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Apunte objetivo estratégico y objetivos específicos

Existen dos tipos:

• Objetivos estratégicos o generales

• Objetivos específicos o prácticos.

Los primeros, los objetivos estratégicos, son los que validan esa misión y
esa visión que se han planteado como punto de partida. Pero, para poder alcanzar
estos objetivos generales necesitamos lograr antes otros, los objetivos específicos.

Gráficamente podría representarse como una pirámide, en cuya base se encontrarían


todos los objetivos específicos. A este primer nivel le seguiría otro, menos amplio,
aunque en ningún caso menos importante, que sería el de los objetivos estratégicos.
Por último, en la cúspide de la pirámide, se situarían la visión y la misión empresarial.

La variedad de objetivos puede hacer que se planteen varias cuestiones:

• ¿Hay que centrarse en la visión o misión o en los objetivos?

• ¿Debe darse prioridad a los objetivos de un tipo o a los de otro?

• ¿Es importante el orden en la consecución de las metas planteadas?

La clave está en ir consiguiendo cada día los objetivos específicos que se hayan
establecido, pero teniendo presente y entendiendo que no son más que el camino para
alcanzar un objetivo general. Y que es el objetivo general el que conduce hacia
la misión.

En este sentido, el proverbio que reza: "un hombre puede mover montañas, pero antes
tiene que mover piedras pequeñas" expresa con gran exactitud el orden de ejecución
que se debe seguir en el día a día empresarial (tanto en lo que respecta a decisiones
como en lo relativo a acciones a tomar).

Y es que una compañía debe tener una visión y una misión, pero antes necesita tener
un plan de objetivos claro que le permita llevar sus proyectos a buen término. En el
siguiente gráfico puede verse representado el papel de cada uno de los objetivos en el
camino que la empresa se ha marcado al plantearse su misión/visión:

Diferencias entre objetivos estratégicos y objetivos específicos

Para una adecuada consecución de estos es importante entender la diferencia entre


unos y otros. Así, un objetivo general o estratégico:

• Debe ser alcanzable.

• Debe ser fácil de comprender.

• No tiene por qué ser cuantificable ni estar expresado en cifras.

• Debe estar acotado en el tiempo.

• Tiene que derivarse de las estrategias, la misión y la visión.

• Ha de ser muy concreto, los objetivos abstractos no tendrían cabida aquí.

Alexis Morales O. – Docente Ingeniería en Administración de Recursos Humanos


• Debe poder ser convertible en tareas u objetivos específicos

Mientras que un objetivo específico:

• Debe ser siempre cuantificable.

• Debe estar limitado en el tiempo

• Debe poder medirse mediante indicadores, números y sistemas, que


permitan su verificación.

• Debe estar alineado con la estrategia.

• Debe ser realista y alcanzable, pero al mismo tiempo desafiante.

A modo de ejemplo práctico, una empresa que se dedique a fabricar tecnología que
permita ahorrar dinero o lograr una mayor eficiencia podría verse así:

Los objetivos específicos que se plantea son objetivos pequeños, acotados y


medibles (de ahí la importancia de las métricas). Ellos conducen a los generales, el paso
previo a conseguir la misión propuesta. Una empresa eficiente es aquélla que tiene los
dos tipos de objetivos alineados con la visión/ misión.

Por ejemplo,

Una empresa de transportes tiene como Visión lo siguiente:

“Ser la empresa líder de transportes de carga de áridos, de primera preferencia en


la región metropolitana, enfocados en un servicio de calidad en un ambiente
seguro para nuestros clientes internos y externos.”

El Objetivo estratégico es:

“Transportar y entregar materiales áridos, según las necesidades de nuestros


clientes, a través de un trabajo planificado, coordinado y seguro, que nos permita
crecer como organización, aumentar nuestra producción y disminuir los índices
de accidentabilidad”.

Un objetivo estratégico debe responder 3 preguntas, las cuales se deben responder


mediante una acción con un verbo en infinitivo (terminado en ar, er, ir), que son:

• ¿Qué hacer? = Transportar y entregar materiales áridos.


• ¿Cómo lo va a hacer? = a través de un trabajo planificado, coordinado y seguro.
• ¿Para qué hacerlo? = para crecer como organización, aumentar la producción y
disminuir los índices de accidentabilidad.

Alexis Morales O. – Docente Ingeniería en Administración de Recursos Humanos


Los objetivos estratégicos para ese objetivo general en este caso serían:

1. Crear indicadores de gestión para medir la producción de la organización


mediante el tiempo de duración de las rutas para el 100% de las faenas activas
y un indicador personalizado de accidentabilidad para el 100% de los
conductores en el plazo de 2 días.
2. Realizar un levantamiento de información acerca de las rutas más eficientes y
seguras entre las faenas y el botadero de materiales, para el 100% de las faenas
activas en un plazo de 1 semana.
3. Planificar los destinos y horarios de salida del 100% de la flota camiones tolva
en faena para las nuevas rutas, designadas en la etapa de levantamiento de
información, en un plazo de 2 semanas.
4. Ejecutar un plan de prevención de riesgos con cursos de manejo a la defensiva
y prevención de riesgos laborales para el 100% de los colaboradores, en un
plazo de 2 semanas.
5. Implementar la nueva planificación de rutas eficientes y seguras para el 100%
de la flota de camiones tolva, con un plan de comunicación interna que entregue
la información completa y detallada del nuevo plan con el 100% de los
colaboradores en el plazo de 3 meses.
6. Evaluar la eficiencia del nuevo plan, en cuanto a tiempo y seguridad, a través de
un comparativo del 100% de los indicadores de gestión creados en el inicio del
plan y midiéndolo nuevamente al final del plan para probar la eficiencia y eficacia
del plan

Como pueden ver, estos objetivos siguen una secuencia lógica de en su desarrollo y
línea cronológica, es decir, primero se hace la planificación antes de la evaluación del
nuevo plan y no al revés. Además, cumplen las características de que debe ser siempre
cuantificable, debe estar limitado en el tiempo y debe poder medirse mediante
indicadores, números y sistemas, que permitan su verificación, debe estar alineado con
la estrategia.

Alexis Morales O. – Docente Ingeniería en Administración de Recursos Humanos

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