Una buena filosofía empresarial describe con éxito los valores,
creencias y principios rectores de una empresa. Crear una filosofía requiere tiempo y diligencia por parte de los líderes empresariales.
Al redactar la filosofía, los líderes deberían preguntarse: ¿cuál es la
naturaleza de mi negocio?, ¿quiénes son mis clientes?, ¿cuáles valores son importantes para mí? y ¿cuál es mi visión general para la empresa? Las respuestas a estas preguntas formarán la base de una sólida filosofía empresarial. Preguntas fundamentales A continuación algunas preguntas que se pueden hacer para tener clara la filosofía de una empresa:
¿La gente primero o los beneficios primero?
¿Se valora la lealtad o se valora la competencia? ¿Los empleados primero o los clientes primero? ¿Enfocarse en dar o enfocarse en recibir? ¿Hacer lo que sea mejor para el cliente o hacer lo que se necesite para hacer la venta? ¿Ser generoso con los salarios o pagar lo menos que pueda ser posible? ¿Ser justo y razonable o buscar resultados a toda costa? ¿Transparencia o solamente necesidad de saber? La verdad es que no hay respuestas correctas o incorrectas para las preguntas anteriores; todo depende de la filosofía empresarial.
La forma en que se respondan estas preguntas determinará la
trayectoria a largo plazo de la empresa, el tipo de empleados que se atraerán, el tipo de clientes que se retendrán y la cantidad de ingresos y beneficios que se ganarán.