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Anexo 1

LAS 15 ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO MÁS COMUNES

Fecha: 19/08/2022

Los trastornos que afectan a la capacidad de obtener nutrientes tienen consecuencias negativas
para la salud de todo el organismo.
Dolor abdominal, estreñimiento, náuseas, diarrea, aumento o pérdida de peso… Todos hemos
experimentado estos síntomas alguna vez. En ocasiones pueden ser debidos a una intoxicación
alimentaria en la que un patógeno que se transmite por los alimentos desarrolla su patología en
nuestro interior.
Otras veces, en cambio, todos estos problemas no vienen de las amenazas externas, sino de
nuestro propio cuerpo. Las enfermedades digestivas son todos aquellos trastornos que afectan
al aparato digestivo y que hacen que la digestión no pueda realizarse correctamente.
Teniendo en cuenta que la absorción de los nutrientes a través de los alimentos es lo que nos
mantiene vivos ya que todas las células de nuestro cuerpo dependen de que esta digestión
funcione adecuadamente, afecciones que perjudiquen a este proceso tendrán consecuencias
graves para la salud de todo el organismo.
En este artículo presentaremos las 15 enfermedades del sistema digestivo más comunes,
analizando sus causas, síntomas, implicaciones en la salud y tratamientos disponibles.
El aparato digestivo: ¿qué función tiene y cuáles son sus partes?
La función principal del aparato digestivo es la digestión de los alimentos, un proceso que
consiste en transformar las moléculas complejas presentes en la comida en otras más sencillas
que sean asimilables por las células de nuestro cuerpo.
Mediante esta digestión, permitimos que el organismo disponga tanto de energía para
mantenerse vivo como de elementos para renovar los tejidos y órganos del cuerpo.
El proceso digestivo empieza en la boca y termina en el ano, pasando, por orden, por el
esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso y el recto. El hígado y el páncreas
también son componentes del sistema digestivo ya que vierten sus secreciones al tubo
digestivo para ayudar a la digestión y a la absorción de nutrientes.
Las 15 enfermedades digestivas más comunes
Como hemos visto, el aparato digestivo está formado por muchos órganos distintos y, teniendo
en cuenta que cualquier órgano del cuerpo es susceptible de padecer algún tipo de
enfermedad, hay muchos trastornos que pueden afectar a alguno de estos componentes y
comprometer la funcionalidad de todo el proceso digestivo.
Veremos que los síntomas dependen mucho del órgano digestivo afectado, pudiendo ser
trastornos leves, moderados o graves. De todos modos, por regla general se recomienda que la
persona acuda al médico si observa los siguientes signos clínicos:
 Acidez estomacal que no desaparece
 Pérdida involuntaria de peso
 Dolor abdominal molesto
 Sangre en las heces
 Alteraciones en los hábitos intestinales
Habiendo dejado claro esto, a continuación, presentamos las 15 enfermedades del sistema
digestivo más comunes.
1. Gingivitis
La gingivitis es una inflamación de la parte de las encías que rodea la base de los dientes . La
causa más frecuente de esta enfermedad es una mala higiene bucal, que propicia el desarrollo
de placas bacterianas que crecen en esta encía.
Es un trastorno común y los síntomas son los siguientes: inflamación de las encías, coloración
rojo oscuro de las encías, sangrado durante el cepillado dental, mal aliento, sensibilidad, etc.
Es importante tratar rápidamente la gingivitis ya que puede derivar una enfermedad de las
encías más grave llamada periodontitis, la cual acaba provocando la caída de los dientes. Los
buenos hábitos de limpieza bucal y visitas periódicas al dentista son la mejor forma de prevenir
su desarrollo.
2. Enfermedad por reflujo gastroesofágico
La enfermedad por reflujo gastroesofágico es un trastorno en el que el ácido estomacal
circula en sentido contrario y pasa al esófago, que es el conducto que conecta la boca con el
estómago, irritándolo.
Muchas personas sufren a veces este reflujo, aunque pasa a considerarse una enfermedad
cuando ocurre al menos dos veces por semana. A la larga, la irritación del esófago a causa del
paso de ácido estomacal tiene consecuencias: sensación de ardor, dolor de pecho, dificultad
para tragar, nudo en la garganta y regurgitación (no confundir con vómitos, pues la
regurgitación ocurre sin esfuerzo muscular).
Las molestias ocasionadas por esta enfermedad generalmente pueden aliviarse con cambios en
el estilo de vida y en los hábitos alimentarios, aunque en casos más graves también es posible
administrar medicamentos e incluso someterse a cirugía.
3. Cáncer de estómago
El cáncer de estómago es el sexto cáncer más común en el mundo con 1 millón de nuevos
casos cada año. Se desarrolla en las células productoras de mucosidad que recubren el
estómago, generalmente en la parte superior de este.
Una de las principales causas de desarrollar cáncer de estómago es padecer reflujo
gastroesofágico, y en menor medida, el tabaquismo y la obesidad. Existen también otros
factores de riesgo: dietas con muchos alimentos salados y pocas verduras y frutas,
antecedentes familiares, infecciones bacterianas, inflamación de estómago, anemia…
Los síntomas más comunes provocados por el cáncer de estómago son: fatiga, sensación de
hinchazón, saciedad rápida, indigestión, vómitos frecuentes, adelgazamiento involuntario,
náuseas, dolor y ardor estomacal, etc. El tratamiento dependerá de la fase en la que el cáncer
se encuentre, de la salud de la persona y de las consideraciones del médico.

4. Úlcera péptica
Las úlceras pépticas se desarrollan en el revestimiento interno del estómago (úlceras
gástricas) y en la parte superior del intestino delgado (úlceras duodenales). Son llagas abiertas
que provocan dolor de estómago.
La causa más frecuente es una infección por parte de “Helicobacter pylori”, una de las únicas
bacterias capaces de soportar la elevada acidez del estómago. En contra de lo que se piensa, los
alimentos picantes y el estrés no causan úlceras pépticas, pero sí es cierto que pueden
empeorar los síntomas.
Estos signos clínicos son los siguientes: dolor y ardor estomacal, intolerancia a los refrescos con
gas, náuseas, acidez de estómago, sensación de hinchazón, etc. Para evitar complicaciones
mayores como obstrucciones intestinales o sangrados internos, el tratamiento con antibióticos
para eliminar la bacteria debe empezar lo más deprisa posible.
5. Enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca es un trastorno del sistema inmune que hace que la persona no pueda
consumir gluten, pues este daña su intestino delgado. Representa un problema importante ya
que el gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, el centeno y la cebada, muy
presentes en los alimentos de uso diario.
No siempre hay síntomas, y cuando los hay, estos dependen mucho de la persona. De todos
modos, generalmente son: dolor abdominal, diarrea, irritabilidad, decaimiento anímico, etc. No
existe cura, por lo que el único tratamiento posible es llevar una dieta sin gluten.
6. Intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa es un trastorno que ocurre cuando la persona no dispone de la
enzima encargada de digerir el azúcar (en forma de lactosa) de la leche. No suele ser una
afección grave, aunque los síntomas pueden ser molestos.
Estos síntomas aparecen poco después de consumir un producto con lactosa y son los
siguientes: diarrea, gases, hinchazón, náuseas, vómitos y dolores agudos en el abdomen
(cólicos). Actualmente no hay cura, aunque vigilando la dieta es suficiente para evitar estas
dolencias.
7. Cirrosis hepática
La cirrosis hepática es una enfermedad hepática (afecta al hígado) y que está caracterizada
por un daño progresivo a este órgano, cicatrizando sus tejidos y haciendo que finalmente
pierda la funcionalidad. En su estado más avanzado, la cirrosis hepática es mortal.
Generalmente este daño al hígado es por el consumo excesivo de alcohol o por otras
enfermedades que atacan el órgano. Los síntomas aparecen en etapas tardías y son los
siguientes: fatiga, pérdida de apetito, adelgazamiento involuntario, picazón en la piel y
aparición de hematomas, confusión, dificultad para hablar, hinchazón de las piernas, etc.
El daño en el hígado es irreversible, pero si se detecta de forma precoz, se pueden aplicar
tratamientos que ralentizan el desarrollo de la enfermedad.
8. Enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn afecta a los intestinos y está caracterizada por una inflamación de
los mismos, tanto del final del intestino delgado como del grueso. Se trata de una enfermedad
dolorosa que supone un riesgo para la vida.
Las causas de esta enfermedad son la genética y la debilitación del sistema inmune. Los
síntomas de esta enfermedad son los siguientes: cólicos abdominales, diarrea, llagas en la boca,
pérdida de apetito, desnutrición (los intestinos no absorben correctamente los nutrientes),
sangre en las heces, debilidad y fatiga, etc. No existe cura para la enfermedad de Crohn,
aunque sí que hay tratamientos que reducen la gravedad de los síntomas y que hacen que los
episodios cada vez sean menos frecuentes.
9. Colitis ulcerosa
La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria caracterizada por la aparición de llagas en
los intestinos. Se trata de una enfermedad que puede derivar en complicaciones graves que
ponen en peligro la vida del afectado.
La causa no está demasiado clara, aunque se cree que podría ser por algún trastorno del
sistema inmune. Los síntomas dependen de la localización y del número de llagas, aunque
suelen ser los siguientes: diarrea, sangre o pus en las heces, dolor rectal, estreñimiento, cólicos
abdominales, fiebre, fatiga, etc.
Los tratamientos alivian los síntomas e incluso pueden conseguir que, con el tiempo, las llagas
desaparezcan y la enfermedad remita.
10. Síndrome del intestino corto
El síndrome del intestino corto es una afección que se desarrolla cuando falta parte del
intestino delgado, ya sea por un defecto genético o porque ha sido extirpado durante una
cirugía. Esto provoca que los nutrientes no sean absorbidos correctamente.
Los síntomas derivados de este trastorno son los siguientes: diarrea, fatiga, heces de olor
fétido, deshidratación, adelgazamiento involuntario, hinchazón de las piernas, grasa en las
heces, etc.
El tratamiento consiste en aliviar los síntomas y en darle al cuerpo los nutrientes que necesita
administrando inyecciones de vitaminas y otros componentes esenciales.
11. Infarto intestinal
Un infarto intestinal puede producirse en el intestino delgado o en el grueso y es causado por
una obstrucción de alguna arteria del tubo digestivo, lo que conduce a una afección grave que
puede derivar en la muerte de la persona.
Los síntomas pueden manifestarse de forma aguda (cólicos abdominales, sangre en las heces,
confusión, etc) o de manera gradual (adelgazamiento, náuseas, inflamación, dolor abdominal,
etc).
La falta de circulación sanguínea dificulta el movimiento de los intestinos y en los casos más
graves provoca una muerte del tejido intestinal, que puede resultar letal. Por ello, es
imprescindible buscar atención médica de inmediato.
12. Hernia
Una hernia es un bulto doloroso que aparece cuando una parte del intestino sobresale a
través de los músculos abdominales. No tiene por qué ser peligroso, pero en ocasiones deriva
en complicaciones más graves.
El principal síntoma es el dolor, el cual aumenta cuando la persona tose, se inclina o intenta
levantar un objeto pesado. Es una afección común que se resuelve mediante una cirugía.
13. Apendicitis
La apendicitis es una inflamación del apéndice, una estructura en forma de dedo que se
proyecta desde el colon en lado inferior derecho del abdomen. Sucede por una infección de
este apéndice, la cual es especialmente peligrosa porque es una cavidad cerrada y puede
“explotar”, suponiendo un grave riesgo para la vida de la persona.
Los síntomas empiezan con un dolor repentino en el lado inferior derecho del abdomen. Este
dolor va empeorando hasta hacerse inaguantable y va acompañado de fiebre, náuseas,
vómitos, hinchazón abdominal, diarrea, etc.
Es una afección bastante común que suele suceder en personas de entre 10 y 30 años. El
tratamiento consiste en una extirpación quirúrgica del apéndice.
14. Cáncer colorrectal
El cáncer colorrectal es el tercer cáncer más común en el mundo, con 1’8 millones de nuevos
casos cada año. Se desarrolla en el intestino grueso aunque puede llegar hasta el recto anal,
afectando especialmente a mayores de 50 años.
La edad avanzada, enfermedades inflamatorias intestinales (como la enfermedad de Crohn o la
colitis ulcerosa), el sedentarismo, diabetes, obesidad, consumo excesivo de alcohol, etc, son
algunos de los factores de riesgo más importantes.
El tratamiento dependerá, como siempre, de dónde se localiza el cáncer y del estado de salud
del paciente. Los síntomas son los siguientes: dolor abdominal, pérdida de peso, diarrea,
estreñimiento, sangre en las heces, fatiga y debilidad, cambio de consistencia en las heces...
15. Hemorroides
Las hemorroides son venas hinchadas en el ano que pueden cursar con mucho dolor y que
afectan a 3 de 4 adultos. Las causas son variadas, aunque generalmente aparecen por un
esfuerzo excesivo al defecar o por un aumento de la presión sanguínea en las venas.
Los síntomas son los siguientes: aparición de un bulto cerca del ano, inflamación, dolor, sangre
en las heces, irritación… No resulta peligroso para la salud, pero si se vuelve muy molesto y
doloroso, el médico puede hacer una incisión para drenar la sangre y reducir los síntomas.

Trastornos de la conducta alimentaria: anorexia


y bulimia
Los trastornos de conducta alimentaria son alteraciones del comportamiento
relacionado con la alimentación, con el objetivo de perder peso

¿Qué son?

Los trastornos de la conducta alimentaria son trastornos de origen mental que se


caracterizan por una actitud de preocupación excesiva con la comida. Esto hace que las
personas cambien sus hábitos relacionados con la alimentación y su comportamiento,
con el objetivo de perder peso, llevándolos en ocasiones a situaciones graves de
desnutrición.
Tipos de trastornos alimenticios:

 Anorexia. Normalmente, esto implica un miedo extremo de ganar peso o un temor


a engordar. A pesar de que estos individuos pueden ser muy delgados o incluso
peligrosamente bajo peso, se ven a sí mismos como "gordos". Ellos pueden tratar
de alcanzar o mantener lo que ellos piensan que es su peso corporal ideal,
literalmente muriéndose de hambre. También podrán ejercerse en exceso. Otros
pueden comer cantidades excesivas de alimentos en una sola sesión y luego
tratar de deshacerse de la comida y las calorías de su cuerpo, obligando a sí
mismos a "vomitar" o por el mal uso de laxantes o enemas. 
 La bulimia. Al igual que la anorexia, la bulimia también incluye los temores de
tener exceso de peso. Pero también incluye períodos ocultos de comer en exceso
(atracones), que pueden ocurrir varias veces a la semana o incluso varias veces al
día. Mientras comen en exceso, las personas pueden sentirse completamente
fuera de control. Pueden consumir miles de calorías con alto contenido de hidratos
de carbono y grasa - en cantidades de alimentos que serían más de lo que una
persona sana podría comer en una sola sesión. Después de haber comido en
exceso, los individuos tratan de "deshacer" el hecho de que comían demasiado
tan pronto como sea posible, obligando a sí mismos a "vomitar" o por el mal uso
de laxantes o enemas. Esto se refiere a menudo como "atracones y las purgas."

Nombre de la enfermedad ¿que lo origina? Síntomas que presenta


Seleccione 4 enfermedades del sistema digestivo y complete la ficha de
trabajo.

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