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MEDIANERAS

Daniel Felipe Garcia


El espacio a través del cine

La película nos ubica en un contexto urbano que es la ciudad de buenos aires y es ahí
donde transcurre la misma, esta a diferencia de las anteriores vistas nos muestra un
ritmo de vida mucho más inconsciente, rápido y eficaz, distancias recortadas,
densificación programática, inmediatez y lo mas importante una multitud heterogénea
que no distingue de clases sociales a la hora de habitar un espacio que es denominado
como el espacio público, a la hora de involucrarnos en este contexto nos damos cuenta
de como entonces una misma ciudad puede ser intervenida por esta heterogeneidad
donde no hay tampoco una clara distinción temporal pues la arquitectura se adapta al
paso del tiempo configurando su perfil de manera arbitraria y compleja donde la misma
ciudad nos va contando su historia no solo desde un punto de vida estético sino desde
uno ligado a las costumbres y la vida urbana. Esta misma condición lleva a que los
edificios sean intervenidos de acuerdo a las necesidades presentadas con el tiempo,
que se respete la historia y el patrimonio para reinterpretar la vida del ser humano
moderno dándonos también nuevos espacios a nivel publico como se nos muestra en
la película con los conocidos “quioscos” estos módulos ubicados de forma aleatoria en
las calles que funcionan como tiendas de abastecimiento de escala menor y que
responde a ese sentido de practicidad ya inherente a la ciudad. La inmediatez como el
contacto se vuelven contrapartes pues en un contexto tan volátil y tan condicionado por
los horarios no permite que la ciudad se viva de manera más trascendental y resulta en
una monotonía donde las calles y pasajes terminan escondiendo anormalidades que se
vuelven cotidianas e indignas de apreciar para el peatón y es acá donde nos damos
cuenta de la importancia que tiene la arquitectura a la hora de configurar ciudad pues
es esta la que así mismo condiciona en gran medida sus dinámicas. Se habla entonces
de la relación en primera planta, los espacios de esparcimiento y confluencia social que
se convierten en una característica fundamental para el entendimiento de la ciudad
contemporánea y es esta variabilidad programática que permite tejer la comunidad la
que se encarga de contraponerse al paramento y conglomeración edificada escasa de
planificación.

Por otro lado, encontramos el concepto de la vivienda a escala urbana que consiste en
deconstruir y comprender la forma de habitar tradicional y comprimirla o sintetizarla en
un habitáculo físicamente indispuesto a su contexto. Dentro de la escala urbana y la
vida del hombre contemporáneo se empiezan a diversificar los perfiles pues ya no
encontramos solo la familia estándar, sino que esto comienza a variar y subdividirse en
distintos núcleos que nos da a entender que la arquitectura así mismo debe responder
a este nuevo fenómeno y se deben diseñar espacios no solo para familias sino para
otro tipo de características. Esta vivienda debe así mismo responder no solo a una
función sino a una variabilidad sensorial que la define cualitativamente como es la
comprensión del espacio, la textura, LA LUZ Y LA PENUMBRA y es acá donde nos
damos cuenta lo condicionados que estamos por la traza urbana y como eso detona en
una masificación de vivienda irreflexiva que responde eficazmente a una explotación
del suelo mas no a un entendimiento del ser, así que como resultado tenemos una
serie de viviendas que no nos otorga el cobijo y las cualidades necesarias para ser
llamado hogar y que así mismo nos entrega espacios poco flexibles que no responden
a nuestras necesidades sino a una síntesis pragmática del habitar.

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