Salud infantil

«En todas las partes del mundo los nacimientos marcan momentos felices.
Sin embargo, cada 11 segundos un nacimiento supone una tragedia familiar»
Henrietta Fore, Directora Ejecutiva del UNICEF

H
ay algunos hechos importantes que Los cuidados pueden prestarse, en función
se deben de considerar; si bien en de las necesidades, en el hogar y la
Guatemala se han hecho esfuerzos comunidad, o bien en puestos o centros de
por mejorar la salud del grupo infantil, aún salud y hospitales.
la morbilidad y mortalidad representan un
Factores adversos que afectan temprano en
desafío para la salud pública, la tasa de
el ser humano determinan el desarrollo del
mortalidad neonatal es de 17 por 1000
curso de su vida, especialmente cuando
nacidos vivos (nv.), el primer mes de vida es
estos factores como la pobreza, las
el momento de mayor riesgo de muerte,
deficiencias nutricionales, contextos de
especialmente si se trata de niños
violencia y falta de saneamiento coinciden
prematuros o con bajo peso al nacer, si ha
en tiempo y espacio. La evidencia
habido complicaciones durante el parto, si
neurocientífica ha documentado la
el recién nacido presenta defectos
asociación entre el bajo estatus
congénitos o si contrae alguna infección.
socioeconómico en la primera infancia con
Aproximadamente un tercio de esas
el menor volumen de materia gris del
muertes se producen durante el primer día
hipocampo, que, junto con el bajo volumen
y casi el 75 % solo durante la primera
de lóbulos frontales y temporales, asocian
semana. La tasa de mortalidad post
la pobreza con el bajo rendimiento en el
neonatal de 11 por 1000 nv., y las causas
nivel cognitivo, académico y conductual. Los
siguen siendo los problemas infecciosos
efectos de la pobreza pueden extenderse
gastrointestinales y respiratorios como la
hasta la edad adulta, lo que resulta en una
diarrea aguda y la neumonía. La
poca activación de tareas de las regiones
malnutrición es el factor subyacente que
cerebrales que apoyan el lenguaje, el
agrava la vulnerabilidad de los niños a las
control cognitivo y las habilidades de
enfermedades graves, un 45% de las
memoria, y por el otro lado la alta activación
defunciones de niños se asocia a la
de las regiones asociadas con la reactividad.
desnutrición.
La adecuada y pertinente atención a la
Un principio fundamental de la labor de madre durante la primera infancia de su
protección de la salud de la madre, el recién niño puede atenuar los efectos perjudiciales
nacido y el niño es el acceso vitalicio a la de la baja condición socioeconómica
atención de salud, es decir, una continuidad protegiendo el desarrollo cerebral
asistencial que comienza con la atención a temprano. Las consultas de atención
la madre mucho antes del embarazo posnatal recomendadas, bien sea en
(durante su niñez y adolescencia) y continúa centros de salud o en visitas domiciliarias,
durante el embarazo y el parto. La desempeñan un papel crucial para atender
continuidad asistencial comienza de nuevo a los recién nacidos y sus familias.
con cada nacimiento, con la prestación de
El periodo que abarca desde el momento
los cuidados pertinentes al recién nacido.
de la concepción hasta los dos años de vida
(llamada ventana de los mil días) es una
etapa de rápido crecimiento y desarrollo,
que brinda una oportunidad única para que
los niños obtengan los beneficios
nutricionales e inmunológicos que van a
necesitar el resto de sus vidas. En esta etapa
se forman el cerebro, los huesos y la mayor
parte de los órganos y tejidos, así como
también el potencial físico e intelectual de
cada persona. Los daños que genera la
desnutrición (y otros factores) durante
estos primeros dos años tienen
consecuencias irreversibles en el individuo,
por lo que la prevención es fundamental.
Todas las alteraciones que padece un niño
durante esta etapa generarán
morbimortalidad alta que perjudican el
desarrollo mental y motor. En el largo plazo,
los daños en esta etapa están ligados a un
bajo rendimiento intelectual, una merma en
la capacidad de trabajo, en la salud
reproductiva y en la condición de salud
general durante la adolescencia y la edad
adulta, convirtiéndose además en un círculo
vicioso difícil de romper.
Pasado el momento del nacimiento, se
inicia con una secuencia de manejo que
entre otros incluye: la administración de
vitamina K1 (fitomenadiona), 1mg
intramuscular con el propósito de evitar
trastornos hemorrágicos. La prevención de
la oftalmía neonatal con la aplicación de
una gota de colirio antimicrobiano (o
ungüento) en cada ojo, y si es niña se
aplica también en la vulva.
Realizar examen físico completo al
neonato, tomar el peso, la longitud y el
perímetro cefálico; el peso al nacer refleja
la experiencia intrauterina y es un buen
indicador del estado de salud y la nutrición
de la madre, las probabilidades de
supervivencia y del crecimiento y
desarrollo psicosocial del neonato.
Colocar el termómetro rectal y realizar
cuidados de limpieza del cordón umbilical.
Cuidar el enfriamiento del recién nacido
por lo que se debe cubrir la cabeza con un
pequeño gorro. Se debe aplicar la vacuna

Por lo anterior, son prioritarios aquellos

grupos de población que, por sus niveles de La vulnerabilidad del recién
pobreza, aislamiento, carencia de insumos nacido obliga a una valoración
para producir o comprar el alimento e integral y un seguimiento
impactos súbitos por variabilidad climática, especial durante todo el
estén en riesgo de seguridad alimentaria y periodo.
nutricional.
BCG y Hepatitis B de acuerdo con los
Atención del recién nacido lineamientos del programa de
inmunizaciones del MSPAS. También
El nacimiento es un evento crítico en la debería procurarse por el tamizaje de
vida del ser humano, representa un patologías según los recursos disponibles
sustancial riesgo de morbi-mortalidad por (tamizaje para hipotiroidismo, sífilis
problemas como: hipoxia, enfriamiento, congénita, por ejemplo).
contaminación o trauma, quien atiende a
Promover la lactancia materna exclusiva
un recién nacido durante el parto debe de
desde los primeros momentos es una
estar capacitado para prevenir y manejar
conducta valiosa para el apego y
estos potenciales problemas.
desarrollo del niño y asegura una nutrición
adecuada.
La atención del recién nacido es
importante en las consultas de
seguimiento, en ellas se debe dar una
atención integral y con respeto a su
identidad, así como especial atención en
casos de discapacidad. Realizar una
evaluación física completa, valorando el
peso, la longitud y el perímetro cefálico. Se
debe detectar señales de peligro y otros
problemas que necesitan atención desde
este periodo (luxación congénita de
cadera, problemas cardíacos, entre otros),
y evaluar el neurodesarrollo. Hacer énfasis
en la lactancia materna exclusiva como
única fuente de alimento en este periodo.
Periodo post neonatal
Las necesidades de cuidado de las personas
varían a lo largo de las diferentes fases de su
ciclo de vida, desde la concepción a la
primera infancia, en la niñez y adolescencia,
durante la edad adulta y en la vejez.
El cuidado de la infancia debe favorecer el
óptimo desarrollo del menor en todos sus
aspectos, tanto físicos, psíquicos como
sociales y tiene, sin lugar a duda, una
importancia extraordinaria ya que
representa el futuro de nuestra sociedad. El
sitio ideal para realizar el cuidado y
seguimiento del crecimiento y desarrollo
del infante es el primer nivel de atención.
El control del niño sano debe incluir
actividades de promoción de la salud, de
prevención de enfermedades, y de atención
médica curativa y rehabilitadora. Las dos
primeras acciones son fundamentales en las
etapas tempranas de la vida, ya que es
cuando adoptan actitudes y hábitos
saludables que repercutirán en el estado de
salud el resto de la vida. Las medidas de
prevención y de detección precoz de
riesgos, evitarán alteraciones y secuelas
permanentes. Algunas actividades incluyen:
detección precoz de problemas de salud,
prevención de accidentes, aplicación de
inmunizaciones, evaluación del desarrollo
psicomotor, medición de peso y talla para
evaluar su crecimiento y estado nutricional;
así como la orientación a padres o tutores
sobre aspectos en la alimentación,
estimulación temprana e higiene.
Nutrición durante la primera
infancia
La alimentación del lactante y del niño
pequeño es fundamental para mejorar la
supervivencia infantil y fomentar un
crecimiento y desarrollo saludable. Los
primeros dos años de la vida del niño son
especialmente importantes, puesto que la
nutrición óptima durante este periodo
reduce la morbilidad y la mortalidad, así
como el riesgo de enfermedades crónicas, y
mejora el desarrollo general.
El inicio temprano de la
lactancia materna (en la
primera hora de vida)
protege al recién nacido de
las infecciones y reduce la
mortalidad neonatal.
Los lactantes deben recibir
lactancia exclusivamente
materna durante los
primeros seis meses de vida
para lograr un crecimiento,
desarrollo y salud óptimos.
Después del parto, el crecimiento de un
lactante depende de la genética y de una
adecuada ingesta de alimentos. Las
enfermedades respiratorias están ligadas a
la desnutrición en niños; si un niño nace con
bajo peso, está más propenso a sufrir
enfermedades infecciosas como la
neumonía y si no es tratado
nutricionalmente, con los requerimientos
diarios necesarios y/o suplementos, es
propenso a sufrir de una desnutrición.
Cuando los niños están enfermos, entre sus
síntomas están la falta de apetito, lo que
dificulta la recuperación del peso ponderal.
Lactancia materna
La Lactancia materna exclusiva se
recomienda según los distintos organismos
OMS, Academia Americana de Pediatría
(AAP), Sociedad Europea para
Gastroenterología, Hepatología y Nutrición
Pediátrica (ESPGHAN) hasta los primeros 6
meses de vida, y se recomienda mantenerla
luego de introducir la alimentación
complementaria hasta los 2 años.
La leche humana contiene numerosos
componentes relacionados con la
inmunidad tales como; IgA, leucocitos,
oligosacáridos, lisozima, lactoferrina,
interferón gama, nucleótidos, citoquinas y
otros. Estos componentes ofrecen una
protección pasiva al tracto gastrointestinal
y en cierta medida al tracto respiratorio
superior, lo que evita la adhesión de
patógenos a la mucosa y así protege contra
las infecciones invasivas. La transmisión del
VIH a través de la leche materna está bien
documentada. Por tanto, si existen
alternativas seguras, se recomienda que las
madres infectadas por el VIH no den el
pecho a sus hijos.
La lactancia materna tiene claros beneficios
a corto plazo para la salud infantil: 1) reduce
la mortalidad y la morbilidad por
enfermedades infecciosas, 2) fomenta
preferencias alimentarias saludables 3)
promueve el establecimiento de un
microbioma intestinal saludable y 4) una
revisión reciente de 17 estudios
observacionales de la lactancia materna
presenta evidencia de que la lactancia
materna óptima apoya un mejor
rendimiento en las pruebas de inteligencia
en la infancia y la adolescencia, lo que
demuestra un aumento del cociente
intelectual (IQ) de 3 a 44 puntos.
Los niños y adolescentes que fueron
amamantados tienen menos probabilidades
de padecer sobrepeso u obesidad. Además,
obtienen mejores resultados en las pruebas
de inteligencia y tienen mayor asistencia a
la escuela. La lactancia materna se asocia a
mayores ingresos en la vida adulta. La
mejora del desarrollo infantil y la reducción
de los costos sanitarios gracias a la lactancia
materna generan beneficios económicos
para las familias y también para los países.
Alimentación complementaria
Alrededor de los seis meses, las necesidades
de energía y nutrientes del lactante
empiezan a ser superiores a lo que puede
aportar la leche materna, por lo que se hace
necesaria la introducción de una
alimentación complementaria. A esa edad
el niño también está suficientemente
desarrollado para recibir otros alimentos. Si
no se introducen alimentos
complementarios alrededor de los seis
meses o si son administrados de forma
inadecuada, el crecimiento del niño puede
verse afectado. Los alimentos
complementarios deben introducirse de
forma escalonada, tanto en los lactantes
que reciben leche materna como en los que
se alimentan con fórmulas artificiales,
comenzando a partir de que el niño pueda
sentarse sin ayuda, habitualmente
alrededor de los 6 meses de edad. En
general, los cereales, una buena fuente de
hierro, deben ser uno de los alimentos
introducidos en primer lugar. A
continuación, se introducen las verduras y
frutas, seguidas inmediatamente por las
carnes y, finalmente, los huevos. El orden de
introducción de estos alimentos
probablemente no es trascendental, pero sí
el que sólo se introduzca un nuevo alimento
cada vez y que los nuevos alimentos se
espacien al menos 3-4 días para poder
detectar cualquier reacción adversa frente a
cada uno de ellos. Esto es especialmente
importante cuando existen antecedentes
familiares de alergias alimentarias o de otro
tipo.
ingesta proteica estimula la secreción del
factor de crecimiento semejante a la
insulina (IGF-I), que promueve la
proliferación celular, acelera el crecimiento
y aumenta el tejido adiposo. La lactancia
materna exclusiva cubre los requerimientos
aproximadamente hasta los 5-6 meses,
provee un ingreso de proteínas de 2.1
g/kg/día durante el primer mes y de 1.1
g/kg/día para el período de 4-6 meses. Entre
los 6-12 meses los niños deben recibir un
50% de las proteínas de alto valor biológico
y los mayores de un año un 20-40%.

Las necesidades nutricionales de la El principal hidrato de carbono en la leche

primera infancia materna es la lactosa. Este carbohidrato es
un nutriente específico en el primer año. La
Los niños son particularmente vulnerables a
mayor cantidad de enzima lactasa que la
la anemia ferropénica debido a sus mayores
metaboliza proviene de la leche materna.
necesidades de hierro en los periodos de
Su alta concentración en la leche humana
rápido crecimiento, especialmente durante
facilita la absorción del calcio y hierro y
los primeros cinco años de vida. La anemia
promueve la colonización intestinal con el
ferropénica en niños se ha relacionado con
Lactobacillus bífidos.
el aumento de la morbilidad en la infancia y
deficiencias en el desarrollo cognitivo y el
rendimiento escolar.

En los entornos donde la prevalencia de

anemia en niños de un 1 año es superior al
40%, o la dieta no incluye alimentos
enriquecidos con hierro, se deben
administrar suplementos de hierro en dosis
de 2 mg/kg/día a todos los niños de 6 y 23
meses de edad.

Proteína en la infancia: en menores de 6

meses, la mayor parte de las proteínas
proceden del consumo de leche y sus
derivados; en edades posteriores, del
consumo de carnes, pescados, huevo y en
segundo lugar, de los productos lácteos. La