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PÁRRAFO 1.

A pesar de toda la información disponible, cada vez resulta más arduo


conocer qué es verdadero, falso o en qué medida algo es verdadero o falso. La
irrupción política, mediática y social de conceptos como posverdad, fake news y
desinformación ha alcanzado a todos los países.  Se entiende por fake news las
noticias, imágenes u otro tipo de contenidos falseados con la cierta intención de
desinformar. La posverdad es la forma de describir aquellas circunstancias en las
cuales los hechos objetivos verificables son menos relevantes, en la formación de la
opinión pública, que la apelación a las emociones o las creencias personales. La
verdad —entendida como coincidencia entre una proposición y los hechos— solo
tiene, a diferencia de lo que sucede con la posverdad, una única presentación. De esta
manera, a través de las fake news y la desinformación, actualmente se está
debilitando la democracia.

PÁRRAFO 2. En primer lugar, el éxito de un modelo democrático se basa en la


información que procesarán los votantes que van a elegir a su gobierno, pero la
posverdad, las fake news y la desinformación que son posibles hoy debido a una
compleja interacción entre infraestructura tecnológica, prácticas comunicativas y
comportamiento social van a manipular esa información. Se sostiene que las fake
news, al ser mentiras, no suponen una novedad. Y es cierto. La creación de
falsedades con una intencionalidad táctica forma parte de la historia de la
comunicación y de lo que somos como especie, desde Platón pasando por Hobbes
hasta hoy. La falsedad y, en su modo extremo, la propaganda —la mentira organizada
en la esfera pública— siempre han formado parte de la política y su uso busca
conseguir algún tipo de ventaja sobre los identificados como adversarios. En cada
época se ha utilizado la tecnología existente para difundir falsedades, desde la
imprenta, el telégrafo, la radio, la aviación y el cine, hasta Internet. Lo que sí es
radicalmente diferente hoy son la escala (global y local) y la velocidad en la
producción.

PÁRRAFO 3. Además, el acceso, la cantidad y la calidad de la información a la que


podemos acceder como ciudadanos —clave en la democracia— influye en cómo
percibimos y comprendemos la realidad, tomamos decisiones y, en definitiva, nos
comportamos. La posverdad y las fake news suponen una dificultad muy importante
para los ciudadanos a la hora de diferenciar los hechos reales de ficción  que tienen
una intencionalidad distorsionadora. Si sólo fuera mentira sería propaganda, pero
actualmente se trata de predefinir e imponer la comprensión de la realidad en un
sistema totalitario por medio de dicha propaganda. Ha sido tras las elecciones
presidenciales estadounidenses y el referéndum del Brexit, en 2016, cuando han
comenzado a publicarse gran número de artículos en medios de comunicación e
investigaciones con sospechas y pruebas de la existencia de proyectos a gran escala
para contaminar las sociedades con discursos desinformativos. Por ejemplo, existen
campañas de desinformación de gran escala e impacto relacionadas con el cambio
climático, las vacunas, los alimentos, la nutrición, el origen de la vida, las armas en
manos de los ciudadanos, los medicamentos genéricos, la curación u origen de
enfermedades, la energía nuclear, el impacto de la inmigración, la construcción de
identidades étnico políticas, que amenazan con reconfigurar la percepción de la
realidad social y de la convivencia.

PÁRRAFO 4. Por otra parte, la desinformación supone la distorsión de los hechos, con
la intención de presentarlos como información cierta y comprobable. No necesita ser
una falsedad completa, porque para poder ser tomada como verdad es suficiente con
que sea verosímil. Y, a diferencia de la propaganda, no se impone, sino que se ofrece
como una información útil —dentro de la lógica del main stream de la comunidad—
para la cosmovisión de un grupo, clase, comunidad o país. La desinformación como
forma de pensar en comunidad tiende a ser justificada con la falacia de la defensa de
valores culturales y derechos individuales. El problema no radica en que la verdad sea
lo opuesto a la mentira, sino en que la opinión es elevada a la categoría de verdad. La
radicalidad de la desinformación estriba, no en la capacidad de la tecnología para
hacerla ubicua, sino en la libertad de los ciudadanos para elegirla.

PÁRRAFO 5. Y como la desinformación parece ofrecer la seguridad individual y


colectiva frente a un mundo, insertado en una globalización sin conciencia cada vez
más incomprensible y caótico, ante estas manipulaciones la opinión pública se forja en
opiniones acomodadas a su manera de pensar y que serán las que sustenten, sin
mayor análisis, las decisiones frente a las urnas, lo que confirma la necesidad de
retomar y reflexionar sobre las palabras de la politóloga Hannah Arendt, “la libertad de
opinión es una farsa si no se garantiza la información objetiva y no se aceptan los
hechos mismos”.

11.1Señale el literal con la respuesta correcta. En el primer párrafo se afirma que: /1

a. Tanto la posverdad como la verdad tienen una sola manera de presentarse.

b. La posverdad implica que, en la formación de la opinión pública, la subjetividad


y las emociones pasan a un segundo plano.
c. Tanto la posverdad como la verdad se refieren a la circunstancia de presentar
los hechos de acuerdo a creencias personales, para así formar la opinión del
público.

d. La posverdad implica que, en la formación de la opinión pública, la subjetividad


y las emociones son más importantes que los hechos verificables.

e. Actualmente, la irrupción política, mediática y social de conceptos como


posverdad, fake news y desinformación suponen un avance para ejercer una
democracia responsable.

11.2 ¿Cuál de estas paráfrasis no se puede formular a partir del párrafo 2? /1

a. En democracia, el éxito, es decir la práctica de un modelo político responsable


y ético, se fundamenta en la información sobre la que los ciudadanos van a
basar sus decisiones.

b. Desde tiempos de Platón, la propaganda ha sido utilizada en la política con la


finalidad de conseguir ventajas electorales.

c. A pesar de que a lo largo de la historia la tecnología del momento ha sido


utilizada para desinformar a los ciudadanos, actualmente el alcance y rapidez
de esa difusión marcan una gran diferencia en ese proceso.

d. La creación de mentiras y la desinformación cuya finalidad es conseguir


recursos para lograr un objetivo político forma parte de la historia reciente de la
comunicación.

e. Muchas personas alegan que las fake news no son nada nuevo, ya que al fin y
al cabo son mentiras.

11.3 De acuerdo al párrafo 4, ¿cuál de las siguientes inferencias resulta verdadera?


(El término inferir se aplica a llegar a una conclusión basada en evidencias existentes,
todo mediante un proceso de pensamiento lógico. Fuente:
https://quesignificado.com/inferir/)./2

a. Desinformar supone distorsionar los hechos con la intención de presentarlos


como información cierta y comprobable.
b. Para no caer en la desinformación, los ciudadanos deben buscar diversas
fuentes de información y manejar un pensamiento crítico a la hora de ejercer su
libertad de elección.

c. Lo único que necesita una falsedad para poder ser tomada como verdad es
que sea verosímil.

d. Lo fundamental de la desinformación se basa en la libertad de los ciudadanos


para elegirla más que en la difusión que la tecnología permite.

e. A diferencia de la propaganda, la desinformación no se impone, sino que se


presenta como información valiosa y acorde con lo que la mayoría piensa y
cree.

11.4 El párrafo 5 afirma que: /1

a. De acuerdo a la politóloga Hannah Arendt, aparentemente la desinformación


ofrece seguridad individual y colectiva frente a un mundo globalizado.

b. Debido a la globalización de este mundo caótico, la libertad de opinión es una


farsa si no se garantiza la información verosímil y no se aceptan los hechos
mismos.

c. La opinión pública se forja en opiniones que se contraponen a su manera de


pensar y que serán las que sustenten, sin mayor análisis, las decisiones frente
a las urnas.

d. Aparentemente, la desinformación parece ofrecer la seguridad individual y


colectiva frente a un mundo globalizado y cada vez más incomprensible y
caótico.

e. Aunque la desinformación parece ofrecer la seguridad individual y colectiva


frente a un mundo cada vez más incomprensible y caótico, la opinión pública
se forja en opiniones opuestas a su manera de pensar y que serán las que
sustenten sus decisiones.

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