Descomponiendo

Alejandro Rivillas García CC. 1017220045

La actividad se realiza con los estudiantes de grado séptimo del Colegio Parroquial San Judas Tadeo,
ubicado en el barrio Castilla de la ciudad de Medellín, en el marco de la primera semana de clases
del año en la institución y como una actividad diagnóstica alrededor de sus habilidades de
pensamiento numérico.

Se inicia con la actividad “Tablero de colores” para la cual se divide al grupo en dos subgrupos y a
estos a su vez en cuatro equipos de 3 estudiantes cada uno, para realizar la actividad como se
describe en la guía. Se puede evidenciar en ella que los estudiantes de este grado tienen dominio
de la descomposición por sumandos, ya que comprenden la actividad de manera rápida, pero
además se puede observar la capacidad de comprensión del reto en cuanto a ganar el juego ya que
comienzan empleando estrategias como descomponer el número en la mayor cantidad de
sumandos posibles, como ejemplo de ello sucede que uno de los equipos emplea todos los unos
que tiene la posibilidad de usar en el tablero en su primer turno, a lo que el siguiente responde
empleando todos los ceros del mismo. Sorprende la velocidad con que los estudiantes asumen el
ejercicio, pero a su vez es comprensible que tienen dominio de la competencia referida al mismo y
se les hace sencillo manejarla.
Los estudiantes mostraron facilidad en el manejo de la tabla de resultados, aunque en ocasiones
algunos de ellos confundían la cantidad de sumandos pintados con el número que salió en el dado,
sin embargo, entre compañeros se hacían la corrección a la desatención y quedaba aclarado el
asunto.

Posteriormente, se realiza la explicación previa a la actividad “Dibujo operando”, en la cual los

estudiantes, debido a su grado de aprendizajes en la asignatura de matemáticas, relacionaron
inmediatamente con las ecuaciones, incluso preguntando por qué no se hacía el ejercicio usando
variables literales, con la pregunta específica incluso por la “X”. El desarrollo de la explicación fue
liderado por los estudiantes, quienes se animaron a compartir sus intentos y respuestas en el tablero
con los demás. Al entregarles las fichas con los dibujos, se explicó cómo funcionaba en cada uno de
los dos casos (números ordenados aleatoriamente y números ordenados con un sistema
coordenado), tras comprender este asunto, fue sencillo para ellos resolver las ecuaciones de manera
ágil y proceder a unir los puntos en el orden indicado para crear el dibujo.

En general, se puede decir que las actividades se llevaron a cabo de manera ágil por parte de los
estudiantes, dado que tenían una solidez considerable en los conceptos necesarios para el dominio
del tema, lo cual hizo que las actividades fueran un disfrute más que un reto, aunque al ser la
primera semana del año, los estudiantes no esperaban actividades relacionadas con las
matemáticas tan pronto, por lo que su reacción inicial fue de sorpresa e incluso en algunos casos de
reclamo e inconformidad.