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LA CIUDAD ES UN LUGAR O NO LUGAR, APARTIR DEL

CONSUMO Y LA PRIVATIZACION DE SITIOS?

Kevin Pinto Rodríguez

2141042231

Jairo Arcos

Universidad De Nariño
Programa de Sociología
San Juan Pasto
2018
LA CIUDAD ES UN LUGAR O NO LUGAR, APARTIR DEL
CONSUMO Y LA PRIVATIZACION DE SITIOS?

La ciudad se ha convertido en un no lugar, un espacio de constante espera en tránsito, un


lugar en donde ya no es posible entablar diálogos extensos y en el que a menudo todo lo
que vincula a dos o más individuos, actualmente es un simple encuentro de miradas y de
observación efímera, en la actualidad los no lugares se hacen más frecuentes en la
sociedad, con el consumo estos hechos son más relevantes a la experiencia de la soledad, a
ello al observar dichos fenomenos podemos decir que los no lugares convierten a las
personas en elementos que se crean y se destruyen a la suerte de cada momento. Por ende,
se hace la siguiente pregunta: ¿es posible que la ciudad llegue a ser un no lugar a partir del
consumo y la privatización de sitios?

En términos de Manuel Delgado se puede decir que la ciudad es un espacio que comparten
individuos extraños con una población densa y heterogénea 1
. Siendo el término
conceptualizado, se indicará a continuación si los anteriores problemas están cambiando a
la ciudad de la actualidad.

La ciudad tiene una función que es el de manejar, fomentar y proteger el deseo y la


capacidad de cada uno, de comunicar con gente que busca, de manera diferente pero
análoga, la construcción de su proyecto de vida personal en forma de una combinación
entre una actividad económica y una memoria cultural. Sin embargo, esto se ha
transformado en un problema, ya que el consumo desde las perspectivas de la
globalización, juega en los procesos de industrialización como un ente maximizador del
consumo, siendo una etapa de crecimiento sobre la sociedad urbana 2 , consecuentemente

1
“La ciudad es una composición espacial definida por la alta densidad poblacional y el asentamiento de
un amplio conjunto de construcciones estables, una colonia humana densa y heterogénea conformada
esencialmente por extraños entre sí” (Delgado, 1999, p.23).
2
Este proceso es inductor de otros hechos; los hechos de urbanización son hechos inducidos (...) Siendo el
proceso de industrialización el proceso inductor, me parece más justo calificar esta sociedad por el efecto
inducido, la urbanización, es decir, llamarla sociedad urbana». Esa irrefrenable transmutación va
acompañada de una forma propia de racionalidad: la urbana. (Gonzales, la cuestión urbana). “La noción
de consumo no resulta contingente pues el autor emplaza la gestación de la sociedad urbana a través y en
el seno de la que denomina «sociedad burocrática de consumo dirigido», que, caracterizada por una
determinada organización del consumo”.
este proceso enajenador 3
permite percibir la pérdida constante de una cultura, de una
identidad, de unas tradiciones que permitieron a lo largo de la historia una construcción
social y un desarrollo en la estructura de las relaciones entre individuos4.

La privatización de los espacios están construidos por el miedo a partir de que el excesivo
consumo, las medidas, la construccion de politicas de seguridad permite generar servicios
para el mantenimiento de la armonia en espacio privados y del individuo; cabe agregar que
tambien debido a la industrialización aumentó la taza de inmigración, generó un
desequilibrio social lo cual se muestra en la actualidad como en el trabajo donde los
individuos quieren trasladarse de un espacio de pésimas condiciones a otro donde buscan
mejorar su calidad de vida, se evidencia en procesos históricos de las actuales metrópolis,
megaciudades con individuos provenientes de espacios rurales las cuales sus condiciones
de bienestar son precarias y pauperrimas por lo que permiten migrar a un espacio urbano e
industrializado.

El excesivo proceso de modernidad permitió que el consumo apoye los procesos de


“políticas públicas”, donde permite que se desapropie de espacios que han marcado la
historia y la identidad de una sociedad determinada, es constante dicho proceso, que si se
3
“En primer lugar, el alza de los salarios conduce a un exceso de trabajo de los obreros. Cuanto más
quieren ganar, tanto más de su tiempo deben sacrificar y, enajenándose de toda libertad, han de realizar,
en aras de la codicia, un trabajo de esclavos. Con ello acortan su vida. Este acortamiento en la duración de
su vida es una circunstancia favorable para la clase obrera en su conjunto, porque con él se hace
necesaria una nueva oferta. Esta clase ha de sacrificar continuamente a una parte de sí misma para no
perecer por completo”. (Marx, manuscritos económicos filosóficos)
4
“La ciudad es el escenario del intercambio y participa activamente en la ideología del «consumo dirigido»,
en el cual los signos desempeñan un papel de primera magnitud, hasta el punto de que la publicidad se
incorpora al arte, la publicidad, reclamo para el consumo, se apodera de la ciudad y de su ideología, ya no
sólo se consume lo material, los objetos fungibles, sino los propios símbolos, por ejemplo, la vivienda, su
tamaño, su ubicación, sus prestaciones, su apariencia es un símbolo de éxito y de posición social.” (Gonzales
Ordovás, LA CUESTIÓN URBANA: ALGUNAS PERSPECTIVAS CRÍTICAS)

La industria provee el material que el ahorro acumula. Por tanto, ¡ahorrad, ahorrad, esto es, reconvertid en
capital la mayor parte posible del plus valor o del plus producto! Acumulación por la acumulación,
producción por la producción misma; la economía clásica expresa bajo esta fórmula la misión histórica del
período burgués. (Marx, Manuscritos económicos filosóficos)

“esas imágenes tienden a hacer sistema: esbozan un mundo de consumo que todo individuo puede hacer suyo
porque allí es incesantemente interpelado. Aquí la tentación del narcisismo es tanto más fascinante en la
medida en que parece expresar la ley común: hacer como los demás para ser uno mismo. Por otra parte, como
todas las cosmologías, la nueva cosmología produce efectos de reconocimiento. Paradoja del no lugar: el
extranjero perdido en un país que no conoce (el extranjero "de paso") sólo se encuentra aquí en el anonimato
de las autopistas”. (Mark Augé, los no lugares)
sigue creciendo logrará exterminar todas las costumbres de hace mucho tiempo y estará
más expuesta al dominio de la privatización y como resultante a una nueva enajenación de
una identidad vacía y sin historia que en términos de Armando Silva se puede entender que
los espacios no contienen una temporalidad que permiten enmarcar una percepción de un
antes, un ahora y un después.

Bauman explica en términos de Levi-Strauss que existen dos tipos de espacios que
permiten las relaciones, uno de ellos es el espacio antropofágico que permite la inclusión
social de todos los individuos y el otro el antropoémico que excluye en todos sus aspectos
como anteriormente se había dicho los centros comerciales por ejemplo se escriben desde
las historia como centros de seguridad y consumo este consumo muestra el nivel de
desigualdad económica desde el trabajo como aspecto fundamental en la economía y en el
status del individuo.

Al existir esas desigualdades permite que el que tenga más beneficios económicamente bien
remunerados este en ubicado en un sitio donde se sienta seguro y con tranquilidad en estos
espacios se encuentran los conjuntos cerrados, los inquilinatos y los edificios; por tal razón
que el espacio fágico causa en los individuos excluidos en espacios como los conjuntos
cerrados un inconformismo que se podría decir como la causa de la inseguridad en la
urbanidad , siendo para Fernando Carrión un tipo de peligro incluso también explica a la
privatización, como un proceso en el que se venden al mercado aquellos espacios para uso
exclusivo de ciertas elites y para un discriminado objetivo como lo es la fragmentación otro
problema va incluido en el crecimiento de la ciudad que permiten que se desarrollen
espacios en periferias donde su temporalidad en la historia se torna vacía y no construye
identidad propia lo cual este destinada a extiguirse5.
5
“Fragmentación. “caracterizada por la existencia de espacios unifuncionales y estancos (usos de suelo) para la industria,
el comercio, la vivienda, donde la unidad urbana no se diluye y la ciudad como totalidad no desaparece, porque las partes
integran el todo. Y se desarrolla la fragmentación a través de la desarticulación de cada una de los componentes del
conjunto urbano, produciendo la ruptura de la unidad urbana. La fragmentación lleva al habitante de la ciudad a ser visto
como extranjero, porque cuando no camina por los senderos habituales hacia el lugar de trabajo o de residencia y sale de
su territorialidad (barrio), se le exige identificación, como si fuera necesario un pasaporte para ir de un barrio hacia otro.
Ahora nuestras ciudades no son de ciudadanos sino de forasteros. En otras palabras, la fragmentación ha dado lugar a la
foraneidad en la ciudad, así como a la pérdida de los espacios referenciales para la construcción social (espacio público) y
la pérdida del sentido de pertenencia.
Inseguridad La violencia impacta a la ciudad en tres de sus condiciones esenciales: reduce el tiempo de la urbe (ciudades
y sectores urbanos no de 24 horas: hay horas en que no se puede transitar por ciertos barrios o calles, considerados
“peligrosos”), disminuye el espacio (lugares por donde no se puede ir) y reduce las posibilidades de ciudadanía
(desconfianza, pérdida del sentido de lo colectivo). De allí que lo que existe es una población temerosa frente a la ciudad
y, especialmente, de su espacio público, y la proliferación de lugares cerrados (urbanizaciones, comercios),
Las construcciones actuales le permiten al individuo elegir en qué condiciones quiere
relacionarse, siendo lo público lo más visible en la actualidad, por ello el desarrollo cultural
se debe a la mezcla y a la receptividad de espacios populares que garanticen más ejercicios
de inclusión social, mediante a la participacion ciudadana de los actores, por lo tanto, la
ciudad debe ser un espacio que promueva las condiciones de intercambio, un itinerario, un
centro para otros. Sin embargo, la estructura de las relaciones sociales actualmente se
deforma rápidamente por la falta de presencia y el desinteres en sus habitantes, por la
intimidación del consumo generadas por los efectos de la globalización que cada vez borran
y reducen la conducta del individuo,

Desde la misma antropología urbana podemos mostrar diferentes caras al cambio social que
se muestra en la ciudad, frente a las soluciones que hay sobre la privatización de espacios
generados por el consumo y que este a la vez es causa del efecto desenfrenado de la
globalización por ende se puede modificar las políticas publicas frente al consumo del
espacio y construir nuevas propuestas que contemplen las problemáticas mencionadas en
este ensayo, cabe adicionar que la historia y la cultura debe ser un aspecto fundamental al
momento de construir dichas propuestas, porque los anteriores aspectos forman identidad y
sociedad, con participación de todos los sujetos inmersos en dichos contextos.

De igual manera desde la sociología se ha estudiado el consumo como un aspecto de


desarrollo, pero actualmente es una causa entre varias para deteriorar las relaciones
existentes en una sociedad, incluso la privatización de espacios que es un medio de
interacción, se ve involucrado por ser un espacio donde se construye imaginarios sociales y
que a la vez forma una identidad que ha marcado y marcará después de ciertos hechos a una
comunidad determinada, también cabe adicionar que es un instrumento para transformar el
orden social impuesto.

monofuncionales y especializados. Se generalizan los


enclaves como búsqueda de seguridad.
Privatización. Se vive la gestión privada del espacio público, que se expresa en que el uso de las calles urbanas y
autopistas sea previo pago de peajes, o que en los parques y plazas cerradas se reserve el derecho de admisión o su uso
esté sujeto al pago de una tasa a empresas privadas de servicios, que son las que finalmente los administran. Y junto a
esto, se vive la privatización del espacio público, tendencia que se expresa en el cine, el trabajo, la comida, los malls, las
urbanizaciones y los clubes. Vivimos el
tránsito hacia una “cultura a domicilio”. (Carrión, Espacio público para la alteridad)

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