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Tienes entre tus manos, bienquisto lector, una obra que yo siempre pensé que alguien
algún día acabaría haciendo y que yo leería. Al darme cuenta que eso no pasaría en los
próximos diecisiete eones decidí empezar este diccionario.
Innumerables conversaciones a lo largo de estos años con gente cuya opinión aprecio
no por el contenido; sino porque al tener que enfrentar su discurso al mío, el
argumento va puliéndose hasta conseguir una tesis de una pureza soberbia. Es como si
se metiesen unas feas rocas en un tambor dando vueltas con un poco de arena por la
noche, y al volver a la mañana siguiente se descubren unas rocas preciosas pulidas por
el ruido que hacen al chocar, el rozamiento y la fricción. Eran las mismas piedras feas
del principio, solo hacía falta bruñirlas para ver la esencia de lo que había debajo. Esas
conversaciones me fascinan, siempre lo han hecho y cada día me cuesta más encontrar
a gente con la que pueda hablar a esos niveles.
El apego insistente a algunos anglicismos impide que se usen las palabras de que goza
el español. Por ejemplo, se reemplazan con chequear verbos como comprobar,
controlar, cotejar, examinar, explorar, revisar, verificar; en lugar de correo electrónico,
se dice e-mail o, simplemente, mail; el DC (disco compacto) es CD (compact disc); de
acuerdo se sustituye con okey; rebaja, con sale; postre de queso, con cheese cake; en
línea, con on line; reparto, entrega, con delivery; autofoto, con selfie; gimnasio, con
gym; existencias, con stock. ¿Les cuesta más hablar en español que en inglés, o actúan
así para que “los entiendan mejor”? Sabemos que algunas personas, adolescentes y
adultos, dicen que es “cool” mezclar el inglés con el español, es decir, no hablar ni en
inglés ni en español. Lo peor es que, cuando se les pregunta “¿qué significa cool?”,
titubean, no saben cómo traducirla. Unos dicen fresco, entretenido; otros, actual, con
estilo. En realidad, su significado no les importa, pero cada uno tiene que ser cool
porque es “divertido”, y así lo exigen estos tiempos líquidos, más fugaces que lo fugaz.