Actividades sensoriales

Un buen ejemplo de este tipo de juego es " Veo, veo ¿qué ves?", en el que
describen un objeto en la habitación, usando sólo los detalles que se pueden ver.
Haz que tu hijo trate de adivinar el objeto con las pistas que proporcionan y su
vista. Para estimular el sentido del gusto y el olfato de tu hijo, pide que cierre los
ojos mientras que le das a oler y probar alimentos de ricos sabores, incluyendo
sandía, dulces, kiwi o fresas. Ve si puede identificar correctamente cada alimento.

Propiciar que el niño se comprometa con las diferentes experiencias sensoriales.

Crea cinco zonas diferentes, una para cada una de los sentidos: vista, tacto,
olfato, oído y gusto. Completa las tareas en cada zona junto a tu hijo para
conservar la participación. Esto le ayudará a abrirse al mundo más grande en
formas pequeñas, incrementales y manejables. Un ejemplo de una actividad de
zona para el tacto es tomar un rollo de cinta adhesiva y colocar un pedazo
pequeño en diferentes partes de los cuerpos de los dos. Nombra las partes a
medida que retiras la cinta o canta una canción para que sea divertido. Para la
zona de gusto, corta varias piezas de fruta o pequeños bocados de comida y
coloca en una bolsa de papel. Cierra los ojos, prueba un pedazo y adivina lo que
es. Para el olfato, ten a la mano varias lociones perfumadas, jabones o flores. Si
es un buen día, explora los aromas, vistas y sonidos de la naturaleza.