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Comentario crítico de la página 7 a 19 del libro de psicológica de Byun-Chul

Han.

Por Jesus Guadalupe Angel Sandoval.

La libertad ha sido muy nombrada o el ser libres, pero al decir que somos

libres, aun así nos volvemos sumisos, pero el día de hoy nos consideramos seres

libres que construyen su propio futuro y que nada nos somete, pero la realidad es

que siempre estamos bajo el yugo de algo o alguien que dicta lo que tenemos que

hacer, cosas como la escuela, el trabajo, todo el monto nos pide algo y eso es estar

sometido a él, porque una cosa es lo que queremos hacer que son muchas cosas y

muy diversas, en cambio hay cosas que debemos hacer casi como obligación.

De hecho cualquier relación que tenemos en nuestra vida ha demandado

algo de los demás o los demás demandan cosas de nosotros, desde que nacemos

nuestros padres debían cuidarnos, alimentarnos y ver por nosotros, lo que los

sometía a nuestras necesidades y quizá eran cosas que no deseaban hacer, pero

debían hacerlo, entonces no podemos ser seres totalmente libres que hagan lo que

desean ya que todo demanda cosas de nosotros.

De la misma forma, si realizamos algo que debemos hacer y no queremos

hacerlo, nos hace menos productivos y con menos interés por el resultado, por eso

es importante que al menos exista un deseo hacia lo que vamos a hacer, para que

de esa forma no estemos totalmente obligados a hacerlo.

Entonces, somos esclavos de alguien y alguien es esclavo de nosotros,

porque somos seres sociales y necesitamos de los demás como los demás

necesitan de nosotros, ya sea por un vínculo sanguíneo o una interacción muy

pequeña.
Al no poder ser libres totalmente se generan episodios de rabia o ira dirigida

hacia las cosas que nos someten, pero como no podemos expresar nuestros deseos

como queremos ni reprender a los poderosos de lo que hacen, entonces dirigimos

toda esa ira hacia nosotros por no poder hacer nuestros deseo, por la frustración de

que nuestros sueños no se cumplen, lo que genera depresión en las personas.

Todo esto mientras trabajamos por las necesidades de los demás, que

pensamos que nos pertenecen a nosotros, sin embargo no es así.

En la actualidad no podemos ser libres, ya que damos parte de nuestra

libertad a nuestros celulares, a los aparatos inteligentes que obtienen toda nuestra

información, ubicación y lo que hacemos, nos tiene vigilado a cada momento que

pasa, cada acción que tomamos, cada me gusta que damos o cada publicación que

compartimos, es decir, el teléfono nos conoce más que nuestra propia familia y al

ser el objeto que siempre cargamos es una de las cosas que nos controla, si vemos

en el algo que nos enoja es capaz de cambiar nuestro estado de ánimo y nos tiene

como sus marionetas, dándonos todo lo que deseamos al momento.

Entonces lo que se nos impone es el poder de alguien más, pero si nos

imponen poder entonces nosotros también tenemos poder, pero existe un tipo de

poder inteligente, el que en lugar de someter o amenazar, busca atraer a las

personas con lo que les parece atractivo sin someterlos.

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