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SALA UNITARIA DE DECISIÓN CIVIL

Ponente: Sergio Raúl Cardoso González


Rad. 05001 31 03 003 2019 00374 01

“Al servicio de la justicia y de la paz social”

Medellín, ocho (8) de octubre de dos mil veinte (2020)


Proceso DECLARATIVO VERBAL RCE
Radicado 05001 31 03 003 2019 00374 01
Demandante JULIETH ANDREA ROJAS GIL ne nombre
propio y en nombre de MARIANGEL ALZATE
ROJAS y ALAN DAVID ALZATE ROJAS
Demandada SEGUROS GENERALES SURAMERICANA,
INDUSTRIAS DE ALUMINIO
ARQUITECTÓNICO Y VENTANERÍA S.A.S., y
SEBASTIÁN BERRIO YEPES
Juzgado origen TERCERO CIVIL CIRCUITO MEDELLÍN

Decide la Sala la apelación interpuesta frente al auto del 4 de marzo


de 2020, mediante el cual se decretaron las pruebas solicitadas por
las partes.

1. ANTECEDENTES.

Ante el Juzgado de origen cursa la demanda verbal de


responsabilidad civil extracontractual en la cual, luego de surtirse las
etapas procesales pertinentes, mediante proveídos de fechas 25 de
febrero de 2020 y 4 de marzo de esta anualidad se decidió entre otras
cosas, sobre el decreto de pruebas solicitadas por las partes.

En los proveídos referidos, al pronunciarse el juez de instancia sobre


la solicitud de ratificación solicitada por los demandados Industrias
de Aluminio Arquitectónico y Ventanería S.A.S., Sebastián Berrio
Yepes y Seguros Generales Suramericana, respecto de los
documentos denominados “recibos de pago”, decidió denegar dicha
prueba con el argumento de haberse solicitado de manera abstracta
e indeterminada, lo cual impedía realizar un juicio de admisibilidad
formal o verificar si se trata de documentos declarativos.

2. DEL RECURSO.

Contra la anterior decisión, los apoderados judiciales de las


codemandadas citadas interpusieron recurso de reposición y en
subsidio apelación, basados ambos en iguales argumentos, que de
manera concreta hacen énfasis en que la demanda presentada por la
parte actora contiene en su acápite de pruebas documentales en el
numeral 12: “Recibos de pagos sufragados por Julieth Andrea Rojas
Gil”, y bajo esa misma denominación fue que se solicitó su
ratificación; por lo que no tiene razón de ser que les sea denegada la
ratificación cuando así fue aportada la prueba por la demandante y
es fácil identificar los mismos dentro de los anexos de la demanda, ya

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que se encuentran en orden, entre la carátula de la póliza y las


fotografías.

Por otro lado, agregan los recurrentes que el artículo 262 del CGP,
normativa que regula la ratificación de documentos, no dispone que
los mismos deban identificarse de manera exhaustiva, por lo que
exigirse tal requisito genera un rigorismo excesivo que ningún
propósito cumpliría en el caso concreto. Aunado a ello, en los
términos del artículo 228 de la Constitución Política, debe primar el
derecho sustancial sobre el procesal que en este caso se traduce en
el derecho de contradicción sobre los documentos aportados por el
demandante, por lo que se solicitó por ambas partes, reponer la
decisión atacada o de manera subsidiaria se concediera la apelación.

El 27 de julio de 2020, el juzgado de origen negó la reposición


interpuesta, agregando a los argumentos que tuvo en cuenta para
denegar la prueba solicitada que, atendiendo que el artículo 262 del
CGP establece que son objeto de ratificación los documentos
declarativos emanados de terceros, el propósito del legislador fue
concretar de manera específica de entre los múltiples tipos de
documentos que pueden aportar las partes, a cuáles de ellos se les
puede aplicar la ratificación; lo que igualmente se extiende al
formalismo en su solicitud para que el Juez pueda realizar un análisis
de procedencia según su contenido y, por tanto, al pedirse de manera
indeterminada o abstracta como se hizo en el presente caso,
generaría toda clase de dudas sobre su alcance. Argumentó además
que, si bien la parte actora no individualizó sus pruebas
documentales en el acápite respectivo, ello no se exige para tal
actuación como si sucede con la solicitud de ratificación de tales
documentos, en la que surge la importancia de clasificación e
identificación para el análisis de admisibilidad de la prueba.

Por lo anterior, mantuvo incólume su decisión y procedió a conceder


la apelación en el efecto devolutivo, remitiendo a esta judicatura el
expediente digital para lo pertinente.

3. CONSIDERACIONES.

3.1 COMPETENCIA.

Por disposición del artículo 321 del C.G.P., el recurso de apelación


contra los autos procede contra los allí determinados, o precisados en
normas especiales, listado taxativo dentro del que se encuentra el
proveído atacado en el numeral 3.

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Para resolver, dispone el artículo 328 de la misma obra que, salvo


decisiones que se deban adoptar de oficio, el superior debe limitar su
análisis a las razones de inconformidad expuestas por el recurrente.

3.2 PROBLEMA JURÍDICO.

Le corresponde a esta Sala unitaria, determinar si por no haber


individualizado los documentos objeto de ratificación, había lugar a
negar la práctica de dicha prueba.

3.3 CASO EN CONCRETO.

El artículo 262 del C.G.P., dispone: “Documentos declarativos


emanados de terceros. Los documentos privados de contenido
declarativo emanados de terceros se apreciarán por el juez sin
necesidad de ratificar su contenido, salvo que la parte contraria solicite
su ratificación.”

De la norma se colige que respecto de los documentos aportados


como prueba al proceso es posible solicitar la ratificación de aquellos
que se puedan considerar declarativos emanados de terceros, pero
siempre y cuando la contraparte lo haya solicitado; es así como la
eficacia probatoria de los documentos declarativos emanados de
terceros puede ser limitada por falta de ratificación cuando la
contraparte lo ha requerido.

En el asunto bajo examen, sostienen los recurrentes que la decisión


denegatoria del Juez de instancia contiene un ritual excesivo, puesto
que la norma no exige que deba especificarse o individualizarse la
solicitud de la prueba, aún más, cuando están claros de acuerdo a lo
indicado por el demandante en el acápite de pruebas, cuáles son los
documentos respecto de los cuales se pretende la práctica de la
ratificación.

Examinado el expediente digital este despacho observa que en el


escrito de demanda, específicamente en el acápite de pruebas
documentales (folio 22) se observa que la parte actora en su numeral
12 denominó: “Recibos de pagos de los gastos sufragados por Julieth
Andrea Rojas Gil”; en el acápite de juramento estimatorio, la parte
actora relacionó dentro del concepto de daño emergente los gastos en
que incurrió tales como transporte, medicamentos, alimentación, etc.,
y señaló entre paréntesis “prueba documental No.12” (folios 16 y 17);
en concordancia, en el hecho décimo noveno de la demanda se remitió

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a dicha prueba para sustentar el daño emergente consolidado y; en los


anexos de la demanda obra una carátula denominada “Prueba No. 12”
(folio 282) y desde allí hasta el folio 299 se observan facturas, recibos
de caja y transferencias, tal como se indicó en el acápite de pruebas
documentales y en la descripción del concepto de daño emergente en
los hechos y en el juramento estimatorio.

Así las cosas, encuentra esta judicatura que, si bien la parte


demandante no individualizó cada uno de los documentos señalados
como prueba documental N° 12 del acápite de pruebas, sólo bastaba
con revisar el juramento estimatorio en lo que respecta al daño
emergente y los anexos visibles a folios 282 a 299 de la demanda
debidamente separados por la carátula que indica “prueba No. 12”,
para identificar la documentación que la demandada solicitó ratificar.

Y si ya estaban plenamente descritos e identificados por la


demandante los documentos aportados como prueba documental
No.12, correspondientes a los recibos de pagos de los gastos
sufragados por Julieth Andrea Rojas Gil, fundamento del daño
emergente reclamado, entonces resulta desacertada la negativa del
juzgado de origen a decretar la prueba de ratificación pues no es cierto
que la solicitud hubiere sido etérea o gaseosa, por el contrario, fue
muy concreta y precisa y, si el cuestionamiento del despacho para la
procedencia del decreto del medio de convicción era por la naturaleza
de los mismos, pues entonces era ese momento del decreto de la
prueba cuando debía determinar respecto de cuáles de los
documentos específicamente señalados era procedente esa validación
por parte de quienes los hubieren emitido, más no la negación de la
prueba por razones que no contempla la norma.

En efecto, la ratificación no fue pedida para documentos aportados de


manera desordenada o que no se pudieren ubicar e identificar, el
artículo 262 del C.G.P, no establece esa exigencia para la práctica de la
prueba, ya que dicha norma sólo se limita a disponer qué clase de
documentos son objetos de la misma, esto es, los de contenido
declarativo, pero no requiere la especificación de ellos; luego
entonces, no puede adicionarse a la normativa referida, un requisito
que allí no está previsto, por lo que se considera que el juzgado de
origen efectuó una interpretación errada de la regulación en cita y los
argumentos de su decisión carecen de sustento legal, que permitan
mantenerla, por lo que se procederá a revocar el numeral 6 del
proveído de fecha 25 de febrero de 2020 del acápite de pruebas
solicitadas por la demandada Industrias de Aluminio Arquitectónico y
Ventanería S.A.S., y en su totalidad el auto del 4 de marzo de 2020, para

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que el juez de instancia proceda a disponer lo pertinente según lo


dispone el artículo 329 del mismo estatuto, esto es, a resolver sobre el
decreto de la prueba teniendo en cuenta las razones expuestas y sin
volver a acudir nuevamente a las razones que dieron lugar al presente
recurso.

No se impondrán costas por no haberse causado las mismas.

En mérito de lo expuesto, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de


Medellín, Sala Unitaria de Decisión Civil,

4. RESUELVE.

PRIMERO: REVOCAR el segundo párrafo del numeral 6 del numeral II


del proveído de fecha 25 de febrero de 2020 que decidió negar la
prueba de ratificación solicitada por la demandada Industrias de
Aluminio Arquitectónico y Ventanería S.A.S., y Sebastián Berrio Yepes;
así mismo, REVOCAR íntegramente el auto de fecha 4 de marzo de
2020 que decidió negar la prueba de ratificación solicitada por la
codemandada Seguros Generales Suramericana S.A.

SEGUNDO: Remitir el expediente al juzgado de origen para disponer


lo pertinente según lo dispone el artículo 329 del mismo estatuto, esto
es, para que proceda a resolver sobre el decreto de las referidas
pruebas, teniendo en cuenta las razones expuestas y sin volver a
acudir nuevamente a las razones que dieron lugar al presente recurso.

TERCERO: No condenar en costas.

NOTIFIQUESE

SERGIO RAUL CARDOSO GONZÁLEZ


Magistrado

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