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Psicothema

ISSN: 0214-9915
psicothema@cop.es
Universidad de Oviedo
España

Simón, Vicente M.
La participación emocional en la toma de decisiones
Psicothema, vol. 9, núm. 2, 1997, pp. 365-376
Universidad de Oviedo
Oviedo, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72709213

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Psicothema, 1997. Vol. 9, nº 2, pp. 377-382
ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG

GUÍA DE LA ATENCIÓN HACIA UN


ELEMENTO DEFINIDO POR UNA
CONJUNCIÓN INTRADIMENSIÓN
Dolores Ponte y María José Sampedro
Universidad de Santiago

En el presente trabajo se pretende estudiar el efecto de la práctica en una tarea de


búsqueda visual en la que los estímulos están definidos por una conjunción intradimen-
sión (color x color). Se llevó a cabo un experimento en el que participaron 11 sujetos vo-
luntarios que realizaron una sesión experimental que constaba de cuatro bloques de 320
ensayos cada uno. Los resultados encontrados ponen de manifiesto que después de una
serie de ensayos los sujetos son capaces de realizar detecciones automáticas de estos ele-
mentos objetivo. Estos resultados deben ser tenidos en cuenta desde el modelo de bús-
queda guiada de Wolfe et al. (1990) desde el cual sólo se admite la posibilidad de bus-
car en paralelo elementos definidos por conjunciones cuando éstas se forman por dife-
rentes valores de distintas dimensiones.

Attention guidance for within-dimension conjunctions. The present paper studies


the possibility of subjects can guided their search trough an stimulus defined by an wit-
hin-dimension conjunction (color x color). 11 subjects participated in an experimental
session four blocks of 320 trials each one. The results shown that after practice subjects
can detected the target automatically. Those results are important to Guided Search Mo-
del of Wolfe et al. (1990) in which the parallel search is possible only when the target is
defined by an conjunction between-dimension.

Wolfe et al. (Cave y Wolfe, 1990; Wolfe, ticas simples y un estadio serial que lleva a
1994; Wolfe y Cave, 1990; Wolfe, Cave y cabo operaciones complejas sobre un área
Franzel, 1989; Wolfe, Steward, Friedman- limitada del campo visual. El procesamien-
Hill, Yu, Shorter y Cave, 1990), desarro- to de la información visual se realizaría por
llaron un modelo que denominan de Bús- la combinación de dos operaciones básicas,
queda Guiada (BG) que permite explicar y una activación bottom-up, guiada por la si-
predecir los resultados de experimentos de militud entre los estímulos que se están pro-
búsqueda visual. En este modelo se plantea cesando, y una activación top-down, guiada
una distinción clara entre un estadio parale- por el conocimiento que el observador tiene
lo, sensible a las diferencias de caracterís- del objeto buscado, de modo que cada una
de ellas es computada de forma indepen-
Correspondencia: Dolores Ponte Fernández diente para cada dimensión. Los resultados
Departamento de Psicología Social y Básica de estas dos fuentes de activación se suma-
Facultad de Psicología. Campus Sur, s/n.
15706 Santiago (Spain) rían junto con el componente “ruido” para
E-mail: psdponte@usc.es formar un mapa de activación global cuya

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GUÍA DE LA ATENCIÓN HACIA UN ELEMENTO DEFINIDO POR UNA CONJUNCIÓN INTRADIMENSIÓN

única función es la de guiar la atención ha- Los TR, contingentes a la presión de las te-
cia la localización más activa. clas, se midieron desde el comienzo de la
Desde este modelo se puede predecir que exposición hasta el momento en el que el
si el objeto de la búsqueda es un elemento sujeto presionaba una de las teclas.
definido por una conjunción (color x orien-
tación), tanto el objetivo como los distracto- Estímulos
res recibirán la misma activación bottom-
up, mientras que la mitad de ellos recibirá Los estímulos consistieron en exposicio-
activación top-down para el color, y la otra nes formadas por un número variable de
mitad para la orientación, de modo que el elementos (4, 8, 12 ó 16), que podían apare-
elemento objetivo será aquel que reciba ac- cer de forma aleatoria en cualquiera de las
tivación top-down por dos canales diferen- 25x17 posiciones de que constaba lo que se
tes y, por tanto, el que ocupe la localización consideró como el área visual, y permanecí-
más activa. Sin embargo, cuando tratamos an en la pantalla hasta que el sujeto emitía
de buscar un elemento definido por una una respuesta, dicha área medía 13x11.5
conjunción intradimensión (color x color), cm. y subtendía un ángulo de 7.4x6.5 gra-
al no disponer de mapas de características dos.
separados para cada una de las dimensiones En la mitad de los ensayos las exposicio-
que definen el elemento objetivo, no es po- nes estaban formadas únicamente por ele-
sible guiar la búsqueda hacia ese elemento. mentos distractores (ensayos negativos) y
El presente trabajo se planteó con el obje- en la otra mitad, entre éstos aparecía el ele-
tivo de comprobar hasta qué punto es cierta mento objetivo (ensayos positivos), en cual-
esta afirmación. Para ello, proponemos una quiera de las posiciones del área visual.
tarea de búsqueda intradimensión en la que Los elementos utilizados fueron cuadra-
se somete a los sujetos a práctica extensa. dos que se dividieron verticalmente dando
lugar a dos mitades, cada una de ellas de un
Método color diferente. El elemento objetivo era ro-
jo en su mitad derecha (luminancia 27.58
Aparatos cd/m2 y coordenadas según la CIE [Com-
mission Internationale de l’Eclairage], .632,
La presentación de los estímulos, el re- .350) y verde en su mitad izquierda (lumi-
gistro de los tiempos de reacción (TR) y la nancia 31.5 cd/m2, coordenadas según la
recogida de los datos fueron controlados por CIE, .275, .610). Los distractores fueron,
un ordenador IBM-PS2, modelo 286, con uno de ellos rojo en su mitad derecha y azul
un monitor color de 12 pulgadas, Type 8513 en su mitad izquierda (luminancia 21.3
S/N 55-V4825, y una tarjeta VGA con una cd/m2, coordenadas según la CIE, .175,
resolución gráfica de 640x480 pixels. .108) y el otro, verde en su izquierda y azul
La luminancia y la cromaticidad de los en su derecha. Los estímulos aparecían so-
estímulos se midieron con un Tektronix J17 bre un fondo azul (luminancia 6.65 cd/m2,
LumaColor, al que se le acopló una ventosa coordenadas según la CIE .206, .192).
Tektronix J1803 Luminance HEAD para
medir la luminancia y una ventosa Tektro- Procedimiento
nix J1820, para medir la cromaticidad.
Los sujetos utilizaban la tecla “S” para La aplicación de la prueba constaba de
emitir las respuestas positivas y la tecla los siguientes eventos: en primer lugar, al
“N”, para emitir las respuestas negativas. sujeto se le presentaba una pantalla en la

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DOLORES PONTE Y MARÍA JOSÉ SAMPEDRO

que se le recordaba los conjuntos de objeti- corregida con lentes graduadas en el mo-
vo y distractores por espacio de 2500 ms, a mento de la prueba. Se les instruyó para que
continuación aparecía un punto de fijación respondieran lo más rápido y preciso que les
en el centro de la pantalla por espacio de fuera posible.
1000 ms seguido del estímulo, que perma-
necía presente hasta que el sujeto emitía la Diseño
respuesta. Con la emisión de la respuesta
desaparecía el estímulo y la pantalla perma- Se ha llevado a cabo un diseño factorial
necía azul durante 1000 ms. Esta secuencia intragrupo en el que se manipularon tres va-
se repetía hasta completar cada bloque de riables independientes: Práctica (bloque 1, 2,
ensayos. 3 y 4), Tamaño de Exposición visual (4, 8,
12 y 16 elementos) y Tipo de Ensayo, (posi-
tivo y negativo). La variable dependiente
utilizada fue el tiempo de reacción (TR).

Resultados

En la figura 1 se recogen los resultados


de la ejecución de los sujetos en los cuatro
bloques de ensayos. Sobre el eje de las X’s
aparece la tasa de errores y en el cuerpo cen-
tral de la figura, las funciones de búsqueda
que relacionan el tamaño de la exposición
con el TR, reseñando el valor de la pendien-
te a que dan lugar. Cada uno de los puntos
Figura 1. En esta figura se muestra la secuencia de pre- de esta función representa el TR medio de
sentación utilizada en el pase experimental así como los sujetos, cuyo valor numérico figura en la
los conjuntos de objetivo y elementos distractores uti- tabla 1.
lizados.

Cada sujeto realizaba una sesión experi-


mental que constaba de cuatro bloques de
320 ensayos cada uno, de los cuales la mi-
tad eran positivos y la otra mitad negativos.
Antes de iniciar cada bloque, los sujetos se
sometieron a ocho ensayos para comprobar
que habían entendido las instrucciones, no
incluyéndose dichos ensayos en los análisis
estadísticos realizados.

Sujetos
Figura 2. En esta figura están representadas las funcio-
nes de búsqueda de ambos tipos de ensayo (positivos y
La muestra estaba formada por 11 alum- negativos) y el porcentaje de errores, para todos los
nos voluntarios de los diferentes cursos de bloques de ensayos. En el cuerpo de la figura también
la Facultad de Psicología de la Universidad aparece el valor de la pendiente para cada una de las
de Santiago. Todos tenían visión normal o funciones de búsqueda.

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GUÍA DE LA ATENCIÓN HACIA UN ELEMENTO DEFINIDO POR UNA CONJUNCIÓN INTRADIMENSIÓN

Tabla 1
go, a partir del segundo bloque de ensayos,
Esta tabla representa las medias, desviaciones los valores de las pendientes, no superan el
típicas y porcentaje de aciertos para las límite considerado como indicativo de un
variables: Práctica (bloque 1, 2, 3 y 4), Tipo proceso de búsqueda serial (8-10 ms), (Ca-
de ensayo (positivo, negativo) y Tamaño de
exposición (4, 8, 12, 16) ve y Wolfe, 1990; Duncan y Humphreys,
1989; Heathcote y Mewhort, 1993; Treis-
Bloque 1 man, 1977; Treisman y Gelade, 1980; Treis-
man y Gormican, 1989; Wolfe y Cave,
Tam. de Exp. 4 8 12 16
1990; Wolfe, Cave y Franzel, 1989).
Positivos Med. 581.13 624.03 688.54 709.85 La tasa de errores más alta encontrada
D. Tip. 067.65 053.26 120.72 119.36 entre las diferentes condiciones experimen-
Negativos Med. 680.21 791.61 864.73 989.10
tales fue del 3.145% y no hubo ningún indi-
D. Tip. 090.05 137.42 195.08 259.98 cio de covariación negativa entre esta tasa y
el TR.
% Err. 1.005 1.01 1.29 1.725 Dada la evidencia relativa acerca de una
Bloque 2
posible influencia de la cantidad de práctica
en el cambio de la estrategia de búsqueda
Positivos Med. 522.05 550.39 555.75 570.97 utilizada por los sujetos (se pasa de una bús-
D. Tip. 054.56 042.10 054.04 056.24 queda serial autoterminada en el primer blo-
Negativos Med. 581.24 600.72 616.31 656.81 que de ensayos a una detección automática
D. Tip. 091.60 085.88 109.30 144.05 en los bloques subsiguientes), se procedió a
realizar una serie de análisis estadísticos
% Err. 0.74 1.58 1.715 1.435
que permitieran comprobar la hipótesis rela-
Bloque 3 tiva a los posibles efectos producidos por la
práctica en la tarea.
Positivos Med. 498.93 516.96 520.48 534.19 Así, se ha realizado un ANOVA sobre los
D. Tip. 060.25 058.57 051.56 055.91
TR medios de todos los sujetos incluyendo
Negativos Med. 528.11 556.97 554.03 577.67 los factores: Práctica (1, 2, 3 y 4), Tipo de
D. Tip. 061.35 077.30 086.47 095.77 ensayo (positivo, negativo) y Tamaño de ex-
posición (4, 8, 12, 16). Los resultados obte-
% Err. 1.715 2.56 2.16 1.57
nidos muestran diferencias significativas en
Bloque 4 los todos los factores: Práctica (F(3/30)=
81.23, p<.01), Tipo (F(1/10)= 22.09, p<.01)
Positivos Med. 485.56 508.22 505.52 521.06
y Tamaño (F(3/30)= 30.63, p<.01), y en las
D. Tip. 044.70 046.26 042.32 049.86
interacciones: Práctica x Tipo (F(3/30)=
Negativos Med. 515.34 537.87 540.58 545.39 38.49, p<.01), Práctica x Tamaño (F(9/90)=
D. Tip. 060.81 081.39 059.74 067.16 15.27, p<.01), Tipo x Tamaño (F(3/30)=
% Err. 2.005 2.43 1.725 3.145
4.89, p<.01) y Práctica x Tipo x Tamaño
(F(9/90)= 8.50, p<.01).

Como se puede apreciar, los valores de Discusión


las pendientes de las funciones de búsqueda
asociadas a los dos tipos de ensayo (positi- Los resultados obtenidos en el presente
vos y negativos), en el caso del primer blo- experimento ponen de manifiesto un efecto
que de ensayos responden a un modelo de importante debido a la práctica que los suje-
búsqueda serial y autoterminado, sin embar- tos realizaron en la tarea. Este efecto tiene

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DOLORES PONTE Y MARÍA JOSÉ SAMPEDRO

básicamente dos repercusiones; por un lado, mientras que para los dos primeros bloques
se produce un cambio en el tipo de búsque- se mantiene una relación de 2:1, para los en-
da visual que realizaron los sujetos y por sayos negativos y positivos, esta relación
otro, el procesamiento de los distintos tipos cambia a 1.5:1 en el bloque 3 y, finalmente
de ensayo (positivos y negativos) también queda 1:1 en el último bloque.
se ve afectado. Este dato es importante ya que no es fá-
Por lo que respecta al proceso de búsque- cil encontrar en la literatura sobre el tema
da visual, los sujetos pasaron de realizar un evidencia relativa a la posibilidad de que la
procesamiento serial y autoterminado, en el tasa de búsqueda de los ensayos negativos
primer bloque de ensayos, a una ejecución sea igual que la de los positivos, en tareas
automática y en paralelo, en los siguientes como la que se ha utilizado en el presente
bloques. Este cambio se refleja en las dife- trabajo. Por el contrario, lo normal es en-
rencias significativas encontradas en los fac- contrar que, cuando los sujetos realizan la
tores Práctica y Tamaño y su correspondien- búsqueda en paralelo, las pendientes de los
te interacción. Esta interacción explica tam- ensayos positivos son pequeñas mientras
bién la disminución que registraron los valo- que, la de los negativos, se caracteriza por
res de las pendientes de las funciones de bús- valores mucho más elevados (como por
queda en los diferentes bloques de ensayos. ejemplo en: Treisman, 1988; Treisman y
Si se observa la figura 1, se puede com- Gelade, 1980; Wolfe et al., 1990).
probar este cambio en los valores de las Para finalizar y a modo de síntesis, decir
pendientes, de tal forma que se pasa de una que los presentes resultados exigen una mo-
ejecución caracterizada por funciones de dificación del modelo propuesto por Wolfe
búsqueda con pendientes bastante elevadas et al. Es cierto que con pocos ensayos de
(11.26 ms/ítem y 25 ms/ítem, para los ensa- práctica los resultados que obtuvimos son
yos positivos y negativos respectivamente) similares a los informados por estos autores,
a funciones con pendientes mucho más pe- con la salvedad de que en sus trabajos en-
queñas 2.55 ms/ítem y 2.32 ms/ítem para contraron que las funciones de búsqueda se
los ensayos positivos y negativos del último caracterizaban por poseer pendientes con
bloque respectivamente). valores más elevados que los que nosotros
Como señalamos al comienzo de la dis- hemos encontrado (36.5 para los ensayos
cusión, el efecto de la práctica también se positivos y 69.8 para los negativos, en Wol-
dejó notar en el procesamiento de los distin- fe et al., 1990, experimento 1), diferencia
tos ensayos, como quedó reflejado en las di- que se puede deber al hecho de que estos au-
ferencias significativas encontradas en los tores utilizaron tamaños de exposición más
factores Tipo y Práctica, así como en su co- grandes que los nuestros (4, 8, 12 16 y 32
rrespondiente interacción, significando esta elementos en Wolfe et al., frente a 4, 8, 12 y
última que el procesamiento de los ensayos 16 elementos que se utilizaron aquí).
positivos y negativos no sólo es diferente, El problema que encontramos en el mo-
sino que además, cambia a medida que los delo de Búsqueda Guiada es que no da ca-
sujetos realizan los distintos bloques de en- bida al efecto producido por la práctica re-
sayos. petida en la tarea, entre otras cosas, porque
Observando la figura 1, se puede com- estos autores no administran a sus sujetos
probar como varía la relación existente en- experimentales una cantidad de ensayos su-
tre las pendientes de las funciones de bús- ficiente para que dicho efecto se pueda
queda de ambos tipos de ensayos en función apreciar. De cualquier forma, la práctica no
del bloque de práctica de que se trate. Así, debería modificar el resultado de la activi-

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GUÍA DE LA ATENCIÓN HACIA UN ELEMENTO DEFINIDO POR UNA CONJUNCIÓN INTRADIMENSIÓN

dad producida por el proceso bottom-up ya tractores compartían una característica, el


que ésta está provocada por las diferencias color azul, y en función de esto, cabe pen-
entre los estímulos. Sin embargo, sí es posi- sar en la posibilidad de que los sujetos lle-
ble que se modifique el resultado del proce- vasen a cabo operaciones de agrupamien-
so top-down, ya que éste depende del cono- to de los mismos, agilizándose así el pro-
cimiento, y por lo tanto, de la experiencia ceso de búsqueda. En cualquier caso, esto
que los sujetos tienen con los estímulos. no es más que una hipótesis que servirá de
Esta modificación se entiende si se tie- marco de referencia para investigaciones
ne en cuenta que todos los elementos dis- futuras.

Referencias

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analysis in early vision: evidence from search Aceptado el 22 de octubre de 1996

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ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG

LA PARTICIPACIÓN EMOCIONAL EN LA
TOMA DE DECISIONES
Vicente M. Simón
Universitat de València

Los resultados de la reciente investigación neurofisiológica y neuropsicológica


nos obligan a reconsiderar los mecanismos decisorios y a tener en cuenta la participación
de las emociones en estos procesos. La amígdala, una estructura capaz de asignar signi-
ficado emocional a los estímulos ambientales (evaluación), pone en marcha una serie de
reacciones de carácter motor, autonómico, endocrino y del sistema nervioso central, que
constituyen la expresión emocional. Todos estos cambios revierten, a su vez sobre el ce-
rebro, en lo que se conoce como la experiencia de las emociones o los sentimientos. Por
otro lado, las investigaciones neuropsicológicas han revelado la importancia de la corte-
za prefrontal en la toma de decisiones, poniendo de manifiesto la íntima colaboración de
los mecanismos límbicos emocionales con las funciones anticipatorias y planificadoras
de la corteza prefrontal. (Se expone la hipótesis del marcador somático de Damasio). La
neurobiología está confirmando en definitiva lo que de forma intuitiva afirmó Pascal al
escribir que “El corazón tiene razones que la razón ignora”

Emotional participation in decision making. The results of recent neurophysiologi-


cal and neuropsychological research make it necesary to take into account the parti-
cipation of emotions in the decision processes. The amygdala, that has revealed itself as
a structure capable of asigning emotional meaning to environmental stimuli (evaluation),
originates a series of reactions that include motor, autonomic, endocrine and central ner-
vous system adaptations (emotional expression). All these changes also feed back on the
brain, giving rise to what is known as emotional experience or feelings. On the other hand,
neuropsychological research has demonstrated the importance of the prefrontal cortex in
decision making, showing an intimate cooperation of the emotional limbic mechanisms
with anticipating and planning functions of the prefrontal cortex. (The somatic-marker
hypothesis of Damasio is exposed). Neurobiology is thus confirming what Pascal intuiti-
vely expressed when writing that “the heart has reasons that reason ignores”.

La necesidad de tomar decisiones, a veces vos que poseen un repertorio de conductas


tan difíciles como la que atormentaba a diversas han de elegir entre varias posibili-
Hamlet y que Shakespeare inmortalizó en su dades. Y a medida que la complejidad de los
conocido monólogo, no es patrimonio exclu- organismos va aumentando en la escala evo-
sivo de la raza humana. Todos los seres vi- lutiva, la toma de decisiones adquiere com-
plejidad y dificultad, y esto por varias razo-
Correspondencia: Vicente M. Simón nes. Por un lado, porque los cerebros más
Area de Psicobiología evolucionados son capaces de captar mu-
Facultad de Psicología
Avda. Blasco Ibáñez, 21
chos más matices del entorno relevantes pa-
46010 Valencia ra su supervivencia. Por otro, porque el re-

365
LA PARTICIPACIÓN EMOCIONAL EN LA TOMA DE DECISIONES

pertorio de conductas disponibles en estos margen) a la parte del encéfalo que rodea al
organismos es cada vez más extenso. Y, ade- tallo cerebral y que se halla bajo el manto de
más, porque los cerebros filogenéticamente la neocorteza. Debido a las abundantes
más recientes no sólo pueden reaccionar a conexiones del lóbulo límbico con el senti-
las condiciones ambientales del presente, si- do del olfato, la primera asignación funcio-
no que, habiendo desarrollado la capacidad nal que se hizo a esta estructura fue de tipo
de elaborar modelos de las circunstancias fu- olfatorio y por ello, recibió también el nom-
turas (modelos que incluyen las consecuen- bre de “rinencéfalo”. Pero el lóbulo límbi-
cias de su propia conducta), necesitan tener co no fue relacionado con la vida emocional
en cuenta una amplia gama de eventualida- hasta mucho más tarde. En 1937 Papez pre-
des posibles, aún por venir. sentó una hipótesis que lo vinculaba con el
Por ello, todos los organismos vivientes hipotálamo y con la expresión emocional,
que poseen un sistema nervioso han tenido describiendo un circuito anatómico que des-
que dedicar parte de sus neuronas a la deli- de entonces se ha conocido como “circuito
cada tarea de tomar las decisiones ineludi- de Papez” (Papez, 1937). Unos años más
bles para la supervivencia. Y aquí es donde tarde, MacLean amplió las estructuras del
las emociones entran en escena. Permítase- circuito de Papez (incluyendo ya a la amíg-
me, de momento, que presente a las emo- dala y dando mucha importancia al hipo-
ciones como una parte esencial del meca- campo) y llamó al conjunto “sistema límbi-
nismo nervioso encargado de diseñar una co” (MacLean, 1949), nombre que ha per-
respuesta adecuada a los estímulos ambien- durado hasta nuestros días. Actualmente el
tales relevantes para la supervivencia. Pro- concepto de sistema límbico se encuentra en
bablemente sean la parte más crucial de di- revisión, ya que por una parte resulta difícil
cho mecanismo, la parte, en todos los senti- ponerse de acuerdo en qué estructuras con-
dos de la palabra, más decisiva. A continua- cretas deben de ser incluidas bajo este con-
ción trataré de explicar por qué hago esta cepto y, por otro lado, no todas las zonas lla-
afirmación y expondré muy brevemente madas límbicas participan en la génesis de
cuáles han sido los hallazgos neurofisiológi- las emociones. Sin ninguna duda, la estruc-
cos que la justifican. tura anatómica más claramente relacionada
con la emoción es, desde nuestra perspecti-
La amígdala: su función en la evaluación va actual, la amígdala (LeDoux, 1992). Por
emocional ello vamos a ocuparnos ahora de la amígda-
la y de su significado.
Las estructuras nerviosas relacionadas La amígdala es una pequeña estructura
con los mecanismos emocionales, tales co- nerviosa, de tamaño no superior al de una
mo se presentan en los mamíferos actuales y almendra, que se encuentra situada en el se-
en el hombre, hicieron su aparición sobre la no del lóbulo temporal (una en cada lóbulo
faz de la tierra hace unos 250 millones de temporal, dos en total) y que posee abun-
años, en la época de los últimos reptiles y de dantes conexiones con variadísimas zonas
los primeros mamíferos (MacLean, 1993). del cerebro. Es el componente más impor-
Pero no fue hasta el siglo pasado cuando los tante de una red de estructuras que elaboran
seres humanos comenzaron a fijar su aten- la información emocional. La función de es-
ción sobre parte tan fundamental de su ana- ta estructura, tal como la comprendemos
tomía. El famoso neurólogo francés Paul hoy, consiste en asignar significado emocio-
Broca (1878) dio el nombre de lóbulo lím- nal a los estímulos ambientales, sean de la
bico (“límbico” significa borde, frontera o modalidad sensorial que sean. Dicho con

366 Psicothema, 1997


VICENTE M. SIMÓN

palabras más sencillas y simplificadoras, lo cial), que a su vez comunica con la propia
que la amígdala hace es, cuando se presenta amígdala. A medida que va recibiendo toda
un nuevo estímulo en el campo sensorial del esa información la amígdala se encuentra en
sujeto, hacer una rápida evaluación del mis- condiciones de “emitir un juicio” sobre la
mo y decirle al resto del cerebro si ese estí- bondad o peligrosidad del estímulo. (La in-
mulo representa un peligro, o por el contra- formación suministrada por el hipocampo
rio, promete alguna ganancia para el orga- puede ser crucial en algunas ocasiones, ya
nismo. Lo que, a su vez, desde el punto de que esta estructura proporciona datos rele-
vista del funcionamiento cerebral significa vantes del contexto del estímulo. Por ejem-
que la amígdala se encuentra en condiciones plo, la visión de un tigre muy cercano es un
de relacionar un determinado estímulo con estímulo altamente alarmante si nos halla-
el placer o con el dolor potenciales que di- mos en la selva, pero totalmente inofensivo
cho estímulo puede llevar aparejados. Es si se halla dentro de la jaula de un zoo. Esta
como si la amígdala le dijera al resto del ce- información relativa al contexto parece ser
rebro: “Eso es bueno y deseable para noso- proporcionada por el hipocampo). Pero de-
tros; acércate a ello, trata de conseguirlo”. Y cíamos que además de esta vía, que podría-
en otras ocasiones: “¡Ojo! Eso es un peli- mos llamar tálamo-córtico-amigdalar, existe
gro; huye y apártate. Trata de evitarlo”. otro camino por el que la información al-
Ya sé que esta manera de expresarlo su- canza la amígdala. Se trata de una vía más
pone una extraordinaria simplificación. Por corta (de menos sinapsis), extralemniscal,
ello trataré de explicarlo un poco más deta- que une directamente el tálamo con la amíg-
lladamente. La amígdala recibe información dala saltándose la corteza (Véase fig. 1), y
de los estímulos que en todo momento lle- que fue puesta de manifiesto con claridad
gan a los órganos sensoriales. Y dicha in- por las investigaciones del grupo de Le-
formación sigue, para dirigirse a la amígda- Doux (Romanski y LeDoux, 1992; LeDoux,
la dos caminos principales (LeDoux, 1993).
Uno, el más habitual, es el que pasa a través
de la corteza cerebral. La información pro-
cedente de los sentidos llega al tálamo y de
ahí, por la vía lemniscal, alcanza la corteza
sensorial primaria de la que se trate (auditi-
va, visual, tactil, etc.). El estímulo es elabo-
rado a continuación en las diferentes partes
de la corteza de asociación, en donde se
analizan sus características más complejas y
se reconocen las propiedades globales del
mismo. La información es transferida tam-
bién a áreas de asociación intermodal, es de-
cir aquellas que relacionan entre sí diversas
características sensoriales de un estímulo
(visuales, auditivas, etc.). El resultado de to-
dos estos niveles de elaboración es enviado
a la amígdala, así como a las áreas asociadas Figura 1. Esquema de las principales conexiones afe-
al hipocampo (una estructura vecina a la rentes y eferentes de la amígdala en relación con la ela-
amígdala, relacionada con ciertos aspectos boración de las emociones (modificado de LeDoux,
de la memoria y con el pensamiento espa- 1993).

Psicothema, 1997 367


LA PARTICIPACIÓN EMOCIONAL EN LA TOMA DE DECISIONES

1995). Esta vía tálamo-amigdalar, filogené- que nos enfrentamos y las emociones pri-
ticamente más primitiva, hace posible que marias. El resultado final es que cualquier
una parte de la información del estímulo, constelación de estímulos que se nos pre-
desde luego mucho menos elaborada y ca- senta en un momento dado posee una cierta
rente de finura perceptiva, acceda de forma carga afectiva, más o menos fuerte y más o
más rápida a la amígdala, permitiéndole a menos consciente. Pero, en cualquier caso,
ésta poner en marcha con mucha celeridad nada nos puede ser del todo indiferente des-
una reacción apropiada, que en determina- de el punto de vista emocional.
dos casos puede suponer la supervivencia Con respecto a la segunda pregunta, la de
del organismo, por ejemplo, frente al ataque qué posibilidades de respuesta tiene la
de un depredador. amígdala a su disposición, trataré de contes-
Sin duda, el lector que me haya acompa- tarla con brevedad.
ñado hasta aquí por los caminos que condu-
cen a los estímulos desde el tálamo hasta la La organización de la expresión emocional
amígdala, se estará preguntando al menos
dos cuestiones nada baldías. La primera es La amígdala organiza una serie de res-
¿cómo “sabe” la amígdala lo que es bueno o puestas que han sido bastante bien estudia-
malo para el organismo?. Y la segunda, ¿en das, por lo menos en el caso del miedo (Da-
qué consiste la respuesta que la amígdala es vis, 1992 a), que es una de las emociones
capaz de organizar?. más conocidas y más extendidas en todos
Intentemos responder a la primera pre- los seres vivos. Estas respuestas tienen su
gunta, la de dónde procede la información origen en el núcleo central de la amígdala
que le permite a la amígdala asignar un va- (Davis, 1992 b) y pueden ser clasificadas al
lor emocional a los estímulos. Esta informa- menos en cuatro tipos: conductual, autonó-
ción tiene un doble origen. Una parte consi- mico, endocrino y de cambios generales en
derable de las reacciones del sistema límbi- el modo de procesamiento nervioso de la in-
co frente a los estímulos es de carácter he- formación (Damasio, 1995; LeDoux, 1995).
redado. Se trata de patrones de conducta Tan sólo pretendo aquí transmitir una idea
preprogramados, que se encuentran en cir- de qué tipo de actividad se trata cada una de
cuitos neurales cuyas conexiones se estable- ellas y lo haré por medio de un ejemplo.
cen durante el desarrollo del sistema nervio- Imaginemos una situación en la que hemos
so y que pueden considerarse innatos (por de hacer frente a una agresión de tipo físico.
ejemplo, reacciones de defensa ante los de- Podremos elegir entre la huida y el enfren-
predadores, respuestas sexuales, etc.). Es lo tamiento con el agresor. Las respuestas con-
que Damasio ha llamado “emociones pri- ductuales son las que se refieren a los mo-
marias” (Damasio, 1995). En segundo lu- vimientos que llevamos a cabo (bien de huí-
gar, a este contingente de reacciones innatas da, bien de acercamiento y pelea), incluyén-
hay que añadir todas las emociones que ca- dose también aquí todas las relacionadas
da organismo, de forma individualizada, va con la expresión de las emociones, por
adquiriendo a lo largo de su vida. Son las ejemplo, el sobresalto, la realización de ges-
“emociones secundarias” de Damasio. Las tos o articulación de sonidos que comunican
experiencias que tenemos hacen que los es- a los demás nuestro estado afectivo y son la
tímulos que en principio eran neutros vayan parte más visible de nuestra vida emocional.
adquiriendo una cierta tonalidad afectiva. En esta hipotética situación, a estos movi-
Esto se produce al irse formando asociacio- mientos corporales han de añadirse una se-
nes entre los objetos y situaciones con los rie de cambios fisiológicos que permitan al

368 Psicothema, 1997


VICENTE M. SIMÓN

organismo aumentar la circulación sanguí- respuestas emocionales puede discurrir de


nea y movilizar la energía que la pelea o la forma parcial o totalmente inconsciente y
huída exigen. Por ejemplo, aumenta la pre- acabar produciendo cambios y alteraciones
sión arterial y la frecuencia cardíaca para en el organismo que para el sujeto carecen
que llegue suficiente sangre a los músculos de toda significación si llega a percibirlas y
que se disponen para correr o para luchar. que no puede relacionar con las situaciones
Estos cambios son llamados autonómicos que las originaron. Vamos a dejar de mo-
porque implican al sistema nervioso autonó- mento este aspecto del problema pero lo re-
mico o vegetativo. Asimismo, se produce tomaremos más adelante.
un aumento por parte de la médula supra-
rrenal de la secreción de adrenalina y nora- La experiencia emocional: los sentimientos
drenalina, sustancias hormonales que pasan
a la sangre y que, además de contribuir a los Ahora vamos a abordar un aspecto muy
ajustes de tipo circulatorio, facilitan la mo- importante de la vivencia emocional que es
vilización de metabolitos productores de crucial para entender los mecanismos impli-
energía. Todas estas modificaciones humo- cados en la toma de decisiones. La cadena
rales son las que componen las respuestas de acontecimientos corporales desencade-
llamadas endocrinas. Por último, se produ- nados en respuesta a estímulos con signifi-
cen cambios generales del sistema nervioso, cación emocional no acaba con lo que he-
cambios que tratan de situar al organismo en mos expuesto hasta aquí. Las modificacio-
una disposición óptima para hacer frente a nes que tienen lugar en los diversos órganos
la situación de emergencia; aumento del ni- y a las que hemos hecho referencia son per-
vel de activación, agudización de la percep- cibidas por el cerebro por medio de vías
ción en los aspectos relacionados con las ca- nerviosas que llevan la información desde la
racterísticas del estímulo, modificación de periferia del organismo hasta el sistema ner-
la velocidad de procesamiento y otras adap- vioso central (llamadas vías aferentes). Por
taciones nerviosas de carácter general. To- ejemplo, la aceleración del latido cardíaco,
das estas respuestas que la amígdala pone el aumento de tono en determinados múscu-
en marcha forman parte de la “expresión” los, el enrojecimiento o la palidez de la ca-
emocional. Como fácilmente se comprende, ra, la sudoración, etc. son cambios orgáni-
una parte de ellas son bastante visibles para cos que no pasan desapercibidos para el ce-
los demás, pero otra parte se produce en la rebro. Este recibe información constante del
intimidad del organismo y permanece ajena estado en que se encuentran no sólo las vís-
a la observación desde el exterior. Es intere- ceras sino también los músculos, las articu-
sante señalar, por sus implicaciones prácti- laciones, los miembros y en general todas
cas, que todo este proceso de “expresión” las partes del organismo. Es, por así decirlo,
emocional puede pasar desapercibido para el camino de vuelta que siguen todas las se-
el propio sujeto que las protagoniza. Mu- ñales que había emitido el sistema límbico
chas de estas respuestas tienen acceso a la como consecuencia de la evaluación emo-
conciencia y así nos podemos dar cuenta de cional de los estímulos llevada a cabo. El
la significación afectiva de un determinado cerebro se entera así de cuáles han sido las
estímulo y, al menos, de bastantes de las re- consecuencias de la reacción emocional que
acciones corporales que desencadena (pal- él mismo ha desencadenado. Es posible que
pitaciones, sudoración, sensaciones digesti- muchos lectores piensen que este “camino
vas, etc.). Pero en algunas personas y en de vuelta” no tenga demasiada importancia
ciertas ocasiones, toda esta constelación de o que sólo actúe en determinadas circuns-

Psicothema, 1997 369


LA PARTICIPACIÓN EMOCIONAL EN LA TOMA DE DECISIONES

tancias en las que la excitación emocional estímulos. Resulta así que la experiencia
es extrema, pero no es este el caso. Esta co- afectiva global está formada, no sólo por los
rriente informativa del estado de todas las procesos de valoración del estímulo que
partes del organismo es constante y no cesa acontecen en el sistema nervioso central, no
en ningún momento. Lo que sí que sucede, sólo por las reacciones viscerales y corpora-
es que la mayor parte del tiempo no percibi- les con las que el sistema nervioso responde
mos esa información de forma consciente. a esa evaluación, sino también por la forma
La damos por supuesta, es como un telón de en que el cerebro percibe esos ajustes visce-
fondo sobre el que se desarrolla el resto de rales y corporales una vez han sucedido en
la vida mental. Constituye, para emplear el el organismo. Para el amante de la sistema-
lenguaje de Damasio, una especie de “pai- tización, estos procesos que acabo de men-
saje” corporal que siempre se encuentra ahí. cionar pueden ser clasificados en tres com-
Un paisaje que cambia de continuo en res- ponentes diferenciables de las emociones y
puesta precisamente a esas influencias de que son conocidos con los nombres de “eva-
origen emocional que recibe del sistema luación’, “expresión” y “experiencia”, res-
nervioso central. Es como si ese paisaje bá- pectivamente (Le Doux, 1986). Evaluación
sico recibiera diversos tipos de iluminación del estímulo, expresión de la emoción y ex-
según el matiz emocional que en cada mo- periencia de los cambios corporales. Esta
mento predominara. En realidad la metáfora “experiencia” es lo que Damasio llama
se queda corta, ya que son mucho más que “sentimientos”, diferenciándolos así del res-
cambios de iluminación lo que le sucede al to de componentes de la vivencia emocional
paisaje. Las arterias se contraen, las glándu- (Damasio, 1995).
las segregan fluidos, el corazón se acelera o Volvamos ahora a retomar el tema que
se enlentece, el tubo digestivo sufre espas- antes apuntábamos, el de la conciencia de
mos, hay zonas que son anegadas en sangre las emociones. La asignación de significado
mientras que en otras el flujo sanguíneo se afectivo a un estímulo determinado puede
reduce al mínimo. Ese territorio en perpetuo tener lugar sin que seamos conscientes de
movimiento es el paisaje corporal que cam- ello. Es decir que, aunque muchas veces nos
bia en respuesta a las modificaciones emo- percatemos de nuestras emociones, no son
cionales. Y podemos imaginarnos al cere- pocos los casos en que nos pasan desaperci-
bro como un observador obligado de ese bidas. Más aún, es posible que el eslabón si-
paisaje, de las transformaciones que sufre, guiente, la producción de reacciones corpo-
de las infinitas tonalidades que va presen- rales al contenido emocional, también se
tando su superficie a lo largo del tiempo. produzca sin que tengamos conciencia de él.
Hay que recordar aquí que ese papel de ob- En esto existe una gran variabilidad que no
servador del cerebro no sólo se limita a per- sólo se debe a factores genéticos, sino tam-
cibir todas esas modificaciones que suceden bién a la atención que el cuerpo y sus sen-
en el organismo por vía nerviosa, sino que saciones hayan recibido durante la infancia
además es literalmente “inundado” por las y la adolescencia. Aunque parezca sorpren-
hormonas segregadas en respuesta a los dente, vivimos en una sociedad en la que el
cambios emocionales. Esa marea química, cuerpo interno o visceral no recibe demasia-
esa impregnación que recibe por vía circu- da atención y es habitual encontrar personas
latoria influye de forma masiva y simultá- en las que su vida consciente acaece en una
nea sobre un gran número de neuronas, esfera bastante alejada del cuerpo y de sus
afectando de manera característica la forma vivencias. Es frecuente encontrar una ver-
en que el sistema nervioso responde a los dadera desconexión y en casos extremos

370 Psicothema, 1997


VICENTE M. SIMÓN

una auténtica disociación entre las vivencias se asciende en la escala evolutiva, a estos
psíquicas y las sensaciones corporales. mecanismo innatos (que no se han perdido
También es posible que se produzca una si- del todo en el recorrido evolutivo) se va
tuación intermedia. Que aunque el carácter añadiendo una creciente capacidad de
afectivo de un determinado estímulo no lle- aprender sobre el entorno y sobre las con-
gue a acceder a la conciencia, sí que lo ha- secuencias de la propia conducta al interre-
gan las repercusiones somáticas del mismo; lacionar con ese entorno. Este incremento
las palpitaciones, la sudoración o las sensa- en la capacidad procesadora de informa-
ciones digestivas. En estos casos interme- ción es paralelo al aumento en volumen y
dios la sensación corporal nos indica que al- complejidad experimentado por la corteza
go importante para nosotros está sucedien- cerebral a lo largo de la evolución y que al-
do, aunque no lo hayamos registrado pre- canza en el hombre una considerable enver-
viamente y no comprendamos a primera gadura. Las capacidades que la corteza evo-
vista de qué se trata. Nos proporciona una lucionada confiere al organismo se proyec-
pista, una oportunidad para intentar averi- tan en las dos direcciones de la dimensión
guar la causa de ese malestar o sensación temporal. Por un lado, el ser vivo va acu-
corporal e identificar de dónde procede. Si mulando información sobre lo que ha pasa-
las repercusiones somáticas son fuertes y do, las experiencias vividas por él van de-
sobre todo prolongadas, es probable que jando una huella en su cerebro que va a ma-
acaben produciendo alteraciones más o me- tizar, cuando no a determinar por completo,
nos graves en algún órgano u órganos, sien- las decisiones que tomará en el futuro. Pero
do éste el origen de numerosos trastornos de además, esa misma corteza cerebral le va a
los llamados funcionales o de las enferme- permitir crear modelos de la realidad por
dades apellidadas psicosomáticas. Las emo- venir, es decir, imaginarse, construir imáge-
ciones que no encuentran una salida ade- nes sobre el futuro. Esas imágenes se gene-
cuada por otras vías de expresión acaban ran, evidentemente, tomando como mate-
por manifestarse por medio del cuerpo, aun- rial básico las imágenes del pasado, los co-
que paradójicamente, el sujeto vivencie es- nocimientos que sobre el mundo y su ma-
tas alteraciones corporales como algo ajeno nera de funcionar nos ha proporcionado la
a él, algo que no reconoce y que le causa experiencia. Por ello, a esa capacidad ima-
problemas y sufrimiento. ginativa, se le ha llamado “memoria del fu-
turo”, ya que se fundamenta, sobre todo, en
La función de los lóbulos frontales los recuerdos del pasado. La zona del cere-
bro que pone en marcha estas funciones su-
Tras este breve recorrido por los meca- periores de planificación del futuro son los
nismos responsables de la emoción, será lóbulos frontales, una región anatómica cu-
conveniente que volvamos a retomar el hi- yo papel tan sólo recientemente se ha co-
lo conductor que nos permite relacionar la menzado a comprender.
emoción con la decisión. Ya decíamos al Podemos decir que durante el proceso
principio que los organismos más primiti- evolutivo, toda esa capacidad creciente de
vos, debido a la simplicidad de su reperto- elaborar la información, ha tenido que irse
rio conductual, no tienen demasiadas deci- integrando con las funciones básicas ya
siones que tomar. Las alternativas de con- existentes y que, en lo esencial, no se han
ducta que, aun así, se les presentan, son re- modificado. En lo que respecta a las emo-
sueltas en su mayor parte por mecanismos ciones, la amígdala y otras estructuras lím-
programados de forma genética. Conforme bicas han seguido conservando el papel pri-

Psicothema, 1997 371


LA PARTICIPACIÓN EMOCIONAL EN LA TOMA DE DECISIONES

mordial que ya tenían desde los primeros damente, una tercera parte de todo el volu-
mamíferos. A ellas les corresponde asignar men cerebral y que este enorme porcentaje
valor afectivo a los estímulos y poner en no es tan alto en otras especies. Por ejem-
marcha las respuestas adecuadas al resulta- plo, en los chimpancés es del 17 % y en los
do de esa valoración. La novedad consiste gatos tan sólo representa un 3% de la masa
en que la amígdala tiene ahora, por poner encefálica (Junqué, 1994). Esto ya nos pue-
un símil informático, muchos más bancos de sugerir que al menos parte de las funcio-
de datos en los que consultar para llegar a nes mentales específicamente humanas po-
una conclusión. Ha tenido lugar una evolu- drían estar relacionadas con el lóbulo fron-
ción similar a la ocurrida en el campo de la tal. Una de las razones por las que, durante
moderna aeronáutica. Los aviones actuales mucho tiempo, los lóbulos frontales han
vuelan dirigidos por sistemas mecánicos constituido un enigma para el clínico y el
que son, en lo fundamental, similares a los investigador es la escasez de alteraciones
de antaño; movimientos en los alerones y encontradas en los tests psicológicos reali-
cambios en la potencia de los motores. La zados a los pacientes con lesiones o tumores
diferencia estriba en que en los aviones an- en esta zona del cerebro. Sin embargo, estas
tiguos todas esas órdenes partían exclusiva- personas, en contraste con los buenos resul-
mente de los pilotos, mientras que en los tados de sus tests psicológicos, han presen-
actuales existen sofisticados ordenadores tado grandes dificultades a la hora de resol-
que pueden realizar cálculos complejos de ver los problemas de la vida práctica. En la
forma muy rápida y hacer frente a condi- actualidad se está empezando a comprender
ciones de navegación más difíciles, descar- por qué y una gran parte de esa compren-
gando así a la tripulación de una parte de sión la debemos al estudio de pacientes que
sus tareas. Pero al final, el resultado de to- han sufrido lesiones importantes en esta zo-
das esas operaciones tiene que traducirse en na, bien a raíz de un traumatismo, bien co-
las mismas órdenes motoras relativamente mo consecuencia de tumores cerebrales y de
sencillas. Algo parecido sucede en en el te- su tratamiento quirúrgico.
rreno emocional. A pesar de la complejidad Estos pacientes no son demasiado nume-
y sofisticación de la actividad de la corteza rosos, al menos los que han podido ser es-
cerebral del ser humano, el resultado de to- tudiados correctamente, y su historia co-
das sus consideraciones termina por tener mienza en 1848 con el famoso caso de Phi-
que pasar por la aprobación o desaproba- neas Gage, un capataz que trabajaba en la
ción de la amígdala o estructuras que cum- construcción del ferrocarril en el estado de
plan funciones equivalentes en el sistema Vermont y a quien, como consecuencia de
límbico. Para quitarle un poco de su enor- la explosión de un barreno, una barra de
me simplicidad a esta afirmación, vamos a hierro le entró por la mejilla y le salió por
examinar brevemente qué datos experimen- la cabeza destruyendo a su paso una gran
tales se encuentran en su origen y para ello parte del lóbulo frontal. Phineas Gage es un
tendremos que ocuparnos brevemente del caso extraordinariamente interesante, cu-
lóbulo frontal. rioso y conmovedor (Barker II, 1995). Pero
Los lóbulos frontales del cerebro huma- a pesar de que ya en él se hallaba contenida
no son una estructura anatómica fascinante, parte de la solución al enigma del lóbulo
en parte por la tenaz resistencia que han pre- frontal, no ha sido hasta fechas recientes
sentado a revelarnos qué papel desempeñan cuando ese misterio se ha comenzado a des-
en la compleja maquinaria cerebral. Hay velar. Con el fin de exponer brevemente lo
que tener en cuenta que suponen, aproxima- que estos pacientes nos han permitido

372 Psicothema, 1997


VICENTE M. SIMÓN

aprender, prefiero reseñar con brevedad un medias o altas en todas la pruebas. Su ca-
caso mucho más reciente, ya estudiado con pacidad perceptiva, su memoria del pasado
técnicas modernas y del que se posee toda y su capacidad de aprender cosas nuevas,
clase de datos. Aludo al paciente EVR, un su lenguaje y sus habilidades matemáticas
caso que fue publicado por Eslinger y Da- se encontraban intactas y eran más bien al-
masio (1985). A EVR -o Elliot, como Da- tas, como lo habían sido antes de la opera-
masio se refiere a él-, se le diagnosticó un ción. Incluso en el test de clasificación de
meningioma (un tumor benigno de las me- cartas de Wisconsin, especialmente prepa-
ninges) que había comenzado a crecer cer- rado para detectar las alteraciones causadas
ca de la línea media, por encima de la cavi- por las lesiones prefrontales, Elliot no tenía
dad nasal y de las órbitas oculares y el cual problemas. Pero, a pesar de todo, algo no
comprimía los lóbulos frontales hacia arri- funcionaba en su vida, como lo atestigua-
ba. Aunque en sí mismos benignos, se hace ban las desafortunadas decisiones que le
necesario extirpar estos tumores ya que de habían ido arruinando la existencia.
lo contrario, acaban comprimiendo y des- ¿Cómo explicar esa divergencia entre la
truyendo toda la masa cerebral. Elliot fue capacidad de solucionar los problemas de
operado y la operación fue, desde el punto la vida real y la habilidad para resolver las
de vista quirúrgico, un éxito, eliminándose cuestiones que plantean los tests de inteli-
completamente el tumor y desapareciendo gencia y para realizar tareas en el contexto
toda la sintomatología previa. Elliot era un artificial del laboratorio? Es evidente que
joven hombre de negocios al que le iban los tests de los que se disponía en ese mo-
muy bien las cosas y tenía una familia feliz. mento eran incapaces de detectar un sutil
Sin embargo, después de la operación nada deterioro psicológico que Elliot padecía y
volvió a ser como antes. Primero, perdió el que, a pesar de ser tan elusivo, podía aca-
trabajo que tenía, ya que no llevaba a buen rrear consecuencias catastróficas en la to-
término las tareas que se le encomendaban, ma de decisiones personales de vital tras-
aunque era capaz de realizar bien por sepa- cendencia. Según todas las apariencias, el
rado cualquiera de ellas. A continuación razonamiento y la solución de problemas
entró en una serie de negocios que no le en el plano teórico y abstracto en el que
fueron precisamente bien. Sobre todo, fue tienen lugar las pruebas realizadas en el la-
nefasta su alianza con otro socio de mala boratorio, resulta ser de todo punto dife-
reputación, aventura empresarial que acabó rente al razonamiento y la toma de decisio-
con la ruina de Elliot, pues había invertido nes que se llevan a cabo en el terreno de lo
en ella todas sus reservas de capital. En el personal y de las relaciones sociales del
terreno familiar las cosas no le fueron me- mundo real. Por razones de brevedad, no
jor. Se divorció de su primera mujer. Se podemos exponer aquí ni todos los argu-
volvió a casar y se divorció de nuevo. Por mentos, ni todo el proceso que llevó a Da-
último, sin tener ya ni fortuna personal ni masio a formular su hipótesis de cómo in-
trabajo, la seguridad social se negó a pagar- terviene el lóbulo frontal en la toma de de-
le el subsidio de invalidez y tuvo que vivir cisiones. Me limitaré a exponer esta hipó-
bajo la tutela de un hermano. Lo sorpren- tesis y los principales argumentos que la
dente de Elliot era que todos estos desastres sustentan. Aquellos que se muestren inte-
de su vida real sucedían sin que los tests resados por esta cuestión tan fascinante
neuropsicológicos a los que era sometido pueden leer en una primera aproximación
detectaran ningún déficit importante. Al el libro de Damasio, “El error de Descar-
contrario, Elliot alcanzaba puntuaciones tes” (Damasio, 1996).

Psicothema, 1997 373


LA PARTICIPACIÓN EMOCIONAL EN LA TOMA DE DECISIONES

La hipótesis del marcador somático carrera, de una persona con la que contraer
matrimonio, o de un médico al que consul-
La forma en que Damasio explica la to- tar un problema de salud. O en otro orden de
ma de decisiones se basa en lo que él ha lla- cosas, a dónde vamos a pasar las próximas
mado la “hipótesis del marcador somático” vacaciones o si nos decidimos a pedir un
que, a nivel neurobiológico, consiste funda- préstamo para comprar un piso. Decíamos
mentalmente en una colaboración entre las que, además de los elementos racionales,
modernas estructuras prefrontales y los sis- que sin duda juegan un papel variable en
temas más primitivos de la amígdala y otras cualquiera de estas decisiones (por ejemplo,
zonas límbicas relacionadas con ella. Da- los determinantes económicos a la hora de
masio argumenta que los procesos estricta- programar unas vacaciones), las emociones
mente racionales no son los que se encar- representan un factor fundamental.
gan de resolver por sí solos la mayor parte ¿Cómo intervienen pues, las emociones?
de decisiones que tomamos en nuestra vida La hipótesis de los marcadores somáticos lo
cotidiana. Y esto, fundamentalmente, por la explica así: Ante la existencia de diferentes
manifiesta incapacidad de dichos mecanis- posibilidades de actuación la corteza pre-
mos racionales para dar una respuesta rápi- frontal es capaz de crear una representación,
da y adecuada a los problemas que se le aunque muy fugaz, de los diversos escena-
plantean. Una solución puramente “racio- rios que pueden producirse como conse-
nal” a muchas de los problemas con los que cuencia de las distintas decisiones posibles.
tenemos que enfrentarnos requeriría muchí- Es decir, puede provocar, recurriendo a la
simo tiempo para poder imaginar todas las colaboración con diversas zonas de la corte-
posibilidades existentes, predecir la evolu- za sensorial, la generación de imágenes re-
ción de los acontecimientos y hacer, ade- ferentes a cómo serían las cosas si tomára-
más, un cálculo de costes y beneficios de to- mos la decisión a, la b, o la c, o la x. Esas
das ellas, a fin de compararlas entre sí y de- imágenes o retazos de imágenes, no sólo
cidirse por la mejor. Sólo el mantener cons- contienen los elementos puramente descrip-
tancia de los diversos resultados de los cál- tivos de la situación, sino que también sir-
culos que fuéramos realizando exigiría una ven para evocar un esbozo de la reacción
memoria y un tiempo que no tenemos y que emocional que la situación real provocaría
no empleamos en la mayoría de nuestras de- en nosotros. Y este esbozo incluye un anti-
cisiones. Eso no quiere decir que no inter- cipo de las modificaciones viscerales y so-
vengan procesos “racionales”. Lo que Da- máticas propias de la emoción. A esas mo-
masio afirma es que dichos procesos son dificaciones corporales es a lo que Damasio
asistidos de manera muy potente por otros llama “marcadores somáticos”, ya que pro-
mecanismos que son básicamente de natura- veen a los distintos escenarios que la imagi-
leza emocional. ¿Qué sucede cuándo nos nación nos presenta con una especie de eti-
encontramos ante la necesidad de elegir en- queta corporal, con un identificador somáti-
tre varias alternativas? Cada uno puede po- co que nos muestra qué aspecto tendría el
nerse como ejemplo personal el de una de- paisaje visceral del que antes hablábamos
cisión que haya tomado recientemente o que en el caso de que la situación imaginaria se
tenga que tomar en un futuro cercano. Pue- convirtiera en realidad. La modificación de
den ser de carácter muy distinto, pero en to- ese paisaje puede ser en sentido positivo, es
das ellas observamos unos rasgos similares decir que los cambios producidos sean “pla-
que nos permiten descubrir una problemáti- centeros”, o bien en sentido negativo, des-
ca común. Pensemos en la elección de una pertándose sensaciones viscerales “desagra-

374 Psicothema, 1997


VICENTE M. SIMÓN

dables”. El resultado de este “marcaje” le ramente racionales que se muestran inapro-


permite al cerebro descartar con gran rapi- piados para resolver la mayoría de proble-
dez las posibilidades de actuación que han mas difíciles de su vida real.
sido, por así decirlo, “calificadas” con mala
nota en ese breve examen emocional. Y, por Conclusiones
el contrario, en el caso de las posibilidades
marcadas positivamente, le abre el camino a Nos encontramos pues ante una nueva
preseleccionarlas para darles preferencia perspectiva; la de tener que considerar que
como candidatas a la elección final. El pro- las emociones, lejos de ser un obstáculo
cedimiento permite una velocidad de proce- para la toma adecuada de decisiones, como
samiento con la que los cálculos meramente se ha venido considerando en el marco del
racionales no pueden competir. Ahora bien, pensamiento racionalista, son un requisito
hemos de subrayar que este “marcaje somá- imprescindible para la misma. De alguna
tico” de las posibilidades presentadas por la manera, la investigación neurobiológica
imaginación no siempre sucede de forma actual está confirmando lo que de forma
consciente. Pero aunque la reacción visceral intuitiva describió Pascal en su famosa
que realiza el “marcaje” se produzca in- afirmación de que “el corazón tiene razo-
conscientemente, no por ello deja de surtir nes que la razón ignora”. Esto no quiere
los efectos requeridos para la toma de deci- decir que las emociones no puedan equivo-
siones. carse. Y tampoco que determinadas emo-
Otra de las características de este meca- ciones muy fuertes (precisamente aquellas
nismo es que permite una evaluación total- más primarias, que por la naturaleza del es-
mente personal de las posibilidades de elec- tímulo o por la historia personal irrumpen
ción que se presentan. No se trata de una si- con violencia en la vida psíquica, impi-
mulación en abstracto de cuáles serían las diendo que se ponga en marcha el delicado
ventajas e inconvenientes de una determina- mecanismo de consulta con el lóbulo fron-
da línea de actuación, sino de una especie de tal) no puedan originar actos impremedita-
ensayo general con una evaluación particu- dos y nefastos para la vida de una persona.
larizada y afinada a la historia personal de Son estos, precisamente, los casos en los
cada uno. Los pacientes lesionados en el ló- que el proceso decisorio que acabamos de
bulo frontal pueden resolver bastante bien describir no llega a producirse porque es
las cuestiones que requieren una inteligen- arrollado por mecanismos más primitivos
cia abstracta, pero fracasan cuando tienen (recordemos las vías directas desde el tála-
que sintonizar las situaciones reales con su mo a la amígdala, a las que antes hacíamos
historia afectiva particular. Precisamente fa- referencia) que secuestran la capacidad de
llan en la toma de decisiones personales, decidir.
porque la fina comunicación entre las es- La nueva frontera del conocimiento so-
tructuras prefrontales y las límbicas está in- bre las emociones está modificando toda
terrumpida, de modo que no pueden llevar a nuestra visión sobre la relación entre el pen-
cabo ese delicado trabajo de someter los es- samiento y el mundo afectivo del ser huma-
cenarios que su imaginación predice a la no. Y estamos comprendiendo cada vez más
consideración y evaluación de sus peculiari- que toda nuestra vida se haya gobernada por
dades afectivas. Estos pacientes se ven obli- el timonel misterioso e inquietante de nues-
gados a emplear en exceso mecanismos pu- tros más profundos sentimientos.

Psicothema, 1997 375


LA PARTICIPACIÓN EMOCIONAL EN LA TOMA DE DECISIONES

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