérdidas), vale decir, cuando viola
deberes del debido cuidado sobre los caudales o efectos, a los que está
obligado por la vinculación funcional que mantiene con el patrimonio”.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
2.1 LA SUSTRACCIÓN
El verbo rector "sustraer" utilizado por nuestro tipo penal, al igual que en la
legislación argentina y española, significa el alejamiento de los caudales o
efectos del ámbito de vigilancia de la administración pública, con aprehensión
P á g i n a 17 | 64
física de los mismos por parte del tercero, que se aprovecha así del estado de
culpa incurrido por el funcionario o servidor. La disponibilidad es un elemento
no necesariamente exigible para perfeccionar la sustracción, lo que implica que
no se requiere que el agente disponga del bien o que éste sea irrecuperable.
Sustraer es, así, extraer, retirar o alejar el bien del lugar donde se encuentra,
en este caso bajo dominio de la administración pública. Técnico-
legislativamente se ha preferido usar el verbo "sustraer" que apropiar o
apoderarse, por ser más adecuado a la acción del tercero que no participa de
las características inherentes a la posesión del bien, esto es, a la vinculación
funcional.
P á g i n a 18 | 64
Debatible es la hipótesis que el funcionario o servidor vinculado sea autor
mediato de peculado al utilizar a terceros extraneus.
4. SUJETO ACTIVO
Se trata del funcionario público que tiene relación funcionarial específica con
los bienes sustraídos por un tercero. Se dice también que consiste en el
funcionario con la “tenencia jurídica” de los bienes, pues lo que se reprocha es
precisamente la infracción culposa de su deber de conservarlos.
No es autor del delito el funcionario que se ocupa de hecho de los bienes,
cuando la custodia funcionarial le correspondía a otro; más bien en este otro
habrá ya una “infracción del deber de cuidado” y la posibilidad de que recaiga
en él la imputación por el delito.
5. SUJETO PASIVO
Es el Estado como único titular del bien jurídico protegido con la tipificación de
este delito.
P á g i n a 19 | 64
deber de cuidado, pues éste consistía ya en la aceptación de ejercer una
función sin tener los conocimientos suficientes.
7. RESULTADO TÍPICO
Como todo delito culposo, además de “la infracción del deber de cuidado”, para
que haya delito se necesita un “resultado típico” (la pérdida del bien por
sustracción dolosa de un tercero) y una “relación de antijuricidad” (que dicho
resultado se deba precisamente a la infracción del deber de cuidado).
P á g i n a 20 | 64
habrá cometido un PECULADO DOLOSO, y los demás serán partícipes de
este delito.
8. CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
Es importante observar que para que se dé la CONSUMACIÓN se necesita un
“resultado típico”, el cual consistirá en la “sustracción” del bien por un tercero;
pero no es indispensable la “apropiación” del bien. Es decir, mientras que el
funcionario ya habrá cometido peculado culposo, el tercero podría haberse
quedado todavía en grado de tentativa de un delito común que requiera
“apropiación”. En cambio, en el caso del funcionario no puede haber
TENTATIVA del delito culposo, pues el injusto penal exige siempre la
producción del resultado; la simple infracción del deber de cuidado es
irrelevante por sí sola para el Derecho Penal.
9. AGRAVANTE
Existe un SUPUESTO AGRAVADO del tipoi culposo en función del carácter de
los bienes: su finalidad asistencial o su destino a programas de apoyo social.
Aquí, la privación de libertad se eleva a una entre 3 y 5 años. Para que se
produzca esta agravación, el funcionario debió conocer su carácter; en caso
contrario, se atentaría contra el principio de exclusión de la responsabilidad
objetiva del artículo VII del Título Preliminar del C.P.
P á g i n a 21 | 64
10. TIPICIDAD SUBJETIVA
En este delito tiene que existir culpa o imprudencia en el funcionario público,
pero en relación con la situación que propicia la actividad dolosa del tercero
para sustraer los bienes. No debe haber “connivencia” entre el funcionario y el
tercero; si ella existe, habrá peculado doloso.
11. ANTIJURICIDAD
Este elemento admite la “imputación objetiva” para extraer del ámbito punible a
aquellas infracciones del deber de cuidado que no han derivado en un
resultado típico por falta de aumento de riesgo, de realización del riesgo en el
resultado o por estar el resultado fuera del ámbito de protección de la norma
que origina el deber de cuidado. La sustracción de los bienes debe ser
posibilitada o facilitada por la imprudencia del funcionario, y no por otra causa,
y tampoco puede responder el funcionario por el dolo o la propia culpa de
otros, si ha realizado su conducta dentro de lo establecido por la ley, por
ejemplo, si el funcionario, con su infracción del deber de cuidado crea un
riesgo para que el bien sea sustraído, pero la sustracción efectivamente
producida se realiza sin aprovechar este riesgo creado, no habrá peculado
culposo. Ejemplo: el funcionario se olvida de cerrar la caja de caudales, pero el
P á g i n a 22 | 64
ladrón no se da cuenta de ello y utiliza un soplete para abrirla y llevarse el
dinero que se encontraba adentro.
P á g i n a 23 | 64