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Daira Itzel Machuca Galicia

Psicología social II

La crisis de la libertad.

“La libertad del poder hacer genera incluso más coacciones que el disciplinario deber. El deber tiene un

límite. El poder hacer, por el contrario, no tiene ninguno.”

¿Real mente somos libres?

La libertad hoy en día es completamente una paradoja, tal vez ya no somos esclavos como en el antiguo

Egipto, se supone que después de tantas guerras y revoluciones al fin somos “libres”, pero cabe destacar

que algo que caracteriza demasiado al humano es su forma de encontrar nuevas y nuevas necesidades,

los demás animales al satisfacer su alimentación y protección no hay nada más que hacer, sin embargo

las mismas invenciones del ser humano para mejorar de cierta forma ahora lo ha hecho esclavo de su

mismo invento, el humano siempre es esclavo de sí mismo, y es que la libertad es tan costosa, que incluso

puede llevarnos a la locura.

El sobrevivir siempre ha sido nuestro objetivo, pero, ¿Qué hacer con tantos recursos?, ¿Cómo repartirlo

entre tanta población? Por algo existe el dinero y para conseguir esa recompensa existe el trabajo, todos

trabajamos para conseguir recursos para sobrevivir, trabajamos por nuestra propia voluntad, o al menos

eso es lo que la mayoría creemos, el neoliberalismo es prácticamente eso, nos vende nuestra propia

libertad, somos libres, pero al mismo tiempo no lo somos, elegimos trabajar, pero es que muchos no

tenemos de otra.

Ahora bien, si realmente los humanos fuéramos justos, las personas que llegan al poder no fueran

corruptas creo que el reparto de todos esos recursos sería justo y todos viviríamos de forma estable,

bueno eso solo es una suposición ya que eso realmente jamás va a pasar, somos esclavos de nosotros

mismos, del mismo poder que le damos al capital, a bienes materiales a nuestras propias necesidades que

parecen que jamás serán saciadas, queremos comer pero no queremos cualquier comida, queremos

vestirnos pero no con cualquier ropa, queremos que la vida sea fácil, QUEREMOS TODO.
Al querer tatas cosas, al tener tanta sed nos convertimos en consumidores , al consumir creamos un

sistema, el capitalismo, pero es que no podemos evitarlo, la mercadotecnia hace lo suyo, hace su trabajo,

atraer al consumidor, hacer creer al consumidor que necesita más, y al necesitar más es capaz de pagar

lo que sea con tal de tener el capital, pero ese capital al tener éxito no deja de incrementar más y más el

costo, y para lograr alcanzar pagar ese costo más y más personas trabajan para elaborar ese producto

para que llegue a manos de alguien que trabajó para conseguirlo también.

Cada quien tiene su forma de conseguir sus productos, no todos tenemos lo mismo, o no todos nos

esforzamos de la misma forma para conseguir algo claramente, no todos los trabajos son iguales y con

el mismo salario, no todo es justo en esta vida, pero en conclusión algo que absolutamente todos tenemos

en común es que inconscientemente somos esclavos que nuestras propias necesidades o más bien ciertas

veces somos esclavos de nuestros propios caprichos.

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