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¿Qué es el mantenimiento

autónomo y qué significa para el


TPM?
El mantenimiento autónomo es uno de los ocho pilares

del Mantenimiento Productivo Total (conocido como TPM). A primera

vista, parece un concepto simple: entrenar a todos los empleados para

hacer algunas tareas de mantenimiento y aumentar la eficiencia. ¿Pero

sabes cómo implementar el TPM o cuáles son sus beneficios?

Te damos algunas pistas. ¿Quieres reducir los costes de mantenimiento?

¿Usar mejor el tiempo de los técnicos? ¿Aumentar la disponibilidad de

los activos? Si tocamos un punto sensible, vale la pena seguir leyendo.

¿Qué es el Mantenimiento Autónomo?


El TPM sostiene que las empresas sólo pueden alcanzar su máxima

capacidad de producción si todos los empleados están involucrados en el

mantenimiento. Propone que los operadores vigilen sus propias

máquinas y adquieran un sentido de «propiedad». Por lo tanto, no es

sorprendente que el mantenimiento autónomo sea el primer pilar del

TPM.
 

El mantenimiento autónomo significa que cada trabajador

inspecciona y monitorea su equipo de forma independiente. Se hacen

responsables de tareas simples como la medición de la presión y el

voltaje, la regulación de los sensores, la lubricación y la limpieza. Por

otro lado, la formación técnica los prepara para notar cualquier cambio y

para solucionar cualquier problema rápidamente. El resultado es que se

anima a todo el mundo a mantener su equipo en las mejores condiciones

posibles o «como nuevo».

¿Cuáles son los beneficios del


Mantenimiento Autónomo?
Tal vez el beneficio más claro del mantenimiento autónomo sea el

ahorro de mano de obra. Como cada trabajador se encarga de las tareas

de mantenimiento más básicas, los técnicos están libres para tareas más

especializadas. Esto implica un uso mucho mejor del tiempo y de

recursos.

La segunda cosa que notarás es que los trabajadores empiezan a detectar

problemas y cambios antes de que causen un fallo. Esto permite

intervenciones más oportunas, lo que causa interrupciones mínimas en el


funcionamiento normal de la empresa. La reducción del downtime y de

las paradas, por otra parte, proporciona una mayor disponibilidad, lo que

lleva a una mejora de la OEE.

Estos son los principales beneficios del mantenimiento autónomo:


 menos costes con la mano de obra
 menos paradas y riesgo de accidentes
 más disponibilidad
 más seguridad
 más participación e implicación de todos los empleados.

¿Cuáles son las ventajas de realizar un


mantenimiento autónomo?
Como estrategia reconocida para el mantenimiento preventivo y proactivo en
TPM, el mantenimiento autónomo ayuda a eliminar las costosas averías de los
equipos y a evitar las interrupciones de las operaciones debidas a paradas
inesperadas o al mantenimiento programado. A continuación se desglosa cómo
puede beneficiar a cualquier industria la realización de un mantenimiento
autónomo.

Evita el deterioro de los equipos


El mantenimiento autónomo garantiza que las tareas rutinarias de
mantenimiento preventivo, como la limpieza, la lubricación y el engrase, se
realicen sistemáticamente en los equipos que lo necesitan. Estas tareas,
sencillas pero cruciales, ayudan a prolongar el rendimiento óptimo de los
equipos y los activos de la empresa.

El mantenimiento autónomo también ayuda al personal de mantenimiento


dedicado a centrar toda su atención en otros equipos y en cuestiones de
mantenimiento más urgentes en el lugar de trabajo.
Inculca un sentido de propiedad y responsabilidad
El operario que utiliza la máquina o el equipo día a día tendría un conocimiento
íntimo de cómo funciona realmente la máquina y si no está funcionando de
forma óptima. Ese mismo operario sabría entonces cuál podría ser la causa de
los problemas del equipo y qué debería hacerse de forma sistemática para
mantenerlo funcionando «como nuevo».

Promueve una cultura de calidad y seguridad


Cuando los equipos y otros activos funcionan de forma óptima, gracias a la
diligencia de los operarios en su mantenimiento, la calidad acumulada de la
producción será la esperada y se mantendrá la seguridad general del manejo
de esas máquinas y del trabajo en torno a ellas en el lugar de trabajo.

Cómo implementar el Mantenimiento


Autónomo en 7 pasos
Por lo general, se considera que hay siete pasos para aplicar prácticas de

mantenimiento autónomo exitosas. ¡Pero lo más difícil es mantenerlo!

Aunque son muchas veces la meta, las estrategias de

mantenimiento también necesitan mantenimiento. Para que tu esfuerzo

no sea en vano, hemos incluido tres consejos adicionales al final.

 
Aumentar el conocimiento de los empleados.
Seguramente ya has oído que el conocimiento es poder. Y es verdad.

Para que cada trabajador sea «independiente», necesita conocer las

máquinas con las que trabaja. ¡Conocer todo al dedillo! Entrena a cada

empleado para detectar cambios y resolver problemas comunes. Todo el


mundo debe ser capaz de realizar tareas de mantenimiento sencillas, así

como configurar y mantener sus equipos en condiciones óptimas. Si

puedes lograr esto, es un buen comienzo.

 
Limpieza e inspección inicial.
Después de entrenar a tus empleados, estos podrán hacer inspecciones

cuidadosas y limpieza de los activos. Estarán más atentos a las fugas,

tornillos sueltos, grietas, contaminación, sonidos u olores anormales y

sobrecalentamiento.

Las tareas de limpieza incluyen la eliminación de residuos de aceite,

polvo, suciedad y otros residuos. Estos dos pasos aseguran que el equipo

se manteine en buenas condiciones. Si hay algún problema que no

pueden resolver, deben señalarlo y llamar a un técnico. Ya te puedes

imaginar qué es lo que diremos a continuación: es mucho más fácil si

tienen a su disposición un GMAO o una Plataforma Inteligente de

Gestión de Mantenimiento.

 
Eliminar las fuentes de contaminación.
¿De dónde vienen el aceite, las impurezas y la suciedad? Para asegurarte

de que el equipo no se deteriora, dale a tus empleados autonomía para

controlar las posibles fuentes de contaminación. Al final, a estas alturas


ya conocen su equipo mejor que nadie. Déjales que recomienden

cubiertas, formas de aumentar la estanqueidad y prácticas para mejorar

la limpieza.

 
Estandarizar la lubricación y las inspecciones.
El cuarto paso para implementar el mantenimiento autónomo es

establecer estándares. Cada uno de estos estándares debe ser adaptado a

cada activo con la ayuda de personal, técnicos e ingenieros.

 
Inspección y monitoreo.
Si el objetivo es aumentar la productividad, la duplicación de tareas es

un pecado capital. Las tareas de cada empleado deben ser monitoreadas

y comparadas con el «calendario oficial» para coordinar todas las

actividades. Una vez más, puedes utilizar un GMAO o PIM – Plataforma

Inteligente de Mantenimiento, o IMMP en inglés – para facilitar este

paso.

 
Mantenimiento visual.
El mantenimiento visual puede traer muy buenos resultados. Para

facilitar las inspecciones visuales al principio de cada turno, trata de

construir un sistema que respete los estándares que has establecido en el


número 4. Por ejemplo, identifica válvulas abiertas y cerradas, asigna

flujos con etiquetas y prefiere coberturas transparentes.

 
Mejora continua.
No te olvides de que otro de los ocho pilares del TPM es el enfoque en

las mejoras. Ríndete a la evidencia de que todo puede mejorar si haces

un monitoreo consciente y estás dispuesto a escuchar el feedback. Por

eso queremos darte los siguientes tres consejos y asegurarnos de que tu

plan de mantenimiento es sostenible.

 
Ofrecer una formación continua y de actualización.
¡Nada dura para siempre! Ayuda a los técnicos de mantenimiento y al

demás personal a mantenerse al día con formaciones regulares. De

hecho, la formación continua es otro de los pilares del TPM, por lo que

complementa el mantenimiento autónomo.

 
Analizar los datos y los KPIs.
Nunca nos cansaremos de repetirlo. Los datos concretos y los KPIs son

la clave de todo lo que tratas de hacer como gestor de mantenimiento.

Sin estos dos puntos, no puedes tomar decisiones basadas en hechos y

estás dependiente de tu intuición. Afortunadamente, una Plataforma

Inteligente de Mantenimiento o un GMAO te sacarán de la Edad Media


(el primero más que el segundo). Monitorea el downtime, las averías, la

disponibilidad, el MTBF y el MTTR, y ve cómo evolucionan a lo largo

del tiempo.

 
Hable con los trabajadores.
No subestimes el poder de una conversación. Es importante que todos

estén en sintonía cuando empiezan a trabajar. Si vas a proponer cambios,

marca una reunión para explicar lo que va a cambiar y evita una

mentalidad de «nosotros vs. ellos».

Paso 1: Aumentar los conocimientos de los operadores


El primer paso para implantar eficazmente el mantenimiento autónomo es dotar
a los operarios de los conocimientos necesarios para manejar y mantener el
equipo que se les ha asignado. Dotarles de conocimientos sobre el
funcionamiento de las piezas del equipo para que sepan qué piezas necesitan
un mantenimiento periódico y qué piezas hay que cuidar a la hora de limpiarlas,
lubricarlas, etc.

Utilice herramientas de formación que puedan aumentar sus conocimientos y


les ayuden a comprender la información práctica de la forma más rápida y
eficaz posible.

Paso 2: Limpieza e inspección inicial


Una vez que los operarios conozcan los entresijos del equipo que utilizan,
deberían ser capaces de inspeccionar el equipo y detectar cualquier necesidad
de limpieza y mantenimiento. Deben ser capaces de identificar cualquier parte
del equipo que necesite la eliminación del polvo y la suciedad, las tuercas y los
tornillos que necesiten ser apretados, el aceite y la lubricación, y el desgaste
que necesite ser reparado.

Paso 3: Eliminar las causas de la contaminación


Una vez que el equipo se ha limpiado y ha vuelto a su estado óptimo de
funcionamiento, el operario debe saber cómo mantenerlo así. Una forma de
mantener el equipo en óptimas condiciones es eliminar las causas de
contaminación. Mantener un buen orden y limpieza en el puesto de trabajo
ayuda a prevenir la contaminación y a mantener la seguridad del entorno de
trabajo.
Dependiendo del tipo de equipo, la limpieza de los equipos para eliminar la
contaminación puede requerir el uso de protecciones para las máquinas, así
como el seguimiento de los procedimientos de bloqueo y etiquetado (LOTO )
para mantener la seguridad de los trabajadores al realizar la limpieza.
Paso 4: Establecer normas de lubricación e inspección
El equipo debe limpiarse, lubricarse y mantenerse según las especificaciones
del fabricante para mantener su calidad y nivel de rendimiento «como nuevo».
Para establecer normas y reforzarlas, hay que implantar herramientas y
procesos sobre qué tareas de mantenimiento hay que hacer, cómo hacerlas y
con qué frecuencia.

Utilice herramientas de listas de comprobación que ayuden a guiar a los


operarios sobre lo que deben realizar, cómo realizar esas tareas de
mantenimiento, así como notificarles para recordarles cuándo debe realizarse
una tarea.
Paso 5: Realizar la inspección y el control
Para reforzar las buenas prácticas, como el mantenimiento autónomo, se
recomienda realizar inspecciones y controles. Los propios operadores pueden
inspeccionar sus equipos y proporcionar información en forma de informes de
inspección con fotos sobre el estado actual de los equipos y las tareas de
mantenimiento realizadas.
Los datos recogidos a través de estas inspecciones pueden ser controlados
para garantizar que todos los equipos son mantenidos por los operadores y
están en buenas condiciones de funcionamiento.

Paso 6: Estandarizar la gestión del mantenimiento


visual
Facilite a los operarios la realización de las tareas de mantenimiento mediante
el uso de indicaciones visuales, como etiquetas codificadas por colores y
señales o carteles fáciles de entender que recuerden a los operarios y a otros
trabajadores los pasos que deben seguir cuando trabajen con los equipos o
estén cerca de ellos.

Crear ayudas visuales de las normas del paso 4 para ayudar a los operarios a
seguir y reforzar las normas de mantenimiento de equipos y máquinas.

Paso 7: Establecer la mejora continua


Uno de los pilares del TPM es la mejora, y como los procesos y los equipos
cambian, así como los operarios que los manejan, hay buenas razones para
establecer una mejora continua para el mantenimiento autónomo.

Toda la información de formación obtenida de los operarios en el paso 1, así


como los datos de inspección y supervisión recogidos a través de sus informes
en el paso 5, pueden utilizarse para mejorar continuamente los procedimientos
de mantenimiento de los equipos.

CONCLUSION
La aplicación del Mantenimiento Autónomo exige una
cuidadosaplanificación para puesta en marcha de elementos de dirección,poco
analizados por los creadores del TPM, ya que en el
modelonipón de dirección estos factores hacen parte de la rutina dedirección. Estos
detalles hacen que realmente el trabajo con
laspersonas sea ordenado y diseñado para realizar intervencionesexitosas en la organiza
ción. Los elementos técnicos delMantenimiento Autónomo no son complejos, sin embar
go, altratarse un proyecto humano se debe tener el cuidado de diseñaracciones que
conduzcan a transformaciones culturales que estánincorporadas en la nueva forma de
realizar el trabajo

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