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De sur a norte, los jóvenes crean sus códigos propios

Hablan un lenguaje que deja mudos a todos


¿Qué dicen? El idioma cotidiano de los
Todo cambia
jóvenes es rico en palabras que no figuran
en el diccionario o que aparecen en él sin “La jerga joven es muy dinámica”, asegura Naidich.
“Cuando una palabra es incorporada por toda la gente, pierde
los nuevos significados; para ellos, si los su valor distintivo y buscan otra.”
adultos no entienden, mejor. Los cabellos de una porra (melena) fueron chapas primero y
lanas después. Sin embargo, algunas creaciones como trucho
Decir, por ejemplo, que determinada película es una maza (falso) mantienen vigencia entre los péndex, pese a estar en
no parece ser, según los códigos de los adultos, un elogio. Sin boca de los veteranos.
embargo, entre los jóvenes es de lo mejor que se puede Respetuosa del lenguaje joven, Pérez de Lois no deja de
escuchar. Aunque algunos preferirían decir que fue un flash o, lamentar que a los chicos se les escapen estas palabras en
simplemente, lo más. ámbitos formales.
Este lenguaje incluye términos que se han incorporado hace Cuando alguien se toma más confianza de la esperada es un
ya varios años al habla cotidiana. zafado (atrevido, audaz) que se zarpó (de pasarse al revés).
Así, las personas tienen buena o mala onda, según su Más prudente, en cambio, es quien pensó no me cabe ante la
carácter. Se puede tirar onda (dar señales de interés) a alguien misma situación.
y preguntar ¿qué onda? para saber cómo anda algo. Trabajar al mango (al máximo) requiere meterle palo y palo
(sin pausa) a esa actividad.
Juegos La respuesta afirmativa a cualquier idea suele ser
totalmente o la pregunta irónica ¿cómo? Para lo contrario
Los adolescentes siempre tuvieron sus propias palabras, (descartar una proposición de plano), se espeta ¡ni ahí!, ¡ni a
según coinciden especialistas en el habla. Pero, ¿por qué? palos!, ¡na que ver!
“Para diferenciarse y no ser comprendidos por el resto de la
sociedad”, asegura Ricardo Naidich, director de la revista Fiera
Idiomanía. En los últimos años, los apelativos fiera,
El académico José Gobello ubica este léxico dentro del máquina, hermano, padre y madre se sumaron
lunfardo, al que no se le asigna un origen ocultista sino lúdico. a los ya consolidados chabón, loco y boló
En su libro “El lenguaje de mi pueblo” señala que el habla (apócope de un insulto muy argentino). Usados
cotidiana, por su espontaneidad, es impresionista, ya que, para llamar a alguien de nombre desconocido o
según él, no comunica ideas sino sensaciones y movimientos como vocablos entre pares, tienen sus
del ánimo. antecedentes en “flaco, viejo y macho”, que
conviven en el interior del país con “negro,
Grupos cerrados vago y jetón”.

Graciela Pérez de Lois, profesora de Letras en la UBA y Con documentos


estudiosa del tema, también ve en este lenguaje un cierto afán
por cerrarse como grupo y nota como frecuentes los El sociólogo del Conicet Ricardo Elbaum postula que este
préstamos de otras jergas. léxico es para los jóvenes como un documento de identidad
El fútbol, por caso, aportó las expresiones al toque y de una que les permite reconocerse entre pares.
(ambas significan enseguida) y las palabras amargo (frío, Sobre los recursos lingüísticos utilizados, advierte con
aburrido) y aguante (coraje como sustantivo; voz de aliento, si frecuencia analogías, metáforas y metonimias.
es seguido de un nombre personal, y dar apoyo a algo, si sigue Un loco es una persona que está del tomate, de la nuca o,
a la frase hacer el). directamente, de la
Aguantar equivale a esperar, probablemente por su cabeza. Acaso haga bardo (provoque desorden y confusión) o
acepción oficial de sufrir, tolerar. Encarar una cuestión sin le corte el rostro (lo rechace) a alguien sin motivo suficiente.
dudas es de frente march, de clara resonancia militar. Un malhumorado es un agreta.
A mil (¿kilómetros por hora?) es adverbio de velocidad. Tipo
Economía verbal (aproximadamente) es estimativo, sobre todo de horarios, y
“Otra costumbre – señala Pérez de Lois – es la elisión para una bocha o una banda (un montón) de cantidad.
economizar”.
Cole, facu, tranqui y cigarro (por cigarrillo) son ejemplos de Anglicismos y neologismos
este ahorro.
El prefijo aumentativo re, que tuvo una fugaz competencia Entre los tantos anglicismos, como compact, blooper,
en el súper, ya se agrega sin pudor a adjetivos y verbos. walkman y look, Naidich rescata el reciente cool (placentero)
Algunas palabras son características de determinadas clases por su poco feliz superlativo: coolísimo.
sociales. Por lo demás, en las charlas abundan muletillas como no te
Los “niños bien”, “petiteros”, en alguna época y puedo creer (asombro), ¿cuál es? (cuestionamiento) y ¿todo en
“caqueros” en otr, se disculpan con sory (del inglés sorry) y se orden? (saludo, por ¿todo bien?).
refieren a los pobres como groncho (de negro al revés) o La lista de neologismos es larga. Un relevamiento de La
pardos. En tanto, estos y los de clase media se vengan Nación recogió 95 palabras y 37 expresiones características de
llamándolos chetos o conchetos, su derivado despectivo. los jóvenes de los noventa.
Pero antes de que esta nota sea un rollo y me acusen de
denso, voy a cortarla.
Carlos Bevilacqua
(La Nación, 12/11/1995)

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