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EL PENSAMIENTO

CRÍTICO
Pensamiento Crítico

Bloque 1

PCA0120
PENSAMIENTO CRÍTICO

El presente material recopila una serie de definiciones, explicaciones y ejemplos prácticos de autores especializados
que te ayudarán a comprender los temas principales de este bloque.

Las marcas empleadas en la antología son única y exclusivamente de carácter educativo y de investigación, sin
fines lucrativos ni comerciales.

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PENSAMIENTO CRÍTICO

El pensamiento crítico

1. El Pensamiento crítico
1.1. Conceptualización del pensamiento crítico

Muchas veces se expresa que la función del sector educativo es fomentar el pensamiento crítico de los
estudiantes; sin embargo, no existe una verdadera reflexión en torno a ciertas preguntas como: ¿todo pen-
samiento es crítico?; ¿qué es lo que se entiende por pensamiento?; ¿cómo se llega a pensar críticamente?

Ante esto, existe la preocupación por saber realmente qué hay detrás del concepto pensamiento crítico
y qué concepciones o posturas existen sobre él.

De acuerdo con Blanco:

El pensamiento es toda creación de la mente. Su origen y método han sido objeto de amplio debate entre
filósofos y psicólogos, dado que desde hace mucho tiempo es una de las preguntas fundamentales de la
filosofía. Actualmente se habla con bastante soltura sobre el acto o proceso del pensamiento, incluso de
nuevas vertientes como el pensamiento de diseño (design thinking), el pensamiento ecológico o el pensa-
miento político.

Pensar es esencialmente la asociación de contenidos mentales, mediados o codificados, por medio de un


lenguaje por más rudimentario que éste sea. Pensar, en consecuencia, significa aprehender del mundo y
asociarlo mentalmente a un símbolo, de este proceso resultan otros procesos mentales, como la anticipación,
la inferencia, la refutación, etcétera (Blanco, 2019, pp. 68-69).

Figura 1. Codificación por asociación de ideas

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PENSAMIENTO CRÍTICO

Richard Paul es un teórico norteamericano que define pensamiento crítico así:

Es ese modo de pensar sobre cualquier tema, contenido o problema en el cual el pensante mejora la calidad
de un pensamiento al apoderarse de las estructuras inherentes del acto de pensar y al someterlas a están-
dares intelectuales (citado en López, 2018, p. 119).

Sobre esta afirmación se concibe al pensamiento como una tarea mental factible de mejorar al aplicar
criterios intelectuales estándar. En este aspecto, lo opuesto al pensamiento crítico sería aceptar cualquier
contenido, tema o problema sin hacerlo pasar por estándares intelectuales, es decir, se estaría ante la
presencia de una creencia dogmática (Loraiza, 2018).

El pensamiento crítico tiene otra raíz de la que se nutre: el pensamiento científico-racionalista. Éste rechaza
los dogmas, permite ser más objetivo y construir mejores elementos para argumentar, actuar, así como de-
cidir sobre las problemáticas a las que se ve enfrentado el docente. El método científico tiene en común con
el pensamiento crítico su rigurosidad, estar abierto a la refutación y la necesidad de la experimentación. En
este sentido, el pensamiento crítico y el aprendizaje del método científico van de la mano (Loraiza, 2018, p. 8).

1.2. Características del pensamiento crítico

Desde la psicología principalmente, se han identificado la características que conforman el proceso


mental que debe desarrollar el pensador crítico y que Facione, teórico estadounidense, desglosa en seis
habilidades:

1. La interpretación, es decir, cómo se percibe un problema imparcialmente y cómo se categoriza la


información disponible.
2. El análisis, es decir, cómo se perciben las cosas partiendo de sus premisas o sus partes, entendiendo
las intenciones y lo que está más allá del propio texto o información disponible.
3. La evaluación, entendida como la valoración del contenido por medio de la coherencia entre sus
argumentos o discursos, valorando la solidez de los argumentos y la correlación existente entre
ellos.
4. La inferencia se encarga de la pertinencia que hay o no de las hipótesis o conclusiones, así como
de las consecuencias tras de los datos o argumentos.
5. La explicación, entendida como la habilidad que posee el pensador crítico de exponer el propio
pensamiento de manera coherente una vez realizados los procesos anteriores; incluye exponer de
manera organizada las relaciones entre argumentos, así como las deficiencias o contradicciones
metodológicas que haya encontrado. Así mismo, dentro de esta categoría, se incluye la autocrítica,
también conocida como metacognición, debido a su carácter retrospectivo sobre el propio proceso
de pensamiento.
6. Por último, la autorregulación tiene relación con el momento retrospectivo anteriormente mencionado,
ya que se remite a la acción de juzgar los propios juicios y el proceso mental, reconocer los prejuicios
o predisposiciones y reconocer los errores ante la refutación (Facione, 2007, pp. 4-7).

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Figura 2. Proceso del pensamiento crítico según Facione

Fuente: Facione (2007).

Facione agrega:

El pensador crítico ideal es habitualmente inquisitivo, está siempre bien informado, es confiable, de menta-
lidad abierta y justa, honesto, sin prejuicios, dispuesto a reconsiderar cuestiones varias; es diligente en la
búsqueda de información relevante; razonable en la selección de criterios; es enfocado y persistente en la
investigación (citado en Jiménez, 2018, p. 113).

Ennis es otro teórico del pensamiento, quien aborda las actitudes del pensador crítico de la siguiente
manera:

Centrarse en preguntas, analizar argumentos, clasificar información, juzgar la credibilidad de las fuentes,
observar, deducir, inducir criterios e hipótesis, juzgar y realizar juicios relevantes, definir términos, identificar
premisas no enunciadas o implícitas, razonar a partir de premisas, proceder de manera ordenada o siste-
mática (citado en López, 2018, p. 120).

De acuerdo con Tamayo los pensadores críticos poseen las siguientes características:

—— Tratan de identificar los supuestos que subyacen las ideas, las creencias, los valores y las acciones.
—— Poseen la capacidad de imaginar y explorar alternativas a maneras existentes de pensar y de vivir.
—— Usualmente son escépticos a afirmaciones de verdades universales o explicaciones últimas y
definitivas.
—— Están conscientes del contexto (Tamayo, 2015, p. 117).

Como hemos revisado, el pensamiento crítico posee una gran variedad de conceptualizaciones, méto-
dos y procedimientos. En términos prácticos, se puede construir una definición que sume algunos de los
elementos comunes a las definiciones revisadas anteriormente. Se puede afirmar, entonces, que es la
acción que realizan sujetos autónomos al hacer pasar por su proceso mental ideas, saberes y contenidos
hacia un análisis cuidadoso de los elementos que lo constituyen; conocen los orígenes, fundamentos y
consecuencias que otorgan la validez de tal contenido, para después problematizar, juzgar o proponer
hipótesis, con el fin de evaluar el pensamiento y plantear soluciones o alternativas creativas.

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1.3. El pensamiento crítico y su relación con otros elementos

La corriente de la pedagogía crítica tiene su origen en la Escuela de Frankfurt, conformada por un grupo
de intelectuales de izquierda que siguieron y renovaron las ideas de Hegel, Marx y Freud. De este grupo
destacaron Max Horkheimer y Theodor Adorno, quienes crearon la Dialéctica de la ilustración.

De acuerdo con Duran (citado en Ducoing, 2010, p. 218), estos pensadores rechazaron la corriente pre-
dominantemente positivista que resultaba en relaciones de dominación y pérdida de identidad del sujeto
frente a la sociedad. Ante este paradigma, la Escuela de Frankfurt propuso una educación emancipadora.

De esta forma, concibió un pensamiento crítico, cargado de un fuerte componente político, es decir,
promotor de la transformación social. El surgimiento de esta Escuela revolucionó los paradigmas que
imperaban en las ciencias sociales.

El filósofo y pedagogo John Dewey (citado por López, 2018) estableció el pensamiento crítico como examen
activo, cuidadoso y persistente de toda creencia o conocimiento a la luz de sus fundamentos, así como
las conclusiones que implica. De esta definición se puede concluir que el pensamiento crítico implica el
análisis del objeto de estudio, un rastreo de sus orígenes y las conclusiones que resultan de aceptarlo.

Figura 3. John Dewey

Fuente: Biografías y vidas (2019).

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PENSAMIENTO CRÍTICO

En el ámbito educativo actual, cuando el pedagogo se sitúa en el pensamiento crítico concibe de forma
distinta su labor educativa y la separa de una función utilitaria, dejando de ser tan solo un ejecutor del
currículo. Por su parte, el docente se vuelve más metódico y crítico con sus prácticas pedagógicas, pues
observa los contenidos del aprendizaje desde el pensamiento crítico, lo que le conlleva problematizar la
veracidad y la pertinencia de los contenidos en los contextos en los que desarrolla su práctica pedagógica.

Ahora bien, el pensamiento crítico y la didáctica tienen una relación cercana. La tarea de reflexionar el
proceso de enseñanza-aprendizaje se vuelve más compleja, dado que la didáctica deja de observar úni-
camente la dimensión práctica de transmisión de contenidos y se convierte en un medio a explotar según
la creatividad del docente, quien entonces reconocerá errores, omisiones y fallas de la educación en un
contexto amplio, y considerará la complejidad a la que se enfrenta para plantear soluciones pertinentes.

El pensamiento crítico es inconforme, no se aviene a dar por hecho, sino que trabaja para reconocer el error
y la debilidad […]. El pensamiento crítico reconoce los matices y las excepciones y no trata nunca de forzar
los casos únicos y los contextos diferentes para que encajen en las normas. No todo vale para todos, ni a
todas horas. Por eso, el pensamiento crítico es profundamente indagador y no permite recetas sencillas
(Nomen, 2019, p. 32).

Así mismo, el pensamiento crítico atraviesa de forma transversal la educación desde la selección de los
contenidos, la planeación educativa, la postura de los docentes ante la administración y la implementa-
ción de políticas educativas. Para los alumnos es una gran herramienta al momento de buscar fuentes y
constatar información, ya que se torna necesario pasar todo el flujo de información disponible por el filtro
del pensamiento crítico.

Otro aspecto importante que resulta al relacionar la pedagogía con el pensamiento crítico es el desarrollo
de las habilidades de investigación. El exceso de información que se tiene actualmente puede ser abruma-
dor tanto para los alumnos como para el docente. Una vez realizado este filtro, se puede tener una mayor
seguridad sobre la fiabilidad de los contenidos sobre los cuales se construyen las prácticas educativas.

Finalmente, el pensamiento crítico permite a los profesionales de la educación situarse con firmeza frente
a los retos del contexto educativo; practicarlo es una tarea ardua, pero necesaria para el pedagogo, ya
que implica problematizar radicalmente todos los aspectos de la práctica educativa desde los entornos
institucional, social y político.

El campo de la educación siempre está en constante cambio, actualización y revisión de sus fundamentos
epistemológicos, curriculares y prácticas. La autoevaluación docente y la apertura al cambio también
tienen un papel muy importante en la mejora educativa. Es por esto que el pensamiento crítico es una
habilidad que el docente debe de practicar continuamente.

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REFERENCIAS

Blanco, C. (2019). Pensamiento, creatividad y maquinas. Naturaleza y libertad. Revista de filosofía, vol.
12. Recuperado de

Ducoing, P. (Coord.). (2010). Pensamiento crítico en educación. México: Instituto de Investigaciones so-
bre la Universidad y la Educación (UNAM). Recuperado de:

Facione, P. (2007). Pensamiento crítico: ¿Qué es y por qué es importante? Recuperado de

Jiménez, S., et al. (2018). El pensamiento crítico y su relación con el pensamiento estratégico y el liderazgo.
Universidad y Sociedad, 10 (3). Recuperado de

Loaiza, Y. y Osorio, D. (2018). El desarrollo de pensamiento crítico en ciencias naturales con estudiantes
de básica secundaria en una Institución Educativa de Pereira. Diálogos sobre educación. Temas actuales
en investigación educativa, 9 (16). Recuperado de

López, R. (2018). Condiciones del pensador crítico. Revista de la Universidad de La Salle, (76), pp. 117-
127. Recuperado de:

Nomen, J. (2019). La escuela, ¿un receptáculo del pensamiento crítico? Folia Humanística, (11), pp. 29-
43. Recuperado de

Tamayo, O., et al. (2015). El pensamiento crítico en la educación. Algunas categorías centrales en su
estudio. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, 11 (2), pp. 111-133.

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