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El caso Radilla tuvo un gran impacto en el sistema jurídico mexicano, tanto por haber sido

el primer caso significativo en el que la Corte IDH condena al Estado mexicano, como por
contener órdenes para que en México se realicen cambios estructurales de gran
importancia para la vida pública del país.

En primer lugar, al ser el caso Radilla el primer caso en que la Corte IDH condena al Estado
mexicano por violaciones graves a derechos humanos, ordenando una serie de medidas
de reparación en concordancia con la gravedad de las violaciones, las autoridades
mexicanas se vieron forzadas a establecer criterios para el cumplimiento de esta sentencia
y de otras sucesivas que se emitan por parte de la Corte IDH.

Los Derechos Violados

La Corte Interamericana de Derechos Humanos en la Sentencia de la sobre el caso del Sr.


Rosendo Radilla Pacheco Vs. Estados Unidos Mexicanos, en su apartado de resolutivos,
establece que:

“El Estado es responsable de la violación de los derechos a la libertad personal, a la


integridad personal, al reconocimiento de la personalidad jurídica y a la vida, consagrados
en los artículos 7.1, 5.1, 5.2, 3 y 4.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, en relación con la obligación de respetar y garantizar contenida en el artículo
1.1 de la misma y con los artículos I y XI de la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada de Personas, en perjuicio del señor Rosendo Radilla Pacheco, en los
términos de los párrafos 120 a 159 de la presente Sentencia.

“El Estado es responsable por la violación del derecho a la integridad personal consagrado
en los artículos 5.1 y 5.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en
relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las señoras Tita y Andrea, y del
señor Rosendo, todos de apellidos Radilla Martínez, en los términos de los párrafos 160 a
172 de la presente Sentencia.

“El Estado es responsable por la violación de los derechos a las garantías judiciales y a la
protección judicial, reconocidos en los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, en relación con los artículos 1.1 y 2 de la misma y los artículos I
incisos a), b) y d), IX y XIX de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas, en perjuicio de las señoras Tita y Andrea, y del señor Rosendo, todos de
apellidos Radilla Martínez, en los términos de los párrafos 173 a 314 de la presente
Sentencia.

“El Estado incumplió el deber de adoptar disposiciones de derecho interno establecido en


el artículo 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con los
artículos I y III de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas,
respecto de la tipificación del delito de desaparición forzada de personas, en los términos
de los párrafos 315 a 324 de la presente Sentencia.”

HECHOS

El 25 de agosto de 1974 fue desaparecido por los militares. Eran los tiempos de la Guerra
Sucia, la cual fue una política de terrorismo del Estado mexicano encaminada a detener,
torturar, desaparecer y ejecutar a todo aquel que manifestara su apoyo a los movimientos
de reividicación campesina en las décadas de 1960 y 1970, principalmente en el estado de
Guerrero. Durante esos años, cientos de activistas sociales fueron víctimas de tortura,
ejecuciones y desaparición forzada. Estas violaciones a los derechos humanos continúan
en total impunidad.

Rosendo viajaba en autobús con su hijo, cuando un retén militar de la Secretaría de la


Defensa Nacional (SEDENA) detuvo al camión. Uno de los militares lo reconoció y no le
permitió continuar su viaje. Se lo llevaron preso al ex Cuartel Militar de Atoyac de
Álvarez… donde fue visto por última vez, hasta la fecha no se sabe aún de su paradero.

Desde el momento de la desaparición forzada, su familia inició su búsqueda por el ex


cuartel, las oficinas de los gobiernos locales y las cárceles del estado de Guerrero y la
Ciudad de México. No fue hasta la década de 1990, que pudieron realizar una denuncia
formal ya que el contexto de Guerra Sucia lo hizo imposible. Desde entonces hasta ahora,
2020, han tramitado seis denuncias penales ante distintas instancias, pero todavía no
obtienen resultados por parte del Estado mexicano.

15 de noviembre de 2001

Familiares y organizaciones presentan una petición por la desaparición forzada de


Rosendo Radilla ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

12 de octubre de 2005

La CIDH emite el Informe de Admisibilidad No. 65/05, por el que admitió a trámites el
caso.

27 de julio de 2007

Durante el 128º Periodo Ordinario de Sesiones, la CIDH escuchó las posiciones de las
partes y aprobó el Informe de Fondo No. 60/07

15 de marzo de 2008

La CIDH demanda al Estado mexicano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos


(CoIDH) por la falta de respuesta efectiva al cumplimiento de las recomendaciones
emitidas en el Informe de Fondo.

6 de julio de 2009

Se realiza la Audiencia de las partes ante la CoIDH

23 de noviembre de 2009

La CoIDH emite una sentencia condenatoria contra el Estado mexicano por la violación a
los derechos al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la vida, a la integridad
personal, a la libertad personal, a las garantías judiciales y a la protección judicial de
Rosendo Radilla debido a la desaparición forzada cometida por elementos militares, de la
cual es víctima. Esto en conexión con la obligación de respetar los derechos, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada.

Logros

Avances en las garantías de no repetición. El caso Radilla tuvo un gran impacto en el


sistema jurídico mexicano y propició avances significativos en materia de derechos
humanos:

Es la primera sentencia por violaciones a derechos humanos en contra del Estado


mexicano.

Obligó a la discusión y a la posterior reforma al Código de Justicia Militar para que los
casos de violaciones a derechos humanos en los que estén involucrados civiles sean
resueltos en jurisdicción civil, y no en militar.

Promovió la fijación de criterios de interpretación en materia de derechos humanos, que


culminaron con la aprobación de una reforma constitucional en el 2011.

La reforma constitucional de 2011 otorgó estatus constitucional a los derechos humanos


contenidos en tratados internacionales, lo que ha ampliado y fortalecido la exigibilidad de
los derechos humanos, potenciando así las herramientas y capacidades de la sociedad civil
para la defensa de sus intereses y la denuncia de los actos y omisiones de funcionarios
públicos en México.

Impulsó la adecuada tipificación del delito de desaparición forzada de personas.

Es un fundamento para exigir a la fiscalía general de la República la expedición de copias


de las averiguaciones previas a favor de las víctimas.

FUENTE: https://cmdpdh.org/casos-paradigmaticos-2-2/casos-defendidos/rosendo-radilla-
pacheco/

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