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Año X,-Nibi>.

459 28 de Xiomto de i9S8 4-0 céMitimos*

Don Manuel Matallana Gómez, coronel ascendido reciente-


Los nuevos ^enefales de la República. mente al grado de general. Sus conocimientos de los méto-
dos modernos de guerra y su actuación en los frentes de la Sierra, de Madrid, de Guadalajara y de Legante — esta última como jefe
del Estado Mayor del Grupo de Ejércitos — presta a esta figura militar extraordinario relieve. Obra suya es la célebre «Línea Mata-
llana», línea de fortificaciones y de resistencia, ante la que se han estrellado los desesperados empujes del enemigo cu dírecd^n
a Valencia. (Fot Aibcro r s<gcn»»
Kl coronel Ardid
A L coronel Ardid se le han reconocido
una p a r t e de sus méritos. E n efec-
to; hace pocos días le h a sido im-
puesta, en un acto homenaje de u n a senci-
llez y emotividad difícilmente equipara-
bles, la. Medalla del Deber.
Con una modestia altamente ejemplar,
hurtando el rostro a los afanes efectistas
de la primera plana de los periódicos y re-
vistas, el coronel Ardid ha trazado en loa
frentes" del .Centro las líneas defensivas
a n t e las cuales el enemigo hubo d e dete-
nerse.
Este enorme trabajo realizado quiz.l no
se aprecie bien después de los meses que
han transcurrido desde que los facciosos
llegaron a las puertas d e la capital d e la
España republicana. Por eso hay que re-
montarse a aquellos días, t a n lejanos y
t a n cercanos al mismo tiemp», del mes de
Noviembre de 1936, cuando Madrid e r a
algo así como una llanura por la que po-
dían haber tenido libre circulación los que
intentaron penetrar en sus calles.
En aquellos días dramáticos todo era
incertidumbre. La improvisación tuvo que
suplir a todas las demás cualidades. El en-
tonces teniente coronel don Tomás Ardid
fué u n a parte muy considerable de eso que
en aquella época se dio en llamar el cere-
bro de la defensa de Madrid, atribuyéndose-
lo a personas que más tarde demostraron
ío poco que habían intervenido en aquella
dfc. "¡sa, al dejar desatendido lo' que debió
constituir la primera preocupación de sus
mentes y de sus corazones. En nombre del Socorro Rojo Internadooa!, el compañero Lobo bace entrega ai coronel
¿Qué se había hecho hasta entonces en Ardid del pergamino y de las iasigoias de la Medalla del Deber, medalla otorgada por el
lo relativo a fortificación? ¿Qué defensas Gobierno de la República al coronel Ardid, en premio a ans extraordinarios méritos j
tenían los milicianos que, obligados por las relevantes senrictos. <FOU. vut»)

cnnica
circunstancias, venían replegándose desde
varios pueblos antes? Digámoslo de un
modo rotundo; nada. Por los accesos, al
parecer fáciles a Madrid el entmigo veía
cerca la meta de sus ambiciones. Nada pa-
recía poder detener la avalancha. Pero en-
tonces surge el coronel Ardid fí improvisa
un verdadero Ejército de Fortificadores,
reclutados entre los obreros ele la Construc-
ción pertenecientes a aaabos Sindicatos
U. G. T.-C. N. T.
Allá van, hacia J a Casa de Campo, ha-
cia la Ciudad Universitaria, hacia los fren-
tes enclavados ya en el mismo Madrid,
miles y miles de hombres sin más armas
que las del pico y la pala, menos eficaces,
al parecer, que el fusil y la ametralladora;
pero cuya importancia empezó a compren-
derse en aquellos días angustiosos, porque
ellas fueron, más que ninguna otra, las que
detuvieron a la misma entrada de la ciu-
dad a las tropas de Franco.
Naturalmente, el hoy coronel Ardid HO
estuvo solo en esta magna obra, asombro
de España y del Mundo. Otros hombres de
clara inteligencia, de temple forjado en los
duros combates del primer año de guerra,
fueron los colaboradores valiosos que se
agruparon en torno suyo. Citemos, entre'
ellos, los comandantes Ramón Pérez Sanz
y José López Izquierdo, quienes, junto con
el comisario de Ingenieros Ángel Diéguez,
supieron dar cima a la ingente obra a ellos
encomendada. Dar la lista de todos los
hombres que con el coronel Ardid se han
hecho acreedores sería interminable: Sán-
chez, Guillen, Cuadra^... Nombresqueque-
darán para siempre vinculados a la epope-
ya de la ciudad mártir y heroica. De esta
gloriosa escuela de luchadores, capitanea-
dos por el veterano militar que es don To-
más Ardid, ha salido la resistencia admira-
ble que en el frente de Levante han sabido •
poner los soldados del pueblo a las ansias
conquistadoras de las tropas de Franpo. Arriba: Después de haberle sido impoesta la Medalla dd Deber al coroficl Ardid, el sol-
Con jefes como el coronel Ardid es dado de Ingenieros, camarada Díaz, abraza al')efe ea sombre de t^dos los iogcnieros
como se forja un Ejército fuerte y discipli- que están a sus 'órdenes.—Abajo: 0 coronel Ardid y otros |efcs escuchando el himno
nado . nacional, al terminar d solemne acto de homenaje al soldado de Ingenieros.

A !a izquierda: El primer Jefe de Ingenieros del Ejército del Centro, corond Ardid, alma y cerebro de ia íortiflcadón en los frentes del
Centro, a quien, con motivo de haberle otorgado el Gobierno la Medalla del Deber, se le ha tributado un merecido homenaje.—A la
derecha: El segundo jefe de Ingenieros del Ejército dci Centro, comandante Ramón Pérez Sanz, quien, al lado del coronel Ardid, ba
desarrollado una inteligentísima labor en «1 arma de Ingenieros. (fot». VÍÍC»)

crf mea
4 •:

Arriba- Asoecto parcial d« los comedores del Grupo Escolar Pablo Iglesias a la hora de la comida que se sirve a los «"««mos, le
ayuno de los niños en el Grupo Escolar.

j
[ OSÉ I.>6pe2 y López, presidente del An
I^alvor e j e m p l a r d e a n «enmcaite a l c a M e . de Imprimir y teniente alcalde A
distrito de la l a t i n a , es un hombí
Leelue con cacao para l o s n i ñ o s y cocido -para modesto y activo, que pone su claro ts
lento al servicio de su buena voluntad,
ancianos* eniernuos y n&adres lactantes. no conforme con utilizar su vasta cultíir

crentca
y la experiencia cosmopolita de sus lar- msí,. •
gas permanencias en el Extranjero para
fines de propaganda sindical y politica, se
desvive por dar al distrito ipie le ha sido
encomendado cuantos beneíicios son ase-
' quibles.
Sabemos que declarando esto herimos la
sincera modestia de López y López; pero
estimamos de justicia que se saque de su
retiro a estos hombres de verdadero valer.
Recientemente hemos visto en la Pren-
sa que el Comité de Vecinos del Sector 7
había recaudado en un festival 7.500 pe-
setas para ayudar al sostenimiento de los
Comedores Pablo Iglesias, del distrito de
la Latina, y para saber e informar a nues-
tros lectores de lo que esto era nos presen-
tamos en dichos Comedores, donde, inspec-
cionándolo todo, probando él nnismo la
comida a servir, hemos encontrado, al te-
niente alcalde del distrito.
Entonces nos enteramos de que estos
Comedores funcionan desde el 9 de Di-
cieaxhTC del año pasado; que los sostienen
entre la Asistencia Municipal,, la Casa de
Socorro del distrito y varias aportaciones
particulares, y que actualmente se sirven
ciento cincuenta raciones de comida a an-
cianos, enfermos y madres lactantes que
diariamente acuden a reponer sus fuerzas
en dichos Comedores.
Pero al mismo tiempo nos enteramos
también de la existencia de otra Institu-
ción altamente simpática y beneficiosa Una madre lactante tomando su comida en e! Grupo Escolar y tratando de convencer
para la población infantil madrileña, y es a su pequeñuelo de que pruebe el caldo para ir haciéndose un hombrecito.
• <Fot. V«t»)
E l desayatio escolar. más, tienen en perspectiva instituir Come-
desayunos, hoy se reparten noveLientos
López y López se enteró de que Ayuda cincuenta, cantidad que cubre en absoluto dores semejantes en Vallecas, Buenavis-
Suiza daba desayuno diariamente a unos el cupo, y hay en turno, esperando vacan- ta. Palacio, Centro y Delicias, cubriendo
trescientos niños en un colegio sito en la te, 1.575 niños más. 'el cupo de 11.000 desayunos, que son los
calle de Calatrava, y que asimismo repar- Cuando estábamos presenciando el des- destinados a Madrid, y cuyas listas ya es-
tía comidas a las madres lactantes en la ayuno de las criaturitas, que t a n t o tienen tán cubiertas con demasía, aunque se es-
Maternidad; y deseoso de hacer extensivo que agradecer a sus bienhechores, llegó el j>era en breve ampliar este número hasta
este benefició a todos los niños que fuera representante del Comité de Ayuda Sui- alcanzar, por lo meí.os, a todos los niños
posible, se puso al habla con elementos del za, joven, dinámico, con esa alegría que da ya inscritos.
Comité' de Ayuda, logrando una inteligen- el trabajo agradable, y tuvimos sumo gus- Al despedirnos de los amigos suizos y
cia tan perfecta, que inmeditamente los t o en oir de sus labios detalles interesantí- del teniente alcalde de la Latina, pregunta-
miembros de dicho Comité se pusieron a su simos. mos a éste si para inscríbirise en estos Co-
vez ^i habla con los de otras varias nacio- En el distrito de la i^-atina se habían fija- medores hace falta la presentación del car-
nes, y actualmente la Ayuda internacio- do en novecientas raciones las que al día net sindical o político.
n a l ' a los niños españoles sirve, en dicho podrían servirse, y, sin embargo, hay en López y Lóp>ez nos mira c c ^ cierta son-
distrito de la Latina, npvecientos cincuen- lista novecientos cincuenta niños, porque risa irónica, y nos contesta:
t a desayunos diarios. la escrupulosa administración de las per- —Los niños no pueden tener carnet sin-
Entonces surgieron las dificultades que sonas encargadas del servicio hace posible dical porque no tienen profesión conocida.
la guerra crea, y se pensó en lo difícil que ' esto, supliendo las bajas temporf^Ks o fal- Y en cuanto a política, son demasiado jó-
habría de resultar encontrar los servicios t a s de asistencia que hay diariamente. venes para entender de eso.
de desayuno necesarios a tan crecido nú- Nos dice el mismo delegado que se han —Pero los padres...—insistimos.
mero de niños; pero López y López, con inaugurado en Madrid varios Comedores y —Esto no es para los padres, sino para
ese sentido práctico que nos trajo de fue- desayunos por el estilo, y que está ya cu- los niños, y los padres nada tienen que ver
ra, pensó que si bien era difícil hallar en el bierto el cupo en todos ellos. Nos dice que en esto.
comercio novecientos cincuenta Siprvicios las nueve naciones que forman el Comité Interviene el ''^legado suizo:
de desayuno, no lo era tanto encontrarlos Internacional de Ayuda son Suiza, como —Dice verdad el señor teniente alcalde.
en las casas de los misiftos niños, para lo fundadora e iniciadora; Gran Bretaña, Y es más: si el Comité de Ayuda viese que
cual indicó que cada pequeñuelo debía lle- Francia, Bélgica, Holanda, Suecia, No- su obra se empl«aba para fines políí;cos o
varse el cacharro que el mismo Habría de ruega, Australia y Nueva Zelandia. sociales, ajenos en absoluto a su finalidad
utilizar, como así lo hacen todos. Y nos da tantos y tan interesantes deta- netamente fi". .ntrópica y absolutamente
lles sobre el funcionamiento de estos Co- apolítica, se vería en la dolorosa precisión
Otra dificultad estribaba en el personal
medores en los diferentes distritos y ba- de retirar toda ayuda. Pertenecemos a
para distribución del alimento; pero fué
rrios, que prometemos dedicar a tan inte- una Institución pura y simplemente bené-
subsanada con la mismii sencillez. Se in-
resante y filantrópica obra toda la aten- fica y nada nos importa el color político
vitó a las madres de los niños a ser ellas
ción que se merece, aun cuando para ello de los beneficiados, sino su situación eco-
mismas quienes sirviesen los desayunos, y
tengamos que vencer la aguerrida modes- nómica y fisiológica, para remediarla en la
de este nvjdo las madres comprueban
tia de e.stos hombres que no quieren se diga medida de nuestras fuerzas.
cóm(J y en qué forma se les sirve. Sobraron
las voluntarias para tal trabajo, que es una palabra de ellos que pueda parecerse a Y después de saborear en pulcro vaso
realizado de manera absolutamente gene- u n elogio. el exquisito desayuno, consistente en tres-
rosa y se e!igi(;ron las primeramente ins- Adelantemos solamente, por ahora, que cientos gramos de leche con cacao, y azú-
criptas en lista, con lo que tal dificultad actualmente reparte los siguientes des- car y un estupendo trozo de t o r t a , estre-
quedó asimismo salvada. ayunos: En el distrito de la Latina, 950, chamos la mano de estos hombres buenos;
como ya hemos dicho; en Inclusa, 900; en modestos y laboriosos, que empltan sus
Por el mismo estilo se fueron orillando actividades en bien de la Humanidad.
ios pequeños conflictos que fueron .surgien- el Congreso, 700; en Hospital, 300; en
do en todos los órdenes, y del éxito obte- Guindalera, 300; "ten Chamartín, 500; en ¡Qué necesario es que su alto ejemplo
nido da un.) idc» aproximada, que habien- Tetuán, 600; en Chamberí, 600, entre dos cunda!
do emjX'.M.lo )>n,- .:! reparto de írescientos Comedores; en Cuatro Caminos, 600. Ade- REGINA GARCÍA

crentea
LENINE
ANECDOTAftIO
y RE61IMEN DE
SU VIDA
y SU ACTUACIÓN
( Véanse los anteriores capitu-,
los de esta serie en-los núme'''os
precedentes de CRÓNICA.)

(CONCLUSIÓN)

Lo que Lenine temía más e r a que la


civilización «occidental*—objeto de todos,
sus odios—llegara a corregir sus defectos,
y así consiguiera evitar su destrucción al
paliar o evitar definitivamente la lucha
dé clases.
Como Dostclevski, Lenine profesaba el
mayor desprecio hacia lo que él llaniaba
la «podredumbre» occidental. Sentía irre-
conciliable aversión hacia las grandes ciu- La plaza Roja, de Moscú, en la actualidad. E n primer término, el mausoleo de Lenine
dades. Desconfiaba de los intelectuales y Ante el monumento, tropas formadas para una revista. ¡Fot. AICUTO P. G-
sólo utilizaba sus servicios alejándoles lo
más posible del Poder. Era enemigo del 1895.—^Diciembre 9. Detención y encaice- 1921.—Abrü-Octubrc. Inauguración de la
parlamentarismo y de la democracia y no laníiento de Vladimir. N, E. P .
transigía con las modernas instituciones 1896.—Febrero. Destierro a Siberia. 1922-1923.—Enfermedad de Lenine.
políticas. 1898.—Julio 10. Casamiento con Nadedja 1924.—Enero 21. Muerte de Lenine.
Por encima de todo, Lenine era u n Constántinovna Kroupskala.
«duro», en oposición a los mencheviks, ca- -igoo.'—Enero. Regreso de Siberia.
lificados d e «blandos» o templados. Exal-
raba la guerra, como medio para que el
1^00.—Julio. Primera emigración.
1900.—Septiembre. Instalación en Mu-
OBras de consulta pa-
proletariado impusiera en absoluto su po-
der, y aunque en teoría era opuesto al
nich.
i902,T-AbriI. Instalación en Londres.
ra u n conocimiento ex-
anarquista Bakounine, creía, como él, MI
la virtud creadora de la destrucción.
1903.—Abril. Instalación en Ginebra.
;Qg3.—-Julio. Congreso • socialdemócrata
tenso- y profundo de la
Se le h a aplicado, por sus enemigos, el
calificativo de cruel. Lenine no fué cruel,
«r'iíQ^eí Londres y ruptura entre bolche-
^ yiks y mencheviks.
personalidad, l a vida
si par crueldad se entiende el placer de
hacer sufrir. Pero si se t r a t a de la volun-
1905.—Octubre. Regreso a Rusia, después
del manifiesto constitucitnal del 17 de
y la obra de Lenine.
tad de alcalizar el fin propuesto sin dete- Octubre.
nerse ante los sufrimientos humanos que 1907.—Diciembre. Segunda emigración. obras de Lenine, en veinte volúmenes jíu-
esa acción pudiera ocasionar, hay que re- Instalación en Ginebra. blicados entre 1924 y 1926 por el Gos-
conocer que ésta fué una de las caracterís- 1908.—Noviembre. Instalación en París. sizdat (Ediciones de Estado). Existe
ticas de l e n i n e . 1912.—Julio. Instalación en Cracovia. una nueva edición, corregida y amplia-
"La. per « í i i i d a d d e Lenine destaca d e 1914.—Julio 26. E s detenido por la Poli- da, en veinticinco volúmenes, editada
tal modo y adquiere t a l relieve en la his- cía austríaca después de la declaración por el Instituto Lenine.
toria contemporánea, que sólo las genera- de guerra. Lenine, por Zinovief, considerado en Ru-
ciones futuras podrán meoirla con exacti- 1914.—Agosto. Instalación en Suiza. sia como clásico.
tud y juzgarla según los frutos que dé el 1917.—Marzo 26, Sale de Suiza para vol- Vida y obra de V. I.. Lenine, por laros-
árbpl que plantó. . ver a Rasia, pasando por Berlín. lavski.
• E l poeta Poletalef hf, escrito, a este pro- 1917.—Abril 3. Llegada a Petrogrado. Materiales para una biografla de V. I. Le-
pósito: 1917.—Julio 6. Lenine se oculta para nine.—Moscú, igz5, por A. Arozef.
^Existe una medalla en la que los rasgos evitar la persecución de que le hace ob- Recuerdos-Moscú-Lemngrado 1926, p o r
de Lenine :tparezcan fielmente grabados? jeto el Gobierno provisional. N. Kroupskala.
No la btisquéis; han de ser los siglos 1917.—Agosto - Septiembre. Permanencia Lenine. Elementos para una biografía,
los que burilen el perfil hoy esbozadii. seTeta en Helsingíors. por L. D. Trotski-Moscú.
1917.—Octubre 10. Reunión decisiva del Lenine en dnebía y en París, por I. M.
Comité Central del Partido Bolche- Vladimirof. E.-iiciones de Estado de
Principales JíecKas die •vik. Ukrania.
1917,—rOctubre 25. Lenine en el Instituto Lenine y la Reli.íión, por Soukhoplioulef.
la v i d a de Vladimir Smolny. Tema del Palacio dé Invierno. Ediciones de Est-ido, de Ukrania, 1925.
IlifcK Oulianidf 1917.—Octubre 26. Formación del Gobier-
no soviético.
Lenine y el lenr,.ismo, por I. Staline. Moscú.
Vida de Lenine (1870-1924), Exlición de
{Lenine). 1917.—^Noviembre i." Capitulación de las la Gaceta Obrera. Moscú, 1925.
tropas de Kerenski. Acerca de Lenine. Recuerdos y anécdotas
1870.— Abril 10. Nacimiento de V, I. 1918.—Enero 7. Dispersión de la A am- recogidas y copiladas bajo la dirección
Oulanoí, en Simbirsk, bíéa Constituyente. de N. 1. Mestcberiakof. Cuatro volúme-
1887.—Marzo i . " Atentado de Alejandro 1918.—^Marzo 2. Paz de Brest-I-itovsk. nes. Ediciones de Estado. 1924-1925.
Oulianof, hermano de Vladimir, contra jgi8.—Marzo 12. E l Gobierno soviético Lenine, jxjr A. Landau-Aldanod. Editado
el emperador Alejandro I I L se traslada a Moscú. en francés y en París.
1887.—Agosto. E n t r a d a de V. I . Oulianof 1918.—Agosto 31. Atentado contra Le- Páginas escogidas de Lenine. Dos volúme-
en la Universidad de Kazan. nine. nes ordenados por P . Pasca!, y editados
1887.—Diciembre 7. Vladimir es excluido 1918..—Noviembre 13. Anulación de la paz en París entre 1926 y 1927-
de la Univer.sidad por haber tomado par- de Brest-Litovsk. Lenine, por Isaac D. Levine, editado en
t e en un motín de estudiantes. 1919.—Marzo 2-7. Fundación d e la Ter- ini/I,'.. •,. ..y fv.Ti-.'..- - r 1 9 2 4 .
1889.—Otoño. Instalación en Samara. cera Internacional.
1893.—Agosto 31. Instalación en San Pe- 1920.—Abril. Celel>ración del cincuente- j i i n i ! ><f,:¡¡, i n n a i i o ••¡i ü i g i é s y cii f n i n -
tersburgo. nario de Lenine.

crdntca
para cumplir su misión, no dan<¡o un cén- Está hace tros días en el puesto inmó-

La Cairldlad timo si todo no está legalizado.


Si su automóvil átropella a un transeún-
te, Doña Caridad asoma la cabeza por la
vil, pasando las largas noches en su losa
de acera. Cuando duerme en los quicios
tiene la ventaja de que puede pasear an-
ventanilla y exclama: tes de abajo arriba, de arriba abajo; pero
¿ Qué era 'a Caridad, tal
•—¿En qué iba usted pensando? en el exiguo puesto ha de estar a pie fir-
como la enU:'d{an<y practica-
Ama las fotografías y procura retratar- me, inmóvil, sobre su carámbano.
ban los amaliiechores del bien?.
He aquí un magistral reirato se cuando entrega abriguitos o reparte la- Entonces la Caridad baja de su auto-
hecho por uno de los grandes tas de sardinas. Los pobres humillados en móvil, forrada de pieles, y paga un café con
humoristas españoles de la ge- esa fotografía aparecen contritos, cariacon- media tostada para todos aquellos q«e
neración literaria que comenzó tecidos, convertidos en pobres de solemni- aguardan y les manda unos chorizos de
a brillar en la primera decena .dad ante el público. Hubieran querido que perro.
de este siglo. se les tragase la tierra en ese momento; Menos mal. No merece sino considera-
pero Doña Caridad les contiene con un ciones la gran dama; pues hay un público
En las lineas que .hoy reco-
gesto autoritario que les clava en su sitio, que no siente ninguna caridad y va a ver
gemos, y que fueron escritas
. En muchos descuidos aparece Dona Ca- a los necesitados en su amontonamiento
hace años—hacia el 3O o el
ridad sola y entrega una angula a una po- triste como si \ásitase un parque zoológico
31—, hay algo más que una
bre que no aparece en la fotografía, por- de náufragos.
percepción certera de lo que en-
que o no estaba a p o r q u e se la ha escapado .\puntemos a la Caridad uno de sus ma-
tonces era presente: hay una
clara visión del porvenir que yores y más espectaculares despiltarros;
ahora estarnos viviendo. cincuenta cafés con niedia y cincuenta
Doña Caridad Pública siente su corazón chorizos.
sobrecogido cuando alguien se niega a to-

S EGÚN la leyenda, la túnica de la Ca-


ridad es amplia y rosada y oculta un
cuerpo dadivoso y unü •.aitriquera de
profundo fondo.
mar alimento y vive pendiente del caso y
hasta utiliza sus fuerzas de enfermera te-
naz para hacer que el alimeiito entre por
la boca que se niega a tragar.
Doña Caridad tiene otro aspecto incon-
cebible, y es que es dueña de una casa de
sonrisas, un verdadero rascacielos de son-
El hambriento involuatario, mientras, risas, y de cada sonrisa que vende aparta
Sin embargo, la Caridad tiene otras for-
se muere de necesidad y siente con pánico unos centavos para sus obras futuras.
mas de existencia que la que le asignan
que en sa estómago se va haciendo ese -r-Pero, ¿por qué no deja usted volar
las escultiuas, los cuadros y las estam-
hueco hacia dentro de las pelotas de goma todas las sonrisas que tiene encerradas y
pitas.
descompuestas, y está por escribir a Doña que sufren tanto con la explotación?
A la Caridad se la ha supuesto hermosa,
representándola siempre como una matro- Caridad una carta en que decirla: «¡Yo no Doña Caridad no responde a esa pre-
na opulenta que es capaz de dar la leche me he negado a tomar alimento! ¡Socó- gunta y entrega llaves y recauda una for-
de sus senos al que se acerque a ella famé- rrame!»; pero renuncia a escribir esa carta tuna, gracias a las sonrisas que aprisiona
lico. Eso quiere decir que ha tcüido un niño porque sabe que el corazón de Doña Cari- • en sus cárceles.
hace poco y que lo ha echa<io a lu Casa- dad Pública sólo es conmovido por la tes- Doña Caridad, con ese dinero que gana
Cuna, aprovechando las ventajas de sus tarudez del que no come pudiendo comer. con las sonrisas, se viste el traje descota-
propias instituciones. do de la jugadora, toma el gran bolsillo
Sin embargo, en la realidad, la Caridad del billetaje y se va a las salas de juego,
es siempre una mujer flaca y vieja que Doña Caridad tiene una casa de présta- donde se deja una fortuna, recogiendo en
abre despacio su portamonedas y da diez mos en una calle escondida. la ventanilla los gajes de su oficio, el tan-
céntimos al que le sale al pa.so, si es que Llegan a ofrecerla unas joyas y sonríe ;.to por ciento en las jugadas de todos, lo
no encuentra cinco, o entri ga un bono al ver brillar las piedras verdaderas, como que es inviolable en las ganancias del ban-
pEira un'panecillo al pobre que quiere una si fuesen lágrimas que de t a n t o permane- quero.
moneda para añadirla a sus ahorros en el cer se cristalizaron y fuesen bella síntesis Las esposas y los hijos de los arruinados
Banco o para bebérsela en vino. del dolor inextinto durante siglos. . lloran a la puerta de la casa de j u ^ o ; pero
Más en la realidad aún, la Caridad es Pero un poco después llega una pobre Doña Caridad pasa entre ellos, dejando
h n a entelequia, una sociedad anónima de mujer, que en el día de frío ofrece su man- aquellas lágrimas sin enjugar, so pretexto
la que viven los accionistas y el presiden- tón por lo qvie la den, y Doña Caridad dice de enjugar otras lágrimas lejanas.
te; gran mina social en explotación, cuyos muy secamente; El día de la revolución social todos bus-
poseedores no pagan ni a los obreros. —No admitimos mantones. carán a Doña Caridad para acabar con
Doña Caridad- es un fantasmón, con Después llega una mujer cargada con ella.
manteleta y paraguas, que vive con un vie- un colchón y repite: —Mientras no acabemos con la Caridad
^jb que le saca todo lo que puede.' * —No admitimos colchones. —dirán en sus reuniones públicas-^, será
La Caridad e.stá recibiendo todo el día señal de que no está resuelto el conflicto
cartas de declaración, telegramas, conti- social y que la gran paliadcra va a borrar
nentales, sobres abiertos, de los que sale Doña Caridad da grandes bailes, en'que el contorno de nuestros problemas.
una c a r t a mugrienta. • se bebe de lo lindo y las parejas se pierden —¡Hay que encontrar a la Caridad! ¡A
—La señorita Caridad no recibe—está detrás de las cortinas de los palcos. por ella!—gritarán las turbas excitadas.
diciendo la doncella todo el día. Ella aparece en medio del gentío un poco Se harán registros en muchas casas, se
Pero sus buscadores vuelven, y entonces borracha y se la desabrocha el collar de pondrán centinelas de vista en muchas
la doncella dice: perlas y la nariz se la pone roja. puertas, se pondrán sellos en muchos um-
—Márchese tranquilo, qufe,^lla le escri- Los bastoneros se la encuentran en un brales, se harán pesquisas, se detendrá a
birá con lo que haya. rincón, sin saber sus señas, pidiendo 'más mucha gente por sospechosa; pero no se
Por tercera vez los recalcitrantes vuel- champagne y deseando saber lo que se ha encontrará a Doña Caridad, porque habrá
ven, y entonces asoma una corva nariz por recaudado en la fiesta. huido al Extranjero, donde tenia impuesto
el ventanillo y despide desabridamente al Hecha una lástima, $e la lleva al último su dinero, y a buen recaudo, en cajas de
que quiere ver a Doña Caridad, o le dice taxi, y cuando llega a la, puerta de su pa- caudales, de las que sólo ella tiene la llave,
con descaro: lacio paga y no da propina. todo su capital cambiado en oro.
-Doña Caridad se ha fugado con los
ios. iiiiiiiliitin!miiiii>ii»iiii'>!iiii*'"i'i'""i""""""'"i"'"i""""'"i'<'"i'**"""""''
La Caridad más suntuosa de España es
la de la cola del sorteo de Navidad.
,; f^oña Caridad es a veces una señora que El azar prepara los contrastes. La lote- Ayudar a l a Crux R o j a
jm $ienta en un café de barrio y presta cin- ría promete nuevos ricos entre los que es- Española» e* ayadlar a
^ y d u r o s exigiendo que figuren en elpaga- tán formando en la cola; así es que su po-
l^iCien pesetas. breza extrema puede tener remedio. todos los 4ne sufren a
• ¡Qué escándalos arma Doña Caridad a La noche es la del veinticinco de Di- consecnencla de l a jtne-
^ puerta del ministerio al pobre empleado ciembre, nivosa, baya o no haya nieve.
^^ éste no paga a su tiempo lo que la debe! Los principales miserables de la ciudad rra... £ s , por l o tanto»
En otras ocasiones. Doña Caridad va en se numeran en ese concurso. El número 1 un includiíM*! deber 4ne
automóvil y entra en esa c;asa en que todo es el número i en el escalafón de la po-
es miseria, eligiendo papeles y papelito^ breza. todos defcentos cumplir.
crdiitca
Ha1»landL<i» c o n e l AelegaAo Gobierno resida circunstancialinente en lajnente, a causa de la guerra, de dos pá-
otra ciudad española no le priva a Madrid ';inas. Pero hay que procurar por todos los
de IPropaimnAtk y Prensa. de su rango de verdadera capital de la Re- medios que tengan el papel suficiente para
pública, título que, además, supo revali- que estas dos páginas lleguen a todas par-
Lo fine nos dice don M¿- dar Maiírid en aquellos angustiosos días tes en la cantidad necesaria para que pue-
j^ttel San Andrés acerca del de Noviembre. dan ser leídas por t< dos los <]ue las de-
—¿Qué procedimiento habría qii.> em- mandan.
mejoramiento y el aumen- plear para conseguirlo? —En su concepto, ¿debe aumentarse el
to de precio de los perió- —Para conseguir que Madrid tenga una precio de los periódicos?
dicos. buena- Prensa, lo primero que hay que ha- —("reo que sí. Dadc el precio que han
cer es propfjrcionarle las materias primas adquirido las primeras materias, es abso-
« • • J AGIENDO un paréntesis en sus abru- que necesita: papel, principalmente. Y no lutamente necesario.
I J madoras tareas, el delegado de Pro- es que yo crea que para que un periódico La Prensa, como tedas las demás indus-
* paganda y Prensa, don Miguel San sea bueno es absolutamente necesario que trias, ha de vivir con sus propios medios.
Andrés, ha tenido la gentileza de dedi- conste de doce o catorce páginas. La bon- La vida económica de los periódicos pesa
carnos unos minutos de atención para t r a - dad de un periódico la determinan no su hoy en gran parte sobre partidos y orga-
tar del problema, de interés capital y ur- tamaño, sino su espiritualidad y su efica- nizaciones sindicales. Ello no es justo. Hay
gente, que con la Prensa se relaciona. cia. Un ¡«riódico muy grande, pero sin es- que evitarles a partidos y organizaciones
—¿Cree usted—le preguntamos—que piritualidad y sin lectcres, no es nada más esa nueva preocupación cuando ya tientn
debe mejorarse la Prensa madrileña, a que un prospecto. Un periódico redu-cido, tantas.
pesar de las dificultades de la guerra y po- pero con espiritualidad y con muchos lec- -^-¿Qué le parece la Prensa como velícu-
nerla al nivel de la de Valencia y Barce- tores, es, indiscutiblemente, un buen pe- lo de opinión (o de ideas) en Icf que se re-
lona? riódico. ' fiere a los momentos que vivimos?
-—Sí; debe mejorarse. Ya be dicho en La mayor dificultad por que atra\'iesa —I..a Prensa es uno de los mejores, si
otra ocasión que Madrid necesita tener hoy la Prensa madrileña es la falta de pa- no el mejor, de todos los medios de pro-
una buena Prensa. Y esto no tanto desde pel. Es éste un problema de difícil solución paganda. Los grandes discurses, les he-
un punto de vista puramente editorial, a causa de la guerra. Estimo, sin embargo, cWos más gloriosos de nuestras Armas, son
sino desde un punto de vista más impor-' que algo pudiera hacerse en ese sentido. conccidos por el gran público ineTccd a la
tante aún: el de contribuir a ganar la gue- Hoy uos encontramos con qtie la Prensa Prensa, La Prensa es información yoritr.-
rra. No es necef « io encarecer la altísima madrileña no puede tener la eficacia que tación. No solamente nos enteramos p e r '
misión que en estos momentos le está en- cabría esperar de ella a causa de la falta ella de lo que ha ocurrido en el Mundo du-
comendada a la í rensa. Ella ha contribuí- de papel. Las tiradas son reducidísimas, a rante las últimas veinticuatro horas, sino
do en gran parte al sostenimiento de la pesar de haberse constreñido a las dos pá- que nos ayuda con sus insinuaciones y co-
moral en la retaguardia en los momentos ginas. La demanda de periódicos es, por el mentarios a vislumbrar algo de lo que pue-
difíciles. Ella ha contribuido en gran par- contrario, cada día mayor. MiUarcs de com- de ser el porvenir.
t e a encauzar los esfuerzos de todos hacia batientes y millares de ciudadanos que en Una Prensa bien orientada y bien escri-
el logro definitivo de la victoria. la retaguardia trabajan, de distintos mo- t a tiene sobre los lectores una influencia
Madrid, por otra parte, tuvo siempre una dos, para ganar la guerra, se quedan sin decisiva. ¿Hay alguien que pueda negar en
buena Prensa. Una Prensa, en general, su- poder leer la Prensa porque ésta se ha ago- los momentos actuales la • cesidad de que
perior a la del resto de España. ¿Por qué t a d o a las pocas horas de salir. Conformé- se ejerza constantemente e.sta influencia?
no ha de tenerla ahora? El hecho de que el monos con que los periódicos consten so- J. S,

JoMquíIl
Murrieta
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