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Eutanasia

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Estatus de la eutanasia en el mundo: Eutanasia activa legal: Países

Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia, España, Nueva Zelanda y en los estados de Australia
Meridional, Australia Occidental, Nueva Gales del Sur, Queensland, Tasmania y Victoria.1 Eutanasia pasiva legal
(rechazo de tratamientos / retiro del soporte vital) Eutanasia activa ilegal, eutanasia pasiva no regulada Toda

forma de eutanasia ilegal

La eutanasia (del latín euthanasia y este del griego


antiguo εὐθανασία /euthanasía/, «buena muerte», «muerte apacible», lo contrario
de cacotanasia2) es la intervención deliberada para poner fin a una vida sin
perspectiva de cura.3 La eutanasia se practica tanto en humanos (medicina) como
en animales de otras especies (eutanasia animal en veterinaria).4
En medicina la eutanasia es la provocación intencionada de la muerte de una
persona que padece una enfermedad avanzada o terminal, a petición expresa de
ésta, y en un contexto médico. Actualmente no procede utilizar los términos
“Eutanasia involuntaria”, “Eutanasia pasiva” ni “Eutanasia indirecta”, porque son
situaciones ajenas a esta definición de eutanasia.56
En los países donde está legalizada su práctica, la eutanasia se realiza a petición
reiterada del paciente y con la supervisión de un equipo médico. El procedimiento
es libre, autónomo, voluntario, intencionado, reflexionado y consciente, 7 en el caso
de que esta circunstancia no sea posible, cuando el testamento vital del paciente
lo indique explícita y claramente.2
La eutanasia debe diferenciarse del suicidio asistido, cuando es el propio paciente
el que lleva a cabo la administración de los fármacos para acabar con su vida. El
suicidio asistido es legal en jurisdicciones diferentes a la eutanasia.
Índice

 1Etimología
 2Definición
 3Estatus legal de la eutanasia
 4Historia
o 4.1La eutanasia en Grecia y Roma
o 4.2La eutanasia en los siglos XV-XVII
o 4.3Debate sobre la eutanasia en el s. XIX y s.
XX
o 4.4Movimiento inicial de eutanasia en los
Estados Unidos de América
o 4.5Década de 1930 en la Gran Bretaña
o 4.6Aktion T4 - Eugenesia durante la Alemania
nazi
o 4.7La petición de 1949 del estado de Nueva
York a favor de la eutanasia y la oposición
católica
 5Clasificaciones de eutanasia
o 5.1Según el accionar médico
o 5.2Según la voluntad del paciente
 6Conceptos relacionados
 7Argumentos a favor y en contra
o 7.1Invocación de los derechos individuales
contra la transgresión a una interdicción
o 7.2El ejercicio de la libertad y de la autonomía
o 7.3La visión de la dignidad humana
o 7.4Gestión de los recursos sociales
o 7.5Tomando en cuenta el sufrimiento
o 7.6Argumentos sobre la necesidad y viabilidad
de una introducción controlada
 8Opinión médica
 9Puntos de vista religiosos
 10Véase también
 11Notas
 12Referencias
 13Bibliografía
o 13.1Enciclopedias
o 13.2Libros
o 13.3Publicaciones
o 13.4Revistas
 14Bibliografía complementaria
 15Enlaces externos
o 15.1A favor
o 15.2En contra

Etimología[editar]
La palabra eutanasia proviene del latín científico euthanasia /eutʰanásɪa/, y este
del griego εὐθανασία /eu̯ θaɳasía/, está compuesta por el prefijo εὖ /eu̯ / ‘bien’,
‘normalidad’; la palabra θἀνατος /θánatos/ ‘muerte’ y el sufijo
sustantivante ~σίᾱ /~síaː/.2 El morfema εὖ /eu̯ / ‘bien’, ‘normalidad’; está vinculado
a la raíz indoeuropea *wesu~, ‘bueno’. Está presente en los neologismos
aneuploide, eubacteria, eucalipto, eucáridos, eucariote, eufonía, y muchos más. 8
El lexema θἀνατος /θánatos/ ‘muerte’; está vinculado a la raíz indoeuropea
*dʰ(u)enh₂- ‘muerte’. Puede vérsela con ese mismo significado en: tanatología,
tanatopraxia, tanatonauta y tanatoideo(a), atanasia, cacotanasia, ortotanasia,
distanasia.9 El gramema sustantivante ~σίᾱ /~síā/; proviene del griego, el cual a su
vez es la combinación de dos sufijos femininos: ~si(s)/~s(o) de los griegos
~σις/~σι~/~σο~/~σ~ que significa ‘acción’, muy común en el lenguaje científico
griego;10 y el sufijo ~íā del griego ~ία que significa ‘cualidad’.11
Etimológicamente hablando, eutanasia significa: muerte apacible o muerte sin
sufrimiento físico, favorecida por otros. Es antónimo de cacotanasia.12

Definición[editar]
Al igual que otros términos tomados de la historia, la eutanasia tiene diferentes
significados según su uso. El primer uso del término se encuentra en los textos del
historiador Suetonio (c. 70-post. 126), quien describió cómo el
emperador Augusto (63-14 a. C.), «muriendo rápidamente y sin sufrir en los
brazos de su esposa, Livia, experimentó la “eutanasia” que había deseado». 1314 Su
primer uso se registra en el contexto médico por Francis Bacon en el
siglo XVII d. C., haciendo referencia a una muerte feliz, fácil e indolora, durante la
cual era «responsabilidad del médico aliviar los “padecimientos físicos” del
cuerpo». Bacon se refería a una eutanasia «exterior», el término «exterior» lo
utilizaba para distinguirlo de la eutanasia espiritual o interior que se referiría «a la
preparación del alma».1516
Es habitual incorporar la noción de sufrimiento a la definición. El Diccionario de
inglés de Oxford incorpora el sufrimiento como condición necesaria, con "la muerte
indolora de un paciente que padece una enfermedad incurable y dolorosa o está
en coma irreversible".17 Otro elemento es el de la intencionalidad: la muerte debe
ser intencionada, en lugar de ser accidental, y la intención de la acción debe ser
una "muerte piadosa". Del mismo modo, Heather Draper habla de la importancia
del motivo, argumentando que "el motivo forma una parte crucial de los
argumentos a favor de la eutanasia, porque debe ser en el mejor interés de la
persona en el extremo receptor. Para Draper la eutanasia "debe definirse como la
muerte que resulta de la intención de una persona de matar a otra, utilizando los
medios más suaves e indoloros posibles, que está motivada únicamente por el
interés superior de la persona que muere.18 Wreen señaló la dificultad de justificar
la eutanasia frente a la noción del derecho a la vida" del sujeto y que por lo tanto
la eutanasia tiene que ser voluntaria, y solicitada o requerida por el paciente. y que
"la eutanasia involuntaria es, como tal, un gran mal". 19 Otros autores también
señalan el consentimiento del paciente como necesario e imprescindible.20
El Comité de Ética médica de la Cámara de los Lores británica: define la eutanasia
como:
La eutanasia es «una intervención deliberada emprendida con la intención expresa de poner fin a una vida, para aliviar
el sufrimiento intratable».21

Para el Grupo de Trabajo de Atención Médica al Final de la Vida de


la Organización Médica Colegial de España (OMC) y la Sociedad Española de
Cuidados Paliativos (SECPAL):

La eutanasia es «la provocación intencionada de la muerte de una persona que padece una enfermedad avanzada o
terminal, a petición expresa de ésta, y en un contexto médico (actualmente no procede utilizar los términos “Eutanasia
involuntaria”, “Eutanasia pasiva” ni “Eutanasia indirecta”, porque son situaciones ajenas a esta definición de
eutanasia)».6

En los Países Bajos y en Bélgica, es entendida como «la terminación de la vida


por un médico a petición de un paciente».22 Sin embargo, la ley neerlandesa no
usa el término eutanasia, sino que lo incluye bajo la definición más amplia de
«suicidio asistido y finalización de la vida a petición». 23
En Colombia la Corte Constitucional en su sentencia C 239 de 1997 manifiesta
que el homicidio por piedad «es la acción de quien obra por la motivación
específica de poner fin a los intensos sufrimientos de otro», y que
«doctrinariamente se le ha denominado homicidio pietístico o eutanásico». 24 Por
medio de la resolución 1216 de 2015 se reglamentó la eutanasia en Colombia y se
creó el protocolo médico para la aplicación de la eutanasia. 25

Estatus legal de la eutanasia[editar]


Estatus legal de la eutanasia en el mundo
Artículo principal:
El estatus legal de la práctica de la eutanasia en el mundo es heterogéneo; varios
países han despenalizado este procedimiento y establecido leyes oportunas para
su consecución en la que una vez solicitada, participa un equipo médico
activamente. La eutanasia sin consentimiento expreso del paciente, denominada
en ocasiones inadecuadamente como eutanasia involuntaria26 es ilegal en todos
los países y se considera homicidio por lo que está siempre gravemente penada.

Orden de países que han legalizado la eutanasia activa

Fecha de
País Método efectivo
vigencia

1 Países Bajos Aprobado por los Estados Generales 1 de abril de 2002

28 de mayo de
2 Bélgica Aprobado por el Parlamento
2002
Orden de países que han legalizado la eutanasia activa

Fecha de
País Método efectivo
vigencia

19 de marzo de
3 Luxemburgo Aprobado por la Cámara de Diputados
2009

15 de diciembre de
4 Colombia Aprobado por la Corte Constitucional
2014

5 Canadá Aprobado por el Parlamento 17 de junio de 2016

Aprobado por el Congreso de los Diputados y el


6 España 25 de junio de 2021
Senado

Nueva Aprobado por el Parlamento y aprobado por los 6 de noviembre de


7
Zelanda ciudadanos en referéndum 2021

Historia[editar]
La eutanasia en Grecia y Roma[editar]
La muerte de Sócrates, por Jacques-Louis David (1787), en la cual se representa a Sócrates preparado
para beber la cicuta, tras su condena por corromper a la juventud ateniense.

La eutanasia se practicó en las antiguas Grecia y Roma. Por ejemplo, la cicuta se


empleó en la isla de Ceos como un medio para acelerar la muerte; técnica que
también se empleaba en Marsella. La eutanasia, en el sentido de la deliberada
aceleración de la muerte de una persona, fue apoyada
por Sócrates, Platón y Séneca el Viejo en el mundo antiguo, aunque parece
que Hipócrates había hablado en contra de la práctica, cuando escribió: «no
prescribiré una droga mortal para complacer a alguien, ni dar consejos que
puedan causar su muerte», lo que indica que pudo haber un cierto debate en la
literatura sobre si se pretendía o no incluir la eutanasia. 272829
La eutanasia en los siglos XV-XVII[editar]
El término eutanasia en el sentido anterior de apoyar a alguien mientras moría, fue
utilizado por primera vez por el inglés Francis Bacon (1561-1626). En su
trabajo Eutanasia médica eligió esta antigua palabra griega y, al hacer esto,
distinguió entre eutanasia interior o la preparación del alma para la muerte, y
eutanasia exterior que pretendía hacer el fin de la vida más llevadero e indoloro, y
en excepcionales circunstancias acortando la vida. Su cambio de significado a una
muerte fácil pasó a primer plano en el periodo moderno temprano como puede ser
visto en la definición que recoge el Grosses vollständiges Universal-Lexicon aller
Wissenschafften und Künste (en alemán Gran léxico universal completo de todas
las ciencias y artes) del siglo XVIII d. C.:

Eutanasia: una muerte muy suave y tranquila, que ocurre sin convulsiones dolorosas. La palabra proviene de ευ, bene,
bueno y θανατος, mors, muerte.

—Universal Lexicon30

El concepto de eutanasia en el sentido de aliviar el proceso de la muerte se


remonta al historiador médico, Karl Friedrich Heinrich Marx (1796-1877) quien se
basó en las ideas filosóficas de Bacon. Según Marx, un médico tenía el deber
moral de aliviar el sufrimiento de la muerte mediante el aliento, el apoyo y la
mitigación mediante el uso de medicamentos. Tal «alivio de la muerte» reflejó el
espíritu de la época de la cual fue contemporáneo, pero Marx lo colocó en el
canon de la responsabilidad médica por primera vez. También hizo hincapié en la
distinción entre el cuidado teológico del alma de las personas enfermas desde el
cuidado físico y el tratamiento médico por parte de los galenos. 3132
La eutanasia, en su sentido moderno, ha sido fuertemente opuesta a la
tradición judeocristiana. Tomás de Aquino (1225-1274) se opuso, y argumentó que
la práctica de la eutanasia contradecía nuestros instintos humanos naturales de
supervivencia,33 así como también lo hicieron François Ranchin (1565-1641),
médico francés y profesor de medicina y Michael Boudewijns (1601-1681), médico
y profesor.3435 Otras voces abogaron por la eutanasia, como el poeta inglés John
Donne (1572-1631) en 1624,36 y la eutanasia continuó en práctica. En 1678, la
publicación del libro De pulvinari morientibus non subtrahendo (del latín La
almohada de los moribundos no debe ser sustraída) de Caspar Questel, debate
sobre el tema. Questel describió varias costumbres que eran usadas en ese
momento para traer la muerte a los moribundos, incluida el retiro de la almohada
que, se creía, aceleraba la muerte; argumentó en contra de tal práctica, pues
hacerlo está «contra las leyes de Dios y de natura». 37 Este punto de vista fue
compartido por otros que les siguieron, incluidos Philipp Jakob Spener, Veit Riedlin
y Johann Georg Krünitz.38 A pesar de la oposición, la práctica de la eutanasia
continuó, involucrando técnicas como la sangría, la asfixia y sacar a las personas
de sus camas para colocarlas en el suelo frío.39
Durante la Ilustración, el suicidio y la eutanasia comenzaron a ser más
aceptados.35 Tomás Moro (1478-1535) escribió sobre la eutanasia en Utopía:

A los enfermos asisten con gran caridad, no dexando atras ningun medicamento y gobierno de vivir, que le importe
restituir la salud al que le falta. Si alguno padece enfermedad prolija, le entretienen hablando con él, y sirviéndole
aligeran su calamidad; mas si la enfermedad es incurable y de continuo dolor, los Sacerdotes y el Magistrado le
confortan, persuadiéndole que hallándose ya inépto á los oficios de la vida, molesto á los otros, y pesado á sí mismo,
que no quiera sobrepujar á la propia muerte, alimentando la maligna enfermedad, y que siendo la vida un tormento, no
dude el morir, ántes tenga esperanza de salir de tan acervo estado, ó quitándose él propio la vida, ó dexándose matar;
pues dexará, muriendo, aquella miseria, y no comodidades. Ademas de esto, siguiendo el consejo de los Sacerdotes,
intérpretes de la voluntad de Dios, executarán una obra santa y pia los que se dexan persuadir, y con abstencia fenecen la
vida, ó durmiendo se dexan matar; mas no hacen morir á alguno contra su voluntad, ni faltan á administrarlos en la
enfermedad, paraciéndoles que esta sea una honesta ocupación. Mas si alguno se mata sin el consentimiento de los
Sacerdortes y del Magistrado, no le dan sepultura, y arrojan su cuerpo en una laguna.

—Utopía40

Aunque para Stolberg no queda claro si Moro tenía la intención de respaldar la


práctica.41 Otras culturas han adoptado diferentes enfoques: por ejemplo, en
Japón el harakiri, o suicidio ritual, no ha sido considerado tradicionalmente como
pecado, ya que se usa en casos de honor y, en consecuencia, las percepciones de
la eutanasia son diferentes a de las de otras partes del mundo. 42
Debate sobre la eutanasia en el s. XIX y s. XX[editar]
A mediados del siglo XIX d. C., surgió el uso de la morfina para tratar «los dolores
de la muerte». En 1848 el cirujano estadounidense John Collins Warren (1778-
1856) recomendó su empleo. En 1866, el médico británico Joseph Bullar (1815-
¿?) reveló una utilización similar para el cloroformo. Sin embargo ninguno de los
dos recomendaba que la ocupación de este fármaco debería ser para acelerar la
muerte. En 1870, el inglés y maestro de escuela Samuel Williams, inició el debate
sobre la eutanasia contemporánea a través de un discurso en el Birmingham
Speculative Club, una sociedad cuyos miembros eran filósofos aficionados que
recopilaba sus trabajos.43 La propuesta de Williams fue usar cloroformo para
acelerar deliberadamente la muerte de pacientes con enfermedades terminales:

Que en todos los casos de enfermedad desesperada y dolorosa, debe ser el deber reconocido del asistente médico,
siempre que así lo desee el paciente, administrar cloroformo, o cualquier otro anestésico que pueda reemplazar a este, de
forma gradual para destruir la conciencia al primer intento, y disponga al paciente a una muerte rápida e indolora. Se
deben tomar todas las precauciones necesarias para prevenir cualquier posible abuso de tal deber; lo que implica que
debe ser establecido, más allá de la posibilidad de duda o cuestionamiento, que el remedio fue aplicado por el deseo
expreso del paciente.

—Samuel Williams (1872), Euthanasia Williams y Northgate: Londres.43

El ensayo fue revisado favorablemente en el diario The Saturday Review de


Londres; pero apareció una editorial contra el ensayo en la revista semanal
británica The Spectator.44 A partir de ese momento, resultó ser influyente, y otros
escritrores se manifestaron a favor de tales puntos de vista: Lionel Tollemache,
octavo conde de Dysart (1794-1878) escribió a favor de la eutanasia, al igual que
la británica Annie Besant (1847-1933), la ensayista y reformadora que más tarde
se involucró con la National Secular Society (Sociedad Nacional Laica),
considerando que era un deber con la sociedad que uno debe «morir
voluntariamente y sin dolor» cuando uno llega al punto de convertirse en una
«carga».4445 La revista Popular Science analizó el tema en mayo de 1873,
evaluando ambos lados del argumento. 46 Kemp señala que, en ese momento, los
médicos no participaron en la discusión; era «esencialmente una empresa
filosófica [...] vinculada inextricablemente a una serie de objeciones a la doctrina
cristiana de la santidad de la vida humana». 44
Bajo el pontificado del papa Francisco se publicó la Carta "Samaritanus Bonus",
en la que se dan elementos para aclarar el posible equívoco acerca del concepto
de "muerte digna"[1]
Movimiento inicial de eutanasia en los Estados Unidos de
América[editar]
Artículo principal: Eutanasia en los Estados Unidos de América

Felix Adler, alrededor de 1913, fue el primer estadounidense en abogar por permitir el suicidio en casos
de enfermedades crónicas.
El auge del movimiento de la eutanasia en los Estados Unidos de América
coincidió con la llamada Edad chapada en oro de ese país, un momento de
cambio social y tecnológico que abarcaba un «conservadurismo individualista que
elogiaba la doctrina económica del laissez faire (en francés: dejen hacer),
el método científico y el racionalismo», que sucedió junto a grandes depresiones
económicas, industrialización y conflicto entre corporaciones y sindicatos. 43
También fue el período en el que se desarrolló el sistema hospitalario moderno,
que ha sido visto como un factor en el surgimiento del debate sobre la eutanasia. 47
El abogado Robert G. Ingersoll (1833-1899) intercedió a favor de la eutanasia,
afirmando, en 1894, que cuando alguien padece una enfermedad terminal, como
un cáncer en fase terminal, debería tener derecho a finalizar con su dolor
mediante el suicidio. El judío, racionalista intelectual Felix Adler (1851-1933)
ofreció un enfoque similiar, aunque, a diferencia de Ingersoll, Adler no rechazó a la
religión. De hecho, argumentó un marco de cultura ética. Este último argumentó
en 1891 que aquellos que sufrían de un dolor abrumador deberían tener el
derecho a suicidarse y, además, que un médico debería estar autorizado para
ayudarle. Así Adler, se convierte en el primer estadounidense «prominente» en
abogar por el suicidio en casos donde la gente sufría una enfermedad crónica. 48
Tanto Ingersoll como Adler argumentaron a favor de la eutanasia voluntaria en
adultos que padecen dolencias terminales.48 Dowbiggin sostiene que al romper las
objeciones morales previas a la eutanasia y el suicidio, Ingersoll y Adler
permitieron a otros extender la definición de eutanasia. 49
El primer intento en este país para legalizar la eutanasia tuvo lugar cuando Henry
Thomas Hunt lo introdujo en la Asamblea General de Ohio de 1906.50 Esto lo hizo
Hunt a costa de Anna S. Hall una rica heredera que fue una figura importante en el
movimiento de la eutanasia durante los primeros años del siglo XX d. C. en los
Estados Unidos de América. Hall había visto morir a su madre después de una
larga batalla contra un cáncer hepático y se había dedicado a garantizar que los
demás no tuvieran que soportar el mismo sufrimiento. Con este fin, participó en
una extensa campaña de redacción de cartas, reclutó a Lurana W. Sheldon y
a Maud Ballington Booth, y organizó un debate sobre la eutanasia en la reunión
anual de la American Humane Association (Asociación Humana Estadounidense)
en 1905, descrita por Jacop Appel como el primer debate público significativo
sobre el tema en el siglo XX d. C..51
El proyecto de ley de Hunt requería la administración de un anestésico para
provocar la muerte de un paciente, siempre y cuando la persona sea mayor de
edad y tenga la mente sana, y se encuentre sufriendo de una lesión fatal o una
enfermedad irrevocable o un gran dolor físico. También requería que el caso fuese
atendido por un médico, el consentimiento informado ante tres testigos y la
asistencia de tres médicos que tenían que aceptar que la recuperación del
paciente era imposible. Una moción para impugnar el proyecto fue rechazada,
pero, de todas formas, el proyecto de ley no pasó pues obtuvo una votación de 79
en contra y 23 a favor.5253
Junto con la proposición de eutanasia del estado de Ohio, en 1906 el asambleísta
Ross Gregory presentó una propuesta para permitir la eutanasia a la legislatura de
Iowa. Sin embargo, la legislación de Iowa tenía un alcance más amplio que el
ofrecido en Ohio. Permitió la muerte de cualquier persona de al menos diez años
de edad que sufriere una dolencia que resultaría fatal y causaría un dolor extremo,
en caso de que tuvieran una mente sana y expresasen el deseo de apresurar
artificialmente su muerte. Además, permitía que los bebés fuesen sacrificados si
estaban lo suficientemente deformados, y les permitía a los tutores solicitar la
eutanasia en nombre de sus pupilos. La legislación también impuso sanciones a
los médicos que se negaren a realizar la eutanasia cuando les fuere solicitada:
una pena en prisión de entre seis a doce meses y el pago de una multa entre 200
a 1000 dólares estadounidenses. La propuesta resultó ser controversial;54
engendrando un debate considerable y no fue aprobada al haberse retirado la
consideración después de pasarla a la Comisión de Salud Pública. 55
Después de 1906, el debate sobre la eutanasia se redujo en intensidad,
resurgiendo periódicamente, pero no volviendo al mismo nivel de discusión hasta
la década de 1930 en el Reino Unido.52
El oponente a la eutanasia, Ian Dowbiggin (1952) argumenta que la creación
temprana de la Sociedad Estadounidense pro Eutanasia (ESA; por sus siglas en
inglés) reflejó la cantidad de procedimientos eutanásicos percibidos en ese
momento, 1920, a menudo viéndolo como un asunto de eugenesia más que como
un tema relacionado con los derechos individuales. 48 Dowbiggin sostiene que no
todos los eugenistas se unieron a la ESA «solo por razones eugenésicas», si no
que, según postula, había claras conexiones ideológicas entre los movimientos
eugenésicos y la eutanasia.48
Década de 1930 en la Gran Bretaña[editar]
La Sociedad Voluntaria de Legalización de la Eutanasia (actualmente
denominada Dignity in Diying), fue fundada en 1935 por Charles Killick Millard. El
movimiento hizo campaña para la legalización de la eutanasia en Gran Bretaña.
En enero de 1936, el rey Jorge V recibió una dosis fatal de morfina y cocaína para
acelerar su muerte. En ese momento padecía de insuficiencia cardiorrespiratoria y
la decisión de dar fin a su vida la tomó su médico lord Bertrand Dawson.56 Aunque
este evento fue mantenido en secreto durante más de cincuenta años, la muerte
de Jorge V coincidió con la legislación propuesta en la Cámara de los Lores para
legalizar la eutanasia.57
Aktion T4 - Eugenesia durante la Alemania nazi[editar]
Artículos principales: Aktion T4, Eugenesia y Alemania nazi.
En octubre de 1939 Adolf Hitler firmó una «nota de eutanasia» con fecha anterior al 1 de septiembre de
1939, en la que autorizaba a su médico Karl Brandt y al Reichsleiter Philipp Bouhler a implementar el
programa.

El Aktion T4 es el nombre que se le dio, en la posguerra, al asesinato en


masa mediante la eutanasia involuntaria durante la Alemania nazi.a La
partícula T4 es una abreviación de Tiergartenstraße 4, que era la dirección del
departamento de la Cancillería, creado en la primavera de 1940, en el barrio
berlinés de Tiergarten, institución que reclutó y pagó al personal asociado con
el T4.b6061 Ciertos médicos alemanes fueron autorizados a seleccionar pacientes
«considerados incurablemente enfermos, después del examen médico más
crítico» y luego administrarles una «muerte por piedad» (Gnadentod).62 Después
del final nominal del programa, los médicos en instalaciones alemanas y
austríacas continuaron con muchas de las prácticas del Aktion T4, hasta la derrota
de la Alemania en 1945.
Los asesinatos tuvieron lugar desde septiembre de 1939 hasta el final de la guerra
Mundial en 1945, tiempo durante el cual fueron liquidadas entre 275 000 a 300
000 personasc en varios centros de exterminio ubicados en hospitales
psiquiátricos en Alemania y Austria, junto con los de la Polonia dominada, y los
del Protectorado de Bohemia y Moravia (ahora República Checa).646566 El número
de víctimas registradas inicialmente fue un desalentador total de 70 273 personas;
el cual ha sido revisado, mostrándose notoriamente al alza, debido al
descubrimiento de víctimas adicionales que figuran en los archivos de la
antigua Alemania Oriental.67d Aproximadamente la mitad de los asesinados fueron
tomados de los asilos de las iglesias, a menudo con la aprobación de las
autoridades protestantes o católicas de esas instituciones. 6869
A pesar de que la Santa Sede anunció el 2 de diciembre de 1940 que la política
era contraria a la ley divina natural y positiva y que «el asesinato directo de una
persona inocente no esta permitido, ya sea por defectos mentales o físicos», la
declaración no fue confirmada por algunas autoridades católicas en Alemania. Por
otro lado, durante el verano de 1941, las protestas fueron dirigidas en ese país por
el obispo von Galen, cuya intervención, según Richard J. Evans, condujo al
«movimiento de protesta más fuerte, explícito y extendido contra cualquier política
desde el comienzo del Tercer Reich».70
Han sido ofrecidas varias razones para el programa, incluida la eugenesia, la
compasión, la reducción del sufrimiento, la higiene racial, la rentabilidad y la
presión sobre el presupuesto de beneficencia social. 71 7273 La continuación no
oficial de la política dio lugar a muertes adicionales por medicamentos y medios
similares, lo que resultó en 93 521 camas «vaciadas» a finales de 1941.ef La
tecnología que fue desarrollada bajo el programa Aktion T4, particularmente el uso
del gas letal para matar a un gran número de personas, fue responsabilidad de la
división médica del Ministerio del Interior del Reich, junto con el personal que
había participado en el desarrollo de la misma y luego participó en la Operación
Reinhard.77
La tecnología, el personal y las técnicas desarrollas fueron fundamentales para la
implementación de los genocidios nazis.59 Aunque el programa fue autorizado por
Hitler, los homicidios han sido vistos como asesinatos en Alemania. El número de
muertos fue aproximadamente unos 200 000d en Alemania y Austria; en otros
países europeos, aproximadamente 100 000 personas también fueron víctimas
letales.7879
En el entendimiento actual, el uso del término «eutanasia» en el contexto
del Aktion T4 se le considera un eufemismo para ocultar un programa de
genocidio, en el cual las personas fueron asesinadas por «discapacidades,
creencias religiosas y valores individuales discordantes» con el régimen nazi. 80
Comparado con las discusiones sobre eutanasia que siguieron al finalizar la
guerra, el programa Nazi pudo haber sido redactado en palabras que parecen
similares al uso moderno del término, la diferencia radica en que durante el T4 no
hubo «misericordia» y los pacientes no fueron necesariamente pacientes
terminales.80 A pesar de estas diferencias, el historiador y opositor a la
eutanasia Ian Dowbiggin escribe que «los orígenes de la eutanasia Nazi, como los
del movimiento estadounidense pro eutanasia, preceden al Tercer Reich y se
entrelazaron con la historia de la eugenesia y el darwinismo social, como también
con los esfuerzos para desacreditar la moralidad tradicional y la ética». 81
La petición de 1949 del estado de Nueva York a favor de la
eutanasia y la oposición católica[editar]
El 6 de enero de 1949, la Sociedad Estadounidense pro Eutanasia presentó a la
Legislatura del Estado de Nueva York una petición para legalizar la eutanasia,
firmada por 379 ministros protestantes y judíos, el grupo más grande de líderes
religiosos que haya adoptado esta postura. Una petición similar había sido enviada
a la Legislatura de Nueva York en 1947, firmada por aproximadamente mil
médicos de Nueva York.
Los líderes religiosos católicos criticaron la petición, diciendo que tal proyecto de
ley «legalizaría un pacto “asesinatosuicida”» dicha crítica incluía una
«racionalización del quinto mandamiento de la ley de Dios: “No matarás”». 82 El
reverendo Robert E. McCormick dijo que:

El objetivo final de la Sociedad pro Eutanasia se basa en el principio totalitario de que el estado es supremo y que el
individuo no tiene derecho a vivir si su permanencia en la vida es una carga u obstáculo para el estado. Los nazis
siguieron este principio y la eutanasia obligatoria se practicó como parte de su programa durante la guerra reciente. Los
ciudadanos estadounidenses del estado de Nueva York debemos hacernos esta pregunta: ¿vamos a terminar con el
trabajo de Hitler?.

—Reverendo Robert E. McCormick.82

La petición provocó tensiones entre la Sociedad Estadounidense pro Eutanasia y


la Iglesia Católica, lo que contribuyó a un clima de sentimiento anticatólico en
general, en relación con cuestiones como el control de la natalidad, la eugenesia y
el control de la población. Sin embargo, la petición no dio lugar a ningún cambio
legal.48

Clasificaciones de eutanasia[editar]
La eutanasia se clasifica de diferentes formas: directa e indirecta según el
accionar médico, y voluntaria e involuntaria si se cuenta o no con el
consentimiento del paciente informado y consciente. 83
Según el accionar médico[editar]
 Eutanasia directa: cuando existe una
provocación intencional del médico que busca
la terminación de la vida del paciente. Esta a su
vez posee dos formas:
o Activa o positiva: se le considera
activa o positiva (acción) cuando
existe un despliegue médico para
producir la muerte de una persona
como suministrar directamente algún
tipo de fármaco o realizando
intervenciones cuyo objetivo es
causar la muerte.
o Pasiva o negativa: es pasiva o
negativa (omisión) cuando la muerte
es producida por la omisión de
tratamientos, medicamentos,
terapias o alimentos. En este tipo de
eutanasia la actuación del médico es
negativa pues su conducta es de «no
hacer». En otras palabras se
abandona todo tipo de actividad
terapéutica para prolongar la vida de
una persona que se encuentre en
fase terminal, pues se ha concluido
que el tratamiento es inútil para el
mejoramiento del paciente. Suele
identificarse con los conceptos
de dejar morir y ortotanasia, así
como con el derecho a rechazar un
tratamiento médico o retirarse del
soporte vital.
 Eutanasia indirecta: es la que se verifica
cuando se origina sin la intención de causar la
muerte del paciente. Según la definición de
eutanasia la indirecta no lo sería pues uno de
los elementos de esta práctica es la
provocación intencional de la muerte. En todo
caso, la indirecta se da como resultado de
efectuar procedimientos médicos intensos, con
intención terapéutica, que pueden producir la
muerte.
Según la voluntad del paciente[editar]
 Voluntaria: es aquella en la cual es el paciente
quien toma la decisión o por terceras personas
obedeciendo los deseos que el paciente ha
expresado con anterioridad.84
 Involuntaria: sucede cuando un tercero toma
la decisión sin obtener el consentimiento del
paciente (pudiendo obtenerse) o de un pariente
de este.85
 No voluntaria: ocurre cuando un tercero toma
la decisión sin el consentimiento del paciente
debido a la imposibilidad de expresarlo.86

Conceptos relacionados[editar]
 Suicidio asistido: Significa proporcionar, en
forma intencional y con conocimiento, a una
persona, los medios, procedimientos o ambos
necesarios para suicidarse, incluidos el
asesoramiento sobre dosis letales de
medicamentos, la prescripción de
dichos medicamentos letales o su suministro.
Se plantea como deseo de extinción de
muerte inminente porque la vida ha perdido
razón de ser o se ha hecho dolorosamente
desesperanzada. Cabe destacar que en este
caso es el paciente el que voluntaria y
activamente termina con su vida, de ahí el
concepto de suicidio. Véase también eutanasia
voluntaria.
 Cacotanasia: Es la eutanasia que se impone
sin el consentimiento del afectado. La palabra
apunta hacia una ‘mala muerte’
(siendo kakós: ‘malo’)87
 Ortotanasia: Consiste en dejar morir a tiempo
sin emplear medios desproporcionados y
extraordinarios para el mantenimiento de la
vida. Se ha sustituido en la terminología
práctica por «muerte digna», para centrar el
concepto en la condición (dignidad)
del paciente terminal y no en la voluntad de
morir.
 Distanasia: Consiste en el «encarnizamiento»
o «ensañamiento» terapéutico, mediante el
cual se procura posponer el momento de la
muerte recurriendo a cualquier medio artificial,
pese a que haya seguridad de que no hay
opción alguna de recuperar la salud, con el fin
de prolongar la vida del enfermo a toda costa,
llegando a la muerte en condiciones
inhumanas. Normalmente se hace según los
deseos de otros (familiares, médicos) y no
según el verdadero interés del paciente. La
distanasia, que extiende la vida a toda costa,
se considera el extremo opuesto a la
eutanasia, donde se da muerte prematura.88
 Adistanasia o antidistanasia: cesación de la
prolongación artificial de la vida dejando que el
proceso patológico termine con la existencia
del enfermo.
 Medicina paliativa: reafirma la importancia de
la vida y considera a la muerte como la etapa
final de un proceso normal. La atención que
brinda no acelera ni pospone la muerte,
proporciona alivio del dolor y de otros síntomas
angustiosos e integra los aspectos psicológicos
y espirituales del tratamiento del enfermo. Le
ofrece apoyo de modo que pueda llevar una
vida lo más activa posible hasta la muerte, y a
la familia para que pueda hacer frente a la
enfermedad de su ser querido y al duelo.
 Sufrimiento: Tener o padecer un daño o dolor
físico o moral. Padecer habitualmente una
enfermedad o un trastorno físico o mental.
 Tiro de gracia a un soldado con una herida
mortal pero lenta y dolorosa. También a un
ejecutado por un pelotón que no muere.

Argumentos a favor y en contra[editar]


Históricamente, el debate sobre la eutanasia ha tendido a centrarse en una serie
de preocupaciones clave. Según el estadounidense oncólogo y bioético Ezekiel
Emanuel (1957), opositor a la eutanasia, los partidarios de esta han presentado
cuatro argumentos principales:
a) que las personas tienen derecho a la
autodeterminación y, por lo tanto, de permitírseles
elegir su destino;
b) ayudar a un sujeto a morir podría ser una mejor
opción que requerir que continúen sufriendo;
c) la distinción entre la eutanasia pasiva, que a
menudo está permitida, y la eutanasia activa, que
no es sustantiva, o en la cual el principio
subyacente —la doctrina del doble efecto—, es
irrazonable o poco sólida; y
d) permitir la eutanasia no conducirá,
necesariamente, a consecuencias inaceptables.
Los activistas a favor de la eutanasia
suelen indicar que en países como Bélgica,
Países Bajos, y que en estados de Estados
Unidos como el de Oregón, donde esta ha
sido legalizada no ha sido problemático.
De manera similar, Emanuel argumenta
que hay cuatro argumentos principales
presentados por los oponentes de la
eutanasia:
a) no todas las muertes son dolorosas;
b) están disponibles alternativas como la
interrupción del tratamiento activo combinadas con
el uso del alivio efectivo del dolor;
c) la distinción entre eutanasia activa y pasiva es
moralmente significativa; y
d) la legalización de la eutanasia colocará a la
sociedad en la falacia del efecto dominó, lo que
conducirá a consecuencias inaceptables.899091
De hecho en el 2013 en
Oregón, el dolor no era una
de las cinco razones
principales por las cuales las
personas buscaban la
eutanasia. Los principales
motivos fueron la pérdida de
la dignidad y el temor a ser
una carga para los demás.92
Muchas veces las personas
que toman la decisión de
que se le practique la
eutanasia, debe ser
respetada porque la persona
o el que adolece algún mal
que no tiene cura ni
explicación, sufre. Es el
preciso momento en que uno
se da cuenta de que día a
día la persona padece más y
tiene que aguantarlo y tratar
de convivir con ello porque
hay estados que no permiten
que se practique la
eutanasia, la han prohibido.
Invocación de los
derechos individuales
contra la transgresión
a una
interdicción[editar]
Los contornos de la noción
del derecho a la vida son
objeto de debate filosófico,
legal y moral. Varias
tradiciones filosóficas o
religiosas rechazan el
suicidio en sus diversas
formas. Otras rechazan
específicamente la
eutanasia: la intervención de
un actor que termina la vida
del paciente es considerada
una forma de asesinato.
Según la Corte
Constitucional de Colombia,
la Constitución de
Colombia protege la vida
como un derecho además de
incorporarla como un valor
dentro del ordenamiento, y
para asegurar el derecho a
la vida el Estado y los
ciudadanos tienen
competencias y deberes con
esta. Sin embargo el
«Estado no puede pretender
cumplir esa obligación
desconociendo la autonomía
y la dignidad de las propias
personas. Por ello ha sido
doctrina constante de esta
Corporación que toda terapia
debe contar con el
consentimiento informado
del paciente, quien puede
entonces rehusar
determinados tratamientos
que objetivamente podrían
prolongar la duración de su
existencia biológica pero que
él considera incompatibles
con sus más hondas
convicciones personales.
Sólo el titular del derecho a
la vida puede decidir hasta
cuándo es ella deseable y
compatible con la dignidad
humana. Y si los derechos
no son absolutos, tampoco lo
es el deber de garantizarlos,
que puede encontrar límites
en la decisión de los
individuos, respecto a
aquellos asuntos que sólo a
ellos les atañen».93 La
postura de la Corte frente a
los enfermos terminales que
experimentan intensos
sufrimientos, también
considera que el deber
estatal de proteger la vida,
«cede frente al
consentimiento informado
del paciente que desea morir
en forma digna. En efecto,
en este caso, el deber
estatal se debilita
considerablemente por
cuanto, en virtud de los
informes médicos, puede
sostenerse que, más allá de
toda duda razonable, la
muerte es inevitable en un
tiempo relativamente corto».
Es en estos casos cuando el
paciente terminal toma una
decisión sobre cómo
enfrentar la muerte, pues
está informado y es
consciente de que «no está
optando entre la muerte y
muchos años de vida plena,
sino entre morir en
condiciones que él escoge, o
morir poco tiempo después
en circunstancias dolorosas
y que juzga indignas». El
derecho a vivir dignamente
implica, entonces, el derecho
a morir en forma digna;
condenar a una persona a
prolongar por escaso tiempo
su existencia, cuando es
contrario a sus deseos y está
padeciendo profundas
aflicciones logra que la
persona quede «reducida a
un instrumento para la
preservación de la vida como
valor abstracto».94
Un grupo de médicos belgas
pudo señalar en un
manifiesto contra la
eutanasia que «la
autorización legal de la
eutanasia [...] transgrede una
prohibición fundacional y, por
lo tanto, afecta los cimientos
de nuestra democracia,
delineando una clase de
ciudadanos que pueden ser
asesinados con el apoyo de
la sociedad».95
El tema de la eutanasia,
necesariamente, va más allá
del nivel de los derechos
individuales. El genetista
francés Axel Kahn (1944),
miembro del Comité
Nacional de Ética Consultiva,
dice que «el deseo de querer
morir [...] no requiere un
reproche moral de la
sociedad secular. No se
sugiere, por supuesto, que la
eutanasia se convierta en un
negocio “para ofrecer este
servicio” a quienes lo
demanden».96
Para el abogado
francés Robert
Badinter (1928), exministro
de justicia y principal artífice
de la abolición de la pena de
muerte; la introducción de
una excepción a la eutanasia
en la ley no podría ser
efectuada sin dañar el
derecho a la vida, «el
primero de los derechos del
hombre». Él cree que el
Código Penal francés «tiene
una función expresa y que,
como tal, debe reflejar los
valores de una sociedad»;
«está al nivel más alto
cuando se trata de la vida o
la muerte. En una
democracia nadie puede
quitarle la vida a otros».97
El ejercicio de la
libertad y de la
autonomía[editar]
Para la Corte Constitucional
de la República de
Colombia, la persona es
considerada como «sujeto
moral, capaz de asumir en
forma responsable y
autónoma las decisiones
sobre los asuntos que en
primer término a él
incumben, debiendo el
Estado limitarse a imponerle
deberes, en principio, en
función de los otros sujetos
morales con quienes está
avocado a convivir»; «si la
manera en que los individuos
ven la muerte refleja sus
propias convicciones, ellos
no pueden ser forzados a
continuar viviendo cuando,
por las circunstancias
extremas en que se
encuentran, no lo estiman
deseable ni compatible con
su propia dignidad, con el
argumento inadmisible de
que una mayoría lo juzga un
imperativo religioso o
moral». Puesto que el
Estado no puede esperar de
sus ciudadanos conductas
heroicas ni forzarlos a
realizarlas, y «menos aún si
el fundamento de ellas está
adscrito a una creencia
religiosa o a una actitud
moral que, bajo un sistema
pluralista, sólo puede revestir
el carácter de una opción.
Nada tan cruel como obligar
a una persona a subsistir en
medio de padecimientos
oprobiosos, en nombre de
creencias ajenas, así una
inmensa mayoría de la
población las estime
intangibles»; pues es parte
de la filosofía de
la Constitución de
Colombia eliminar la
crueldad, garantizar la
pluralidad y la autonomía.
También apunta que, desde
una perspectiva pluralista,
vivir no es un deber absoluto
y que «quien vive como
obligatoria una conducta, en
función de sus creencias
religiosas o morales, no
puede pretender que ella se
haga coercitivamente
exigible a todos».98
Axel Kahn evoca el
argumento forzado de los
opositores de que la
naturaleza de la demanda de
eutansia se debe en
particular por el dolor, la
sensación de abandono o la
desesperación. Esta
dimensión restringida le
parece en esencia
incompatible con el ejercicio
de la libertad auténtica. Por
lo tanto, la primera respuesta
de la sociedad a este tipo de
solicitudes nunca debería
ser, según él, la organización
de un suicidio asistido o un
acto directo de eutanasia,
sino que debería tratarse de
restablecer las condiciones
de una libertad auténtica
mediante la restauración de
una vida deseable.96
Con el fin de ajustarse a los
deseos del paciente, incluso
cuando este no puede
expresarlos, muchos estados
han establecido la
posibilidad de emitir
un documento de voluntades
anticipadas.
De manera similar,
la Asociación Médica
Mundial ha emitido una serie
de directrices durante su
Asamblea General de
2003.99
La visión de la
dignidad
humana[editar]
Un punto que, muy
comúnmente, marca la línea
divisoria entre los partidarios
y los opositores de la
eutanasia es la visión de
la dignidad humana, ya que
es un argumento invocado
tanto para justificar el
mantenimiento de la
prohibición de la eutanasia
como para despenalizarla.100
Por lo tanto, una
recomendación de la
Asamblea Parlamentaria
del Consejo de Europa,
adoptada el 21 de mayo de
1999, establece que la
dignidad es una noción
absoluta:

La dignidad es inherente a la existencia de cada ser humano. Si su posesión se


debiera a peculiaridades, habilidades o cualquier condición, la dignidad no
sería ni igual ni universalmente peculiar para todos los seres humanos. Por lo
tanto, el ser humano está investido de dignidad a lo largo de su vida. El dolor,
el sufrimiento o la debilidad no pueden privarlo de ella.

—Consejo de Europa101
La recomendación, por lo
tanto, exige «consagrar y
proteger el derecho de las
personas terminalmente
enfermas y moribundas a
una gama completa de
cuidados paliativos» y
«mantener [la] prohibición
absoluta intencional de la
vida de los pacientes
incurables y moribundos».101
Por el contrario, el filósofo
británico Simon
Blackburn (1944) considera
que es imposible
«fundamentar la prohibición
[a la eutanasia] en el respeto
a la vida, y aún menos en el
respeto a la dignidad; ya que
lo que [la prohibición] en
realidad no quiere respeto
por la vida sino por el acto
de morir, es decir, tratar
como sacrosanto el
procedimiento a menudo
intolerable, cruel, sin
dignidad alguna y doloroso
de nuestra disolución
natural».102
El impacto de la eutanasia
en el tema de la dignidad
humana va más allá de la
cuestión de una situación
individual al final de la vida.
Por lo tanto, el Informe
Sicardg critica a la eutanasia
porque «internaliza las
representaciones sociales
negativas de un cierto
número de situaciones de
vejez, enfermedad y
discapacidad»,103 lo que
corre el riesgo de distanciar
a la medicina del «deber
universal de la humanidad
de la atención y
acompañamiento».103
Para la Corte Constitucional
de Colombia en la
Constitución se establece
«que el Estado colombiano
está fundado en el respeto a
la dignidad de la persona
humana; esto significa que,
como valor supremo, la
dignidad irradia el conjunto
de derechos fundamentales
reconocidos, los cuales
encuentran en el libre
desarrollo de la personalidad
su máxima expresión. El
principio de la dignidad
humana atiende
necesariamente a la
superación de la persona,
respetando en todo
momento su autonomía e
identidad».104 Señaló
también que tal principio de
dignidad «no sería
comprensible si el necesario
proceso de socialización del
individuo se entendiera como
una forma de masificación y
homogenización integral de
su conducta, reductora de
toda traza de originalidad y
peculiaridad. Si la persona
es en sí misma un fin, la
búsqueda y el logro
incesantes de su destino
conforman su razón de ser y
a ellas por fuerza acompaña,
en cada instante, una
inextirpable singularidad de
la que se nutre el yo social,
la cual expresa un interés y
una necesidad radicales del
sujeto que no pueden quedar
desprotegidas por el derecho
a riesgo de convertirlo en
cosa».105 Con esto es claro
para la Corte que la vida no
puede ser vista simplemente
como algo sagrado, hasta el
punto de desconocer la
situación en la que se
encuentra el paciente
terminal y su posición
personal frente al valor de la
vida. Resume la Corte así:
«el derecho a la vida no
puede reducirse a la mera
subsistencia, sino que
implica el vivir
adecuadamente en
condiciones de dignidad».106
En el Informe del Comité de
Bioética de España de 2020
sobre el final de la vida se
indica, a este respecto, lo
siguiente:
La inalienabilidad del
derecho a la vida que
condiciona al mismo en
el sentido de no admitir
su contenido negativo
deriva de su necesaria
conexión con la dignidad
humana y la libertad. El
derecho a la vida es
irrenunciable en la
medida que no se puede
exigir el derecho a morir.
El individuo puede
desplegar aquellas
conductas que impliquen,
en virtud de su agere
licere, dejar discurrir a la
naturaleza y, por
ejemplo, no adoptar las
medidas necesarias en
orden a poner remedido
a una enfermedad o
situación física que le
encamine hacia la
muerte. Por ello, el
tratamiento médico es
voluntario con
excepciones vinculadas
generalmente a la salud
pública. Sin embargo, la
persona no puede exigir
del Estado o de un
tercero una acción
positiva que ponga fin a
su vida107

Gestión de los
recursos
sociales[editar]
Algunos de los defensores
de la eutanasia buscan
superar tanto la visión de la
dignidad individual absoluta
como la libertad a favor de
una concepción utilitarista de
la moralidad. El utilitarismo
permite, y eventualmente
promueve, el sacrificio de la
felicidad individual a favor
del mayor número. Con esto
en mente, se considera
legítimo optimizar el uso de
los recursos médicos dando
prioridad a los pacientes
cuyas vidas pueden ser
salvadas, y considerar como
una carga los recursos
destinados a mantener con
vida a las personas que ya
no pueden traer nada a la
sociedad. Esta concepción,
teorizada por el filósofo
australiano utilitarista Peter
Singer (1946), es defendida
en particular en Suiza por el
presidente del Partido
Demócrata
Cristiano Christophe
Darbellay.108
En el fondo, un
planteamiento utilitarista
constituye una forma rápida
de resolver un problema,
pero solo aparentemente.Se
resta la debida importancia a
los valores humanos en
beneficio de la eficiencia
pragmática. Es frecuente
que, en estos casos, los más
desfavorecidos salgan
perdiendo. El utilitarismo
tiende a considerar que el
valor moral de las personas
puede ser
intercambiable.Los
discapacitados y los
ancianos requieren un
tratamiento bien distinto,
como han resaltado diversos
expertos.109
Tomando en cuenta el
sufrimiento[editar]
De acuerdo con los
opositores a la eutanasia,
actualmente los dolores son
bien tenidos en cuenta y a
menudo son calmados de
manera efectiva,
especialmente en los
servicios de cuidados
paliativos. Lo cual indica un
sufrimiento significativo que
no es el dolor, por ejemplo:

 la pérdida
progresiva de
control sobre el
propio cuerpo,
como en el caso
de las
enfermedades
neurodegenerativa
s;
 la sensación de
sofocación;
 la deformación del
cuerpo y,
especialmente, del
rostro; y
 la pérdida
permanente de la
autonomía.
La disminución de casos de
eutanasia en los Países
Bajos entre 2001 y 2005
parece ser atribuible, según
los autores de un informe
basado en estadísticas sobre
la eutanasia; a la mejora de
los cuidados paliativos.110
Algunos médicos y
comentaristas objetan la
necesidad de introducir la
eutanasia en la ley, debido al
progreso, presente y futuro,
de la medicina paliativa en la
lucha contra el sufrimiento
en su totalidad. Por lo tanto,
el genetista Axel Kahn dice:
«solucionaría una ley de
eutanasia si esa fuera la
única forma de calmar el
sufrimiento».96En realidad,
actualmente los cuidados
paliativos y las técnicas de
sedación alivian el
sufrimiento del paciente, sin
necesidad de buscar
deliberadamente la
muerte.107
Argumentos sobre la
necesidad y viabilidad
de una introducción
controlada[editar]
Al enmendar la legislación
belga, uno de los
argumentos en la exposición
de motivos es que la
eutanasia, en un entorno
médico, evita prácticas que
habrían sucedido de forma
clandestina y permite que los
actores sean colocados en
condiciones de buena
supervisión de las prácticas
y seguridad jurídica.111
Por el contrario, el informe
de Sicard publicado en el
2012 en Francia, considera
que la introducción de una
forma enmarcada de
eutanasia es una ilusión: «la
práctica de la eutanasia
desarrolla su propia
dinámica resistente al control
efectivo y tiende a
expandirse».103

Opinión
médica[editar]
La Asociación Médica
Mundial, que aglutina a los
colegios médicos de 115
países, reiteró en una
declaración adoptada por su
Asamblea General en
2019: La AMM reitera su
fuerte compromiso con los
principios de la ética médica
y con que se debe mantener
el máximo respeto por la
vida humana. Por lo tanto, la
AMM se opone firmemente a
la eutanasia y al suicidio con
ayuda médica.112
Las opiniones de los
médicos sobre la
legalización de la eutanasia
están divididas. Así lo
muestra una encuesta
realizada por el Institut
national de la santé et de la
recherche médicale INSERM
(Instituto Nacional de Salud
e Investigación Médica);
efectuada en el 2003 que
muestra que 45 % de los
médicos de familia
franceses, están a favor de
una despenalización de la
eutanasia equiparable al
porcentaje obtenido en los
Países Bajos. Los autores
del estudio informan que
«los médicos más
involucrados y cómodos con
los cuidados paliativos y con
el seguimiento al final de la
vida son, a menudo, más
hostiles a la legalización de
la eutanasia», en
comparación con «aquellos
que se sienten incómodos
con los pacientes al final de
su vida». El mismo estudio
apunta a una tendencia,
particularmente entre los
médicos que no han recibido
capacitación específica, en
técnicas como la
reanimación o la sedación,
equiparándolas con la
eutanasia. Finalmente, indica
una correlación estadística
entre la tendencia a hacer
esta asimilación y el hecho
de declararse a favor de la
eutanasia.113
En todos los casos,
independientemente de si la
eutanasia está
despenalizada o no, lo que
está en juego para los
médicos y los equipos de
atención sigue siendo lo
ético: la ley no prevalece
sobre la reflexión ética y
personal en la elección de
los actos al final de la vida,
inyecciones letales, decisión
de detener el tratamiento o
sedación terminal. En el
caso de la eutanasia en
particular, la cuestión de su
legitimidad ética no se
confunde con la cuestión de
su legalización o
despenalización. En este
sentido, la filósofa francesa
Marta Spranzi señala que
«permitir explícitamente a
que los miembros de la
profesión médica den
muerte, aunque solo sea con
el laudable propósito de
aliviar los sufrimientos de los
pacientes, incluso por parte
de los propios médicos,
como más problemáticos
que la realidad del gesto en
sí, deber cumplido en el
silencio de la relación
médica» a causa de posibles
consecuencias.114
En el Reino Unido, el grupo
en pro del suicidio
asistido Dignity in Dying cita
investigaciones
contradictorias sobre las
actitudes de los médicos
hacia la muerte asistida; en
la encuesta publicada en el
2009 sobre medicina
paliativa la cual arroja que el
64 % de los encuestados
apoya la muerte asistida en
los casos en los cuales el
paciente tiene una
enfermedad incurable y
dolorosa, mientras que el
36 % se opone.115 En un
estudio revelado en BMC
Medical Ethics el 49 % de los
médicos encuestados se
opone a cambiar la ley para
permitir la muerte asistida y
el 39 % está a favor de tal
cambio legal.116
Una encuesta de 2010
realizada en los Estados
Unidos de América entre
más de 10 000 médicos,
encontró que el 16.3 % de
los médicos consideraría
suspender la terapia para
mantener la vida si la familia
lo exige, incluso en la
creencia de ser prematuro.
Aproximadamente 54.5 % no
lo haría, y el 29.2 % restante
respondió «depende».117 El
estudio también encontró
que el 45.8 % de los
médicos estuvieron de
acuerdo en que el suicidio
asistido por un médico
debería ser permitido en
algunos casos, mientras que
el 40.7 % no lo estuvo; y el
13.5 % restante sintió que
dependía.117
Cabe destacar que un
prestigioso autor en
Deontología médica como
Leon Kass ha puesto de
relieve que la posibilidad de
que un médico llegara a
cometer actos eutanásicos
podría transformar
totalmente la relación
médico- paciente.118

Puntos de vista
religiosos[editar]
Puntos de vista
Artículo principal:
religiosos sobre la eutanasia
Los puntos de vista
religiosos sobre la eutanasia
son variados. Si bien el
punto de vista sobre el tema
no necesariamente se
entrelaza directamente con
la religión, a menudo afecta
la opinión de una persona. Si
bien la influencia de la
religión en los puntos de
vista de alguien hacia los
cuidados paliativos hace una
diferencia, a menudo
desempeñan una función
más pequeña de lo que
podría esperarse. Se realizó
un análisis de la conexión
entre la religión de los
adultos estadounidenses y
su punto de vista sobre la
eutanasia para ver cómo se
combinan. Los hallazgos
concluyeron que la afiliación
religiosa con la que cada
persona se asocia no
necesariamente se relaciona
con su postura al respecto
de la eutanasia.119 Las
investigaciones muestran
que, si bien muchos
pertenecen a una religión
específica, es posible que no
siempre vean todos los
aspectos de la eutanasia
como relevantes para ellos.
Algunos análisis de
metadatos han apoyado la
hipótesis de que las
actitudes de las enfermeras
hacia la eutanasia y el
suicidio asistido por médicos
están influenciadas por su
religión y su cosmovisión.
Atribuir más importancia a la
religión también parece
hacer que sea menos
probable un acuerdo con la
eutanasia y el suicidio
asistido por un médico.120 Un
estudio de opinión pública
realizado en 1995 encontró
que la tendencia a ver una
distinción entre la eutanasia
activa y el suicidio se ve
claramente afectada por la
afiliación religiosa y el nivel
de educación.121 En
Australia, más médicos sin
afiliación religiosa formal
simpatizaron con la
eutanasia voluntaria activa, y
reconocieron que la habían
practicado a diferencia de los
médicos que dijeron tener
alguna filiación religiosa. De
aquellos que se identifican
con una religión e informan
de una afiliación protestante
fueron intermedios en sus
actitudes y prácticas entre
los grupos agnóstico, ateo y
católico. Los católicos
registraron actitudes más
opuestas, pero aun así el
18 % de los médicos
católicos encuestados
registraron que habían
tomado medidas activas
para provocar la muerte de
aquellos pacientes que lo
solicitaron.122
En 2019, representantes
del cristianismo, el islam y
el judaísmo firmaron una
declaración conjunta en la
que rechazaban la eutanasia
y el suicidio asistido,
recomendando en cambio
unos cuidados paliativos de
calidad y accesibles a
todos.123124

Véase
también[editar]
 Bioética
 Dispositivo de
suicidio
 Derecho a morir
 Derecho a Morir
Dignamente
 Dignitas
(eutanasia)
 Distanasia
 Eutanasia animal
 Eutanasia infantil
 Euthanasia
Coaster
 Jack Kevorkian
 Legalidad de la
eutanasia
 Medicina paliativa
 Muerte asistida
 Muerte digna
 Ortotanasia
 Rechazo de
asistencia médica
 Sedación terminal
 Suicidio asistido
 Turismo de
suicidio

Notas[editar]
1. ↑ Sandner escribió
que el
término Aktion
T4 se usó por
primera vez en los
ensayos de la
posguerra contra
los médicos
involucrados en los
homicidios y luego
el término fue
incluido en la
historiografía.58
2. ↑ Tiergartenstraße
4, fue la ubicación
de la Oficina
Central y la sede
administrativa de
la Gemeinnützige
Stiftung für Heil-
und Anstalts-
pflege (en alemán
Fundación de
Beneficencia para
la Atención
Curativa e
Institucional).59
3. ↑ Al menos 100
000 personas
pudieron ser
asesinadas
directamente como
parte del Aktion
T4. También se
llevaron a cabo
matanzas masivas
usando la
eutanasia en los
países y territorios
de Europa Oriental
que la Alemania
Nazi conquistó
durante la guerra.
Las categorías son
fluidas y no es
posible asignar
una cifra definitiva;
pero los
historiadores
calculan que el
número total de
víctimas podría
llega alrededor
de 300 000.63
4. ↑ Saltar a:a b Entre
1939 y 1945,
alrededor de 200
000 mujeres,
hombres y niños
de instituciones
psiquiátricas del
Reich alemán
fueron asesinados,
en varias acciones
encubiertas,
mediante el uso de
gases,
medicamentos o
nutrición deficiente.
Alemán: Zwischen 1939 und 1945 wurden ca. 200.000 Frauen,
Männer und Kinder aus psychiatrischen Einrichtungen des
Deutschen Reichs im mehreren verdeckten Aktionen durch
Vergasung, Medikamente oder unzureichende Ernährung
ermordet.78

5. ↑ Robert Lifton y
Michael Burleigh
estimaron que el
doble del número
oficial de víctimas
del T4 habría
fallecido antes del
final de la guerra.74
75

6. ↑ Un rango
estimado entre 200
000 y 250
000 víctimas
informales a la
llegada de las
tropas aliadas a
Alemania.76
7. ↑ El Informe Sicard
es preparado por
la Misión
presidencial de
reflexión sobre el
final de la vida,
creado por decreto
del Presidente de
la República de
Francia François
Hollande el 17 de
diciembre de 2017.

Referencias[editar]
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referencias
llamadas Eut
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io_asistido_m
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2. ↑ Saltar
a:a b c 1). DE
ECHEGARAY, Don
Eduardo (1887).
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5. ↑ Conceptos y
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6. ↑ Saltar
a:a b Atención
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7. ↑ ¿Será segura la
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10. ↑ «-si(s)/-s(o)-».
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11. ↑ «-íā». Ediciones
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12. ↑ 1). DE
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Eduardo (1887).
Faquineto, José
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Salamanca. Sin
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13. ↑ Philippe Letellier,


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i:10.1191/0269216303p
m673oa. Parámetro
desconocido |
citeseerx= ign
orado (ayuda)
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de marzo de 2018.
«El homicidio por
piedad, según los
elementos que el
tipo describe, es la
acción de quien
obra por la
motivación
específica de
poner fin a los
intensos
sufrimientos de
otro.
Doctrinariamente
se le ha
denominado
homicidio pietístico
o eutanásico.»
25. ↑ «RESOLUCIÓN
1216 DE 2015».
Consultado el 12
de febrero de
2018.
26. ↑ Error en la
cita:
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> no válida;
no se ha
definido el
contenido de
las
referencias
llamadas Est
atus legal de
la eutanasia
en el mundo
OMC_SECPAL
27. ↑ Mystakidou et al.,
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43. ↑ Saltar
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44. ↑ Saltar
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48. ↑ Saltar
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49. ↑ Dowbiggin, 2007,
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50. ↑ Appel, 2004,
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51. ↑ Appel, 2004,
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52. ↑ Saltar
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53. ↑ Appel, 2004,
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Nacionalsocialismo
en la central de
planificación,
Tiergartenstraße 4
en Berlín». Visit
Berlin. Consultado
el 21 de marzo de
2018. «Más de 70
000 personas
fueron asesinadas
en seis lugares
preparados para el
homicidio. Las
protestas de las
iglesias y la
inquietud de la
población
provocaron la
finalización de la
“operación” en
1941 en el Imperio
alemán. Pero los
asesinatos se
realizaron desde
que comenzó la
guerra en 1939 y
en las zonas
ocupadas, y se
prosiguieron a
partir de 1941 con
la privación de
alimentos y la
sobredosis de
medicamentos.
Con la
investigación se ha
constatado que
fueron más de 300
000 víctimas en
Europa.»
68. ↑ Evans, 2009,
p. 107.
69. ↑ Burleigh, 1994,
p. 262.
70. ↑ Evans, 2009,
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71. ↑ Burleigh, Michael
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72. ↑ Adams, 1988,
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73. ↑ Ryan y
Schuchman, 2002,
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74. ↑ Burleigh, 1995.
75. ↑ Lifton, 1986,
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76. ↑ Ryan y
Schuchman, 2002,
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77. ↑ Lifton, 2000,
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crimen
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1945 en archivos
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n alemán).
Consultado el 21
de marzdo de
2018. «se estima
un número de 200
000 asesinatos.
Alemán: der Zahl von 200.000 Ermordungen zu rechnen ist».

80. ↑ Saltar
a:a b Michalsen y
Reinhart, 2006,
pp. 1304-10.
81. ↑ Dowbiggin, 2007,
p. 65.
82. ↑ Saltar
a:a b «Ministers ask
Mercy
killing». Moncton
Transcript (en
inglés). 6 de enero
de 1949.
83. ↑ Corte
Constitucional de
Colombia
(2014). «Sentencia
T-970/14 §
Eutanasia
indirecta».
Consultado el 16
de marzo de 2018.
«Aunque sean
similares las
clasificaciones,
directa e indirecta
se dan con ocasión
de la voluntad del
médico. Por el
contrario, la
voluntaria,
involuntaria y no
voluntaria se dan
con base en el
consentimiento del
paciente.»
84. ↑ 1) Corte
Constitucional de
Colombia
(2014). «Sentencia
T-970/14 §
Eutanasia
indirecta».
Consultado el 26
de marzo de 2018.
«[...] Brevemente,
en la voluntaria el
paciente logra
manifestar su
voluntad, mientras
que la involuntaria,
[...]».

2) Esquevel
Jimnénez, Juan
(Abril de 2003). «El
derecho a una
muerte digna: la
eutanasia. § Tipos
de
Eutanasia.». http://
www.ub.edu/web/u
b/ca/. Universitat
de Barcelona.
Consultado el 26
de marzo de 2018.
«Voluntaria:
aquella en que la
decisión la toma el
paciente
directamente o
terceras personas
obedeciendo los
deseos que el
paciente ha
expresado con
anterioridad».

85. ↑ 1) Corte
Constitucional de
Colombia
(2014). «Sentencia
T-970/14 §
Eutanasia
indirecta».
Consultado el 26
de marzo de 2018.
«[...] mientras que
la involuntaria, a
pesar de poderla
consentir, se
realiza el
procedimiento sin
obtenerla[...]».

2) Esquevel
Jimnénez, Juan
(Abril de 2003). «El
derecho a una
muerte digna: la
eutanasia. § Tipos
de
Eutanasia.». http://
www.ub.edu/web/u
b/ca/. Universitat
de Barcelona.
Consultado el 26
de marzo de 2018.
«Involuntaria:
aquella en que la
decisión la toma un
tercero sin pedir el
consentimiento de
un pariente capaz
de expresar su
elección o en
contra de su
voluntad».

86. ↑ 1) Corte
Constitucional de
Colombia
(2014). «Sentencia
T-970/14 §
Eutanasia
indirecta».
Consultado el 26
de marzo de 2018.
«[...] En cambio, la
eutanasia no
voluntaria sucede
cuando no se
puede averiguar la
voluntad de quien
muere, por la
imposibilidad de
expresarla[...]».

2) Esquevel
Jimnénez, Juan
(Abril de 2003). «El
derecho a una
muerte digna: la
eutanasia. § Tipos
de
Eutanasia.». http://
www.ub.edu/web/u
b/ca/. Universitat
de Barcelona.
Consultado el 26
de marzo de 2018.
«No Voluntaria:
aquella en que la
decisión la toma un
tercero sin que
haya posibilidades
de conocer la
determinación del
enfermo debido a
que éste no tiene
la capacidad para
elegir entre vivir o
morir».

87. ↑ Roa, A.: Ética y


bioética. Andrés
Bello, 1998.
88. ↑ Martinez-Villalba,
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Riofrio. «Eutanasia
y distanasia: dos
extremos
opuestos». Revista
de la Facultad de
Jurisprudencia de
la Pontificia
Universidad
Católica del
Ecuador (RFJ).
Consultado el 11
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89. ↑ Gálvez, Iñigo
Alvarez
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argumento de la
pendiente
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90. ↑ Smith, 1997.
91. ↑ Ezekiel, 1994,
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92. ↑ Camosy, Charles
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de 2015). «The
vulnerable will be
the victims:
opposing
view». USA
Today (en inglés).
Consultado el 27
de marzo de 2015.
«Artículo de
opinión
principalmente
sobre el suicidio
asistido».
93. ↑ Corte
Constitucional de
Colombia
(1997). «Sentencia
C-239/97». http://w
ww.corteconstituci
onal.gov.co/.
Consultado el 16
de marzo de 2018.
«La Constitución
no sólo protege la
vida como un
derecho sino que
además la
incorpora como un
valor del
ordenamiento, que
implica
competencias de
intervención, e
incluso deberes,
para el Estado y
para los
particulares. La
Carta no es neutra
frente al valor vida
sino que es un
ordenamiento
claramente en
favor de él, opción
política que tiene
implicaciones, ya
que comporta
efectivamente un
deber del Estado
de proteger la vida.
Sin embargo, tal y
como la Corte ya lo
mostró en
anteriores
decisiones, el
Estado no puede
pretender cumplir
esa obligación
desconociendo la
autonomía y la
dignidad de las
propias personas.
Por ello ha sido
doctrina constante
de esta
Corporación que
toda terapia debe
contar con el
consentimiento
informado del
paciente, quien
puede entonces
rehusar
determinados
tratamientos que
objetivamente
podrían prolongar
la duración de su
existencia
biológica pero que
él considera
incompatibles con
sus más hondas
convicciones
personales. Sólo el
titular del derecho
a la vida puede
decidir hasta
cuándo es ella
deseable y
compatible con la
dignidad humana.
Y si los derechos
no son absolutos,
tampoco lo es el
deber de
garantizarlos, que
puede encontrar
límites en la
decisión de los
individuos,
respecto a
aquellos asuntos
que sólo a ellos les
atañen».
94. ↑ Corte
Constitucional de
Colombia
(1997). «Sentencia
C-239/97». http://w
ww.corteconstituci
onal.gov.co/.
Consultado el 16
de marzo de 2018.
«El deber del
Estado de proteger
la vida debe ser
entonces
compatible con el
respeto a la
dignidad humana y
al libre desarrollo
de la personalidad.
Por ello la Corte
considera que
frente a los
enfermos
terminales que
experimentan
intensos
sufrimientos, este
deber estatal cede
frente al
consentimiento
informado del
paciente que
desea morir en
forma digna. En
efecto, en este
caso, el deber
estatal se debilita
considerablemente
por cuanto, en
virtud de los
informes médicos,
puede sostenerse
que, más allá de
toda duda
razonable, la
muerte es
inevitable en un
tiempo
relativamente
corto. En cambio,
la decisión de
cómo enfrentar la
muerte adquiere
una importancia
decisiva para el
enfermo terminal,
que sabe que no
puede ser curado,
y que por ende no
está optando entre
la muerte y
muchos años de
vida plena, sino
entre morir en
condiciones que él
escoge, o morir
poco tiempo
después en
circunstancias
dolorosas y que
juzga indignas. El
derecho
fundamental a vivir
en forma digna
implica entonces el
derecho a morir
dignamente, pues
condenar a una
persona a
prolongar por un
tiempo escaso su
existencia, cuando
no lo desea y
padece profundas
aflicciones,
equivale no sólo a
un trato cruel e
inhumano,
prohibido por la
Carta, sino a una
anulación de su
dignidad y de su
autonomía como
sujeto moral. La
persona quedaría
reducida a un
instrumento para la
preservación de la
vida como valor
abstracto».
95. ↑ Collectif de
professionnels (18
de julio de
2012). «10 ans
d’euthanasie en
Belgique : pas
vraiment un
heureux
anniversaire». Atla
ntico (en francés).
Consultado el 27
de marzo de 2018.
96. ↑ Saltar
a:a b c Kahn, 2011.
97. ↑ Assemblée
Nationale (28 de
noviembre de
2008). «Rapport
D'Information fait
au nom de la
mission
D'Évaluation de la
loi No. 2005-370
du 22 avril 2005 §
Audition de M.
Robert Badinter,
sénateur des
Hauts-de-Siene,
ancien président
du Conseil
constitutionnel,
ancien Garde des
sceaux» [Reporte
de información
realizado en
nombre de la
Misión de
Evaluación de la
Ley N.º 2005-370
del 22 de abril de
2005 § Audiencia
del Sr. Robert
Badinter, senador
de Hauts-de-Siene,
ex presidente del
Consejo
Constitucional, ex
guardia de
sellos] (pdf). http://
www.assemblee-
nationale.fr/ (en
francés). pp. 569-
581. Consultado el
27 de marzo de
2018.
98. ↑ Corte
Constitucional de
Colombia
(1997). «Sentencia
C-239/97». http://w
ww.corteconstituci
onal.gov.co/.
Consultado el 16
de marzo de 2018.
«La Constitución
se inspira en la
consideración de la
persona como un
sujeto moral,
capaz de asumir
en forma
responsable y
autónoma las
decisiones sobre
los asuntos que en
primer término a él
incumben,
debiendo el Estado
limitarse a
imponerle deberes,
en principio, en
función de los
otros sujetos
morales con
quienes está
avocado a convivir,
y por tanto, si la
manera en que los
individuos ven la
muerte refleja sus
propias
convicciones, ellos
no pueden ser
forzados a
continuar viviendo
cuando, por las
circunstancias
extremas en que
se encuentran, no
lo estiman
deseable ni
compatible con su
propia dignidad,
con el argumento
inadmisible de que
una mayoría lo
juzga un
imperativo religioso
o moral. De nadie
puede el Estado
demandar
conductas
heroicas, menos
aún si el
fundamento de
ellas está adscrito
a una creencia
religiosa o a una
actitud moral que,
bajo un sistema
pluralista, sólo
puede revestir el
carácter de una
opción. Nada tan
cruel como obligar
a una persona a
subsistir en medio
de padecimientos
oprobiosos, en
nombre de
creencias ajenas,
así una inmensa
mayoría de la
población las
estime intangibles.
Porque,
precisamente, la
filosofía que
informa la Carta se
cifra en su
propósito de
erradicar la
crueldad. Desde
una perspectiva
pluralista no puede
afirmarse el deber
absoluto de vivir.
Quien vive como
obligatoria una
conducta, en
función de sus
creencias
religiosas o
morales, no puede
pretender que ella
se haga
coercitivamente
exigible a todos;
sólo que a él se le
permita vivir su
vida moral plena y
actuar en función
de ella sin
interferencias.
Además, si el
respeto a la
dignidad humana,
irradia el
ordenamiento, es
claro que la vida
no puede verse
simplemente como
algo sagrado,
hasta el punto de
desconocer la
situación real en la
que se encuentra
el individuo y su
posición frente el
valor de la vida
para sí. En
palabras de esta
Corte: el derecho a
la vida no puede
reducirse a la mera
subsistencia, sino
que implica el vivir
adecuadamente en
condiciones de
dignidad».
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est inhérente à
l'existence de tout
être humain. Si sa
possession était
due à des
particularités, à
des compétences
ou à une condition
quelconque, la
dignité ne serait ni
également ni
universellement le
propre de tous les
êtres humains.
L'être humain est
donc investi de
dignité tout au long
de sa vie. La
douleur, la
souffrance ou la
faiblesse ne
peuvent l'en
priver».
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establece que el
Estado colombiano
está fundado en el
respeto a la
dignidad de la
persona humana;
esto significa que,
como valor
supremo, la
dignidad irradia el
conjunto de
derechos
fundamentales
reconocidos, los
cuales encuentran
en el libre
desarrollo de la
personalidad su
máxima expresión.
El principio de la
dignidad humana
atiende
necesariamente a
la superación de la
persona,
respetando en todo
momento su
autonomía e
identidad».
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dignidad no sería
comprensible si el
necesario proceso
de socialización
del individuo se
entendiera como
una forma de
masificación y
homogenización
integral de su
conducta,
reductora de toda
traza de
originalidad y
peculiaridad. Si la
persona es en sí
misma un fin, la
búsqueda y el
logro incesantes
de su destino
conforman su
razón de ser y a
ellas por fuerza
acompaña, en
cada instante, una
inextirpable
singularidad de la
que se nutre el yo
social, la cual
expresa un interés
y una necesidad
radicales del sujeto
que no pueden
quedar
desprotegidas por
el derecho a riesgo
de convertirlo en
cosa».
106. ↑ Corte
Constitucional de
Colombia
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C-239/97 § 1. El
derecho a la vida y
la autonomía a la
luz de la
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«Además, si el
respeto a la
dignidad humana,
irradia el
ordenamiento, es
claro que la vida
no puede verse
simplemente como
algo sagrado,
hasta el punto de
desconocer la
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que se encuentra
el individuo y su
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A favor[editar]
 Aceb.org,
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 DMD
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Dignamente.
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de la Declaración
de Santander en
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julio de 2008).
En contra[editar]
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itio
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 Philosophica.info (
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compasión y la
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dad Española de
Cuidados
Paliativos).
 Care Not
Killing (promueven
los cuidados
paliativos y se
oponen a la
eutanasia y el
suicidio asistido).

royectos Wikimedia
Datos: Q100159

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