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explicar que son, como se hacen, como se producen,proposito en dónde, etc LISTO
alimentos transgénicos en el mundo: ee.uu, y algunos más
cuales cultivan y cómo *no muy extenso*
alimentos transgénicos en argentina LISTO
cuales cultiva, como LISTO
ley de aprobación de los mismos LISTO
opinión personal
3 ……………………………………………………………………..
10 ……………………………………………………………………
18 ………………………………………………………………... Conclusión
19 ………………………………………………………………... Bibliografía
La genética es un tema que conlleva varias ramas y temáticas muy
interesantes, pero cuando se trata de los alimentos es muy extensa y variada
lo cual me llamó la atención para analizar en profundidad. En la actualidad,
varios de los países actuales producen alimentos transgénicos y toda la
población los consume, a excepción de aquellos que consuman orgánicos o
tengan una huerta.
Antes de ver cuáles son y qué países los producen, definiremos qué son,
cómo se producen y qué recaudos y cuidados se deben tomar al producir
este tipo de producción.
GENERAL
Los alimentos genéticamente modificados (GM) tienen un ADN modificado usando genes de
otras plantas o animales. Los científicos toman el gen de un rasgo deseado de una planta o
animal e insertan ese gen dentro de una célula de otra planta o animal.
Funciones
La ingeniería genética se puede realizar con plantas o bacterias y otros microorganismos muy
pequeños. La ingeniería genética permite a los científicos pasar el gen deseado de una planta o
animal a otro. Los genes también pueden pasarse de un animal a una planta, y viceversa. Otro
nombre para esto es organismos genéticamente modificados u OGM.
El proceso para crear alimentos GM (transgénicos) es diferente a la cría selectiva. Esta involucra
la selección de plantas o animales con los rasgos deseados y su crianza. Con el tiempo, esto
resulta en la descendencia con los rasgos deseados.
Uno de los problemas con la crianza selectiva es que también puede resultar en rasgos que no
son deseados.
Con la cría selectiva, todos los rasgos del animal o la planta pasan a sus
descendientes. Pero eso implica también que se genera mucha “basura”, es
decir características que no interesan, y hay que repetir y repetir hasta obtener
lo buscado.
Los alimentos transgénicos son aquellos que han sido producidos a partir de un organismo
modificado mediante ingeniería genética y al que se le han incorporado genes de otro organismo
para producir las características deseadas.
La mejora de las especies que serán usadas como alimento ha sido un motivo común en la
historia de la Humanidad. Entre el 12 000 y 4000 a. C. ya se realizaba una mejora por selección
artificial de plantas. Tras el descubrimiento de la reproducción sexual en vegetales, se realizó el
primer cruzamiento intergenérico (es decir, entre especies de géneros distintos) en 1876. En
1909 se efectuó la primera fusión de protoplastos,4y en 1927 se obtuvieron mutantes de mayor
productividad mediante irradiación con rayos X de semillas. En 1983 se produjo la primera
planta transgénica.5En estas fechas, unos biotecnólogos logran aislar un gen e introducirlo en
un genoma de la bacteria Escherichia coli (E. Coli).6Tres años más tarde, en 1986, Monsanto,
empresa multinacional dedicada a la biotecnología, crea la primera planta genéticamente
modificada. Se trataba de una planta de tabaco a la que se añadió a su genoma un gen de
resistencia para el antibiótico Kanamicina. Finalmente, en 1994 se aprueba la comercialización
del primer alimento modificado genéticamente, los tomates Flavr Savr, creados por Calgene,
una empresa biotecnóloga.7A estos se les introdujo un gen antisentido con respecto al gen
normal de la poligalacturonasa, enzima que provoca la degradación de las paredes celulares en
los frutos maduros, de manera que el fruto aguanta más tiempo sin estropearse una vez
cosechado, y tiene mayor resistencia a los daños por su manipulación, como rasguños o golpes.
Pero pocos años después, en 1996, este producto fue retirado del mercado de productos
frescos, en gran medida a causa de su insipidez, y también porque, aún sin descomponerse,
acababa resultando poco apetecible, con una piel blanda, un sabor extraño y cambios en su
composición. Estos tomates se siguen usando para la elaboración de conservas y zumos.8
Los alimentos transgénicos son organismos que poseen en su
composición uno o varios genes diferentes de los que se les atribuyen
en un principio. Mediante técnicas de biotecnología, se pueden utilizar
genes extraídos de seres vivos, modificados en laboratorios y
reintroducidos en el mismo u otro organismo. Técnicamente se conocen
como Organismos Modificados Genéticamente (OMG) y su objetivo es
dotar a estos organismos de cualidades especiales de las que
carecerían. De este modo, las plantas transgénicas pueden sobrevivir a
plagas, aguantar mejor las sequías, o resistir el efecto de algunos
herbicidas.
Por lo tanto, todos los transgénicos son OGM, pero no todos los OGM
son transgénicos.
De forma simplificada, se puede afirmar que las técnicas clásicas de
mejora de plantas se basan en los cruzamientos y la selección de las
mejores variedades. En cambio, la ingeniería genética permite el
aislamiento de un gen, la caracterización y el manejo en el
laboratorio, así como su introducción en el genoma de otro ser vivo. De
esta manera se puede afinar mucho más en la consecución de las
características deseadas.
Hoy en día, gracias a la biotecnología se puede transferir un gen de un
organismo a otro para dotarle de alguna cualidad de la que este último
carece. En el caso de las plantas agrícolas, el objetivo puede ser lograr
que aguante mejor las sequías, sean resistentes a un herbicida o a
insectos, tengan un mayor contendio de alguna vitamina...
ARGENTINA
Para poder ser adoptados por los agricultores, los cultivos transgénicos deben tener la
aprobación de las autoridades regulatorias correspondientes. La autorización para la
comercialización de un cultivo transgénico en Argentina está a cargo de las
autoridades del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca, y se basa en los informes
técnicos elaborados por tres Direcciones y sus Comisiones Asesoras. Se evalúa que
los cultivos transgénicos y sus productos sean seguros para el consumo, tanto humano
como animal, que sean seguros para el ambiente, y que no tengan un potencial
impacto negativo en las exportaciones.
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Hoy en día, los principales cultivos transgénicos sembrados en Argentina son soja,
maíz y algodón con distintas combinaciones de tolerancia a herbicidas y resistencia a
insectos. Como hace más de una década, prácticamente el 100% de la superficie de
soja en Argentina se siembra con variedades transgénicas tolerantes a herbicidas. En
el norte del país, donde la presión de insectos plaga es muy elevada, una proporción
importante de las variedades de soja sembradas combinan la tolerancia a herbicidas
con la resistencia a insectos. Para el caso del maíz, más del 97 % de la superficie se
siembra con maíz transgénico. La mayoría corresponde a híbridos con características
combinadas de tolerancia a herbicidas y resistencia a insectos y una fracción muy
menor a híbridos con tolerancia a herbicida o resistencia a insectos por separado. En
algodón, prácticamente el 100% de la superficie sembrada corresponde a variedades
transgénicas con características combinadas de resistencia a insectos y tolerancia a
herbicidas.
CRITERIOS PARA LA EVALUACIÓN DE
TRANSGÉNICOS
BENEFICIOS Y CONSECUENCIAS
Los productos de alimentación que han sido modificados genéticamente para tener ciertas
propiedades especiales son objeto de debate desde su aparición, hay quienes lo aprueban y
quienes están en contra. La guerra entre científicos y ambientalistas/activistas persiste
todavía en la actualidad sobre que posición tomar ante esta problematica.
A favor
> Los cultivos están protegidos frente a virus, insectos y malas hierbas.
> Los frutos son más resistentes, duraderos o incluso más nutritivos.
> Los hay preparados para desarrollarse en zonas estériles o de sequía donde
hasta ahora era prácticamente imposible plantar.
En contra
No se sabe aún si estas nuevas especies son más invasivas que las
convencionales y por lo tanto pueden alterar seriamente al ecosistema. Ponen
en peligro la biodiversidad porque se eliminan organismos de la naturaleza.
Para esta última los cientificos Se ha postulado el papel de los alimentos transgénicos
en la difusión de la resistencia a antibióticos, pues la inserción de ADN foráneo en las
variedades transgénicas puede hacerse (y en la mayoría de los casos se hace) mediante la
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inserción de marcadores de resistencia a antibióticos. No obstante, se han desarrollado
alternativas para no emplear este tipo de genes o para eliminarlos de forma limpia de la variedad
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final y, desde 1998, la FDA exige que la industria genere este tipo de plantas sin marcadores
en el producto final
> Según Greenpeace un estudio de laboratorio con ratas detectó que estas se
reproducían menos si eran alimentadas con transgénicos.
Se han aprobado más de cien cultivos transgénicos para consumo tanto humano como animal
en un lapso de 15 años, y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, son tan seguros
como los convencionales.
Por otro lado, la práctica de modificar genéticamente las especies para uso del hombre,
acompaña a la humanidad desde sus orígenes (ver domesticación), por lo que los sectores a
favor de la biotecnología esgrimen estudios científicos para sustentar sus posturas, y acusan a
los sectores anti-transgénicos de ocultar o ignorar hechos frente al público.17
Por su parte, los científicos resaltan que el peligro para la salud se ha estudiado
pormenorizadamente en todos y cada uno de este tipo de productos que hasta la fecha han
obtenido el permiso de comercialización y que sin duda, son los que han pasado por un mayor
número de controles.18
La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) por su parte
indica con respecto a los transgénicos cuya finalidad es la alimentación:19
Sus detractores, por otro lado, apuntan a que el uso de estos productos se ha
generalizado en muy poco tiempo sin que se pueda comprobar si los alimentos
transgénicos tienen consecuencias a largo plazo. Juan Felipe Carrasco, ingeniero
agrónomo que encabezó en 2010 una campaña de Greenpeace contra los
transgénicos, es uno de los muchos opositores a este tipo de alimentos debido al
impacto medioambiental y la pérdida de biodiversidad que suponen.
Uno de los mayores argumentos en contra del uso de transgénicos no se refiere a los
transgénicos en sí mismos, sino al modo de uso de los mismos: estos productos no
generan semillas viables por lo que se pone a los agricultores en una situación de
dependencia total frente a los suministradores, generalmente grandes empresas
multinacionales que controlan qué, cómo y cuánto se produce. Mientras que
muchos proclaman que los alimentos transgénicos serán capaces de alimentar a toda la
población mundial, otros señalan que, verdaderamente, el problema del hambre en el
mundo es de distribución, no de tecnología: hay comida para todos, pero está mal
repartida.
Los principales cultivos que se producen son cuatro: maíz, soja, colza y algodón.
Ninguno de ellos se destina a la alimentación directa de las personas, sin embargo
terminan en nuestra alimentación, ya que se destinan a piensos para animales,
además de contar con otros usos industriales como agrocombustibles, textiles, etc.
No existen evidencias científicas de que los alimentos transgénicos sean
inocuos para la salud humana o el medio ambiente.
. No se han observado efectos en la salud humana como resultado del consumo de dichos alimentos
por la población general en los países donde éstos han sido aprobados.
A priori, no puede considerarse que un alimento, por el solo hecho de ser transgénico, deba
considerarse perjudicial o ventajoso, dañino o inocuo. Como mencionáramos más arriba, cada
organismo genéticamente modificado es analizado con rigor antes de su salida al mercado. La
evaluación de la inocuidad de un OGM se sustenta en el concepto de equivalencia sustancial, que
consiste en determinar similitudes y diferencias entre el alimento nuevo (OGM) y el producto
“homólogo convencional”, ya sea en relación a la presencia de sustancias tóxicas o de nutrientes. El
co
CONCLUSIÓN
Los organismos genéticamente modificados (OGM) se han encontrado con
una enorme oposición pública en las últimas dos décadas. Muchos creen
que los transgénicos son malos para su salud —incluso venenosos— y que
dañan el ambiente. Esto ocurre a pesar de la abrumadora evidencia
científica que demuestra que los OGM son seguros como alimentos, y que
traerán beneficios ambientales al hacer que la agricultura sea más
sostenible. ¿Por qué hay tal discrepancia entre lo que la ciencia dice sobre
los OGM y lo que piensa la gente?
Las consecuencias de la ingesta de alimentos obtenidos de cultivos transgénicos siguen siendo poco conocidas,
rodeadas de opiniones muy polarizadas y de falta de transparencia en la información gubernamental.
"También hay estudios que reportan una afectación en los óvulos y en los
espermatozoides", afirma.
es así como la desinformación a veces se apodera de las sociedad y nos impide avanzar.
Pues no estoy de acuerdo con un etiquetado violento como los mostrados, pero al menos me
gustaría saber qué es lo que estoy consumiendo o bien decidir si lo consumo o no, tengo ese
derecho. Del mismo modo como me advierten si este producto contiene gluten o fenilalanina u
otra sustancia en particular, también podría saber si es transgénico o no.
Con respecto a las escasas divergencias que puede haber entre los
investigadores, Puigdomènech recuerda que "también hay quienes niegan
que el cambio climático ha sido provocado por el hombre o incluso los que
ponen en duda que el tabaco provoca cáncer, sin embargo, esa no es la
opinión mayoritaria de la comunidad científica".
Bibliografía
La Vanguardia
Wikipedia
Alimentos Argentinos
ArgenBio
Cuidate Plus
Orgánico Argentina
Ecologistas en acción
Argentina.gob
MedLine Plus
Mundo Deportivo
Tierra.org