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Eloy Alfaro

Para otros usos de este término, véase Eloy Alfaro (desambiguación).

Eloy Alfaro

15° Presidente Constitucional de la República del Ecuador

17 de enero de 1897-31 de agosto de 1901

Vicepresidente Manuel Benigno Cueva Betancourt (1897 - 1899)


Carlos Freile Zaldumbide (1899 - 1901)

Predecesor Vicente Lucio Salazar

Sucesor Leónidas Plaza

1 de enero de 1907-11 de agosto de 1911

Predecesor Lizardo García

Sucesor Carlos Freile


Información personal

Nacimiento 25 de junio de 1842


Montecristi, Ecuador

Fallecimiento 28 de enero de 1912 (69 años)


Quito, Ecuador

Causa de
Asesinato
muerte

Nacionalidad Ecuatoriana

Partido
Partido Liberal
político

Familia

Cónyuge Ana Paredes Arosemena

Hijos Bolívar, Esmeralda, Colombia, Colón, Bolívar,


Ana María, América, Olmedo, Colón Eloy,
Rafael1

Información profesional

Ocupación Comerciante, militar, político

Tratamiento Don

Firma

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José Eloy Alfaro Delgado (Montecristi, Ecuador, 25 de junio de 1842 - Quito, Ecuador, 28
de enero de 1912) fue Presidente de la República del Ecuador en dos ocasiones en
períodos que comprenden entre 1897 a 1901 y 1906 a 1911, general de División del
Ejército del Ecuador desde 1895 y líder de la revolución liberal ecuatoriana (1895 - 1924).
Por su rol central en las batallas de la revolución y por haber combatido al
conservadurismo por casi 30 años, es conocido como el Viejo Luchador. En ninguno de
sus mandatos llegó al poder por elección popular, siempre fue por medio de golpe de
estado dado por los revolucionarios, luego de lo cual se llamaba a asamblea constituyente
para legitimar el poder.
Alfaro inició su lucha contra los conservadores católicos desde los años 60 del siglo XIX,
las fuerzas revolucionarias lo nombraron Jefe Supremo de las provincias
de Manabí y Esmeraldas, durante su rebelión en febrero de 1883, rebelión que terminó
el 11 de octubre del mismo año cuando fue organizado un gobierno provisional que
restauró el conservadurismo en el poder.
El 10 de enero de 2018, el pueblo de Guayaquil se pronuncia en contra del presidente
interino Vicente Lucio Salazar y lo nombra Jefe Supremo, por lo que Eloy Alfaro vuelve al
país desde el destierro en Panamá y se da inicio a la Revolución liberal y a una corta
guerra civil con la que conquista el poder.
El 17 de enero de 1897 es nombrado Presidente Constitucional con Manuel Benigno
Cueva Betancourt (tío del futuro Presidente Isidro Ayora Cueva) en el papel de
vicepresidente, hasta el 1 de septiembre de 1901, con lo cual entre sus principales logros
estuvo la separación entre iglesia y Estado. Después de su primer gobierno, apoyó a su
sucesor, Leónidas Plaza Gutiérrez, pero poco tiempo después surgieron diferencias entre
ambos. Se opuso contra el gobierno de Lizardo García el 1 de enero de 1906 y a pocos
días, el 17 de enero, se proclama Jefe Supremo y gobernó hasta el 12 de agosto de 1911.
En el segundo período de gobierno de Alfaro se realizaron varios cambios, entre los cuales
consta la legalización del divorcio, la construcción de numerosas escuelas públicas, se
instauró la libertad de expresión, se instituyó el laicismo, el derecho a la educación
gratuita, así como el matrimonio civil. Sin embargo, se considera como el mayor logro de
este período el haber finalizado la construcción del Ferrocarril Transandino que unió las
ciudades de Guayaquil y Quito. Esto ayudó a la creación de la empresa ferrocarrilera
dirigida por el empresario quiteño Marco Antonio Benavides; que se convirtió, años
después, en la mano derecha de Eloy Alfaro.
Después del cese de sus funciones, durante el gobierno de Emilio Estrada Carmona,
Alfaro cuestionó severamente la administración del Presidente y pronto los coidearios de
Alfaro, empezaron a organizar una serie de sublevaciones militares. Alfaro fue desterrado
a Panamá durante el gobierno interino de Carlos Freile Zaldumbide. El 4 de enero de
1912 volvió al país y pronto se propuso dialogar con el Gobierno, sin embargo, el
general Leónidas Plaza lo encarceló. El 28 de enero de 1912, un tumulto de personas
en Quito ingresaron a la cárcel donde estaban detenidos Alfaro, sus familiares, y amigos, y
después de un linchamiento, arrastraron los cuerpos de los líderes liberales por las calles
de Quito hasta el parque "El Ejido" donde finalmente los incendiaron.
Se considera que su legado más importante fue la defensa de los valores democráticos, la
unidad nacional, la integridad territorial del Ecuador, el laicismo, la modernización de la
sociedad ecuatoriana, la educación, y los sistemas de transporte y comunicación.
La Escuela Superior Militar del Ejército Ecuatoriano lleva su nombre, el buque insignia de
la Escuadra Naval, múltiples avenidas, instituciones educativas militares (colegios,
escuelas y academias), parques y plazas en todo el Ecuador. Alfaro es considerado en la
historia del Ecuador como uno de los caudillos más sobresalientes y con mayor impacto en
la vida del Ecuador.

Índice
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 1Biografía
o 1.1Primeros años
o 1.2La revolución
 2Administración
o 2.1Primer Gobierno: Desde el 5 de junio de 1895 al 31 de agosto de 1901
o 2.2Segunda Administración:16 de enero de 1906 a 11 de agosto de 1911
 3Cronología del alfarismo
 4El laicismo
 5Derrota y asesinato: La Hoguera Bárbara
 6Mausoleo y homenajes
 7Referencias
 8Enlaces externos
Biografía[editar]
Primeros años[editar]

José Eloy Alfaro Delgado nació el 25 de junio de 1842 en la ciudad ecuatoriana de


Montecristi , sus padres fueron ciudadanos muy respetados, Manuel Alfaro2 republicano
español natural de Cervera del Río Alhama (La Rioja) quien llegó a Ecuador en calidad de
exiliado político, y María Natividad Delgado López, nacida en Montecristi y es manabita el
8 de septiembre de 1808, hija de Rafael de la Cruz Delgado, que fue en repetidas
ocasiones regidor del Cabildo de Montecristi, y de María de la Cruz López, mestiza.
La revolución[editar]

Monumento a Eloy Alfaro en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro

José Eloy recibió su instrucción primaria en su lugar natal y al concluir esos estudios, se
dedicó a ayudar a su padre en los negocios. Durante su juventud se identificó con el
liberalismo anticlerical, doctrina que se conoció posteriormente como el liberalismo radical
ecuatoriano. Al enterarse el joven Eloy Alfaro de que Gabriel García Moreno había pedido
el protectorado a Francia, se unió a las filas liberales. A los 22 años de edad empuñó las
armas contra García Moreno, pero tuvo que salir del Ecuador porque la conspiración
urdida por el general Tomás Maldonado había sido sofocada. Corría 1864. Al año siguiente
regresó para combatir junto al general José María Urbina en Jambelí.
Derrotado y perseguido, Alfaro se exilia en Panamá, departamento de Colombia todavía,
en donde con su trabajo se labró una fortuna y contrajo matrimonio con Ana Paredes y
Arosemena, panameña de 16 años de edad, a la que amó fielmente a lo largo de la vida, y
con quien tuvo nueve hijos. Se dice que sin la fortaleza de su esposa que sobrellevó con
entereza las separaciones y sobresaltos ocasionados por la interminable lucha militar y
política del esposo, Alfaro no habría podido lograr sus metas. En Panamá conoció a Juan
Montalvo, a quien protegió y financió la edición de algunos de los inmortales ensayos.
Muerto García Moreno en 1875, Alfaro regresó a Ecuador, luchó por la abolición de la
octava carta política conocida como "Carta Negra" y por la convocatoria de una
Convención.
Se unió a Veintemilla y se distinguió en Galte, la batalla que consolidó la jefatura suprema
de ese general. Pronto se decepcionó de él, volvió a Panamá, regresó a Guayaquil en abril
de 1878 para combatirlo. En noviembre de ese año fue apresado y cargado de grillos
hasta marzo de 1879. Gracias a la valiente defensa de Montalvo fue puesto en libertad y
expulsado a Panamá. Como su fortuna material había venido a menos, pues con ella
financiaba su activismo libertario y porque Panamá había entrado en crisis económica,
Alfaro cayó en la pobreza. Trabajó como periodista, pero volvió a la carga en 1882 al
proclamarse Veintemilla nuevamente dictador. Cuando Alfaro contó a su madre que se
aproximaba la guerra civil, recibió de ella esta bendición: 'Bien está. Vaya usted a cumplir
sus deberes con la patria'.
Se embarcó para Esmeraldas y asumió la dirección del movimiento armado, pero fue
vencido y tras un escape prodigioso y lleno de sufrimientos a través de los Andes y la
selva llegó a Panamá. Allí le nació una hija a la que puso el nombre de Esmeralda. Y
volvió otra vez a combatir en la campaña de la Restauración, lo que le valió ser nombrado
jefe supremo de Manabí y Esmeraldas. Los opositores le echaron en cara el decreto del 2
de julio de 1883, en el que ordenaba que los "sindicados sean juzgados sumaria y
verbalmente sin apelación" y que "los bienes de todos estos criminales se les confisquen
mientras dure la guerra y para emplearlos en sostener la guerra".
Sus tropas fueron las primeras en cercar a Guayaquil. Combatió en la batalla del 9 de julio
de 1883 y entró triunfante en la ciudad amada. Convocada la Convención de 1884,
renunció a la jefatura suprema de Manabí, recibió la confirmación de su grado de general y
se desterró del Ecuador. Poco después, volvió para combatir a Caamaño y liderar a los
montoneros. Su nombre se iba tornando legendario. Pero asimismo se le acusó de haber
hecho la guerra a Caamaño "apenas éste fue elegido y sin el más leve pretexto para una
sublevación". En diciembre de 1884 perdió el combate naval de Jaramijó en el vapor
"Pichincha", antes "Alajuela" (como la ciudad donde fue exiliado en Costa Rica y donde
iniciado en la Masonería regular), contra la flotilla del presidente Caamaño, comandada por
el general Reinaldo Flores. Para no rendirse, encalló la nave y la incendió. Escapó a
Panamá atravesando Colombia en una odisea plagada de dificultades de la que salió
nimbado con la aureola de héroe mítico siempre derrotado pero jamás definitivamente
vencido. "General de las Derrotas" lo llamaban entre despectivos y asombrados sus
grandes enemigos conservadores. Luchó contra los presidentes García Moreno, Borrero,
Veintemilla y Caamaño, por lo que la tradición lo conoce como el "Viejo Luchador" o "el
General de las Derrotas". Eloy Alfaro pasó por muchas y serias dificultades en las diversas
campañas que emprendió, tendientes a combatir la tiranía, en estos combates gastó su
fortuna adquirida en Panamá con la ayuda de su esposa de esa nacionalidad, Ana
Paredes Arosemena. De ese matrimonio nacieron nueve hijos: Bolívar, Esmeraldas,
Colombia, Colón, Bolívar (2), Ana María, América, Olmedo y Colón Eloy. Rafael nació
fuera del matrimonio.
Desde muy joven participó en gestas rebeldes como en el Colorado; casi pierde la vida en
el combate naval del Alajuela, cuando intentó desembarcar en Ecuador con una tropa
revolucionaria y fue derrotado por el Gobierno conservador. Al hundirse su barco, se salvó
aferrado a un barril. Participó en los combates de Montecristi, Galta, San
Mateo, Esmeraldas, Guayaquil, Jaramijó, Cuenca y Chasqui.
Durante sus exilios, recorrió Centroamérica, siendo el Congreso de Nicaragua el que le
otorgó el grado de General de División en ese país. Según declaró el Gobierno del
presidente Rafael Correa en 2012, Alfaro nunca llegó a ser general en el Ejército
ecuatoriano, por lo que Correa lo ascendió post mortem al grado de General de Ejército,
máxima jerarquía del Ejército ecuatoriano en la actualidad, pero que no existía en su
época, en una ceremonia especial el 5 de junio de 2012.
Historiadores militares como el ex alcalde de Quito y héroe de la Batalla del Cenepa,
general (r) Paco Moncayo, aclararon que Eloy Alfaro fue legalmente General de División
del Ejército del Ecuador desde el 24 de agosto de 1895.3 y que no fue "General de
Ejército" por no existir ese rango en su época. Alfaro fue ascendido por el Consejo de
Ministros cuando ya ostentaba la jefatura suprema de la República, según reza el decreto
respectivo, que menciona sus triunfos en los combates de la guerra civil de ese año, como
Gatazo.
Moncayó precisó que según documentos del Ministerio de Guerra y Marina del Ecuador de
1900, que publicó en ese año el Escalafón Militar de los generales ecuatorianos, con sus
respectivas antigüedades, Eloy Alfaro fue nombrado general de Brigada el 2 de febrero de
1883, durante la guerra civil que derrocó al general Ignacio de Veintimilla, quien ejercía de
"jefe supremo y capitán general de los Ejércitos de la República", es decir, de dictador.4
Apoyó también a varios liberales, como el escritor Juan Montalvo, a quien le ofreció ayuda
económica. Una vez en el poder, glorificó la memoria de Montalvo como maestro del
pueblo ecuatoriano.

Administración[editar]
Primer Gobierno: Desde el 5 de junio de 1895 al 31 de agosto de
1901[editar]
Alfaro ejerció la jefatura suprema hasta el 17 de enero de 1897. En este año y medio, la
revolución cabalgó sobre un potro de tormentos nacidos del espíritu conciliador y de la
prudencia reformista de Alfaro, de las exigencias de cambios drásticos pedidos por la
impaciencia de los radicales, de la subversión de los conservadores, de la violencia del
clero y de la represión y ambiciones de los propios alfaristas.
La primera medida fue exonerar a los indios del pago de la contribución territorial y del
trabajo subsidiario, y gobernar con todos los sectores del liberalismo. La segunda, aplacar
a la Iglesia: escribió al papa León XIII para presentarse y le pidió que canonizara a la
quiteña Mariana de Jesús Paredes y Flores. El Papa le contestó con paternal bondad, pero
la Iglesia local no estaba dispuesta a la paz. "Rechace el Señor a los espíritus infernales
(del liberalismo)", arengaba el huido obispo de Manabí, que dirigió una invasión desde
Colombia, mientras el desterrado obispo de Loja lo hacía desde el Perú. Los
conservadores se sublevaban en el norte, en el centro y en el sur de la Sierra. Los
predicadores incitaban a la guerra santa. Hubo abusos y desmanes: el coronel Manuel
Antonio Franco, el hombre duro de Alfaro, expulsó a los capuchinos de Ibarra. Las tropas
liberales asaltaron el Palacio Arzobispal de Quito, quemaron la biblioteca y el archivo,
injuriaron al arzobispo González y Calisto, paladín de la cruzada antiliberal, e hicieron la
parodia de fusilarlo si no gritaba "!Viva Alfaro!".
El arzobispo respondió dulcemente que "¡Viva hasta que muera!". Se persiguió a los
hermanos de la Salle, a los padres salesianos y redentoristas y se apresó a algunos
sacerdotes y religiosos, sobre todo, a los dominicos. Y expulsó de la misión del Napo a los
jesuitas, "destruyendo con un sólo mandato sacrificios, beneficio y costos sostenidos
durante muchas décadas, interrumpiendo así... la defensa del territorio oriental", como
señala el historiador Luis Robalino Dávila. El coronel Antonio Vega Muñoz al mando de
fuerzas conservadoras tomó Cuenca el 5 de julio. Cuenca estaba psicológica y
militarmente preparada para resistir. Por las noches, indios, sirvientes, patrones y
sacerdotes salían en procesión de antorchas cantando la letanía: "Del indio Alfaro,
líbranos, Señor". El propio Alfáro tuvo que tomar la ciudad al mando de un poderoso
ejército. La campaña duró dos meses. Se peleó calle por calle y casa por casa. Cuenca se
defendió hasta con agua y aceite hirviendo. El 23 de agosto, la ciudad se rindió. Hubo
1.250 muertos.
En Quito, la represión a los conservadores fue durísima: la Universidad y sus profesores
fueron ultrajados y los periódicos, clausurados. En el cementerio de San Diego, el
periodista Víctor León Vivar daba el adiós a los restos mortales de Pablo Herrera,
académico de la Lengua y prominente político conservador. Cuando abandonaba el
cementerio, fue cazado entre las tumbas por soldados alfaristas y acribillado a balazos.
Pese a esta guerra religiosa y regionalista, el Gobierno gobernó: canalizó Guayaquil,
construyó el mercado de Quito, reformó los aranceles, suspendió el pago de la deuda
externa, apoyó la independencia de Cuba ante la reina de España, María Cristina, convocó
un Congreso Internacional Americano en México para fomentar la unión latinoamericana,
que no tuvo éxito, y llamó a elecciones para Asamblea Constituyente. Casi todos los
elegidos fueron liberales y gobiernistas.
La Asamblea se reunió en Guayaquil el 9 de octubre de 1896. Cuatro días antes, un tercio
de Guayaquil había sido pasto de las llamas. Las pérdidas llegaron a 18 millones de
sucres. La Asamblea trasladada a Quito por el incendio eligió a Alfaro presidente
constitucional por 51 votos, más 12 votos en blanco, y promulgó la undécima Constitución
el 14 de enero de 1897. Ésta consagró la libertad de cultos, abolió la pena de muerte,
estableció la igualdad de los ciudadanos ante la Ley y quitó el privilegio de fuero para los
delitos comunes.
Cuatro cuidados principales ocuparon la atención de Alfaro en este período: las relaciones
con la Iglesia, el ferrocarril, la obra pública, la paz interna y externa. La libertad de cultos
violaba el concordato con la Santa Sede. Alfaro intentó renegociarlo de modo que Roma
aceptara la separación entre la Iglesia y el Estado. La Santa Sede se mostró más flexible
que la Iglesia local, pero no se llegó a un acuerdo. El Congreso Extraordinario de 1899
resucitó el Patronato colonial, que sometía la Iglesia al Estado. Lo hizo para impedir que el
clero participara en la política partidista y para "inducirlo a vivir nuestra vida republicana, ...
mediante el ejercicio sublime, pero exclusivo, de su ministerio", como dijo Alfaro.
Los obispos y los conservadores obedecieron a medias. En 1900, se estableció el Registro
Civil con lo que se arrebató a la Iglesia un instrumento de información y control ciudadano.
Los cementerios pasaron a ser administrados por el Estado. Entonces el delegado
apostólico de la Santa Sede para América del Sur, monseñor Pietro Gasparri, negoció con
el canciller José Peralta, cabeza ideológica del radicalismo. Conferenciaron en Santa
Elena, Guayas, y firmaron protocolos de reconciliación, que, al tiempo de ser ejecutados
por el nuncio apostólico Bavona, fueron descono-cidos por Peralta. El secretario de Estado
de la Santa Sede protestó. Y quedó consumada la ruptura con la Iglesia. En 1897, Alfaro
celebró un contrato con el empresario estadounidense Archer Harman, de confesión
protestante, para la terminación del ferrocarril Guayaquil-Quito. Desde Durán había
construidos 70 kilómetros de línea estrecha.

Todo el mundo se le opuso: los comerciantes y banqueros porque había contratado con
una compañía extranjera, y había que renegociar la deuda externa y gravar con impuestos
el comercio exterior. Los latifundistas de la Sierra, por la deuda externa y los trastornos
que el ferrocarril acarrearía al mercado interno; la Iglesia, porque el contratista no era
católico y porque con el ferrocarril llegaría la disolución de las costumbres. Alfaro se
mantuvo firme: "Don Miedo nunca fue buen consejero. El decoro nacional no consiente un
paso atrás", telegrafió a Luis Felipe Carbo, su ministro en Washington. La obra pública fue
inteligente: sancionó la Ley de Instrucción de 1897, que reservaba al Estado el control de
todo el ciclo de enseñanza, incluida la universitaria; la educación debía ser laica y gratuita,
y la primaria obligatoria; inauguró los primeros colegios normales para preparar maestros
de primaria, fundó el Colegio Nacional Mejía, entregó la recaudación de impuestos en la
Costa a una compañía privada, la Sociedad de Crédito Público; adoptó el patrón oro como
base del sistema cambiario y norma referencial para el comercio exterior; reorganizó las
Fuerzas Armadas, abrió la administración pública a la clase media, y las oficinas del
Estado a la mujer trabajadora.
En 1900, Ecuador concurrió con éxito a la Exposición Mundial de París; se trasladaron
solemnemente a la catedral metropolitana los restos mortales del Mariscal Antonio José de
Sucre, descubiertos en el subsuelo del Carmen Bajo de Quito. La paz interna fue
perturbada por sucesivos levantamientos de los conservadores. Primero en Riobamba, en
1897, lo que dio pie a excesos en el colegio San Felipe: El padre Emilio Moscoso, superior
del colegio, fue asesinado por las tropas alfaristas, que profanaron las hostias
consagradas. Al año siguiente, se levantó en Cuenca el coronel Antonio Muñoz y fue
derrotado por el coronel Ullauri, liberal. En 1898, la lucha fue en Taya y Guangoloma,
Cotopaxi. Se mutilaron las orejas de los pri-sioneros reincidentes, vencidos en Taya. En
1899, fue derrotado en Sanacajas, Chimborazo, el general conservador José María
Sarasti. Los desterrados al Perú atacaron Loja. Las mutuas intromisiones de liberales
ecuatorianos apoyados por Alfaro en Colombia y de conservadores colombianos en
Ecuador causaron tres batallas entre 1898 y 1900, que aunque localizadas y sin
consecuencias internacionales, fueron sangrientas. En la de Tulcán, el 22 de mayo de
1900, murieron 800 combatientes, en su mayoría colombianos. Destacó en este conflicto la
doctrina del obispo de Ibarra, Federico González Suárez, que se opuso a los invasores
conservadores de la llamada "Restauración Católica", aduciendo que no era moral sacri-
ficar los intereses del Ecuador por querer salvar los de la Religión.
Durante este primer período de la administración de Alfaro se firmó el "Contrato Harman",
en virtud del cual quedaba asegurada la continuación rápida de los trabajos del ferrocarril
Guayaquil a Quito, llegando hasta Costa. En este período Eloy Alfaro también dio mucho
impulso a la educación. El 19 de mayo de 1896 su mano derecha, el Coronel Luciano
Coral Morillo, inaugura el Colegio Bolívar de Tulcán siendo el primer colegio laico del país,
en 1907 la Escuela de Artes y Oficios, el 11 de junio de 1897 el Instituto Nacional "Mejía",
el 20 de octubre de 1900 la Escuela de Bellas Artes de Quito, el 14 de febrero de 1901 el
Colegio Normal Juan Montalvo y el Colegio Normal Manuela Cañizares, el 11 de agosto de
1901 el Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil y el Colegio Militar Eloy Alfaro. En 1901,
se establecen locales para el funcionamiento de los Colegios Normales Montalvo y
Manuela Cañizares, el edificio del Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil. En definitiva,
en el gobierno de Eloy Alfaro también se dio mucho impulso a la educación. Finalizó su
primer periodo presidencial cuando el Ecuador era un amplio camino hacia el progreso.
Segunda Administración:16 de enero de 1906 a 11 de agosto de
1911[editar]
El golpe militar de Eloy Alfaro contra el presidente Lizardo García influyó para que los dos
primeros años de la segunda presidencia del Viejo Luchador fueran perturbados por la
oposición de los liberales placistas y de los conservadores. Lo más notable de este
segundo período fue la consolidación del laicismo, la llegada del ferrocarril a Quito y la
unión nacional en torno al conflicto bélico con el Perú. El 9 de diciembre de 1906, el
general conservador Antonio Vega Muñoz levantó a Cuenca contra Alfaro. Vega esperaba
refuerzos conservadores de otras provincias de la Sierra. Fue derrotado por el general
liberal Ulpiano Páez en Ayancay, entre Azuay y Cañar. Vega murió de un balazo cuando
entraba a pie en Cuenca como prisionero de las tropas alfaristas. Los gobiernistas dieron
la versión de que Vega se había suicidado; pero lo más probable es que fue asesinado.
Este hecho aumentó la impopularidad de Alfaro. Vega era un ciudadano distinguido y
respetado en Ecuador. La impopularidad creció cuando en el mismo mes de diciembre el
batallón "Vargas Torres" saqueó la ciudad de Loja con la connivencia de las autoridades
alfaristas locales, y cuando el desmán quedó impune. Muchos liberales radicales se
pasaron a la oposición. Había descontento contra los abusos del Ejército, cuyo liderazgo
iba escurriéndose de las manos de Alfaro, quien, débil y achacoso, permitía que el Poder
se repartiera entre los favoritos y sus familias. Consultado el nuevo arzobispo de Quito,
Federico González Suárez, sobre qué hacer contra estos y otros abusos, aconsejó votar
por personas capaces y patriotas.
En 1907 se constituyó un Club Político Universitario en Quito para luchar por la libertad de
sufragio en las elecciones del próximo Congreso, en las que preveían el fraude electoral,
por lo que el pueblo se levantó para apoyar a los universitarios y el 25 de abril se dio un
choque sangriento con varios muertos y heridos entre los estudiantes.5 Este hecho
provocó que Alfaro perdiera el apoyo de un amplio sector de los intelectuales.
Un poco más tarde, el 19 de julio del mismo año, se fraguó un intento de asesinato contra
Eloy Alfaro en la gobernación de Guayaquil, escena en la que murieron ocho de los
oficiales que lo defendieron, y se fusiló a ocho de los 16 complotados que habían sido
reducidos a prisión tras las investigaciones.
Pero la Revolución Liberal consiguió afianzarse aunque sólo institucionalmente. La
Constitución promulgada el 23 de diciembre de 1906, la duodécima desde la fundación de
la República, llamada "atea" por los conservadores, consagró el laicismo en el Estado, la
educación y la familia y defendió la libertad de conciencia colocando las demás religiones
a la par de la Católica. Perfeccionó la independencia de los tres poderes del Estado y
amplió las garantías ciudadanas. Esta Carta Política se convertiría en el referente mayor
del derecho constitucional ecuatoriano. La Convención que la promulgó eligió presidente a
Eloy Alfaro por 41 votos contra los 16 que obtuvo el guayaquileño Carlos Alberto Aguirre.
Tres convencionales votaron en blanco. El 6 de noviembre de 1908 se promulgó la Ley de
Beneficencia, más conocida como "De manos muertas". Su primer artículo decía:
"Decláranse del Estado todos los bienes raíces de las comunidades religiosas establecidas
en la República". Y el segundo: "Adjudícanse las rentas de los bienes determinados en el
artículo primero a la beneficencia pública". La mitad de las rentas producidas por esos
bienes fue para la sustentación de los religiosos y religiosas despojados de ellos, y la otra
mitad para hospitales y obras sociales. En 1910 se promulgó una ley que autorizó la venta
de los terrenos adyacentes a las iglesias y conventos con el objeto de finan-ciar la defensa
nacional. La Revolución, sin embargo, no avanzó en el terreno de los cambios
estructurales de la tenencia de la tierra y de la distribución del ingreso a favor de las clases
populares y campesinas. La Revolución había sido castrada por la burguesía liberal. Una
fracción de esta burguesía, la comercial y bancaria, se opuso al fomento de la industria
nacional, uno de los proyectos favoritos de Alfaro, quien había promul-gado en 1906 la
primera Ley de Protección Industrial y en 1908, la Ley de Marcas y Fábricas. El sector
bancario tuvo una rápida expansión: se fundaron en Quito los bancos del Pichincha (1906),
de Crédito (1907), y de Préstamos (1909), y en Gua-yaquil la Caja de Préstamos y
Depósitos La Filantrópica (1908). Alfaro perdió el apoyo de las bases populares cuando
estas empezaban a organizarse: se fundó en 1906 el Partido Liberal Obrero y en 1909 se
reunió en Quito el primer Congreso Obrero.
La llegada del ferrocarril transandino a Quito el 25 de junio de 1908 fue el triunfal Domingo
de Ramos para el acosado presidente. El arzobispo de Quito ordenó echar a vuelo las
campanas. Hubo fiestas populares y oficiales. El regocijo fue intenso. "Día", dijo Alfaro, "el
más glorioso de mi vida porque es la realización de los más grandes ideales del país y que
han sido y son los míos propios". Quedaba una deuda muy grande y la ilusión de que este
ferrocarril transformaría a Ecuador. Sólo fue así a medias. La oposición, con razones, se
opuso al contrato Charnacé para construir un ferrocarril entre Ambato y el Curaray a
cambio de una gran ex-tensión de la Amazonía. Y también se opuso con pasión a los
ferrocarriles Quito-Ibarra, Ibarra-Esmeraldas, Guayaquil-Manta-Bahía de Caráquez y
Guayaquil-Machala. Alfaro recobró su popularidad no solo con el ferrocarril Guayaquil-
Quito sino por su decidido liderazgo en la contienda limítrofe con el Perú en 1910.
El laudo arbitral del Rey de España estaba próximo a pronunciarse, y se supo que iba a
ser desfavorable a Ecuador. "El Perú había comprado con oro, derramado pródigamente, a
todos los españoles que tenían que tomar parte en el proyecto del laudo", opinaba
González Suárez en una carta privada. Y aunque el laudo hubiese sido favorable a
Ecuador, Perú había declarado por boca de sus representantes en Madrid y de su propio
presidente que "si peruanos ocupaban (ya) todo el Oriente, estas tierras son y serán
peruanas contra todas las declaraciones del mundo". Los ánimos populares se
encendieron. El 3 de abril de 1910 fueron atacados en Guayaquil el Consulado del Perú,
algunos establecimientos comerciales y un barco mercante de ese país. Hubo desmanes
parecidos en Quito. Ecuador dio satisfacciones, pero el Perú respondió con un ultimátum
incumplible para el honor nacional. Alfaro encargó la presidencia y se puso al frente de un
Ejército de 25 mil soldados y una reserva de 20 mil voluntarios. Todo el Ecuador lo
respaldó a través de Juntas Patrióticas Nacionales. No se llegó a combatir porque
mediaron Argentina, Brasil y Estados Unidos. Ecuador se abría lentamente al progreso: el
teléfono presidencial era el número 3, Guayaquil estrenó tranvías eléctricos y Quito, una
planta eléctrica en Guápulo. Se creó la Cruz Roja y se estableció la Sanidad Pública. En
1909 se celebró el centenario del Primer Grito con la inauguración del monumento a los
Héroes de la Independencia en la plaza mayor de Quito y con una Exposición
Internacional. En 1906 se fundó el diario "El Comercio". La oposición conservadora se
benefició del llanto de la efigie de la Dolorosa en la capilla del internado del Colegio San
Gabriel de los jesuitas en Quito el 20 de abril de 1906.
En la segunda administración del General Alfaro, se realizaron las siguientes obras: el 25
de junio de 1908 se inauguró el ferrocarril del Sur que unía Quito con Guayaquil; se dio
1’700.000 sucres para la construcción del sistema de agua potable de Quito, dotó a
Guayaquil de canalización para este mismo servicio básico, se construyó, por el centenario
del primer grito de la Independencia, un monumento conmemorativo en la Plaza Grande
de Quito, y se realizó una Exposición Universal. Para sede de esa exposición se construyó
el Palacio de la Exposición, actual sede del Ministerio de Defensa del Ecuador. Hizo
levantar planos de nuestra frontera y proporcionó adecuados edificios a diversas
instituciones militares. En 1910, ante una posible guerra con el Perú por el
centenario conflicto territorial, se trasladó a la frontera sur para organizar la defensa de la
República, y adquirió armamento moderno. En 1906 se promulgó la Constitución liberal,
que consagró el Estado laico, poniendo fin a la injerencia de la Iglesia Católica en la
política. Un dato interesante es que desde el gobierno de Eloy Alfaro se le dio oportunidad
a las mujeres de estudiar y ser parte de la sociedad.
Hallazgo de los restos mortales del Gral. Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre los
mismos que fueron llevados a la catedral metropolitana donde se los guarda, se los
conserva y se los venera muy respetuosamente. Reorganizó el desaparecido
conservatorio de música Desapareció privilegios militares y eclesiásticos. Hizo levantar un
monumento al insigne escritor y amigo Don Juan Montalvo en su ciudad natal. En 1901, se
establece locales para el funcionamiento de los Colegios Normales Juan Montalvo y
Manuela Cañizares, El edificio del Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil. Construyó el
ferrocarril del sur, se dio 1’700.000 sucres para el Agua Potable de Quito, dotó a Guayaquil
de canalización, se inauguró en la Recoleta el local que hoy ocupa el Ministerio de
Defensa, proveyó al Ecuador de un armamento moderno.
La ley de libertad.
La ley a transporte ferroviario.
Ley a educación gratuita.
Ley a la seguridad.
Dicto la ley del patronato, por la cual se nacionaliza el clero y establece la separacion
de la iglesia yel estado, impulso la educacion laica y gratuita y la primaria obligatoria.
en el segundo periodo de gobierno de alfaro se presentaron muchos
cambios:legalizacion del divorcio, se instauro la libertad de expresion, eloy alfaro
sanciono la ley de instruccion de 1897, se establecio libertad de cultos, proclamo la
igualdad ciudadana ante la ley y derogo la pena de muerte, sin embargo se considera
coo el mayor logro de este periodo haber finalizado la construccion del ferrocaril
transandino

Gobierno

Administración

Primer Gobierno: Desde el 5 de junio de 1895 al 31 de agosto de 1901. Durante este primer
período de la administración de Alfaro se firmó el "Contrato Harman", en virtud del cual
quedaba asegurada la continuación rápida de los trabajos del ferrocarril Guayaquil a Quito,
llegando hasta Costa. En este período Eloy Alfaro también dio mucho impulso a la
educación. El 25 de mayo de 1896 su mano derecha, el Coronel Luciano Coral Morillo,
inaugura el Colegio Bolívar de Tulcán siendo el primer colegio laico del país, en 1907 la
Escuela de Artes y Oficios, el 11 de junio de 1897 el Instituto Nacional "Mejía", el 20 de
octubre de 1900 la Escuela de Bellas Artes de Quito, el 14 de febrero de 1901 el Colegio
Normal Manuela Cañizares; el 25 de mayo de 1901 el Colegio Normal Juan Montalvo, el 11
de agosto de 1901 el Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil y el Colegio Militar Eloy
Alfaro. En 1901, se establecen locales para el funcionamiento de los Colegios Normales
Montalvo y Manuela Cañizares, el edificio del Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil. En
definitiva, en el gobierno de Eloy Alfaro también se dio mucho impulso a la educación.
Segunda Administración: En la segunda administración del General Alfaro, se realizaron las
siguientes obras: el 25 de junio de 1908 se inauguró el ferrocarril del Sur que unía Quito con
Guayaquil; se dio 1’700.000 sucres para la construcción del sistema de agua potable de
Quito, dotó a Guayaquil de canalización para este mismo servicio básico, se construyó, por
el centenario del primer grito de la Independencia, un monumento conmemorativo en la
Plaza Grande de Quito, y se realizó una Exposición Universal. Para sede de esa exposición
se construyó el Palacio de la Exposición, actual sede del Ministerio de Defensa del Ecuador.
Hizo levantar planos de nuestra frontera y proporcionó adecuados edificios a diversas
instituciones militares. En 1910, ante una posible guerra con el Perú por el centenario
conflicto territorial, se trasladó a la frontera sur para organizar la defensa de la República, y
adquirió armamento moderno. En 1906 se promulgó la Constitución liberal, que consagró el
Estado laico, poniendo fin a la injerencia de la Iglesia Católica en la política. Un dato
interesante es que desde el gobierno de Eloy Alfaro se le dio oportunidad a las mujeres de
estudiar y ser parte de la sociedad. OBRAS OBRAS.- Hallazgo de los restos mortales del
Gral. Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre los mismos que fueron llevados a la
catedral metropolitana donde se los guarda, se los conserva y se los venera muy
respetuosamente. Reorganizó el desaparecido conservatorio de música Desapareció
privilegios militares y eclesiásticos. Durante la primera administración de Alfaro se firmó el
"Contrato Harman", en virtud del cual quedaba asegurada la continuación rápida de los
trabajos del ferrocarril Guayaquil a Quito, llegando hasta Colta, en este Período. Eloy Alfaro
también dio mucho impulso a la educación. El 1 de octubre de 1869 inaugura el colegio
"Bolívar" de Tulcán, en 1907 la Escuela de Artes y Oficios, el 11 de junio de 1897 el Instituto
Nacional "Mejía", el 20 de octubre de 1900 la Escuela de Bellas Artes de Quito, el 14 de
febrero de 1901 el Colegio Normal Manuela Cañizares; el 25 de mayo de 1901 el Colegio
Normal Juan Montalvo, el 110 de agosto de 1901 el Colegio Vicente Rocafuerte de
Guayaquil y el Colegio Militar Eloy Alfaro. Finalizó su primer periodo presidencial cuando el
Ecuador era un amplio camino hacia el progreso. Hizo levantar un monumento al insigne
escritor y amigo Don Juan Montalvo en su ciudad natal. En 1901, se establece locales para
el funcionamiento de los Colegios Normales Juan Montalvo y Manuela Cañizares, El edificio
del Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil. En la segunda administración del General
Alfaro, construyó el ferrocarril del sur, se dio 1’700.000 sucres para el Agua Potable de Quito,
dotó a Guayaquil de canalización, se inauguró en la Recoleta el local que hoy ocupa el
Ministerio de Defensa, proveyó al Ecuador de un armamento moderno. Hizo levantar planos
de nuestra frontera y proporcionó adecuados edificios a diversas instituciones militares. En
área de educación inauguró varios centros educativos entre ellos: el Colegio Bolívar de
Tulcán; el Colegio Mejía de Quito; escuela de niñas en Esmeraldas; En 1899, se crea el
Colegio Militar de Música en Quito y se inaugura el Colegio.
José Eloy Alfaro Delgado
Treinta y cinco años más tarde (5 de junio de 1895), asume el poder el
Gnrl. José Eloy Alfaro Delgado (Liberal, h.n. Montecristi 25 JUN. 1842 -
QTO.28 EN. 1912), retomando con férrea determinación el antiguo
proyecto, constituye la: "Guayaquil & Quito Raillway Co.", en New
York, mientras el Consejo de Detentadores de Bonos de Londres
había advertido a los banqueros de los Estados Unidos de la
suspensión del servicio de la deuda por el Gobierno de Alfaro, que
estaba en plan de negociar el contrato. Esto despertó cierto
pesimismo en los medios bancarios sobre el éxito del
financiamiento del ferrocarril.- (2*)
En 1897, el Gobierno ecuatoriano de Alfaro firmó con el Ing.
Archer Harman, que representaba a una compañía domiciliada en
New Jersey, el contrato para la actualización y conclusión del eje
ferroviario, que debía unir el puerto de Guayaquil con Quito la
Capital del país.
La reputación de solvencia del Estado ecuatoriano no era muy
brillante.- Fuertemente endeudado con Inglaterra desde 1830, el Estado había sido inducido a
suspender por falta de recursos el servicio de la deuda llamada de la Independencia*.-
Finalmente entre 1898 y 1903, se logra que la deuda de la "Independencia", se fusionará con la
del ferrocarril, como efecto de diversos acuerdos entre la compañía signataria del contrato de
1897 y el Consejo de Propietarios de Bonos de Londres, que cambio una parte de los certificados
de deposito de los bonos de la deuda externa, contra una serie de bonos del ferrocarril.- La deuda
ferrocarrilera quedo intocada después del contrato, pesando como una montaña de hierro sobre
el presupuesto de la Nación.- ( 2* )
"La antigua deuda Inglesa de la Independencia...se incorpora a los bonos del ferrocarril emitidos
con garantía del Gobierno para ser colocados en el mercado de Londres, por un valor total de
U.S. 12,282.000 distribuidos así: U.S. 1,014.000 para redimir parte de los bonos de antigua
deuda inglesa de la emancipación y U.S. 11,268.000 en bonos destinados a la construcción del
ferrocarril" (A. Borrero Vintimilla, Geografía...,op. cit.,,p.552).- En el año 1909, el Estado pone en el mercado,
una nueva serie de Bonos producto de una 'nueva' renegociación de la deuda.-
Cuando en 1914 se inicia la primera conflagración Mundial, la Republica del Ecuador, contaba
con: 835 Km. de vías ferroviarias en servicio.- La ruta Quito a Guayaquil con 464 Km.; 174 Km.
Quito a Ibarra; 34 Km. de Ambato a Pelileo y, 36 Km. de Puerto Bolívar a Pasaje.- (En la presente
fecha Agoto 2007, contamos con 965.5 Km....!)
Cabe anotar en esta parte, que con oportunidad de la construcción
del ferrocarril, el 'Telégrafo Morse' y el teléfono son instalados en
Ecuador, a partir de los años 1880.- Así entre 1883 y 1886 Quito y
Daule fueron interconectadas con Guayaquil desde 1884, y con
Cuenca en 1886.- En cuanto hace referencia al teléfono, la primera
conexión fue establecida en 1887 entre Yaguachi y Chimbo, sin
embargo abría que esperar hasta 1920 para que Quito y Guayaquil
estuvieren conectados telefónicamente entre si. Además se puso en
servicio un VAGON CORREO, el que contaba con su propia 'estafeta itinerante', lo que facilito
acelerando notablemente el tiempo de entrega de la correspondencia en el País.
En 1896, Guayaquil (Yaguachi) se reinician los trabajos, de lo que a la postre seria la más
importante obra realizada en ese país por los próximos cien (100) años.- Llegando a Quito la
primera locomotora a vapor 'BALDWIN '# 8 y su correspondiente convoy de vagones, el día 25
de Junio de 1908; seria la hija mayor del Presidente Alfaro: América, quien hendiría el ultimo
clavo (supuestamente de oro macizo), para ajustar la riel que permitió el acceso del rodante ingenio a la
estación de Chimbacalle. Tabla indicativa de lugares y fechas de terminación de vías férreas en
Ecuador.
En realidad, faltó el financiamiento suficiente, a pesar de muchos intentos de rendir
principalmente a capitales franceses*, la obra se redujo durante un cuarto de siglo, a una
mediocre línea entre Yaguachi (Durán) y los primeros contrafuertes de los Andes. Finalmente fue
gracias al estoicismo y tenacidad de Eloy Alfaro, dos veces Presidente de la Republica entre
1895 y 1908 y, en una coyuntura de crecimiento acelerado de las exportaciones nacionales, que
se pudo dotar al país de esta línea que ponía en comunicación a la Capital y el Puerto, la Sierra
y la Costa. El núcleo central del espacio nacional se encontraba así vertebrado para muchos
decenios por una de las líneas de ferrocarril más difíciles del mundo. ( 2*)
Eloy Alfaro líder revolucionario, en su época conocido también con el mote de" EL Viejo
Luchador", se vio obligado a enfrentar feroces luchas en los campos de la 'batalla' política,
inclusive con el concurso de armas de fuego, pero principalmente luchas ideológicas e inclusive
raciales, ya que por su origen de humilde extracción, fue victima de desprecio social, por parte
de las elites ancestralmente gobernantes.-
Durante sus periodos presidenciales, fue blanco permanente de toda clase de vejámenes e
insultos, que no concluyeron en 1912, ni siquiera luego de que sus hermanos, otros familiares y
algunos de sus a-lateres, fueren linchados y arrastrados por las vías publicas, para finalmente
sus cuerpos ser incinerados en lo que más tarde se denominaría "La Hoguera Bárbara".- Fue
asesinado.-
E-mail:loorsaa@gmail.com
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El asesinato de Eloy Alfaro
Delgado
El domingo 28 de enero de 1912, Quito se convirtió en escenario del crimen que
una turba fanática consumó contra el general Eloy Alfaro Delgado, líder del
liberalismo ecuatoriano, su hermano Medardo, su sobrino Flavio, el periodista
Luciano Coral y los militares Manuel Serrano Renda y Ulpiano Páez.

En la consumación del martirologio influyeron aquellos antecedentes incubados


por la ambición y deslealtad de jefes liberales y fuerzas políticas y económicas
contrarias a los afanes transformadores alfaristas.

Desde el derrocamiento de Alfaro en agosto de 1911, la división del liberalismo


agudizó y esa situación la aprovecharon terceros para captar posiciones. Por la
muerte del presidente Emilio Estrada en diciembre de 1911, a pocos meses de
ejercer su mandato, asumió como encargado del poder Carlos Freile Zaldumbide.

Este último tuvo el respaldo de los generales Leonidas Plaza y Julio Andrade, pero
no de Pedro J. Montero, quien pidió el regreso de Eloy Alfaro, que en efecto arribó
el 4 de enero. La tarea pacificadora del ex presidente resultó infructuosa, pues
ocurrieron feroces combates entre las fuerzas simpatizantes del gobernante
interino y los liberales radicales.

En Huigra, Naranjito y Yaguachi, los leales a Eloy Alfaro llevaron la peor parte.
La guerra civil cesó por la suscripción del Tratado de Durán (22 de enero de 1912),
que daba garantías a los dirigentes rebeldes hecho prisioneros, aunque resultaron
falsas.

Pedro J. Montero murió asesinado el 25 de enero en Guayaquil por el ataque de


un soldado y de la turba que lo mutiló, arrastró y le prendió fuego en la plaza de
San Francisco. El grupo que encabezaba Eloy Alfaro salió por tren a Quito en la
madrugada del 26. Cerca del mediodía del domingo 28, la máquina entró en la
ciudad.

Los prisioneros fueron llevados al Panóptico, en medio de actitudes sospechosas


del populacho. Sin dar tiempo a algún leal auxilio, la displicente masa de hombres
y mujeres asaltó los calabozos, gracias al comportamiento cómplice de
autoridades y guardias de turno.

El grupo inició la masacre y asesinó, ofendió cadáveres, los arrastró y solo


culminó su orgía de sangre cuando en la pira del parque El Ejido ardió el cuerpo
del líder manabita. El escritor Alfredo Pareja Diezcanseco denominó ‘La hoguera
bárbara’ al repudiable episodio.

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