DESORGANIZACIÓN EN LA ALIMENTACION

Desde el principio del desarrollo humano, las personas hemos tenido problemas con los hábitos y la
alimentación, ya sea en mayor o menor grado, el desconocimiento en el ámbito de la nutrición y
alimentación crece cada día más, el mayor problema que hoy existe es el desconocimiento y la
desorganización en la manera en que nos alimentamos, y al no resolver ese problema, con el tiempo
prolongado se pueden notar las secuelas, enfermedades que comprometen al corazón, a las arterias,
hígado, riñones, piel y si quieren les puedo nombrar todos los órganos porque en realidad todos los
que componen el cuerpo humano se ven comprometidos en mayor o menor medida, al final cuando
las consecuencias de ésta desorganización y descontrol sobre la comida y malos hábitos son
evidentes, nos preguntamos: ¿Por qué me duele la cabeza? ¿Por qué me da mareos? ¿Por qué tengo
acné? ¿Será normal que vaya dos veces a la semana al baño? ¿Por qué se me lleno de gases el
estómago? ¿Por qué se me hincharía la barriga? o ¿Por qué a mí?
La respuesta para esas preguntas existen, y el primer paso es cambiar el desconocimiento por
conocimiento sobre todo en la funcionalidad del cuerpo, en la salud mental, y en el ámbito
alimentario-nutricional, una vez que se tenga bases con las que se pueda avanzar al siguiente nivel,
se debe resolver con constancia el otro gran problema que es la desorganización, y más
específicamente la desorganización alimentaria, y ésta se ve reflejada en situaciones como “hoy
como no desayuné ni almorcé me voy por una salchipapa con pollo broster y mayonesa porque me
lo merezco” “Que buen partido de fútbol/indor/básquet, tomémonos una Coca-Cola para la sed” ó
“voy a recostarme un rato para que se digiera lo que comí” sin saber que esas acciones al repetirlas,
se vuelven un hábito que es de todo menos bueno, cada persona debería vivir con metas en su mente
y la primera de ellas debe ser, tener la salud en el mejor estado posible, porque si no tenemos salud
hoy, no podremos disfrutar de las cosas que soñamos y por las cuales trabajamos para nuestro
futuro, y si no tenemos salud en el futuro, de que nos sirve esforzarnos al máximo en el presente, si
luego todos los resultados se verán afectados por las enfermedades y los tratamientos de las mismas,
el cambio para revertir éstas situaciones puede ser lento o rápido, pero lo más importante es la
constancia y la inmediatez con la que lo hagamos.