MIGUEL HEHNÁNDEZ

ANTOLOGÍA POÉTICA

Ilustraciones

RAFAEL BARAJAS, Et, FISGÓN

Seleccián de textos

WALDOLEYVA

FONDO DE CULTUHA ECONÓMICA

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 CNDICE

Elcgfa primera , . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . • . . . . . . . 9

Sentado sobrelosmuertos . . , 15

Vientos del pueblo me llevan . . . . • . . . . . • . . . . • . . . . . 19

l·I nii\oyunlero . . . . . . . . . . . . . • • . • • . • • • • • • • • . . . 22

Elegía segunda . . . . , . . . . . . . . . • . . • . . . . • . . • . . . . . 26

Recoged esta voz . . . . . . • . . . . . • . . . . . . . • . . • . . . . . 28

Hosaric dinumitera . . . . . . . . . . • . . . . • . . • . . • . . . . . 34

Arcltnneros . . . . . . . . . . . . . . . . • . • • . • • . . . . . . . . . . 36

(';mdón del esposo soldado . . . . . . • . . . . . • . . . . . . . . 3�

El hambre ( frugmcnlo) . . . . . . . . . . • . . . . . • . . . . . . . . 42

El herido ( frugmento) , . . . . . . . . . . • . . • . . • . . • . . . . . 45

t 'arta . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . • . . . . • . . . . . . . . . . . . 47

1.m; cárceles . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . .• . . . . . . 51

1 'ucblo . . . . . . . . . . . . . . • . . . • • . • . . . . . . . . . . . . . . S!i

Hrren de loshcrídos . . . . . . . . . . . . . • . . . . . • . . . . . . 57

1 huno a los poetas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . 59

I X d e j u li o 1 9 3 6 - I S d f � j u li o 1938 . . . . . • . . . • . . • . . . . . . 62

Caución última . 63

7
ELEGÍA PHI MERA

JI fellcrico Gordll torca. poem

Atraviesa la muerte con herrumbrosas lanzas,

y en lraje de cañón. las parameras

donde cultiva el hombre raíces y esperanzas,

y llueve sal, y esparce calaveras.

Verdura de las eras.

;,qué tiempo prevalece la alegría?

El sol pudre la sangre, la cubre de asechanzas

y hace brotar la sombra más sombría.

El dolor y su manto

vienen una vez más a nuestro encuentro.

Y una vez más al callejón del llanto

lluviosamente entro.

Siempre me veo dentro

de esla sombra de acíbar revocada,

amasada con ojos y bordones,

que un candil de agonía tiene puesto a la entrada

y un rabioso collar de corazones.

Llorar dentro de un pozo.

en la misma raíz desconsolada

del agua. del sollozo,

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eco de la mala suerte.

y cantar y repetir

a quien escucharme debe

cuanto a penas. cuanto a pobres,

cuanto a 1 ierra �e refiere.

Ayer amaneció el pueblo

desnudo y sin qué ponerse.

hambriento y sin qué comer.

y el día de hoy amanece

jusi amente aborrascado

y sangriento justamente.

En su mano los fusiles

leones quieren volverse

para acabar con las fieras

que lo han sido tanlas veces.

Aunque te falten las armas,

pueblo de cien mil poderes.

no desfallezcan tus huesos.

casliga a quien te malhiere

micnl ras que te queden puños.

uúas. saliva. y le queden

corazón, entrañas. tripas.

cosas de varón y dientes.

Bravo como el viento bravo.

leve como el aire- leve.

asesina al que asesina.

aborrece al que aborrece

la paz de tu corazón

y el vientre de tus mujeres.

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cante
Asl urianos de braveza.
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vascos de piedra blindada.
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valencianos de alegría
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y castellanos de ulma.
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labrados corno la Licrrn
Barca
y airosos como las alas;
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andaluces de relámpago.
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nacidos entre guitarras
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y forjados en los yunques

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Lorrcncialcs de las lágrimas;
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cxt rcmc1los de centeno,

gallegos de lluvia y calma.

catalanes de firmeza.

aragoneses de casia,
F.sta.

murcianos de dinamita
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frutalmcnte propagada.
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leoneses. navarros, dueños

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del hambre. el sudor y el hacha.

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reyes de la minería.
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señores de la labranza.
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hombres que entre las raíces.

como raíces gallardas,

vais de la vida a la muerte.

vais de la nada a la nada:

yugos os quieren poner

gentes de la hierba mala.

yugos que habéis de dejar

rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de losbucycs

esta dcspunlandoel alba.

Los bueyes mueren vestidos

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de humildad y olor de cuadra:

las águilas. los leones

y los toros de arrogancia.

y detrás ele ellos. el ciclo

ni se enturbia ni se acaba.

La agonía de los bueyes

Liene pequeña la cara,

la del animal varón

toda la creación agranda.

Si me muero. que me muera

con la cabeza rnuy alta.

Muerto y veinte veces muerto.

la boca contra la grama.

tendré apretados los dientes

y decidida la barha.

Cantando espero la muerte.

que hay ruiseñores que cantan

encima de los fusiles

y en medio de las batallas.

21

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y declarar con los ojos

que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,

y s11 vida en la garganta,

y sufro viendo el barbecho

tan grande bajo su planta.

¿Quién saívard a este chiquillo

menor que un grano de avena?

¿De dónde saldrá el martillo

verdugo de esta cadena'?

Que salga del corazón

de los hombres jornaleros.

que antes de ser hombres son

y han sido niños yunteros.

25
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ELEGÍA SEGUNDA

Harca

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A Pablo tic la Tomefllc. comisano pulíllw

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"Me quedaré en España, compañero",

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rne dijiste con gesto enamorado.

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Y al fin sin tu edificio tronantc de guerrero

en la hierba de España te has quedado.

Nadie llora a tu lado:

desde el soldado al duro comandante,

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todos te ven, te cercan y te atienden
"Accit
con ojos de granito amenazante,
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con cejas incendiadas que todo el delo enciender
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Valentín el volcán, que si llora algún día
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será con unas lágrimas de hierro,

se viste emocionado de alegría

para robustecer el río de tu entierro.

Como el yunque que pierde su martillo,

Manuel moral se calla

colérico y sencillo.

Y hay muchos capitanes y muchos comisarios

quitándote pedazos de metralla,

poniéndote trofeos funerarios.

26