Está en la página 1de 5

Enamórate de ti

Enamórate de ti. Trátate con cariño, valora tus logros y reconoce que sabes
hacer cosas bien. Cuídate y sobre todo, no te olvides. Tú también eres alguien
importante. No te critiques o por lo menos, no te latigues. Quiérete.
Una buena autoestima incrementa la sensación de bienestar y las emociones
positivas. Además, te permite alcanzar mayor eficacia en las tareas y establecer
un vínculo más equilibrado con los demás, haciéndote ganar autonomía e
independencia. Por eso y por mucho mucho más, es necesario que te grabes este
mensaje: enamórate de ti.
Tenemos una falta de amor propio

Desde pequeños nos enseñan conductas de cuidado personal respecto al aspecto


físico: lavarnos los dientes, bañarnos, comer, vestirnos… Pero, ¿qué hay del
cuidado psicológico y la higiene mental? ¿Le prestamos suficiente atención?
La cruda realidad es que la mayoría de nosotros tenemos una falta de amor hacia
nosotros mismos. Una falta de amor propio que se traduce en sentimientos de
desconfianza y baja autoestima, que nos impiden disfrutar de las
oportunidades que la vida nos da, además de nuestras relaciones. Si no nos
queremos y cuidamos, si no nos respetamos… ¿cómo van a hacerlo los demás?
“Usted mismo, tanto como cualquier otro en el universo entero, merece su
amor y afecto”.

-Buda-

 Compartir
¿Por qué nos boicoteamos?

El autocastigo es una de las peores formas que tenemos de tratarnos a


nosotros mismos. A pesar de que lo utilicemos a diario y a veces, sin darnos
cuenta. La crítica destructiva incrementa nuestro sufrimiento, nuestra
dependencia y nuestra vulnerabilidad.
A veces, construimos muros y barreras que nos impiden estar bien, porque
no sabemos afrontar, ni aceptar el sufrimiento. Nos escondemos de todo,
incluso de nosotros mismos… La incertidumbre nos asusta y lo inesperado nos
aterra.
Al autoboicotearnos, buscamos a alguien que nos salve de nosotros
mismos. Un círculo vicioso en el que cuanto más tristes estamos por nuestra
supuesta inutilidad, más necesitamos la atención y las alabanzas de los demás.

“La autoestima baja es como conducir por la vida con el freno de mano puesto”.

-Maxwell Maltz-
Nos equivocamos. La felicidad no se encuentra fuera, sino en nuestro interior.
Solemos cometer un error al pensar que los demás nos harán felices o que
comprando cosas nos quedaremos satisfechos. Lo que realmente nos hará
felices es estar bien con nosotros mismos.
La importancia del autocuidado

Autocuidarse es valorarse, apreciarse y aceptarse. Un aspecto importante que


señala la forma de relacionarnos con los demás y con nosotros mismos.
Ya lo decía Oscar Wilde “Amarse a uno mismo es el principio de una historia de
amor eterna”. Si no nos cuidamos, ni nos priorizamos nadie más lo hará de la
forma que necesitamos. De hecho, hay muchos individuos que dependen de otras
personas para ser felices y, en realidad, por eso mismo están vacías.

El autocuidado es un rasgo fundamental que todo ser humano debe


cultivar. Solidifica nuestra autonomía y nos ofrece herramientas para
enfrentarnos sanamente a la vida y adaptarnos a ella.
Sin una higiene mental adecuada nos será difícil alcanzar nuestras metas,
quedando mermada nuestra autorrealización. Además, la falta de esta es lo que
nos conduce al autocastigo y la crítica destructiva. Tenemos que valorarnos,
disfrutar de nuestra compañía y luchar por nosotros.

Querernos es el primer paso para cumplir con todas nuestras exceptivas, y


no a la inversa, cumplir expectativas para querernos. Este pensamiento
autoexigente nos lleva a la crítica destructiva que nos castiga. Solo nos creemos
merecedores de nuestro afecto cuando conseguimos objetivos. Y no nos damos
cuenta que sin ese afecto propio no llegaremos a conseguir nuestros propósitos.
Por eso, enamórate de ti y todo lo demás caerá en orden. Tienes que quererte a
ti mismo primero, para hacer cualquier cosa en este mundo.
No lo olvides, enamórate de ti, sé tu principal acompañante. Tu sostén y tu
hombro. Quererse es el camino inequívoco para la felicidad.
“El autocuidado no es un acto egoísta, es simplemente el manejo
adecuado del único don que tengo, el don por el que estoy en el mundo
para ofrecer a los demás”.
-Parker Palmer-

También podría gustarte