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INSTITUTO PARROQUIAL D-245 “SAN ALBERTO HURTADO”

ECOLOGIA

TEMA: Ciclo del Agua

DOCENTE: Maria Paula Furlan

ESTUDIANTE: Gonzalez Montalvan Joaquin, Barreto Evelin, Gaggero Francisco y

Soltermann Micaela

AÑO: 6to

Ciclo del agua


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El ciclo del agua o ciclo hidrológico es el proceso permanente de transformación y circulación
del agua en la naturaleza. Durante este proceso, el agua pasa por diferentes estados físicos:
sólido, líquido y gaseoso.

Los procesos involucrados en el ciclo del agua son la evaporación, la condensación, la


precipitación, la infiltración y la transpiración.

El agua en la naturaleza es indispensable en el mantenimiento de la vida. Se encuentra


distribuida en la naturaleza en los ríos, mares, lagos, océanos, glaciares y acuíferos
subterráneos.

El ciclo del agua en la naturaleza es fundamental en:

 El mantenimiento de la vida en el planeta tierra;


 La variación del clima y
 El nivel de ríos, lagos mares y océanos.

Fases del ciclo del agua

El ciclo del agua se compone de cinco etapas o fases: evaporación, condensación,


precipitación, infiltración y transpiración.

Evaporación
El calor irradiado por el sol calienta el agua de los ríos, lagos, mares y océanos produciéndose
el fenómeno de evaporación. En este momento se produce la transformación del agua en
estado líquido a estado gaseoso y se desplaza de la superficie de la tierra hasta la atmósfera.

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Condensación

Al enfriarse el vapor de agua en la atmósfera forma pequeñas gotas, que se agrupan y originan
las nubes y neblinas. Este proceso de transformación del agua de estado gaseoso a líquido se
conoce como condensación.
Precipitación

Cuando hay mucha agua condensada en la atmósfera se inicia el proceso de precipitación , que
no es más que la caída del agua en forma de lluvia, nieve o granizo dependiendo de la
temperatura ambiental de las regiones. La nieve y el granizo es el agua de la atmósfera
convertida a su estado sólido

Infiltración

Cuando la precipitación llega a la superficie de la tierra, parte de esa agua se filtra a través del
suelo y alimenta los depósitos subterráneos de agua por infiltración.

Transpiración
Las plantas absorben el agua, bien sea de los depósitos acuíferos o de la precipitación, y luego
de usarla, la liberan nuevamente a la atmósfera por medio del proceso de transpiración. El

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agua también se puede evaporar y percolar por el suelo para abastecer a los ríos, que
desembocan en mares y océanos, reiniciando todo el proceso del ciclo del agua.

Importancia del agua


El agua representa el 80% de la composición de la mayoría de los organismos e interviene
masiva y decisivamente en la realización de sus procesos metabólicos; asimismo, desempeña
un importante papel en la fotosíntesis de las plantas y sirve de hábitat a una gran parte de los
seres vivos.

AGUA EN LA NATURALEZA:

El agua se encuentra en la Naturaleza en estado sólido en los casquetes polares y en las nieves,
líquido en los océanos y en las aguas continentales, vapor en la atmósfera . En conjunto forma
la Hidrosfera. El volumen de agua en la Tierra es aproximadamente de 1.500 millones de km3.

LA IMPORTANCIA DEL AGUA EN LAS PLANTAS

Las plantas son un 90% agua. El agua es transportada por toda la planta de manera casi
continua para mantener sus procesos vitales funcionando.

El agua es el compuesto de mayor importancia para las plantas, ya que todos los procesos
fisiológicos de los vegetales requieren la presencia de este líquido. Pero, ¿qué es lo que hace a
esta molécula tan especial para las plantas?

El agua se conoce como "el disolvente universal". Esto se debe en gran parte a que la molécula
de agua es polar: una parte de ella es parcialmente positiva y la otra parte es negativa; esta
característica le permite al agua disolver otras moléculas polares como sales minerales y
carbohidratos simples, sustancias indispensables en la nutrición de las plantas.

•La alta capacidad calorífica y el alto calor de vaporización del agua ayudan a que la energía
calórica de las plantas pueda disiparse en la evaporación y permiten que las plantas puedan

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tolerar los cambios de temperatura y a que su organismo se enfríe para mantener una
temperatura estable y constante.

•El agua tiene la propiedad de adherirse a diversas superficies. Esto hace posible que, dentro
de la planta, el agua se adhiera al tejido vascular, permitiendo que el líquido y los nutrientes
lleguen a todos los órganos vegetales.

•Las moléculas del agua se unen entre sí. Esta propiedad, denominada cohesión es, junto con
la propiedad de adhesión, las responsables de que dentro de los tallos de las plantas se
puedan mantener columnas de agua y nutrientes.

•La mayor parte del agua que utilizan las plantas es absorbida de manera pasiva por el sistema
radical vía ósmosis; es decir, sin gasto de energía metabólica.El sistema radical consta de
múltiples raíces individuales de distintas edades. En las raíces por lo general hay una gran
cantidad de pelos absorbentes que incrementan la superficie de absorción.

•La transpiración es la fuerza que impulsa la absorción del agua, ya que crea una fuerza de
succión que bombea el agua al interior de la raíz.

La evapotranspiración incluye dos etapas: la evaporación del agua en la hoja y la difusión del
vapor de agua hasta el exterior a través de los estomas. La cantidad de agua que transpira una
planta varía según la especie y el hábitat; por ejemplo, una sola planta de maíz puede perder
cerca de 200 kg de agua por transpiración en toda su vida. Entre un 50 y un 85 por ciento de la
lluvia que cae en un terreno con vegetación vuelve a la atmósfera por la transpiración de las
plantas.

EL AGUA EN EL CUERPO HUMANO

Tras ser ingerida, el agua es absorbida por el tracto gastrointestinal, después de pasar por el
estómago, es absorbida principalmente en los primeros segmentos del intestino delgado, el
duodeno y el yeyuno. Una pequeña parte de toda la absorción de agua se produce en el
estómago y el colon (Shaffer y Thomson 1994): el intestino delgado absorbe 6,5L/día, mientras
que el colon absorbe 1,3L/día. Estas cantidades corresponden al agua ingerida a diario, además
del agua producida por las secreciones de las glándulas salivales, el estómago, el páncreas, el
hígado y el propio intestino delgado (Zhang et al. 1996). El proceso de absorción es muy
rápido: un estudio publicado recientemente demostraba que el agua ingerida aparece en el
plasma y las células de la sangre tan sólo cinco minutos después de ser ingerida (Peronnet et
al. 2012).

El agua pasa desde el lumen intestinal al plasma principalmente mediante un transporte


pasivo, regulado por gradientes osmóticos. A continuación, las moléculas de agua son
transportadas por la circulación sanguínea para ser distribuidas por todo el cuerpo, a los
líquidos intersticiales y a las células.

El agua se mueve libremente por el compartimiento intersticial y se desplaza a través de las


membranas de las células por unos canales específicos de agua, las acuaporinas. Los
intercambios de líquidos entre compartimentos están regulados por presión osmótica e

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hidrostática, y flujos de agua de acuerdo con los cambios en la osmolaridad de los líquidos
extracelulares (Marieb y Hoehn 2007).

La reserva de agua corporal se renueva a una velocidad que depende de la cantidad de agua
ingerida: cuanto más bebe una persona, más rápido se renueva el agua corporal. Para un
hombre que beba 2L de agua al día, una molécula de agua permanece en el cuerpo 10 días de
media, y el 99% de la reserva de agua corporal se renueva en 50 días (Peronnet et al. 2012).

La renovación del agua corporal es determinada por el agua ingerida, que reemplaza las
pérdidas constantes que afronta el cuerpo. Esto permite mantener el equilibrio hídrico
corporal. El agua representa de media el 60% del peso corporal en hombres adultos. Sin
embargo, este porcentaje se reduce según la masa corporal magra.

La mayoría de los órganos y tejidos contiene más de un 70% de agua: la sangre y los riñones se
componen en un 83% de agua, y los músculos, en un 76%. Sin embargo, el tejido adiposo
contiene sólo un 10% de agua.

La cantidad de agua y minerales en los cuerpos celulares y en los organismos debe ser
perfectamente equilibrada. Esa ponderación de correctas proporciones de sales (sodio,
potasio, calcio y magnesio) y agua es denominada equilibrio hidrosalino. Además, desempeñan
numerosas funciones de relevante importancia en la vida de la célula. Este equilibrio es un
factor clave para el mantenimiento de la homeostasis. La homeostasis se entiende aquí como
la característica de un ser vivo para mantenerse en una condición estable y constante.

La caída del contenido de agua en las células y en el cuerpo, por debajo de un cierto límite,
crea un desequilibrio hidrosalino, con repercusiones en los mecanismos osmóticos y en la
estabilidad físico-química (homeostasis). Eso caracteriza la deshidratación y pone en riesgo la
vida de la célula y del organismo. El agua se obtiene a través de la ingestión de alimentos
sólidos o pastosos, de líquidos y del agua misma.

Algunos animales nunca beben agua, la obtienen únicamente a través de los alimentos. Al final
de las reacciones de síntesis de proteínas, lípidos e hidratos de carbono, bien como al final del
proceso respiratorio y de la fotosíntesis, ocurre la formación de moléculas de agua. Por eso, el
contenido de agua en el citoplasma es proporcional a la actividad celular. En los tejidos
muscular y nervioso su proporción es del 70 al 80%, mientras que en el tejido óseo es de cerca
del 25%. Además de la actividad de la célula o tejido, el contenido de agua en un organismo
depende de cada especie.

En las medusas, su proporción puede alcanzar el 98%; en los moluscos es poco mayor al 80%;
en la especie humana varía entre el 60 y el 70%. La relación de agua también varía con la edad
del individuo. En los embriones, la cantidad de agua es mayor que en los adultos.

CONTAMINACION DEL AGUA

El planeta nos recuerda de forma cada vez más frecuente que sin agua no hay vida, por
ejemplo a través de sequías cada vez más extremas que ponen en jaque el acceso al agua
potable en diferentes lugres del mundo. Los diferentes tipos de contaminación del agua

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suponen el empeoramiento de la calidad de este valioso recurso y por tanto, una amenaza
para la salud del planeta.

Desgraciadamente, agua y contaminación son dos palabras íntimamente relacionadas como


consecuencia de la actividad humana. Los tipos de contaminación del agua que tienen su
origen en los seres humanos son, además, muy variados.

El agua se contamina a través de los medicamentos que tiramos por el retrete o el aceite que
vertimos por el fregadero. Los residuos que se arrojan al mar o los ríos, son otro ejemplos.
También lo son los micro plásticos, cuyas concentraciones en el mar están aumentando de
manera acelerada. Y es que cada año, 8 millones de plásticos acaban en el mar alterando la
vida de los ecosistemas que viven en ellos, según datos de la ONU.

Precisamente, este organismos internacional define la contaminación del agua como aquella
que sufre cambios en su composición hasta quedar inservible. El agua contaminada supone la
imposibilidad de uso humano de este recurso tan valioso. Este deterioro supone un grave
peligro para el planeta y no hace más que exacerbar la pobreza entre los más vulnerables.

Principales causas de la contaminación en el agua

Vertido de contaminantes en el agua: estos pueden proceden de la producción industrial o


incluso de los deshechos de basuras que generamos en nuestro día a día. Uno de los retos a los
que nos enfrentamos en la actualidad es la contaminación por microplásticos.

El calentamiento global altera el equilibrio de los océanos. Uno de los efectos de esto es la
pérdida de oxigeno en el agua que pone en peligro la existencia de la biodiversidad.

La deforestación es otra de las principales causas de la contaminación en el agua. Uno de los


efectos más nocivos de la tala de arboles es aparición de sedimentos que tienen como fin el
agua de os océanos y ríos provocando que su calidad sea perjudicial para el planeta

Aguas fecales: La Organización de Naciones Unidas alerto de que más del 80% de las aguas
residuales llegan a mares y océanos están sin depurar.

Tráfico marítimo: es otra de las principales causas de la contaminación por plásticos ya que la
mayor parte de los residuos que se lanzan al mar proceden de barcos pesqueros o petroleros
que provocan una contaminación muy nociva del agua.

Los derrames de combustible también suponen una de las causas más comunes de
contaminación en el agua. Además, el transporte y almacenamiento de petróleo puede
provocar filtraciones que acaban en el mar.

Consecuencias de la contaminación del agua

La contaminación del agua tiene efectos devastadores para la protección del medio ambiente y
la salud del planeta. Algunas de las consecuencias más importantes de los diferentes tipos de
contaminación en el agua son: la destrucción de la biodiversidad, la contaminación de la
cadena alimentaria que supone la transmisión tóxica a los alimentos y la escasez del agua
potable.

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Las reservas de agua subterráneas abastecen al 80% de la población mundial. El 4% de esas
reservas ya está contaminado. De todos los tipos de contaminación del agua, las principales
están asociadas con la actividad industrial posterior a la Segunda Guerra Mundial hasta
nuestros días. Por ejemplo, cada año se arrojan al mar más de 450 kilómetros cúbicos de aguas
servidas. Para diluir esta polución se utilizan 6000 kilómetros cúbicos adicionales de agua
dulce.

Cada día, 2 millones de toneladas de aguas residuales desembocan en las aguas del mundo,
según datos de la ONU. La fuente más importante de contaminación es la falta de gestión y
tratamiento adecuados de los residuos humanos, industriales y agrícolas.

Hay líquidos que, en pocas concentraciones, pueden contaminar vastas extensiones de agua.
Por ejemplo, solo cuatro litros de nafta se puede contaminar hasta 2.8 millones de litros de
agua.

Los animales de agua dulce se están extinguiendo cinco veces más rápido que los animales
terrestres.

El mar más contaminado es el Mediterráneo. Las costas de Francia, España e Italia son las más
contaminadas del Planeta. Los siguientes en la lista son el Mar Caribe, el Mar Celta y el Mar del
Norte. ¿La causa? La basura marina, que constituye uno de los más graves problemas de
contaminación del mar. Más del 60% de la basura que llega son plásticos. Cada año llegan 6,4
millones de toneladas de plástico al mar.

Si no cuidamos nuestro planeta y tomamos medidas para acabar con la contaminación del
agua, los mares y océanos pueden pasar de ser nuestros aliados para mitigar los efectos del
cambio climático a nuestros enemigos. Estas grandes masas de agua actúan como sumideros
naturales de dióxido de carbono en la atmósfera. Esto permite reducir los gases efecto
invernadero y con ello, los efectos negativos que produce la crisis climática.

Ahora bien, actualmente, científicos y expertos a nivel mundial nos están avisando de que si no
cambiamos nuestros hábitos y frenamos la emisión de este tipo de gases contaminantes, la
vida en los océanos será imposible debido al aumento de temperatura y estos serán un factor
más a tener en cuenta al que tendremos que hacer frente.

Por otra parte, la escasez de agua y el estrés hídricos son otros de los problemas a los que
debemos hacer frente. Y es que según estima el Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente, la mitad de los habitantes del planeta vivirá con escasez de este recurso tan valioso
en 2025. Cada gota de agua contaminada hoy, supone la pérdida del agua del mañana.

Evitar la contaminación del agua está en nuestra mano. Estas son algunas de las medidas que
podemos tomar para eliminar la presencia de contaminantes en el agua:

 Reducir las emisiones CO2


 Eliminar el uso de pesticidas y otros tipos de productos químicos que suponen una
amenaza para nuestra naturaleza
 Depurar las aguas residuales
 No utilizar agua contaminada para el regadío de cultivos

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 Fomentar la pesca sostenible
 Eliminar el uso de plásticos de un solo uso

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