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ARTÍCULO DE HIPÓTESIS Y TEORÍA

NEUROCIENCIA INTEGRATIVA
publicado: 26 de marzo de 2013
doi: 10.3389 / fnint.2013.00015

Encarnación y construcción de sentido en el autismo

Hanne De Jaegher 1,2*
1 Departamento de Lógica y Filosofía de la Ciencia, IAS-Centro de Investigación Vida, Mente y Sociedad, Universidad del País Vasco, San Sebastián, España
2 Departamento de Informática, Centro de Neurociencia Computacional y Robótica, Centro de Investigación en Ciencias Cognitivas, Facultad de Ciencias de la Vida,
Universidad de Sussex, Brighton, Reino Unido

Editado por:
Anne Donnellan, Universidad de
San Diego, EE. UU.
Revisado por:
Antonio Pereira, Universidad Federal
de Rio Grande do Norte, Brasil
Elizabeth B. Torres, Rutgers
Universidad, Estados Unidos
Martha R. Leary, práctica privada,
Canadá
* Correspondencia:
Hanne De Jaegher, Departamento de
Lógica y Filosofía de la Ciencia, IAS-
Centro de Investigación para la Vida, la
Mente y la Sociedad, Universidad del
País Vasco, Avenida de
Tolosa 70, 20018 San Sebastián,
España.
Email: h.de.jaegher@gmail.com
En este artículo, esbozo un relato enactivo del autismo. Para el enfoque enactivo de la cognición, la
encarnación, la experiencia y la interacción social son fundamentales para comprender la mente y la
subjetividad. Enaction define la cognición como creación de sentido: la forma en que los agentes cognitivos
se conectan de manera significativa con su mundo, en función de sus necesidades y objetivos como
agentes encarnados que se organizan a sí mismos, se mantienen a sí mismos. En el ámbito social, la
coordinación interactiva de las actividades encarnadas de construcción de sentido con otros nos permite
participar en la construcción de sentido de los demás (comprensión social = comprensión participativa). El
enfoque enactivo proporciona nuevos conceptos para superar los problemas de las explicaciones
funcionalistas tradicionales del autismo, que solo pueden dar una visión fragmentada y desintegrada
porque consideran la cognición, la comunicación y la percepción por separado. no toman en cuenta los
encarnados, y son metodológicamente individualistas. Aplicando los conceptos de enaction al autismo,
muestro:
(1) Cómo se conectan la encarnación y la creación de sentido, es decir, cómo las particularidades autistas de
moverse, percibir y emocionar se relacionan con la forma en que las personas con autismo le dan sentido a
su mundo. Por ejemplo, los intereses restringidos o la preferencia por los detalles tendrán ciertos correlatos
sensoriomotores, así como un significado específico para las personas autistas.
(2) Esa flexibilidad reducida en la coordinación interaccional se correlaciona con dificultades en la
construcción participativa de sentido. Al mismo tiempo, los "comportamientos autistas"
aparentemente irrelevantes pueden estar bastante en sintonía con el contexto interactivo. Ilustraré
esta complejidad en el caso de la ecolalia.

Un relato enactivo del autismo comienza a partir de la encarnación, la experiencia y las interacciones
sociales de las personas autistas. Enaction reúne los aspectos sensoriomotor, cognitivo, social,
experiencial y afectivo del autismo en un marco coherente basado en una multicausalidad compleja
no lineal. Esta base permite construir nuevos puentes entre las personas autistas y su contexto a
menudo no autista, y mejorar las perspectivas de calidad de vida.

Palabras clave: autismo, puesta en acto, creación de sentido, creación de sentido participativa, encarnación, interacción social, dinámica
de coordinación.

INTRODUCCIÓN
El autismo se ve principalmente como una combinación de déficits sociales,
comunicativos y cognitivos. Sin embargo, existe una conciencia creciente de que
el autismo también se caracteriza por diferentes formas de percibir y moverse,
así como por aspectos emocionales-afectivos particulares. La evidencia varía
desde hipo e hipersensibilidad, sobre dificultades con el tiempo, la coordinación
y la integración del movimiento y la percepción, el dolor de ciertos estímulos, las
diferencias en el tono muscular, la postura rígida, el movimiento, la atención y
problemas de prominencia, hasta las diferencias en la coordinación corporal.
durante las interacciones sociales.
Si los déficits sociales, comunicativos y cognitivos eran difíciles de
agrupar bajo una sola explicación, ahora que los muchos y
divergentes aspectos de lo que podemos llamar encarnación autista
están ganando interés, una explicación integradora parece aún más
lejana.
En este artículo, explico por qué tres de las principales teorías del
autismo [teoría de la mente (ToM), coherencia central débil (WCC) y
función ejecutiva (EF)] son inherentemente fragmentarios y por qué esto es un
problema.
Luego, esbozo una propuesta para unir los muchos aspectos del
autismo, haciendo justicia a la experiencia del autismo. La propuesta
se basa en el enfoque enactivo de la cognición, que utiliza la noción de
creación de sentido definir la cognición como la forma significativa en
que un agente se conecta con su mundo. Aporta una dimensión de
importancia personal directamente al núcleo de la cognición. La
creación de sentido se basa en las necesidades y objetivos inherentes
que conlleva ser un ser corporal, autoorganizado, autosuficiente y
precario con una perspectiva singular del mundo. La creación de
sentido se desarrolla y ocurre a través de la encarnación y la situación
del agente cognitivo: sus formas de moverse y percibir, su afecto y
emociones, y el contexto en el que se encuentra, todos determinan el
significado que le da al mundo, y esto la importancia, a su vez, influye
en cómo se mueve, percibe, emula y se sitúa.

Fronteras en neurociencia integrativa www.frontiersin.org Marzo de 2013 | Volumen 7 | Artículo 15| 1

De Jaegher
El lado social de esto, importante en la cognición en general, y también
para comprender el autismo, es capturado por la noción de toma de
sentido participativa, que describe cómo la coordinación interindividual
afecta la creación de sentido individual. Si la construcción de sentido es una
actividad completamente incorporada, y podemos coordinar nuestros
movimientos, percepciones y emociones en interacciones entre nosotros,
entonces, en situaciones sociales, podemos literalmenteparticipar en la
toma de sentido del otro. Esta noción pone en primer plano la dinámica de
los encuentros interactivos y proporciona elementos novedosos para el
estudio del autismo, como la idea de la capacidad rítmica (que se analiza a
continuación). La noción conecta formas de medir la coordinación
(utilizando herramientas de sistemas dinámicos) con la investigación de la
experiencia del autismo en primera y segunda persona.
Estos son los elementos centrales que aplico a la investigación del autismo para descubrir la relación entre lo que llamo
"encarnación autista" y "psicología autista". Sobre la base de la investigación empírica, muestro que el autismo se caracteriza por
una encarnación diferente y propongo hipótesis basadas en las dimensiones de importancia que son inherentes a la construcción
de sentido. Sugiero que su gran atención a los detalles, su preferencia por la repetición y la igualdad, y los intereses restringidos
pueden ser inherentemente significativos para las personas con autismo, y no solo, como a menudo se han concebido,
comportamientos inapropiados que deben eliminarse. En el ámbito social y de la comunicación, sugiero que las dificultades de
interacción social no deben considerarse exclusivamente como basadas en el individuo, pero que los patrones en los procesos de
interacción en los que participan las personas autistas juegan un papel importante en ellos. La evidencia muestra que las personas
en el espectro tienen dificultades con la coordinación temporal en las interacciones sociales, pero también capacidades inesperadas
en esta área. Propongo que las personas con autismo son menos flexibles al lidiar con la amplia gama de estilos de interacción que
caracterizan la vida social, pero que cómo pueden lidiar con esto depende no solo de las capacidades individuales, sino también de
las interacciones en las que participan. Diferentes aspectos medibles de la dinámica de interacciones que involucran a personas con
autismo ilustran esto. Finalmente, analizo algunas implicaciones para el diagnóstico, la remediación, la integración y la calidad de
vida. La evidencia muestra que las personas en el espectro tienen dificultades con la coordinación temporal en las interacciones
sociales, pero también capacidades inesperadas en esta área. Propongo que las personas con autismo son menos flexibles al lidiar
con la amplia gama de estilos de interacción que caracterizan la vida social, pero que cómo pueden lidiar con esto depende no solo
de las capacidades individuales, sino también de las interacciones en las que participan. Diferentes aspectos medibles de la
dinámica de interacciones que involucran a personas con autismo ilustran esto. Finalmente, analizo algunas implicaciones para el
diagnóstico, la remediación, la integración y la calidad de vida. La evidencia muestra que las personas en el espectro tienen
dificultades con la coordinación temporal en las interacciones sociales, pero también capacidades inesperadas en esta área.
Propongo que las personas con autismo son menos flexibles al lidiar con la amplia gama de estilos de interacción que caracterizan
la vida social, pero que cómo pueden lidiar con esto depende no solo de las capacidades individuales, sino también de las
interacciones en las que participan. Diferentes aspectos medibles de la dinámica de interacciones que involucran a personas con
autismo ilustran esto. Finalmente, analizo algunas implicaciones para el diagnóstico, la remediación, la integración y la calidad de vida. pero que cómo pueden lidiar con esto depende no solo de las capacidades individuales, sino también de las interacciones en las que participan. Diferentes asp
COMPRENSIÓN ACTUAL DEL AUTISMO
TRES TEORIAS
El autismo se ve con mayor frecuencia como una combinación de
déficits sociales, comunicativos y cognitivos. Las tres teorías
explicativas que abordan estos aspectos son ToM, WCC y EF (Baron-
Cohen, 2003; Frith, 2003).
La teoría ToM tiene como objetivo explicar la cognición social no autista en
términos funcionales / computacionales. Detrás de esto está la suposición de que
lo que otras personas piensan y sienten es interno y está oculto para nosotros, y
la única pista que tenemos para continuar es su comportamiento perceptible. A
partir de esto, supuestamente inferimos sus intenciones, utilizando mecanismos
neuronales y / o cognitivos dedicados. Se cree que las personas con autismo
tienen más problemas de lo habitual para hacer esto y les resulta difícil "leer la
mente de otras personas" o imaginar lo que están pensando o sintiendo. La
sugerencia es que las personas autistas carecen o tienen una "ToM" rota, el
supuesto dispositivo neuronal o cognitivo que calcula las intenciones
subyacentes de los demás a partir de sus comportamientos percibidos, o que
tienen dificultades con la "lectura mental".
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Encarnación y construcción de sentido en el autismo
o "mentalizar" (Baron-Cohen y col., 1985, 1986; Baron-Cohen, 1995;
Goldman, 2012). Esta propuesta subyace en gran parte de la comprensión
tradicional del autismo y ha sido muy fructífera en términos de resultados
de investigación. Ha existido desde la década de 1970, y muchos estudios
en la actualidad, no solo sobre el autismo sino también sobre la cognición
social en general, todavía se basan en esta base (ver, por ejemplo,Sterck y
Begeer, 2010), aunque los hallazgos más recientes también sugieren que
las personas con autismo tienden a ser mejores en la lectura mental de lo
que se pensaba (ver p. ej., Begeer y col., 2010; Lombardo y col., 2010;
Roeyers y Demurie, 2010; ver tambiénHappé, 1994).
Teoría del CMI (Frith, 1989; Shah y Frith, 1993; Frith y Happé, 1994;
Happé, 1994) sugiere que las personas con autismo se centran en la
información fragmentada y tienen dificultades para integrar lo que
perciben y percibir las cosas en contexto. Esta dificultad se manifiesta
en diferentes niveles, desde percibir objetos completos hasta captar la
esencia de una historia. Por ejemplo, la investigación muestra que es
difícil leer homógrafos en contexto (Frith y Snowling, 1983; Happé,
1997; López y Leekam, 2003). Francesca Happé, Uta Frith y otros
también llaman al CMI un cognoscitivoestilo (Happé, 1999; Frith, 2003
). Neurotípicos1 tienden a preferir procesar el significado general de
una escena, mientras que los autistas se enfocan en los detalles. La
investigación del CMI ha generado interés en aspectos notables de la
percepción autista y ha prestado atención a lo que puede verse no
solo como déficits, sino como capacidades cognitivas y ventajas (
Happé, 1999; Frith, 2003; Happé y Frith, 2009; Mottron, 2011). Algunas
de las capacidades más llamativas son hacer rompecabezas al revés o
sin una imagen (Frith y Hermelin, 1969; Frith, 1989, 2003), o encontrar
figuras ocultas, por ejemplo, triángulos, en un dibujo de un objeto
como una casa o una cuna (Shah y Frith, 1983).
La teoría EF propone que las personas con autismo carecen de control
sobre sus acciones y atención, asociadas con la actividad en los lóbulos
frontales. Esto explicaría, por ejemplo, problemas con la inhibición del
comportamiento, la fuerte necesidad de rutinas y estructura, intereses
estrechos, movimientos repetitivos y estereotipados y procesos de
pensamiento, y la necesidad de igualdad (Ozonoff y col., 1991; Russell y
col., 1991; Russell, 1998). Predice que las personas con autismo tienen
dificultades con, por ejemplo, la prueba de Stroop, que evalúa la inhibición,
y la prueba de la Torre de Londres, que evalúa las capacidades de
planificación (Robinson y col., 2009).
PROBLEMAS CON LAS TEORÍAS
Estas teorías no están exentas de problemas. Por ejemplo,Boucher (2012)
sostiene que ToM se centra demasiado en las capacidades de alto nivel, aunque
no está claro qué podría estar subyacente a ellas. Además, mientras que algunas
personas con autismo pasan las pruebas de ToM, algunas con otras
discapacidades (y no autismo) no pasan las pruebas de ToM de alto nivel, lo que
lleva a la pregunta de si los déficits de ToM detectan de manera confiable el
autismo en particular (ver p. Ej.,Happé, 1994; Boucher, 2012). Si las habilidades
del lenguaje y el razonamiento de orden superior están estrechamente
entrelazados con ToM (Sigman y col., 1995; para una discusión, veaMalle, 2002),
1"Neurotípicos" es un término utilizado por personas autistas para denotar no autistas,
ver http: // no es.autistas.org / (un sitio web satírico de personas con autismo), http: //
www.autistas.org / (un sitio de personas con autismo para personas con autismo) y
http: // en.wikipedia.org / wiki / Neurotypical. Utilizo este término indistintamente con
"no autistas".
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De Jaegher
¿Quizás el autismo es más bien un problema con el lenguaje y el razonamiento?
¿O podría ser incluso que las personas en el espectro, por muy buenas que
parezcan ser en el razonamiento literal y en la aplicación estricta de estructuras y
reglas, sean de hecho las que utilicen una ToM explícita? ComoSigman y col.
(1995)Encontrado, puede haber una conexión entre altas capacidades de
razonamiento y buenos puntajes en las pruebas de ToM en personas con
autismo, porque pueden "calcular" inferencias y explicaciones de
comportamiento similares a ToM. A pesar de esto, tales cálculos parecen tener
un efecto limitado, ya que enseñar a las personas con autismo sobre las "reglas"
de la interacción social y la percepción no conduce necesariamente a una mayor
fluidez social (Ozonoff y Miller, 1995).
WCC ha sido criticado por estar demasiado centrado en un déficit a nivel de
procesamiento contextual global, mientras que también hay investigaciones que
muestran una preferencia por el procesamiento local, con el procesamiento
global a veces intacto (ver p. Ej., Plaisted y col., 1999; Mottron y col., 2000). La
teoría también se cuestiona sobre la base de cuán central es realmente el
impulso por la coherencia central, es decir, si un déficit en el procesamiento
integrado de la información abarca todos los niveles del procesamiento cognitivo
(López et al., 2008).
Con respecto a FE (como para ToM), no está claro que sea específico del
autismo y no de otros trastornos, si todas las personas con autismo tienen
déficits de función ejecutiva, y también precisamente cómo se desarrollan
dichos déficits (Hill, 2004a, b).
Quizás más importante que las críticas específicas es el hecho de
que ninguna de las teorías es suficiente por sí sola para explicar el
autismo en su conjunto. Mientras que ToM explica los llamados
síntomas de la tríada: déficits sociales, comunicativos y cognitivos (
Wing y Gould, 1979; Asociación Estadounidense de Psiquiatría, 2000),
WCC aborda los síntomas que no pertenecen a la tríada (atención
limitada a los detalles, islotes de capacidad e insensibilidad al
contexto), y EF se ocupa de los comportamientos repetitivos (Baron-
Cohen, 2003; Frith, 2003). Frith sostiene que el autismo es un
fenómeno tan complejo que necesita todas estas teorías (Frith, 2003).
Propone unificarlos buscando el denominador común en los síntomas
clave del autismo, que sugiere es un "yo ausente" o una falta de
control de arriba hacia abajo. Frith invoca la antigua idea del
homúnculo para explicar esto. El homúnculo - latín para "hombrecito"
- es una especie de controlador en el cerebro, que ve lo que viene de
los órganos de los sentidos, interpreta la situación utilizando estas
señales y luego envía órdenes a los músculos y órganos ejecutivos, de
modo que el los humanos pueden reaccionar apropiadamente. La
idea tiene una historia problemática en filosofía y psicología, y
muchos la rechazan por completo (Bennett y Hacker, 2003). Una de las
razones es que se necesitaría otro "hombrecito" dentro del primero
para controlarsuestados cerebrales, y luego otro dentro de este
último, y así sucesivamente, indefinidamente (ver, por ejemplo,
Dreyfus, 1992). Si bien reconoce este problema, pero también que la
idea de un homúnculo, de hecho, se da por sentado en gran parte de
la neurociencia y la psicología, Frith sugiere que tal vez haya un
homúnculo final, uno detrás o dentro del cual no hay otro más. nunca
más. Ella propone que este homúnculo final es la conciencia de sí
mismo o el controlador final, y que esto es lo que carecen las
personas con autismo (Frith, 2003). No se explica cómo esto podría ser
posible. Dejando a un lado las principales dificultades teóricas, la
evidencia que respalda tal idea es todo menos concluyente. E incluso
entonces, no está claro cómo esta falta explicaría todos los aspectos
del autismo (Frith, 2008).
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Encarnación y construcción de sentido en el autismo
DESEMBODIZADO Y AISLADO
Al dar un paso atrás y mirar estas teorías con cierta distancia,
notamos en todas ellas dos elementos importantes
subestimados. En primer lugar, muestran poca preocupación por
la personificación y la situación de la persona autista y, en
segundo lugar, incluso en la investigación de los déficits sociales,
los factores interactivos no juegan un papel explicativo. Las
teorías son incorpóreas y metodológicamente individualistas.
El dominio de las explicaciones funcionalistas del autismo, al menos en
el mundo de la investigación anglosajón, ha dejado otros aspectos
significativos del autismo casi ignorados (o en el mejor de los casos
reconocidos informalmente, pero nunca teniendo un impacto en la
investigación, lo que equivale a lo mismo). Últimamente, sin embargo,
existe un interés creciente en las diferentes formas de moverse, percibir y
emocionar a las personas autistas. Cada vez hay más investigaciones sobre
la percepción autista, la hipo e hipersensibilidad, el movimiento y las
especificidades emocionales (Gepner y col., 1995, 2001; Baranek, 2002;
Gepner y Mestre, 2002a; Rogers y Ozonoff, 2005; Fournier et al., 2010;
Whyatt y Craig, 2012; Donnellan y col., 2013; Smith y Sharp, en prensa).
El giro encarnado en la ciencia cognitiva nos insta a tomar en serio el
papel del cuerpo en la subjetividad y la cognición (ver Brooks, 1991; Varela
y col., 1991; Dreyfus, 1992; Lakoff y Johnson, 1999; O'Regan y Noë, 2001;
Gallagher, 2005; Thompson, 2007; Gallagher y Zahavi, 2008, etc.). Los
enfoques incorporados coinciden en que el cuerpo juega un papel crucial
en la cognición y la emoción. Sin embargo, varían en cuanto al papel y las
nociones del organismo que proponen. Para el funcionalismo extendido, el
cuerpo simplifica principalmente el procesamiento de la información
cognitiva, "descargándola" del cerebro a los músculos (Clark y Chalmers,
1998; Wheeler, 2010). Para el enfoque sensoriomotor, la experiencia
perceptiva y la cognición se basan en el dominio de las regularidades en la
actividad sensoriomotora que depende de las estructuras y hábitos
corporales (O'Regan y Noë, 2001). Para la puesta en escena, el cuerpo
puede desempeñar los roles anteriores, pero además es un sistema
orgánico precario y autosuficiente con necesidades, y esta es la razón por
la que las criaturas encarnadas se preocupan por su mundo en primer
lugar, tienen su propia perspectiva de significado que está arraigada en el
cuerpo (Varela y col., 1991; Thompson, 2007; Di Paolo y col., 2010). Es este
enfoque el que forma la base del punto de vista sobre el autismo que
adopto aquí.
Además, el trío de teorías, si bien se ocupan principalmente de la
dificultad más llamativa del autismo, sus aspectos sociales y comunicativos,
no hacen justicia a los posibles roles que desempeñan los procesos de
interacción social (Gallagher, 2001, 2004a; McGeer, 2001). El estudio de los
procesos de interacción social se ha vuelto prominente recientemente en la
neurociencia social, la psicología y la psicología del desarrollo (Reddy y col.,
1997; Reddy y Morris, 2004; Sebanz y col., 2006; De Jaegher y col., 2010;
Dumas et al., 2010; Schilbach, 2010; Di Paolo y De Jaegher, 2012; Pfeiffer et
al., 2013; Schilbach et al., En prensa). Los defensores de ToM dirán que la
interacción social espor supuesto central para su teoríaMichael, 2011). Pero
esto no es tan obvio. La ToM ciertamente se ocupa de la interacción social,
pero solo como una entrada o un producto final de los procesos cognitivos
de alto nivel individuales, basados en el cerebro, no como procesos
complejos por derecho propio o en cualquiera de sus características
dinámicas relevantes. Ninguna de las teorías dominantes proporciona una
explicación del papel que desempeñan los procesos de interaccióncomo tal
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De Jaegher
jugar en cómo el autismo se manifiesta, se desarrolla y afecta a las personas en
el espectro, así como a quienes los rodean.
¿Qué es una “interacción como tal”? Permítanme ilustrarlo con algunos
ejemplos de la vida cotidiana. Existe una forma en que las interacciones en
las que participamos pueden cobrar vida propia. Esto sucede, por ejemplo,
cuando nos sentimos "sincronizados" con alguien, o cuando parece que
dos personas que hablan por teléfono no pueden colgar, incluso si ambos
sienten que este es el final de la conversación (Torrance y Froese, 2011), o
en casos de interacciones que una y otra vez manifiestan una cierta
atmósfera, por ejemplo, de animosidad o de coqueteo, incluso si cada
participante claramente quiere e incluso trata de evitar esta dinámica (ver
también Granic, 2000). En estos ejemplos, el proceso de interacción, en su
dimensión extraindividual, influye, modifica y en parte crea las intenciones
de quienes participan en él (De Jaegher y Di Paolo, 2007; De Jaegher, 2009;
Fuchs y De Jaegher, 2009; Gallagher, 2009; De Jaegher et al., 2010). Aunque
esto juega un gran papel en la vida cotidiana, y también en el autismo,
nada de esto se explica ni siquiera se considera en ToM, WCC, EF o
cualquier combinación de ellos.
Afirmo que una teoría integrada del autismo no puede ignorar los
procesos de encarnación e interacción social. Son elementos clave del
relato enactivo que propongo aquí.
LÍMITES DEL FUNCIONALISMO PIECEMEAL
Hay otro mal común que padecen las tres teorías. Dado su trasfondo
cognitivista y funcionalista, no sorprende que los relatos consideren la
percepción, la acción y la cognición como dominios relativamente
separados que pueden investigarse prácticamente de forma aislada (
Frith, 2003; Happé et al., 2006). El enfoque general es poco sistemático
y la esperanza es que las ideas y las explicaciones eventualmente se
junten.Cómo es otro asunto. En cierto modo, esta es una especie de
visión de la mente de “coherencia débil”. O, en palabras de Baron-
Cohen (aunque no aplica este término al autismoteorías), es un
sistematizando forma de pensar, que asocia con el pensamiento
masculino y con el autismo (Baron-Cohen, 2002), y que también se
asocia con visiones reduccionistas estándar de la ciencia (ver, por
ejemplo, Polanyi, 1958). Los enfoques parciales pueden generar un
conocimiento parcial, pero tienen una serie de problemas a la hora de
armar las piezas, especialmente cuando los diversos elementos tienen
intrincadas relaciones entre sí, como es el caso del autismo.
Primero podemos preguntar, ¿cuál es exactamente el vínculo entre los
diferentes aspectos de la “mente autista”? En general, el objetivo es una
explicación unificada basada en un único mecanismo causal o déficit
subyacente (Volkmar et al., 2004, 2005; aunque vea tambiénHappé et al.,
2006, que argumentan en contra de un único déficit o teoría subyacente).
Las respuestas del funcionalismo a la cuestión de la integración se limitan a
una estrategia lineal, en la que todo se reduce a una raíz común, a menudo
una función neuronal (por ejemplo, el homúnculo último de Frith), o a una
capacidad cognitiva superior común (por ejemplo, la metáfora de Frith de
el yo ausente). Pero buscar una visión integradora del autismo no implica
necesariamente adoptar un enfoque monocausal. También puede
significar la adopción de un marco en el que se combinen tantos factores
como sea posible, incluso en presencia de múltiples elementos causales
que se relacionan de forma no lineal. El enfoque analítico y sistematizador
en gran parte de la investigación de la ciencia cognitiva y el autismo ha
proporcionado ideas valiosas, pero hay algo que
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Encarnación y construcción de sentido en el autismo
sigue sin estar claro, algo que solo se puede comprender cuando también
miramos todos los problemas a través de una lente sintética. Este algo, sugiero,
es fundamental para lo que hace que las personas autistas y otras personas se
relacionen de manera significativa con el mundo. Volvemos a ello a continuación.
También podemos preguntarnos cómo se relacionan los elementos del
autismo en términos específicamente relacionados con el desarrollo. Los
déficits propuestos por ToM, WCC y EF son de nivel relativamente alto, y
varios investigadores han señalado que es probable que algo salga mal
antes en el desarrollo, en los llamados precursores de, por ejemplo, un
mecanismo de ToM en toda regla (Hobson, 1991, 1993; Klin y col., 1992;
Hendriks-Jansen, 1997; Gallagher, 2001, 2004a, b; McGeer, 2001; Hutto,
2003; Zahavi y Parnas, 2003). A menudo, dentro de estas teorías, el
desarrollo se piensa como la secuencia temporal directa entre un conjunto
de precursores y su rasgo concomitante. Pero, como sostienen los
investigadores de sistemas dinámicos, un enfoque genuinamente
desarrollista es aquel que da cuenta del cambio.tiempo extraordinario, es
decir, uno que "considera que las capacidades y los déficits no solo se
suceden, sino que siguen desde El uno al otro" (Hendriks-Jansen, 1997,
pags. 383, énfasis en el original; ver tambiénFogel, 1993; Thelen y Smith,
1994; Lewis y Granic, 2000; Shanker y King, 2002; Shanker, 2004). Según el
relato de Frith sobre el autismo, todos los problemas están ligados a un
ancla común, la autoconciencia última, que, sin embargo, "solo emerge
gradualmente en niños mayores y adolescentes" (Frith, 2003, pags. 209). El
hecho de que los rasgos centrales propuestos o los déficits del autismo
sean de un nivel relativamente alto hace que sea difícil ver la trayectoria del
desarrollo de un síntoma a otro, y mucho menos cómo están conectados
de manera significativa. Uno sigue preguntándose:por qué ¿Están
conectados los síntomas de esta manera? Otra forma de decirlo es que,
aunque la investigación se centra abrumadoramente enniños con autismo2
, sus principales explicaciones son adultistas (Sheets-Johnstone, 1999a). Es
decir, plantean capacidades adultas —o más bien, déficits en las
capacidades adultas— y luego se abren camino a partir de ahí. De esta
manera, ha sido difícil imaginar que las dificultades sensoriales y motoras
pudieran ser básicas para el autismo, porque tradicionalmente ha sido
difícil imaginar los aspectos encarnados del razonamiento social, el
procesamiento integrador de la información, la planificación o la inhibición.
Se puede señalar el mismo punto sobre la negligencia en el desarrollo de la
interacción social.
Si, como sugiero, el autismo se caracteriza por diferencias en la
encarnación, la pregunta no es solo: ¿cómo conectamos las funciones
y rasgos psicológicos de nivel superior, sino: cómo conectamos todo
esto con las diferencias en la percepción, el movimiento, y
emocionado? ¿Cuáles son los factores vinculantes entre la
encarnación autista y la psicología autista?
HACIA UNA CUENTA ACTIVA DE AUTISMO: REALIZACIÓN,
INTERACCIÓN Y EXPERIENCIA
Ciertamente, las críticas presentadas aquí están todas dirigidas a las
teorías "secas". Esto no excluye a los científicos, investigadores,
2Lo que en sí mismo es un problema. El enfoque de la investigación en los niños puede afectar
la vida real de las personas con autismo a lo largo de la vida. En muchos países, los centros de
atención están dirigidos a los niños y no hay servicios para los mayores de 18 años. Este es el
caso en los dos países en los que he tenido experiencia con centros de autismo, Bélgica y el
Reino Unido, y posiblemente sea similar en otros países. los paises.
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practicantes, clínicos, profesores, personas con autismo y sus
más cercanos de reconocer, tratar y utilizar en sus prácticas
diarias los elementos de los que sugiero que carecen estas
teorías. De hecho, estas personas a menudo tienen una
comprensión práctica intuitiva sofisticada de la encarnación,
el comportamiento, la sociabilidad, el afecto y la experiencia
autistas. Sin embargo, mientras las teorías científicas no
describan o expliquen este conocimiento, estos temas
seguirán siendo poco entendidos, mal conectados entre sí y
difíciles de vincular sistemáticamente con la práctica. La
mayoría de las personas que se ocupan del autismo de una
forma u otra, ya sea como investigador, profesional o
personalmente afectado, quieren decir lo mejor y hacen todo
lo posible para hacer la vida lo mejor posible con los
conocimientos actuales disponibles. Pero todavía es posible y
necesario realizar muchas mejoras,Gutstein y Sheely, 2002;
Greenspan y Wieder, 2006). Estos programas integradores y
holísticos pueden utilizar la ayuda de una teoría integral y
coherente para respaldarlos y proporcionar una idea de por
qué funcionan ciertas prácticas.3 y, a su vez, el conocimiento
práctico de estos programas puede iluminar e informar el
trabajo teórico y empírico.
En resumen, sugiero que para comprender el autismo debemos evitar los
escollos funcionalistas fragmentarios y sus demandas reduccionistas, al tiempo
que hacemos un balance de los conocimientos que nos han aportado las teorías
establecidas. Es posible un enfoque que integre los aspectos cognitivos, sociales,
comunicativos, incorporados, interactivos, experienciales y afectivos del autismo.
Propongo que esta explicación, basada en una visión coherente y completa de la
encarnación, la subjetividad y la mente, espromulgación. En este artículo, solo
puedo esbozar su potencial para comprender el autismo, y espero que al menos
pueda establecer que una comprensión integradora del autismo, una en la que
sus diversos elementos sean coherentes, requiere una explicación de la
encarnación, los procesos de interacción social y la experiencia. del autismo.
CIENCIA COGNITIVA ACTIVA
Esta sección proporciona una introducción rápida y necesaria a los
conceptos centrales de la teoría enactiva. Estos conceptos se aplican al
autismo a continuación, y los presento aquí con miras a esta tarea.
Construyo la historia enactiva en torno a dos de sus conceptos principales:
creación de sentido—La noción enactiva de cognición en general; ytoma de
sentido participativa—Cognición social activa. En el camino, conceptos
importantes para aprender sonautonomía (tanto aplicada a los individuos
como a los procesos de interacción social), encarnación,experiencia,
coordinación, y capacidad de ritmo.
CREACIÓN DE SENTIDO
La ciencia cognitiva enactiva intenta responder preguntas fundamentales
como: ¿qué es un agente, qué es la autonomía, por qué los conocedores se
preocupan por su mundo, por qué algo significa algo para alguien?
Enaction es un enfoque naturalista no reduccionista que propone una
continuidad profunda entre los procesos de la vida y los de la cognición. Es
un programa científico que explora varias fases a lo largo de este continuo
vida-mente, basado en el
3E incluso los fisioterapeutas piden el desarrollo de intervenciones más
incorporadas (Bhat y col., 2011).
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Encarnación y construcción de sentido en el autismo
conceptos de apoyo mutuo autonomía, creación de sentido,
encarnación, aparición, experiencia, y toma de sentido
participativa(Varela y col., 1991; Thompson, 2005, 2007; De
Jaegher y Di Paolo, 2007; Di Paolo y col., 2010).
Las propiedades organizativas de los organismos vivos
los convierten en casos paradigmáticos de conocedores (
Varela, 1997; Thompson, 2007). Una de estas propiedades
es la constitutiva e interactivaautonomía de los sistemas
vivos. Esta autonomía radica en el hecho de que se
autogeneran, autoorganizan y auto-distinguen. Es decir,
los sistemas vivos son redes de procesos dinámicos
(metabólicos, inmunes, neuronales, sensoriomotores, etc.)
que generan su propia identidad al auto sustentarse y
distinguirse de su entorno, mientras que al mismo tiempo
intercambian constantemente materia y energía con el
ambiente. Un sistema autónomo se compone de varios
procesos que generan y sostienen activamente una
identidad en condiciones precarias. En resumen, los
sistemas vivos se están produciendo constantemente
físicamente y regulando sus interacciones con el mundo
para satisfacer las necesidades creadas por su precaria
condición.Varela, 1979, 1997; Moreno y Etxeberria, 2005;
De Jaegher y Di Paolo, 2007; Thompson, 2007; Di Paolo y
col., 2010).
Los investigadores activos proponen que la autonomía es también lo que
hace que los sistemas vivos sean conocedores (Varela, 1997; Weber y Varela,
2002; Di Paolo, 2005; Thompson, 2007). Este punto de vista rechaza la idea
tradicional de que los conocedores responden pasivamente a los estímulos
ambientales o satisfacen las demandas internas. En cambio, el organismo es un
centro de actividad en el mundo, que genera espontáneamente sus propios
objetivos y responde al medio ambiente (McGann, 2007). Surgen nuevas
identidades, y el acoplamiento entre los procesos emergentes y su contexto
restringe y modula la operación en los niveles subyacentes (Thompson y Varela,
2001; Thompson, 2007; Di Paolo y col., 2010). Las acciones y sus consecuencias
moldean constantemente los procesos subyacentes y modulan la autonomía de
manera que las intenciones, las metas, las normas y la importancia en general
cambian como resultado. El mundo significativo del conocedor, por lo tanto, no
está dado de antemano, sino en gran medidapromulgada, configurada como
parte de su actividad autónoma.
Tomar en serio un principio de emergencia y restricción mutua
entre varios niveles (por ejemplo, personal y subpersonal) hace que el
enfoque enactivo sea muy escéptico sobre la localización de la función
en un nivel en componentes específicos en un nivel inferior
(ejemplificado en la idea del homúnculo que Frith quisiera revivir).
Rechaza la "boxología" como un método válido para abordar la
pregunta "cómo funciona" (De Jaegher y Di Paolo, 2007; Di Paolo, 2009
).
Para el enfoque enactivo, el cuerpo es más que estructuras anatómicas
o fisiológicas y estrategias sensoriomotoras. Es una red precaria de varias
identidades autosustentables interrelacionadas (orgánicas, cognitivas,
sociales), cada una de las cuales interactúa con el mundo en términos de
las consecuencias para su propia viabilidad. Esto hace que la cognición se
encarne inherentemente (Sheets-Johnstone, 1999b).
Lo mismo se aplica a la experiencia, que es tanto metodológica
como temáticamente central para la puesta en acto. La experiencia no
es para el cognitivismo: un epifenómeno o un acertijo. Está
Marzo de 2013 | Volumen 7 | Artículo 15| 5
De Jaegher
esencialmente entrelazado con estar vivo y representar un mundo
significativo. Por tanto, la experiencia también forma parte del método
enactivo. No se trata solo de datos para explicar, sino que se convierte en
una fuerza guía en un diálogo entre la fenomenología y la ciencia, lo que
resulta en una circulación pragmática en curso y una iluminación mutua
entre las dos (Varela, 1996, 1999; Gallagher, 1997; van Gelder, 1999).
Todas estas ideas juntas nos ayudan a comprender la
caracterización enactiva de la cognición como creación de
sentido: la regulación adaptativa de un conocedor de sus estados
e interacciones con el mundo, con respecto a las implicaciones
para la continuación de su propia identidad autónoma. En otras
palabras, la construcción de sentido se refiere a actuar e
interactuar, y la preocupación proviene directamente de la
autoorganización del creador de sentido en circunstancias
precarias. A diferencia de los enfoques funcionalistas, el
enactivismo proporciona una definición operativa de la cognición.
Un organismo arroja una red de significado en su mundo. Regula
su acoplamiento con el medio ambiente porque mantiene una
identidad o identidades autosustentables que inician esa misma
regulación. Esto establece una perspectiva no neutral del mundo.
Esta perspectiva viene con su propia normatividad,Varela, 1997;
Weber y Varela, 2002; Di Paolo, 2005; Di Paolo y col., 2010;
Thompson, 2007). Los intercambios con el mundo son
inherentemente significativos para el conocedor. Por lo tanto, la
cognición o la construcción de sentido es la creación y apreciación
de significado en interacción con el mundo. La creación de
sentido es un proceso relacional y cargado de afecto basado en la
organización biológica (Jonas, 1966; Varela, 1991, 1997; Weber y
Varela, 2002; Di Paolo, 2005; Thompson, 2007). Ésta es la razón y
la importancia de las cosas para los conocedores encarnados.
CREACIÓN DE SENTIDOS PARTICIPATIVOS
La "cognición social" entendida en términos enactivos se capta mejor
con la noción de "intersubjetividad", que es el compromiso
significativo entre sujetos (Reddy, 2008). Aquí hay tres aspectos
cruciales: compromiso, significado y tema. En la sección anterior,
expliqué qué son los sujetos enactivos, en sus interacciones cognitivo-
afectivas inherentemente significativas con el mundo. Aquí, nos
enfocamos en los encuentros entre estos sujetos que tienen sentido.
Para explicar toma de sentido participativa Para comprender el
autismo, necesitamos los conceptos de (la autonomía de) el
proceso de interacción social, el compromiso, la dinámica de
coordinación y las habilidades sociales (De Jaegher y Di Paolo,
2007; Fuchs y De Jaegher, 2009; McGann y De Jaegher, 2009; Di
Paolo y De Jaegher, 2012), todos ellos operativos, como explicaré
a continuación.
Las interacciones sociales son fenómenos complejos que involucran
conductas verbales y no verbales, contextos variables, número de
participantes y mediación tecnológica. Las interacciones imponen
demandas de tiempo, involucran actividades recíprocas y conjuntas,
exhiben una mezcla de eventos discretos y continuos en diferentes escalas
de tiempo y, a menudo, son robustas frente a interrupciones externas. Es
esencial para la interacción que implica el compromiso entre agentes.
Compromiso (Reddy y Morris, 2004; Reddy, 2008) captura el aspecto
cualitativo de las interacciones sociales una vez que comienzan a "dominar"
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Encarnación y construcción de sentido en el autismo
y adquirir un impulso propio. Experimentalmente, el
compromiso son los sentimientos fluctuantes de conexión
con el otro, incluido el de estar en el flujo de una interacción y
tensiones.
Definimos la interacción social sobre la base de la autonomía del
proceso de interacción y la de los individuos involucrados. Así, un
proceso de interacción social es “un acoplamiento co-regulado entre
al menos dos agentes autónomos, donde: (1) la co-regulación y el
acoplamiento se afectan mutuamente, constituyendo una
organización autónoma autosostenida en el dominio de la dinámica
relacional y (2) no se destruye la autonomía de los agentes
involucrados (aunque su alcance puede aumentarse o reducirse) ”(De
Jaegher et al., 2010, págs. 442–443; ademásDe Jaegher y Di Paolo,
2007, pags. 493).
Cada agente involucrado en tal acoplamiento contribuye a su
corregulación, pero el proceso de interacción también se autoorganiza y se
auto-mantiene. Esto significa que a veces continúa de una manera que
ninguno de sus participantes pretende. Para ilustrar esto, piense en
encontrarse con alguien en un pasillo estrecho. A veces, cuando se
encuentran, para evitar chocar entre sí, ambos se ponen delante del otro
unas cuantas veces, cada uno moviéndose hacia el mismo lado al mismo
tiempo, cuando todo lo que ambos querían era continuar su camino. Este
es un ejemplo muy simple de cómo el proceso de interacción se vuelve, por
un breve tiempo, autónomo. Definimos la autonomía anteriormente como
una red de procesos que se distingue por sí misma que se sustenta en
condiciones precarias (Varela, 1997; Di Paolo, 2005, 2009; Thompson, 2007).
Los participantes individuales como interactores también son autónomos
(punto 2). Si uno de ellos pierde su autonomía, para el otro sería como
interactuar con un objeto o una herramienta (De Jaegher y Di Paolo, 2007).
Esto tiene una resonancia para aquellos con experiencia de
autismo. A veces, una persona con autismo toma a otra persona de la
mano y la dirige hacia algo que está fuera de su alcance. Esto puede
resultar extraño y alienante. El sentimiento tiene sentido porque,
siguiendo la definición, esta situación no contaría como una
interacción social, y solo habría un tipo de compromiso superficial o
ninguno en absoluto. Una persona en la interacción determina la
situación (o al menos intenta hacerlo). Para los neurotípicos, esto
puede resultar incómodo y extraño, porque generalmente esperan
que incluso las interacciones más bien instrumentales tengan algún
elemento de reciprocidad. Cuando esto está ausente, se experimenta
como algo incorrecto.
Mientras duran, las interacciones se auto-organizan y auto-
mantienen a través de procesos de coordinación, incluyendo sus
averías y reparaciones (De Jaegher y Di Paolo, 2007; Di Paolo y De
Jaegher, 2012). La coordinación es "la correlación no accidental entre
los comportamientos de dos o más sistemas que están en
acoplamiento sostenido, o que se han acoplado en el pasado, o se han
acoplado a otro sistema común" (De Jaegher y Di Paolo, 2007, pags.
490). Por lo general, la coordinación se logra fácilmente por medios
mecánicos simples y, cuando se involucran sistemas cognitivos, no
necesariamente requiere una habilidad cognitiva complicada. La
coordinación puede ocurrir en múltiples escalas de tiempo (Winfree,
2001). La coordinación temporal no es la única; Los comportamientos
apropiadamente modelados, como el espejo, la anticipación, la
imitación, etcétera, son todas formas de coordinación de acuerdo con
la definición dada aquí. La coordinación no tiene por qué ser
Marzo de 2013 | Volumen 7 | Artículo 15| 6
De Jaegher
absoluto o permanente. Hay grados de coordinación y los sistemas
acoplados pueden sufrir cambios en el nivel de coordinación a lo largo
del tiempo (Tronick y Cohn, 1989; Kelso, 1995; Oullier y col., 2008).
Los análisis de las interacciones sociales y las conversaciones
muestran que los participantes coordinan inconscientemente sus
movimientos y expresiones (Condon, 1979; Scollon, 1981; Davis, 1982;
Kendon, 1990; Grammer y col., 1998; Issartel y col., 2007; Richardson y
col., 2007). Por ejemplo, los oyentes coordinan sus movimientos, por
pequeños que sean, con los cambios de velocidad, dirección y
entonación de los movimientos y expresiones del hablante (Bavelas et
al., 2002). Los estudios sobre la forma en que los músicos tocan juntos
también muestran esto (ver, por ejemplo,Maduell y Wing, 2007;
Moran, 2007). Estos hallazgos sugieren que los bucles de percepción-
acción de los interactores están acoplados y entrelazados entre sí (
Marsh y col., 2006; Fuchs y De Jaegher, 2009). Esto incluye procesos de
sincronización y resonancia, comportamiento en fase o en fase
retardada, co-variación rítmica de gestos, expresión facial o vocal, etc.
Esta complejidad de coordinación interpersonal ya está presente en el
desarrollo temprano (Condon y Sander, 1974; Tronick y Cohn, 1989;
Malloch, 1999; Jaffe y col., 2001; Stern, 2002/1977; Trevarthen y
Malloch, 2002; Malloch y Trevarthen, 2009).
Coordinamos en diferentes modalidades (movimiento de
diferentes partes de nuestro cuerpo, gestos, lenguaje,
pensamientos, etc.). Podemos distinguir una gama de diferentes
tipos de coordinación, como la precoordinación, la coordinación
unilateral y bidireccional (Fuchs y De Jaegher, 2009). Los patrones
de coordinación interpersonal pueden influir directamente en la
disposición continua de los individuos involucrados para sostener
o modificar su encuentro (De Jaegher y Di Paolo, 2007; Oullier y
col., 2008). Esto se debe a que los interactores, en general, son
altamente plásticos y susceptibles de verse afectados por el
historial de coordinación. Cuando se da esta doble influencia (de
la coordinación al desarrollo del encuentro y de la dinámica del
encuentro a la probabilidad de coordinar), se trata de una
interacción social. Este nivel emergente es sostenido e
identificable mientras los procesos descritos (o algún factor
externo) no lo terminen.
Con el concepto de coordinación y otras herramientas de sistemas
dinámicos, se puede medir la dinámica de interacción (ver p. Ej. Kelso,
2009a, b). Además, pueden estar relacionados con la actividad neuronal. El
campo de la neurociencia en segunda persona está creciendo (Schilbach et
al., En prensa) y la investigación de personas interactuando en vivo ha
producido resultados interesantes (p. ej. Lindenberger y col., 2009; Dumas
et al., 2010, 2012; Cui et al., 2012; Konvalinka y Roepstorff, 2012). Este es un
desarrollo bienvenido y hemos formulado propuestas promulgadas de lo
que significa tomar en serio el proceso de interacción para comprender los
mecanismos cerebrales involucrados en las interacciones sociales (Di Paolo
y De Jaegher, 2012).
La consecuencia de estos desarrollos para la comprensión social, y
aquí llegamos al concepto de toma de sentido participativaes que,
cuando interactuamos, no solo los participantes, pero también el
proceso de interacción como tal modula la construcción de sentido
que tiene lugar. Esto significa que las intenciones pueden entenderse
verdaderamente como generadas y transformadas de manera
interactiva. A veces, es imposible decir quién es el
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Encarnación y construcción de sentido en el autismo
“Autor” de la intención, ya sea una emoción, un pensamiento, una
creencia u otra cosa. La interacción entre nosotros abre así
nuevos dominios de construcción de sentido que no tendríamos
por nuestra cuenta. Además, hay grados de participación; a veces
participamos mucho (creación conjunta de significado) y, a veces,
mínimamente (coordinación unilateral, donde, por ejemplo,
señalamos un objeto o una idea a alguien).
Con este punto de vista viene un enfoque particular de la habilidad
social (McGann y De Jaegher, 2009). La habilidad social se evidencia en la
actuación interactiva que no puede concebirse meramente como una
hazaña individual. La habilidad social es la flexibilidad para lidiar con las
regularidades (e irregularidades) del dominio social proporcionado por las
acciones de otros. Esta flexibilidad, aunque determinada en parte de forma
individual, también está determinada por el proceso de interacción.
Además, las habilidades sociales implican "actuar a través de normas y
prácticas construidas socialmente" (ibid. P. 430). Estas normas y prácticas
sociales se coordinan y negocian en interacción con otros, “en lugar de
simplemente actuar sin sensibilidad a las acciones del otro” (ibid. P. 431).
Específicamente, en lo que respecta al tiempo y la coordinación, un
aspecto de la habilidad social es lo que llamamos el capacidad de ritmo (De
Jaegher, 2006). Esta es la habilidad para cambiar de manera flexible entre
diferentes ritmos de interacción, o "un dominio de la coordinación mutua" (
McGann y De Jaegher, 2009, pags. 431). La noción de habilidad social se
puede aplicar a un interactor individual considerando su desempeño a lo
largo de una cierta escala de interés en diferentes interacciones, y se
puede probar, por ejemplo, investigando el rango de flexibilidad.
La capacidad rítmica solo se manifiesta en procesos de interacción.
Siempre depende también de los comportamientos de otros interactores y
de la dinámica de los procesos de interacción. En contraste con una
habilidad individual como mecanografiar, la capacidad rítmica también
depende de una relación de reciprocidad y coherencia con la habilidad
social de otros interactuadores involucrados. Es imposible probar esto en
ausencia de otra persona que también aporta su propia capacidad rítmica,
y la interacción entre ellos. El desempeño de la capacidad rítmica está
determinado en parte por el proceso de interacción. Se puede medir
empíricamente en términos de frecuencias y escalas de tiempo de
recuperaciones de fallas de coordinación (por ejemplo, fallas poco
frecuentes y / o recuperaciones rápidas serían indicativas de una alta
capacidad de ritmo).
En resumen, el argumento a favor de la construcción participativa de sentido
es el siguiente: si, como se indicó anteriormente, le damos sentido al mundo
moviéndonos en él y con él (la construcción de sentido está completamente
incorporada), y coordinamos nuestros movimientos con otros cuando Al
interactuar con ellos, esto significa que podemos coordinar nuestras actividades
de construcción de sentido, afectando no solo cómo le damos sentido al mundo,
sino también a los demás y a nosotros mismos. Es decir, literalmenteparticipar
en la toma de sentido del otro. Generamos y transformamos significado juntos,
en y a través de la interacción.
CREACIÓN DE SENTIDOS Y CREACIÓN DE SENTIDOS PARTICIPATIVOS EN EL
AUTISMO
El enfoque enactivo del autismo considera las dificultades particulares de la
creación de sentido y la creación de sentido participativa en el autismo. La
construcción de sentido subyacente en general son la autoorganización, la
encarnación, las necesidades, las habilidades y la situación de una persona. En
Marzo de 2013 | Volumen 7 | Artículo 15| 7
De Jaegher
En la sección “Evidencia de una construcción de sentido diferente en el autismo”,
profundizamos en los aspectos de la construcción de sentido en el autismo,
sobre la base de la evidencia de estudios de percepción, movimiento y afecto
autistas. Las diferencias en estos dominios, propongo, se corresponden con una
representación y comprensión diferentes del mundo. En la sección “Creación de
sentido participativa en el autismo”, discutimos cómo funciona esto en el ámbito
social, donde un factor importante adicional es el proceso de interacción, y
echamos un vistazo a la creación de sentido participativa en el autismo. En cada
área, propongo hipótesis novedosas para futuras investigaciones.
PRUEBAS PARA UNA DIFERENTE CREACIÓN DE SENTIDOS EN EL AUTISMO
Aquí, reviso la evidencia de lo que llamo encarnación autista, es decir, las
formas particulares en las que la biología, neurofisiología, estructuras
afectivas y sensoriomotoras y habilidades de las personas con autismo
difieren de las de los no autistas.
La investigación actual investiga la "encarnación autista" como si
constara de partes distintas. La percepción se estudia principalmente por
separado del movimiento y el afecto, y los diferentes sub-aspectos
supuestos de cada uno (p. Ej., Detección de características, categorización,
reconocimiento de patrones; planificación y ejecución del movimiento;
expresión y reconocimiento de la emoción) se investigan de forma aislada
entre sí ( ver, por ejemplo,Rinehart y col., 2001, 2006; Gowen y Hamilton,
2013). Las preguntas que dominan la investigación sobre los aspectos
sensoriomotores del autismo son: qué tipo de procesamiento es primario
(por ejemplo, “nivel bajo” versus “nivel alto”); ¿Cuáles son las diferencias
entre percepción, movimiento y sensación autista y no autista? estamos
lidiando con un desempeño inferior o superior; es la conexión entre las
particularidades motoras / de percepción y los aspectos sociales /
emocionales del autismo una de correlación, precedencia, causalidad o
amplificación (p. ej.Happé, 1999; Mottron y col., 2006; Papadopoulos et al.,
2012). No hay acuerdo sobre si las personas con autismo están realmente
"encarnadas de manera diferente" y, de ser así, exactamente cómo, pero la
investigación sobre estos temas va en aumento (Leary y Donnellan, 2012;
Donnellan et al., 2013).
A menudo, las particularidades de las formas en que las personas con
autismo se comportan se consideran perturbadas o perturbadoras y, en
consecuencia, como "para ser tratadas". Dos preguntasno generalmente
preguntados en la investigación actual son: ¿Por qué las personas con autismo
se mueven y perciben de la forma en que lo hacen?, y ¿Qué tiene esto que ver
con la forma en que se involucran y comprenden el mundo, los demás y ellos
mismos?? Si consideramos que la encarnación y la construcción de sentido están
fundamentalmente entrelazados, estas preguntas son básicas. Cuando una
persona con autismo se mueve, percibe o hace gestos de manera diferente, esto
se relaciona indisolublemente con su forma de entender el mundo. Este hecho es
poco reconocido en investigaciones que consideran las conductas perceptivas,
motoras y afectivas en vista de su papel en el conjunto funcional de la cognición,
en lugar de en relación con lo que le importa a la persona. Necesitamos
descubrir el vínculo preciso entre las características sensoriomotoras-afectivas
del autismo y la forma en que las personas autistas dan sentido a su mundo (
Savarese, 2010; Robledo et al., 2012; Torres, 2012; Donnellan et al., 2013).
Propongo que la noción de creación de sentido —integrativa como
es de significado perceptual y valor afectivo— está particularmente
bien situada para interpretar la amplia evidencia sobre los aspectos
sensoriomotor-afectivos del autismo. El concepto de
Fronteras en neurociencia integrativa www.frontiersin.org
Encarnación y construcción de sentido en el autismo
La construcción de sentido también puede ayudar a integrar la evidencia
en un marco integral y coherente que puede generar hipótesis de
investigación más refinadas.4.
Percepción, movimiento y afecto en el autismo
La percepción autista era un área legítima de estudio en la década de 1960 (ver,
por ejemplo, Rimland, 1964; Hermelin y O'Connor, 1965, 1970; Frith y Hermelin,
1969). En 1987, Frith y Baron-Cohen afirmaron que no había problemas de
percepción de bajo nivel en el autismo y que las diferencias de percepción se
debían a deficiencias en el procesamiento cognitivo (Frith y Baron-Cohen, 1987).
Esta es también una suposición básica de la teoría del WCC, que Frith propuso
unos años más tarde en reconocimiento de aquellos aspectos del autismo que
no podrían ser explicados fácilmente por ToM, como los islotes de capacidad o la
atención al detalle (Frith, 1989). Si bien el WCC inspiró un cambio en el enfoque
de la investigación hacia la percepción autista, incluidas las investigaciones de la
llamada percepción de bajo nivel (Happé, 1996), considera la percepción como
regulada, de arriba hacia abajo, por procesos cognitivos y, por tanto, estos
procesos cognitivos como centrales (Happé y Frith, 2006). Por lo tanto, incluso si
el WCC puso la percepción autista en el mapa de la investigación, su enfoque
está en el procesamiento cognitivo.
Si bien las diferencias sensoriales y perceptuales no se consideran de manera
central en las principales teorías explicativas del autismo presentadas
anteriormente, aparecen de manera prominente en muchos relatos
autobiográficos (Williams, 1992; Grandin, 1995; Sacks, 1995; Gerland, 1996;
Chamak y col., 2008; Robledo et al., 2012). Las sensaciones cotidianas de las que
los no autistas generalmente no son conscientes, como el toque de la tela de un
par de pantalones nuevos en la piel, pueden lastimar a las personas con autismo.
Algunos ruidos fuertes, especialmente los repentinos, pueden ser
desagradables, mientras que otros son placenteros. Es posible que las personas
autistas no se den cuenta de que otras personas les hablan o las tocan, por lo
que son hipo-sensibles a eventos particulares. No hay patrones generales de
hipersensibilidad o hipo-sensibilidad, y las respuestas sensoriales varían mucho
en todo el espectro y se manifiestan tanto hacia estímulos sociales como no
sociales (Baranek, 2002; Rogers y Ozonoff, 2005; Kern y col., 2006).
La sensibilidad sensorial se ha relacionado con problemas con la
atención y el cambio de atención (Liss y col., 2006). Se ha descubierto que el
cambio de atención es más lento en el autismo que en la población no
autista (Casey y col., 1993; Courchesne y col., 1994; Townsend y col., 1996),
y Liss y col. (2006)plantear la hipótesis de que la hipersensibilidad y la hipo-
sensibilidad se deben a una disminución de la capacidad para modular la
atención (ver también Landry y Bryson, 2004). Por tanto, parecería ser una
especie de estrategia para hacer frente a la sobreestimulación (Markram y
col., 2007; Markram y Markram, 2010).
Las investigaciones sugieren que los niños con autismo perciben el movimiento
visual de manera diferente. Gepner y col. (1995), por ejemplo, encontró
4Nótese que mi uso del término creación de sentido difiere del de Noens y van
Berckelaer-Onnes (2005). Utilizan la noción en el contexto de la teoría del CMI, sin
definirla. La creación de sentido, en su uso, tiene que ver con la "percepción del
significado", por ejemplo, en la organización de elementos de percepción en un todo
funcional (por ejemplo, ver una gestalt) y, a veces, con la comunicación, como en "el
intercambio de significados". (Noens y van Berckelaer-Onnes, 2004, pags. 202). Su uso
del término no tiene ningún trasfondo enactivo en términos de encarnación,
experiencia, autoorganización y autonomía, y no está conectado con un sentido más
amplio de subjetividad, incluso si, nuevamente, su principal preocupación es
proporcionar un mejor ajuste. entre la persona con autismo y su mundo.
Marzo de 2013 | Volumen 7 | Artículo 15| 8
De Jaegher
que los niños con autismo tienen una respuesta postural más débil a la
percepción del movimiento en comparación con los niños no autistas,
especialmente cuando el movimiento es muy rápido (Gepner y Mestre, 2002a).
Gepner y Mestre (2002b) También proponen que hay un "déficit de integración
del movimiento visual rápido" en el autismo, que se manifiesta, por ejemplo, en
un parpadeo rápido o al mirar cosas mientras se mueven los dedos rápidamente
frente a los ojos (ver también Williams, 1992). Gepner y Mestre proponen que "el
mundo se mueve demasiado rápido" para los niños con autismo, y que es por
eso que necesitan "ralentizarlo" explorándolo de maneras como las que
acabamos de mencionar. Uno de sus experimentos sugiere que el efecto de los
movimientos oculares rápidos, rítmicos e involuntarios al percibir objetos que se
mueven rápidamente (nistagmo optocinético, esto sucede, por ejemplo, cuando
se mira hacia afuera mientras estás en un tren rápido) es más débil en los
autistas que en los no autistas. -niños autistasGepner y Massion, 2002; Gepner y
Mestre, 2002b). Además, a las personas con autismo les resulta más fácil percibir
las emociones en las muestras en movimiento de rostros cuando las imágenes se
muestran más lentas.5 (Gepner et al., 2001). La investigación sugiere que las
personas autistas tienen un umbral más alto para percibir la coherencia del
movimiento (Milne y col., 2002), dirección de movimiento (Bertone et al., 2003) y
movimiento biológico (Blake y col., 2003y Klin y col., 2009). Gepner y Mestre
(2002b) También proponen posibles mecanismos neurológicos subyacentes, que
involucran principalmente al cerebelo.6. La investigación de Gepner y sus colegas
combina conocimientos sobre el movimiento autista (por ejemplo, reacciones
posturales) con la percepción del movimiento y, por lo tanto, integra algunos
aspectos de la encarnación autista que encajan también en una lógica enactiva.
Mari y col. (2003)sugieren que los problemas de movimiento deben
considerarse básicos para el autismo. Investigaron el "movimiento de
alcance para agarrar" y encontraron que los niños con autismo tenían más
dificultades en la planificación y ejecución que el grupo de control no
autista.Leary y Hill (1996), en su artículo de revisión sobre alteraciones del
movimiento en el autismo, también argumentan que las dificultades de
movimiento deben verse como el núcleo de la condición y que están en la
base de las dificultades sociales de las personas afectadas. Según ellos, las
dificultades de movimiento en el autismo incluyen problemas de la función
del movimiento como la postura, el tono muscular, los movimientos no
dirigidos a un objetivo como los tics nerviosos y los movimientos que
acompañan a la acción, y las dificultades con los movimientos voluntarios,
que implican el lenguaje y la planificación del movimiento.Papadopoulos y
col. (2011, 2012)y Bhat y col. (2011)proporcionar evidencia de respaldo
reciente.
No existe un acuerdo real sobre el alcance y los tipos de
alteraciones sensitivomotoras en el autismo. Se han encontrado
varios tipos de deficiencias y se han indicado diversas causas (
Vilensky y col., 1981; Jones y Prior, 1985; Bauman, 1992;
5Esto, desde un punto de vista cognitivista, podría decirse que se debe a que tienen un
enfoque ToM explícito de las emociones, es decir, porque tienen que pensar e inferir
qué son las emociones. El argumento sería que se trata de un proceso más lento que el
reconocimiento de emociones en neurotípicos, y que esta es la razón por la que les
resulta más fácil así. Un relato enactivo conjeturaría que no tienen la experiencia
interactiva, y que esta es la razón por la que, de hecho, pueden tener que "descifrar" las
emociones, en lugar de relacionarse con ellas a través de la conexión, los procesos de
interacción, la "percepción directa" (Gallagher, 2008) y sentido participativo.
6El papel del cerebelo es muy relevante y posiblemente un tema fructífero para futuras
investigaciones, ya que está implicado en el movimiento y la sincronización.
Fronteras en neurociencia integrativa www.frontiersin.org
Encarnación y construcción de sentido en el autismo
Hallet y col., 1993; Gepner y col., 1995; Haas y col., 1996; Rapin, 1997;
Ghaziuddin y Butler, 1998; Teitelbaum y col., 1998, 2004; Turner, 1999;
Brasic, 2000; Müller y col., 2001; Rinehart y col., 2001, 2006; Gepner y
Mestre, 2002b; Schmitz y col., 2003; Martineau y col., 2004; Bhat y col.,
2011; Dowd y col., 2012). En contraste con esto, Minshew y sus colegas
no encontraron déficits sensitivomotores de bajo nivel en el autismo (
Minshew et al., 1997, 1999). Fournier y col. (2010)revisó recientemente
la literatura sobre los déficits de coordinación motora y concluyó que
son “una característica fundamental del TEA” (p. 1227). Otra
investigación sugiere que las personas con autismo tienen dificultades
para combinar tareas que requieren percibir y moverse en diferentes
modalidades al mismo tiempo (Bonneh y col., 2008; Hill et al., 2012).
Mottron y col. (2006;Mottron y Burack, 2001) proponen que hay un
funcionamiento perceptivo mejorado en el autismo.
De la encarnación a la construcción de sentido
Dado que la encarnación y la creación de sentido están intrínsecamente
conectados, el cuerpo determina en parte cómo interactuamos con el
mundo. “El mundo” es además el de un agente específico, no el de un
observador externo. Es decir, en la forma en que te relacionas con el
mundo, construyes y percibes como relevante aquello que es significativo
para ti, pero no necesariamente para otra persona. Las hipersensibilidades
sensoriales e hipo-sensitivas y los patrones particulares de movimiento,
emoción y percepción influyen en la toma de sentido autista, y viceversa.
En general, los aspectos sensoriomotores y afectivos del autismo pueden
verse como formas alternativas de percibir el mundo o también como
estrategias para afrontarlo, por ejemplo para ralentizar el mundo, o para
evitar o modular estímulos que cambian rápidamente de ritmo. y patrón.
La creación de sentido es una reducción de la complejidad del
mundo. La toma de sentido no autista a menudo ignora ciertos
detalles y salta a un significado particular (tengo sed, quiero agua, la
consigo, pero no me importa si el vaso es alto o corto, transparente,
opaco, etc.). Las personas con autismo a menudo perciben más
detalles, pero en detrimento de no percibir lo suficientemente rápido
lo que es más destacado en un contexto no autista (por ejemplo,
cuando una persona con autismo toma el vaso de agua de otra
persona y bebe de él, sin darse cuenta) si esto es apropiado o no en el
contexto social,Vermeulen, 2001).
Si la encarnación autista está intrínsecamente relacionada con la toma
de sentido autista, podemos suponer que muchas personas autistas
encontrarán alegría o significado en los comportamientos y estilos
encarnados de toma de sentido que se consideran "autistas". Un factor de
percepción que a menudo se ignora es el elemento estético. Puede haber
un valor para algunos autistas de dar sentido, que es simplemente el de
disfrutar o remarcar patrones: patrones en el espacio, en ideas, en
números, en tamaño, en el tiempo. Existen patrones ricos en todas partes
del mundo, y muchas personas autistas los valoran, se preocupan por ellos
e incluso los disfrutan. Esto hace que ignorar el patrón o el detalle sea
doblemente difícil. Las personas con autismo no solo no perciben
inicialmente o sin una urgencia o necesidad un significado holístico, sino
que pueden sentir que perderán algo destacado si (se les obliga a) intentar
captar la esencia de algo.
El enfoque enactivo concibe la forma en que las personas con autismo
perciben, dan sentido, se mueven y se emocionan, como algo intrínsecamente
significativo para ellos. En esto, las personas autistas no son diferentes de otras
Marzo de 2013 | Volumen 7 | Artículo 15| 9
De Jaegher
gente. Una manera fácil de probar esta idea es ver si las personas con
autismo disfrutan o sufren de lo que hacen y que les parece extraño a
los no autistas.
Por ejemplo, en relación con su compulsión por los detalles, podemos
preguntarnos si las personas con autismo, en general, se sienten cómodas con
su disposición para el procesamiento gradual. ¿Se arrepienten de haber perdido
el sentido holístico o se compadecen de los no autistas por no disfrutar de
patrones detallados? Si la hipótesis es cierta, se puede describir correctamente a
las personas con autismo como si tuvieran una concepción diferente de la
totalidad, que tiene que ver con el orden, los patrones, las excepciones y la
riqueza perceptiva. La evidencia anecdótica de esta idea proviene de la
apreciación estética, las habilidades sabias y la creatividad en personas autistas
(ver, por ejemplo,Sacks, 1985; Happé y Frith, 2009). Es más difícil encontrar
pruebas más sólidas de que el WCC tenga un valor o significado potencial para
las personas con autismo. El CMI se ha descrito positivamente como un estilo
cognitivo (Happé, 1999), y Happé y Frith (2009, pags. 1348) sugieren que hay una
“rabia por aprender” y una motivación intrínseca en los talentos especiales, lo
que indica que las habilidades especiales, así como su aprendizaje y el
aprendizaje de cierta información pueden ser interesantes por derecho propio.
Sin embargo, las habilidades sabias y la alta creatividad no son
representativas de toda la población autista (Hackeo, 2009). Además,
la mayor parte de esta investigación se ocupa de cómo el estilo de
procesamiento se relaciona con otros aspectos aislados del
funcionamiento de la persona con autismo, no con su significado
personal o valor más general. Lo que predice la enacción va más allá
de la concepción cognitivista en la que el funcionamiento y la
adaptación se consideran adecuados para el contexto no autista. La
enacción se preocupa por funcionar como valorado y significativo
desde la perspectiva de la persona misma, en su contexto. Los estilos
cognitivo, perceptivo, sensoriomotor y afectivo deben abordarse en
primera instancia desde el punto de vista del creador de sentidos
autoorganizado situado, no solo el de un observador "objetivo". ¿Cuál
es el objetivo de tal observador si estudia la cognición pero no
significado para el sujeto¿De quién cognición está estudiando?
Un área en la que hay evidencia de que las personas con autismo
obtienen placer de sus actividades especializadas o estilos de pensamiento
son los intereses restringidos y las conductas repetitivas. Los intereses
circunscritos son muy frecuentes en el autismo, con entre el 75% y el 88%
de la población autista participando en ellos (Klin y col., 2007; Spiker et al.,
2012). En apoyo directo de la hipótesis enactiva, se ha descubierto que las
actividades repetitivas en el autismo, a diferencia de las obsesiones y
compulsiones en el trastorno obsesivo compulsivo, son "actividades
amadas aparentemente asociadas con una gran valencia positiva" (Klin y
col., 2007, pags. 97; ver tambiénBaron-Cohen, 1989; Klin y col., 1997). Se ha
descubierto que los intereses circunscritos son muy motivadores para los
niños con autismo, y que permitirles participar en estos comportamientos
puede ayudarlos a producir comportamientos apropiados (Hung, 1978), y
aumentar las interacciones sociales con compañeros no autistas y con
hermanos (Baker y col., 1998; Baker, 2000). Lovaas también considera que
los intereses repetitivos son intrínsecamente motivadores para el refuerzo
perceptivo y la autoestimulación que brindan, incluso conectando esto con
los placeres sensoriales de la comida gourmet, el arte, las drogas
recreativas y el tabaquismo (Lovaas y col., 1987).
En una entrevista cualitativa que evalúa cómo las personas con autismo
y sus hermanos y padres experimentan los intereses restringidos, Mercier
y col. (2000)descubrió que "proporcionan una sensación de
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Encarnación y construcción de sentido en el autismo
el bienestar, una forma positiva de ocupar el tiempo, una fuente de
validación personal y un incentivo para el crecimiento personal ”(p. 406).
Los entrevistados también reconocieron aspectos negativos de las
actividades repetitivas y circunscritas, como su invasividad, la cantidad de
tiempo que ocupan y (el miedo a) conductas potencialmente socialmente
inaceptables que puedan provocar. Uno de los participantes resume la
tensión entre los aspectos positivos y negativos de la siguiente manera:
“Básicamente, lo que otros me dirán es que acaparo el tiempo que podría
haber sido utilizado para cosas mejores. Pero a veces no puedo pensar en
mejores cosas que hacer cuando tengo mi tiempo libre ”(p. 414).
En contraste con el enfoque orientado al sujeto de Mercier et al., Un
estudio reciente intentó mostrar un vínculo entre la ansiedad y los
intereses restringidos basándose en el supuesto de que los intereses
restringidos son una forma (desadaptativa) de lidiar con la angustia (Spiker
et al., 2012). El estudio encontró que determinados tipos de intereses
restringidos estaban asociados con la ansiedad, mientras que otros no. Sin
embargo, el tipo que se asoció con la ansiedad, a saber. Los “intereses
restringidos promulgados simbólicamente” no se definen ni siquiera se
describen en el documento. Además, los propios autores dicen que podría
ser que “los RI [intereses restringidos] simbólicamente promulgados solo
aparezcan junto con la ansiedad en niños con TEA de alto funcionamiento
porque estos problemas tienen manifestaciones conductuales
superpuestas, de modo que los comportamientos relacionados con RI
pueden malinterpretarse como ansiedad- comportamientos relacionados
”(ibid. p. 316). Además, a diferencia deMercier et al. (2000) estudio, la
naturaleza e incidencia de intereses restringidos se obtuvo de entrevistas
con los padres, no con los propios niños, y todos los niños involucrados en
el estudio fueron diagnosticados con una comorbilidad de ansiedad
(sesgando así la respuesta a la pregunta de una relación entre ansiedad e
intereses restringidos en los casos estudiados).
Los intereses restringidos, el enfoque en los detalles y
otras particularidades autistas sensoriomotoras y afectivas
a menudo interfieren con la vida cotidiana, y esto puede
hacer que sea difícil lidiar con ellos, tanto para la persona
con autismo como para su entorno social y familiar. Sin
embargo, esto no implica que no puedan ser en sí mismos
relevantes, sobresalientes o significativos para la persona
con autismo. Puede ser que estos comportamientos sean
disruptivos como consecuencia de su manifestación en un
contexto que puede o no acomodarlos. Esto no significa
que se deba simplemente aceptar tales comportamientos.
Más bien, se trata de sugerir que tratar con ellos también
debe comenzar desde el significado que tienen para la
persona con autismo, no solo desde la pregunta de si son
apropiados.Mercier y col., 2000).
CREACIÓN DE SENTIDOS PARTICIPATIVOS EN EL AUTISMO
La toma de sentido participativa se basa en la capacidad de relacionarse de
manera flexible con su interlocutor social de un momento a otro, donde
este compromiso implica emoción, conocimiento, estado de ánimo,
fisiología, trasfondo, conceptos, lenguaje, normas y, fundamentalmente, la
dinámica del proceso de interacción. y sus coordinaciones y averías. He
conjeturado que una habilidad de coordinación interaccional
sensoriomotora está en la base de esta conexión.
Marzo de 2013 | Volumen 7 | Artículo 15| 10
De Jaegher
Hemos visto que las diferencias sensoriomotoras implican un sentido
diferente en el autismo. Las diferencias sensoriomotoras, especialmente
aquellas que involucran aspectos temporales de la percepción y el
movimiento, afectarán la interacción y la coordinación en los encuentros
sociales y, por lo tanto, introducirán diferencias sistemáticas en la
construcción de sentidos participativa. Esto también es cierto al revés. Si la
conexión social es básica para el desarrollo cognitivo / emocional individual
(Hobson, 2002), la encarnación y la creación de sentido estarán
influenciadas por una historia de compromisos interactivos. A
continuación, pinto una imagen cada vez más interindividual de la
construcción de sentido (social) en el autismo y sus problemas.
Un mundo social diferente
Diferentes aspectos del entorno social son relevantes para las personas
con autismo que para los no autistas. Ami Klin sugiere que las personas
autistas experimentan el mundo, incluido y especialmente el mundo social,
como algo diferente (Klin y col., 2003). Usando un rastreador ocular,
analizaron la forma en que las personas con autismo escanean escenas de
películas en comparación con los neurotípicos. Las personas autistas
miraron significativamente menos los aspectos socialmente sobresalientes
como los ojos y la boca de los protagonistas, o el objeto de un gesto de
señalar que los controles no autistas (Klin y col., 2002). También parece que
los niños con autismo no prestan atención espontáneamente a los
estímulos sociales que son importantes para los niños con un desarrollo
típico, como los sonidos y las caras humanas (Klin y col., 2003; Shic et al.,
2011). Además, parecen preferir prestar atención a objetos inanimados
sobre otros humanos (Klin y col., 2003; Jones y col., 2008). No solo la
preferencia es diferente, las personas autistas también parecen menos
sensibles al movimiento biológico, un aspecto del reconocimiento del
movimiento de otros humanos (Blake y col., 2003).
Aunque Klin y sus colegas enfatizan el anclaje de la cognición en la
encarnación y el proceso de desarrollo de la adquisición de la cognición
social, su trabajo todavía tiene un sabor individualista. Dan en el clavo
cuando dicen que "el niño (no autista)" representa el mundo social ",
percibiéndolo selectivamente en términos de lo que es inmediatamente
esencial para la acción social", pero cuando consideran el trabajo para que
esto se haga por "acciones guiadas perceptivamente" (Klin y col., 2003,
pags. 349), no alcanzan el siguiente paso lógico. Están convencidos con
razón de que la interacción social es la base de la cognición social y
estudian las capacidades sociales desde una perspectiva incorporada. Lo
siguiente que hay que someter a investigación es el proceso de interacción.
Compromiso interpersonal en el autismo
En la cuenta enactiva, crucial para la comprensión social es la capacidad de
conectarse. Esta capacidad es relevante tanto durante las interacciones
reales como durante las situaciones sociales no interactivas donde la
comprensión social es más observacional (Di Paolo y De Jaegher, 2012). Si
las personas en el espectro del autismo tienen dificultades para conectarse,
debemos estudiar los procesos de interacción social en los que participan
(o no).
Peter Hobson sostiene que, en general, “una comprensión conceptual
de la naturaleza de las 'mentes'. . . se adquiere a través de la experiencia de
un individuo de relaciones coordinadas intersubjetivamente y con patrones
afectivoscon otra gente" (Hobson, 1993, págs. 4-5, énfasis en el original). En
otras palabras, la cognición social se basa en el "compromiso
interpersonal" (Hobson, 2002). Con respecto al autismo, hace
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Encarnación y construcción de sentido en el autismo
el conjunto afirma que lo que subyace a los déficits del autismo es un
"compromiso intersubjetivo" obstaculizado con los interlocutores sociales
desde muy temprano en la vida, y que estos compromisos son la base del
pensamiento flexible y creativo. Por lo tanto, un déficit en esta área
explicaría a la vez los problemas con la interacción social y la comunicación
de los individuos con autismo y las particularidades de sus formas de
pensar (especialmente el pensamiento literal y descontextualizado, bien
conocido por cualquiera que interactúe regularmente con personas con
autismo, ver tambiénVermeulen, 2001).
Hobson investiga las interacciones sociales autistas a medida que
se experimentan, para descubrir en qué se diferencian de las
interacciones neurotípicas. De esta manera, investiga las cualidades
de la relación y la conexión. En varios estudios de imitación, muestra
que aunque los niños en el espectro son capaces de copiar acciones,
generalmente no copian lacamino se realiza una acción, por ejemplo,
ya sea que se haya realizado con dureza o con suavidad (Hobson y
Lee, 1999), o dirigido al experimentador mismo o al niño
(autodirección u otra dirección, Meyer y Hobson, 2005). Para Hobson y
sus colegas, estos hallazgos indican que los niños con autismo se
identifican con otros menos que los niños con un desarrollo típico: “los
individuos autistas no eran tan anormales en sus intentos de imitarlas
acciones modelado, pero en cambio fueron anormales en sus intentos
de imitar la persona quién modeló "(Hobson y Lee, 1999, pags. 657,
énfasis en el original). Lo que falta es una imitación de la “cualidad
expresiva del comportamiento de otra persona” (ibid.).
Curiosamente, Hobson también investigó el otro lado de esto:
cómo es interactuar con alguien con autismo, en un estudio llamado
"Hola y adiós" (Hobson y Lee, 1998). Como dice el título, este estudio
analiza los saludos y despedidas de los niños con autismo, en
comparación con un grupo control de niños con dificultades de
aprendizaje. Los niños fueron llevados a una habitación para realizar
una tarea en una mesa con un experimentador (el mismo Hobson),
que se sentó frente a ellos. La tarea no fue más que un pretexto para
crear espacios de saludos y despedidas. Al entrar en la habitación, los
niños fueron presentados a Hobson por su colega. Los episodios de
presentación, saludo y despedida grabados en video fueron
calificados por jueces independientes ingenuos con el objetivo del
estudio, quienes contaron la cantidad de sonrisas, asentimientos,
saludos y vocalizaciones de cada participante. La hipótesis fue
apoyada: los niños con autismo mostraron menos comportamientos
de saludo y despedida que el grupo de control, y también los
combinaron menos. Esto no es tan sorprendente dado que este
resultado confirma los criterios de diagnóstico del autismo. Sin
embargo, a los jueces también se les dio un elemento más subjetivo
para calificar, a saber, cuánto compromiso interpersonal había entre
el participante y el experimentador. Juzgaron que, en las interacciones
con los participantes con autismo, había mucho menos compromiso
intersubjetivo en las diferentes etapas de la interacción que en
aquellos con el grupo no autista.
En una descripción de este mismo estudio en su libro La cuna del
pensamiento, Hobson relata algo que no se informa en el periódico: que, a
partir de las cintas de video, uno podría tener la impresión de que, con
respecto al comportamiento del propio Hobson como interactor, “hubo
una deliberación en mis propios gestos y acciones [y que] yo estaba menos
extrovertido y más vacilante en mis esfuerzos por establecer contacto, y mi
"adiós" parecía forzado. Estaba claro que estaba haciendo
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De Jaegher
mi mejor esfuerzo para estar relajado y comprometido, pero hice un mal trabajo
cuando no tenía un compañero atractivo ". Agrega: "La lección es: el compromiso
interpersonal es solo eso: interpersonal" (Hobson, 2002, págs. 50-51). Para un
punto similar, hecho a través de un estudio sobre cómo compartir el humor y la
risa en el autismo, verReddy y col. (2002).
La cuestión central aquí —que sigue siendo insuficiente, tienen 3 meses de edad, conjetura Gergely, los bebés esperan ser
perinvestigados— es el proceso de interacción como tal. Si hay percibir los efectos de sus acciones que siguen
diferencias sensoriomotoras y de coordinación en el autismo, y tomamos el
proceso de interacción incorporado como se define en la sección "Creación de
sentido participativa" como fundamental para la comprensión social, entonces
podemos sospechar que el proceso de interacción se verá obstaculizado en el
autismo. ¿Es este el caso?
Ritmo de interacción y capacidad rítmica en el autismo
Las personas con autismo a menudo parecen incómodas en la forma en que se
coordinan con los demás en sus interacciones. Sin embargo, algunos estudios
sugieren que los niños con autismo tienen más dominio de los conceptos básicos
de la capacidad de interacción de lo que se pensaba anteriormente.Dickerson y
col. (2007), por ejemplo, argumentan que las personas con autismo pueden
ubicar temporalmente de manera apropiada sus intervenciones en encuentros
sociales. Investigaron las interacciones entre dos niños autistas y sus tutores
durante las sesiones de preguntas y respuestas que incluían tarjetas de
respuestas, en las que ambos niños golpeaban las tarjetas de respuestas, una
acción aparentemente sin sentido. Sin embargo, Dickerson y sus colegas
encontraron que el tapping se colocó temporalmente justo después de que el
tutor hiciera la pregunta y antes de que el niño comenzara a responder,
continuando a veces con la respuesta del niño. Esto sugiere, en primer lugar, que
el tapping mostró compromiso, un compromiso que también podría haberse
demostrado a través del contacto visual, algo que se sabe que es difícil para las
personas con autismo (Asociación Estadounidense de Psiquiatría, 2000). Y en
segundo lugar, sugiere que el tapping indicó que el niño estaba a punto de
responder la pregunta, es decir, el tapping estaba "proyectando una respuesta
próxima relevante por parte del niño" (Dickerson y col., 2007, pags. 297). Se
hicieron hallazgos similares en relación con la mirada (Dickerson y col., 2005).
Interesante en esta investigación es que se están investigando las acciones de
todos los compañeros de interacción, también la de los participantes no autistas.
Esto permite cuestionar la experiencia (cf. Hobson más arriba), así como la
pertinencia percibida del comportamiento. Los tutores en el estudio de tapping,
por ejemplo, tomaron el comportamiento como interaccionalmente relevante y
apropiado (Dickerson y col., 2007).
Otra investigación sugiere que las personas con autismo tienen
diferencias de tiempo. En un estudio en el que se pidió a los participantes
que hicieran tapping en sincronía con un estímulo auditivo,Sheridan y
McAuley (1997) encontró que el tapping de los participantes autistas era
más variable que el del grupo no autista (ver también Isenhower y col.,
2012, para obtener un resultado similar en una tarea de percusión bi-
manual intraindividual). Trevarthen y Daniel (2005) informe sobre el tiempo
de interacción y las dificultades rítmicas en el autismo en un estudio de las
interacciones entre un padre y sus hijas gemelas, una de las cuales fue
diagnosticada más tarde con autismo (ver también St. Clair y otros, 2007).
Con este gemelo, el padre no pudo participar en una interacción rítmica.
Esto recuerda al estudio Hello and Goodbye de Hobson, que también
mostró que un compañero de interacción es menos capaz de interactuar
con un compañero que tiene menos capacidad rítmica. Nuevamente, se
hace evidente que la capacidad social es interactiva y no solo individual.
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Encarnación y construcción de sentido en el autismo
Otro conjunto de investigaciones se centra en la hipótesis de
detección de contingencias (Watson, 1979; Gergely y Watson, 1999;
Nadel y col., 1999). Gergely (2001) hipotetizó que, en el desarrollo
normal, hay una transición de una expectativa de contingencia
perfecta a una de contingencia menos que perfecta. Antes
inmediatamente a esas acciones. Estos se encuentran
principalmente en sus propias acciones (lo que Piaget
llama "reacciones circulares", 1936). Alrededor de los 3
meses, los bebés comienzan a buscar la contingencia "alta
pero imperfecta", que se encuentra en los juegos con
otras personas y en los efectos de las acciones del bebé en
el medio ambiente. Con este cambio, el bebé
supuestamente comienza a interactuar con el mundo
social. Con respecto al autismo, Gergely reconoce que este
cambio no se produce, o no del todo. Como resultado, el
niño con autismo continuaría buscando la contingencia
perfecta durante toda su vida. Aún no hay evidencia
directa para esta teoría, aunque es una hipótesis
interesante. Jacqueline Nadel, quien también ha trabajado
en la detección de contingencias en niños con y sin
autismo,Nadel y col., 2000; Field et al., 2001).
Si bien existe una idea general y bastante vaga de que las
personas con autismo son "incómodas" en sus interacciones,
hasta que investiguemos esas interacciones, no sabemos qué
significa o qué implica. Si el tiempo de interacción es incómodo y
uno o ambos socios no tienen la flexibilidad para adaptarse al
tiempo del otro, lacapacidades rítmicas (ver arriba) será de baja
calidad y esto dará lugar a problemas de interacción. Aunque se
necesita más investigación, la evidencia apunta a varios
problemas con el tiempo de interacción en el autismo, pero
también a capacidades inesperadas. Desde una perspectiva
enactiva, ambos tendrán un impacto en la dinámica de la
interacción social, específicamente en la calidad de la
coordinación, la frecuencia de las fallas de coordinación, la
capacidad para repararlas y la experiencia de los interactuantes
con y sin autismo, lo que respalda las observaciones de Hobson. .
Las interacciones que involucran a personas con autismo no
carecen del todo de flexibilidad, pero su alcance se reduce debido
a las diferencias motoras y de tiempo. Esto puede ser tanto la
causa como el síntoma de dificultades para conectarse.
Una forma de poner a prueba la capacidad rítmica y otras capacidades
de interacción de y con personas con autismo es estudiar la frecuencia con
la que ocurren las averías, así como la facilidad con la que se recuperan. Se
pueden usar medidas dinámicas de coordinación para construir un índice
de la rapidez con que la pareja logra la coordinación nuevamente después
de la ruptura (ver p. Ej.,Kelso, 1995, 2009a, b; van Orden y col., 2003, 2005;
Riley y col., 2011). La recuperación inmediata o rápida indicaría una alta
capacidad rítmica, y las recuperaciones lentas, ausentes, "nerviosas" o poco
claras indicarían una capacidad rítmica más baja o más estrecha, es decir,
poca flexibilidad de interacción en general. La predicción es que las
interacciones de las personas con autismo muestran una marcada
reducción en la capacidad del ritmo en comparación con las de los no
autistas. Recientemente, Marsh y sus colegas probaron esto en un estudio
de mecedoras inconscientes (en mecedoras) entre niños con y sin autismo
y sus padres, y encontraron que los niños con
Marzo de 2013 | Volumen 7 | Artículo 15| 12
De Jaegher
el autismo tenía una menor tendencia a rockear en sincronía
simétrica con sus padres (Marsh y col., 2013; ver tambiénSchmidt
y O'Brien, 1997). Se espera una diferencia similar entre las
interacciones de las personas con autismo que tienen o no un
historial de interacciones entre sí (es decir, si han interactuado
antes y cuánto). El caso de las interacciones entre personas con
autismo que tienen un historial de interacciones es especialmente
interesante, porque reúne varias predicciones. Predecimos que
las personas que han interactuado antes tendrán una capacidad
de ritmo más suave y que las personas con autismo tendrán una
capacidad de ritmo más reducida. Si estos dos elementos
confluyen, es decir, en una interacción entre dos autistas con un
largo historial de interacciones entre ellos, éste tendrá sus
propias características rítmicas específicas.
Hasta ahora, hemos discutido las capacidades de interacción, pero ¿qué pasa con la
construcción de sentido participativa?
¿Cómo es la toma de sentido participativa en el autismo?
Penny Stribling y sus colegas han estudiado el comportamiento y
el habla de los niños autistas en un contexto de interacción,
utilizando el análisis de la conversación. Uno de sus estudios
evalúa instancias de ecolalia, producidas por un niño con autismo
en una sola sesión de juego con un robot (Stribling y col.,
2005/2006). La ecolalia es la repetición de enunciados (propios o
ajenos), y a menudo se considera sin sentido y poco
comunicativo, y el consejo general es ignorarlo. Sin embargo,
Stribling demuestra que las repetidas declaraciones del niño
tenían una función de interacción. Repitió una frase que parecía
comunicativamente irrelevante debido a su contenido literal,
gritando "afirmaciones ortográficas" como "¡por favor tiene una
A!" Al tener una visión panorámica de la situación, es decir, al
estudiar el enunciado en su contexto interactivo, así como sus
características prosódicas, Stribling et al. descubrió que las
declaraciones supuestamente irrelevantes del niño eran de hecho
una protesta por perder el control sobre el robot y un intento de
recuperarlo. Sugieren esto porque, primero, Todas las instancias
de la expresión con eco que grabaron sucedieron cuando otra
persona estaba comenzando a jugar con el robot y, en segundo
lugar, la forma en que se hicieron las declaraciones tenía fuertes
similitudes prosódicas con la forma en que generalmente suena
una protesta (aumento de volumen y énfasis). Además de su
explicación, podemos agregar que el enunciado también podría
tener un significado intrínseco. Desde el punto de vista enactivo,
en el que un conocedor se auto-mantiene y se auto-organiza, se
puede proponer que el niño está autoafirmando su lugar en una
interacción en la que siente que algo le es quitado, al pronunciar
conocimiento. que tiene. Estos enunciados podrían ser una forma
de mantener la autonomía individual en una situación de
interacción.
Las dificultades para coordinar e interactuar en el autismo conducirán a
obstaculizar la creación de sentido participativa porque, como hemos visto,
la creación de sentido participativa es la coordinación interindividual de la
creación de sentido encarnada y situada. En lo que respecta a los nuevos
dominios de la toma de sentido que se generan en la interacción, es claro
ver que, si existen tales dificultades en la interacción autista como acabo de
describir, el rango de orientaciones, desde la coordinación unilateral (o
instructiva) de una persona en su individuo
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Encarnación y construcción de sentido en el autismo
del dominio cognitivo a la orientación mutua estrechamente acoplada de la
construcción de sentido, será difícil de lograr. Además, debido a la
experiencia de afecto negativo que resulta de fallas de coordinación más
frecuentes, las personas con autismo pueden buscar con menos frecuencia
la interacción social, lo que resulta en menos oportunidades para participar
en la construcción de sentido participativo.
Una de las propuestas de Hobson es que el pensamiento flexible se
desarrolla a partir del compromiso interpersonal afectivo y que, en el
autismo, las relaciones interpersonales obstaculizadas a lo largo del
desarrollo conducen a los problemas cognitivos del autismo, que se
caracterizan por la inflexibilidad del pensamiento, la falta de creatividad y
la comprensión literal y descontextualizada. (Vermeulen, 2001; Hobson,
2002). Del mismo modo, si, como proponeReddy (2003), las emociones
complejas autoconscientes se desarrollan a partir de las experiencias
interactivas tempranas de los bebés (en particular, la conciencia de ser el
objeto de la atención de otro), entonces una historia de interacciones no
fluidas debe impactar en el desarrollo y la comprensión de las emociones
sociales, como la vergüenza , orgullo y vergüenza.
En la presente propuesta, si la trayectoria de desarrollo de
la toma de sentido participativa se ve obstaculizada de
maneras específicas, entre otras en el área de la coordinación
interaccional, esto reforzará la falta de flexibilidad en el
pensamiento y en el manejo de las emociones
autoconscientes. Con el fin de especificar en detalle por qué
este es el caso, el presente trabajo debe ampliarse con una
línea de desarrollo. Por ahora, podemos concluir que, si hay
menos flexibilidad en el tiempo y la coordinación de la
interacción social, se impide la creación de nuevos dominios
de construcción de sentido que dependen de la participación
de otros. Es probable que la flexibilidad en ambas áreas esté
fuertemente relacionada, especialmente si existe una
interacción de desarrollo tan fuerte entre ellas.
Algunas implicaciones para la intervención y el diagnóstico.
Detrás de las dificultades de interacción de las personas con autismo
podríamos encontrar diferencias neurológicas y / o sensoriomotoras, pero
tales diferencias individuales no son suficientes para explicar de dónde
provienen las formas autistas específicas de dar sentido al mundo. La
comprensión social es un aspecto constitutivo de la cognición en general, y
en su base es verdaderamente interindividual (propongo que incluso las
habilidades personales que permiten la comprensión social mediante
observación remota dependen de habilidades y experiencias interactivas,
verDi Paolo y De Jaegher, 2012). Por lo tanto, las intervenciones para el
autismo, como las dificultades sociales, la cognición, el afecto y las
capacidades sensoriomotoras, deben prestar especial atención a la
coordinación interaccional, la capacidad rítmica y la creación de sentido
participativa (esta es la base de, por ejemplo, la musicoterapia y la danza y
el movimiento corporal). intervenciones,Wigram y Gold, 2006; Samaritter y
Payne, 2013). Este es el contexto que ofrece la mejor interpretación de los
factores neurológicos y otros factores individuales.
Poner las cosas en el contexto rítmico e interactivo apropiado no
es una novedad para muchos padres, cuidadores, maestros y amigos
que motivan, se adaptan e involucran exitosamente a sus compañeros
autistas. Tal es el caso de enfoques como la Intervención para el
desarrollo de relaciones (Gutstein y Sheely, 2002), o interacción
intensiva (Caldwell, 2006) y similares. La esencia de estos enfoques es
introducir al niño en formas flexibles
Marzo de 2013 | Volumen 7 | Artículo 15| 13
De Jaegher Encarnación y construcción de sentido en el autismo

interacciones con el mundo social y "no social" en entornos lúdicos. En el
corazón de la Intervención para el desarrollo de las relaciones se encuentra
la idea de que las personas con autismo tienen problemas con la
inteligencia dinámica, pero no con la estática. Se ha sugerido
anteriormente que las personas con autismo son buenas en la cognición
de estilo científico, pero tienen una inteligencia de conocimiento menos
adaptativa, comprometida (Kanner, 1973; Baron-Cohen, 2002, 2003). El
desarrollo de la flexibilidad en la interacción puede ayudar al desarrollo de
la flexibilidad y la creatividad en el comportamiento y el pensamiento en
general, como también predice el presente trabajo, en línea con las ideas
de Hobson (Hobson, 2002) y mejorar el apoyo diario, las amistades y las
relaciones amorosas.
CONCLUSIÓN
En este artículo, he analizado el autismo a través de una lente enactiva para
ayudar a integrar los diversos aspectos del autismo que hasta ahora se han
examinado de forma aislada. A diferencia de la búsqueda de una raíz común o
factores causales clave, la enacción se esfuerza por lograr una imagen coherente
del autismo, al tiempo que adopta una multicausalidad compleja y no lineal. En
este esfuerzo, dos elementos a los que me propuse hacer justicia son la
experiencia del autismo, tanto la de las personas con autismo como la de
quienes interactúan con ellos, y las diferencias de encarnación que parecen estar
presentes en el autismo.
Sugiero que las personas con autismo entienden el mundo de manera
diferente y que, en el ámbito social, pueden participar de manera diferente en la
construcción de sentido con los demás.
Esto conduce a las siguientes consideraciones metodológicas. Si
basamos la investigación del autismo en la pregunta de por qué algo
significa algo para alguien, podemos conectar los estilos autistas de
dar sentido con formas particulares de moverse, percibir y emocionar.
Las hipótesis basadas en un enfoque orientado al sujeto de la
cognición y la mente en el autismo podrán conectar mejor los
elementos que hasta ahora han permanecido desconectados. Por
ejemplo, propuse que intereses restringidos y repetitivos
Los comportamientos, si se les da un lugar en las acciones e interacciones
de las personas con autismo, pueden ayudarlos, entre otras cosas, a
mejorar su flexibilidad social. Sugerí que se necesita un tratamiento
enfocado de un sorprendente punto ciego en la investigación del autismo:
el proceso de interacción social en sí. Una vez que hagamos eso, podremos
comprender mejor tanto las dificultades como las capacidades que tienen
las personas con autismo en este dominio. Los comportamientos que
parecen irrelevantes pueden adquirir importancia en el contexto de la
interacción social. Para comprender esto, debemos abandonar el
individualismo incorpóreo.
He insinuado las posibles cuestiones de desarrollo que pueden
surgir al considerar factores tanto subjetivos como interactivos. Esta
es una de las direcciones en las que se necesita más trabajo. Otra
dirección abierta de este tipo es extraer más implicaciones para el
diagnóstico, la terapia y las intervenciones.
Éticamente, el enfoque presentado aquí no es uno de laissez faire.
Por el contrario, es uno que parte deademás tomar en serio la
perspectiva y subjetividad de las personas con autismo mismas, de
una manera coherente, integral y basada en principios. Es entonces
cuando podemos esperar poder construir puentes que estén bien
informados por experiencias autistas y no autistas.
EXPRESIONES DE GRATITUD
Me gustaría agradecer a Ezequiel Di Paolo, Miriam Kyselo,
Thomas Fuchs, Shaun Gallagher, Steve Torrance, Sanneke de
Haan, Mieke Koppers, Luc De Jaegher, los revisores y el editor por
sus invaluables sugerencias y la experiencia compartida. Este
trabajo cuenta con el apoyo de la Red de Formación Inicial Marie-
Curie “TESIS: hacia una ciencia encarnada de la
intersubjetividad” (FP7-PEOPLE-2010-ITN, 264828); Beca Marie-
Curie “INDYNAUTS, Dinámica de interacción y autonomía en la
cognición social” (FP7- PEOPLE-2009-IEF, 253883), y del proyecto
del Gobierno español: El concepto de autonomía en bioética e
investigación biomédica, MICINN (FFI2008-06348- C02-02 / FISO).

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Marzo de 2013 | Volumen 7 | Artículo 15| 18
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Declaracion de conflicto de interes:
El autor declara que la investigación
se llevó a cabo en ausencia de relaciones
comerciales o financieras que pudieran
interpretarse como un posible conflicto
de intereses.
Recibido: 30 de noviembre de 2012; papel
pendiente de publicación: 03 de enero de 2013;
aceptado: 6 de marzo de 2013; publicado en línea:
26 de marzo de 2013.
Cita: De Jaegher H (2013) Encarnación y
creación de sentido en el autismo. Parte
delantera. Integr. Neurosci.7:15. doi:
10.3389 / fnint.2013.00015Copyright ©
2013 De Jaegher. Este es un artículo de
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Marzo de 2013 | Volumen 7 | Artículo 15| 19