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MÓDULO 6

En este módulo retomaremos el conocimiento adquirido en los módulos anteriores a través de los cuáles se
podrán proponer algunas acciones que surjan desde el espacio comunitario, entendido como el ámbito en el
cual se relacionan los individuos, de manera grupal o individual.
“Es necesario movilizar a los hombres contra la violencia de género. Debe fomentarse la acción educativa
para erradicar el comportamiento masculino la misoginia, la homofobia y la sexualidad como
mercancía” (Garda, 2010).
“No hay que olvidar que, en el origen de las inequidades, que buscan revertir estas políticas, están las
relacionales entre hombres y mujeres. No mencionar a los varones es mantener esa relación en la
invisibilidad. Y eso es lo que busca la masculinidad hegemónica, ser invisible. Segundo, que es un grupo
heterogéneo, no compacto. Tenemos distintas edades, estamos en diferentes etapas de la vida, somos de
diferentes etnias, algunos queremos hacer el amor y nos gustan las mujeres, a otros les gustan los hombres y
hacen el amor con ellos, pero todos somos hombres. Los hombres son un grupo heterogéneo y, como tal, debe
tomarse en cuenta en una política pública (Olavarria, 2001).

6.1 Bases para la acción y el trabajo con hombres.

Es de gran importancia comprender que toda la información contenida en este curso tiene una utilidad
práctica. El trabajo desde las masculinidades puede traducirse en una intervención social, una planificación e
incluso una política social en la que se “involucra a los hombres como agentes de cambio positivo en la
promoción de la igualdad entre hombres y mujeres y el cambio social, y para ello propone ofrecerles
oportunidades de reflexionar sobre su propia historia y sus propias experiencias, cuestionar las actitudes en
materia de género y reconocer que las inequidades de género perjudican a sus compañeras y a ellos mismos”
(Bonino, 2007). 

Hemos visto, en los diferentes módulos, las consecuencias de la violencia de género surgen a partir de los
procesos de socialización cimentados en roles y estereotipos tradicionales; éstos representan una problemática
urgente de atender; primero desde lo individual y después desde la comunidad. 

Reflexionar sobre las consecuencias y obstáculos que significan las diversas manifestaciones de la
masculinidad tradicional, desde lo personal a lo comunitario, es el punto de partida para la realización de
acciones o proyectos que promuevan la construcción de espacios de convivencia igualitarios.

"No cabe duda de que trabajar con los hombres y el modelo hegemónico de masculinidad procura no sólo
cambios para sí mismos sino también para su entorno. Los cambios se dan en dos niveles: el personal, la
familia (donde los géneros interactúan diariamente) y la construcción de nuevas formas de ser hombres,
acorde a las necesidades de las sociedades actuales" (Puig, et al., 2011)

La necesidad de trabajar con los hombres y la violencia que ejercen se ha planteado desde los años noventa.
Numerosos acuerdos internacionales como el del Cairo o Beijing ya hacían una referencia expresa al papel de
los hombres en la promoción de “la igualdad de género en todas las esferas de la vida, incluyendo a la familia
y a la comunidad, llevando a los hombres a asumir su parte de responsabilidad por su comportamiento en las
esferas social, sexual y reproductiva, así como por sus papeles social y familiar” (Programa de Acción de la
CIPD, 1994).
Desde esta perspectiva se plantea la búsqueda continua de la distribución del poder en las relaciones entre
hombres y mujeres, así como la consolidación de relaciones justas e igualitarias que supongan, entre otras
cosas, compartir cuidados domésticos y tareas reproductivas —tradicionalmente han sido asignadas a las
mujeres— y, finalmente que se promueva el ejercicio y la defensa de los derechos humanos principalmente
desde los hombres. Estos planteamientos están basados en el trabajo Aportes de las nuevas masculinidades a
la construcción de paces. Una apuesta desde trabajo social, realizado por académicas de la Universidad de La
Salle, Bogotá (Fajardo et al., 2018).

En este proceso de construcción por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres es necesario fomentar
prácticas respetuosas y democráticas, tanto en el ámbito privado como en el público. Más allá de la teoría, es
importante comenzar a caminar hacia la igualdad, desde la aceptación de que los modelos masculinos
alternativos o nuevas masculinidades son una expresión de nuestro tiempo y nuestra cultura para trabajar por
una vida libre de violencia.
Pensar en las masculinidades como un eje en la acción social, requiere de implementar algunas
recomendaciones básicas para el desarrollo de estrategias que abonen a la construcción de masculinidades
alternativas, por ejemplo:

• Alentar a los hombres y jóvenes a que tomen parte activa en la prevención y eliminación de todas las formas
de violencia, especialmente la de género, comprometiéndolos como agentes de cambio.
• Formular programas contra la violencia que refuercen la implicación masculina en su diseño,
implementación y evaluación.

• Desarrollar campañas educativas que promuevan una masculinidad antiviolencia.


• Apoyar a organizaciones y redes que trabajen con hombres contra la violencia de género.
• Incluir en los materiales sobre violencia, información sobre hombres y masculinidad.
• Entrenar a líderes comunitarios en cuestiones de género y en la importancia de dar modelos de hombres no
violentos a los jóvenes.
• Desarrollar programas efectivos para los hombres que ejercen violencia.
• En cuanto a investigaciones necesarias de implementar, se recomiendan tanto estudios sobre las relaciones
de la masculinidad y la violencia contra las mujeres en los diferentes momentos del ciclo vital y en diferentes
contextos sociales, como investigaciones sobre conocimientos, actitudes y prácticas respecto a la violencia de
género, y sobre estrategias que alientan a los hombres a posicionarse contra dicha violencia (Reunión
Internacional de Personas Expertas en Varones, Masculinidad y Género, 2003).

Existen diversas acciones para cumplir con estas recomendaciones, por ejemplo, leyes, campañas de
sensibilización, desacreditación de la masculinidad violenta, programas preventivos, intercomunicación de
varones u organizaciones que trabajan contra la violencia y por la paz. Así también, campañas de nuevas
masculinidades en medios de comunicación, escuela, grupos de varones y líderes comunitarios.

6.2 Estructura de una acción o proyecto de interacción


comunitaria.
Los estudios de masculinidades han surgido tras los estudios feministas en la década de los ochenta, en
nuestro país. Sin embargo, es importante señalar que “el surgimiento de estos estudios sobre las identidades
masculinas y sus problemáticas en Latinoamérica se da partir de los trabajos realizados en los países
anglófonos, situación que supuso una labor importante para contextualizarlos a las necesidades propias de las
realidades sociales de los países latinoamericanos (Viveros citado en INMUJERES, 2003: 10).

De acuerdo con Luis Bonino (2017), ya desde hace más de diez años, varias organizaciones no
gubernamentales de todo el mundo han puesto en marcha las recomendaciones internacionales sobre la
implicación de los hombres en la lucha contra la violencia de género y el logro de la igualdad de género. A
raíz de ello, se han diseñado programas específicos para trabajar preventivamente con hombres, lo que ha
permitido que, hoy en día, podamos hablar de buenas prácticas.

En los siguientes apartados se brindará un panorama general de algunas acciones que tienen como base las
masculinidades alternativas. Estas acciones tienen naturalezas distintas, es decir, pueden ser planes,
programas, investigaciones, acciones o proyectos
Para comprender estos conceptos, vamos a ejemplificar para ilustrar mejor en dónde se ubica cada aspecto
que hemos tratado. Además del diagrama que nos muestra cómo vamos delimitando paso a paso hacia nuestro
objetivo, tenemos un ejemplo concreto relacionado hacia las masculinidades libres de violencia:

Plan de Igualdad de género.


Programa de masculinidades libres de violencia.
Proyecto: Grupos de reflexión sobre los micro machismos cotidianos.
Actividad: realizar sesiones grupales de reflexión y sesiones individuales de atención psicológica.

PLAN:
Tiene por finalidad trazar el curso deseable y probable del desarrollo nacional o del desarrollo de un sector
(económico, social o cultural). Un plan engloba programas y proyectos, su formulación se deriva de
propósitos y objetivos. (Ander-Egg, 2005, 15)

PROGRAMA:
Hace referencia a un conjunto organizado, coherente e integrado de actividades expresadas en un conjunto de
proyectos relacionados o coordinados entre sí y que son de similar naturaleza. Un programa operacionaliza un
plan mediante la realización de acciones orientadas a alcanzar las metas y objetivos propuestos dentro de un
período determinado. Un programa suele estar constituido por un conjunto de proyectos. (Ander-Egg, 2005,
15)
PROYECTO:
Es un conjunto de actividades concretas, interrelacionadas y coordinadas entre sí, que se realizan con el fin de
producir determinados bienes y servicios capaces de satisfacer necesidades o resolver problemas.
Los programas como los proyectos se concretan a través de un conjunto de actividades organizadas y
articuladas entre sí, para alcanzar determinados objetivos específicos. La diferencia radica en la magnitud,
diversidad y especificidad del objetivo que se quiere alcanzar: si es complejo, habrá de ser un programa con
varios proyectos; si es sencillo, un simple o único proyecto podrá desarrollarse. (Ander-Egg, 2005, 16)

ACCIÓN:
Es el medio de intervención sobre la realidad mediante la realización secuencial de diversas acciones para
alcanzar las metas y objetivos específicos de un proyecto. (Ander-Egg, 2005, 17)

El propósito de todo proyecto es lograr un resultado o un producto. Un resultado puede ser el efecto concreto
que se alcanza con la implementación del proyecto (hombres conscientes de la violencia de género) y un
producto puede ser un elemento material o de servicio que logre el resultado que buscamos (red de
profesionales en psicología con atención a la violencia de género).
Así que entenderemos a un proyecto como un conjunto de acciones que se deben emprender, estas no son
actuaciones espontáneas, sino ordenadas y articuladas. Dichas acciones combinan el uso de diferentes tipos de
recursos que se orientan a la obtención de un objetivo previamente fijado. Siempre deben realizarse en un
tiempo y espacio determinado.
Finalmente se justifican por la existencia de una situación o problema que se quiere modificar. (Ander-
Egg,2005)

PLAN
El Instituto Nacional de las Mujeres en coordinación con el Gobierno del Estado de Jalisco elaboraron —en
2017— el Plan de Acción de la Red de Masculinidades y estudio cualitativo de cómo son y cómo ejercen
violencia los hombres del estado de Jalisco, cuyo objetivo es propiciar la colaboración entre profesionales e
instancias con trabajo en temáticas relacionadas con hombres y masculinidades desde los ámbitos
gubernamental, privado, académico y de sociedad civil.
Consúltalo aquí:
https://juntxs.jalisco.mx/sites/default/files/paginas/archivos/
plan_de_accion_de_la_red_interinstitucional_de_masculinidades.docx.pdf
PROGRAMA
El Programa de Asuntos de la Mujer y de Igualdad entre Mujeres y Hombres (PAMIMH) es el programa
especial de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, perteneciente a la Cuarta Visitaduría General, y se
dedica a la observancia y a la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres, a la no discriminación y a la
no violencia contra las mujeres por razones de género.

Conoce más sobre este programa en:


https://igualdaddegenero.cndh.org.mx/#:~:text=El%20PAMIMH%20es%20el%20programa,mujeres%20por
%20razones%20de%20g%C3%A9nero .

INVESTIGACIONES

La investigación titulada “Hombres y violencia de género. Más allá de los maltratadores y de los factores de
riesgo” elaborada por Luis Bonino, psicoterapeuta experto en las problemáticas de la condición masculina, es
un referente en la materia. En el siguiente enlace podrás conocerlo a detalle:

https://www.vilafranca.cat/doc/doc_20537404_1.pdf

ACCIÓN
Campaña Lazo Blanco

La Campaña del Lazo Blanco (WRC) —por sus siglas en inglés— es una estrategia internacional que trabaja
para terminar con la violencia contra las mujeres. Esta campaña reconoce y alienta a los hombres y los niños a
seguir tomando iniciativas positivas para eliminar los estereotipos de género y promover la igualdad de
género, incluida la lucha contra la violencia contra la mujer, a través de las redes, los programas de pares,
campañas de información, y programas de capacitación.
Conoce más a cerca de esta iniciativa en:

https://www.lazoblanco.org/material-teorico-sobre-masculinidades/
6.3 ¿Cómo puedo generar una acción social en torno a las masculinidades?

Como personas que interactuamos en sociedad con nuestro entorno tenemos la capacidad de intervenir para
transformar nuestra realidad, de proponer alternativas que den solución a un conflicto, o bien, ideas que
propicien la mejora en la calidad de vida.
La pregunta principal es ¿cómo podemos hacerlo? Lo cierto es que podemos hablar de distintas formas de
incidencia, sin embargo, nos centraremos en dar las bases de cómo hacer un proyecto social.
Es importante mencionar que el presente curso sólo expondrá los aspectos básicos del ciclo de la realización
de un proyecto. En caso de que quieras profundizar en este tema, te invitamos a conocer la diversidad de
cursos que ofrecemos a través de esta plataforma.

¿Qué es un proyecto social?

Al referirnos a un "proyecto social", lo entendemos como toda acción social, individual o grupal, destinada a
producir cambios en una determinada realidad que involucra y afecta a un grupo social determinado (Martinic
citado en Román, sin fecha).
Los cambios deseados se entienden como un avance positivo en la realidad a intervenir, específicamente se
espera una mejoría en las condiciones y la calidad de vida de los sujetos involucrados en dicha realidad.
Bases para elaborar un proyecto social

1. Denominación del proyecto: Se trata de explicar en pocas palabras lo que quiere hacerse en el
proyecto e indicar el organismo ejecutor. No debemos confundir el título del proyecto con la
exposición del problema (por ejemplo: "Masculinidades violentas en los jóvenes"), ni dar la solución
del problema ("Conciencia de género en los jóvenes"). Evitemos estos errores para no tener
objetivos planteados de manera imprecisa ni programar actividades que puedan salirse de la
naturaleza del proyecto.

2. Naturaleza del proyecto: Son el conjunto de datos que explican la esencia del proyecto, ayudan a
describir y justificar el mismo. A continuación se enlistan cada una de ellas, Esto es la parte medular
del proyecto:

Descripción del proyecto. Aquí realizaremos una descripción más amplia al definir la idea central de lo
que se piensa realizar. La intención es que, quien desee conocer el proyecto, pueda tener una idea de lo
fundamental de este. Por ejemplo el tipo, clase, ámbito que abarca, contexto en el que se ubica, etc.
Tampoco vamos a hacer una descripción extensa, ya que a lo largo del diseño agregaremos más
elementos, aquí solo vamos a ampliar la información que está en la denominación del proyecto.
Fundamentación. Hay que presentar los criterios y las razones que justifican la realización de nuestro
proyecto. Principalmente debemos exponer la urgencia del problema al cual le buscamos solución. Y por otro
lado, se tiene que justificar por qué este proyecto es la solución más adecuada para resolver dicho problema.

Para elaborar dicha justificación es posible que encontremos diagnósticos realizados por terceros o pueden ser
hechos por nosotros mismos, estadística o estudios acerca del problema que pueden abonar a la información
que vamos a presentar. También tendremos en cuenta el presupuesto disponible (aunque se retome más
adelante), la localización, razones culturales, etc. Mientras más fundamentos presentemos, mejor justificado
quedará para su aprobación.
Marco institucional. En este punto es necesario informar profundamente acerca de la institución u
organización que será responsable de la planificación y ejecución del proyecto. Este punto resulta relevante
cuando el proyecto será presentado para su aprobación por otra entidad ajena (gobierno, patrocinadores, etc.)
Por otro lado, si dicho proyecto se presenta dentro de la misma institución para su aprobación, entonces
podríamos obviar estos temas.

Finalidad del proyecto. Las finalidades suelen estar expresadas en los programas. Por lo tanto, si queremos
que nuestro proyecto se inserte en algún programa, es necesario aclarar dichas finalidades. Para esto es
necesario basarnos en tres puntos:

 que se constituya preferiblemente un único fin


 que la finalidad justifique debidamente los objetivos
 que sea posible verificar de manera cualitativa y cuantitativamente

Objetivos. Para entender la diferencia de estos con la finalidad, la entenderemos como el impacto (finalidad) y
los efectos (objetivo) que puede dar nuestro proyecto. Por ejemplo, si decimos "disminuir la violencia de
género en el lugar X" hablamos del impacto que tiene el proyecto, en cambio si decimos "atender a hombres
que ejercen violencia de género en el lugar X" señalamos el objetivo.

Debemos recordar que los objetivos los tenemos que pensar basándonos en la pregunta para qué se hace o qué
se espera obtener. Es decir, tenemos que indicar los efectos que pretendemos alcanzar con la implementación
del proyecto. Una buena formulación de los objetivos nos permitirá dar coherencia a los costos, estrategias,
tiempos y principalmente a las actividades que conformará el proyecto.

Metas. En este punto debemos tener en cuenta que los objetivos los debemos plantear o traducirlos en logros
específicos, es decir responderemos a la pregunta de ¿hasta dónde se quiere llegar?. Qué tanto se quiere lograr
con nuestro proyecto dentro de un tiempo y espacio determinado. Entonces, las metas operacionalizan los
objetivos y establecen cuánto, cuándo y dónde se realizarán.

Beneficiarios. Aquí identificamos quiénes son los favorecidos directamente como beneficiarios inmediatos y,
por otro lado, los beneficiarios finales o indirectos que son los que les favorecerá el impacto del proyecto. Por
ejemplo, en el caso de "atender a hombres que ejercen violencia de género", los beneficiarios directos serían
los facilitadores de información o psicólogos que atiendan a estos hombres y el beneficiario final serían los
hombre atendidos por dicho proyecto y hasta podríamos considerar a mujeres, niñas, niños y adolescentes
también como beneficiarios indirectos.

Productos. Estos son el primer nivel de resultados a los que se llega por el hecho de haber realizado con éxito
las actividades.

Para no confundirnos con los objetivos, metas y productos utilizaremos el ejemplo para comprender mejor:

El objetivo del proyecto es "atender a hombres que ejercen violencia". La meta, "atender a hombres que
ejercen violencia de género en los barrios de Santa Ana Poniente, Olivos y La Estación en el año 2022. Se
contará con un personal conformado por 30 facilitadores en psicología y trabajo social especializados en
estudios de género". Finalmente, el producto podría ser "Facilitadores especializados en estudios de género
que atienden los talleres de reflexión y asistencia psicológica a varones hasta el año 2023, los talleres tienen
duración de tres meses y la atención psicológica está disponible a lo largo del año". Como podemos ver los
productos pueden ser prestación de servicios, sin embargo también pueden ser resultados materiales como la
construcción de clínicas, escuelas, instalaciones, etc.
Localización física y cobertura espacial. Al localizar nuestro proyecto, en sí es determinar el área en donde se
ubicará. Puede ser en una forma macro o micro. Es decir que ubicamos a nuestro proyecto, desde lo macro, en
una zona amplia como una región determinada, una ciudad o una alcaldía. Y desde el punto de vista micro
puede ser una zona específica, una colonia o una manzana.

Por otro lado la cobertura espacial indicará hasta dónde cubrirá físicamente nuestro proyecto. A diferencia de
la localización, ésta no sólo nos da el lugar donde se emplea, sino hasta dónde tendrá impacto nuestro
proyecto. Un ejemplo claro es cuando se construye un centro de salud. La localización es el lugar exacto del
edificio y la cobertura nos dirá qué colonias serán beneficiadas por la clínica.

En el ejemplo empleado, "atender a hombres que ejercen violencia de género", la localización la ubicaremos
en el PILARES Paulo Freire y su cobertura será los barrios alrededor, como colonia Olivos, Santa Ana
Poniente y La Estación. Como podemos ver, el punto es indicar el lugar en que se realizará el proyecto y la
zona de influencia de este.

3. Actividades y Tareas a desarrollar:

En este punto se trata de indicar, de manera concreta y precisa, cuáles son las actividades a ejecutar para
alcanzar los objetivos propuestos. Será necesario explicar cómo se organizan, suceden, complementan y
coordinan las diferentes tareas.

4. Métodos y técnicas a utilizar: Aquí vamos a especificar el instrumento metodológico y técnico que se
usará para realizar las diferentes actividades. Como principal criterio para proyectos sociales,
debemos dar preferencia a aquellas técnicas que facilitan la participación de la gente en el desarrollo
del proyecto. Es decir, hay que establecer mecanismos que logren implicar a los beneficiarios en la
realización del proyecto.
5. Calendario de actividades: Aquí determinaremos la duración de cada una de las actividades. Para ello
se recomienda utilizar gráficos para una mejor comprensión. Hay múltiples técnicas para
calendarizar, las más conocidas son el diagrama de GANT, red de actividades PERT o CPM y
diagramas de red con el método ABC. El más empleado en proyectos sociales, por su sencillez, suele
ser el diagrama de GANT, pero justo por su sencillez hay quienes emplean otros métodos.

6. Recursos: Para la realización de un proyecto, vamos a requerir el uso de recursos, ya sean bienes,
medios, servicios, etc. Comúnmente se suele identificar cuatro tipos de recursos que son: humanos,
materiales, técnicos y financieros.

7. Presupuesto: Para la realización de un proyecto, vamos a requerir el uso de recursos, ya sean bienes,
medios, servicios, etc. Comúnmente se suele identificar cuatro tipos de recursos que son: humanos,
materiales, técnicos y financieros.

8. Estructura organizativa: En este punto se establecerá cómo se estructura y suceden las actividades.
También se debe señalar la asignación de responsabilidades a las personas encargadas de llevar a
cabo las actividades.las actividades.
9. Algo importante para construir nuestros indicadores es que estos permitan realizar comparaciones en
el espacio y en el tiempo (esto nos permitirá elaborar pronósticos): Los indicadores son instrumentos
para comprobar nuestra progresión hacia las metas. No es necesario emplear instrumentos de
investigación muy complejos ya que no se trata de realizar un diagnóstico exhaustivo. Es decir, que
debemos emplear indicadores que nos permitan tener acceso fácil a la información como estadísticas,
encuestas y, si es posible, testimonios breves que se puedan sintetizar sencillamente. También
debemos tener en cuenta que cada meta u objetivo tendrá su propio indicador para poder tener
información y resultados que puedan resultar en un informe más completo. Y por último que estos
indicadores sean verificables de manera empírica, es decir, que se puedan comprobar con facilidad.

10. Factores externos condicionantes: Son los factores significativos, que la administración del proyecto,
puede no tener control y que resulten esenciales para el éxito del proyecto. Estos factores deben ser
realistas y bien fundamentados, por ejemplo podemos exponer hechos concretos que representen el
problem que se quiere resolver. También deben ser precisos, es decir, que no argumentemos con
frases como "según datos disponibles...", por ejemplo, podemos basarnos en un diagnóstico donde se
presenten estadísticas concretas y corroboradas.

Es importante destacar que lo anterior es una guía para la elaboración de proyectos, es decir que no
necesariamente se deben seguir la reglas al pie de la letra. Cuando elaboramos proyectos nos damos cuenta
que algunos detalles pueden estar ya dados. También es cierto que en la práctica vamos aprendiendo cómo
podemos mejorar nuestro diseño para realizar una mejor presentación y así tener éxito cuando buscamos
alguna beca, apoyo gubernamental o patrocinio.

A continuación, se compartirá un ejemplo de diseño de proyecto que fue compartido por alumnos de la
UNAM, el cual tiene errores de formulación, pero no precisamente buscamos la perfección. Por respeto a los
autores no se modificó, además de que los errores son cuestiones secundarias y no alteran el diseño global del
proyecto y, como se había mencionado previamente, todo proyecto siempre es mejorable confrontado en la
práctica, siempre que sea evaluado con seriedad.

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