Está en la página 1de 16

Asignatura : Sociología

Fecha : Sábado, 30 de julio de 2022.

Contenido : Corrientes Clásicas del pensamiento sociológicos.

Representantes: Marx, Emily Durkheim, Max Weber, Augusto Commte.

Objetivos : Identificar los elementos de la filosofía, como ciencia.

DOCUMENTO DE APOYO DE LOS REPRESENTANTES DE LAS CORRIENTES SOCIOLÓGICAS

BIOGRAFIA DE MARX

Karl Marx fue un pensador de origen alemán (Tréveris, Prusia occidental, 1818 – Londres, 1883) considerado
como el padre del socialismo científico. Su obra más importante es ‘El Capital’ publicado junto a Engels en 1867.

Karl Marx ingresó en las Universidades de Bonn, Berlín y Jena para finalizar sus estudios —Derecho, Historia y
Filosofía— en 1841. Aunque formalmente no estudio economía, muchos historiadores lo consideran como un
economista muy importante debido a su principal obra: El Capital. Una de las obras sobre economía más leídas y
estudiadas de todos los tiempos.

Karl Marx y Friedrich Engels —con quien compartiría una estrecha colaboración intelectual y política— se
centraron en lo que denominaron “socialismo científico”. Basado en la crítica sistemática del orden establecido y
el descubrimiento de las teorías que conducirían a su superación. De hecho, sería la fuerza de la revolución, la
forma de acabar con la civilización burguesa.

Concretamente, fue en 1848, a petición de una liga revolucionaria clandestina integrada por emigrantes
alemanes, cuando los dos autores plasmaron tales ideas en el «Manifiesto Comunista«. En el Manifiesto
expusieron la nueva concepción del mundo, la dialéctica como la más completa doctrina del desarrollo, la teoría
de la lucha de clases y el papel revolucionario del proletariado como creador de la sociedad comunista. Este
libro sentó las bases del comunismo.

Su principal obra: El Capital

Posteriormente, durante su estancia en Inglaterra, Marx profundizó en el estudio de la economía política clásica


y elaboró su propia doctrina, que publicó en su obra «El Capital» en (1867). Partiendo de que sólo el trabajo
humano produce valor, Karl Marx señaló la explotación del trabajador, patente en la extracción de la  plusvalía.
Es decir, la parte del trabajo no pagada al obrero y apropiada por el capitalista.

Denunciaba con ello la esencia injusta e ilegítima del sistema económico capitalista. Sin embargo, para Marx,
el capitalismo estaba abocado a hundirse por sus propias contradicciones internas, lo que daría paso
al socialismo y a su máximo objetivo: la emancipación global del hombre, al abolir la propiedad privada de los
medios de producción. Algo que era, según él, la principal causa de la alienación de los trabajadores..

El Marxismo de Karl Marx


Tras su militancia en la Liga de los Comunistas —disuelta en 1852—, Marx se movió en los ambientes de los
conspiradores revolucionarios exiliados hasta que, en 1864, la creación de la Asociación Internacional de
Trabajadores (AIT) le dio la oportunidad de impregnar al movimiento obrero mundial de sus ideas socialistas.

Pese a todo, la Segunda Internacional —bajo inspiración decididamente marxista— se fundó en 1889, tras la
defunción del ideólogo. Sin embargo, Engels asumió el liderazgo de aquel movimiento y la influencia ideológica
de ambos siguió siendo determinante durante un siglo.

Finalmente, es importante recordar que Karl Marx apenas planteó el modo en que debían organizarse el Estado
y la economía socialistas una vez conquistado el poder, lo que ha dado lugar a interpretaciones muy diversas.

Como resultado, algunos de sus seguidores han optado por una rama socialdemócrata que promete
salvaguardar las libertades políticas individuales. Ejemplo de ello son Karl Kautsky, Eduard Bernstein o Friedrich
Ebert. Otros sin embargo, han seguido en una rama comunista que originó la Revolución bolchevique en Rusia y
el establecimiento de Estados socialistas con economía planificada y dictadura de partido único —Lenin y Stalin
en la URSS y Mao Tse-tung en China. Carlos Enrique Marx, fue
un filósofo, economista, sociólogo, periodista, intelectual y político comunista alemán de origen judío. En su
vasta e influyente obra abarca diferentes campos del pensamiento en la filosofía, la historia, la ciencia política, la
sociología y la economía; aunque no limitó su trabajo solamente a la investigación, pues además incursionó en la
práctica del periodismo y la política, proponiendo siempre en su pensamiento una unión entre teoría y práctica.
Junto a Friedrich Engels, es el padre del socialismo científico, comunismo moderno, marxismo y materialismo
histórico. Sus obras más conocidas son el Manifiesto del Partido Comunista (en coautoría con Engels) y El
capital (publicados los tomos II y III póstumamente).

Marx es normalmente citado junto a Émile Durkheim y a Max Weber como uno de los tres principales
arquitectos de la ciencia social moderna; a la vez, junto con Friedrich Nietzsche y Sigmund Freud, es visto como
uno de los tres maestros del siglo xix de la "escuela de la sospecha" por Paul Ricoeur.

Las teorías de Marx sobre la sociedad, la economía y la política, que se conocen colectivamente como el
marxismo, sostienen que todas las sociedades avanzan a través de la dialéctica de la lucha de clases, sistema
basado en la dialéctica de Georg Hegel pero con un enfoque materialista y de praxis. Fue muy crítico de la forma
socioeconómica vigente de la sociedad, el capitalismo (a la que Lenin llamó la "dictadura de la burguesía"),
afirmando que se llevaba a cabo por las acaudaladas clases dueñas de los medios de producción para su propio
beneficio. Teorizó que, como en los anteriores sistemas socioeconómicos, inevitablemente se producirían
tensiones internas, producidas por las leyes dialécticas, que lo llevarían a su reemplazo por un nuevo sistema a
cargo de una nueva clase social, el proletariado.11 Sostuvo que la sociedad bajo el socialismo sería regida por la
clase obrera en lo que llamó la "dictadura del proletariado” (a la que posteriormente se llamará "socialismo" o
"Estado socialista"). Creía que el socialismo sería, a su vez, finalmente reemplazado por una sociedad sin
Estado y sin clases llamada comunismo. Junto con la creencia en la inevitabilidad del socialismo y del
comunismo, Marx luchó activamente por la aplicación del primero (el socialismo), argumentando que los
teóricos sociales y las personas desfavorecidas debían realizar una acción revolucionaria organizada para
derrocar el capitalismo y lograr un cambio socioeconómico.

Aunque Marx se mantuvo como una figura relativamente desconocida durante su vida, sus ideas y la ideología
del marxismo comenzaron a ejercer una gran influencia sobre los movimientos socialistas poco después de su
muerte. Lenin fue el primer teórico-práctico que intentó desarrollar el pensamiento de Marx en la práctica. Los
llamados gobiernos revolucionarios socialistas tomaron el poder en una variedad de países a lo largo del siglo xx,
llevando a la formación de Estados como la Unión Soviética en 1922 y la República Popular China en 1949, con
diversas variantes teóricas desarrolladas, tales como el leninismo y el maoísmo.

Poco se sabe sobre la infancia de Karl Marx. Era el tercero de nueve hermanos. Al morir su hermano, Moritz, en
1819, se convirtió en el mayor. Fue bautizado en 1824, como el resto de sus hermanos, Sophie, Hermann,
Henriette, Loussie, Emille y Karoline; en la iglesia luterana.25 Marx «tenía un enorme apego a su padre
(Heinrich). Jamás se cansaba de hablar de él y siempre llevaba encima una fotografía suya». 26 Se educó en casa
hasta que en 1830 entró en el Instituto de Tréveris (en alemán Trier) donde su maestro fue Hugo Wyttenbach,
amigo de su padre. Wyttenbach había empleado a muchos humanistas liberales como profesores, algo que
enfureció al gobierno. La policía asaltó el colegio en 1832 cuando descubrió que se distribuía a los alumnos
literatura que apoyaba el liberalismo. Se consideró desacato a la autoridad por lo que las autoridades
propusieron reformas y remplazaron a la mayoría de la plantilla.19 En octubre de 1835, Karl, que tenía diecisiete
años, fue a la Universidad de Bonn, donde deseaba estudiar filosofía y literatura, pero su padre insistió en
el derecho como campo de estudio más práctico.27 Marx abrazó un deísmo radical y la idea del progreso como
camino a la libertad y perfección en sus primeros escritos como «Reflexiones de un adolescente al elegir
profesión» (Betrachtung eines Jünglings bei der Wahl eines Berufes) y «Unión de los Creyentes en Cristo de
acuerdo con Juan 15: 1-14, mostrando sus bases y esencia, como su absoluta necesidad y sus efectos»
(Vereinigung der Gläubigen mit Christo nach Joh. 15. 1-14, in ihren Grund und Wesen, in ihrer Wirkungen
dargestellt). Fue capaz de evitar el servicio militar cuando cumplió los 18 años porque sufría de "debilidad de
pecho". Siendo aficionado a las bebidas alcohólicas en Bonn, se unió al Club de la Taberna de Tréveris
(Landsmannschaft der Treveraner) una asociación de bebedores donde en cierto momento llegó a ser su
copresidente.29 Marx no tenía interés en estudiar derecho, y debido a sus malas notas, su padre lo obligó a
transferirse a la mucho más seria y académicamente orientada Universidad de Berlín,30 donde sus estudios de
derecho se hicieron menos importantes que las incursiones en la filosofía y la historia.

De considerar una carrera académica, Marx se volcó al periodismo, trasladándose a la ciudad de Colonia en
1842, donde comenzó a escribir para el periódico radical Gaceta Renana (Rheinische Zeitung) y expresó sus
opiniones cada vez más socialistas sobre la política. Sus primeras colaboraciones fue una defensa de la libertad
de prensa y la libertad de comercio. En esta época fue discípulo de Moritz "Moses" Hess, persona que influyó
mucho en su ideología y quien le presentaría a Friedrich Engels. Criticó a los gobiernos de Europa y sus políticas,
pero también a los liberales y a otros miembros del movimiento socialista cuyas ideas le parecían ineficaces o
totalmente antisocialistas. El periódico finalmente atrajo la atención de los censores del gobierno prusiano, que
revisaron cada tema que fuera material potencialmente sedicioso antes de que pudiese ser impreso. Después de
que el periódico publicó un artículo criticando fuertemente a la monarquía en Rusia, el zar ruso Nicolás I, un
aliado de la monarquía prusiana, pidió que la Gaceta Renana fuera prohibida. El gobierno prusiano cerró el
periódico en 1843.46 Marx escribió un artículo para la revista de los jóvenes hegelianos, Deutsche Jahrbücher,
en el que criticó las instrucciones de censura emitidas por el rey prusiano Federico Guillermo IV. Poco después
su artículo fue censurado y el periódico cerrado por las autoridades.47

A finales de ese año, Europa experimentó una serie de protestas, rebeliones y levantamientos en algunos casos
violentos, denominados las revoluciones de 1848. En Francia, una revolución llevó a la caída de la monarquía y
al establecimiento de la Segunda República Francesa. Marx respaldó dicha actividad y habiendo recibido
recientemente una importante herencia de su padre de 6000 o 5000 francos, utilizó supuestamente un tercio
de la misma para armar a trabajadores belgas que estaban planeando acciones revolucionarias. Aunque la
veracidad de estas acusaciones fuesen discutibles, el Ministerio de Justicia Belga lo acusó y posteriormente lo
arrestó, algo que lo obligó a huir a Francia donde, al estar un nuevo gobierno republicano en el poder, creyó que
estaría seguro.

El periodo de Colonia

Estableciéndose temporalmente en París, trasladó la sede de la Liga de los Comunistas a la ciudad y también
creó el Club de obreros alemanes con varios socialistas alemanes que residían allí. En 1848 Marx volvió a
Colonia, con la esperanza de ver la revolución extenderse a Alemania, donde comenzó a emitir un panfleto
titulado Las Demandas del Partido Comunista en Alemania, en el que abogó por solo cuatro de los diez puntos
del Manifiesto Comunista, creyendo que en la Alemania de ese momento, la burguesía debía derrocar a la
monarquía y la aristocracia feudal antes de que el proletariado pudiera derrocar a la burguesía.

Mientras fue el editor del periódico, Marx y los otros revolucionarios socialistas fueron hostigados regularmente
por la policía, y también fue llevado a juicio en varias ocasiones, enfrentando varias acusaciones, incluyendo un
insulto al fiscal general, un supuesto delito menor de prensa y una incitación a la rebelión armada a través del
boicot de impuestos, aunque fue absuelto en cada acusación.

Karl Marx en 1861.

Marx se trasladó a Londres en mayo de 1849 y permanecería en la ciudad para el resto de su vida. Fue aquí
donde fundó la nueva sede de la Liga de los comunistas, además, estaba fuertemente involucrado con la
Sociedad Londinense de Instrucción de los Obreros Alemanes, que realizaba sus reuniones en la calle Great-
Windmill, en Soho, el distrito de entretenimiento del centro de Londres.8788 Marx se dedicó a dos actividades:
a la organización revolucionaria y a intentar entender sobre economía política y capitalismo. Durante los
primeros años en Londres, él y su familia vivieron en la pobreza extrema.8990 Su principal fuente de ingresos
fue su colega, Engels, que derivó gran parte de sus ingresos del negocio familiar.90 Marx y Engels publicaron en
1850 la revista mensual Nueva Gaceta Renana. Revista político-económica (Neue Rheinische Zeitung. Politisch-
ökonomische Revue) editada en Hamburgo.91 Marx trabajó durante 11 años como corresponsal para el New
York Tribune en 1851 hasta el 1862.

Desde diciembre de 1851 hasta marzo de 1852, Marx escribió El 18 brumario de Luis Bonaparte, una obra que
trata sobre la Revolución francesa de 1848, en ella expandió sus conceptos del materialismo histórico, la lucha
de clases y la dictadura del proletariado, avanzando el razonamiento de que el proletariado triunfante tiene que
destruir el Estado burgués.

La década de 1850 y 1860 también marca la línea entre lo que algunos estudiosos ven como el Marx
joven, idealista y hegeliano, del Marx maduro, con una mayor mentalidad científica en sus escritos del período
posterior. Esta distinción normalmente es asociada con la corriente del marxismo estructuralista.97 Tampoco
todos los eruditos están de acuerdo de que esta distinción exista.9698

En 1864, Marx se involucró en la Asociación Internacional de Trabajadores (también conocida como Primera


Internacional). Se convirtió en el líder de su Consejo General, siendo elegido en el momento de su creación en
1864. En esta organización Marx estuvo involucrado en la lucha contra el sector anarquista en torno a Mijaíl
Bakunin (1814-1876).90 Pero aunque Marx ganó esta disputa, la transferencia de la sede del Consejo General de
Londres a Nueva York en 1872, apoyada por Marx, llevó a la decadencia de la Internacional.

Marx en 1882.

Teniendo en cuenta los repetidos fracasos y frustraciones de las revoluciones y de los movimientos de obreros,
Marx también intentó entender el capitalismo y pasó mucho tiempo en la sala del Museo Británico, estudiando y
reflexionando sobre las obras de los economistas políticos y sobre datos económicos.102 En 1857 ya había
acumulado más de 800 páginas de notas y ensayos cortos sobre el capital, la propiedad de la tierra, el trabajo
asalariado, el Estado, el comercio exterior y el mercado mundial; este trabajo no aparecerá impreso hasta 1941,
bajo el título de Grundrisse. En 1859, Marx publicó la Contribución a la crítica de la economía política, que sería
su primera obra económica seria.

Durante la última década de su vida, la salud de Marx declinó y fue incapaz de prolongar el esfuerzo que había
caracterizado su trabajo anterior. Logró comentar sustancialmente la política contemporánea, especialmente la
de Alemania y Rusia. Su Crítica del programa de Gotha se opuso a la tendencia de sus seguidores como Wilhelm
Liebknecht y August Bebel de comprometerse con el socialismo de Estado propugnado por Ferdinand Lassalle en
los intereses de un partido socialista unido.

Karl Marx se casó con Jenny von Westphalen, hermana del ministro de Interior prusiano, amiga de infancia con
la que se comprometió siendo ya estudiante, pero solo consiguió casarse con ella tras la muerte de los padres de
esta, que se oponían a la relación, y tras conseguir una cierta estabilidad económica (eventual) como director de
los "Anales franco-alemanes". Vivieron con fuertes penurias económicas debido a la irregularidad de los ingresos
de Marx, a la persecución política (que censuraba y clausuraba las revistas que publicaba) y a tener que mudarse
constantemente de país.

Marx tuvo con Jenny von Westphalen siete hijos. Su hija mayor nació en 1844 y llevó por nombre Jenny Caroline,
quien se casaría con el socialista francés Charles Longuet,111 y moriría con 38 años (1883), probablemente de
cáncer. Poco después vendría Jenny Laura Marx (1845), quien se casaría con el dirigente socialista hispano-
francés Paul Lafargue, y se suicidaría junto a él en 1911. Después vinieron tres que murieron en un breve plazo:
Guido (1847-1855), Edgar (1849-1855) y Franziska (1851-1852) (convulsiones, bronquitis y tuberculosis serían las
causas). La pequeña de sus hijas, Eleonor Marx (1855) formaría parte del movimiento feminista y también se
suicidaría en 1898. En 1857 nacería el último de sus vástagos, un varón que falleció horas después de venir al
mundo.

Marx tuvo una vida personal dedicada de forma exhaustiva al estudio de las diferentes disciplinas del
pensamiento y en especial a la filosofía e historia, y nunca tuvo estabilidad económica; sin embargo, contó
siempre con el apoyo fiel e incondicional de su amigo Engels.

Marx padecía mala salud (lo que él mismo describió como "la miseria de la existencia") y varios autores han
tratado de describirlo y explicarlo. Su biógrafo Werner Blumenberg lo atribuyó a
problemas hepáticos y biliares que Marx tuvo en 1849 y de los que nunca se liberó después, exacerbados por un
estilo de vida inadecuado. Los ataques a menudo se acompañaban de dolores de cabeza, inflamación de los
ojos, neuralgia en la cabeza y dolores reumáticos. Un grave trastorno nervioso apareció en 1877 y
el insomnio prolongado fue una consecuencia, que Marx combatió con narcóticos. La enfermedad se vio
agravada por el trabajo nocturno excesivo y la mala alimentación. A Marx le gustaban los platos muy
condimentados, el pescado ahumado, el caviar, los pepinos encurtidos, "ninguno de los cuales es bueno para los
enfermos del hígado", pero también le gustaban el vino y los licores y fumaba muchísimo "y como no tenía
dinero, solían ser puros de mala calidad".

La enfermedad enfatizó ciertos rasgos de su carácter. Discutía con dureza, su mordaz sátira no se achicaba ante
los insultos, y sus expresiones podían ser groseras y crueles. Aunque en general Marx tenía una fe ciega en sus
amigos más cercanos, él mismo se quejaba de que a veces era demasiado desconfiado e injusto incluso con
ellos. Sus veredictos, no solo sobre sus enemigos sino también sobre sus amigos, eran a veces tan duros que
incluso las personas menos sensibles se sentían ofendidas

Tras la muerte de su esposa Jenny en diciembre de 1881, Marx desarrolló una fuerte gripe que lo mantuvo con
un mal estado de salud durante los últimos quince meses de su vida. Con el tiempo,
contrajo bronquitis y pleuresía que lo condujeron a su muerte el 14 de marzo de 1883 en Londres. Mientras
yacía en su lecho de muerte, su ama de llave Helene Demuth le preguntó si tenía algunas últimas palabras, a lo
cual le respondió: "Las últimas palabras son para los tontos que no han dicho en vida lo suficiente". Murió
como apátrida;120 sus familiares y amigos en Londres enterraron su cuerpo en el cementerio de Highgate el 17
de marzo de 1883. Asistieron entre nueve a once personas en su funeral.

El 14 de marzo, a las tres menos cuarto de la tarde, dejó de pensar el más grande pensador de nuestros días.
Apenas le dejamos dos minutos solo, y cuando volvimos, le encontramos dormido suavemente en su sillón, pero
para siempre.

Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo
de la historia humana [...] Pero no es esto sólo. Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual
modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él. El descubrimiento de la plusvalía iluminó
de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas
burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas

La obra de Marx ha sido leída de distintas formas. En ella se incluyen obras. Tras la muerte de Marx, pensadores
como Engels, Lenin y Plejánov se dedicaron a divulgar las ideas de Marx, además de expandirlas y aplicarlas.

Algunos autores pretendieron integrar la obra de Marx y Engels en un sistema filosófico, el  marxismo, articulado
en torno a un método filosófico llamado materialismo dialéctico. Los principios del análisis marxista de la
realidad también han sido sistematizados en el llamado materialismo histórico y la economía marxista. Del
materialismo histórico, que sitúa la lucha de clases en el centro del análisis, se han servido numerosos científicos
sociales del siglo xx: historiadores, sociólogos, antropólogos, teóricos del arte, etc. También ha sido muy
influyente su teoría de la alienación.

Otros autores, entre los que destaca Louis Althusser, argumentan que los escritos de Marx no forman un todo
coherente, sino que el propio autor, al desarrollar sus reflexiones críticas sobre la  economía política durante la
década de 1850, se desembarazó de su propia conciencia filosófica anterior y comenzó a
trabajar científicamente. Desde esta perspectiva no existiría una ciencia marxista, sino un científico, Karl Marx,
que fue un pionero en la comprensión de los mecanismos fundamentales que rigen el funcionamiento de la
sociedad moderna, en especial con su reelaboración de la teoría del valor, y cuya obra cumbre fue El capital.
El pensamiento de Marx demuestra influencias de muchos pensadores anteriores y contemporáneos.
Era políglota y supo escribir e incluso hablar en varios idiomas
como: ruso, italiano, español, francés, inglés y alemán. Desde su juventud, leyó y estudió diversos autores
literarios y filosóficos
como: Aristóteles, Epicuro, Montaigne, Bacon, Leibniz, Spinoza, Voltaire, Hume, Paine, Kant, Hegel, Fichte, Schill
er, Goethe, Heinrich Heine, Dante, Shakespeare, Cervantes, Moliere y Dickens entre muchos otros.

En Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo, el político, filósofo y revolucionario ruso Vladimir


Lenin expresa las principales influencias en el pensamiento de Marx fueron: la filosofía clásica alemana con
el idealismo de Hegel (véase Marx y Hegel) y el materialismo de Ludwig Feuerbach; la economía política clásica
inglesa con Adam Smith y David Ricardo; y la teoría socialista y revolucionaria francesa con los socialistas
utópicos.130131 A ellas, Manuel Sacristán señala una cuarta influencia más: el propio movimiento obrero, que
se encontraba activo en Europa occidental.132

La polémica de Marx con otros pensadores a menudo se produjo a través de la crítica y, por lo tanto, se le ha
llamado "el primer gran usuario del método crítico en las ciencias sociales". Criticó la filosofía especulativa,
equiparando la metafísica con la ideología.

Marx resume sus aportaciones de la siguiente forma en su correspondencia:

1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción
(materialismo histórico);

2) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado;

3) que esta misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una
sociedad sin clases (comunismo).

Críticos de Marx

La importancia de Karl Marx en el panorama intelectual y político del siglo xix, y de su legado en el siglo xx, han
provocado numerosas críticas a su obra y su persona. En el siglo xix, las principales críticas provenían de
intelectuales y organizaciones del movimiento obrero que sostenían posturas políticas distintas a las de Marx.
Entre otros, Bakunin, anarquista y rival en la inspiración de La Internacional, consideraba que el objetivo de los
marxistas era «un poderoso estado centralizado.»253 Proudhon, teórico anarquista del socialismo
libertario mutualista, consideró que el proyecto de la sociedad comunista conduce a una "dictadura por todas
partes".254

Durante el último tercio del siglo xix y, sobre todo durante el siglo xx, la fuerza del marxismo en los ambientes
intelectuales y organizaciones políticas de todo el mundo hizo que numerosos
pensadores conservadores y liberales intentasen refutarlo. Algunas críticas se centran en elementos concretos
de la obra de Marx, mientras otras se oponen a alguna de las versiones del canon marxista elaborado por las
organizaciones políticas y los intelectuales socialistas o comunistas. Finalmente, diversos autores de
orientación centrista y socialdemócrata han hecho profundas reflexiones críticas de las bases filosóficas del
marxismo, como Habermas, Hannah Arendt, Anthony Giddens.
Poco después de la muerte de Marx, el economista austríaco Böhm-Bawerk, que contribuyó de forma destacada
al desarrollo de la Escuela Austriaca de Economía, publicó varios ensayos sobre el marginalismo y el subjetivismo
del valor, entre ellos La conclusión del sistema marxiano de 1896, donde propuso refutar El capital y la teoría del
valor-trabajo marxista. Desde la macroeconomía, John Maynard Keynes llegaría a decir que El capital era "un
manual obsoleto" al cual no solo encontraba "científicamente equivocado sino además sin interés o aplicación
para el mundo moderno".

Ya en el siglo xx, Karl Popper, escribió también un ensayo crítico con las ‘pretensiones’ del marxismo como
ciencia de la historia, considerando que incurre en lo que llama ‘historicismo’.  Mario Bunge resaltó del
marxismo el carácter estrechamente economicista que infravalora el papel de la política y la cultura, el hecho de
confundir lógica con ontología y la adopción del utilitarismo como ética.  Jean-Paul Sartre concluyó que la
"clase" no era una entidad homogénea y que nunca podría montar una revolución, pero aun así continuó.

BIOGRAFIA DE EMILY DURKHEIM

Hijo de un rabino, destacó pronto como estudiante, lo que le permitiría acceder en 1879 a la Escuela Normal
Superior de París, por la que se licenció en filosofía en 1882. Terminados sus estudios en la Normal, inició su
carrera docente en diversas ciudades francesas. Durante el curso 1885-1886 se trasladó a Alemania, donde
conoció los métodos de la psicología experimental de Wilhelm Wundt.

Desde Alemania envió a diversas revistas francesas algunos artículos sobre filosofía y ciencias positivas; gracias a
estas colaboraciones fue nombrado profesor encargado de la asignatura de ciencia social y pedagogía de la
Universidad de Burdeos (1887). En 1896 se le otorgó la cátedra de filosofía social y fundó la revista  L'année
sociologique. En 1902 fue nombrado profesor de la cátedra de ciencias de la educación de la Universidad de
París, donde ejercería la docencia hasta su fallecimiento.

En el ámbito de sus investigaciones, Durkheim pasó de un interés inicial por la pedagogía a una mayor amplitud
de miras que lo llevó al campo de la sociología, por aquel entonces en sus comienzos tras la primera formulación
positivista de Augusto Comte. El primer trabajo importante de Émile Durkheim fue su tesis doctoral, Sobre la
división del trabajo social (1893). Tras examinar la excesiva especialización y deshumanización del trabajo,
tendencia en progresión ascendente desde la Revolución Industrial, Durkheim subrayaba en este estudio los
graves riesgos que tal evolución suponía para el bienestar y el interés común de la sociedad.

Dos años después publicó su obra fundamental, Las reglas del método sociológico (1895), que constituye un
verdadero breviario de sociología; en ella acotó Durkheim el campo de la nueva ciencia y propuso la
metodología que había de seguir. El objeto de estudio de la sociología no puede ser una suma de individuos
(pues en la misma configuración del individuo intervienen fuerzas sociales que operan sobre él), sino el
fenómeno o hecho social, una de cuyas principales características es precisamente la coerción que ejerce sobre
el individuo.
El hecho social es, además, exterior al indiviudo (existe antes de su nacimiento) y producto de una colectividad.
Las "representaciones colectivas" y las estructuras de la sociedad imponen al individuo las normas de
pensamiento, las reglas de conducta, el canon de una existencia normal, y también sus aspiraciones más
elevadas, sin que todo ello excluya cierto margen de autonomía del individuo en el ámbito de la colectividad.

En tanto que objeto de la sociología, el hecho social no debe ser juzgado (por ejemplo, está fuera de su campo
establecer si los ritos religiosos poseen o carecen de fundamento), sino analizado y estudiado a partir de la
observación y de los datos y evidencias empíricas, aplicando métodos científicos y atendiendo a su función y a
sus causas inmediatas. El resultado de ello ha de ser la explicación de la conciencia colectiva (término acuñado
por Durkheim), formada por un conjunto de valores compartidos que es completamente distinta de la suma de
las conciencias individuales. La conservación, cambio o pérdida de tales valores (morales, religiosos, etc.)
determina la estabilidad o evolución de una sociedad.

Aplicando su propia metodología, Émile Durkheim partió de datos estadísticos oficiales para preparar su
siguiente estudio: El suicidio (1897). La tesis de la obra se resume en la siguiente frase: "El suicidio varía en
proporción inversa al grado de integración del individuo en la comunidad religiosa, familiar y política". Siguiendo
la concepción sociológica expuesta en su trabajo anterior, Durkheim parte del presupuesto de que el individuo
está guiado por una realidad moral colectiva. De la observación de que cada pueblo tiene cierto porcentaje de
suicidios, más constante que la mortalidad y regulado por reglas fijas, se desprende que los países y sus
instituciones son una fuerza motriz independiente del individuo.

Según Durkheim, las verdaderas causas del suicidio son de naturaleza social (falta de integración) y permanecen
desconocidas incluso para el mismo suicida. El autor distingue entre causas y motivos, y considera estos últimos
como pretextos no decisivos. Debido precisamente a estas consideraciones, se reprochó a Durkheim el haber
formulado una tesis apresurada, basada en datos no actuales e incompletos, sin calcular la incidencia de las
enfermedades mentales y especialmente de la ciclotimia, presente muy a menudo en los suicidas. Sus sucesores
se esforzaron en completar las teorías del maestro en aquellos puntos expuestos por él de una manera
incompleta por falta de estadísticas.

Sobre el fenómeno religioso versó una de sus obras más significativas, Las formas elementales de la vida
religiosa (1912), basada en diversas observaciones antropológicas sobre los aborígenes americanos y
australianos. La teoría de Durkheim parte de que la religión debe ser considerada como un fenómeno social y, al
mismo tiempo, como el producto de una forma de pensamiento colectivo. Durkheim interpreta la religión como
un símbolo de la sociedad misma: en el temor que nos inspira lo sagrado se expresa nuestra dependencia de la
sociedad de forma simbólica. Así, el mismo concepto de dios sólo es, en realidad, una forma de culto a la
sociedad. La religión, al igual que la misma sociedad y la cultura, ejerce un control sobre la conciencia del
individuo, y es por ello un valiosísimo instrumento de cohesión social. Esta interpretación, centrada en la función
social de lo religioso, sería recogida por el funcionalismo antropológico.

Para Durkheim, el fenómeno religioso conlleva siempre una tajante división de la realidad en dos ámbitos: lo
sagrado y lo profano. El conjunto de todas las cosas reales o ideales pertenece a una de estas dos esferas, las
cuales, a su vez, se excluyen radicalmente. De ahí que no sea suficiente el criterio jerárquico según el cual las
cosas sagradas. Lo característico de lo sagrado en relación a lo profano es su heterogeneidad absoluta, su falta
de cualidades comunes. Por ello, las energías que actúan en una de las esferas no son las mismas encontradas
en la otra, acrecentadas o atenuadas, sino que son de naturaleza distinta.
Pese a la rígida separación establecida entre lo sagrado y lo profano, el mismo Durkheim reconoce que esta
distancia no puede ser tan grande que impida toda comunicación entre las dos esferas, puesto que lo sagrado
no serviría de nada si no pudiera entrar en relación con lo profano. La comunicación entre ambos universos es
posible y necesaria, pero exige una serie de precauciones, por lo que se realiza a través de relaciones de tipo
ritual. Esta condición pone de manifiesto la dualidad esencial de los ámbitos.

Junto a las obras ya reseñadas cabe citar Filosofía y sociología (1899) y una serie de estudios, de entre los cuales
los más importantes son Crimen y salud social (1895), La prohibición del incesto y sus orígenes (1896), Sobre la
definición de los fenómenos religiosos (1879-1898), Las representaciones colectivas y las representaciones
individuales (1898), Determinación del hecho moral (1907) y Juicios de realidad y juicios de valor (1911).

Publicó además numerosos artículos, singularmente en Revue de métaphysique et de morale, Revue


philosophique y L'année sociologique: entre ellos cabe destacar Sobre el totemismo (1902), Algunas formas
primitivas de clasificación (1903) y La organización matrimonial de las sociedades australianas (1903). En
la Rivista italiana di sociologia aparecieron El suicidio considerado en el aspecto sociológico (1897) y La
sociología y su dominio científico (1900).

BIOGRAFIA DE MAX WEBER

Maximilian Karl Emil Weber  21 de abril de 1864-Múnich, 14 de junio de 1920) fue


un sociólogo, economista, jurista, historiador y politólogo alemán, considerado uno de los fundadores del
estudio moderno de la sociología y la administración pública, con un marcado sentido antipositivista.

A pesar de ser reconocido como uno de los padres de la sociología, junto con  Karl Marx, Auguste Comte y Émile
Durkheim, Weber nunca se vio a sí mismo como sociólogo sino como historiador; para él, la sociología y la
historia eran dos empresas convergentes. Sin embargo, sobre el final de su vida en 1920, escribió en una carta al
economista Robert Liefmann: «Si me he convertido finalmente en sociólogo (porque tal es oficialmente mi
profesión), es sobre todo para exorcizar el fantasma todavía vivo de los conceptos colectivos».

Sus trabajos más importantes se relacionan con la sociología de la religión y el gobierno, pero también escribió
mucho en el campo de la economía. Su obra más reconocida es el ensayo La ética protestante y el espíritu del
capitalismo (1905), que fue el inicio de un trabajo sobre la sociología de la religión. La recopilación Economía y
sociedad, publicada póstumamente entre 1921 y 1922, es la suma más completa y sistemática de sus ideas y
conceptos.

Weber argumentó que la religión fue uno de los aspectos más importantes que influyeron en el desarrollo de
las culturas occidental y oriental. En otra de sus obras famosas, La política como vocación (1919), Weber definió
el Estado como una entidad que ostenta el monopolio de la violencia legítima y los medios de coacción, una
definición que fue fundamental en el estudio de la ciencia política moderna en Occidente.

Max Weber nació en Erfurt, Turingia en Alemania, 21 de abril de 1864, siendo el mayor de los siete hijos de Max
Weber (padre), jurista y político destacado del Partido Liberal Nacional en la época de Bismarck
y funcionario protestante, y de su esposa Helene, una calvinista moderada. Uno de sus hermanos, Alfred Weber,
también fue sociólogo y economista.

Debido a la vida pública de su padre, Weber creció en un ambiente familiar inmerso en la política, y su hogar
recibió la visita de prominentes académicos y figuras públicas. Al mismo tiempo, Weber demostró ser
intelectualmente precoz. El regalo de Navidad que les hizo a sus padres en 1876, cuando contaba con trece
años, resultó ser un par de ensayos históricos, titulados Sobre el curso de la historia alemana, con referencias
especiales a la posición del emperador y el papa y Sobre el período del Imperio romano desde Constantino a la
migración de las naciones. Parecía ya claro entonces que Weber se dedicaría a las ciencias sociales.

En 1882, Weber ingresó en la Universidad de Heidelberg como estudiante de derecho. Se incorporó a la


fraternidad de su padre y escogió el campo de las leyes al igual que él. Aparte de estos estudios, tomó clases de
economía y estudió historia medieval. Tuvo por profesores, entre otros, a su tío, el historiador liberal
alemán Hermann Baumgarten, autor de dos voluminosas obras sobre historia española antigua y moderna e hijo
y nieto de pastores protestantes. Adicionalmente, Weber realizó extensas lecturas sobre temas teológicos.

De manera intermitente sirvió en el ejército alemán en Estrasburgo y, en otoño de 1884, regresó a casa de sus
padres para estudiar en la Universidad de Berlín. Los siguientes ocho años Weber vivió en casa de sus padres,
primero como estudiante, luego como ayudante en las cortes de Berlín y finalmente como docente en la
universidad. Su residencia en casa de sus padres fue interrumpida únicamente por un semestre de estudio en
la Universidad de Gotinga y por cortos períodos ocasionales de entrenamiento militar adicional. En 1886 Weber
aprobó los exámenes de "Referendar", que le permitían ejercer como abogado.

A finales de la década de 1880, Weber profundizó sus estudios de historia. Obtuvo el doctorado en leyes en
1889, con una tesis sobre historia legal titulada La historia de las organizaciones medievales de negocios.

Durante el tiempo transcurrido entre la conclusión de su tesis doctoral y el momento en que fue habilitado
como profesor, Weber comenzó a interesarse en política social contemporánea. En 1888, se unió a la Verein für
Socialpolitik, para entonces nueva Asociación Profesional de Economistas Alemanes. Esta asociación, afiliada a la
escuela histórica, consideraba que el aporte principal de la economía era la solución de los problemas sociales
de mayor impacto durante la época, y fue pionera en el uso de estudios estadísticos a gran escala en el análisis
económico., cimentando la reputación de Weber como experto en economía agraria. En 1893, se casó con una
prima lejana llamada Marianne Schnitger, quien posteriormente se convertiría en feminista y escritora por
derecho propio, además de volverse un factor decisivo en la recopilación y publicación de trabajos poco
conocidos de Weber posterior a su muerte en 1920. En 1894 la pareja se mudó a Friburgo, donde fue nombrado
profesor de economía en la Universidad de Friburgo, cargo que posteriormente continuará al trasladarse a
la Universidad de Heidelberg en 1897.

En 1912, Weber intentó organizar un partido político de izquierda que combinase social-demócratas y liberales,


pero su intento fracasó debido al miedo que muchos liberales sentían hacia los ideales —que consideraban
revolucionarios— de los social-demócratas.

Durante la Primera Guerra Mundial, Weber sirvió por un tiempo como director de los hospitales del ejército
en Heidelberg. Entre 1915 y 1916 formó parte de grupos que intentaban mantener el control alemán en Bélgica
y Polonia después de la guerra. Las opiniones de Weber sobre la guerra, y también sobre la expansión del
imperio alemán, cambiaron durante estos años. En 1918, fue miembro del consejo de obreros y soldados de
Heidelberg. El mismo año se convirtió en consultor de la Comisión del Armisticio Alemán para el Tratado de
Versalles y la comisión le asignó el borrador de la Constitución de Weimar. Weber temía intensamente una
revolución comunista en Alemania y se decantaba a favor de insertar el artículo 48 en la constitución.
Posteriormente, este artículo será aprovechado de modo oportunista por Adolf Hitler para declarar la ley
marcial y así obtener potestades de dictador.

A partir de 1918, Weber retomó la docencia, primero en la Universidad de Viena y luego, en 1919, en
la Universidad de Múnich. En Múnich, fue director del primer instituto de sociología creado en una universidad
alemana, aun cuando jamás ejerció una cátedra de sociología a lo largo de su vida.

Max Weber murió de neumonía en Múnich el 14 de junio de 1920. Debe destacarse que muchos de los trabajos
que son famosos ahora, fueron reunidos, revisados y publicados póstumamente. Luminarias de la sociología,
como Talcott Parsons y Charles Wright Mills hicieron interpretaciones significativas de los trabajos de Weber.

Weber argumentó que los problemas políticos de Alemania se debían esencialmente a un problema de
liderazgo. Otto von Bismarck había creado una constitución que preservaba su propio poder, pero inhabilitaba a
otro líder poderoso para sucederlo. En enero de 1919, Weber era un miembro fundador del  Partido
Democrático Alemán.58

Por su paradójica utilización en las medidas socializantes tanto de la socialdemocracia como


del nacionalsocialismo, las contribuciones del liberalismo de Max Weber a la política alemana siguen siendo
sujeto de controversia.

Weber dejó la política debido a los conflictos con la derecha en 1919 y 1920, cuando muchos colegas y
estudiantes lo despreciaron por la posición de centro-izquierda asumida durante la revolución alemana de 1918
y 1919. En efecto, hubo estudiantes de derecha que llegaron a realizar protestas frente a su casa.

El firme anti-comunismo de Weber y el reclamo insistente por una política agresiva de imperialismo alemán le
ganó la crítica de la mayoría de los marxistas alemanes. Weber desilusionó aún más a la izquierda cuando uno
de sus estudiantes, Carl Schmitt (1888-1985), desarrolló el concepto de «Estado total».

En su obra convergen pequeños ensayos, correspondencia, conferencias sólo parcialmente documentadas,


pequeñas reflexiones y pensamientos, libros y cuadernos de notas de sus propios estudiantes. Weber aplicó la
investigación sociológica a diversos campos: política, derecho, economía, música y religión. Junto a Karl
Marx, Alexis de Tocqueville, Vilfredo Pareto, Ferdinand Tönnies y Émile Durkheim, Weber fue uno de los
fundadores de la sociología moderna. Mientras Pareto y Durkheim trabajaron en la
tradición positivista siguiendo los postulados de Auguste Comte, Weber creó y trabajó en una
tradición antipositivista, idealista y hermenéutica, al igual que Werner Sombart, su amigo y para entonces, el
más famoso representante de la sociología alemana. Estos trabajos iniciaron la revolución antipositivista en las
ciencias sociales, que marcó la diferencia entre éstas y las ciencias naturales, especialmente debido a las
acciones sociales de los hombres.

La obra de Weber sobre sociología de la religión se abre con el ensayo La ética protestante y el espíritu del
capitalismo y continúa con La religión en China: confucionismo y taoísmo, La religión de India: la sociología del
hinduismo y budismo y Judaísmo antiguo. Su trabajo sobre otras religiones fue interrumpido por su muerte en
1920, quedando pendiente la continuación de los estudios sobre judaísmo antiguo con el estudio de los  salmos,
el libro de Jacob, el Talmud, cristianismo temprano e islam.

Sus tres ideas principales sobre la religión eran: el efecto de las ideas religiosas en las actividades económicas, la
relación entre estratificación social e ideas religiosas, y las características singulares de la civilización occidental.
Su objetivo era encontrar razones que justificaran la diferencia entre el proceso de desarrollo de las culturas
Occidental y Oriental. En el análisis de sus descubrimientos, mantuvo que las ideas religiosas puritanas (y más
ampliamente, cristianas) habían tenido un impacto importante en el desarrollo del sistema económico
de Europa y los Estados Unidos, pero destacó que esas no eran las únicas causas del desarrollo. Entre otras
causas que mencionó Weber encontramos el racionalismo en la búsqueda científica, mezclar observación
con matemática, estudio sistemático y jurisprudencia, sistematización racional de la administración
gubernamental, y empresa económica. Al final, el estudio de la sociología de la religión, de acuerdo con Weber,
apenas exploraba una fase de la emancipación de la magia, ese «desencantamiento del mundo» que él atribuía
como un aspecto distintivo importante de la cultura occidental.

Weber intenta hacer comprensible esta paradoja entre la ética protestante y su actitud como preparación para
el desarrollo del espíritu capitalista. señala que tal espíritu no existe en la cultura occidental, cuando lo
consideramos como una actitud presente en individuos.

Weber mostró que algunos tipos de protestantismo favorecían la búsqueda racional del beneficio económico.
No era el objetivo de esas ideas religiosas, sino más bien un producto de su espíritu, de la lógica inherente de
dichas doctrinas. Espíritu que, respecto de sus resultados derivados directa o indirectamente, promovía la
planificación y la búsqueda de beneficios económicos.

La religión de China: confucionismo y taoísmo fue el segundo trabajo más importante de Weber sobre la
sociología de la religión. Weber se centró en aquellos aspectos de la sociedad china que más distaban de los de
la Europa Occidental, especialmente en contraste con el Puritanismo. Y trató de mostrar por qué el capitalismo
no había triunfado en China.

La doctrina de la sociología interpretativa es bien conocida y debatida dada su controversia. Esta tesis asegura
que la investigación social, económica e histórica no puede nunca ser totalmente inductiva o descriptiva ya que
uno debe siempre aproximarse a ella con un aparato conceptual. Weber concedió que el empleo de tipos
ideales era una abstracción, pero afirmaba que sin embargo era esencial si uno pretendía entender cualquier
fenómeno social particular, ya que, a diferencia de los fenómenos físicos, ellos involucran comportamientos
humanos que deben ser interpretados por tipos ideales. La clase social se basa en la relación con el mercado
determinada económicamente (nivel económico). El estatus se basa en cualidades no económicas, como
el honor, el prestigio o la creencia religiosa. El partido hace referencia a las afiliaciones de carácter político.

BIOGRAFIA DE AUGUSTO COMMTE

(Auguste Comte; Montpellier, 1798 - París, 1857) Pensador francés, fundador del positivismo y de la sociología.
Con la publicación de su Curso de filosofía positiva (1830-1842), Augusto Comte apadrinó un nuevo movimiento
cultural del que sería considerado iniciador y máximo representante: el positivismo. Tal corriente dominaría
buena parte del siglo XIX, en polémica y algunas veces en compromiso con la tendencia filosófica antagonista, el
idealismo.

Como todos los grandes movimientos espirituales, el positivismo no se deja fácilmente encasillar en las
etiquetas de una definición estricta y precisa. En sentido muy lato, puede decirse que es una revalorización del
espíritu naturalista y científico contra las tendencias declarada y abiertamente metafísicas y religiosas del
idealismo.

Rompiendo con la tradición católica y monárquica de su familia, Augusto Comte se orientó durante la época de
la Restauración hacia el agnosticismo y las ideas revolucionarias. Después de una primera juventud cerrada y
rebelde, ingresó en 1814 en la Escuela Politécnica de París, donde, en contacto con las ciencias exactas y la
ingeniería, se sintió atraído fuertemente, junto con muchos compañeros de escuela, hacia aquella especie de
"revolución de los técnicos" que iba predicando el Conde de Saint-Simon.

Disuelta la Escuela Politécnica por el gobierno reaccionario de 1816, Comte, contra la opinión de sus padres,
permaneció en París para completar sus estudios de forma autodidacta, ganándose el sustento con clases
particulares de matemáticas, que durante casi todo el resto de su vida fueron su fuente principal de ingresos.

El motivo de la discordia era mucho más profundo: Saint-Simon y Comte habían compartido durante largo
tiempo el concepto de una reorganización de la sociedad humana a través de la dirección de las ciencias
positivas, y formaron conjuntamente el plan de renovar por completo la cultura para elevarla al nivel de tales
ciencias; pero Saint-Simon quería pasar de los planes científicos a la organización práctica de aquel "sacerdocio"
que habría de dirigir la nueva sociedad, en tanto que Comte no consideraba todavía completos los desarrollos
teóricos.

Por aquel tiempo (1826-1827) sufrió Comte su primer acceso de locura; los padres hubiesen querido recluirlo,
pero su esposa supo retenerlo junto a sí con gran energía y curarlo. Ya repuesto, Comte concentró sus energías
en el Curso de filosofía positiva (1830-1842). Halló la respuesta en la ciencia, hacia la que estableció un
verdadero culto: el conocimiento objetivo que proporciona la ciencia debía aplicarse a la ordenación de los
asuntos políticos, económicos y sociales, superando las ideologías apoyadas en la imaginación, los intereses o los
sentimientos.

Contra la libertad de pensamiento, origen de la anarquía moral que atribuía a la Revolución, no oponía el dogma
religioso o los principios de la tradición, sino la «ciencia positiva» que, al atenerse a los hechos tal como son,
proporcionaba según Comte el único punto de apoyo sobre el que se podría edificar un futuro de «orden y
progreso». Contrario al individualismo y a la democracia, confiaba en un mundo regido por el saber, en el que
productores y banqueros ejercerían una especie de dictadura. Tales ideas, fundamento del pensamiento
positivista, tendrían un gran éxito en los países occidentales desde mediados del siglo XIX, proporcionando un
credo laico para el mundo del capitalismo liberal y de la industria triunfante.

Sin embargo, Comte vivió una vida desgraciada: el exceso de trabajo agravó sus trastornos psicológicos, y
acabaría provocando un intento de suicidio y el abandono de su mujer. Su rebeldía y su intransigencia, por otra
parte, le impidieron insertarse en el mundo académico. Al tiempo que redactaba el  Curso de filosofía positiva,
Augusto Comte fundó con antiguos compañeros de la Escuela Politécnica la Asociación Politécnica, destinada a
la difusión de las ideas positivistas,

Augusto Comte tomó el término positivismo del que había sido su maestro, Saint-Simon, responsable de su
acuñación a partir de la expresión “ciencia positiva”, aparecida en el siglo XVIII. En la historia de la filosofía, se
designa con esta palabra la corriente de pensamiento iniciada por Comte; surgida en Francia en la primera mitad
del siglo XIX, pronto se desarrollaría en todos los países occidentales durante el resto de la centuria.

Aunque se entiende el positivismo como filosofía contrapuesta al idealismo y, en particular, a la figura


de Hegel (1770-1831), positivismo e idealismo hegeliano tienen puntos en común. Ambas corrientes parten
de Kant (1724-1804), aunque desarrollan aspectos distintos: el idealismo, la idea kantiana de la actividad
creadora de la conciencia; el positivismo, la necesidad de partir de datos y la negación de que el conocimiento
metafísico pueda superar al científico. Como Kant, Comte cree inalcanzable el objeto de la metafísica porque el
saber humano no puede ir más allá de la experiencia, y, al igual que Hegel, aborda la concepción de la historia
universal como un proceso unitario, evolutivo y enriquecedor.

Augusto Comte enfocó su estudio hacia el conocimiento de los hechos y de la sociedad, prescindiendo de
cualquier tipo de anteposición de doctrina filosófica alguna. Así pues, convencido de que el objeto de la ciencia
eran indudablemente el progreso y la paz, la metafísica tradicional (a la que tildó de especulativa por recrearse
en polémicas insolubles) fue el blanco de sus críticas, si bien no como defensa de una postura filosófica o tesis
elaborada, sino como una conclusión ineludible: el final de la metafísica era el resultado natural de la madurez
que iba alcanzando la humanidad en su proceso evolutivo.

El positivismo de Comte es un discurso complejo que comprende al menos una teoría sobre el conocimiento,
una interpretación sobre el sentido de la historia y una posición política ante la sociedad. En cuanto a lo primero,
el positivismo afirma que, en sentido estricto, el conocimiento lo es sólo de datos verificables o “hechos” (esto
es, de fenómenos cuya regularidad puede ser contrastada al modo de, por ejemplo, una ley física o química) y
que todo conocimiento, además de cierto (indudable, exacto) y sistemático, ha de ser útil, es decir, ha de
traducirse no en teorías, sino en un aumento de la capacidad de control e intervención tecnológica sobre los
fenómenos.

Lo que caracteriza el advenimiento de una ciencia es el paso de una explicación teológica (las causas de los
fenómenos son atribuidas a divinidades), o bien metafísica (las causas de los fenómenos son abstracciones
personificadas), a una explicación positiva.

En cuanto a la historia, Augusto Comte considera que la humanidad progresa hacia el bienestar y la felicidad
generales, poniendo el desarrollo científico y tecnológico como motor y meta de ese proceso. Es la llamada  ley
de los tres estados, según la cual la humanidad había ya pasado por dos etapas, denominadas por el propio
Comte “teológica” y “metafísica”.

En la etapa teológica, los fenómenos naturales se explicaban por causas extrínsecas a la naturaleza e
intervenciones sobrenaturales (por ejemplo, dioses o seres mitológicos); en la etapa metafísica, las fuerzas
sobrenaturales fueron sustituidas en la explicación por esencias, causas o fuerzas inmanentes a la naturaleza
pero ocultas, que sólo podían ser confiadas al pensamiento abstracto (por ejemplo, el concepto de gravedad en
física).

Por último, el positivismo de Comte entiende los problemas sociales como desórdenes orgánicos del sistema y
propone como solución reformas (ejecutadas por el poder y a la fuerza, si es necesario) que integren
funcionalmente a todos los miembros de la sociedad, a la humanidad entera. Comte considera que el progreso
social es paralelo al desarrollo de las ciencias positivas, advirtiendo en las ciencias una relación inversamente
proporcional entre el grado de complejidad y el ámbito de aplicación. Así, la primera ciencia serían las
matemáticas, aplicables a todos los campos, pero de complejidad reducida. Después vendrían la física, la
química, etc., hasta llegar a la ciencia más compleja de todas y cuyo único ámbito de aplicación sería la sociedad
humana: la sociología. El objetivo último de la sociología sería controlar el sistema social estableciendo de
manera positiva y útil relaciones entre sus diversos fenómenos.

Por las ideas contenidas en el párrafo anterior se considera a Augusto Comte el fundador de la sociología. Para
Comte, la creación de una sociología independiente está dirigida por la ley de la evolución del espíritu humano.
Al emprender la famosa clasificación de las ciencias, Comte enumera seis de ellas, que clasifica por orden
creciente de complejidad, de las más generales a las más particulares: las matemáticas, la astronomía, la física,
la química, la biología y la sociología.

Comte entiende la sociología como ciencia de los hechos humanos, y, a tenor de lo ya expuesto, es evidente que
los hechos humanos se inscriben en la historia. Estudiarlos desde el punto de vista de su evolución es estudiar la
dinámica social. Esta rama de la sociología encierra la ley del progreso de la humanidad, es decir, la ley de los
tres estados que constituye la filosofía de la historia de Comte, en la cual el estado político está condicionado
por el estado intelectual y por las creencias de una época.

El positivismo se extendió por toda Europa en vida de Comte y después de su fallecimiento. Hay que destacar el
desarrollo profuso del positivismo en Inglaterra, donde su máximo representante fue John Stuart Mill (1806-
1873). Al cultivar la “filosofía positiva”, Mill adoptó una orientación psicológica, tanto en la investigación
emprendida como en el método empleado, en directa conexión con el empirismo inglés clásico. Autor de obras
de moral, en las que unió el positivismo con el utilitarismo inglés, consagró gran parte de su trabajo a la
epistemología científica y otra gran parte a la lógica.

También podría gustarte