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El presente trabajo es un resumen que cuenta con los temas tratados en la

conferencia Importancia de los Programas de Conservación de los Ejidos,


impartida el día de hoy a las 6:00pm por el Maestro Fernando Santos Pérez.

Como primer punto, el ponente mencionó que el reparto agrario como tal concluyó
en el año 1992, lo cual dio paso a la abrogación de la Ley Agraria, generando el
nacimiento de una legislación agraria nueva y se crean nuevas instituciones de
justicia y política pública dentro del territorio nacional.

De igual manera, como antecedente se mencionó que para antes de 1992 existía
un Reparto Agrario, en la que campesinos sin tierras, quienes eran beneficiados
previo trámite ante los gobiernos de los Estados y tal reparto culminaba con una
resolución judicial emitida por la presidencia de la República. Así es como se
creaba la propiedad social rural, los ejidos, la propiedad ejidal.

Para llevar a cabo tal proceso se exigía que, para fundar un ejido, al menos 20
personas se reunieran para exigirlo, mismas que tenían que reunir unos requisitos:

A título personal e individual: los cuales consistían en ser mexicanos, contar con la
mayoría de edad, o incluso ser menores siempre que tuvieran familia a cargo; y

Colectivos: consistían en que las personas que solicitaban las tierras debían de
ser por lo menos 20, debían dedicarse y estar en posición de las tierras en
cuestión y dedicarse a las labores del campo.

Este proceso, se hacía originalmente en un escrito simple ante el gobierno del


Estado quien le daba el trámite correspondiente en ese entonces la Secretaria de
la Reforma Agraria y dentro de ella se encontraba la Comisión Agraria Mixta que
designaba un personal de la instancia para que se trasladara hasta el lugar donde
se encontraban estos terrenos y el grupo peticionario para el asentamiento
humano y poder regular para que se hagan los trabajos técnicos e informativos,
los cuales consistían en comprobar de manera fehaciente que se cumplían los
requisitos tanto individuales como de grupo exigibles por la ley para hacer el
trámite de solicitud de tierras.
En estos trabajos, lo que se hacía era un censo para constatar que el grupo
peticionario efectivamente existiera en la vida real, de igual manera se
corroboraba la mayoría de edad de los participantes, su nacionalidad, que estén
en las tierras solicitadas y que se dediquen al campo.

Una vez cubierto estos requisitos, individuales y de grupo, seguía otro paso el cual
era ver o medir, deslindar pues, la superficie solicitada como dotación para fundar
un ejido. Esta medición se hacía partiendo del centro del asentamiento humano en
un radio legal de 7km, se trazaba la línea imaginaria y todo lo que entre ahí era la
superficie susceptible de afectar.

Ahí empezaba la cuestión de un probable problema porque podría ocurrir que los
terrenos que pudieran ser susceptibles de afectar sean terrenos considerados
como nacionales, que tuvieran una declaratoria que eran terrenos nacionales.
Para constatar esta declaratoria, primero se ubicaban geográficamente y una vez
identificados, se consultaba tanto al Registro Público como el Registro Ejidal para
corroborar esta situación, que efectivamente era terreno nacional.

Ante esta situación se podían presentarse a veces diversos escenarios:

-Que sean efectivamente terrenos nacionales, lo cual era una garantía de que el
trámite iba a ser favorable para el grupo peticionario porque al ser del
Estado/Nación, como tal no tendría ningún problema de otorgar esas tierras a un
grupo peticionario salvo que existiera una petición previa para adquirir esas
mismas tierras.

-Si eran terrenos privados, aquí en el Estado y en todo el territorio nacional en su


momento se ha visto que gran parte del territorio nacional estuvo en manos de
grandes hacendados, incluso, actualmente continúan castillos de haciendas que
pertenecían a familias mismas que luego se convirtieron en ejidos. Esto ocurría
porque el grupo peticionario se asentaba en las tierras aparentemente abandonas
y luego en la medición se podían otorgar siempre y cuando se demostrara que
esas tierras en verdad estén abandonadas por lo menos en un periodo de 2 años.
Una vez instaurado el expediente, si las tierras contaban con dueño, el particular
debía acudir a las instancias y demostrar que esas tierras estaban siendo
trabajadas o debía de presentar un certificado de inafectabilidad, los cuales podían
ser agrícolas, forestales o ganaderos, con lo cual se les otorgaba la inmunidad de
afectación sobre sus tierras, pero para ello tenía que acreditarse posteriormente
de que se solicitaran esas tierras.

De igual manera se mencionó el concepto de: Trabajos Técnicos e Informativos el


cual consistía en hacer el censo y medición de los terrenos, así como levantar el
plano que para ese momento era un plano proyecto y el cual debía de presentarse
ante la instancia correspondiente.

Hasta ahí se manejaba el expediente para instaurar un grupo de campesinos


peticionarios.

Una vez instaurados, se regresaba este expediente y se emitía un primer


dictamen, un preámbulo o boceto de lo que podría ya decirse o presumirse iba a
ser una acción agraria positiva, es decir, que probablemente el grupo peticionario
iba a ser beneficiado.

La Ley Federal de Reforma Agraria de ese entonces, se consultaba para ver que
se cumplían con los requisitos, medición del radio legal de afectación y se
solicitaban informes a las diferentes instancias para determinar la situación legal
de las tierras, pudiendo ser tierras también. Esas tierras se sacaban para que
quedaran la superficie total con la que iba a ser beneficiado el poblado en caso de
ser procedente.

Si se presentaba un particular para probar su certificado de inafectabilidad sobre


sus tierras, se emitía un dictamen en el que se ordenaba una segunda visita, y se
daba tramite en ejercicio de garantía hacia la persona de la persona que se
sintiera afectada o molestada en sus derechos.

En caso de que el dictamen fuera positivo se dirigía a un área del sector agrario
que aquí en Campeche era el Cuerpo Consultivo Agrario y la Sala Regional del
Cuerpo Consultivo Agrario, el conocía de asuntos instaurados como expedientes
para dotaciones. Este Cuerpo Consultivo conocía expedientes de 5 Estados los
cuales eran Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Tabasco y Veracruz. Todos los
expedientes de solicitudes de tierra eran resueltos en esa Sala de Campeche, la
cual era la encargada de hacer el dictamen equivalente a una sentencia de
procedencia o no de esa petición de tierras.

Ahora, si el dictamen era positivo, una vez listo el expediente se enviaba a México,
ya que antes de 1992 el presidente de la República era considerado la máxima
autoridad en materia agraria y una vez en su poder, lo firmaba y ordenaba que se
dotaba al grupo peticionario las tierras y se les ponía el nombre que decidieran,
todo con el objetivo de beneficiar a los campesinos, bajo la leyenda: “Ejecútese y
Cúmplase.”

Estas tierras eran divididas, las cuales, si eran 20mil hectáreas, tantas eran
destinadas para el asentamiento humano, tantas otras se destinaban para que
sean parcelas, tantas otras eran para que sean parcelas con un destino específico
como las escolares, unidades de dotación, etc. y si las tierras eran suficientemente
grandes, se podía dejar una parte como tierras para uso común.

Una vez firmado, se regresaba el expediente al Estado de origen para vía de la


Comisión Agraria Mixta la cual comisionaba a una persona para ir a ejecutar esa
sentencia, se diera lugar a la entrega formal y material de las tierras ya como un
ejido.

Llegaban y conforme al plano proyecto, se hacía un caminamiento mucho más


serio y formal conforme a la resolución decretada de manera definitiva, legal y
formal.

Caminamieto: consistía en una caminata que se realizaba partiendo del vértice 0 y


con una distancia de tantos km se llega al punto dos, con altitud y longitudes tal y
se va describiendo el caminamiento hasta cerrar el perímetro, una vez cerrado se
saca la dimensión y tamaño de la superficie otorgada y terminaba con el
documento llamado Acta de Posesión y Deslinde y entonces ese plano proyecto
pasa a ser el plano definitivo.
Los documentos que se creaban para este otorgamiento son 3:

1. Resolución presidencial, el expediente firmado por el presidente donde se


otorgaban las tierras;
2. Plano definitivo, contenía las medidas del terreno dado;
3. Acta de posesión y deslinde; último documento para la entrega de las
tierras.

Estos documentos, de manera coloquial son considerados como el acta de


nacimiento de un ejido y con ellos:

1. Nace formalmente un ejido;


2. Se acredita la propiedad de las tierras de un ejido;
3. Se considera una propiedad social, de todos y de nadie a la vez.

De ahí se deriva la unidad de dotación la cual si alcanza para cada ejidatario, se


les otorga un solar urbano del cual los pobladores son quienes tienen derecho a
este solar urbano de manera gratuita para fincar su parcela y trabajar en materia
individual en lo que el prefieran, además de que se tiene un área de superficie de
tierras de uso común donde no se aceptan las delimitaciones y todos tienen
derecho a disfrutarla aunque la propiedad sigue siendo del Estado, y es de esta
superficie de donde se pueden usar los recursos que ahí se encuentren para fines
individuales más el recurso obtenido no es de la persona como tal.

Es a partir de 1992, que el reparto agrario se termina y con la nueva postura


agraria lo que nacieron fueron Tribunales Agrarios.

Con este nuevo mecanismo, los dos últimos documentos para otorgar las tierras
no cambiaron, pero el que sí lo hizo fue la resolución presidencial ya que el
presidente dejo de ser considerado como la máxima autoridad en materia agraria.

En el Estado de Campeche por lo general hay ejidos que tienen superficies muy
importantes y grandes, debido a que algunos ejidos por política pública dijeron que
no les alcanzaba las tierras con las que contaban porque la familia crecía y las
tierras no y se les otorgaban ampliaciones de los ejidos.

A algunos de ellos se les otorgaron estas ampliaciones bajo el título de ser


ampliaciones forestales, con limites en Guatemala y en su momento se dedicaron
a explotar el recurso de la madera de manera legal, formal, era una explotación
impresionante, aunque legal.

De igual manera existen ejidos que en lo general son muy grandes, pero hay otros
que les tocó casi nada de tierras. Ejemplo de estos pequeños ejidos se puede
mencionar a Calakmul ya que su donación fue sólo de 2500 hectáreas y su
nacimiento se dio bajo muchas complicaciones, aunque debido a la falta de tierras
optaron por pedir esta ampliación bajo un programa de conservación, pero ante
una escasa producción de los insumos más básicos para el hogar el tener la
posibilidad de ingresar a un programa de conservación, guiado por CONAFOR, les
llevó 6 años poder realizar el trámite para poder acceder a ese proyecto el cual
implica un montón de trabajo previo, como limpiar mensuras, hacer guardarrayas,
y caminamietos de vigilancia permanente para evitar la tala y caza de algo que
están obligados a conservar para que puedan seguir recibiendo apoyo del Estado
por esa conservación de las tierras y tengan una ayuda económica.

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