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Para otros usos de este término, véase 

Eloy Alfaro (desambiguación).


José Eloy Alfaro Delgado (Montecristi, 25 de junio del 1842 - Quito, 28 de
enero de 1912) fue presidente de la República de Ecuador en dos ocasiones en
períodos que comprenden entre 1895 a 1901 y 1906 a 1911, general de
división del Ejército del Ecuador desde 1895 y líder de la revolución liberal
ecuatoriana (1895-1924). Por su rol central en las batallas de la revolución y
por haber combatido al conservadurismo por casi treinta años, es conocido
como el Viejo Luchador. En ninguno de sus mandatos llegó al poder político por
elección popular, siempre fue por medio de golpe de Estado dado por los
revolucionarios, luego de lo cual se llamaba a asamblea constituyente para
legitimar el poder. Alfaro inició su lucha contra los conservadores católicos
desde los años 60 del siglo XIX, las fuerzas revolucionarias lo nombraron Jefe
Supremo de las provincias de Manabí y Esmeraldas, durante su rebelión en
febrero de 1883, rebelión que terminó el 11 de octubre del mismo año cuando
fue organizado un gobierno provisional que restauró el conservadurismo en el
poder.

Eloy Alfaro

Presidente de la República del Ecuador

23 de agosto de 1895-31 de agosto de 1901

Vicepresidente Manuel Benigno Cueva


(1897-1899)

Carlos Freile Zaldumbide


(1899-1901)

Predecesor Vicente Lucio Salazar (e)


Sucesor Leónidas Plaza

16 de enero de 1906-12 de agosto de 1911

Predecesor Lizardo García

Sucesor Carlos Freile Zaldumbide (e)

Información personal

Nombre
José Eloy Alfaro Delgado
completo

Nacimiento 25 de junio de 1842


Montecristi, Ecuador.

Fallecimiento 28 de enero de 1912 (69 años)


San Francisco de Quito, Ecuador.

Causa de
Cremación 
muerte

Sepultura Cementerio General de Guayaquil 

Nacionalidad ecuatoriana

Familia

Cónyuge Ana Paredes Arosemena

Hijos Bolívar, Esmeralda, Colombia, Colón, Bolívar, Ana


María, América, Olmedo, Colón Eloy y Rafael
(ilegítimo)1

Información profesional

Ocupación Político, comerciante y militar 

Tratamiento Don

Rama militar Ejército del Ecuador

Rango militar General de división 

Conflictos Revolución liberal de Ecuador 


Partido político Partido Liberal Radical Ecuatoriano

Miembro de Francmasonería

Firma

[editar datos en Wikidata]

El 5 de junio de 1895, el pueblo de Guayaquil se pronuncia en contra del


presidente interino Vicente Lucio Salazar y lo nombra Jefe Supremo, por lo que
Eloy Alfaro vuelve al país desde el destierro en Panamá y se da inicio a la
Revolución liberal y a una corta guerra civil con la que conquista el poder
político.
El 17 de enero de 1897 es nombrado Presidente Constitucional con Manuel
Benigno Cueva Betancourt (tío del futuro Presidente Isidro Ayora Cueva) en el
papel de vicepresidente, hasta el 1 de septiembre de 1901, con lo cual entre
sus principales logros estuvo la separación entre Iglesia y Estado. Después de
su primer gobierno, apoyó a su sucesor, Leónidas Plaza Gutiérrez, pero poco
tiempo después surgieron diferencias entre ambos. Se opuso contra el
gobierno de Lizardo García el 1 de enero de 1906 y a pocos días, el 17 de
enero, se proclama Jefe Supremo y gobernó hasta el 12 de agosto de 1911. En
el segundo período de gobierno de Alfaro se realizaron varios cambios, entre
los cuales consta la legalización del divorcio, la construcción de numerosas
escuelas públicas, se instauró la libertad de expresión, se instituyó el laicismo,
el derecho a la educación gratuita, así como el matrimonio civil. Sin embargo,
se considera como el mayor logro de este período el haber finalizado la
construcción del Ferrocarril Transandino del Ecuador que unió las ciudades
de Guayaquil y Quito. Esto ayudó a la creación de la empresa ferrocarrilera
dirigida por el empresario quiteño Marco Antonio Benavides; que se convirtió,
años después, en la mano derecha de Eloy Alfaro.
Después del cese de sus funciones, durante el gobierno de Emilio Estrada
Carmona, Alfaro cuestionó severamente la administración del Presidente y
pronto los coidearios de Alfaro, empezaron a organizar una serie de
sublevaciones militares. Alfaro fue desterrado a Panamá durante el gobierno
interino de Carlos Freile Zaldumbide. El 4 de enero de 1912 volvió al país y
pronto se propuso dialogar con el Gobierno, sin embargo, el general Leónidas
Plaza lo encarceló en el expenal García Moreno. El 28 de enero de 1912, un
tumulto de personas en Quito ingresaron a la cárcel donde estaban detenidos
Alfaro, sus familiares, y amigos, y después de un linchamiento, arrastraron los
cuerpos de los líderes liberales por las calles de Quito hasta el parque "El
Ejido" donde finalmente los incendiaron.
Se considera que su legado más importante fue la defensa de los valores
democráticos, la unidad nacional, la integridad territorial del Ecuador, el
laicismo, la modernización de la sociedad ecuatoriana, la educación, y los
sistemas de transporte y comunicación.
La Escuela Superior Militar del Ejército Ecuatoriano lleva su nombre, así como
el buque insignia de la Escuadra Naval, instituciones educativas (colegios,
escuelas y academias) y múltiples avenidas, calles y plazas en todo el
Ecuador. Alfaro es considerado en la historia del Ecuador como uno de los
gobernantes y líderes más sobresalientes y con mayor impacto en la vida del
país.

Índice

 1Biografía
o 1.1Primeros años
o 1.2Activismo liberal
 2Presidencia del Ecuador
o 2.1Primer Gobierno: Desde el 23 de agosto de 1895 al 31
de agosto de 1901
o 2.2Segunda Administración: 23 de diciembre de 1906 a 11
de agosto de 1911
o 2.3Ministros de Estado
 3Cronología del alfarismo
 4Legado
 5Derrota y asesinato: La Hoguera Bárbara
 6Mausoleo y homenajes
 7Sucesión
 8Véase también
 9Referencias
 10Bibliografía
 11Enlaces externos

Biografía[editar]
Primeros años[editar]
Imagen del expresidente ecuatoriano José Eloy Alfaro Delgado (1842-1912), miembro del Partido
Liberal Radical.

José Eloy Alfaro Delgado nació el 25 de junio de 1842 (La Rioja), nacido el 18
de diciembre de 1796, quien llegó al actual Ecuador en calidad de exiliado
político (hijo de Antonio Alfaro Colmenares y de su esposa Leandra González
Larrañaga y nieto paterno de Antonio Alfaro y de su esposa María Manuela
Colmenares), y María de la Natividad Delgado López, nacida en Montecristi el 8
de septiembre de 1808, hija de Rafael de la Cruz Delgado, que fue en repetidas
ocasiones regidor del Cabildo colonial de Montecristi, y de su mujer María de la
Cruz López Prieto.

Activismo liberal[editar]

Eloy Alfaro y su familia en 1908.

Monumento a Eloy Alfaro en la escuela Superior Militar Eloy Alfaro.

José Eloy Alfaro Delgado recibió su instrucción primaria en su lugar natal y al


concluir esos estudios, se dedicó a ayudar a su padre en los negocios. En su
juventud fruto de una relación amorosa tuvo un hijo ilegítimo llamado Rafael.
Al enterarse, el joven Eloy Alfaro, de que el presidente Gabriel García
Moreno había pedido el protectorado a Francia, se unió a las filas liberales. A
los 22 años de edad empuñó las armas contra García Moreno, pero tuvo que
salir del Ecuador porque la conspiración urdida por el general Tomás
Maldonado había sido sofocada. Corría 1864. Al año siguiente regresó para
combatir junto al general José María Urbina en el Combate naval de Jambelí
(1865).
Derrotado y perseguido, Alfaro se exilia en Panamá, departamento
de Colombia todavía, en donde dedicado al comercio adquirió riqueza y
contrajo matrimonio con Ana Paredes Arosemena, panameña de 16 años de
edad, y con quien tuvo nueve hijos. En Panamá conoció a Juan Montalvo, a
quien protegió y financió la edición de algunos de los inmortales ensayos.
Muerto el presidente García Moreno en 1875, Alfaro regresó a Ecuador, luchó
por la abolición de la octava constitución política conocida como Carta Negra y
por la convocatoria de una asamblea constituyente.
Artículo principal: Revolución de Veintemilla
Se unió al general Ignacio de Veintemilla en la llamada Revolución de
Veintemilla y se distinguió en el Combate de Galte, la batalla que consolidó
la Jefatura Suprema del general. Pronto se decepcionó de él, volviendo a
Panamá, regresó a Guayaquil en abril de 1878 para combatirlo. En noviembre
de ese año fue apresado y cargado de grillos hasta marzo de 1879. Gracias a
la valiente defensa de Montalvo fue puesto en libertad y expulsado a Panamá.
Como su fortuna material había venido a menos, pues con ella financiaba su
activismo libertario y porque Panamá había entrado en crisis económica, Alfaro
cayó en la pobreza. Trabajó como periodista, pero volvió a la lucha armada en
1882 al proclamarse Veintemilla nuevamente dictador. Cuando Alfaro contó a
su madre que se aproximaba la guerra civil, recibió de ella esta bendición: 'Bien
está. Vaya usted a cumplir sus deberes con la patria'.
Artículo principal: Guerra civil ecuatoriana de 1882-1883
Se embarcó para Esmeraldas y asumió la dirección del movimiento armado,
pero fue vencido y tras un escape prodigioso y lleno de sufrimientos a través de
los Andes y la selva llegó a Panamá. Volvió otra vez a combatir en la campaña
de la Restauración, lo que le valió ser nombrado Jefe Supremo de Manabí y
Esmeraldas. Los opositores le echaron en cara el decreto del 2 de julio de
1883, en el que ordenaba que los "sindicados sean juzgados sumaria y
verbalmente sin apelación" y que "los bienes de todos estos criminales se les
confisquen mientras dure la guerra y para emplearlos en sostener la guerra".
Sus tropas fueron las primeras en cercar a Guayaquil. Combatió en la batalla
del 9 de julio de 1883 y entró triunfante en la ciudad. Convocada la asamblea
constituyente de 1884, renunció a la Jefatura Suprema de Esmeraldas y
Manabí, recibió la confirmación de su grado de general y se exilió del Ecuador.
Poco después, volvió para combatir al presidente José María Plácido
Caamaño y liderar a los montoneros. En diciembre de 1884 perdió el Combate
Naval de Jaramijó en el vapor "Pichincha", antes "Alajuela" (como la ciudad
donde fue exiliado en Costa Rica y donde iniciado en
la francmasonería regular), contra la flotilla del presidente Caamaño,
comandada por el general Reinaldo Flores. Para no rendirse, encalló la nave y
la incendió. Escapó a Panamá atravesando Colombia en una odisea plagada
de dificultades de la que salió nimbado con la aureola de héroe mítico siempre
derrotado pero jamás definitivamente vencido. "General de las Derrotas" lo
llamaban entre despectivos y asombrados sus grandes enemigos
conservadores.
Durante sus exilios, recorrió Centroamérica, siendo el Congreso
de Nicaragua el que le otorgó el grado de General de División en ese país.
Según declaró el gobierno del presidente Rafael Correa en 2012, Alfaro nunca
llegó a ser general en el Ejército ecuatoriano, por lo que Correa lo
ascendió post mortem al grado de General de Ejército, máxima jerarquía del
Ejército ecuatoriano en la actualidad, pero que no existía en su época, en una
ceremonia especial el 5 de junio de 2012.
Historiadores militares como el exalcalde de Quito y héroe de la Guerra del
Cenepa, general (r) Paco Moncayo, aclararon que Eloy Alfaro fue legalmente
General de División del Ejército del Ecuador desde el 24 de agosto de 1895.2 y
que no fue "General de Ejército" por no existir ese rango en su época. Alfaro
fue ascendido por el Consejo de Ministros cuando ya ostentaba la Jefatura
Suprema de la República, según reza el decreto respectivo, que menciona sus
triunfos en los combates de la guerra civil de ese año, como Gatazo.
Moncayó precisó que según documentos del Ministerio de Guerra y Marina del
Ecuador de 1900, que publicó en ese año el Escalafón Militar de los generales
ecuatorianos, con sus respectivas antigüedades, Eloy Alfaro fue nombrado
general de Brigada el 2 de febrero de 1883, durante la guerra civil que derrocó
al general Ignacio de Veintimilla, quien ejercía de "Jefe Supremo y Capitán
General de los Ejércitos de la República", es decir, de dictador.3

Presidencia del Ecuador[editar]


Primer Gobierno: Desde el 23 de agosto de 1895 al 31 de
agosto de 1901[editar]
La crisis originada por la Venta de la Bandera originó una serie
de levantamientos armados en el país, provocando la renuncia del
presidente Luis Cordero Crespo en 1895 y asumiendo interinamente el poder
ejecutivo el entonces vicepresidente Vicente Lucio Salazar.
El 5 de junio de 1895 estalló la Revolución Liberal de Ecuador, cuando en una
asamblea popular reunida en Guayaquil decide desconocer al gobierno interino
de Vicente Lucio Salazar y nombrar como Jefe Supremo de la República a
José Eloy Alfaro Delgado, que regresando del exilio lideró con éxito a las
fuerzas rebeldes en la Batalla de Gatazo (14 de agosto de 1895) lo que le
permite asumir el poder político como dictador al derrotar a las fuerzas
gobiernistas.
La primera medida fue exonerar a los indígenas del pago de la contribución
territorial y del trabajo subsidiario, y gobernar con todos los sectores del
liberalismo. La segunda, aplacar a la Iglesia católica: escribió al papa León
XIII para presentarse y le pidió que canonizara a la quiteña Mariana de Jesús
de Paredes. El Papa le contestó con paternal bondad, pero la Iglesia local no
estaba dispuesta a la paz. "Rechace el Señor a los espíritus infernales (del
liberalismo)", arengaba el huido obispo de Manabí, que dirigió una invasión
desde Colombia, mientras el desterrado obispo de Loja lo hacía desde el Perú.
Los conservadores se sublevaban en el norte, en el centro y en el sur de la
Sierra. Los predicadores incitaban a la guerra santa. Hubo abusos y desmanes:
el coronel Manuel Antonio Franco, el hombre duro de Alfaro, expulsó a los
capuchinos de Ibarra. Las tropas liberales asaltaron el Palacio Arzobispal de
Quito, quemaron la biblioteca y el archivo, injuriaron al arzobispo Pedro Rafael
González y Calisto paladín de la cruzada antiliberal, e hicieron la parodia de
fusilarlo si no gritaba "!Viva Alfaro!".
El arzobispo respondió que "¡Viva hasta que muera!". Se persiguió a los
hermanos de la Salle, a los padres salesianos y redentoristas y se apresó a
algunos sacerdotes y religiosos, sobre todo, a los dominicos. Y expulsó de la
misión del Napo a los jesuitas, "destruyendo con un sólo mandato sacrificios,
beneficio y costos sostenidos durante muchas décadas, interrumpiendo así... la
defensa del territorio oriental", como señala el historiador Luis Robalino Dávila.
El coronel Antonio Vega Muñoz al mando de fuerzas conservadoras
tomó Cuenca el 5 de julio de 1896. Cuenca estaba psicológica y militarmente
preparada para resistir. Por las noches, indios, sirvientes, patrones y
sacerdotes salían en procesión de antorchas cantando la letanía: "Del indio
Alfaro, líbranos, Señor". El propio Alfáro tuvo que tomar la ciudad al mando de
un poderoso ejército. La campaña duró dos meses. Se peleó calle por calle y
casa por casa. Cuenca se defendió hasta con agua y aceite hirviendo. El 23 de
agosto de 1896, la ciudad se rindió. Hubo 1250 muertos.
En Quito, la represión a los conservadores fue durísima: la Universidad y sus
profesores fueron ultrajados y los periódicos, clausurados. En el cementerio de
San Diego, el periodista Víctor León Vivar daba el adiós a los restos mortales
de Pablo Herrera González, académico de la Lengua y prominente político
conservador. Cuando abandonaba el cementerio, fue cazado entre las tumbas
por soldados alfaristas y acribillado a balazos. Pese a esta guerra religiosa y
regionalista, el Gobierno dictatorial gobernó: canalizó Guayaquil, construyó el
mercado de Quito, reformó los aranceles, suspendió el pago de la deuda
externa, apoyó la independencia de Cuba ante la reina de España, María
Cristina, convocó un Congreso Internacional Americano en México para
fomentar la unión latinoamericana, que no tuvo éxito, y llamó a elecciones para
la asamblea constituyente para restaurar el orden jurídico. Casi todos los
elegidos fueron liberales y gobiernistas.
La asamblea se reunió en Guayaquil el 9 de octubre de 1896. Cuatro días
antes, un tercio de Guayaquil había sido pasto de las llamas. Las pérdidas
llegaron a 18 millones de sucres. La asamblea trasladada a Quito por el
incendio eligió a Eloy Alfaro Delgado Presidente Constitucional de la República
el 17 de enero de 1897 por 51 votos, más 12 votos en blanco, y promulgó la
undécima Constitución el 14 de enero de 1897. Ésta consagró la libertad de
cultos, abolió la pena de muerte, estableció la igualdad de los ciudadanos ante
la Ley y quitó el privilegio de fuero para los delitos comunes.
Cuatro cuidados principales ocuparon la atención de Alfaro en este período: las
relaciones con la Iglesia católica, el ferrocarril, la obra pública, la paz interna y
externa. La libertad de cultos violaba el Concordato con la Santa Sede. Alfaro
intentó renegociarlo de modo que Roma aceptara la separación entre la Iglesia
y el Estado. La Santa Sede se mostró más flexible que la Iglesia local, pero no
se llegó a un acuerdo. El Congreso Extraordinario de 1899 resucitó
el Patronato real, que sometía la Iglesia al Estado. Lo hizo para impedir que el
clero participara en la política partidista y para "inducirlo a vivir nuestra vida
republicana... mediante el ejercicio sublime, pero exclusivo, de su ministerio",
como dijo Alfaro.
En 1900, se estableció la Dirección General de Registro Civil, Identificación y
Cedulación con lo que se arrebató a la Iglesia católica un instrumento de
información y control ciudadano. Los cementerios pasaron a ser administrados
por el Estado. Entonces el delegado apostólico de la Santa Sede para América
del Sur, monseñor Pietro Gasparri, negoció con el canciller José Peralta,
cabeza ideológica del radicalismo. Conferenciaron en Santa Elena, Guayas, y
firmaron protocolos de reconciliación, que, al tiempo de ser ejecutados por el
nuncio apostólico Bavona, fueron desconocidos por Peralta. El secretario de
Estado de la Santa Sede protestó.
En 1897, Alfaro celebró un contrato con el empresario estadounidense Archer
Harman, de confesión protestante, para la terminación del ferrocarril Guayaquil-
Quito. Desde Durán había construidos 70 kilómetros de línea estrecha.

Ferrocarril de Aduana de Guayaquil.

Todo el mundo se le opuso: los comerciantes y banqueros porque había


contratado con una compañía extranjera, y había que renegociar la deuda
externa y gravar con impuestos el comercio exterior. Los latifundistas de la
Sierra, por la deuda externa y los trastornos que el ferrocarril acarrearía al
mercado interno; la Iglesia, porque el contratista no era católico y porque con el
ferrocarril llegaría la disolución de las costumbres. Alfaro se mantuvo firme:
"Don Miedo nunca fue buen consejero. El decoro nacional no consiente un
paso atrás", telegrafió a Luis Felipe Carbo, su ministro en Washington.
Se sancionó la Ley de Instrucción de 1897, que reservaba al Estado el control
de todo el ciclo de enseñanza, incluida la universitaria; la educación debía ser
laica y gratuita, y la primaria obligatoria; entregó la recaudación de impuestos
en la Costa a una compañía privada, la Sociedad de Crédito Público; adoptó el
patrón oro como base del sistema cambiario y norma referencial para el
comercio exterior; reorganizó las Fuerzas Armadas, abrió la administración
pública a la clase media, y las oficinas del Estado a la mujer trabajadora.
En 1900, Ecuador concurrió con éxito a la Exposición Mundial de París; se
trasladaron solemnemente a la catedral metropolitana los restos mortales del
Mariscal Antonio José de Sucre, descubiertos en el subsuelo del Carmen Bajo
de Quito.
La paz interna fue perturbada por sucesivos levantamientos de los
conservadores. Primero en Riobamba, en 1897, lo que dio pie a excesos en el
colegio San Felipe: El padre Victor Emilio Moscoso Cárdenas, superior del
colegio, fue asesinado por las tropas alfaristas, que profanaron las hostias
consagradas. Al año siguiente, se levantó en Cuenca el coronel Antonio Muñoz
y fue derrotado por el coronel Ullauri, liberal. En 1898, la lucha fue en Taya y
Guangoloma, Cotopaxi. Se mutilaron las orejas de los prisioneros reincidentes,
vencidos en Taya. En 1899, fue derrotado en la Batalla de Sanancajas,
Chimborazo, el general conservador José María Sarasti. Los desterrados al
Perú atacaron Loja. Las mutuas intromisiones de liberales ecuatorianos
apoyados por Alfaro en Colombia y de conservadores colombianos en Ecuador
causaron tres batallas entre 1898 y 1900, que aunque localizadas y sin
consecuencias internacionales, fueron sangrientas. En la de Tulcán, el 22 de
mayo de 1900, murieron 800 combatientes, en su mayoría colombianos.
Destacó en este conflicto la doctrina del obispo de Ibarra, Federico González
Suárez, que se opuso a los invasores conservadores de la llamada
"Restauración Católica", aduciendo que no era moral sacrificar los intereses del
Ecuador por querer salvar los de la religión.
En este período, el presidente Eloy Alfaro también dio impulso a la educación
laica. El 19 de mayo de 1896 su mano derecha, el coronel Luciano Coral
Morillo, inaugura el Instituto Tecnológico Bolívar de Tulcán siendo el primer
colegio laico del país, el 1 de junio de 1897 el Instituto Nacional Mejía, el 14 de
febrero de 1901 el Colegio Normal Juan Montalvo y el Colegio Normal Manuela
Cañizares, el 11 de agosto de 1901 el Colegio Vicente Rocafuerte de
Guayaquil.
Segunda Administración: 23 de diciembre de 1906 a 11 de
agosto de 1911[editar]

Foto del general Eloy Alfaro antes de la Batalla de Chasqui.

El golpe de Estado de Eloy Alfaro contra el presidente Lizardo García en 1906


produjo una atmósfera de conflicto en todo el país. Después de asumir el poder
político como dictador por segunda vez después de derrotar a las fuerzas
gobiernistas de Lizardo García en la Batalla de Chasqui (15 de enero de 1906),
Eloy Alfaro llamó a elecciones para la asamblea constituyente para restaurar el
orden jurídico.
La asamblea se reunió en Quito el 9 de octubre de 1906, eligió a Eloy Alfaro
Delgado Presidente Constitucional de la República el 23 de diciembre de 1906
por 41 votos, más 13 votos en blanco, y promulgó la duodécima constitución
política.
El 9 de diciembre de 1906, el general conservador Antonio Vega Muñoz levantó
a Cuenca contra Alfaro. Vega esperaba refuerzos conservadores. Fue
derrotado por el general liberal Ulpiano Páez en Ayancay, entre Azuay y Cañar.
Vega murió de un balazo cuando entraba a pie en Cuenca como prisionero de
las tropas alfaristas. Los gobiernistas dieron la versión de que Vega se había
suicidado; pero lo más probable es que fue asesinado.

Eloy Alfaro montado sobre el corcel presidencial en el patio sur del Palacio de Carondelet en 1906.

Este hecho aumentó la impopularidad de Alfaro. Vega era un ciudadano


distinguido y respetado en Ecuador. La impopularidad creció cuando en el
mismo mes de diciembre el batallón Vargas Torres saqueó la ciudad de Loja
con la connivencia de las autoridades alfaristas locales, y cuando el desmán
quedó impune. Muchos liberales radicales se pasaron a la oposición. Había
descontento contra los abusos del Ejército, cuyo liderazgo iba escurriéndose de
las manos de Alfaro, quien, débil y achacoso, permitía que el poder se
repartiera entre los favoritos y sus familias. Consultado el nuevo arzobispo de
Quito, Federico González Suárez, sobre qué hacer contra estos y otros abusos,
aconsejó votar por personas capaces y patriotas.
En 1907 se constituyó un Club Político Universitario en Quito para luchar por la
libertad de sufragio en las elecciones del próximo Congreso, en las que
preveían el fraude electoral, por lo que el pueblo se levantó para apoyar a los
universitarios y el 25 de abril de 1907 se dio un choque sangriento con varios
muertos y heridos entre los estudiantes.4 Este hecho provocó que Alfaro
perdiera el apoyo de un amplio sector de los intelectuales.
Un poco más tarde, el 19 de julio del mismo año, se fraguó un intento de
asesinato contra Eloy Alfaro en la gobernación del Guayas, escena en la que
murieron ocho de los oficiales que lo defendieron, y se fusiló a ocho de los 16
complotados que habían sido reducidos a prisión tras las investigaciones.
El 6 de noviembre de 1908 se promulgó la Ley de Beneficencia, más conocida
como "De manos muertas". Su primer artículo decía: "Decláranse del Estado
todos los bienes raíces de las comunidades religiosas establecidas en la
República". Y el segundo: "Adjudícanse las rentas de los bienes determinados
en el artículo primero a la beneficencia pública". La mitad de las rentas
producidas por esos bienes fue para la sustentación de los religiosos y
religiosas despojados de ellos, y la otra mitad para hospitales y obras sociales.
En 1910 se promulgó una ley que autorizó la venta de los terrenos adyacentes
a las iglesias y conventos con el objeto de financiar la defensa nacional y se
autorizó la creación de la Cruz Roja Ecuatoriana.5
El sector bancario tuvo una rápida expansión: se fundaron en Quito los bancos
del Pichincha (1906), de Crédito (1907), y de Préstamos (1909), y en Guayaquil
la Caja de Préstamos y Depósitos La Filantrópica (1908).

El General Eloy Alfaro en el tren de Ecuador en 1908.

La llegada del ferrocarril transandino a Quito el 25 de junio de 1908 fue el


triunfal Domingo de Ramos para el acosado presidente. El arzobispo de Quito
ordenó echar a vuelo las campanas. Hubo fiestas populares y oficiales. El
regocijo fue intenso. "Día", dijo Alfaro, "el más glorioso de mi vida porque es la
realización de los más grandes ideales del país y que han sido y son los míos
propios".
Artículo principal: Tensión peruano-ecuatoriana de 1910
El laudo arbitral del Rey de España estaba próximo a pronunciarse, y se supo
que iba a ser desfavorable a Ecuador. "El Perú había comprado con oro,
derramado pródigamente, a todos los españoles que tenían que tomar parte en
el proyecto del laudo", opinaba González Suárez en una carta privada. Y
aunque el laudo hubiese sido favorable a Ecuador, Perú había declarado por
boca de sus representantes en Madrid y de su propio presidente que "si
peruanos ocupaban (ya) todo el Oriente, estas tierras son y serán peruanas
contra todas las declaraciones del mundo". Los ánimos populares se
encendieron. El 3 de abril de 1910 fueron atacados en Guayaquil el Consulado
del Perú, algunos establecimientos comerciales y un barco mercante de ese
país. Hubo desmanes parecidos en Quito. Ecuador dio satisfacciones, pero el
Perú respondió con un ultimátum incumplible para el honor nacional. Alfaro
encargó la presidencia y se puso al frente de un Ejército de 25 mil soldados y
una reserva de 20 mil voluntarios. Todo el Ecuador lo respaldó a través de
Juntas Patrióticas Nacionales. No se llegó a combatir porque
mediaron Argentina, Brasil y Estados Unidos.
En la segunda presidencia de Eloy Alfaro, se realizaron las siguientes obras
públicas: se inauguró, por el centenario del primer grito de la Independencia, un
monumento conmemorativo en la Plaza Grande de Quito, y se realizó una
Exposición Universal. Para sede de esa exposición se construyó el Palacio de
la Exposición, actual sede del Ministerio de Defensa del Ecuador.
Ministros de Estado[editar]
Ministerio ministro
Ministerio de General Francisco
Hipólito Moncayo
Guerra y Marina Coronel Wilfrido
Venegas
Julio Román
Ministerio de
Instrucción Pública Francisco J. martin
Aguirre
Manuel Montalvo
José M. Carbo
Ministerio del
Amalio Puga
Interior
A. Reyes V.
Octavio Díaz
Camilo Echanique
Ministerio de Jorge Marcos
Hacienda A. Reyes V.
Luis A. Dillon
Miguel Valverde
Manuel Montalvo
Pacífico Villagómez
Luis F. Carbo
Alfredo Monge
Ministerio de
Relaciones César Borja
Exteriores Lavayen
Francisco Xavier
Aguirre Jado
José Peralta
Juan Francisco
Freile Zaldumbide

Fuente:67

Cronología del alfarismo[editar]


Año Evento

Mar. 31.- La segunda Asamblea Constituyente en Ambato elige Presidente a Veintimilla.

Abr. 6.- Se expide en Ambato la IX Constitución, que suprime la pena de muerte para los
1878
delitos políticos y comunes, y seculariza la enseñanza.
Abr. 21.- Ignacio de Veintemilla Villacís asume el poder como Presidente de la República.
No hubo Vicepresidente. (a)

1880 Decreto Legislativo que ratifica el nuevo concordato con la Santa Sede.


Oct. 20.- Eloy Alfaro llega a Esmeraldas y, apoyado por el Crnel. César Guedes, Jefe Militar
de Esmeraldas, se proclama Jefe Supremo. La expedición fracasa.
Oct. 30.- Revolucionarios liberales atacan Tulcán y proclaman Jefe Supremo a Juan
Montalvo. El episodio solo dura un día. El Gobierno del Ecuador firma un Tratado de Paz y
Amistad con España.

Mar. 14.- Nueva versión del Concordato es adoptada.


Mar. 25.- Veintemilla se declara Jefe Supremo antes de elecciones. Quito y Guayaquil
1882 proclaman a Ignacio de Veintemilla Jefe Supremo el 26 de marzo y el 2 de abril,
respectivamente.
Jun.- Inicia la lucha armada por liberales y conservadores contra la dictadura de Veintemilla.

Ene. 14.- Un Pentavirato (Gral. Agustín Guerrero Lizarzaburu, Luis Cordero Crespo, Rafael


Pérez Pareja, Pablo Herrera González y Pedro Ignacio Lizarzaburu) es formado en Quito.
Feb. 2.- Eloy Alfaro es ascendido al grado de general de Brigada del Ejército del Ecuador.
Jun. 5.- Eloy Alfaro es declarado Jefe Supremo de Manabí y Esmeraldas.
Jul. 9.- Veintemilla fuga en un navío a Lima cuando Alfaro y José Ma. Sarasti lo citan en
Guayaquil.
1883 Jul. 10.- Pedro Carbo es declarado Jefe Supremo de Guayaquil.
Jul.- Hay tres gobiernos en el país: Alfaro en Manabí y Esmeraldas, Pedro Carbo en
Guayaquil, y el Pentavirato en Quito.
Oct. 15.- José María Plácido Caamaño es nombrado por una Asamblea Constituyente y
asume el poder como Presidente Interino.
Se expide un Decreto Legislativo que autoriza negociar con la Santa Sede la substitución del
"diezmo" por otro impuesto. En Quito se inicia la construcción de la carretera del norte.

Feb. 10.- José María Plácido Caamaño y Gómez Cornejo asume el poder como Presidente de
la República; Agustín Guerrero Lizarzaburu es su Vicepresidente.
1884
Feb. 13.- Se expide en Quito la X Constitución, que deroga la pena de muerte.

Ene. 1.- El liberal Nicolás Infante Díaz es fusilado en Palenque. Grupos armados de alfaristas
1885 ("montoneras") crean inestabilidad en la Costa. Revolucionarios en el sur son fusilados. Se
inicia el camino Quito-Archidona.
Mar. 20.- El Crnel. Luis Vargas Torres es fusilado en Cuenca.
1887 Ago. 1.- Convenio Espinoza-Bonifaz con el Perú para que el Rey de España arbitre la
cuestión limítrofe.

Ago. 17.- Antonio Flores Jijón (hijo del Gral. Juan José Flores) asume el poder como
Presidente de la República; Pedro José Cevallos Salvador es el Vicepresidente.
1888
Se restablece el Ministerio de Instrucción Pública. En Guayaquil se funda la Junta de
Beneficencia.

Jun. 5.- Se sustituye el "diezmo" a la iglesia católica por un impuesto sobre la propiedad y la
1889
exportación de cacao.
Jul. 1.- Luis Cordero Crespo asume el poder como Presidente de la República. Pablo Herrera
1892
González es su Vicepresidente.
1894 Ene.- Vicente Lucio Salazar asume la Vicepresidencia.
1895 Abr. 9.- Tropas del gobierno combaten a tropas liberales y conservadoras que toman
Guaranda.
Abr. 10.- Tropas del gobierno combaten contra tropas conservadoras en Quito.
Abr. 16-17.- Luis Cordero Crespo renuncia y Vicente Lucio Salazar ejerce el Poder
Ejecutivo.
May 5.- El pueblo de Chone, en la provincia de Manabí, lo reconoce por primera vez como
jefe de Estado tras haberse consolidado las victorias de las revueltas montoneras en el norte y
el centro de Manabí, promoviéndose la Proclama Liberal de Chone mediante un comunicado
público.
Carlos Concha Torres y otros liberales toman la ciudad de Esmeraldas.
May 9.- Tropas liberales bajo el Crnl. Manuel Serrano Renda triunfan en El Oro.
Jun. 4.- Guayaquil nombra a Ignacio Robles como Jefe Civil y Militar.
Jun. 5.- Una Asamblea Popular en Guayaquil proclama a José Eloy Alfaro como Jefe
Supremo de la República.
Jun. 19.- Eloy Alfaro llega a Guayaquil, de Panamá, y toma el Poder.
Jul. 22.- Fuerzas liberales triunfan contra tropas del gobierno en Guangopud (Chimborazo).
Tropas del gobierno triunfan contra fuerzas liberales en Loja y San Miguel de Chimbo, 29 de
julio y 6 de agosto, respectivamente.
Ago. 9.- Los ejércitos liberales triunfan en Palenque y Quevedo (Los Ríos).
Ago. 15.- El ejército liberal derrota a las tropas del Gral. José Ma. Sarasti en Gatazo
(Chimborazo); y también triunfan en el Girón (Azuay).
Ago. 24.- Eloy Alfaro es ascendido al grado de general de División del Ejército del Ecuador,
el máximo rango en esa época, por el triunfo en el combate de Gatazo.

May 19.- Crea el Colegio Nacional Bolívar de Tulcán, primer colegio laico del Ecuador.
May 29.- Conservadores ecuatorianos exilados en Colombia y aliados colombianos se
enfrentan a tropas del gobierno en Cabras (Carchi).
Jul. 5.- Tropas conservadoras bajo el coronel Antonio Vega Muñoz toman Cuenca.

1896 Ago. 20.- El ejército liberal bajo el Gral. Ulpiano Páez derrota a tropas de Vega en Lircay,
Lenta y Girón.
Ago. 22.- El ejército liberal triunfa en Cuenca después de feroz resistencia requiriendo
combates de casa por casa; mueren 1250 combatientes.
Oct. 9.- La I Asamblea Constituyente Liberal (la XII Nacional) se reúne en Guayaquil y
nombra a José Eloy Alfaro Delgado como Presidente Interino.

Ene. 14.- Se expide en Quito la XI Constitución (I Constitución alfarista), que establece la


libertad de cultos, deroga la pena de muerte e impone la igualdad de los ciudadanos ante la
Ley.
Ene. 17.- José Eloy Alfaro Delgado asume el poder como Presidente de la República;
Manuel Benigno Cueva es el Vicepresidente. Se expide la Ley que garantiza la libertad de
1897 pensamiento.
May 29.- Se expide la Ley de Instrucción Pública que pone el ciclo de enseñanza (incluida la
universitaria) bajo el control del Estado y que sea obligatoria en la primaria, gratuita y laica.
Junio 1.- Crea el Instituto Nacional Mejía con educación laica.
Jun. 17.- Se firma el contrato de construcción del ferrocarril Guayaquil-Quito.

Las rentas eclesiásticas son reducidas; se suprimen los impuestos que reemplazaron al
1898
diezmo.
Oct. 31.- El Congreso aprueba la Bandera y el Escudo del Ecuador.

1900 Se crea el Registro Civil, con lo que se le quitó a la Iglesia los medios de información y
control sobre los ciudadanos. El registro de nacimientos y la administración de los
cementerios pasó a manos del Estado.

Sep. 1.- Leonidas Plaza Gutiérrez asume el poder como Presidente de la República; Alfredo
1901
Baquerizo Moreno es el Vicepresidente.

Jul. 7.- Llega la primera locomotora del ferrocarril a Alausí.


1902
Oct. 3.- Se expide la Ley de Matrimonio Civil. Se expide la ley que permite los divorcios.

1904 Oct. 12.- Se expide la Ley de Cultos que establece las relaciones entre la Iglesia y el Estado.

Jul. 24.- El ferrocarril llega a Riobamba.


Sep. 1.- Lizardo García Sorroza asume el poder como Presidente de la República; Alfredo
1905
Baquerizo Moreno es el Vicepresidente.
Dic. 31.- Eloy Alfaro dirige un Golpe de Estado contra el gobierno de Lizardo García.

Ene. 16.- Eloy Alfaro toma el poder como Jefe Supremo después que sus tropas derrotan a
tropas gobiernistas en Chasqui (Cotopaxi).
Ene. 19.- Guayaquil reconoce a Eloy Alfaro como Jefe Supremo.
Oct. 9.- Eloy Alfaro es elegido Presidente Interino por una Asamblea Constituyente.
1906
Dic. 22.- Se expide en Quito la XII Constitución, llamada "atea" por los conservadores, pues
establece la separación de la Iglesia y el Estado. El Estado es supremo. El cargo de
Vicepresidente es suprimido.
Llega el ferrocarril a Ambato.

Ene. 1.- Eloy Alfaro es nombrado Presidente de la República por la Asamblea


1907
Constituyente.

Jun. 25.- Inauguración del ferrocarril entre Guayaquil y Quito.


1908 Nov. 6.- Se expide la "Ley de las manos muertas", bajo la cual se confiscan los bienes
inmuebles del clero para el beneficio de la asistencia pública.

Abr. 24.- Alfaro asume la Jefatura del Ejército para fortificar el golfo de Guayaquil en caso
1910 de una invasión peruana. La intervención diplomática de Estados Unidos, Argentina, y Brasil
evita la guerra.

1911
Jul 30.- La Junta Patriótica, integrada por Luis Felipe Borja Pérez
(padre) (presidente), Federico González Suárez (vicepresidente), Manuel A. Larrea, José
Julián Andrade, Carlos Casares, Carlos Freile Z., Joaquín Gómez de la Torre, Carlos Pérez
Quiñones, Quintiliano Sánchez, Pacífico Villagómez, Luis Felipe Borja Pérez (hijo) y
Celiano Monge, pide que el gobierno de Alfaro reconozca la elección de Emilio
Estrada como Presidente.
Ago. 11.- Alfaro renuncia por revuelta popular; el Presidente del Congreso, Carlos Freile
Zaldumbide es encargado del Poder.
Sep. 1.- Emilio Estrada Carmona asume el poder como Presidente Constitucional; no hubo
Vicepresidente.
Dic. 21.- Estrada fallece de ataque cardíaco.
Dic. 22.- Carlos Freile Zaldumbide es otra vez encargado del Poder.

Ene. 12.- Eloy Alfaro desembarca en Guayaquil.


Ene. 28.- Por orden de Freile, los Alfaro, Páez, Serrano y el periodista Luciano Coral son
1912 puestos en el Penal García Moreno en Quito. El gobierno no protege a los prisioneros
alfaristas de una "chusma organizada" que invade el Penal García Moreno, asesina a los
detenidos, los arrastra por las calles de Quito y quema los cadáveres en El Ejido.

Legado[editar]
Uno de los principales aportes de Eloy Alfaro fue la creación de colegios
públicos laicos, eliminado el monopolio de a la Iglesia católica en la educación.
Estas medidas fueron inspiradas por librepensadores como Juan Montalvo y
José Peralta, quienes impulsaron la secularización de la sociedad ecuatoriana.
La creación de colegios públicos y de colegios privados para la formación de
profesores laicos, fue una de las principales tareas de Eloy Alfaro. Una de las
medidas de la Revolución liberal que se mantuvo durante décadas fue la
obligación de los estudiantes de los colegios católicos de rendir sus exámenes
y validar sus conocimientos ante los maestros laicos del Estado.
El general fue miembro de las logias masónicas, al igual que los próceres de la
Independencia, y sus esfuerzos para separar la Iglesia del Estado fueron
consagrados en aspectos como la creación del Registro Civil. Esta medida
permitió que las personas tuvieran derecho a la identidad sin necesidad de
constar en los registros de bautismo de la Iglesia Católica. Alfaro promovió la
libertad de cultos, permitiendo el ingreso al país de misiones protestantes, en
especial, de Estados Unidos.

Derrota y asesinato: La Hoguera Bárbara[editar]


Artículo principal: La Hoguera Bárbara
Desde mediados de 1911, en Quito y en todo el país, se fue afianzando y
extendiendo, un clima antialfarista que culminó el 11 de agosto de 1911 con un
golpe de estado militar, que obligó a Eloy Alfaro a dimitir de la presidencia, a
refugiarse en la embajada de Chile y posteriormente exiliarse a Panamá.
Según estima Cristóbal Gangotena, un testigo presencial de los hechos que
dejó una crónica, la vida de Alfaro ya corrió peligro durante su derrocamiento,
siendo salvado por los cónsules de Brasil y Chile. Este último, de apellido
Eastman, fue el responsable de un acuerdo que permitió que Alfaro salga ileso,
pero comprometiéndose a salir del país por lo menos un año. Desde entonces,
el Viejo luchador, perdería todo el apoyo en el Congreso, en donde la "mayoría
constitucionalista" lanzaba furibundos ataques contra él, llegándose a plantear
incluso la colocación de una placa difamatoria contra el alfarismo en el Palacio
de Carondelet y a pedir su extradición, para juzgarlo, mientras los hombres del
antiguo régimen eran apresados y sufrían las consecuencias de la ira de un
populacho que enfurecido linchó al coronel Antonio Quiroga.
En este clima, Emilio Antonio Jerónimo Estrada Carmona, asumió el poder
político como Presidente Constitucional del Ecuador al resultar vencedor en
las Elecciones presidenciales de Ecuador de 1911, pero sus problemas del
corazón lo llevaron a la tumba después de tres meses. El Congreso en donde
los placistas y conservadores dominaban, eligieron al presidente del
Congreso Carlos Freile Zaldumbide para que se encargue del Gobierno, lo que
fue rechazado por los alfaristas de Esmeraldas que eligieron a Flavio
Alfaro como Jefe Supremo, a la vez que el general Pedro J. Montero, fiel
seguidor de Alfaro y Jefe Militar de Guayaquil, se proclamó por su parte, como
Jefe Supremo del Guayas. El general Leonidas Plaza Gutiérrez en nombre del
Gobierno, como jefe del Ejército, se dirigió a Guayaquil, para combatir el
levantamiento de Montero, que había recibido el apoyo de Flavio Alfaro y del
propio Eloy Alfaro, quien regresó de Panamá, ante el pedido de Montero para
actuar como mediador y pacificador. Alfaro regresó, para servir de mediador
entre los suyos y el Gobierno y evitar mayores problemas para el radicalismo y
aún la mismísima desaparición del partido.
Las fuerzas liberales fueron derrotadas en sucesivas batallas en Huigra,
Naranjito y Yaguachi, donde mueren cerca de 1000 hombres, en una corta
guerra civil. Montero se vio obligado a llegar a un acuerdo de capitulación en el
que se pedían garantías para Alfaro y sus compañeros. Ante la eminente
derrota del liberalismo, el Viejo luchador firma la rendición, que fue mediada por
los cónsules de Estados Unidos y Gran Bretaña en Guayaquil. Contemplaba la
rendición de las fuerzas liberales, amnistía a Montero y los partícipes del 28 de
diciembre de 1911, y el exilio voluntario de don Eloy, en un vapor asignado por
el Gobierno. No habría represalias.
Pero la Capitulación no fue respetada, se argumentó que Alfaro tampoco había
respetado su compromiso anterior de 1911, y el general Leonidas Plaza, Jefe
de las fuerzas gobiernistas, ordena la detención de Eloy y Flavio Alfaro, Pedro
J. Montero y Ulpiano Páez; además, se aprehendió a personas que nada
tuvieron que ver con los hechos anteriores, sino por el simple hecho de ser
liberales, como Medardo Alfaro, el periodista Luciano Coral Morillo, director del
periódico liberal El Tiempo y Manuel Serrano Renda.
El general Montero fue juzgado por traición en Guayaquil, bajo el pretexto de
estar sujeto a la jurisdicción militar, en donde al final de la sentencia que lo
condena a 16 años de prisión, un soldado le disparó en la frente y lo arrojó a la
calle desde una ventana. Como en un anticipo macabro de lo que vendrá, el
pueblo arrastró el cadáver por las calles de Guayaquil y lo quemó de forma
bestial en una plaza.
"El cadáver, entonces, fue abandonado en las calles, descuartizado y por fin quemado en una
plaza."8

Freile Zaldumbide ordena que los otros prisioneros sean llevados a Quito.
Plaza, aparece como contrario a esta disposición, pero el historiador Roberto
Andrade lo acusa de haber manipulado la decisión y planeado el asesinato de
los jefes del radicalismo, que finalmente ocurrió en la capital el 28 de enero de
1912 en el Penal García Moreno.
Controvertida es aún hoy, la cuestión relativa a los responsables materiales e
intelectuales, del asesinato de Alfaro y varios de sus tenientes.
La historia oficial atribuye tal vergüenza a la plebe. El historiador Roberto
Andrade, contemporáneo de Alfaro, acusa a Leonidas Plaza; otros
investigadores lo liberan. Nadie niega que fuera un crimen político y horrendo,
instigado por móviles protervos, que aún hoy llenan a la República de estupor.

1908: En primera fila, Archer Harman y Eloy Alfaro; segunda fila: Alfredo Monge, Crnel. Belisario
Torres, Dr. César Borja Lavayen, Gral. Francisco Hipólito Moncayo, William Fox y Amalio Puga.

"Enseguida desembarcó Plaza con su ejército. Su primera decisión en Guayaquil, fue la violación de
las Capitulaciones. En algunos de sus telegramas manifestó sorpresa porque los Generales no
habían fugado: ésta es declaración de que él lo hubiera hecho, porque para él nada importa un
compromiso. En la mejor acción de este hombre se deja vislumbrar la estrofa de una canalla. Mandó
prender á los generales Eloy Alfaro y Ulpiano Páez, quienes se hallaban juntos, esperando la
designación del vapor en que debían embarcarse (...) Plaza había tenido buen cuidado de incorporar
en el populacho a soldados disfrazados y escogidos, para que mataran a los generales en la calle,
cuando los conducían a prisión". Se refiere a Plaza: "Y a su cómplice Valverde le telegrafiaba a
Manabí en las mismas horas: "El hecho de haber caído prisioneros todos los cabecillas está
revelando que una justicia superior va á destruir el mal de una manera radical y para siempre."9

Conducidos por el coronel Alejando Sierra y sus soldados del batallón Marañón
a pie y a caballo, los prisioneros de guerra entraron en Quito. A pesar de que
era un secreto a voces que se tramaba un linchamiento -algunos diarios hasta
lo insinuaron en sus editoriales, aunque dado el porcentaje de analfabetismo de
la época es muy poco probable que hayan influenciado directamente a la
masa- Sierra paseó al general Alfaro en un automóvil blanco desde el sector de
Chillogallo, en la entrada sur de Quito, al Penal, tomando las calles más
concurridas, donde la gente pudo verlo e insultarlo. Según relató Cristóbal
Gangontena, el auto iba conducido por un francés llamado Hubert, quien fue
insultado por la gente. Gangontena cree que hubo incidentes entre la guardia y
la gente, al extremo de haber un muerto y por lo menos un herido.8 Los
militares entregaron a Alfaro en la Penitenciaría, donde fue encerrado en la
Sección E, junto con sus tenientes. Pero no hubo tiempo ni siquiera de
asegurar las celdas, cuando empezó el ataque.
Era poco después del mediodía cuando una turba, estimada en cuatro mil
personas (según los resultados de las investigaciones del fiscal Pío Jaramillo
Alvarado en el año de 1919), rodeó el Penal para asaltarlo. Los militares, según
pudo establecer el fiscal, no solo que no ofrecieron resistencia, sino que
llamaron a la gente para darle armas y elementos para el ataque. Solo la
guardia interna del Penal resistió, asegurando las puertas con lo que tenían a
mano, pero estas fueron rápidamente destruidas. Todos los tiros disparados
fueron contra el Penal, sin que se hiciera fuego desde el interior. Según pudo
establecer Gangotena en una visita a los pocos días, los asesinos forzaron a
tiros una ventana y una puerta de madera, mientras que no pudieron romper la
puerta principal. La puerta de madera había sido asegurada con unos adobes,
sin éxito. Quienes entraron abrieron luego la puerta principal y supieron
rápidamente en donde estaban los presos, pues se dirigieron a la Serie E sin
demoras.
El general Alfaro, que tenía 69 años, le dijo al director del Penal, Rubén
Estrada, que se ahogaba y pidió un cajón para sentarse, pues en la celda no
había mueble alguno. El director declaró que había dispuesto que le den una
silla.
Un grupo de artesanos de Quito, armados con fusiles, pistolas y garrotes,
ingresaron con facilidad a las celdas donde se había conducido al expresidente
y sus tenientes. Las puertas de las celdas estaban abiertas, pues, según
declararon los empleados del presidio, no tuvieron tiempo de asegurarlas con
candados, salvo en el caso de la celda de Flavio Alfaro.
Cuando el general anciano sintió un ruido, púsose en pie y se acercó a la
puerta, en ademán de imponer silencio. Un cochero llamado José Cevallos, al
parecer un sicario contratado por el ministro de Gobierno de Freile, Octavio
Díaz, entró en la celda a matarlo. Según Gangotena, el general llevaba consigo
una botella de coñac, que lanzó contra él.
El testigo del asesinato del general, Adolfo Sandoval, declaró en el proceso:
“Penetré por medio de aquel populacho hasta la puerta de aquel establecimiento, que ya la encontré
despedazada y que habían botado una especie de muro de adobe, que habían hecho para
resguardarle. Habiendo subido la escalera de la Serie ‘E’ encontré en una celdilla a los generales
Eloy Alfaro y Ulpiano Páez, y me consta que el cochero José Cevallos, dirigiéndose al general Alfaro
le dijo: ‘dónde están los millones que has robado viejo sinvergüeza’, le dio de golpes con un palo
que tenía en la mano, lo boto al suelo, y en seguida con el rifle que tenía, lo mató, y luego hizo lo
mismo con el general Páez. Cuando muerto ya el general Páez, el carpintero Emilio Suárez, le dio
un barretazo en la cara que le hizo tortilla, sacaron sus cadáveres que los botaron de ese altillo para
abajo, y los bajaron. En seguida volvió a subir Cevallos, gritando ‘falta un bandido’, y dirigiéndose a
la celdilla en donde había estado el general Flavio E. Alfaro, en cuyas puertas que habían estado
aseguradas con candado, rompió éste a balazos, penetró, le hizo un tiro, con el que cayó muerto, en
cuyas circunstancias entró un joven con pistola en mano, con la que también le hizo un tiro: no
conocí a ese joven, pero debe dar razón el sindicado Cevallos. Vi también al zapatero Montenegro
con cuchillo y que gritaba también, que había que matarles a los Flavistas, y el cochero de la señora
Isabel Palacios, hacía tiros en las celdillas de los presos, en compañía de muchas personas a
quienes no pude conocer porque eran numerosas y debido también a la ofuscación que existía;
pues es inexplicable lo que acontecía, puesto que los hechos que pasaban eran terribles”. 10

Al parecer, Cevallos tras golpear al expresidente le disparó dos tiros, uno en la


cara y otro en el ojo, quedando en la celda un charco de sangre y la botella
rota.
Carmen Sandoval, una empleada del Penal, relató al fiscal haber visto lo
siguiente:
“Ví subir por la escalera de ese altillo a un joven de leva y dos muchachos, armados con rifles, y
dirigiéndose a las celdillas en que estaban los generales Eloy Alfaro y Ulpiano Páez, los victimaron,
y sacando arrastrado el cadáver del general Alfaro, lo metieron por las barandas del pasamano de
fierro de aquella Serie y lo botaron hacia abajo al empedrado. Vi que el cadáver del general Páez, lo
arrastraron y le daban con piedras, sin haber podido conocer a ninguna persona que estos hechos
bárbaros cometían. Luego el general Flavio Alfaro, se encontraba solo en su celdilla, era el único
que no había sido muerto, cuando vi que se regresaba el cochero Cevallos, de cerca de la puerta
principal, y decía “falta un bandido”, y subiendo la escalera, en compañía del zapatero Montenegro y
N. Vaca, cochero de la señora Isabel Palacios y unas seis mujeres del pueblo que les seguían,
fueron en busca del señor General Flavio Alfaro y dando con él, así mismo lo victimaron. Cevallos
estaba armado con un rifle, el zapatero Montenegro con pistola y el zapatero Vaca con un cuchillo
que lo tenía a la mano, con el que le punzaba al referido general cuando lo sacaban arrastrando de
la celdilla; constándome además que el indicado General aún no moría. Todos los cadáveres sacó la
gente arrastrándolos, para la ciudad; y como repito, como el populacho era numeroso y había una
fuerte confusión, no se distinguía a las personas. El preso criminal A. Flores, que ya cumplió su
condena y salió en libertad, me refirió que él también había visto que el cochero Cevallos, mató al
general Flavio E. Alfaro. Lo que dejo relacionado, observamos desde la Bomba, yo, la viuda del
comandante Estrada, la señora Rosa Sierra y la señora Dolores Jara". 10

Según relató Gangotena, Ulpiano Páez había escondido un revólver en la bota,


con el que pudo defenderse y abatir a uno de los atacantes, antes de recibir un
tiro fatal en el rostro.
Flavio Alfaro, que tenía la puerta de su celda cerrada, pudo resistir varios
minutos a los balazos que le disparaban desde el exterior, pero finalmente fue
alcanzado por tiros de rifle.
Los asesinos mataron a un preso común, al que confundieron con uno de los
políticos liberales.
En la versión de Andrade, un individuo de apellido Pesantes llamó al pueblo y
abrió las puertas, entregó los cadáveres y ordenó, que los arrastrasen y
quemasen, según estableció el fiscal Pío Jaramillo Alvarado en 1919 después
de su investigación de estos asesinatos, un grupo de artesanos mestizos,
llamados José Cevallos, José Emilio Suárez, Alejandro Salvador Martínez, Julio
Vaca Montaño, María Mónica Constante, Emilia Laso y Silverio Segura.11
fueron los principales cabecillas del grupo de asesinos que ingresó por la
fuerza al Penal de Quito y los organizadores del linchamiento, y posterior
quema de los restos. A pesar lo escrito por José María Vargas Vila, en su libro
"La muerte del Cóndor", no participaron en el crimen indígenas ni personas
venidas de otras ciudades, pues casi todos eran personas conocidas como
artesanos y cocheros de Quito. Sobre Cevallos, el fiscal no pudo concretar su
relación con el ministro de Gobierno, Octavio Díaz, con quien al parecer
trabajaba y estuvo pocos minutos antes de sumarse a la turba y liderar el
asesinato de Alfaro. Esto fue negado siempre por Díaz.
El espectáculo fue horrendo. Los cadáveres desnudos fueron amarrados por la
turba de pies y manos. Al cadáver del periodista liberal Luciano Coral un
abogado le cortó la lengua y la llevaba en la punta de su bastón mostrándola a
la gente.
Mujeres como María Mónica Constante, alías La Chimborazo y Emilia Laso
encabezaron la carnicería, arrastrando ellas mismas los restos de los generales
asesinados por prácticamente toda la ciudad, desde el Penal García Moreno en
el centro hacia las afueras, a un descampado en el norte de Quito conocido
como El Ejido (hoy es un parque de la ciudad) desde tiempos coloniales.
Los cadáveres de Eloy Alfaro y Ulpiano Páez, fueron arrastrados por las calles
Rocafuerte, Venezuela y Guayaquil, pasando por las plazas de Santo Domingo
y La Independencia, para luego converger hacia El Ejido. Una vez ahí, se
encendieron por lo menos cinco hogueras para quemar los restos, ya muy
deteriorados por el arrastre a lo largo de muchas cuadras sobre calles
pavimentadas de piedra.
Fue desde el tejado de una casa en la Plaza de Santo Domingo, que
Gangotena pudo ver lo siguiente:
“Me fui hasta la esquina a tiempo para alcanzar a ver pasar el cuerpo desnudo de don Eloy Alfaro,
que fue el que primero bajaron. Iba el cadáver desnudo de cintura arriba, en las piernas conservaba
un calzón azul de paño; al lado de de la boca, en el lado izquierdo, tenía una herida, que no pude
saber si era de balazo o de arma blanca. La cabeza parecía tener triturados todos los huesos del
cráneo, de tal manera que temblaba como una bolsa de gelatina: mil años viviré que no olvidaré
nunca lo que he visto. En la caja del cuerpo, que iba descubierta, yo no pude ver herida alguna,
aunque decían que tenía una en la tetilla izquierda. Ví, sí, manchas de sangre en el pecho, pero no
me parecieron sino provenientes de la herida de la cara. Al ver pasar esa masa horripilante, no pude
contener un gesto de horror, me llevé constantemente las manos a la cara y se me escapó un grito
"qué horror". Pero entonces un muchacho me increpó, "canalla ajo" me gritó, apuntándome con un
revólver (...) El populacho llevó los cadáveres por toda la carrera Guayaquil, hasta la Plaza de La
Alameda, en donde se dice que mutilaron el cuerpo de don Eloy Alfaro, cortándole el miembro viril."8

Gangotena relata a continuación, que los asesinos armados le obligaron a


aplaudir el espectáculo horrendo que presenciaba a punta de pistola.
Aunque la turba gritaba "viva el pueblo católico", la Iglesia Católica no participó
en la masacre. El arzobispo de Quito, Federico Gonzáles Suárez, relató luego
de los hechos:

El cuerpo de Eloy Alfaro mientras era arrastrado al mediodía por las calles de Quito.

"En los momentos en que los cadáveres de los Generales Eloy Alfaro y Ulpiano Páez, eran
arrastrados por la Plaza de la Independencia, un grupo del pueblo penetró al Palacio Arzobispal y se
dirigió decididamente a los departamentos ocupados por el I. y Rvmo. señor Arzobispo. Al oír el
ruido, salió de su cuarto Monseñor González Suárez y adelantándose a los del grupo, les preguntó
qué querían. A lo que le contestaron: Dénos su Señoría Ilustrísima el permiso para repicar las
campanas de la Catedral, porque el señor Sacristán Mayor (entonces el Presbítero señor José
Miguel Meneses) no quiere permitirnos. Y ¿por qué quieren ustedes repicar las campanas de la
Catedral?, replicó el I. señor Arzobispo. Porque, contestaron, debemos alegrarnos de que hayan
desaparecido los que tanto perseguían a la Iglesia. La Iglesia no puede aplaudir esta conducta, y así
ustedes deben retirarse de aquí y les prevengo que no han de poner un dedo en las campanas de
ninguna iglesia, concluyó el Prelado. No hubo, pues, repiques de campana en las iglesias católicas,
como pretendieron algunos exaltados.” 10

Ni el Ejército ni la Policía presentes intervinieron, hasta cuando los asesinos


dejaron la hoguera que el escritor Alfredo Pareja Díez-Canseco llamó "la
Hoguera Bárbara". Se supo que el Gobierno dio la orden de no reprimir ni
intervenir, tanto a los mandos militares, cuanto al intendente de Policía de
Quito. El intendente declaró en el proceso que fue el propio Freile quien le dio
la orden de no impedir los desmanes, por lo que renunció inmediatamente.
Gangotena relata que la turba arrastró los cuerpos por toda la Plaza de la
Independencia y luego bajó hacia San Agustín, en donde vivía Carlos Freile
Zaldumbide, en cuya casa intentaron penetrar para dejarle los muertos, cosa
que impidió la guardia presente. Freile declaró que estaba enfermo y en cama,
por lo que se excusó de salir a ver el espectáculo.
Gangotena describe que fue a ver la escena en el parque capitalino, cerca de
las 16:30. Nos precisa que no uno hubo una sola hoguera, sino por lo menos
cinco, alineadas de este a oeste en el descampado y que solo la que contenía
los despojos de Eloy Alfaro y Luciano Coral, había destruido mayormente los
restos. Mezquina hasta con el combustible, la chusma dejó a medio quemar y
reconocibles los restos del general Ulpiano Páez, así como los de Medardo y
Flavio Alfaro, en cuyos cadáveres mutilados era posible todavía ver las
vísceras. Se podían ver también, precisa el testigo, los restos de las cuerdas
que los asesinos amarraron en los tobillos de las víctimas. Algunos niños
jugaban con los muertos, picándolos con palos.
Sobre los restos de Eloy Alfaro, precisa:
"Había ahí, a las 4 y media que llegué, cuatro (luego destaca que son cinco) piras ardiendo. En el
número 1 estaban Eloy Alfaro y Luciano Coral. En el 2 el general Manuel Serrano, en el 3 el general
Ulpiano Páez, en el 4, Flavio y Medardo Alfaro, en el 5 había sido puesto Medardo, pero como se
apagara, habían traslado el cadáver a la hoguera en la que estaba Flavio. A la hora en que yo vi
este terrible espectáculo, el fuego estaba ya casi apagado. No había llamas, sino apenas brazas de
candela, los cuerpos medio carbonizados con la propia grasa entretenían al fuego expirante,lo que
producía mucho humo, de un olor nauseabundo(...) en la primera el que estaba más consumido por
el fuego era don Eloy Alfaro, Coral también estaba irreconocible, los dos tenían carbonizadas las
cabezas y el flanco del cuerpo y los muslos, don Eloy tenía una canilla enteramente carbonizada, los
pies y las manos de los dos, contraidas horriblemente, estaban casi intactas. Esta hoguera parece
ser la que más combustible tuvo, y por ende, la que más destruyó los cadáveres." 8

Empero, como si nada hubiera ocurrido, una banda de música ofreció una
retreta frente a la casa de gobierno, el Palacio de Carondelet. Los diarios de la
época apenas reportaron el hecho con pequeñas notas. Al término de su relato,
Gangotena precisa que el sentir de la opinión pública fue de condena hacia las
atrocidades cometidas, pero se justificaban los asesinatos. También anota que
solo a balazos podría el Gobierno haber recuperado los cuerpos e impedido la
barbarie, pero estima que es poco probable que el Ejército hubiera cumplido la
orden de disparar a la turba. Reprocha también al coronel Sierra su absoluta
inacción frente a lo que ocurría y el accionar de la prensa con diarios políticos,
que representaban a Leonidas Plaza y Julio Andrade.8
El fiscal Jaramillo cuestionó duramente la acción del Ejército, que al parecer
facilitó el asalto al penal y dio armas a los asesinos como Cevallos y otros. El
Ejército había derrocado al presidente Alfaro pocos meses antes y no quería su
regreso.
Enrique Ayala Mora, quien ha escrito una moderna historia del Ecuador, señala
según su opinión: "No hay elementos suficientes para acusar a Plaza, pero es
en cambio incuestionable que fueron los placistas junto con los conservadores
y clérigos los que azuzaron a la multitud enloquecida".
José María Vargas Vila atribuyó el crimen tanto a los conservadores,
como Carlos R. Tobar, quien había declarado años antes de la tragedia, que a
Alfaro había que quemarlo como a un hereje, cuanto a Plaza, por su afán de
quedarse con el poder.
A partir de ese día, se inició en el país la persecución de los alfaristas, y hasta
1916 en que ya gobernaba Leonidas Plaza Gutiérrez, se registraron alrededor
de 8.000 muertos, debido a una guerra civil que se desató en la provincia de
Esmeraldas en la denominada Guerra de Concha.

Mausoleo y homenajes[editar]
Véase también: Edículo del General Eloy Alfaro

Condecoración General Eloy Alfaro Delgado.

A escondidas, sin los honores a los que tenía derecho como expresidente de la
República y general del Ejército, los irreconocibles restos del presidente Alfaro
y sus tenientes fueron enterrados en un cementerio público de Quito. En el acta
de defunción se anotó como causa de muerte que "lo había matado el pueblo".
El acta no registra peritaje médico alguno y tomando en cuenta que según
Gangotena, en la misma pira se quemó a Alfaro y Luciano Coral, hasta quedar
irreconocibles, no hay certeza de que se hayan podido identificar sus restos
debidamente, a diferencia de otros de los martirizados cuyos cuerpos no fueron
totalmente quemados por falta de suficiente combustible. En los años 40 del
siglo XX se trasladaron las que se cree son sus cenizas hacia Guayaquil, en
cuyo Cementerio General se levantó un Mausoleo, con un busto de bronce.
Durante la presidencia de Rafael Correa Delgado, en 2008, parte de las
supuestas cenizas del Viejo Luchador fueron retiradas y trasladadas con
honores militares al complejo llamado Ciudad Alfaro, en la población manabita
de Montecristi, su tierra natal, que también albergó a la Asamblea
Constituyente de 2008. El Mausoleo, decorado con murales, contiene lo que se
supone son las cenizas de Alfaro en una urna. La celda del Penal García
Moreno donde fue muerto nunca más fue ocupada. Actualmente hay un busto
de Alfaro en ella.
En los años 1980 surgió un grupo guerrillero llamado Alfaro Vive ¡Carajo!.
Integrantes del grupo robaron las espadas del General Alfaro del museo de la
ciudad de Guayaquil e incluyeron su imagen en su bandera de combate. Este
grupo guerrillero realizó operaciones en el Ecuador desde el año 1983 hasta el
año 1991.
En las principales ciudades ecuatorianas hay calles y avenidas en honor a
Alfaro. La avenida Eloy Alfaro es una de las principales de Quito.
En la capital se levanta también un obelisco que señala un lugar muy cercano
al real, en el cual la turba quemó los despojos del presidente Alfaro y sus
tenientes, probablemente en el sitio que Gangotena señaló como la pira
número uno. El obelisco, pintado de rojo, está coronado por una antorcha en el
centro del parque de El Ejido. El obelisco tiene una placa que dice "Martirio y
glorificación de Alfaro, 28 de enero de 1912".
En frente del obelisco, el alcalde Paco Moncayo hizo levantar una estatua de
Alfaro. Cada 5 de junio, aniversario de la Revolución, los colegios públicos de
Quito le rinden homenaje, depositando ofrendas florales. También realizan una
ceremonia en su memoria las logias masónicas de la capital.
En el pueblo de Concepción, Colombia, a la base de la estatua de José María
Córdova, se colocó en 1971 (y todavía presente con extremo orgullo) una placa
de agredicimiento hacia Eloy Alfaro como símbolo de hermandad entre
Colombia y Ecuador.12
En Guayaquil, un gran monumento levantado a mediados del siglo XX recuerda
al general Alfaro, y lo muestra liderando la Revolución liberal. Este se
encuentra a la entrada este de la ciudad, en las inmediaciones del complejo de
puentes de la Unidad Nacional.
Actualmente el principal premio que otorga la Asamblea Nacional lleva su
nombre: Condecoración General Eloy Alfaro Delgado.
En noviembre de 2016 se inauguró en Santiago de Chile el parque República
del Ecuador con un busto del general Eloy Alfaro.13

Sucesión[editar]

Predecesor: Presidente de la República del Sucesor:


Vicente Lucio Salazar (e) Ecuador Leónidas Plaza Gutiérrez
(1.er Período)
23 de agosto de 1895 - 31 de
agosto de 1901
Predecesor: Sucesor:
Lizardo García Carlos Freile
Zaldumbide (e)
Presidente de la República del
Ecuador
(2.º Período)
16 de enero de 1906 - 12 de
agosto de 1911

Véase también[editar]
 Presidentes de Ecuador
 Gobernantes de Ecuador

Referencias[editar]
1. ↑ «http://especiales.elcomercio.com/2012/01/eloy_alfaro/
docs/Los_ultimos_dias_de_Alfaro_cuaderno3.pdf».
2. ↑ «Paco Moncayo aclara que Eloy Alfaro ya ostentó en vida
rango de General». Archivado desde el original el 9 de junio
de 2012.
3. ↑ «Paco Moncayo aclara que Eloy Alfaro ya ostentó en vida
rango de General». Archivado desde el original el 9 de
enero de 2022.
4. ↑ Salvador Lara, Jorge (2009). Historia de Quito, luz de
América - Bicentenario del 10 de agosto de 1809. Quito:
FONSAL. p. 250. ISBN 978-9978-366-18-9.
5. ↑ Efemérides. «Día de la Cruz Roja y de la Media Luna
Roja». Efemérides. Efemérides. Consultado el 22 de abril
de 2016.
6. ↑ Informe del Ministro de lo Interior y Policia ... a la
Convención Nacional de .... Imprenta Nacional. 1905.
Consultado el 28 de marzo de 2018.
7. ↑ «Galería de Cancilleres – Ministerio de Relaciones
Exteriores y Movilidad Humana». www.cancilleria.gob.ec.
Consultado el 28 de marzo de 2018.
8. ↑ Saltar a:a b c d e «Especiales El Comercio - Gangotena,
Cristóbal: Relato – Eloy Alfaro».
9. ↑ Roberto Andrade
10. ↑ Saltar a:a b c «Jaramillo Alvarado, Pío: La victimación del
general Eloy Alfaro y sus tenientes».
11. ↑ «Jaramillo Alvarado, Pío: La victimación del general Eloy
Alfaro y sus tenientes».
12. ↑ «José Maria Cordova y Eloy
Alfaro». concepcion.puramas.co. Consultado el 3 de febrero
de 2020.
13. ↑ «Inauguraciones en Chile Parque “República del Ecuador”
e instalaciones de la Misión Diplomática del Ecuador»,
página de la embajada ecuatoriana en el portal del
Gobierno del Ecuador, 03.11.2016; acceso 04.06.2017

Bibliografía[editar]
 Grupo El Comercio: Los últimos días de Alfaro,
cuaderno 1
 Grupo El Comercio: Los últimos días de Alfaro,
cuaderno 2
 Grupo El Comercio: Los últimos días de Alfaro,
cuaderno 3
 Grupo El Comercio: Los últimos días de Alfaro,
cuaderno 4
 Grupo El Comercio: Los últimos días de Alfaro,
cuaderno 5

Enlaces externos[editar]
  Wikimedia Commons alberga una categoría
multimedia sobre Eloy Alfaro.
  Wikiquote alberga frases célebres de o
sobre Eloy Alfaro.
 Los Alfaro - Eloy Alfaro Archivado el 19 de febrero
de 2011 en Wayback Machine.
 EduFuturo.com - Eloy Alfaro
 La Revolución Liberal
 Alfredo Pareja Diezcanseco - Alfaro, la revolución,
la hoguera y sus victimarios
 Epílogo. El Liberalismo y el Oriente (1895-1925).
 La Hoguera Bárbara (vídeo)

o
Categorías: 
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 Nacidos en 1842
 Fallecidos en 1912
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