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1.
02 SALUDO
Solista
Solista
B
03 SEÑOR, TEN PIEDAD
04 GLORIA
Istmo
UNÍSONO
UNÍSONO
UNÍSONO
05 Salmo 109
Tú eres sacerdote para siempre
06 ALELUYA
UNÍSONO
07 Evangelio
Em B7 Em
El Señor esté con us–te–des
Am Em B7 Em
Y con tuIespí – ri – tu
Em B7 Em
✠ Del santo evangelio según san Jua – an (21, 15-17)
Am Em B7 Em
Gloria a ti, Se–ño – o – or
Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de
B7 Em
comer con ellos, dice a Simón Pe–dro:
Am Em B7 Em
—«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que é – es –tos?».
B7 Em
Él le contestó – o:
Am Em B7 Em
—«Sí, Señor, tú sabes que te quie – e – ro».
B7 Em
Jesús le di – ce:
Am Em B7 Em
—«Apacienta mis corde – e – ros».
B7 Em
Por segunda vez le pregun – ta:
Am Em B7 Em
—«Simón, hijo de Juan, ¿me a – a – mas?».
B7 Em
Él le contes – ta:
Am Em B7 Em
—«Sí, Señor, tú sabes que te quie – e – ro».
B7 Em
Él le di – ce:
Am Em B7 Em
—«Pastorea mis ove – e – jas».
B7 Em
Por tercera vez le pregun – ta:
Am Em B7 Em
—«Simón, hijo de Juan, ¿me quie – e – res?».
Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si
B7 Em Am Em B7 Em
lo querí – a y le contestó – o – o:
G
—«Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quie–e–ro».
Am
Jesús le dice:
Em B7 Em
—«Apacienta mis ove – e – jas».
G
V. Palabra del Seño – o – or
Am Em B7 Em
R. Gloria a ti, Señor Jesú – u – us
08 SEÑOR, ESCÚCHANOS
Oremos, hermanos, al Señor, que con su Espíritu santifica a la Iglesia y, por medio
de sus ministros, la ilumina y gobierna.
Plegaria 1 (Hombre)
Por nuestro hermano Carlos
que hoy celebra su primera Misa después de su ordenación presbiteral:
para que, lleno de la fuerza del Espíritu Santo que recibió
y saciado de la Palabra divina,
enseñe adecuadamente al pueblo que tiene encomendado.
Plegaria 2 (Mujer)
Para que, ejerciendo fielmente su ministerio,
sea modelo del rebaño;
se entregue al bien de la Iglesia;
congregue al pueblo en la unidad
y se salve él y los fieles que tiene encomendados.
Plegaria 3 (Hombre)
Para que el Señor y Creador de todo, reciba en su Reino
a sus familiares y amigos y a todos lo que lo acompañaron
durante todo su proceso vocacional y en su ordenación
y nos han precedido ya en las moradas eternas.
Plegaria 4 (Mujer)
Para que el Señor bendiga las comunidades
que nuestro hermano Carlos tiene encomendadas;
libere al mundo de toda miseria,
sea padre para los desvalidos, apoyo para los que sufren,
alimento para los pobres, salud para los enfermos
y perdón para nuestros pecados.
A
coge, Señor, la oración de tu pueblo y, ya que has querido escogerme
para servir a tu Iglesia, concédeme la gracia de ser siempre fiel al ministerio
que me has confiado.
Por Jesucristo, nuestro Señor Amén
09 TE OFRECEMOS SEÑOR
10 SANTO
11 CONSAGRACIÓN
Extendiendo las manos sobre las ofrendas, el sacerdote dice:
Después prosigue:
Del mismo modo, acabada la cena,
Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue
tomó este cáliz glorioso
en sus santas y venerables manos,
dando gracias te bendijo,
y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco.
Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora
haciendo genuflexión.
P or eso, Padre,
nosotros, tus siervos, y todo tu pueblo santo,
al celebrar este memorial de la muerte gloriosa
de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor,
de su santa resurrección del lugar de los muertos
y de su admirable ascensión a los cielos,
te ofrecemos, Dios de gloria y majestad,
de los mismos bienes que nos has dado,
el sacrificio puro, inmaculado y santo:
pan de vida eterna
y cáliz de eterna salvación.
T e pedimos humildemente,
Dios todopoderoso,
que esta ofrenda sea llevada a tu presencia,
hasta el altar del cielo,
por manos de tu Ángel,
para que cuantos recibimos
el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
al participar aquí de este altar,
Se endereza y se signa, diciendo
seamos colmados
de gracia y bendición
Y acéptanos en su compañía, no por nuestros méritos, sino conforme a tu bondad. Por Cristo, Señor nuestro. Por quien sigues creando
todos los bienes, los santificas, los llenas de vida, los bendices y los repartes entre nosotros EL SACERDOTE
CANTA
Por
14 PADRENUESTRO
Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir
15 TUYO ES EL REINO
Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Junta las manos, El pueblo concluye la oración, aclamando: