Está en la página 1de 4

La inesperada llegada del Corona Virus (Covid-19) profundizo

la necesidad de que el sistema judicial de nuestra provincia se aggiorne a los tiempos actuales en
términos de digitalización de la justicia, actualmente tenemos diferentes situaciones en los
distintos fueros, la justicia federal ha producido avances muy interesantes habiendo digitalizado la
mayoría de los expedientes, encontrándose disponible a través de la plataforma habilitada, y la
Corte Suprema de Justicia de la Nación ha establecido aprobar el uso de la firma electrónica y
digital en el ámbito del Máximo Tribunal y del resto del Poder Judicial de la Nación a través de l as
Acordadas 11/2020 y 12/2020 respecto de todos los magistrados funcionarios de las instancias
inferiores que desarrollan su actividad con el Sistema de Gestión Judicial.
Pero ningún sistema pudo evitar la paralización del sistema de
justicia, La pandemia puso de manifiesto la falta de respuesta que los profesionales sentimos
desde hace mucho tiempo respecto al expediente digital prometido y la realidad.
Las ausencias son tales que, por más que los avances hayan
sido destacados en los últimos tiempos, la digitalización judicial solo es una idea ejecutada en sus
primeras y más básicas nociones pero, todavía, menesterosa de puntos tan elementales como
conexiones de alta velocidad o comunicación interna de datos y aplicaciones.
No se entiende cómo, en la era digital, no se pueda garantizar
un sistema de gestión judicial que permita el desarrollo del servicio de justicia de manera remota.
Previo a la situación que se generó por la pandemia desde los
distintos sectores de la justicia se esperaba con ansiedad la puesta en marcha de la tan mentada
digitalización de los expedientes judiciales.
El aislamiento social preventivo y obligatorio dictado por el
Poder Ejecutivo mediante el DNU 297/2020, puso sobre la mesa la imperiosa necesidad existente
de la digitalización de la justicia, entenderse como una reforma comprehensiva, sistémica e
integral.
El cambio debe englobar la posibilidad de comunicar y
requerir digitalmente la mayor cantidad de actos a los organismos públicos centralizados y
descentralizados. Esta reforma incluye a múltiples ministerios y organismos públicos, por lo que
demandaría un esfuerzo mancomunado de la política y la justicia en su conjunto.
Justicia digital engloba un universo de procesos desde la
digitalización de los expedientes y su tramitación hasta la incorporación de juicios virtuales o la
interoperabilidad de los datos de la policía y su interacción.
Se trata de un cambio institucional que involucra múltiples
reformas normativas, organizacionales y culturales ante la adopción de nuevas tecnologías. En un
sistema de justicia digital es necesario modificar las leyes mismas que regulan al sector justicia.
En nuestra provincia se inició el proceso de modernización e
informatización de la justicia argentina mediante la incorporación de distintas funciones
electrónicas para el acceso a la información en el Sistema de Gestión Judicial que brinda el
Superior Tribunal a través de su página web, a saber Notificaciones Electrónicas (falta incorporar
juzgados de Paz y Familia) presentación digital de escritos, consulta de expedientes en línea
(únicamente disponibles los proveídos con las fechas de firma del expediente solicitado, consulta
de cuentas bancarias, oficina de mandamiento y notificaciones de la circunscripción 1, servicio de
confección de planillas, servicio de confección de cedulas y mandamientos etc.
Un claro ejemplo de la situación actual se presenta cuando se
envía un escrito digital, este servicio solo redunda en herramienta útil para el profesional pero no
agiliza el trámite del expediente, debido a que recibido el escrito el juzgado lo imprime y lo
agregado al expediente en soporte papel, sumando una tarea más al personal judicial.
La necesidad de la digitalización de los expedientes judiciales
debe estar acompañada de herramientas que permitan además la ejecutoriedad de las
resoluciones judiciales, y de una conectividad real entre las dependencias centralizadas y
descentralizadas.
Actualmente en el fuero civil se efectúan algunos pedidos de
informes o remisión de expedientes por oficio electrónico casi en forma automática, agilizando
considerablemente el trámite procesal. De igual manera las resoluciones judiciales se deberían
comunicar en forma interna a la oficina de mandamientos y notificaciones y vía mail oficial al
profesional el que quedara autorizado y contara con la misma descargando en su dispositivo móvil
con firma digital y un código QR .
Para generar un verdadero cambio necesitamos la interacción
de los profesionales en actividad, empleados judiciales y el departamento de informática del STJ,
para escuchar las opiniones de todos los involucrados.
La primer medida debería ser la tendiente a agilizar el sistema
eliminando los comprobantes de tributos para los pedidos de informes o aquellos que acrediten el
cumplimiento de una resolución judicial por la que se requiera un mero trámite ante un organismo
público.
Se podría incorporar una plataforma de acceso on-line para
cada organismo en el cual se registren los pedidos de informes y expida una constancia digital de
haber cumplido con el trámite, la contestación debería incorporarse directamente al expediente
en forma on-line según los datos proporcionados en la resolución, de esta forma se podrá agilizar
sustancialmente el trámite del expediente , verbigracia en un juicio sucesorio la publicación de
edictos y la constancia de publicación en el boletín oficial sigue efectuándose a la vieja usanza
como cualquier transacción comercial, así también con los demás informes que se requieren para
la declaratoria – Registro de juicios universales, Colegio de Escribanos, Bancos, etc.-.
Que no se entienda que la carga de la tramitación debe
sumársela al personal judicial porque no lo he pensado de esa forma, se podría habilitar un código
QR por ejemplo del que de su lectura se desprenda la manda judicial del pedido de informe, y
utilizándose idéntico procedimiento por parte del organismo al cumplir con lo solicitado, de esta
forma el profesional al efectuar la lectura del mismo tendría acceso a la información solicitada con
su respectiva factura, siendo suficiente la descarga y envió digitalmente del código o la
información que se desprende de el para tener por cumplido dicho informe.
De esta misma forma se podrían registrar embargos,
anotaciones pedir actas de nacimiento y partidas de defunción etc., en los distintos organismos
públicos y privados, reduciendo en un 40% el tiempo que actualmente demandan traduciéndose
en un ahorro significativo para el poder judicial.
En la misma sintonía, y para contrarrestar la paralización
judicial es fundamental la habilitación del trabajo home office de magistrados, funcionarios y
empleados, generándose claves únicas de acceso, y la incorporación de firma digital para los
jueces(actualmente solo está habilitado para los secretarios de juzgados), de esta forma poder
ejecutar sus resoluciones con la celeridad que demanden las acciones, minimizando de esta forma
la desprotección del justiciable.
En los espacios físicos de los juzgados se instalaran puestos de
auto consulta que funcionan mediante touchscreen (pantalla táctil) en las distintas sedes
tribunalicias a través de los cuales todos los operadores del Sistema de Justicia visualizaran -ON
LINE-, todas las actuaciones judiciales, ya sean: escritos, autos, decretos, resoluciones o
sentencias, con su correspondiente texto asociado, sin necesidad de concurrir personalmente a la
mesa de entradas del juzgado.
Con la implementación de estas y otras funciones digitales,
experimentaría la justicia un aumento de la transparencia en los datos por las partes implicadas en
un caso. Esto es una garantía adicional de imparcialidad de la Justicia digital, a la vez reducen las
oportunidades de corrupción en las diferentes instancias procesales.
Actualmente la digitalización de la Justicia es sólo un deseo
una necesidad, un anhelo; no una realidad.
Dr. Edgardo Pablo Gleizes
Magister-Abodao - Mediador

También podría gustarte