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CANTO CORAL A TÚPAC AMARU

Alejandro Romualdo Valle


Perú

Lo harán volar con dinamita.


En masa, lo cargarán, lo arrastrarán.
A golpes le llenarán de pólvora la boca.
Lo volarán: ¡y no podrán matarlo!

Lo pondrán de cabeza. Arrancarán sus deseos, sus dientes y sus gritos.


Lo patearán a toda furia. Luego lo sangrarán: ¡y no podrán matarlo!

Coronarán con sangre su cabeza:


Sus pómulos, con golpes. Y con clavos sus costillas. Le harán morder el polvo.
Lo golpearán: ¡y no podrán matarlo!

Le sacarán los sueños y los ojos.


Querrán descuartizarlo grito a grito.
Lo escupirán. Y a golpe de matanza, lo clavarán: ¡y no podrán matarlo!

Querrán volarlo y no podrán volarlo.


Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.
Querrán descuartizarlo, triturarlo, mancharlo, pisotearlo, desalmarlo.

Querrán volarlo y no podrán volarlo.


Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.
Al tercer día de los sufrimientos, cuando se crea todo consumado, gritando: ¡libertad! Sobre la
tierra, ha de volver.

Y no podrán matarlo.

ESTUDIANTES DE 5TO “C”


MASA

CÉSAR VALLEJO

Al fin de la batalla,
y muerto ya el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:


"No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,


clamando: "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,


con un ruego común: "¡Quédate, hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra


le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...

ESTUDIANTES DE 5TO “B”


NO TE RINDAS
MARIO BENEDETTI

No te rindas, aun estas a tiempo


de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,


continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,


aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero.

Porque existe el vino y el amor, es cierto,


porque no hay heridas que no cure el tiempo,
abrir las puertas quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.

Vivir la vida y aceptar el reto,


recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos,

No te rindas por favor no cedas,


aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños,
porque cada dia es un comienzo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estas sola,
porque yo te quiero.

ESTUDIANTES DE 5TO “A”


PAPÁ NO ME PEGUES
MARIANO OSORIO

Papá no me pegues, 
tus golpes no sólo hieren mi cuerpo, 
golpean mi corazón, 
me hacen duro y rebelde terco torpe y agresivo. 

Tus golpes me hacen sentir miserable, 


pequeño e indigno de ti: 
mi héroe. 
Tus golpes me llenan de amargura, 
bloquean mis capacidad de amar, 
crecen mis temores y nace en mi el odio. 

Papi tus golpes me alejan de ti, 


me enseñan a mentir, 
cortan mi iniciativa, 
mi creatividad y mi alegría. 

No me golpes más. 
Soy débil e indefenso ante tu fuerza, 
tus golpes enlutan mi camino y sobre todo, 
endurecen mi alma. 

La fuerza de tu razón es superior 


a la fuerza de tus golpes, 
si crees que no te entiendo aun, 
te lo prometo, pronto lo haré. 

Más poderosos que tus golpes, 


más efectivos y grandiosos 
son: tu afecto, tus caricias, 
tus palabras y tus besos. 

Papito, tu grandeza no está 


en el poder de tu fuerza física, 
eres mucho más cuando no necesitas 
de ella para guiarme. 

Sólo abrázame y permítete seguir siendo mi héroe 


para toda la vida.

ESTUDIANTES DE 3ro “E”


NO ME PEGUES
(POR FABIANA PICEDA)

No me pegues que me duelen


el alma y el corazón,
no soy un objeto que usas,
ni tu propiedad, señor.

Cicatrices me has dejado


en la mente y en el cuerpo,
creyendo que soy tu esclava,
pensando que eres mi dueño.

No me pegues que sufriendo


me paso la noche entera
y mi amor va agonizando
en la oscuridad más negra.

Me lastiman tus vocablos,


tus golpes enfrían mi alma,
violencia verbal y física
sobre mi cuerpo se lanzan.

Noto tu mirar de fuego


quemando mis emociones,
me observas con aversión
embriagado en tus licores.

Tus gritos llenan la casa,


los niños miran y lloran,
me aporreas sin piedad,
tirando y rompiendo cosas.

Y de pronto, entre tus manos,


mi cuerpo yace sin vida.
Pégame, que ya no siento,
ni me duelen las heridas.
Bello durmiente
Autora: Chabuca Granda
Te amo Perú
si recorrieras
toda la gama de verdes que te adornan
y el griso verde manto de tu costa
que al subir por los cerros
en colores se tornan

me empinaría en tu más alta cumbre


para estirar mis brazos y abrazarte
y en esa soledad pedirte humilde
que devuelvas mis besos al yo besarte.
Es un derroche de amor el suelo mío
y es que es el hijo del sol
el Perú mío
es un gigante al que arrullan sus anhelos
Bello durmiente que sueña frente al cielo
Este su sueño, comparten tres amadas:
desnuda costa, ilusionada:
exhuberante, la selva apasionada,
y una tímida sierra enamorada.
Y es un derroche de amor el suelo mío,
y es que es el hijo del Sol, el Perú mío.
Es un gigante al que arrullan sus anhelos,
bello durmiente que sueña frente al cielo.
Día de la Madre
(Nicomedes Santa Cruz)
Este domingo de mayo
vergüenza debiera darme:
marcar un día del año
para querer a la madre…

Tomar del día una hora,


de la hora unos instantes;
y con un ramo de flores
y unos versos miserables,
y con un beso en la frente
creer pagar lo impagable…

Este domingo de mayo


vergüenza debiera darme.

Que haya un «Día de la Raza»


lo acepto por segregarme,
como acepto sin disfraz
un día de Carnavales;
y acepto el «Día del Indio»
y acepto el «Día del Padre»
y hasta el «Día del Idioma»
en memoria de Cervantes. (2)
Pero me apena que exista
solo un Día de la Madre
cuando toda una existencia
no basta para adorarle…

Este domingo de mayo


vergüenza debiera darme.

Deben haberlo creado


para esos pobres hogares
donde el amor lo recuerda
lo rojo del almanaque.
O quizás para esos hijos
que acarician con postales
a la que les dio la vida
con llanto, sudor y sangre.

Este domingo de mayo


vergüenza debiera darme.

Marcar el día, la hora,


premeditar el instante.
Inventar un día al año
para querer a la madre…

Este domingo de mayo


vergüenza debiera darme.

La niña de la lámpara azul

En el pasadizo nebuloso
cual mágico sueño de Estambul,
su perfil presenta destelloso
la niña de la lámpara azul.
              
Ágil y risueña se insinúa,
y su llama seductora brilla,
tiembla en su cabello la garúa
de la playa de la maravilla.
              
Con voz infantil y melodiosa
en fresco aroma de abedul,
habla de una vida milagrosa
la niña de la lámpara azul.
              
Con cálidos ojos de dulzura
y besos de amor matutino,
me ofrece la bella criatura
un mágico y celeste camino.
              
De encantación en un derroche,
hiende leda, vaporoso tul;
y me guía a través de la noche
la niña de la lámpara azul.
POEMA ARENGA AL PERUANO 
- MARIO FLORIAN -

No te sientas pequeño, hombre común peruano,


Peruano de estos días: confirma tu grandeza
Delante de tu huésped, delante del foráneo
Que llegó de muy lejos a comer de tu mesa;

Que llegó de muy lejos a vivir en tu espacio,


Y a hablarte de su origen y a hablarte de su fuerza.
Tu desciendes del puma, tu desciendes del rayo.
Y en tus músculos duerme colosal fortaleza.

No te humilles. Despierta. Elévate peruano.


Erígete. Ya es hora. Revive tu ejercicio
De amansador de Mundos, de continentes bravos,
De forjador de imperios sobre precipicios.

Levántate peruano. Pisa otra vez tu tierra...


Que el horizonte vea tu figura broncínea
De semidiós, de cóndor. Despliega tu mirada
Y el poder de tus alas y tu aptitud antigua.

Vindícate en la tierra... Porque estás en tu tierra


Desde hace eternidades... Y tu tierra te adora.
¡Exprésate peruano! ¡Exprésate de nuevo!
¡Sé heroicidad, destino! ¡Levánte! ¡Ya es hora!
POEMA EL DESPRECIO; NICOMEDES SANTA CRUZ
Me despreciaste por negro
y yo te quise por blanca
que maldito sea el color
que separó nuestras almas.

Por un instante quise yo


que el sol nublara mis esperanzas
pero la noche no le quiso dar
el color a mi alma.

Y la culpa la tengo yo
porque creí que ese amor
cuando se quiere de veraz
no se fija en el color.

Te burlas de mi porque tengo esta piel negra


que tanto te espanta, que tanto maldices
que tanto desprecias.
Mucho más blanca que tú
tengo el alma y las entrañas.

Por eso te digo mujer


si Dios es más grande del mundo,
porque me desprecias
si tu al lado de Él: no eres nada.

Razón tenía mi madre


cuando supo que te amaba
se compadecía de mi.

Es que sabía la pobre


como queremos los negros
y como los blancos desprecian
el color de nuestras almas.

Mira, aunque mis ojos son tan negros


lloran lágrimas blancas.
Me despreciaste por negro
y yo te quise por blanca.
POEMA EL PAN NUESTRO
- Cesar Vallejo -

Se bebe el desayuno… Húmeda tierra


De cementerio huele a sangre amada.
Ciudad de invierno… La mordaz cruzada
De una carreta que arrastrar parece
¡Una emoción de ayuno encadenada!

Quisiera tocar todas las puertas,


Y preguntar por no sé quién; y luego
Ver a los pobres, y, llorando quedos,
Dar pedacitos de pan fresco a todos.

Y saquear a los ricos sus viñedos


Con las dos manos santas que a un golpe de luz
¡Volaron desclavadas de la Cruz!
¡Pestaña matinal, no os levantéis!
¡El pan nuestro de cada día dánoslo, Señor…!

Todos mis huesos son ajenos;


¡Yo talvez los robé!
Yo vine a darme lo que acaso estuvo
Asignado para otro;

Y pienso que, si no hubiera nacido,


¡Otro pobre tomara este café!
Yo soy un mal ladrón… ¡A dónde iré!

Y en esta hora fría, en que la tierra


Trasciende a polvo humano y es tan triste,
Quisiera yo tocar todas las puertas,
Y suplicar a no sé quién, perdón,
Y hacerle pedacitos de pan fresco
¡Aquí, en el horno de mi corazón…!
Copla para los niños de la patria mía
Muy temprano te levantas,
negándote calor y sueños,
un poco de agua y un pan,
lo masticas con empeño.
¿El juguete?
El juguete es solo un sueño
de tu niñez apagada:
solo aprendiste a soñar,
solo aprendiste a soñar,
pero nunca tienes nada.
Tu padre, tu padre murió muy joven,
su oficio fue agricultor,
pero cuando él estuvo enfermo
nadie alivió su dolor;
con sacrificio y sudor
de esta vida lastimera
hizo una choza de estera
y allí su hogar cobijó.
Tu mamá, tu mamá es una heroína
que, con ramas y azares,
inventa mil medicinas
para aliviar nuestros males;
prepara ricos potajes
en ceremonias ajenas
y lava caros encajes
por unas cuantas monedas.
Tu cajón y la franela,
el betún y la escobilla
y sales a toda prisa
por la calle hasta la plaza.
Y a cada gente que pasa
le miras, y de rodillas:
betún, franela, escobilla
y el sudor de tus mejillas.
Después te irás a la escuela
y te dormirá el cansancio,
te tratarán de haragán,
de bruto y de bizancio;
que tienes la ropa sucia,
que tu cara está cochina.
Más cochina está su alma
del que así te examina.
Porque tú con tu trabajo,
sacrificaste tu infancia,
y te esfuerzas por la escuela
para matar la ignorancia.
Porque tu heroica madre
no se alcanza en los quehaceres,
y tú asumes los deberes
de hijo, de hijo-hermano y padre.
Canillita o lustrador,
o peón en tierra ajena,
porque me apena tu pena
y me duele tu dolor.
Soy de ustedes la denuncia
porque son la mayoría,
en esta la patria mía
que a la pobreza renuncia.
El interés de unos pocos, ¿sabes?
El interés de unos pocos
es de tenernos postrados;
para vernos liberados
destruyamos sus infamias:
juntemos nuestros esfuerzos,
es hora de incinerar
tanto mal depositado
para ver el bienestar;
es hora de despertar
que ya es mucho el sufrimiento;
allí está el advenimiento
allí está, ¡en ustedes está la libertad!

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