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INFORME EXEGÉTICO

Mario Pirez

1. Texto estudiado

El texto estudio se encuentra en Hageo 2:1-9.

2. Bosquejo del libro (Eerdmans, 1987), (Hatton, 2002)

1. Primer mensaje (1.1-15) Acusación y respuesta

a. El Señor manda reconstruir el templo (vv. 1.-11)

b. El pueblo obedece la orden del Señor (vv.12-15)

2. Segundo mensaje (2.1-9) Abordando las expectativas rotas

a. La futura gloria del nuevo templo

3. Tercer mensaje (2.10-19) Llamado a ser fieles al pacto

a. El profeta pregunta a los sacerdotes sobre la impureza (vv.10-14)

b. El Señor promete bendición futura (vv. 15-19)

4. Cuarto mensaje (vv. 20-23) Esperanza futura o esperanza mesiánica

a. Aliento para Zorobabel

3. Tema central del libro

Instar al pueblo a no demorar la reconstrucción del templo al regreso del exilio

babilónico. Se trata de una serie de exhortaciones y promesas de bendiciones alrededor de

la adoración a Dios en el templo. Es decir, el pueblo es motivado a la acción y a la fidelidad

al Señor, por medio del restablecimiento de la adoración y obediencia a Dios, para poder

alcanzar las promesas del pacto. Su estilo es acorde a su mensaje: es dramático, parenético,

apasionado en las reprensiones y sublime en la oferta de un futuro glorioso.


4. Orden discursivo predominante en el texto estudiado

El orden discursivo del pasaje es por medio de la argumentación. Que inicia en cada

sección con una pregunta retórica que exhorta al pueblo y a sus líderes a accionar en la

reconstrucción del templo y la pureza ritual. Asimismo, se exponen los beneficios de dicha

obediencia y promesas futuras sobre el restablecimiento de la vida de Israel, al regresar

nuevamente a su tierra.

Se realiza por medio del oráculo profético que particularmente, se introduce con la

fecha de emisión, lo cual resulta una característica particular de los escritos pos-exilicos

(Eerdmans, 1987). Este tipo de género, anuncia lo que Dios va a hacer, que puede ser algo

positivo o negativo para denunciar los pecados del pueblo y así anunciar un juicio o castigo.

Sin embargo, este anuncio siempre persigue un cambio o arrepentimiento (Voth, 2005). El

oráculo profético en este libro es marcado por la frase que se repite (Roberto Jamieson,

2003); “dice ‫יְ הוָ֥ה‬, o , ‫ יְ הוָ֥ה‬de los ejércitos”. (1.2, 1.5, 1.7, 1.9, 1.13, 1.15, 2.4, 2.7, 2.8,

2.14, 2.17, 2.23).

5. Límites literarios del pasaje

El libro de Hageo, es el décimo de los doce libros, tanto la Biblia hebrea o como en

la LXX. En sus 39 versículos y dos capítulos, desarrolla 4 cortos (posiblemente resumidos)

oráculos suministrados por el profeta mismo y escrito en la tercera persona del singular,

que se conectan principalmente con la reconstrucción del templo. Cada una de las profecías

comienzan con la fórmula “vino palabra del Señor”, además de indicarse la fecha precisa

(Eerdmans, 1987). Los oráculos están íntimamente relacionados a eventos inherentes a la

reconstrucción del templo y la problemática que ahí se produce.


Este libro posee algunas partes prosaicas. Las unidades literarias no son ni el verso,

ni el colon, sino las oraciones (Eerdmans, 1987).

El libro puede delimitarse como se presenta a continuación (Eerdmans, 1987):

A. El mandamiento de la construcción del templo: Oráculo 1. (1.1-11) y la

respuesta favorable del pueblo. Prosa profética (1.12-15). En un festival de

Luna Nueva, el profeta se dirige a Zorobabel y Josué, líderes religiosos de

la comunidad postexílica, sobre la actitud de la gente con respecto al templo

del Señor.

B. La promesa de la nueva gloria del templo. Oráculo 2. (1.15b-2.9) El Señor

anima a los líderes y al pueblo nuevamente, para que restauren el pueblo,

con la seguridad de que Él mismo proveería el material necesario y

garantiza la promesa de su presencia.

C. Bendiciones para un pueblo impuro. Oráculo 3. (2.10-19). Se refiere a

preguntas a los sacerdotes sobre la pureza e impureza ritual. Las respuestas

se aplican al pueblo. Además, cierra con una promesa.

D. Zorobabel. El Sello escogido por Dios. Oráculo 4. (2.20-23). Es dirigido a

uno de la comunidad de líderes. En un contexto escatológico, rememora lo

que anteriormente se dijo sobre hacer temblar las naciones. Zorobabel (de

la línea davídica) se convierte en el hombre que Dios ha escogido, como

estampa de la autoridad divina, reviviendo la esperanza mesiánica sobre el

trono de David.
6. Contexto literario del pasaje

Este segundo oráculo, demuestra que todo lo que se ha dicho en el oráculo anterior

no es en vano. Se provee, alrededor de 7 semanas después del primer mensaje para

reconstruir el templo (1.1-11), y cercano a las 4 semanas después que la labor da su inicio

(1.12-15a). Entonces, Hageo transmite un nuevo mensaje del Señor con el fin de animarles

a que le pusieran corazón y reactivarán el trabajo. Entre estos dos oráculos, algo habría

desanimado al pueblo y habría frustrado su esfuerzo en reconstruir el templo. Este segundo

mensaje fue diseñado para asistir una creciente emergencia del desaliento que sobrecogió

a los constructores, de manera tal que se habían enfocado más en la magnitud de la tarea y

en la escualidez de sus recursos (Eerdmans, 1987).

Esta sección predice que la gloria del nuevo templo sería más grande que la del de

Salomón, de modo que el pueblo no debía desalentarse por la inferioridad del esplendor

externo del nuevo templo, en comparación con el antiguo, lo cual había hecho llorar a los

ancianos, que recordaban el antiguo (Esdras 3.12-13). Los profetas Isaías, Jeremías y

Ezequiel habían dado la misma predicción, por lo que algunos habían dudado si ellos

debían proseguir con una edificación tan inferior a la anterior; pero Hageo demuestra en

qué consistía la gloria superior del nuevo templo, es decir, su compañía. (Roberto

Jamieson, 2003)

Asimismo, esta sección inicia el valor de lo espiritual por encima de lo material y

superficial. La belleza de este nuevo templo se confería a la presencia y benevolente paz

del Señor. Dicha idea se va ampliando en el tercer oráculo que se refiere al período cuando

los materiales para la construcción habían sido reunidos y los obreros habían empezado a

colocarlos juntos. Sin embargo, Dios promete su bendición, pero desea quitar sus pasados
errores referentes a la eficacia de las meras observancias exteriores, para limpiarse del mal

de la desobediencia que habían cometido al no reedificar el templo (Roberto Jamieson,

2003).

En resumen, el pasaje de Hageo 2.1-9, presenta el oráculo que animó a los

constructores a la reanudación de las labores de edificación, luego que posiblemente se

hayan desanimado por la apariencia del nuevo templo, la escasez de materiales y lo

complejo de la tarea. Presenta, la manera en que Dios interviene, para soplar su hálito de

vida sobre los corazones desanimados y desesperanzados, de un pueblo con deseos de

renacer.

7. Estructura del texto

Este pasaje está organizado en 7 oraciones que a continuación, se presentan

(Eerdmans, 1987):

i. Oración 1 (vv. 1.15b-2.4) esta oración está compuesta por un grupo de sub-

cláusulas: a) La palabra del Señor vino; b) una fecha precisa; c) por medio del

Profeta Hageo; d) dirigido a líderes y al pueblo; e) con un mensaje específico;

i) ¿Quién ha visto la gloria del templo anterior?, ii) ¿Cómo se ve ahora?; iii)

¿No es como nada ante sus ojos? Es importante notar, que las sub-cláusulas (a-

d) son paralelos verbales de 1.1; y que las sub-cláusulas (e-i) constituyen un

paralelismo antitético:

El primero contrasta con el presente, y ambos casos conciernen a

“mirar la casa”. La comparación no está a favor de la presente

apariencia.
Esta primera oración, es una pregunta retórica que da inicio a la

argumentación del profeta.

ii. Oración 2 (v. 4a-d) ubica aparte y transmite el mandamiento a los líderes y al

pueblo, para que sean fuertes, valientes y hagan la obra. La expresión parenética

se repite tres veces, correspondiente con la aseveración en 1.4 que el Señor ha

despertado el espíritu de los líderes y del pueblo.

iii. Oración 3 (vv. 4e-5) La promesa de Dios, es fundamental al mandato

encomendado a los líderes y al pueblo. Dicha promesa está compuesta por un

grupo de sub-cláusulas: a) La seguridad de la presencia divina (v.4e); b) la

motivación de su intervención para salvar al pueblo en el pasado, como garantía

(v. 5 a-b) y c) la apelación a no temer (v.5e).

iv. Oración 4 (vv. 6-7). Presenta lo que el Señor está a punto de hacer por la

reconstrucción del templo.

a. Así dice el Señor

b. Dentro de poco sacudirá el universo

c. Sacudirá las naciones

d. Causará que los tesoros de las naciones vengan.

e. Llenará la casa de gloria.

v. Oración 5 (v.8) describe el fondo de iniciativa de Dios en pro del templo. Es decir,

todo material valioso es suyo.

vi. Oraciones 6 y 7 (v.9) muestran el resultado de las acciones de Dios. La futura

gloria y esplendor de este templo será mayor que el anterior. Y el traerá “paz” en

ese lugar.
A un nivel más amplio, esta perícopa, presenta un patrón quiástico en los versos

2.3-9, en el que, al parecer, el verso 9 contrasta con el verso 3. La estructura hebrea

sugiere que efectivamente pertenece a un solo párrafo. Sin embargo, algunos

sugieren la separación en dos párrafos (2.1-5 y 2.6-9), como una reflexión

equitativa del hebreo. Donde el primer párrafo del mensaje (vv.3-5) muestra la

situación existente, y el segundo (vv.6-9) presenta la promesa para el futuro

(Hatton, 2002).

8. Estudio de palabras (algunos ejemplos)

(Kavod), esta palabra se puede encontrar en 3 ocasiones, en los versos 3, 7 y 9 del

capítulo 2, en todos ellos se relaciona con el templo, literalmente casa.

Según el Léxico Trilingüe Hebreo (Sociedades Bíblicas Unidas, 2002) este

lexema posee las siguientes acepciones. 1Hombre interior, alma; 2Gloria o presencia de

Dios; 2Honor y Grandeza.

Según el Libro de Palabras Teológicas del Antiguo Testamento (R. Laird Harris

& Waltke, 1980) el lexema puede referirse a: Ser pesado, penoso, duro o pesado, rico,

honorable y glorioso.

Es necesario identificar que la palabra haga referencia a gloria, esplendor o

grandeza, en cada aparición del lexema dentro del pasaje.

En el versículo 3, la palabra es el punto de comparación entre el templo que se está

construyendo y el templo de Salomón. Que, debido a su ostento y grandeza, opacaba la

nueva modesta edificación, convirtiéndose en una potencial fuente de desánimo. Por lo

tanto, el sentido se refiere a la apariencia de las dos casas (Hatton, 2002).


En el versículo 7, la palabra , forma parte de la oración: “y llenaré esta casa

con esplendor”, que es el resultado de la llegada de los tesoros de todas las naciones. Es

decir, el templo será llenado con esplendor. La palabra “esplendor” se refiere a riqueza o

abundancia. Muchas versiones modernas lo traducen como “gloria”, que pudiera referirse

a 1 R 8.10-11, donde el Templo de Salomón fue lleno con la gloria del Señor en su

dedicación. Sin embargo, la mayoría de los comentaristas toma el contexto aquí en Hageo,

para mostrar la necesidad de abundante material. Esto sustenta la referencia a los tesoros o

riquezas en la primera parte del versículo, y al oro y la plata del siguiente versículo (Hatton,

2002).

Por otro lado, en el versículo 9, las palabras hebreas pueden entenderse en más de

una forma. Muchas traducciones, siguen la Vulgata Latina, que traduce “La gloria de esta

postrera casa será mayor que la de la primera”. Esto parece significar que la nueva

construcción en si misma debería ser más grandiosa que el Templo de Salomón. Por eso,

muchos académicos modernos se inclinan por esta posición. Esto podría ser reivindicado,

después que el Templo fue reconstruido por Herodes el Grande cerca del 20 A. C. Los

rabinos aceptaron esta interpretación de las palabras de Hageo, pero aplicado al largo

tiempo para que los dos templos se erigieran. En esta apreciación, el segundo Templo es

definitivamente más grande (Hatton, 2002).

Sin embargo, muchas versiones modernas siguen la interpretación de la LXX, que

toma del hebreo “el posterior esplendor de la casa será mayor que el de la primera”. Esto

parecería una profecía que en el futuro el esplendor del Templo, para entonces bajo

construcción, sería mayor que lo fue cuando hablaba Hageo. Esta interpretación, es
apropiada para las necesidades de la audiencia de Hageo que se verían tentados, a

desanimarse por el presente estado de su trabajo (Eerdmans, 1987).

‫חֶ ְמדָּ ה‬, (Jemdat), la palabra tiene una sola ocurrencia dentro del libro.

Según el Léxico Trilingüe Hebreo (Sociedades Bíblicas Unidas, 2002) este lexema

posee las siguientes acepciones: (algo) deseable, precioso, delicioso.

Según el Libro de Palabras Teológicas del Antiguo Testamento (R. Laird Harris &

Waltke, 1980) el lexema puede referirse a: algo que es deseable, deseado, precioso,

placentero, agradable.

Este lexema aparece en la cláusula “las cosas preciosas de todas las naciones

vendrán” (v. 7). Que, de esta manera, se debe mirar bajo términos de la guerra santa. Estas

cosas estarían disponibles para el proyecto de reconstrucción del Templo, y no serían

ofrendas voluntarias, pero como un botín producto de la guerra santa. Las “cosas” que son

dedicadas al Señor y su santuario, se describen como ‫חֶ ְמ ַּ֣דת‬, el singular constructo de

‫חֶ ְמדָּ ה‬, “cosa deseable o preciosa” (Eerdmans, 1987). Aquí no se denotan las piedras

preciosas o alguien amado (Dn 11.37), sino aquellas cosas que las naciones desean y

consideran preciosas (1 S 9.2; Is 2.16; Os 13.15; Nah 2.10). El propósito de la alteración

del singular en un plural (Jamudot), preferido por LXX, es innecesario, porque el plural

del verbo vendrán, ocasionalmente, es construido con una palabra singular, con significado

colectivo. Esta forma singular es sostenida por la Vulgata, la Peshita y el Targum

(Eerdmans, 1987).
Las traducciones que se ciñen a la Vulgata, traducen “el deseado de las naciones”

como un pasa del tipo mesiánico, que no es sostenido por el hebreo. Como se dijo

anteriormente, el verbo hebreo es plural, lo que indica que el sustantivo singular no es una

persona sino un sustantivo con significado colectivo, algo como “vendrán lo que es

deseado” (Hatton, 2002). Lo que resulta contrario a la cristología sacada del pasaje

(Eerdmans, 1987).

‫יהוה צְ בָּ ֖אֹות‬, (YHWH tseba’ot) esta frase posee 14 ocurrencias en todo el libro,
y 6 pertenecen al pasaje estudio. Es decir, el 2 oráculo es el que tiene mayor frecuencia de

aparición de esta frase (le sigue el primer oráculo). Por lo tanto, es una frase que posee vital

importancia en la estructuración e interpretación del pasaje.

Según el Léxico Trilingüe Hebreo (Sociedades Bíblicas Unidas, 2002) el lexema

‫צְ בָּ ֖אֹות‬, posee las siguientes acepciones: servicio, servicio militar o levítico, grupos o

divisiones, ejércitos, objetos celestes, seres celestiales,

Según el Libro de Palabras Teológicas del Antiguo Testamento (R. Laird Harris &

Waltke, 1980) la frase ‫צְ בָּ ֖אֹות‬ ‫יהוה‬, se puede referir a YHWH de la armada, YHWH de

los habitantes del cielo, YHWH de los cuerpos celestes, YHWH de los ejércitos de Israel.

La interpretación de la expresión en la mayoría de las antiguas versiones modernas,

es “El Señor de los ejércitos”. Efectivamente, en pocos contextos el Señor es, el Dios de

la armada israelita (1 S 17.45, Sal 24.7-10). Sin embargo, este título de Dios aparece

predominantemente en los libros proféticos (247 veces de 300), y particularmente, Hageo

(14), Zacarías (53) y Malaquías (24). En la literatura profética otros “poderes” están a
disposición del Señor cuando el ejecuta un juicio hacia los enemigos de su gente. De

acuerdo a esto, tseba’ot, deber ser entendido no como un genitivo sino como una

adposición en el nombre del Señor, con el intensivo plural que denote la comprensión del

alcance del poder de Dios. El Señor Todopoderoso, que tiene todos los poderes en el cielo

y la tierra a su disposición (Eerdmans, 1987).

9. Estudios de aspectos culturales (algunos ejemplos)

 Fecha del segundo oráculo: Posiblemente ocurrió el 17 de octubre del 520 AC,

aproximadamente siete semanas después de la primera profecía.

 La función profética en la reconstrucción de templos: para el siglo VII AC, los

profetas asirios alentaron a los reyes a reconstruir templos de algunas de sus

divinidades. El mensaje de los dioses era considerado esencial para que los reyes

se sintieran libres para comenzar con los preparativos de la construcción. La

deidad autorizaba la empresa de su templo (Jhon H. Walton, 2004).

 Zorobabel: este personaje es el heredero al trono de David, fue gobernador de

Judá bajo el rey persa Darío I. Posiblemente, existía una gran expectativa de matiz

mesiánico alrededor de su persona. Muchas personas se esperanzaban en él, para

que los librara del yugo persa. Sus funciones como gobernador eran mantener la

ley y el orden, y recaudar impuestos (Jhon H. Walton, 2004).

 Gloria del templo: los templos debían ser lugares espléndidos, dignos de la

presencia de la deidad. El honor se demostraba por medio de la riqueza y el lujo

del edificio y su mobiliario. Quizás, algunos pensaron que era necesario para

inducir a la deidad para que decidiera quedarse en ese lugar. El profeta aplaca

dichos temores, asegurando que el Señor quiere habitar en esta casa “menos
gloriosa” y que en un futuro él mismo la llenaría de esplendor (Jhon H. Walton,

2004).

10. Estudios de la estructura morfosintáctica (ejemplos)

Como se ha mencionado anteriormente, el oráculo consiste en 7 oraciones que

inician en capítulo 1.15b y termina en el 2.9.

La primera parte sigue la estructura de los textos postexílicos, que especifican la

fecha haciendo referencia al emperador, e introduce la frase “esterotipada”, “vino la

palabra de ‫יהוה‬, al profeta…”. Por lo que esta estructura da inicio a un mensaje que Dios

va a emitir.

“Y ahora…”(w’atta), esta frase, divide el oráculo en dos partes. La primera parte

desde 1.15b-2.3 y la segunda desde 2.4-9.

Otro aspecto relevante que separa esta segunda sección, es la frase Yo lo digo/ lo

afirmo, ‫ יהוה‬de los ejércitos. Esta cláusula ocurre en los versos 4, 6, 7, 8 y 9. Por lo que,

en cada lugar donde aparece cumple la función de final de la marca de la unidad de

discurso.

En relación a esta misma frase, se debe hacer distinción entre los verbos que inician

esta fórmula. Por ejemplo, los versos 4, 8 y el final del 9 usan el verbo ne’um YHWH

tseva’ot. Que se puede entender como “declaración del Señor de los ejércitos”. En cambio,

los versos 6, 7 y el medio del 9, usan el verbo ‘amar YHWH tseva’ot, que se entiende como

“dice el Señor de los ejércitos”. Esta última cláusula parece tener una función discursiva

diferente, en particular, la marca el clímax en el argumento (Hatton, 2002).


En conclusión, es necesario usar las fórmulas para delimitar la segunda sección del

pasaje.

11. Bosquejo exegético del pasaje

Enseñanza central: Abordando las expectativas rotas del pueblo que reconstruye

A. Exposición de la situación (1.15b-2.3)

a. Introducción del oráculo (1.15b-2.2)

b. Pregunta sobre la situación (2.3)

B. Exposición de la promesa futura (2.4-9)

a. Parénesis al trabajo (2.4-5)

i. Triple llamado a trabajar (promesa de acompañamiento) (2.4)

ii. Recordatorio del pacto sinaítico (2.5)

b. Promesa de conmover las naciones (2.6-8)

i. Las naciones tiemblan y traen riquezas (2.6-7a)

ii. El templo se llena de esplendor (2.7b)

iii. Dios es el dueño de las riquezas (2.8)

c. Promesa sobre el segundo templo (2.9)

i. Promesa de hermosura del segundo templo (2.9a)

ii. Promesa de paz sobre el lugar (2.9b)

12. Enseñanza central del pasaje

El pasaje nos enseña el abordaje de Dios ante nuestras expectativas rotas.

13. El texto a la luz del plan de redención

Evidentemente este pasaje y sus promesas tiene implicaciones literales y

escatológicas. Se puede decir, que el Señor cumplió su promesa en la construcción del


templo por Herodes, el cual fue claramente magnifico. Sin embargo, hay una aplicación

escatológica que trasciende al significado del templo. Y esto se debe evaluar en términos

de la contribución de Dios, y en términos del contexto del “Día del Señor”. Pues en esencia,

el templo del AT encuentra su último cumplimiento en el “Señor del templo”, que es mayor

que el templo (Mt 12.6), es decir, Jesucristo (Jn 2.13-22). El cumplimiento final coincide

con la consumación, cuando el templo sustituido por el Señor de los ejércitos y el Cordero

como el templo de la ciudad (Ap 2.22-27).

Por otro lado. El cumplimiento de este pasaje nos muestra la dinámica palabra-

acción que el Señor tiene en el inicio de los tiempos. Por ejemplo:

 El templo fue completado después de 4 años, el pagadero para las “cosas valiosas”

decretado por Ciro, aprobado por Darío (Es 6), y presentado por Artajerjes (Es

7.15). Este templo, expandido y adornado por Herodes, tuvo mayor esplendor de

lo que los contemporáneos de Hageo pudieron haber imaginado (Mr 13.1).

 La promesa, finalmente, serán realizadas cuando Cristo venga. Entonces,

recibiremos un reino que inconmovible (Heb 12.26-28). Para ese momento, la

gloria y el honor de las naciones serán traídos (Ap. 21.24-26). El templo como un

santuario aislado, desaparecerá (Ap 21.22). Por lo tanto, la esencia de esta

promesa se cumplirá en la Nueva Jerusalén, donde la morada de Dios esta con su

pueblo (Ap 21.3).

 Asimismo, esta promesa se extiende a la primera venida de Cristo y a la Iglesia.

En Cristo, la esencia de la promesa se ha cumplido, pues Dios se ha placido habitar

plenamente en él y reconciliar todas las cosas en él (Col 1.19-20). En y por medio


de él, la Iglesia y los creyentes se convierten en el templo de Dios (1 Co 3.16;

6.19; 2 Co 6.16; Ef 2.21-22).

14. Principios bíblicos del texto

I. Dios conoce nuestras expectativas y necesidades, por eso se acerca y nos habla.

II. Dios nos anima a trabajar y no temer, con la promesa de darnos su compañía.

III. Dios provee para el cumplimiento de sus promesas

15. Aplicaciones

I. Dios conoce nuestras expectativas y necesidades, por eso se acerca y nos

habla.

1. Dios conoce nuestras necesidades emocionales. Él puede mirar el

estado emocional que tenemos. Él conoce cuando nos

decepcionamos de las cosas cuando no suceden como esperábamos.

2. Dios conoce nuestros más profundos anhelos. Además, sabe el

futuro y nos advierte sobre ello.

3. A veces, nos caemos en la tentación de anhelar el pasado. Dios sabe

eso y nos promete un futuro mejor, junto a él.

II. Dios nos anima a trabajar y no temer, con la promesa de darnos su

compañía.

1. Dios constantemente nos anima y nos dice que no debemos temer.

Quiere que nos esforcemos en su obra y no nos detengamos.

2. No debemos desanimarnos por mirar nuestra situación actual, sino

entender, que Dios tiene un plan del cual no tenemos la vista

ampliada para entenderlo.


3. Dios nos ha prometido su compañía. Nos ha provisto de su Espíritu

para tener acceso las 24 horas del día.

4. Debemos rememorar las veces en que Dios ha estado a nuestro lado.

Y entender que aún está en nuestra situación actual.

III. Dios provee para el cumplimiento de sus promesas

1. Dios mueve a los recursos a su antojo. Pues es el dueño de las

naciones y de todo.

2. Él siempre provee los recursos para el futuro. Nada se escapa de su

control. Todo lo tiene meticulosamente planificado. No es un Dios

descuidado. Él provee su Espíritu para soplar aliento de vida.

3. Él promete un futuro mejor. No este mundo. Sino en la vida eterna.

Sin estos cuerpos que cada día mueren un poco.

16. Bosquejo homilético o pedagógico

Enseñanza central: Abordando las expectativas rotas en nuestra vida cristiana

A. Dios conoce nuestro interior (1.15b-2.3)

a. Dios desea hablar al alma de sus hijos (1.15b-2.2)

b. Dios conoce nuestras expectativas rotas (2.3)

B. Dios nos promete un mejor futuro (2.4-9)

a. Dios nos anima a trabajar duro en nuestro presente (2.4-5)

i. Dios promete acompañarnos (2.4)

ii. Dios nos ha acompañado desde el pasado (2.5)

b. Dios conmoverá el mundo entero (2.6-8)


i. Dios conmueve las naciones (2.6-7a)

ii. Dios permite que realicemos tareas que parecen imposibles (2.7b)

iii. Dios supera el obstáculo de la escasez de recursos (2.8)

c. Dios que la obra que inició la perfeccionará (2.9)

i. Promesa un mejor tiempo en su venida (2.9a)

ii. Promesa de paz en nuestras vidas (2.9b)

BIBLIOGRAFÍA

David J. Clark and Howard A. Hatton. (2002). A Handbook on Haggai. New York: United Bible

Societies.

Eerdmans, W. B. (1987). The books of Haggai and Malachi (The New International

Commentary on the Old Testament). Michigan USA: Publishing Company Grand Rapids.

Jhon H. Walton, V. H. (2004). Comentario del Contexto Cultural de la Biblia. Texas: Mundo

Hispano.

R. Laird Harris, G. L., & Waltke, B. K. (1980). Theological Wordbook of the Old Testament.

Illinois: Mood Press of Chicago.

Roberto Jamieson, A. R. (2003). Comentario Exegético y explicativo de la Biblia. Tomo I: El

Antiguo Testamento. Texas: Casa Bautista de Publicaciones.

Sociedades Bíblicas Unidas. (2002). Hebrew Trilingual Lexicon. SBU.

Voth, E. (2005). Literatura Profética. In E. Sánchez, Descubre la Biblia I: La Biblia es literatura

(pp. 244-271). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

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