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11.

- PRINCIPALES PROPIEDADES MECANICAS DEL ACERO


Propiedades mecánicas: Se refiere a la resistencia, la ductilidad y la dureza y estos a su vez,
dependen enormemente del tipo de aleación y composición del propio acero.
Plasticidad: Es la capacidad que tiene el acero de conservar su forma después de ser sometido a
un esfuerzo. Los aceros que son aleados con pequeños porcentajes de carbón, son más plásticos.
Fragilidad: Se refiere a la facilidad con la que el acero puede ser roto al ser sometido a un
esfuerzo. Cuando el acero es aleado, con un porcentaje alto de carbón, tiende a ser más frágil. 
Maleabilidad: Es la propiedad  que tiene el acero para ser laminado. De esta manera, algunas
aleaciones de acero inoxidable tienden a ser más maleables que otras.
Dureza: Es la resistencia que opone un metal ante agentes abrasivos. Mientras más carbón se
adiciones a una aleación de acero, más duro será.  Para verificar el grado de dureza
generalmente se utilizan las pruebas en unidades Brinel (HB) ó unidades Rockwel C (HRC).
Tenacidad: Es el concepto que denota la capacidad que tiene el acero de resistir la aplicación
de una fuerza externa sin romperse. En el caso del acero con una concentración mediana de
carbón, la tenacidad tiende a ser más alta. 
12.- PRINCIPALES PROPIEDADES FISICAS DEL ACERO
Propiedades físicas: corresponden a la densidad, conductividad eléctrica y térmica no varían
mayormente de una aleación a otra.
Cuerpo: Incluyen lo relacionado al peso, volumen, masa y densidad del acero.
Térmicas: Son tres aspectos fundamentales del acero: su capacidad para conducir la
temperatura (conducción), su potencial para transferir calor (convección), y su capacidad de
emanar rayos infrarrojos en el medio (radiación). 
Eléctricas: Se refiere a la capacidad que tiene el acero para conducir la corriente eléctrica.
Ópticas: En el caso del acero denotan su capacidad de reflejar la luz o emitir brillo. Ejemplo de
ello es con la aleación requerida para lograr el acero inoxidable, cuanto mayor es su porcentaje
de aluminio, mejor será la propiedad óptica.
Magnéticas: Es su capacidad para ser inducido o para inducir a un campo electromagnético.
Mientras más alto es el porcentaje de hierro en la aleación del acero, mayor será su capacidad de
actuar como un imán.
13.- PRINCIPALES PROPIEDADES QUIMICAS DEL ACERO
Acero
Acero se compone sobre todo de hierro, pero también contiene en cualquier parte de 0.05 a 2
por ciento de carbono. Los átomos de carbono se insertan entre los átomos de hierro y mejoran
significativamente la rigidez del acero.
Aleaciones de
Acero puede contener uno o más metales en cantidades de rastro. Diferentes elementos imparten
diferentes propiedades al acero. Cobalto, por ejemplo, hace de acero más duro y más difícil de
la abolladura. Níquel y manganeso aumentan su resistencia a la tracción, haciendo más difícil
separar un pedazo de acero. Cromo aumenta la dureza y mejorar la resistencia a la corrosión.
Acero suave
La forma más común de acero es acero suave, también conocido como acero llano, que puede
contener hasta 0.25% de carbono. Es barato y fuerte, pero no es resistente a la corrosión y
fácilmente se oxide (óxido) cuando está expuesto al aire.
Acero inoxidable
Acero inoxidable no es un solo tipo de acero. Generalmente, se refiere al acero que contiene una
combinación de vanadio, molibdeno, cromo, níquel, titanio y silicio. Aceros inoxidables tienden
a resistir la corrosión y otras formas de ataque químico.
Aceros de maquinado libres
Acero mecanizado libre contiene niveles más altos de azufre que otros aceros. El azufre reduce
la soldabilidad, pero permite que el acero para ser fácilmente mecanizado en un torno.
14.- PRINCIPALES TRATAMIENTOS QUE SE SOMETEN DE LOS ACEROS
Tratamientos superficiales
El principal inconveniente que presenta el acero como material de trabajo es su tendencia a
oxidarse cuando entra en contacto con la atmósfera o con el agua. Por ello normalmente el acero
ha de ser sometido a tratamientos superficiales que combatan esta carencia.
En esencia lo que hacen todos ellos es cubrir la pieza con una capa de material que o bien no se
oxida o ya está oxidado pero no permite que la corrosión pase a capas interiores. Los
tratamientos superficiales más habituales son:
Cromado: recubrimiento embellecedor superficial para proteger de la oxidación.
Galvanizado: recubrimiento superficial con zinc que se da al acero.
Niquelado: similar al cromado.
Pavonado: tratamiento superficial que se da a piezas pequeñas de acero, como la tortillería,
consiste en aplicar una capa superficial de óxido, con el que se cubren las piezas y se evita su
corrosión.
Pintura: recubrimiento protector, usado en estructuras, automóviles, barcos.
Tratamientos térmicos
Mediante estos procesos se consigue modificar muy significativamente las propiedades
mecánicas como dureza, tenacidad y resistencia mecánica del acero. En estos procesos no hay
ninguna aportación de elementos químicos nuevos al material base.
Consisten en calentar el material a tratar hasta una temperatura inferior a la de fusión y
mantenerlo en ella el tiempo suficiente como para que a lo largo de toda la pieza se alcance la
misma temperatura, con el fin de homogeneizar el tamaño del grano, o para modificar los
microconstituyentes del material. Posteriormente el material puede ser enfriado a diferentes
velocidades, según el tipo tratamiento que se quiera realizar. Para conseguir distintas
velocidades de enfriamiento, se somete al material a un baño en agua o aceite, en calma o con
agitadores, o se deja a la pieza en el interior del horno apagado a que se vaya enfriando.
Hay distintos tipos de tratamientos térmicos que se aplican al acero (serán más profundamente
tratados en Tecnología II): Temple, revenido, recocido y normalizado, con ellos se consigue
mejora la resistencia a la tracción, disminuir la acritud, elevar la tensión de rotura, y eliminar las
tensiones internas.
Tratamientos termoquímicos
En ocasiones se demandan materiales que tengan propiedades contradictorias como es por
ejemplo que presenten elevada resiliencia y dureza (cigüeñales, pistones, levas,…), para ello se
trata de que el alma de las piezas absorba los impactos y que la zona superficial sea la que
acometa la dureza.
En estos casos se modifica superficialmente la composición de los materiales sin que afecte a su
composición interna, sometiéndoles a tratamientos termoquímicos. Estos se llevan a cabo en
recipientes herméticos, elevando la temperatura por debajo de la de fusión y en presencia de
algún elemento que se difunda hacia el interior del material base de la pieza a tratar,
dependiendo de cuál sea este material se distinguen los siguientes tratamientos:
Cementación con carbono: se suelen emplear sólidos como el carbón o líquidos como cianuro
sódico (CNNa), o gases como mezclas de monóxido de carbono y metano.
Nitruración con nitrógeno: se alcanzan temperaturas alrededor de los 500ºC y en el seno de
una atmósfera de amoniaco (NH3), los átomos de nitrógeno se asocian con elementos
constituyentes de la aleación como el cromo constituyéndose compuestos extraordinariamente
duros.
Cianuración: en este tratamiento se alcanzan temperaturas del orden de 850ºC y los elementos
que se difunden son: cianuro sódico, cloro y carbonato sódico.
Sulfinización: se eleva a temperatura hasta 600ºC y se somete a la pieza a tratar a un baño de
sales ricas en azufre, combinándose este elemento superficialmente con la pieza a tratar
obteniéndose una extraordinaria dureza superficial.
15.- COMO SE REALIZA EL MECANIZADO DEL ACERO: DESCRIBA
BREVEMENTE CADA CASO

Los procesos más comunes son:

Laminación: Método utilizado para producir productos metálicos alargados de sección


transversal constante. El método se basa en elevar la temperatura de los lingotes de acero
hasta que sea posible la deformación del lingote por la acción de pares de cilindros a presión,
en los llamados trenes de laminación. El paso a través de los cilindros va conformando el perfil
deseado hasta conseguir las medidas adecuadas. Existen trenes de laminación en frío, pero los
productos obtenidos en ellos presentan acritud y deben ser templados para mejorar sus
propiedades. Las dimensiones del acero que se consiguen a través de estos métodos no tienen
tolerancias muy ajustadas.

Forja: Proceso en el cual se modifica la forma de los metales por deformación plástica
sometiendo al acero a una impactos repetitivos. Se realiza a altas temperaturas que
refavorecen la forjabilidad y mejoran las propiedades mecánicas del acero.

Estampación: El material adquiere la forma de la cavidad de la estampa. La estampa está


compuesta por dos matrices que tienen grabada la forma de la pieza que se desea conseguir,
produciéndose la deformación por medio de la compresión efectuada por la prensa. Cuando
las prensas además de deformar la pieza producen cortes sobre ella al proceso se le llama
troquelación.

Embutición: es un proceso de conformado en frío, por el que se transforma un disco o pieza


recortada en piezas huecas, o bien partiendo de piezas previamente embutidas, estirarlas a
una sección menor con mayor altura.

Acero corrugado: Este tipo de acero se utiliza fundamentalmente en construcción, para


fabricar hormigón armado y cimentaciones de obras. Se trata de barras de acero con resaltes
que mejoran la adherencia con el hormigón. Este tipo de acero presenta una gran ductilidad, y
una gran soldabilidad. Las barras de acero corrugado, están normalizadas, en España se aplican
las normas (UNE 36068:1994- UNE 36065:2000 –UNE36811:1996)

Tubos: se fabrican doblando una lámina de acero caliente en forma cilíndrica y soldando los
bordes para cerrar el tubo, en los tubos más pequeños, los bordes de la tira suelen solaparse y
se hacen pasar entre un par de rodillos, la presión de los rodillos basta para soldar los bordes.
Los tubos sin soldaduras se fabrican a partir de barras sólidas haciéndolas pasar entre un par
de rodillos inclinados en el interior se sitúa una barra metálica con punta, llamada mandril, que
perfora las barras y perfora el interior del tubo mientras los rodillos forman el exterior.
16.- PRINCIPALES ENSAYOS MECANICOS DEL ACERO:
Cuando un técnico proyecta una estructura metálica, diseña una herramienta o una máquina,
define las calidades y prestaciones que tienen que tener los materiales constituyentes. Como hay
muchos tipos de aceros diferentes y, además, se pueden variar sus prestaciones con tratamientos
térmicos, se establecen una serie de ensayos mecánicos para verificar principalmente la dureza
superficial, la resistencia a los diferentes esfuerzos que pueda estar sometido, el grado de
acabado del mecanizado o la presencia de grietas internas en el material, lo cual afecta
directamente al material pues se pueden producir fracturas o roturas. Todos los aceros tienen
estandarizados los valores de referencia de cada tipo de ensayo al que se le somete.
17.- PRINCIPALES ENSAYOS NO DESTRUCTIVOS DEL ACERO:
Los ensayos no destructivos son los siguientes:

 Ensayo microscópico y rugosidad superficial: microscopios y rugosímetros.


 Ensayos por ultrasonidos.
 Ensayos por líquidos penetrantes.
 Ensayos por partículas magnéticas.
 Ensayo de dureza (Brinell, Rockwell, Vickers); mediante durómetros.
18.- PRINCIPALES ENSAYOS DESTRUCTIVOS DEL ACERO:
Los ensayos destructivos son los siguientes:

 Ensayo de tracción con probeta normalizada.
 Ensayo de resiliencia.
 Ensayo de compresión con probeta normalizada.
 Ensayo de cizallamiento.
 Ensayo de flexión.
 Ensayo de torsión.
 Ensayo de plegado.
 Ensayo de fatiga.
19.- TRATE SOBRE LA PRODUCCION Y CONSUMO DEL ACERO A NIVEL
MUNDIAL
España exporta su producción a 157 países y la industria del acero facturó en torno a 14.000
millones de euros el año pasado
Cada año, se reciclan alrededor de 11 millones de toneladas de acero para aprovechar el 80% de
los residuos y subproductos que se generan en el proceso de producción
El consumo aparente de acero de China sigue concentrando la demanda mundial de este
producto y en 2018 se situó en el 48,8% del total consumido en todo el mundo
Turquía es el mayor exportador a la Unión Europea y el que más incrementó sus ventas en 2018
  Madrid, 27 de septiembre de 2019.- La producción mundial de acero se incrementó un 4,6% el
año pasado respecto al ejercicio anterior, hasta alcanzar un volumen de 1.808,6 millones de
toneladas, según el último Informe sectorial de la economía española 2019 elaborado por la
Unidad de Riesgos de CESCE. En cuanto a las previsiones para el cierre de 2019 y para
2020, se prevé que la demanda mundial de acero siga creciendo pero a un ritmo mucho más
moderado y acorde con la desaceleración global de la economía. Los incrementos de la
producción para los siguientes años no superarán el 1,5%. En el caso de España, la producción
de acero bruto se redujo ligeramente en 2018 (-0,8%) y se situó en 14,3 millones de toneladas
respecto a los 14,4 millones de toneladas fabricadas en el ejercicio anterior. España exporta su
producción de acero a 157 países. En el mercado exterior, las exportaciones en volumen se
redujeron en un 3,4% respecto a 2017, alcanzando los 8,5 millones de toneladas, mientras que
en valor la cifra se situó en 7.996 millones de euros lo que supone apenas un 0,6% más que en
el ejercicio precedente. En 2018 la dinámica exportadora se redujo, debido a que en cinco de los
diez principales países donde se vende la producción española se registraron caídas importantes,
principalmente en Portugal (31%) e Italia (35,8%). La industria siderúrgica española es la base
de la cadena de valor metal-metálica, donde el acero es un componente fundamental para
automóviles, maquinaria e infraestructuras. Con el objetivo de dar respuesta a los retos de una
sociedad más compleja y exigente, en el último siglo han surgido más de 3.000 nuevos tipos de
acero, que destacan por sus características de alta resistencia utilizados en motores y
aerogeneradores o los aceros de material quirúrgico de alta precisión. Actualmente, el acero es
un producto que destaca por su economía verde, ya que se reciclan alrededor de 11 millones de
toneladas cada año para poder aprovechar el 80% de los residuos y subproductos que se generan
en el proceso de producción. La industria del acero en España cuenta con alrededor de 72
fábricas dedicadas a la producción (22) y transformación de acero (50) y, en 2018, la industria
ha logrado una facturación en torno a los 14.000 millones de euros.   La mitad del acero del
mundo se va a China En cuanto a los países productores, China continúa consumiendo cerca de
la mitad del acero del mundo aunque ha visto desacelerarse su economía levemente, mientras
que el Gobierno continúa alejando al país del crecimiento ligado a la inversión y lo guía hacia
una expansión impulsada por el consumo. En términos de demanda, el consumo aparente de
acero de China continúa concentrando la demanda mundial de este producto, que en 2018 se
sitúa en el 48,8% del total consumido en el mundo. China incrementó su producción un 6,6%,
hasta los 928,3 millones de toneladas y su participación en la producción aumentó del 49,2% al
51,3% en 2018. A pesar de los aranceles establecidos por Estados Unidos, y las
medidas antidumping fijadas por la Unión Europea, China ha reorientado su producción al
mercado doméstico, lo que justifica su incremento. Hay que recordar, además, que las empresas
chinas productoras de acero se sostienen con ayudas públicas y que reciben beneficios fiscales
por las exportaciones. India se sitúa después de China, con una producción de 106,5 millones de
toneladas (+5%), y ha reemplazado a Japón como el segundo mayor productor mundial de
acero. India ha visto su oportunidad en la actual situación de guerra comercial mundial. El acero
indio no está penalizado por los aranceles americanos y, además, en su proceso productivo
cuenta con una gran masa laboral que genera costos muy por debajo del promedio mundial. La
desaceleración de las principales economías mundiales, las guerras e incertidumbres en las
políticas comerciales y los altos costes de producción se suman a los problemas, ya
tradicionales, que sufre la industria del acero. Hay que recordar que el sector aún mantiene un
problema de sobrecapacidad instalada que, unido al descenso de la demanda, influirá tanto en
los niveles de producción como en los precios en los próximos años. Durante los primeros tres
meses de 2019, los principales países de origen de las importaciones de acero en el mercado de
la Unión Europea fueron Turquía, Rusia, Corea del Sur, China y Ucrania. Estos cinco países
representaron el 67% del total de las importaciones de acero acabado en la Unión
Europea. Turquía mantuvo su posición como el mayor exportador de productos de acero
terminados a la Unión Europea y registró el mayor aumento interanual de los diez principales
países de origen de las importaciones de acero de la Unión. Las importaciones de Rusia,
Ucrania y Bielorrusia también registraron una tendencia al alza durante el primer trimestre de
2019. Un sector con 40 millones de empleos en todo el mundo Según el informe de CESCE, hay
que destacar la importancia de la industria del acero a nivel mundial ya que, por cada dólar de
valor producido en el sector, se generan 2,5 dólares de actividad en otros sectores relacionados
con la compra de materias primas, de bienes, de energía y de servicios. Además, por cada dos
empleos del sector siderúrgico se crean 13 empleos más en toda su cadena de suministro, lo que
suma un total de 40 millones de empleos en todo el mundo. La industria del acero en Europa
emplea a 330.000 trabajadores en 22 Estados miembros, pero, si tenemos en cuenta a todos los
países que integran la Unión Europa, el número de empleados directos e indirectos está cercano
a los 2,5 millones de personas.
20.- COMO SE REALIZA EL RECICLAJE DEL ACERO Y QUE CUIDADOS
HAY QUE TENER EN LA MANIPULACION DE LA CHATARRA
El contenedor amarillo es el indicado para los envases metálicos, plásticos o compuestos. Por lo
tanto, a él debe ir a parar cualquier envase de acero doméstico, lo más limpio posible, para su
correcto reciclaje. Para evitar posibles dudas que lleven a equivocarse de contenedor o a no
separarlo del resto de residuos, conviene saber qué envases están fabricados con este material.
La lista es muy diversa: las latas de bebidas, conservas, aceite, galletas, chocolates o productos
exclusivos y de alta calidad, como cafés, licores, tabacos, perfumes; los aerosoles (insecticidas,
ambientadores, productos de limpieza); los tapones corona de las botellas; la tapa de los tarros
de cristal con vegetales o mermeladas; y los botes de pintura.
Otros productos con componentes de acero utilizados en los hogares, por su volumen o por
contener materiales nocivos, no se pueden depositar en los contenedores amarillos una vez que
se han convertido en residuo. El lugar indicado para los electrodomésticos como neveras,
combis, hornos, lavadoras o lavavajillas es un punto limpio. Algunos ayuntamientos habilitan
un servicio de recogida. Al comprar un electrodoméstico nuevo, el vendedor tiene que hacerse
responsable de su recogida y correcto traslado a una instalación de reciclaje. Respecto a los
automóviles fuera de uso, son muy valiosos y, además, no se pueden dejar abandonados. Su
destino final debe ser un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT).

Los consumidores deben recordar que el reciclaje es la última de las tres famosas erres de la
ecología. Es prioritario usar sólo los productos que sean necesarios, sin derrochar (reducir), y
reutilizarlos el máximo posible para alargar su vida. Antes de adquirir un nuevo automóvil o un
electrodoméstico, conviene probar si se pueden reformar para aprovecharlos durante más
tiempo. Otros objetos se reutilizan de diferentes maneras: las latas se convierten en un recipiente
para bolígrafos u otros elementos y los tapones corona, en las clásicas chapas para jugar.
También es posible una reutilización solidaria. Algunos productos todavía en funcionamiento,
pero que se han cambiado por un modelo nuevo, pueden dar servicio a personas más
necesitadas.

Para trabajar con la chatarra debemos tener los siguientes cuidados:


Tapar los ojos y boca.
Proteger la piel que pudiera tener un contacto directo.
Alejar toda fuente de calor, la chatarra es altamente inflamable.
Usar guantes, pueden ser delgados para una mejor manipulación pero sin que haya contacto
directo.
El mayor peligro de la chatarra es que es muy inflamable, con cualquier fuente de calor y
oxígeno se pudiera formar una combustión. Además, al tener contacto directo con la piel suele
irritarla.

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