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ASUNTO: IGLESIA

PROPÓSITO: PASTORAL
TEMA: PELIGROS GRAVES PARA UNA IGLESIA CRISTIANA

LAODICEA:
UNA IGLESIA SIN DIOS
APOCALIPSIS 3:14-22

INTRODUCCIÓN:
Hemos llegado a la última iglesia que completa el estudio de las siete iglesias
de Apocalipsis, con el cual queremos responder a la pregunta ¿qué quiere Cristo
de su iglesia. Laodicea era una ciudad, según los estudiosos muy rica, lo mismo
que la iglesia que se encontraba en esta ciudad, por consiguiente algunos
analistas y estudiosos de la Biblia firmaban que tanto esta ciudad como la iglesia
misma pensaban que no necesitaban a Dios. Este es la idea que se nos presenta
en esta carta, de los mismos labios de Jesús. Laodicea nos presenta tres peligros
que debemos evitar, aún que sean muy seductores. Antes de entrar en detalle es
importante que sepamos que de esta iglesia Jesús, aunque pueda que haya
tenido algunas fortalezas, no las menciona para nada, solo sus debilidades y
defectos. Le hace mención de algo que vamos a ir analizando en el recorrido de
este estudio bíblico, en los versículos finales, es decir el 20 y 22 le está ofreciendo
a esta iglesia una oportunidad invaluable. Jesús se presenta a esta Iglesia como el
Amen, como el testigo fidedigno, es decir digno e confianza porque habla la
verdad, como el principio de la Creación de Dios, es decir como la Palabra
creadora de Dios. Y le ofrece a la iglesia lo que dice el versículo 20, la que
venciere o luchare hasta el final, le dará el honor de sentarse en su trono. Esta
carta habla de esta iglesia como una que no necesita de nadie, ni si quiera de
Dios. Pero si esta iglesia recapacita y se arrepiente de sus actitudes, la vida eterna
le estaba ofrecida. No hay en todo este pasaje condena en realidad, solo
advertencia aunque su comportamiento no era le mejor. Esta iglesia, para algunos,
representa la iglesia actual en el proceso en el que estamos ahora y que esta por
venir. Hay tres peligros que Jesús enmarca en este pasaje, y de los que sacamos
grandes lecciones. Estudiemos entonces Tres grandes peligros para una
iglesia cristiana.

I. Era una Iglesia tibia v. 15,16


La palabra tibio, que aparece aquí, designa o determina algo del carácter de la
iglesia en Laodicea que es muy peligroso. La expresión utilizada en este pasaje es
que la Iglesia no era ni fía ni caliente, en el versículo 16 le llama tibia. Es en sí una
forma de decir que ni era fiel plenamente, ni era infiel plenamente. Que abama
parcialmente, no completamente. Que aparentaba ser una iglesia firme pero que
en el fondo no lo era, es la peor debilidad de carácter el ser indeterminado. No se
trata de una simple actitud neutral, es decir que no se inglina para ningún lado, en
realidad es el carácter cristiano superficial, que pretende ser espiritual pero a su
manera y que no se define que va a hacer en realidad. El texto dice así:
“Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi
boca.” La actitud tibia se manifiesta cuando las personas, o congregaciones
actúan cristianamente cuando les conviene, y dejan de actuar cristianamente
cuando les conviene. En realidad no es una actitud de inmadurez, es una actitud
de mala formación en su desarrollo como iglesia. Esta actitud en la actualidad se
hace presente en muchas congregaciones, y también en personas en particular.
La solución, según la presenta Jesús es determinarse que va a hacer, si seguir en
la lucha o abandonarla ya que si continua en esa misma “actitud”, lo que Jesús
determina es que vomitará a aquella congregación. Lo que Jesús dice, no debe de
tomarse como una expulsión o condenación, de lo contrario lo que dice al final de
este pasaje no tendría sentido. En realidad lo que Jesús dice es que actuar así es
repulsivo hasta para él, sabemos que una bebida debe estar caliente o fría, tibia a
perdido su gusto si debiera de ser caliente o si debiera de ser fría. No se puede
pretender ser cristiano y pararce al medio de la contienda, o se es frío o se es
caliente.

II. Era una iglesia ciega v. 17,18


Esta iglesia creía ser una iglesia poderosa, firme y que hacía lo correcto. La
verdad es que Jesús le hace ver su condición real: “eres un desgraciado, digno
de compasión, pobre, ciego y desnudo.” Jesús no pretende ofender a estos
hermanos, solo les está haciendo ver su condición, porque, según nos dice el
versículo 17 no lo sabían: “Soy rico; me he enriquecido; nada me falta…”, algo
que hay que hacer notar es que Jesús no ataca esta congregación por pecados
inmorales, como hace con algunas otras, o por malas enseñanzas. La razón de la
correción de Jesús, es en realidad porque, aunque esta congregación no se le
inculpaba de pecado, actuaba como si no pudera ver su realidad. No se está
atacando las riquezas aquí, en realidad es que esta iglesia pensaba que no
necesitaba de Dios. Vamos a ver en estos pasajes que Jesús le dice esto: “Por
eso te aconsejo que compres de mí lo que de veras te hará rico. Porque lo
que yo doy es de mucho valor, como el oro que se refina en el fuego.” Algo
muy importante a notar aquí es que Jesús esta haciendo uso de figuras del
Antiguo Testamento, más exactamente el libro de Proverbios. Podemos suponer
que la idea central aquí es que esta iglesia carecía de la Sabiduría de Dios, y se
apoyaba en su propia prudencia, tal como lo establece proverbios 3. Es por esto
que, si retomamos el punto anterior, podemos notar con facilidad esto. La iglesia
no solo no tenía un carácter cristiano bien definido, también tenía una ceguera que
no le permitía ver su condición moral y espiritual. Un peligro latente es que como
iglesia nos seguemos y pensemos que no nececitamos de Dios, que somos
autosuficientes y que hemos alcanzado todo. En realidad ese era el problema de
esta congregación, y es el problema actual de muchas congregaciones que
forman en el corazón de sus miembros la idea, muy peligrosa, de no necesitar a
Dios.

III. Era una iglesia ignorante v. 19-20


Cuando hablo aquí de que esta iglesia era una iglesia ignorante, ciertamente
hago énfasis en la idea de que no concían a Dios, porque no conocían la Palabra
de Dios. En todo este pasaje se cita muy claramente proverbios 3:5-12, esto lo
afirmamos desde lo estudiado en el punto anterior, y también en lo que Jesús
afirma aquí: “Yo reprendo y corrijo a los que amo. Por eso, vuélvete a Dios y
obedécelo completamente.” Es lo mismo que dice proverbios 3:11,12; el amor
de Dios, manifestado en el amor de Cristo, es un amor que corrige. Ahora bien,
aunque esta iglesia no cumplia en nada con lo que Jesús deseaba, no fue
rechazada por Cristo, tampoco vemos que el amor de Cristo se había acabado
para esta Iglesia, su amor es inagotable. Pero ese amor para esta iglesia se iba a
manifestar a traves de la corrección y disciplinamiento, con el fin de redirigir el
curso de esta congregación. La razón por la que afirmo que es ignorante, como
decía al principio, también está expresada en las palabras de Jesús en este
pasaje, ya que pareciera que afirma con claridad un detalle que esta iglesia
parecía ignorar de Cristo, que el muestra su amor en la corrección. También se ve
su ignorancia, o desconocimiento de Dios en las mismas palabras citadas
anteriormente, cuando hablamos de su ceguera. La iglesia parecía desconocer su
propósito dentro del plan eterno de Dios. Desconocían cual era su función
verdadera, y lamentablemente eso es lo que ocurre ahora. Muchas personas
creen que la función de la iglesia es lo que en la actualidad muchas hacen, pero
hemos dejado lo importante y hemos cambiado todo. En la actualidad el culto o
servicio de adoración a Dios, ahora gira entorno a los deseos humanos, el llamado
a hacer discípulos no importa, importa el activismo sin propósito y las constantes
celebraciones. Todo esto es ignorancia de quién es Dios, del propósito de la
Iglesia y de lo que Jesús desea de su Iglesia. Es por esto que estas palabras del
versículo 19, deben de servirnos para corregir el camino. Si Jesús habla de
corrección es porque algo se está haciendo mal, y si algo se está haciendo mal es
porque no se conoce bien o se ignora totalmente. Nadie puede hacer algo bien no
no sabe como hacerlo.

CONCLUSIÓN:
La razón y propósito estan debidamente específicados en este pasaje, no se
trata de vivir a la manera que se cree según el conocimiento humano, es bajo el
mandato y propósito divino. Una iglesia tibia, ciega y con un elevado nivel de
ignorancia en cuanto a quien es Dios y cual es el propósito de ella misma, es una
iglesia condenada a vivir fuera del propósito de Dios.

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