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7 Una técnica para ser consciente en sueños.

Séptima técnica de respiración: Con la respiración intangible en el


centro de la frente, cuando llegue al corazón en el momento de dormirte, ten
control sobre tus sueños y sobre la muerte misma.
Estás entrando en capas más y más profundas. Con la respiración
intangible en el centro de la frente... Si ya conoces el tercer ojo, conoces la
respiración intangible, el prana invisible en el centro de la frente, y entonces
conoces el desbordamiento: la energía, la luz, se desborda. Cuando llegue al
corazón... Cuando ese desbordamiento llegue al corazón... en el momento de
dormirte, ten control sobre tus sueños y sobre la muerte misma.
Toma esta técnica en tres partes. Primero, debes ser capaz de sentir el
prana en la respiración: la parte intangible de ésta, su parte invisible, su
parte inmaterial. Esto sucede si pones tu atención entre las dos cejas;
entonces llega con facilidad. Si estás atento a la pausa, entonces también
llega, pero con un poco menos de facilidad. Si eres consciente del centro que
hay en tu ombligo, donde la respiración llega, toca y sale, también sucede,
pero con menos facilidad. La manera más fácil para conocer la parte invisible
de la respiración es estar centrado en el tercer ojo. Pero no importa dónde
estés centrado; sucede, empiezas a sentir el prana que entra en ti.
Si puedes sentir el prana que entra en ti, puedes saber cuándo vas a
morir. Seis meses antes del día de tu muerte, empiezas a saberlo si puedes
sentir la parte invisible de la respiración. ¿Por qué tantos santos anuncian el
día de su muerte? Es fácil, porque si puedes ver el contenido de la respiración, el
prana que entra en ti, en el momento en que el proceso se
invierte, puedes sentirlo. Antes de que mueras, seis meses antes de que
mueras, el proceso se invierte: el prana comienza a salir de ti. Entonces la
respiración no lo lleva hacia dentro. Más bien, por el contrario, la respiración
lo lleva hacia fuera; la misma respiración.
Tú no puedes advertirlo porque no conoces la parte invisible; sólo
conoces la parte visible, sólo conoces el vehículo. El vehículo será el mismo.
Ahora, la respiración está trayendo el prana dentro, y dejándolo ahí;
entonces el vehículo sale vacío. Luego se llena de nuevo de prana y entra.
De modo que la inspiración y la espiración no son lo mismo, recuerda. La
inspiración y la espiración son la misma en cuanto vehículos, pero la
inspiración está llena de prana y la espiración está vacía. Has ingerido el
prana, y la respiración se ha vaciado.
Sucede lo contrario cuando te acercas a la muerte. La inspiración llega
sin prana, vacía, porque tu cuerpo no puede absorber el prana del cosmos.
Vas a morir; no es necesario. El proceso entero se ha invertido. Y cuando la
respiración sale, saca tu prana. Quien haya sido capaz de ver lo invisible,
puede saber el día de su muerte inmediatamente. Seis meses antes, el
proceso se invierte.
Este sutra es muy, muy significativo:
Con la respiración intangible en el centro de la frente, cuando llegue al
corazón en el momento de dormirte, ten control sobre tus sueños y sobre la
muerte misma.
Has de practicar esta técnica mientras estés durmiéndote; sólo
entonces, en ningún otro momento. Mientras te estés durmiendo, sólo
entonces; ése es el momento adecuado para practicar esta técnica. Te estás
durmiendo. Poco a poco, poco a poco, el sueño está apoderándose de ti. En
unos momentos, tu consciencia se disolverá; no serás consciente. Antes de
que llegue ese momento, sé consciente: consciente de la respiración y su
parte invisible, el prana, y siente que llega al corazón.
Sigue sintiendo que llega al corazón. El prana entra al cuerpo por el
corazón. Sigue sintiendo que el prana entra en el corazón, y deja que llegue
el sueño mientras estés sintiéndolo continuamente.
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Sigues sintiendo, y dejas que llegue el sueño y te inunde.
Si sucede esto -que estás sintiendo la respiración invisible entrando en
el corazón, y el sueño se apodera de ti -, estarás consciente en sueños.
Sabrás que estás soñando. Normalmente no sabemos que estamos soñando.
Mientras sueñas, piensas que ésa es la realidad. Eso sucede también a causa
del tercer ojo. ¿Has visto dormir a otra persona? Sus ojos se mueven hacia
arriba y se centran en el tercer ojo. Si no lo has visto, obsérvalo.
Tu hijo está durmiendo... Ábrele los ojos y observa dónde están sus
ojos. Sus pupilas han ido hacia arriba y están enfocadas en el tercer ojo.
Digo que mires a los niños; no mires a los adultos: ellos no son dignos de
crédito porque su sueño no es profundo. Estarán simplemente pensando que
están dormidos. Mira a los niños; sus ojos van hacia arriba. Se enfocan en el
tercer ojo. Debido a este enfoque en el tercer ojo, crees que tus sueños son
reales, y no puedes advertir que son sueños; son reales. Lo sabrás cuando te
levantes por la mañana. Entonces sabrás que «estaba soñando». Pero de eso
te das cuenta después, en retrospectiva. No te puedes dar cuenta durante el
sueño de que estás soñando. Si te das cuenta, entonces hay dos capas: el
sueño sigue, pero tú estás despierto, eres consciente. Para alguien que se
vuelve consciente en sueños, este sutra es maravilloso. Dice: Ten control
sobre tus sueños y sobre la muerte misma.
Si puedes ser consciente de los sueños, puedes hacer dos cosas. Una:
puedes crear sueños. Normalmente, no puedes crear sueños. ¡Qué impotente
es el hombre! Ni siquiera puedes crear sueños.
Si quieres soñar algo en particular, no puedes soñarlo; no está en tus
manos. ¡Qué incapaz es el hombre! Ni siquiera puede crear sueños. Eres tan
sólo una víctima de los sueños, no el creador. Un sueño te sucede; no
puedes hacer nada. Ni lo puedes parar, ni lo puedes crear.
Pero si te duermes recordando el corazón lleno de prana, siendo tocado
continuamente por el prana con cada respiración, llegarás a dominar tus
sueños; y ése es un dominio excepcional. Entonces puedes soñar cualquier
sueño que quieras. Tan sólo advierte, mientras te estés durmiendo, que
«quiero soñar este sueño», y ese sueño llegará a ti. Simplemente di,
mientras estés durmiéndote: «No quiero soñar ese sueño», y ese sueño no
podrá entrar en tu mente.
Pero ¿para qué sirve dominar tus sueños? ¿No es inútil? No, no es inútil.
Una vez que domines tus sueños, nunca soñarás: es absurdo. Cuando
dominas tus sueños, dejas de soñar; ya no es necesario. Y cuando dejas de
soñar, estás dormido con una cualidad totalmente diferente, y esa cualidad
es la misma que la de la muerte.
La muerte es un dormir profundo. Si tu dormir se ha vuelto tan profundo
como la muerte, eso significa que no habrá más sueños. Soñar crea superficialidad
en el dormir. Te quedas en la superficie debido a los sueños; debido
a que te cuelgas de los sueños, te quedas en la superficie. Cuando no estás
soñando, caes en el mar, alcanzas su profundidad.
La muerte es lo mismo. Por eso la gente en India siempre ha dicho que
dormir es una muerte de poca duración, y que la muerte es un largo dormir:
cualitativamente son lo mismo. Dormir es una muerte día-a-día. La muerte
es un fenómeno vidaa-vida, un dormir vida-a-vida. Todos los días estás
cansado. Te quedas dormido y recobras tu vitalidad, tu vivacidad por la
mañana; has renacido. Después de una vida de setenta u ochenta años estás
completamente cansado. Entonces una muerte de tan breve duración no será
suficiente; necesitas una gran muerte. Después de esa gran muerte o gran
dormir, vuelves a nacer con un cuerpo totalmente nuevo.
Una vez que puedas conocer el dormir sin sueños y puedas ser
consciente de ello, no tendrás miedo a la muerte. Nadie ha muerto nunca,
nadie puede morir: ésa es la única imposibilidad.
Hace sólo un día te estaba diciendo que la muerte es la única certeza, y
ahora te digo que
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la muerte es imposible. Nadie ha m

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