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LA CURIOSIDAD DE LA IRA Y LA ENVIDIA

Conocí, hace ya mucho tiempo, a dos familias muy parecidas y, a la vez, totalmente distintas.
Vivían la una junto a la otra. Eran vecinos de toda la vida. Tenían hijos y mascota, un gran coche
y muchas otras cosas.
En una casa vivía el señor Envidia y la señora Ira. En la otra vivían el señor Calma y la señora
Alegría.
Un día Calma y Alegría invitaron a sus vecinos a tomar un café. Enseguida, Envidia e Ira
aceptaron la propuesta. Tenían mucha curiosidad por saber qué posesiones tenían sus vecinos
que les hacían sentirse tan alegres y calmados todos los días.
Al entrar en la casa, Ira y Envidia se quedaron sin palabras. Nada de lo que habían imaginado
sobre sus vecinos era cierto. Lo que vieron en ese hogar no se acercaba a lo que creían que se
iban a encontrar ¿Cómo conseguían ser tan felices?
La tarde fue muy agradable en compañía de Calma y Alegría; ellos hacían que todo pareciera tan
bonito y sencillo…
Cuando regresaron a su hogar, Ira y Envidia habían recibido una gran lección.
¿Os preguntaréis porqué se sorprendieron tanto Ira y Envidia? Pues porque todo lo que vieron
en el hogar de Alegría y Calma era una copia exacta de su propia vida.
Y, con el paso del tiempo, Ira y Envidia, decidieron cambiar sus nombres para poder disfrutar de
la vida.
Cuento La curiosidad de la Ira y la Envidia. Beatriz de las Heras García.

LA CURIOSIDAD DE LA IRA Y LA ENVIDIA


Conocí, hace ya mucho tiempo, a dos familias muy parecidas y, a la vez, totalmente distintas.
Vivían la una junto a la otra. Eran vecinos de toda la vida. Tenían hijos y mascota, un gran coche
y muchas otras cosas.
En una casa vivía el señor Envidia y la señora Ira. En la otra vivían el señor Calma y la señora
Alegría.
Un día Calma y Alegría invitaron a sus vecinos a tomar un café. Enseguida, Envidia e Ira
aceptaron la propuesta. Tenían mucha curiosidad por saber qué posesiones tenían sus vecinos
que les hacían sentirse tan alegres y calmados todos los días.
Al entrar en la casa, Ira y Envidia se quedaron sin palabras. Nada de lo que habían imaginado
sobre sus vecinos era cierto. Lo que vieron en ese hogar no se acercaba a lo que creían que se
iban a encontrar ¿Cómo conseguían ser tan felices?
La tarde fue muy agradable en compañía de Calma y Alegría; ellos hacían que todo pareciera tan
bonito y sencillo…
Cuando regresaron a su hogar, Ira y Envidia habían recibido una gran lección.
¿Os preguntaréis porqué se sorprendieron tanto Ira y Envidia? Pues porque todo lo que vieron
en el hogar de Alegría y Calma era una copia exacta de su propia vida.
Y, con el paso del tiempo, Ira y Envidia, decidieron cambiar sus nombres para poder disfrutar de
la vida.
Cuento La curiosidad de la Ira y la Envidia. Beatriz de las Heras García.
 

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