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Propuestas posteriores a la reconceptualización:

EL TRABAJO SOCIAL ALTERNATIVO

La nueva concepción del bienestar que nutre al Trabajo Social Alternativo es una
propuesta para orientar la práctica profesional como un todo, cualquiera sea la
dimensión particular en que ésta se ejerza. No está destinada, por tanto,
únicamente a enriquecerse desde las prácticas que se desarrollan en organismo
no gubernamentales. También la inversión profesional desde las instituciones le
proporcionan sustento en la medida en que ellas son escenario privilegiado de las
presiones populares y de las respuestas politicas que el bloque en el poder les da
Asimismo, al reiterar que el bienestar social està al centro del quehacer
profesional, la nueva conceptualización no excluye ninguno de los campos
ocupacionales desde los cuales se desarrolla el Trabajo Social, trátese de la
docencia, la investigación, la planificación, o la intervención en politicas regionales
y sectoriales:

El proceso al que se incorpora el Trabajo Social es el del fortalecimiento de las


organizaciones de la sociedad civil en la búsqueda de formas instrumentales que
efectivicen el derecho ciudadano al bienestar. Los rasgos más saltantes que
desde esta búsqueda viene mostrando el Trabajo Social Alternativo apuntan a la
formación de un sujeto social popular con potencialidad de transformación social,
creativa y productiva, donde los criterios técnicos para proponer opciones de
asistencia y bienestar que sean eficaces y factibles cobran un especial y renovado
relieve.

Es, en consecuencia, el reconocimiento de la importancia determinante de la lucha


protagónica de los sectores populares, el factor que puede dotar a las trabajadoras
sociales de los instrumentos conceptuales alternativos a la propuesta burguesa de
bienestar social, para la cual es pueblo es un objeto, y no quien, como sujeto, va
conquistando, delineando y forjando en su lucha el bienestar social para todos.
Desde que el Trabajo Social Alternativo se define a partir del proyecto popular,
reformula su objetivo profesional en concordancia con el bienestar que propone y
por el cual luchan las clases populares, y ella lo hace con la clara convicción del
que la fuerza para gestarlo procede del pueblo mismo, y de la necesidad de
apoyarse en ella para poder contribuir como recurso a su disposición, más que
asumiéndose como elemento determinante.
Ello lleva a que el Trabajo Social Alternativo busque reconocer los elementos
constitutivos del bienestar que procura alcanzar el pueblo, y de diferenciarlos de
aquellos que se le oponen o contradicen. En primer lugar, reconocer que el pueblo
lucha por el bienestar de todos, y del hombre como totalidad. Es decir, por la
creación de nuevas relaciones sociales, capaces de nuevas relaciones sociales,
capaces de asegurar la reproducción de la vida en democracia, sin explotación,
opresión, dominación o segregación (étnica, de género, u otras), donde las fuerzas
productivas liberadas se desarrollen aportando nuevas bases materiales que
permitan una distribución satisfactoria de la riqueza social generada.
EL PARADIGMA DE UN TRABAJADOR SOCIAL ALTERNATIVO
Existen necesidades y problemas que afectan a determinados sectores de la
población, problemas que requieren atención de profesionales entre ellos el
trabajador social
Su objetivo general se enmarca dentro de la problemática del mejoramiento de la
calidad de vida
También toma la iniciativa de ir hacia la gente que tiene necesidades y problemas
en sectores marginados o excluidos.
Su tarea principal es: sensibilizar, promover, movilizar, organizar, concientizar
asesorary asistir técnicamente a la gente con la que trabaja.
Ofrece información, asesoría, asistencia técnica y acompaña a la gente en la
realización de gestiones, orienta y capacita a los usuarios para resolver sus
problemas.
Modelo de trabajo social alternativo

Que sean reales en la implantación y desarrollo de los servicios sociales.

Ayudar sin mirar a quien.

Desencanto profesional.

Algunas propuestas para mejorar el bienestar social desde la Sanidad para el


bienestar del hombre
1. Modelo de prestación sanitaria
El modelo de prestación sanitaria debe reconducirse hacia uno más poblacional,
predictivo, personalizado, preventivo y participativo, sin olvidar del desarrollo de
una estrategia digital 360º.
2. Reforzar centros de salud
Es necesario reforzar los centros de salud para aligerar las urgencias de los
hospitales; repensar las especialidades, incluyendo más medicina preventiva y
cuidados geriátricos y aumentar las horas de funcionamiento de los servicios, lo
que supondría contratar más profesionales. Todo ello iría en beneficio de una
mejora sustantiva de la salud de la población.
3. Ayudar a envejecer bien
El gran reto de la sociedad es envejecer de forma activa y saludable. El sistema
sanitario deberá enfrentarse a los retos del envejecimiento poblacional, la
cronicidad de las enfermedades, la evolución de la tecnología y la aparición de
nuevos medicamentos. Debemos avanzar hacia modelos flexibles que integren
conceptos como la revolución genómica o la inteligencia artificial.
4. Integración de la atención primaria
Para dar respuesta a los cambios que generará la nueva pirámide
poblacional habrá que trabajar en la integración de la atención primaria y
especializada y de los servicios sociales. Es necesario empoderar a los
ciudadanos fomentado el uso de las nuevas tecnologías. Hay que flexibilizar la
relación laboral con los profesionales del sector salud e introducir modelos y
mecanismos de incentivación.
5. Revisar los costes de atención
Los costes del sistema de atención a la dependencia son elevados por la
intensidad de profesionales que requiere. Pero es una inversión que genera
mucho retorno en bienestar social y en generación de empleo. Aun así, es
necesario revisar el copago que llevan a cabo los ciudadanos para que
contribuyan de manera proporcionada y justa en los servicios que reciben
directamente.
6. Mejorar los pactos entre las partes
Para lograr una sociedad más inclusiva y sostenible, promoviendo la solidaridad y
el respeto, es necesario un gran pacto entre administraciones, agentes sociales y
económicos y la ciudadanía. Este pacto quedaría en “papel mojado” si no se
realiza un buen diagnóstico de la situación, se analizan los orígenes del problema,
se articulan y priorizan los objetivos y las medidas concretas, se elaboran
indicadores de seguimiento y se dotan partidas presupuestarias.
7. Evitar la pobreza energética
En cuanto a la pobreza energética, es esencial seguir potenciando el bono social a
los sectores más desfavorecidos económicamente y conseguir ese mix energético
desde la oferta que permita una sustancial rebaja de precios, e implementar
productos que cada día sean mucho más eficientes y demanden menos energía
para su funcionamiento.
8. Mejorar la situación de dependencia
Hay que hacer una apuesta por la calidad de la atención prestada a las personas
en situación de dependencia. Para ello hay que cumplir lo establecido en la Ley de
Dependencia y potenciar los servicios profesionales, ya sea en centros o en
servicios a domicilio, liberando a las familias de las tareas principales de cuidado.
9. Trabajar en condiciones de igualdad
Los retos de bienestar requieren la participación de todos los actores del sector en
condiciones de igualdad, sin diferenciar entre entidades públicas, mercantiles o sin
ánimo de lucro. Los valores y objetivos deben ser compartidos para que la
colaboración sea fructífera. De esa relación bien planteada se generará una
atención de calidad a las personas en situación de dependencia, una utilización
eficiente de los recursos públicos y el aumento significativo del empleo en el
sector.
10. Ley de Servicios Sociales
La elaboración de la Ley de Servicios Sociales, que blindará la normativa en
materia de servicios sociales para que sea un derecho subjetivo, está en proceso.
Pretende ser el instrumento jurídico donde queden plasmados los derechos
sociales de la ciudadanía.

PROYECTO ETICO POLITICO DEL TRABAJO SOCIAL


La cuestión ética en el trabajo social se configura a partir del propio desarrollo
histórico de la profesión. Aunque en la creación como profesión en algunos países
no existía un código de ética que la rigiera, ya había una ética intrínseca en la
práctica profesional: la ética propia del orden burgués, la ética judío-cristiana, y la
ética protestante.
En el trabajo social tradicional y en el escenario de la reconceptualización, se
presentaron reflexiones éticas y la constitución de varios códigos de ética
profesionales en los diversos países así lo afirma, (Kisnerman, 1980).
La tensión profesional sobre la ética en el momento histórico del trabajo social
conocido como proceso de reconceptualización, parte de la incorporación de la
ética que se basa en la critica marxista.
Como respuesta profesional aparece el proyecto ético-político, que debe
construirse teniendo en cuenta dos consideraciones: primero como un proyecto
colectivo y democrático, que respete la pluralidad y los disensos con horizontes de
consenso y segundo, como inspirado y articulado en proyectos societarios (en
valores e ideologías), que clasifica en tres: el proyecto neoliberal, el proyecto
reformista y el proyecto revolucionario. Se asegura que hay un eclecticismo
profesional en el sentido de articular valores de los diferentes proyectos
societarios, que son más bien contradictorios.
Se toma necesario la caracterización de un proyecto profesional progresista, que
se contraponga en la lucha hegemónica contra el neoliberalismo, fundado en
principios y valores como: la libertad, la democracia sustantiva, los derechos
humanos, la justicia social y las políticas sociales universales. La agenda que
convoca un proyecto profesional así construido en:
1) La organización profesional, tanto a nivel académico como gremial que
intervengan públicamente en la defensa de derechos civiles y políticas sociales,
velando por el comportamiento ético de los profesionales y defendiendo los
intereses como profesionales y como clase trabajadora.
2) En lo referente al marco legal profesional (Códigos de Ética y Leyes que
reglamentan la profesión) resulta necesaria la elaboración y actualización de los
valores y principios que integran el proyecto ético-político para que el colectivo
tenga un mínimo de legitimidad.
3) En la formación profesional mediante directrices curriculares que garanticen la
unificación de los niveles de formación, el establecimiento de planes de estudio
básicos y el incentivo a cursos de postgrado y producción bibliográfica..
4) En la articulación a las fuerzas sociales como las organizaciones y movimientos
que expresen y representen lo valores del proyecto ético-político, oponiéndose a la
explotación, la dominación y el sometimiento que causa el proyecto neoliberal.
Para Aquino, (2006, p. 80) el proyecto ético-político profesional. "implica el
reclamo de valores y acciones transformadoras, se trata de un proyecto colectivo
para el cual se requiere pasar de un yo, al nosotros", en tanto la dimensión política
exige participación

MODELOS DE POLITICA SOCIAL


Modelo Residual
Esta formulación se basa en la premisa de que existen dos caminos a través de
los cuales pueden ser satisfechas las necesidades del Individua: el mercado
privado y la familia.
Modelo basado en el logro personal resultado laboral
según este modelo, cada uno debe ser capaz de satisfacer propias necesidades a
través del esfuerzo personal y de su trabajo.
Modelo institucional redistributivo
Considera el bienestar social como el valor de máximo, Se trata de prevenir los
efectos del cambio social a la luz del principio de la igualdad social, discriminando
positivamente a favor de aquellos cuyas necesidades son mayores.

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