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Conocí, hace ya mucho tiempo, a dos familias muy parecidas y, a la vez, totalmente
distintas.
En una casa vivía el señor Envidia y la señora Ira. En la otra vivían el señor Calma y la
señora Alegría.
Un día Calma y Alegría invitaron a sus vecinos a tomar un café. Enseguida, Envidia e
Ira aceptaron la propuesta. Tenían mucha curiosidad por saber qué posesiones tenían
sus vecinos que les hacían sentirse tan alegres y calmados todos los días.
Al entrar en la casa, Ira y Envidia se quedaron sin palabras. Nada de lo que habían
imaginado sobre sus vecinos era cierto. Lo que vieron en ese hogar no se acercaba a
lo que creían que se iban a encontrar ¿Cómo conseguían ser tan felices?
La tarde fue muy agradable en compañía de Calma y Alegría; ellos hacían que todo
pareciera tan bonito y sencillo…
Cuando regresaron a su hogar, Ira y Envidia habían recibido una gran lección.
¿Os preguntaréis porqué se sorprendieron tanto Ira y Envidia? Pues porque todo lo
que vieron en el hogar de Alegría y Calma era una copia exacta de su propia vida.
Y, con el paso del tiempo, Ira y Envidia, decidieron cambiar sus nombres para poder
disfrutar de la vida.
Cuento 2
Oyakudachi para niños: ¡Vuela, Mariposa! ¡Vuela! Escritora española.
Pero a medida que pasaban los días, la mariposa perdía su belleza. El ratoncito no
sabía por qué. Por fin, el ratoncito comprendió que las mariposas están hechas para
volar. Así que el ratoncito le dijo a su querida mariposa: ¡Vuela, Mariposa! ¡Vuela!. Y la
mariposa alzó el vuelo y con sus majestuosas alas se alejó.
Aquella noche, el ratoncito soñó con la mariposa. Y en su sueño, volvieron a estar
juntos, felices como siempre. Y antes de despertar, la bella mariposa le contó un
secreto al ratoncito. Le dijo que le había dejado un regalo.
El ratoncito despertó y corrió hacia el tiesto donde una vez encontró aquellas bolitas
negras. ¡Y sí, allí estaba su regalo! ¡La mariposa había puesto sus huevos!
Así que el ratoncito esperó hasta ver nacer a las nuevas oruguitas que le hicieron
recordar todos los bellos momentos vividos.
Y el ratoncito entendió el ciclo natural de la vida. Ahora, cuando ve una mariposa,
recuerda todos los buenos momentos vividos con su querida oruga.
Si miramos una mariposa veremos que tiene cuerpo de oruga y dos alas en forma de
corazón unidas para siempre. La belleza de las mariposas nos recuerda que el amor
es eterno.
Fin
Pedro, no lo pensó dos veces. Entró en su casa y, sin hacer ruido, cogió
todo lo necesario para pasar tres días fuera de casa. No dijo nada a nadie,
pues no quería preocupar a su familia.
Orejas y Pedro salieron y comenzaron a caminar. El joven no sabía muy
bien qué hacer con el mapa que tenía entre manos, pero él nunca tenía
miedo, sabía que lo conseguiría, pues contaba con su fuerza y su
inteligencia y un magnifico perro guía.
De repente notó como si el mapa tirase de él para guiarle en la dirección
correcta. –Así es como el mapa me va a ayudar, tirará de mí y me indicará
el camino.-pensó el muchacho.
Pedro y Orejas caminaban rápido, pero el joven decidió acelerar aún más la
marcha. –si ahora que parece que el camino es más sencillo apresuro mi
marcha, habré ganado tiempo en caso de encontrarme con algún obstáculo
que me ralentice.
Y así lo hizo.
Pedro comenzó a correr y orejas le guiaba para que su amo no tropezara. El
mapa guiaba sus pasos y todo parecía ir bien.
Cada cierto tiempo escuchaba voces que se reían y gritaban, -¡dónde
irá ese flacucho con el perro sarnoso! ¡Alma en pena, que no vas a
llegar a ningún lado!
Pedro no sabía a quién le dirían esas ruines palabras, pero no se detuvo
a averiguarlo, pues tenía un objetivo claro y no quería despistarse de su
plan. Sin embargo, sentía pena por aquellos hombres que gritaban, no
entendía porque se metían con aquel flacucho del que hablaban, pero estaba
claro que sus palabras demostraban que eran malas personas.
Llevaban horas corriendo a buen ritmo, sin mostrar cansancio alguno y de
pronto, el mapa les hizo detenerse. Pedro pudo escuchar el sonido de un
río. –Debemos ir con cuidado, Orejas, parece que nos acercamos a un río y
debo pensar como lo vamos a cruzar.
Contesta lo siguiente: